Gracias
a la charlatana mujer se enteró de que Jaejoong trabajaba como aseador en un
salón de belleza durante el día y de camarero en una cafetería del barrio por
la noche. No era de extrañar que pareciera tan cansado. No tenía coche y tenía
que ir andando o en autobús a todas partes; ahorraba todo lo que ganaba para
cuando naciera el bebé. El hecho de que su esposo hubiera vivido en la miseria
mientras él tenía dos automóviles de lujo y una casa llena de obras de arte de
incalculable valor sólo contribuyó a hacerlo sentir más culpable.
Antes
de ponerse en camino, Yunho consideró por un momento llevarlo a su casa en
Busan, pero al instante rechazó la idea. Él necesitaba más que una curación
física, necesitaba una curación emocional y tal vez los anímales que amaba lo
ayudarían a conseguirla.
Aquello
le resultaba tan familiar que Jaejoong sintió una momentánea felicidad cuando
la camioneta se detuvo. Yunho y él estaban en la carretera, camino de la
siguiente ubicación del circo. Estaba enamorado y embarazado y... Se despertó
de golpe cuando la realidad se abatió sobre él.
Yunho
sacó la llave del contacto y abrió la puerta.
—Tengo
que dormir un poco o acabaremos empotrándonos contra un árbol. Pasaremos aquí
la noche. —Bajó de la camioneta y cerró la puerta.
Jaejoong
se reclinó en el asiento y cerró los ojos ante el brillante crepúsculo; también
cerró el corazón a la dulzura que escuchaba en la voz de Yunho. Él se sentía
culpable, cualquiera podía verlo, pero no dejaría que eso lo ablandara. Seguro
que él se sentía mejor después de haberle dicho todas aquellas mentiras, pero
si él las creía acabaría atrapado. Tenía que proteger a su bebé; ya no podía
permitirse el lujo de ser optimista.
Yunho
le había dicho que Yuri y su padre habían sustituido las píldoras y se había
disculpado por no haber confiado en él. Otra cosa que lo hacía sentirse
culpable. Él lo ignoró.
¿Por
qué Yunho no podía dejarla solo? ¿Por qué lo había obligado a regresar con él?
Por primera vez en semanas, todas las emociones que mantenía bajo control
irrumpieron en su interior. Apretó los nudillos contra los labios y luchó por
contener todos aquellos sentimientos hasta que volvió a erigir el muro que lo
había mantenido en pie el último mes.
Él
siempre se había dejado llevar por las emociones, pero si quería sobrevivir no
podía seguir así. El orgullo lo es todo, le había dicho Yunho, y era cierto.
Fue el orgullo lo que lo sostuvo. Lo que consiguió que limpiara en la
peluquería un día tras otro y que pasara las noches cargando las pesadas
bandejas con aquella comida grasienta que le producía náuseas. El orgullo fue
lo que puso un techo sobre su cabeza y lo que le hizo ganar dinero para el
futuro. El orgullo lo mantuvo en pie cuando el amor lo traicionó.
¿Y
ahora qué? Por primera vez en semanas, experimentaba temor por algo que no
tenía nada que ver con poder pagar el alquiler. Le daba miedo Yunho. ¿Qué
quería de él?
«La peor
amenaza para los tigres jóvenes es un tigre adulto. Los tigres no mantienen
fuertes vínculos familiares como los leones o los elefantes. No es inusual que
un tigre mate a su cachorro.»
Forcejeó
con el tirador de la puerta sólo para ver que su marido se dirigía hacia él.
Yunho
apartó la silla de la mesa donde el camarero del servicio de habitaciones había
puesto la comida que había pedido.
—Siéntate
y come, Jaejoong.
Yunho
no había escogido un motelucho de carretera, de eso nada; los había instalado
en una suite de lujo en un reluciente y novísimo hotel .Recordó cómo
acostumbraba a contar los peniques cuando iba a hacer la compra y el sermón que
le soltaba a Yunho cuando adquiría una botella de vino de buena cosecha. Cómo
debía de haberse reído de él.
—Te
he dicho que no tengo hambre.
—Entonces
siéntate y acompáñame.
A Jaejoong
le costó menos sentarse en la silla que discutir con él. Yunho se ajustó el
nudo del cinturón del albornoz blanco que se había puesto tras la ducha y se
sentó frente a él. Tenía el pelo húmedo y se le rizaba en las sienes.
Necesitaba un buen corte.
Yunho
bajó la vista a la ingente cantidad de comida que había pedido para Jaejoong:
una enorme ensalada, pechugas de pollo con salsa de champiñones, patatas al
horno, pasta, lasaña, dos panecillos, un gran vaso de leche y una ración de
tarta de queso.
