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miércoles, 9 de abril de 2014

Capítulo 24

Yunho acompañó a Jaejoong a una casa modesta en una calle de un barrio obrero bastante alejado del zoológico. Había una escultura de escayola de la Virgen María en el diminuto patio delantero, al lado de unos girasoles que rodeaban un parterre de petunias rosadas. Jaejoong había alquilado una habitación en la parte trasera con vistas a la vía del tren. Mientras él recogía sus escasas pertenencias, él fue a pagar a la casera sólo para descubrir que Jaejoong ya había pagado el alquiler por adelantado.

Gracias a la charlatana mujer se enteró de que Jaejoong trabajaba como aseador en un salón de belleza durante el día y de camarero en una cafetería del barrio por la noche. No era de extrañar que pareciera tan cansado. No tenía coche y tenía que ir andando o en autobús a todas partes; ahorraba todo lo que ganaba para cuando naciera el bebé. El hecho de que su esposo hubiera vivido en la miseria mientras él tenía dos automóviles de lujo y una casa llena de obras de arte de incalculable valor sólo contribuyó a hacerlo sentir más culpable. 

Antes de ponerse en camino, Yunho consideró por un momento llevarlo a su casa en Busan, pero al instante rechazó la idea. Él necesitaba más que una curación física, necesitaba una curación emocional y tal vez los anímales que amaba lo ayudarían a conseguirla. 

Aquello le resultaba tan familiar que Jaejoong sintió una momentánea felicidad cuando la camioneta se detuvo. Yunho y él estaban en la carretera, camino de la siguiente ubicación del circo. Estaba enamorado y embarazado y... Se despertó de golpe cuando la realidad se abatió sobre él. 

Yunho sacó la llave del contacto y abrió la puerta. 

—Tengo que dormir un poco o acabaremos empotrándonos contra un árbol. Pasaremos aquí la noche. —Bajó de la camioneta y cerró la puerta.

Jaejoong se reclinó en el asiento y cerró los ojos ante el brillante crepúsculo; también cerró el corazón a la dulzura que escuchaba en la voz de Yunho. Él se sentía culpable, cualquiera podía verlo, pero no dejaría que eso lo ablandara. Seguro que él se sentía mejor después de haberle dicho todas aquellas mentiras, pero si él las creía acabaría atrapado. Tenía que proteger a su bebé; ya no podía permitirse el lujo de ser optimista.  

Yunho le había dicho que Yuri y su padre habían sustituido las píldoras y se había disculpado por no haber confiado en él. Otra cosa que lo hacía sentirse culpable. Él lo ignoró. 

¿Por qué Yunho no podía dejarla solo? ¿Por qué lo había obligado a regresar con él? Por primera vez en semanas, todas las emociones que mantenía bajo control irrumpieron en su interior. Apretó los nudillos contra los labios y luchó por contener todos aquellos sentimientos hasta que volvió a erigir el muro que lo había mantenido en pie el último mes. 

Él siempre se había dejado llevar por las emociones, pero si quería sobrevivir no podía seguir así. El orgullo lo es todo, le había dicho Yunho, y era cierto. Fue el orgullo lo que lo sostuvo. Lo que consiguió que limpiara en la peluquería un día tras otro y que pasara las noches cargando las pesadas bandejas con aquella comida grasienta que le producía náuseas. El orgullo fue lo que puso un techo sobre su cabeza y lo que le hizo ganar dinero para el futuro. El orgullo lo mantuvo en pie cuando el amor lo traicionó. 

¿Y ahora qué? Por primera vez en semanas, experimentaba temor por algo que no tenía nada que ver con poder pagar el alquiler. Le daba miedo Yunho. ¿Qué quería de él?

«La peor amenaza para los tigres jóvenes es un tigre adulto. Los tigres no mantienen fuertes vínculos familiares como los leones o los elefantes. No es inusual que un tigre mate a su cachorro.»

Forcejeó con el tirador de la puerta sólo para ver que su marido se dirigía hacia él. 

Yunho apartó la silla de la mesa donde el camarero del servicio de habitaciones había puesto la comida que había pedido.

—Siéntate y come, Jaejoong. 

Yunho no había escogido un motelucho de carretera, de eso nada; los había instalado en una suite de lujo en un reluciente y novísimo hotel .Recordó cómo acostumbraba a contar los peniques cuando iba a hacer la compra y el sermón que le soltaba a Yunho cuando adquiría una botella de vino de buena cosecha. Cómo debía de haberse reído de él. 