—No
puedo comerme todo esto.
—Estoy
hambriento. Comeré parte de lo tuyo.
Aunque
a él le gustaba comer, no comía tanto como para dar cuenta de todo aquello. Jaejoong
sintió el estómago revuelto. Había tenido problemas para retener la comida
cuando abandonó a Yunho y durante todo el primer trimestre de embarazo.
—Prueba
esto —Yunho tomó un poco de lasaña de su plato y la acercó a sus labios. Cuando
él abrió la boca para negarse, él se la metió dentro con rapidez, obligándolo a
tragársela.
—He
dicho que no tengo hambre.
—Pruébala.
Está buena, ¿verdad?
Para
sorpresa de Jaejoong, en cuanto pasó la impresión inicial, la lasaña sabía
bien, aunque no pensaba decírselo. Tomó un sorbo de agua.
—De
verdad, no quiero nada más.
—No
me sorprende —Yunho señaló el pollo. —Tiene pinta de estar seco.
—Está
flotando en salsa. No está seco.
—Créeme,
Jaejoong, este pollo está tan seco como la suela de un zapato.
—No
sabes lo que dices. Déjame probar.
Jaejoong
pinchó el pollo con el tenedor y cuando comió un trozo, vio que era jugoso.
—Aquí
tienes. —Jaejoong le acercó el tenedor.
Él
abrió obedientemente la boca, lo masticó e hizo una mueca.
—Seco.
Jaejoong
agarró el cuchillo con rapidez, cortó un pedazo para él y se lo comió. Estaba
tan delicioso como parecía.
—El
pollo está riquísimo.
—Supongo
que no me sabe a nada por culpa de la lasaña. Déjame probar la pasta.
Irritado,
Jaejoong lo observó girar el tenedor en la pasta y metérselo en la boca. Un
momento después, él dio su veredicto.
—Lleva
demasiado condimento.
—Ahora
prefiero la comida muy especiada.
—Luego
no me digas que no te lo dije.
Jaejoong
cogió un poco de pasta que goteó en el mantel cuando se la llevó a la boca. Estaba suave y sabrosa.
—No
está demasiado condimentada.
Se
dispuso a coger otro bocado, pero detuvo el tenedor en el aire. Se dio cuenta
de que lo estaba engañando. Lo miró y dejó el tenedor en el plato.
—Otro
juego de poder.
Los
dedos largos y delgados de Yunho se cerraron en torno a su muñeca mientras lo
miraba con una preocupación que Jaejoong no se creyó ni por un momento.
—Por
favor, Jaejoong, me asusta lo delgado que estás. Tienes que comer por el bien
del bebé.
—¡No
me digas lo que tengo que hacer! —Lo atravesó una sensación dolorosa. Contuvo
las palabras que había estado a punto de decir y se escudó detrás de la gélida
barrera que la mantenía a salvo. Las emociones eran sus enemigas, aunque debía
hacer lo más conveniente para su hijo.
Sin
decir nada más, se concentró en la comida y tragó hasta que no pudo más. Ignoró
los intentos de Yunho por entablar conversación y que él no comiera casi nada. Jaejoong
se había escapado mentalmente a un bello prado donde su bebé y él eran libres,
donde les protegía un poderoso tigre llamado Sinjun, que los amaba y que no se
pasaba el día encerrado en una jaula.
—Estás
agotado —dijo Yunho cuando él dejó el tenedor sobre el plato. —Los dos
necesitamos dormir. Nos acostaremos temprano.
Jaejoong
se levantó de la mesa, cogió sus cosas y entró en el baño; se permitió el
placer de darse una larga ducha. Cuando salió, la suite estaba a oscuras,
alumbrada sólo por la tenue luz que se filtraba por la abertura en las
cortinas. Yunho estaba acostado boca arriba en uno de los lados de la enorme
cama.
Jaejoong
estaba tan cansado que casi no se mantenía en pie, pero el pecho desnudo de Yunho
impidió que se acercara a la cama.
—Está
bien —susurró él en la oscuridad. —No te tocaré, cariño.
Jaejoong
permaneció donde estaba hasta que se dio cuenta que le daba lo mismo si lo
tocaba o no. No le importaba lo que él hiciera porque no sentía nada.
*
Yunho
metió las manos en los bolsillos del impermeable y se apoyó en la cerca contra
huracanes que marcaba el borde del recinto donde pasarían los dos días
siguientes; la fresca brisa de esa mañana del mes de octubre traía la esencia
del invierno.
Brady
se acercó a él.
—Tienes
un aspecto horrible.
—Bueno,
tú no pareces estar mucho mejor.
Bufó
Brady. —No se puede vivir con ellos, pero tampoco sin ellos.
Yunho
ni siquiera logró esbozar una sonrisa. Puede que Brady tuviera problemas con
Sully, pero al menos su relación con Krystal iba viento en popa. Pasaban mucho
tiempo juntos, y era un entrenador más paciente que nunca. Algo que daba
frutos, porque las actuaciones de Krystal habían mejorado sustancialmente.
Jaejoong
y él habían regresado diez días antes y todos se habían dado cuenta de que a Jaejoong
le pasaba algo malo. Su esposo ya no se reía ni rondaba por el recinto con su
coleta rebotando al viento. Era educado con todos —incluso ayudaba a Krystal
con los deberes, —pero todas las cualidades especiales que lo hacían ser como
era parecían haber desaparecido. Y todos esperaban que él tomara cartas en el
asunto.
Brady
cogió un palillo del bolsillo do su camisa y se lo puso en la boca.
—Jaejoong
no parece el mismo.
—Son
los primeros meses de embarazo, nada más.
Brady
no pareció convencido.
—Echo
de menos cómo era. Bueno, no echo de menos que meta la nariz en mis asuntos
como solía hacerlo, eso te lo aseguro, pero sí que añoro la manera en que se
preocupaba por todos. Parece que ahora sólo le interesan Sinjun y los
elefantes.
—Lo
superará.
—Supongo.
Observaron
en silencio cómo un camión descargaba heno. Yunho miró cómo Jaejoong lavaba a
Puddin. Le había dicho que no quería que siguiera trabajando, pero él le
respondió que se había acostumbrado a hacerlo. Luego había intentado que se
mantuviera alejado de los elefantes a excepción de Tater, temiendo que alguno
le hiciera daño. Jaejoong lo había mirado sin responder y había hecho lo que le
vino en gana.
Brady
se cruzó de brazos.
—Creo
que deberías saber que anoche volví a verlo dentro de la jaula de Sinjun.
—¡Maldita
sea! Te juro que lo esposaré para que se mantenga alejado de la jaula de ese
tigre.
—Me
asusta cómo está. Odio verlo así.
—Bueno,
pues no eres el único.
—¿Por
qué no haces algo?
—¿Qué
me sugieres? He hecho traer uno de mis coches desde Busan para que no tuviera
que desplazarse en la camioneta, pero me dijo que le gustaba la camioneta. Le
he comprado flores, pero las ignora. Intenté que nos trasladáramos a una
caravana RV nueva, pero casi le dio un ataque cuando se enteró, así que lo dejé
pasar. Ya no sé qué hacer. —Yunho se pasó una mano por el pelo. —Pero ¿por qué
te cuento todo esto? Si supieras algo de hombres no andarías detrás de
Sully.
—No
pienso discutir contigo.
—Jaejoong
se pondrá bien. Es sólo cuestión de tiempo.
—Puede
que tengas razón.
—Te
aseguro que la tengo.
Si
se lo repetía lo suficiente, tal vez se convertiría en realidad. Lo echaba de
menos. Ahora Jaejoong ya no lloraba. Aquellas lágrimas repentinas que habían
sido parte de él como el aire que respiraba, habían desaparecido; era como si
se hubiese anestesiado para no sentir nada. Recordaba cómo solía lanzarse a sus
brazos desde la rampa del camión, su risa, cómo le acariciaba el pelo. Lo
necesitaba como nunca había necesitado a nadie... Y para colmo, la noche anterior
había tocado fondo.
Hizo
una mueca sólo de recordarlo.
Estaba
soñando que Jaejoong le sonreía como antes, con su cara iluminada por completo
y ofreciéndose a él. Se había despertado acurrucado contra él. Había pasado
demasiado tiempo desde la última vez que habían hecho el amor y lo deseaba
demasiado para alejarse.
Le
deslizó la mano por la cadera y por el vientre redondeado. Él se despertó al
momento y se tensó bajo sus caricias, pero no se apartó. Ni siquiera se
resistió cuando le separó los muslos y se colocó encima. Jaejoong se mantuvo
inmóvil mientras él añadía un pecado más a la lista de los que ya había
cometido contra él. Se había sentido como un violador y esa mañana ni siquiera
se había afeitado para no verse en el espejo.
—Sigue
hablando con Krystal —dijo Brady. —Pero no como solía hacerlo. Krystal está tan
preocupada como todos nosotros.
Krystal
terminó los tacos que Sully había preparado y se limpió los dedos en la
servilleta de papel.
—¿Quieres
saber lo que me dijo mi padre ayer por la noche?