—Te he dicho que no tengo hambre.

—Entonces siéntate y acompáñame. 

A Jaejoong le costó menos sentarse en la silla que discutir con él. Yunho se ajustó el nudo del cinturón del albornoz blanco que se había puesto tras la ducha y se sentó frente a él. Tenía el pelo húmedo y se le rizaba en las sienes. Necesitaba un buen corte. 

Yunho bajó la vista a la ingente cantidad de comida que había pedido para Jaejoong: una enorme ensalada, pechugas de pollo con salsa de champiñones, patatas al horno, pasta, lasaña, dos panecillos, un gran vaso de leche y una ración de tarta de queso. 

—No puedo comerme todo esto. 

—Estoy hambriento. Comeré parte de lo tuyo. 

Aunque a él le gustaba comer, no comía tanto como para dar cuenta de todo aquello. Jaejoong sintió el estómago revuelto. Había tenido problemas para retener la comida cuando abandonó a Yunho y durante todo el primer trimestre de embarazo.

—Prueba esto —Yunho tomó un poco de lasaña de su plato y la acercó a sus labios. Cuando él abrió la boca para negarse, él se la metió dentro con rapidez, obligándolo a tragársela.

—He dicho que no tengo hambre. 

—Pruébala. Está buena, ¿verdad? 

Para sorpresa de Jaejoong, en cuanto pasó la impresión inicial, la lasaña sabía bien, aunque no pensaba decírselo. Tomó un sorbo de agua. 

—De verdad, no quiero nada más. 

—No me sorprende —Yunho señaló el pollo. —Tiene pinta de estar seco. 

—Está flotando en salsa. No está seco. 

—Créeme, Jaejoong, este pollo está tan seco como la suela de un zapato. 

—No sabes lo que dices. Déjame probar. 

Jaejoong pinchó el pollo con el tenedor y cuando comió un trozo, vio que era jugoso. 

—Aquí tienes. —Jaejoong le acercó el tenedor. 

Él abrió obedientemente la boca, lo masticó e hizo una mueca. 

—Seco. 

Jaejoong agarró el cuchillo con rapidez, cortó un pedazo para él y se lo comió. Estaba tan delicioso como parecía. 

—El pollo está riquísimo. 

—Supongo que no me sabe a nada por culpa de la lasaña. Déjame probar la pasta.

Irritado, Jaejoong lo observó girar el tenedor en la pasta y metérselo en la boca. Un momento después, él dio su veredicto. 

—Lleva demasiado condimento. 

—Ahora prefiero la comida muy especiada.

—Luego no me digas que no te lo dije. 

Jaejoong cogió un poco de pasta que goteó en el mantel cuando se la llevó a la boca. Estaba suave y sabrosa. 

—No está demasiado condimentada. 

Se dispuso a coger otro bocado, pero detuvo el tenedor en el aire. Se dio cuenta de que lo estaba engañando. Lo miró y dejó el tenedor en el plato.

—Otro juego de poder.

Los dedos largos y delgados de Yunho se cerraron en torno a su muñeca mientras lo miraba con una preocupación que Jaejoong no se creyó ni por un momento.

—Por favor, Jaejoong, me asusta lo delgado que estás. Tienes que comer por el bien del bebé. 

—¡No me digas lo que tengo que hacer! —Lo atravesó una sensación dolorosa. Contuvo las palabras que había estado a punto de decir y se escudó detrás de la gélida barrera que la mantenía a salvo. Las emociones eran sus enemigas, aunque debía hacer lo más conveniente para su hijo. 

Sin decir nada más, se concentró en la comida y tragó hasta que no pudo más. Ignoró los intentos de Yunho por entablar conversación y que él no comiera casi nada. Jaejoong se había escapado mentalmente a un bello prado donde su bebé y él eran libres, donde les protegía un poderoso tigre llamado Sinjun, que los amaba y que no se pasaba el día encerrado en una jaula. 

—Estás agotado —dijo Yunho cuando él dejó el tenedor sobre el plato. —Los dos necesitamos dormir. Nos acostaremos temprano. 

Jaejoong se levantó de la mesa, cogió sus cosas y entró en el baño; se permitió el placer de darse una larga ducha. Cuando salió, la suite estaba a oscuras, alumbrada sólo por la tenue luz que se filtraba por la abertura en las cortinas. Yunho estaba acostado boca arriba en uno de los lados de la enorme cama. 