Sully
la miró desde el fregadero.
—Claro.
Krystal
sonrió ampliamente, luego resopló.
—Me
dijo: «Bueno, Krystal, saca tus cosas del
sofá. Que te quiera tanto no significa que quiera mancharme el culo de
maquillaje.»
Sully
se rio.
—Tu
padre sabe cómo engatusar a la gente.
—Sully,
aquel día en el aeropuerto... —Krystal parpadeó. —Mi padre tenía los ojos
llenos de lágrimas.
—Te
quiere mucho.
—Supongo
que sí. —Su sonrisa se desvaneció. —Me siento culpable de ser tan feliz cuando Jaejoong
está tan jodido. Ayer dije «joder»
delante de él y ni siquiera se inmutó.
Sully
pasó un paño por la encimera de la cocina.
—No
haces más que hablar de él. Me pone enferma.
—Eso
es porque no lo soportas. No entiendo por qué. Quiero decir que sé que Yunho y
tú estuvieron saliendo y todo eso, pero a ti ya no te interesa él y Jaejoong
está muy deprimido. ¿Qué es lo que tienes contra él?
—Lo
que pasa es que Sully no puede aguantar que haya alguien que no la considere el
ombligo del mundo. —Brady estaba al lado de la puerta, aunque ninguna de las
dos lo había oído entrar.
Sully
se volvió hacia él hecha una furia.
—¿No
sabes llamar a la puerta?
Krystal
suspiró.
—¿Van
a empezar a discutir otra vez?
—Yo
no discuto —dijo Brady. —Es ella.
—¡Ja!
Se cree que puede decirme lo que tengo que hacer y no pienso consentirlo.
—Eso
es lo que él dice de ti —señaló Krystal con paciencia. Y luego, aunque pensaba
que gastaba saliva inútilmente añadió: —Si se casaran de una vez por todas
estarían tan ocupados dándose órdenes mutuamente que nos dejarían en paz a
todos los demás.
—¡No
me casaría con él por nada del mundo!
—¡No
me casaría con ella aunque fuera la última mujer de la tierra!
—Entonces
no deberían acostarse juntos. —Krystal imitó lo mejor que supo a Jung Jaejoong.
—Papá, sé que sales a hurtadillas todas las noches para dormir con ella, pero
mantener relaciones sexuales con otra persona sin estar enamorado de ella es
inmoral.
Sully
se puso roja. Su padre abrió y cerró la boca un par de veces como si fuera una
carpa dorada, luego comenzó a farfullar.
—No
sabes lo que dices, señorita. Sully y yo sólo somos amigos, eso es todo. Tuvo
problemas con el depósito de agua y yo...
Krystal
puso los ojos en blanco.
—No
soy imbécil, papá.
—Escúchame...
—¿Qué
clase de ejemplo crees que me estás dando? Ayer mismo leí algo sobre madurez
psicológica en mis deberes, y parece que tengo dos cosas en mi contra.
—¿Cuáles?
—Perdí
a mi madre y soy producto de una familia desestructurada. Eso y lo que veo que
hacen los dos adultos más influyentes de mi vida hace que tenga muchas
posibilidades de acabar embarazada antes de cumplir los veinte años.
Brady
arqueó las cejas hasta que prácticamente se perdieron en el nacimiento del
pelo, y Krystal llegó a pensar que perdería el control. Aunque Brady ya
no le daba el mismo miedo que antes, no era estúpida.
—Me
piro. Nos vemos, chicos.
Cerró
de un portazo al salir de la caravana.
—¡Qué
cabrita!
—Siéntate
—dijo Sully. —Sólo intenta decirnos algo.
—¿Qué?
—Que
deberíamos casarnos. —Sully se llevó un trozo de carne a la boca. —Lo que
demuestra lo poco que sabe de la vida.
—No
la has entendido bien.
—Aún
no se ha dado cuenta de lo incompatibles que somos.
—Excepto
ahí dentro. —Brady señaló con la cabeza el dormitorio de la parte de atrás.
—Bueno,
lo cierto es... —Una astuta sonrisa se extendió por la cara de Sully— que
parece que los chicos de las clases bajas tienen su utilidad.
—Pues
claro que la tenemos. —La tomó entre sus brazos y ella se apretó contra él. Comenzó a besarla, pero se apartó porque los dos tenían cosas que hacer y una
vez que empezaban no habría nada que los detuviera.
Brady
notó la preocupación en los ojos de Sully.
—La
temporada termina —dijo ella. —En un par de semanas estaremos en Busan.
—Nos
veremos en invierno.
—¿Quién
ha dicho que quiera verte?
Sully
mentía y los dos lo sabían. Estaban muy a gusto juntos, pero Brady tenía el
presentimiento de que ella quería algo que él no podía darle.
Enterró
los labios en el pelo de Sully.
—Sully,
tengo que protegerme de ti. Creo que te amo, pero no puedo casarme contigo. Soy
un hombre orgulloso y tú siempre estás pisoteando mi orgullo.
Ella
se tensó y se alejó de él, lanzándole una mirada tan desdeñosa que Brady se sintió
como una cucaracha.
—Creo
que nadie ha hablado de matrimonio.
Brady
no sabía expresarse bien, pero había algo importante que quería decirle desde
hacía tiempo.
—Me
gustaría casarme contigo, pero me resultaría imposible estar casado con alguien
que disfruta humillándome todo el tiempo.
—¿Qué
dices? Tú también me humillas.
—Sí,
pero yo lo hago sin querer y tú no. Hay una gran diferencia. Lo cierto es que
te crees mejor que los demás. Piensas que eres perfecta.
—Nunca
he dicho eso.
—Entonces
cuéntame algo malo de ti.
—Ya
no soy tan buena trapecista como antes.
—No
hablo de eso. Hablo de algo que tengas dentro, algo que no sea como debería
ser. A todos nos pasa.
—No
me pasa nada malo, no sé de qué me hablas.
Brady
negó tristemente con la cabeza.
—Te
conozco, nena. Y hasta que no resuelvas eso, no hay esperanza para nosotros.
La
soltó y se dio la vuelta para marcharse, pero antes de que él llegara a la puerta,
Sully comenzó a gritar:
—¡No
sabes nada de mí! Que sea dura no quiere decir que sea una mala persona. ¡No lo
soy, maldita sea! ¡Soy buena!
—Además,
eres una esnob —repuso él, mirándola. —Sólo te importa lo que tú sientes. Hieres a los demás. Estás obsesionada con el pasado y eres la persona más
engreída que he conocido nunca.
Por
un momento Sully se quedó atontada, pero luego volvió a gritar:
—¡Mentiroso!
¡Soy buena! ¡Lo soy!
El
grito furioso de Sully hizo que Brady se estremeciera. Supo que ella le
atacaría y logró salir antes de que estrellara el plato de tacos contra la puerta.
*
Mientras
daba vueltas esa noche por el recinto, Jaejoong se dio cuenta de que hubiera
preferido seguir actuando con Yunho. Al menos hubiera estado ocupado. Cuando le
había dicho que no iba a volver a la pista con él, no sintió ni alegría ni
decepción. Le dio igual. En las últimas semanas había descubierto un dolor
mucho más profundo que cualquiera que pudiera provocarle con el látigo.
Observó
el bullicio de la multitud al otro lado del recinto. Los niños cansados se
aferraban a sus madres y los padres llevaban en brazos a los más pequeños con
manchas de manzana de caramelo en las bocas. Antes, ver a esos padres hubiera
hecho que los ojos se le llenasen de lágrimas de emoción, pues imaginaba a Yunho
llevando en brazos a su hijo. Pero ahora tenía los ojos secos. Junto con todo
lo demás, había perdido la capacidad de llorar.
Como
el circo permanecería allí esa noche, los empleados tenían la urde libre y se
habían dirigido al pueblo en busca de comida y alcohol. El recinto se fue
quedando en silencio. Mientras Yunho se ocupaba de Misha, él se puso una de las
viejas sudaderas de su marido y se movió entre los elefantes dormidos hasta
llegar a Tater. Se arrodilló y se acurrucó entre las patas delanteras del
animal y dejó que le apoyase la trompa en las rodillas.
Se
arrebujó dentro de la sudadera de Yunho. La suave prenda olía a él, a esa
particular combinación de jabón, sol y cuero que él habría reconocido en
cualquier parte. ¿Llegaría a perder todo lo que amaba?
Oyó
unos pasos. Tater se incorporó sobre los cuartos traseros y Jaejoong vio un par
de piernas enfundadas en vaqueros que no tuvo ninguna dificultad en reconocer.
Yunho
se puso en cuclillas a su lado y apoyó los codos en las rodillas, dejando
colgar las manos entre ellas. Parecía tan triste que por una fracción de
segundo quiso consolarlo.
—Por
favor, sal de ahí —susurró él. —Te necesito tanto.
Jaejoong
apoyó la mejilla contra la arrugada piel del pecho de Tater.
—Creo
que me quedaré aquí un rato más.
Yunho
hundió los hombros y pasó un dedo por el suelo.
—Mi
casa... es grande. Hay una habitación de invitados con una buena vista del
bosque que hay al sur.