Jaejoong estaba tan cansado que casi no se mantenía en pie, pero el pecho desnudo de Yunho impidió que se acercara a la cama. 

—Está bien —susurró él en la oscuridad. —No te tocaré, cariño. 

Jaejoong permaneció donde estaba hasta que se dio cuenta que le daba lo mismo si lo tocaba o no. No le importaba lo que él hiciera porque no sentía nada. 

*

Yunho metió las manos en los bolsillos del impermeable y se apoyó en la cerca contra huracanes que marcaba el borde del recinto donde pasarían los dos días siguientes; la fresca brisa de esa mañana del mes de octubre traía la esencia del invierno. 

Brady se acercó a él. 

—Tienes un aspecto horrible. 

—Bueno, tú no pareces estar mucho mejor. 

Bufó Brady. —No se puede vivir con ellos, pero tampoco sin ellos. 

Yunho ni siquiera logró esbozar una sonrisa. Puede que Brady tuviera problemas con Sully, pero al menos su relación con Krystal iba viento en popa. Pasaban mucho tiempo juntos, y era un entrenador más paciente que nunca. Algo que daba frutos, porque las actuaciones de Krystal habían mejorado sustancialmente.

Jaejoong y él habían regresado diez días antes y todos se habían dado cuenta de que a Jaejoong le pasaba algo malo. Su esposo ya no se reía ni rondaba por el recinto con su coleta rebotando al viento. Era educado con todos —incluso ayudaba a Krystal con los deberes, —pero todas las cualidades especiales que lo hacían ser como era parecían haber desaparecido. Y todos esperaban que él tomara cartas en el asunto. 

Brady cogió un palillo del bolsillo do su camisa y se lo puso en la boca. 

—Jaejoong no parece el mismo. 

—Son los primeros meses de embarazo, nada más. 

Brady no pareció convencido. 

—Echo de menos cómo era. Bueno, no echo de menos que meta la nariz en mis asuntos como solía hacerlo, eso te lo aseguro, pero sí que añoro la manera en que se preocupaba por todos. Parece que ahora sólo le interesan Sinjun y los elefantes. 

—Lo superará. 

—Supongo. 

Observaron en silencio cómo un camión descargaba heno. Yunho miró cómo Jaejoong lavaba a Puddin. Le había dicho que no quería que siguiera trabajando, pero él le respondió que se había acostumbrado a hacerlo. Luego había intentado que se mantuviera alejado de los elefantes a excepción de Tater, temiendo que alguno le hiciera daño. Jaejoong lo había mirado sin responder y había hecho lo que le vino en gana.

Brady se cruzó de brazos. 

—Creo que deberías saber que anoche volví a verlo dentro de la jaula de Sinjun. 

—¡Maldita sea! Te juro que lo esposaré para que se mantenga alejado de la jaula de ese tigre. 

—Me asusta cómo está. Odio verlo así.

—Bueno, pues no eres el único. 

—¿Por qué no haces algo? 

—¿Qué me sugieres? He hecho traer uno de mis coches desde Busan para que no tuviera que desplazarse en la camioneta, pero me dijo que le gustaba la camioneta. Le he comprado flores, pero las ignora. Intenté que nos trasladáramos a una caravana RV nueva, pero casi le dio un ataque cuando se enteró, así que lo dejé pasar. Ya no sé qué hacer. —Yunho se pasó una mano por el pelo. —Pero ¿por qué te cuento todo esto? Si supieras algo de hombres no andarías detrás de Sully. 

—No pienso discutir contigo. 

—Jaejoong se pondrá bien. Es sólo cuestión de tiempo. 

—Puede que tengas razón.

—Te aseguro que la tengo. 

Si se lo repetía lo suficiente, tal vez se convertiría en realidad. Lo echaba de menos. Ahora Jaejoong ya no lloraba. Aquellas lágrimas repentinas que habían sido parte de él como el aire que respiraba, habían desaparecido; era como si se hubiese anestesiado para no sentir nada. Recordaba cómo solía lanzarse a sus brazos desde la rampa del camión, su risa, cómo le acariciaba el pelo. Lo necesitaba como nunca había necesitado a nadie... Y para colmo, la noche anterior había tocado fondo. 

Hizo una mueca sólo de recordarlo. 