Jaejoong
soltó el aliento con un suave suspiro.
—Hace
frío esta noche. Va a nevar.
—He
pensado que podríamos convertirla en una habitación infantil. Es una estancia
agradable, soleada, con un gran ventanal. Tal vez podríamos tener allí una
mecedora.
—Siempre
me ha gustado la nieve.
Los
animales se movieron y uno de ellos bufó en sueños. Tater levantó la trompa de
la rodilla de Jaejoong y la pasó por los hombros de Yunho. El tono suave de Yunho
no disimuló su amargura.
—¿No
vas a perdonarme nunca? —Jaejoong no dijo nada. —Te amo, Jaejoong. Te amo
tanto.
Jaejoong
oyó el sufrimiento en su voz, vio la vulnerabilidad en su cara y, si bien sabía
que era debido a lo culpable que se sentía, Jaejoong había sufrido demasiado
dolor para encontrar placer en infligírselo a otro, en especial a alguien que
era tan importante para él
—Tú
no sabes cómo amar, Yunho.
—Puede
que eso fuera cierto antes, pero ya no lo es.
Tal
vez fuera por lo cómodo que se sentía bajo el corazón de Tater, o tal vez fuera
el dolor de Yunho, pero Jaejoong sintió que la gélida barrera que rodeaba su
corazón comenzaba a agrietarse. A pesar de todo, todavía lo amaba. Se había mentido
a sí mismo cuando se dijo que no lo hacía. Él era su alma gemela y su corazón
siempre le pertenecería. Con esa certeza llegó un conocimiento más profundo y
amargo. Si volvía a caer víctima del amor que sentía por él, podría acabar
destruido y, por el bien del bebé, no podía permitir que eso ocurriera.
—¿Es
que no lo ves? Sólo te sientes culpable.
—Eso
no es cierto.
—Eres
un hombre orgulloso. Has violado tu código del honor e intentas arreglarlo. Lo
entiendo, pero no voy a dejar que mi vida se base en unas palabras que no
sientes de verdad. Este bebé es demasiado importante para mí.
—El
bebé también es importante para mí.
Jaejoong
hizo una mueca de dolor.
—No
digas eso, por favor.
—Te
probaría mi amor si pudiera, pero no sé cómo hacerlo.
—Tienes
que dejarme ir. Sé que eso heriría tu orgullo y lo siento, pero vivir contigo
así es demasiado duro para mí.
Él
no dijo nada. Jaejoong cerró los ojos e intentó ocultarse tras la helada
barrera que la había mantenido en pie hasta entonces, pero Yunho había
provocado demasiadas grietas.
—Por
favor, Yunho —susurró entrecortadamente. —Por favor, deja que me vaya.
La
voz de Yunho apenas era un susurro.
—¿Es
eso lo que quieres de verdad?
Jaejoong
asintió con la cabeza.
Jamás
había pensado que lo vería tan derrotado, pero en ese momento la chispa que
ardía en el interior de Yunho pareció apagarse.
—Vale
—dijo con voz ronca. —Que sea como tú quieras.
Si
eso era lo que quería, ¿por qué le dolía tanto?
A
su lado se movió una sombra, pero los dos estaban demasiado absortos en su
sufrimiento para darse cuenta de que alguien más había escuchado la
conversación.
D: noooo!! Yunho no lo dejes ir! Es horrible que el pobre de Jae sufra pero estando solo no se sentirá mejor! Muchas gracias por el capítulo :3
ResponderBorrarEsto es tan triste, Jae quedo realmente herido y mal después de lo sucedido, Yunho se a esforzado poco a poco, engañándolo para que comiera y siendo sincero ahora en cuanto su amor, pero Jae no le cree : ´(, los dos sufren mucho, no quiero que se separen nuevamente T.T, espero Yunho haga algo para que Jae le crea verdaderamente, y pronto puedan formar una familia feliz junto a su bebe, se lo merecen después de tanta tristeza y confusión...me pregunto quien habrá sido la persona que escucho esa triste conversión, espero sea alguien que los ayude y no les haga mas daño, por que ambos se encuentran perdidos y necesitan un camino de retorno...<3 merecen vivir amándose a partir de ahora T.T
ResponderBorrarMe quiero tirar y llorar T__T esque jae no se puede ir,el mismo lo dijo,a pesat de que yunho le dijo que podia hacerlo le dolio, y entiendo que jae no le crea a yunho y que haya ceeado esa barrera por temor a que yunho lo lastime de nuevo, pero debe ver mas alla de todo y que vea los sinceros sentimientos de yunho y que el bebe igual le importa ;__; no pueden separarse de nuevo, son el uno para el otro, sus vidas han cambiado gracias a todo lo que han pasado, no se pueden dejar vencer, eapero reaccionen y no por su orgullo se priven de la felicidad, gracias por actualizar, este fic me trae mal ;; ♡
ResponderBorrarComo yo recien vengo, no entiendo y si entiendo.........xD
ResponderBorrarBueno suena interesant too lo k ocurrio....^^
Bueno ahora si va al primer capitulo pa ntender.....=P
T_T JJ sufré pero no le hace bien el rencor y la omisión que tiene contra YH.
ResponderBorrarYH fue demasiado brusco al tomarlo de nuevo, con los malos entendidos de por medio
Ahora YH solo espera que dejándolo ir, haga que él recuperé la vitalidad de antes.
Espero que Sully y Brady queden bien juntos, para que Sully se ablande un poco y disfrute de una propia vida con una familia, me encanto la manera directa que le enfrento Brady, para hacerle ver sus errores y malas actitudes.
Nos dejas con la incertidumbre del intruso que estuvo presente en el momento que YH decide liberar a JJ....
Espero con ansias la actualización.
Gracias.
Ahora que lo encuentra jae ..no quiere perdonarlo es comprensible… pero yunho no te rindass… el te ama *-*… gracias por este cap ^=^
ResponderBorrarchangos, pues que quería Yuhno que lo perdonara tan fácilmente, hay heridas que tardan en sanar y esta es una de ellas......Gracias espero el gran final.
ResponderBorrarEsa pequeña charla fue tan dolorosa leerla u.u
ResponderBorrarJae q no escuchaste lo que te dijo?
Yunho y tu orgullo?? no lo dejes ir.. Tal vez lo pierdas!!!
Lo.escucho tal vez sully?..mmm...mejor q no se meta la maldita grrr....
Quiero actualización yeaaaaaa buuuu.. Pero no quiero q sea el finaaaaaal
Porqueeeeeee?!!!! Yunho no puedes dejarlo ir, Jae esta dolido pero te ama.
ResponderBorrarNo puedo creer que lo deje ir a Jae y su bebé :( por otro lado este yunnie q buena táctica uso para hacer comer a Jae XD pobre jaejoong estuvo pasando necesidades cuando Yunho tiene tanto pero así de complicada es la vida; que se le puede hacer :/ amiga me encanto el capitulo *w* q emocion , que pasara ahora en el próximo q es el final?ojala se arreglen sus problemas. Muchas gracias por actualizar :)
nooooo....yunho haz algo... no puedes dejar a jae!!! amo este fic siganlo please!!!
ResponderBorrarjae perdona a yunho!!!
¡que? como que jae se va?? Nooo jae eso no es lo que quieres de verdad piensalo bien. Yunho esta arrepentido
ResponderBorrarwaa quien será el que los escucho?? y como cambiara todo??
noo de verdad que eso no puede ser Yunho no seas piedra y reconsidera
que lo que dice jae no es verdad, otoke deben hacer una familia hermosa
además jae debe de pensar en el bebé que viene en camino
los dos se aman demasiado, noooo de verdad dejaste la historia
en un punto crítico, no puedo esperar para el siguiente capitulo que es el ultimo?? De verdad esta historia me ha enganchado de sobremanera
me encantó todo, pero espero que se arreglen las cosas y tenga un final dulce XD Esperare con ansias el siguiente capitulo
Oh no, pobre Jae, las codas siguen sin estar bien
ResponderBorrarSe me hace que es la maldita de sully la que escucho todo e,e
Ojala se arreglen, por su bebe
Creo que si ires acando los pañuelos ;;
Gracias por el capitulo :(
nooo que no lo deje ir yunho reten lo a tu lado mi niño esta herido y con mucho dolor y el debe luchar por jae ,gracias por capitulo
ResponderBorrarAy nooo noo que no se vaya! u.u Tonto Yunho porque se rinde tan rápido :( ...no quiero que se termine este fic jajaja es tan lindo ♥
ResponderBorrarGracias por el cap! espero el siguiente :D
pobre Jae el esta devastado y por eso no quiere abri otra ves su corazon a Yunho teme que lo hiera mas de lo que lo ha hecho pero Yunho se dio cuenta el mismo dia que Jae se fue que lo amaba y que ese bebe que iba a tener era su preciado hijo pero llego tarde para decirselo y el poco tiempo que paso Jae endurecio su corazon aunque todavia lo ame teme ser herido otra ves solo tienes que darle una oportunidad Jae xfa y ahora quien habra sido el que los escuchaba ojala no le haga daño a Jae ni ponga peor las cosas entre ellos. Gracias linda x compartir
ResponderBorrarEsta bien que por orgullo salio adelante ahora que estuvo solo, pero debe de tener un poco de humildad y querer creer en Yunho en verdad esta el arrepentido y se lo ha demostrado pero Jae no lo quiere ver, a veces es necesario bajar un poco la guardia para poder ver los sentimientos reales, espero que logre ver y creer en los de Yunho para que puedan ser felices con su bebé. Ahora quién sería la persona que estaba escuchándolos, espero que sea una persona que los ayude y no una que los perjudique porque ellos merecen ser felices. Gracias por publicar.