Estaba soñando que Jaejoong le sonreía como antes, con su cara iluminada por completo y ofreciéndose a él. Se había despertado acurrucado contra él. Había pasado demasiado tiempo desde la última vez que habían hecho el amor y lo deseaba demasiado para alejarse. 

Le deslizó la mano por la cadera y por el vientre redondeado. Él se despertó al momento y se tensó bajo sus caricias, pero no se apartó. Ni siquiera se resistió cuando le separó los muslos y se colocó encima. Jaejoong se mantuvo inmóvil mientras él añadía un pecado más a la lista de los que ya había cometido contra él. Se había sentido como un violador y esa mañana ni siquiera se había afeitado para no verse en el espejo. 

—Sigue hablando con Krystal —dijo Brady. —Pero no como solía hacerlo. Krystal está tan preocupada como todos nosotros. 

Krystal terminó los tacos que Sully había preparado y se limpió los dedos en la servilleta de papel. 

—¿Quieres saber lo que me dijo mi padre ayer por la noche? 

Sully la miró desde el fregadero. 

—Claro. 

Krystal sonrió ampliamente, luego resopló. 

—Me dijo: «Bueno, Krystal, saca tus cosas del sofá. Que te quiera tanto no significa que quiera mancharme el culo de maquillaje.» 

Sully se rio. 

—Tu padre sabe cómo engatusar a la gente.

—Sully, aquel día en el aeropuerto... —Krystal parpadeó. —Mi padre tenía los ojos llenos de lágrimas. 

—Te quiere mucho. 

—Supongo que sí. —Su sonrisa se desvaneció. —Me siento culpable de ser tan feliz cuando Jaejoong está tan jodido. Ayer dije «joder» delante de él y ni siquiera se inmutó. 

Sully pasó un paño por la encimera de la cocina. 

—No haces más que hablar de él. Me pone enferma.

—Eso es porque no lo soportas. No entiendo por qué. Quiero decir que sé que Yunho y tú estuvieron saliendo y todo eso, pero a ti ya no te interesa él y Jaejoong está muy deprimido. ¿Qué es lo que tienes contra él? 

—Lo que pasa es que Sully no puede aguantar que haya alguien que no la considere el ombligo del mundo. —Brady estaba al lado de la puerta, aunque ninguna de las dos lo había oído entrar. 

Sully se volvió hacia él hecha una furia. 

—¿No sabes llamar a la puerta? 

Krystal suspiró.

—¿Van a empezar a discutir otra vez? 

—Yo no discuto —dijo Brady. —Es ella. 

—¡Ja! Se cree que puede decirme lo que tengo que hacer y no pienso consentirlo. 

—Eso es lo que él dice de ti —señaló Krystal con paciencia. Y luego, aunque pensaba que gastaba saliva inútilmente añadió: —Si se casaran de una vez por todas estarían tan ocupados dándose órdenes mutuamente que nos dejarían en paz a todos los demás. 

—¡No me casaría con él por nada del mundo!

—¡No me casaría con ella aunque fuera la última mujer de la tierra!

—Entonces no deberían acostarse juntos. —Krystal imitó lo mejor que supo a Jung Jaejoong. —Papá, sé que sales a hurtadillas todas las noches para dormir con ella, pero mantener relaciones sexuales con otra persona sin estar enamorado de ella es inmoral.

Sully se puso roja. Su padre abrió y cerró la boca un par de veces como si fuera una carpa dorada, luego comenzó a farfullar. 

—No sabes lo que dices, señorita. Sully y yo sólo somos amigos, eso es todo. Tuvo problemas con el depósito de agua y yo... 

Krystal puso los ojos en blanco. 

—No soy imbécil, papá. 

—Escúchame...

—¿Qué clase de ejemplo crees que me estás dando? Ayer mismo leí algo sobre madurez psicológica en mis deberes, y parece que tengo dos cosas en mi contra. 

—¿Cuáles?

—Perdí a mi madre y soy producto de una familia desestructurada. Eso y lo que veo que hacen los dos adultos más influyentes de mi vida hace que tenga muchas posibilidades de acabar embarazada antes de cumplir los veinte años. 

Brady arqueó las cejas hasta que prácticamente se perdieron en el nacimiento del pelo, y Krystal llegó a pensar que perdería  el control. Aunque Brady ya no le daba el mismo miedo que antes, no era estúpida. 

—Me piro. Nos vemos, chicos. 