ResponderBorrarDe veras lo dejara ir???
ResponderBorrarAunque es entendible, viendo a Jae siendo una sombra no da para mas. Pero quien es el que los escucho hablando??? A donde ira Jae??
Gracias por el cap ^_^
nooooo ¿porqué? T________T no dejes que se vaya Yunnie~ noooo :( este capítulo fue extremadamente triste u.u no me gusta que esten tan distanciados... ya ha sido suficiente... no me gusta, ambos sufren buaaaaa ;o; quiero que se arreglen pronto u.u gracias por el capítulo~
ResponderBorrar(T^T) que jaejoong no se vaya :( yunho no lo dejes irrr...
ResponderBorrarme parte el corazón ver como esta jaejoong así no lo soporto es demasiado pobrecito yunho igual también debe de estar sufriendo un montón.. :(
que jaejoong ya perdone a yunho ya aprendió ola lección (?
Jae perdió todo interés en la vida, el sufrimiento lo marcó mucho
ResponderBorrary Yunho no sabe qué hacer para hacer volver al Jae de antes.
muy triste este capítulo
Jae quiere irse. noooooo
JAE NO TE VAYAS DE VERDAD YUNHO ESTA ARREPENTIDO DE TODO LO QUE DIJO EL TE QUIERE Y TAMBIEN AL BEBE,ESPERO QUE RECAPACITE
ResponderBorrarTT_TT triste en serio muy triste.. Y_Y jae esta demasiado lastimado por lo q le hizo yunho y aunq yunho lo ame de verdad es mejor que lo deje ir.. TT_TT
ResponderBorrarnooooooo yunho no le dejes ir aferrate a el quieres
ResponderBorrarNoooooooooo!!!!!!
ResponderBorrarYunho no puedes dejarlo los dos sufriran TT__TT
Aww. . . Yo no quiero que se separen. Aunque la verdad es que YunHo tiene que sufrir un poquito pues la verdad le hizo mucho daño a Jae, esto no lo digo todos los días no me gusta que YunHo sufra pero pues no manches YunHo ahora sí quieres llevarlo a tú casa lujosa, malvado. :c
ResponderBorrarnooooo jae no te alejes de yunho esta bien no te alejes de el yunho te ama no lo dejes ir
ResponderBorrarT.T Jae esta confundido y,y pobre YH
ResponderBorrarawwww nuuuuuuu jae dale otra oportunidad a yunho TT___TT
ResponderBorraromg...llore con este cap
ResponderBorrarhay no por favor jae no lo dejes se deprimirá mas y tu también los dos sufrirán bastante quédate y trata de olvidar todo y comiencen de nuevo esta bella historia de amor
ResponderBorrarJaejoong ya dejó de ser el mismo, ahora es totalmente diferente y es obvio que Yunho se siente mal por eso pero si lo ama de verdad debería de seguir luchando por el eso de "si amas alo déjalo ir" es una tontada. Yunho no puede aplicar eso, el necesita a Jae en su vida y también a su hijo, pero sobretodo Jae y el bebé necesitan a Yunho aun cuando Jae lo niegue
ResponderBorrarSi lo deja ir va a perderse muchos momentos especiales en su embarazo y va a ser mas duro que Jae lo acepte de nuevo :'(
Jaejoong esta tan dolido que no ve que Yunho en verdad lo ama y no es por sentirse culpaple dios que alguien lo ayude nooo Yunho no lo dejes ir es el amor de tu vida aaah has algo no te dejes vencer convencelo que realmente es amor aarggg >.<
ResponderBorrarA veces demostrar el verdadero amor es tan doloroso... pero si se ama, eso debe hacerse
ResponderBorrarGracias
Ohhhh lloro .... Si Yunho la regaste... Y es doloroso y difícil de arreglar las heridas están abiertas y el se siente presionado y no va a escuchar razones... Es difícil q acepte ahora.. duele
ResponderBorrarYa, no hay modo de que no llore otra vez con esto, todo el día a sido así. Y creo que el capítulo no ayudo a que me sintiera mejor. Es belloso aunque muy triste.
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