Cerró de un portazo al salir de la caravana.

—¡Qué cabrita! 

—Siéntate —dijo Sully. —Sólo intenta decirnos algo.

—¿Qué?

—Que deberíamos casarnos. —Sully se llevó un trozo de carne a la boca. —Lo que demuestra lo poco que sabe de la vida. 

—No la has entendido bien.

—Aún no se ha dado cuenta de lo incompatibles que somos. 

—Excepto ahí dentro. —Brady señaló con la cabeza el dormitorio de la parte de atrás. 

—Bueno, lo cierto es... —Una astuta sonrisa se extendió por la cara de Sully— que parece que los chicos de las clases bajas tienen su utilidad. 

—Pues claro que la tenemos. —La tomó entre sus brazos y ella se apretó contra él. Comenzó a besarla, pero se apartó porque los dos tenían cosas que hacer y una vez que empezaban no habría nada que los detuviera. 

Brady notó la preocupación en los ojos de Sully. 

—La temporada termina —dijo ella. —En un par de semanas estaremos en Busan.

—Nos veremos en invierno.

—¿Quién ha dicho que quiera verte?

Sully mentía y los dos lo sabían. Estaban muy a gusto juntos, pero Brady tenía el presentimiento de que ella quería algo que él no podía darle. 

Enterró los labios en el pelo de Sully. 

—Sully, tengo que protegerme de ti. Creo que te amo, pero no puedo casarme contigo. Soy un hombre orgulloso y tú siempre estás pisoteando mi orgullo. 

Ella se tensó y se alejó de él, lanzándole una mirada tan desdeñosa que Brady se sintió como una cucaracha. 

—Creo que nadie ha hablado de matrimonio.

Brady no sabía expresarse bien, pero había algo importante que quería decirle desde hacía tiempo. 

—Me gustaría casarme contigo, pero me resultaría imposible estar casado con alguien que disfruta humillándome todo el tiempo. 

—¿Qué dices? Tú también me humillas. 

—Sí, pero yo lo hago sin querer y tú no. Hay una gran diferencia. Lo cierto es que te crees mejor que los demás. Piensas que eres perfecta. 

—Nunca he dicho eso. 

—Entonces cuéntame algo malo de ti.

—Ya no soy tan buena trapecista como antes.

—No hablo de eso. Hablo de algo que tengas dentro, algo que no sea como debería ser. A todos nos pasa. 

—No me pasa nada malo, no sé de qué me hablas. 

Brady negó tristemente con la cabeza. 

—Te conozco, nena. Y hasta que no resuelvas eso, no hay esperanza para nosotros. 

La soltó y se dio la vuelta para marcharse, pero antes de que él llegara a la puerta, Sully comenzó a gritar: 

—¡No sabes nada de mí! Que sea dura no quiere decir que sea una mala persona. ¡No lo soy, maldita sea! ¡Soy buena! 

—Además, eres una esnob —repuso él, mirándola. —Sólo te importa lo que tú sientes. Hieres a los demás. Estás obsesionada con el pasado y eres la persona más engreída que he conocido nunca. 

Por un momento Sully se quedó atontada, pero luego volvió a gritar:

—¡Mentiroso! ¡Soy buena! ¡Lo soy!

El grito furioso de Sully hizo que Brady se estremeciera. Supo que ella le atacaría y logró salir antes de que estrellara el plato de tacos contra la puerta.

*

Mientras daba vueltas esa noche por el recinto, Jaejoong se dio cuenta de que hubiera preferido seguir actuando con Yunho. Al menos hubiera estado ocupado. Cuando le había dicho que no iba a volver a la pista con él, no sintió ni alegría ni decepción. Le dio igual. En las últimas semanas había descubierto un dolor mucho más profundo que cualquiera que pudiera provocarle con el látigo.

Observó el bullicio de la multitud al otro lado del recinto. Los niños cansados se aferraban a sus madres y los padres llevaban en brazos a los más pequeños con manchas de manzana de caramelo en las bocas. Antes, ver a esos padres hubiera hecho que los ojos se le llenasen de lágrimas de emoción, pues imaginaba a Yunho llevando en brazos a su hijo. Pero ahora tenía los ojos secos. Junto con todo lo demás, había perdido la capacidad de llorar. 

Como el circo permanecería allí esa noche, los empleados tenían la urde libre y se habían dirigido al pueblo en busca de comida y alcohol. El recinto se fue quedando en silencio. Mientras Yunho se ocupaba de Misha, él se puso una de las viejas sudaderas de su marido y se movió entre los elefantes dormidos hasta llegar a Tater. Se arrodilló y se acurrucó entre las patas delanteras del animal y dejó que le apoyase la trompa en las rodillas.

Se arrebujó dentro de la sudadera de Yunho. La suave prenda olía a él, a esa particular combinación de jabón, sol y cuero que él habría reconocido en cualquier parte. ¿Llegaría a perder todo lo que amaba? 

Oyó unos pasos. Tater se incorporó sobre los cuartos traseros y Jaejoong vio un par de piernas enfundadas en vaqueros que no tuvo ninguna dificultad en reconocer. 

Yunho se puso en cuclillas a su lado y apoyó los codos en las rodillas, dejando colgar las manos entre ellas. Parecía tan triste que por una fracción de segundo quiso consolarlo. 

—Por favor, sal de ahí —susurró él. —Te necesito tanto.

Jaejoong apoyó la mejilla contra la arrugada piel del pecho de Tater. 

—Creo que me quedaré aquí un rato más. 

Yunho hundió los hombros y pasó un dedo por el suelo. 

—Mi casa... es grande. Hay una habitación de invitados con una buena vista del bosque que hay al sur.

Jaejoong soltó el aliento con un suave suspiro. 

—Hace frío esta noche. Va a nevar.

—He pensado que podríamos convertirla en una habitación infantil. Es una estancia agradable, soleada, con un gran ventanal. Tal vez podríamos tener allí una mecedora.

—Siempre me ha gustado la nieve.

Los animales se movieron y uno de ellos bufó en sueños. Tater levantó la trompa de la rodilla de Jaejoong y la pasó por los hombros de Yunho. El tono suave de Yunho no disimuló su amargura. 

—¿No vas a perdonarme nunca? —Jaejoong no dijo nada. —Te amo, Jaejoong. Te amo tanto.

Jaejoong oyó el sufrimiento en su voz, vio la vulnerabilidad en su cara y, si bien sabía que era debido a lo culpable que se sentía, Jaejoong había sufrido demasiado dolor para encontrar placer en infligírselo a otro, en especial a alguien que era tan importante para él 

—Tú no sabes cómo amar, Yunho.

—Puede que eso fuera cierto antes, pero ya no lo es. 

Tal vez fuera por lo cómodo que se sentía bajo el corazón de Tater, o tal vez fuera el dolor de Yunho, pero Jaejoong sintió que la gélida barrera que rodeaba su corazón comenzaba a agrietarse. A pesar de todo, todavía lo amaba. Se había mentido a sí mismo cuando se dijo que no lo hacía. Él era su alma gemela y su corazón siempre le pertenecería. Con esa certeza llegó un conocimiento más profundo y amargo. Si volvía a caer víctima del amor que sentía por él, podría acabar destruido y, por el bien del bebé, no podía permitir que eso ocurriera. 

—¿Es que no lo ves? Sólo te sientes culpable. 

—Eso no es cierto. 

—Eres un hombre orgulloso. Has violado tu código del honor e intentas arreglarlo. Lo entiendo, pero no voy a dejar que mi vida se base en unas palabras que no sientes de verdad. Este bebé es demasiado importante para mí. 

—El bebé también es importante para mí. 

Jaejoong hizo una mueca de dolor. 

—No digas eso, por favor. 

—Te probaría mi amor si pudiera, pero no sé cómo hacerlo.

—Tienes que dejarme ir. Sé que eso heriría tu orgullo y lo siento, pero vivir contigo así es demasiado duro para mí. 

Él no dijo nada. Jaejoong cerró los ojos e intentó ocultarse tras la helada barrera que la había mantenido en pie hasta entonces, pero Yunho había provocado demasiadas grietas.

—Por favor, Yunho —susurró entrecortadamente. —Por favor, deja que me vaya. 

La voz de Yunho apenas era un susurro. 

—¿Es eso lo que quieres de verdad? 

Jaejoong asintió con la cabeza. 

Jamás había pensado que lo vería tan derrotado, pero en ese momento la chispa que ardía en el interior de Yunho pareció apagarse. 

—Vale —dijo con voz ronca. —Que sea como tú quieras. 

Si eso era lo que quería, ¿por qué le dolía tanto?

A su lado se movió una sombra, pero los dos estaban demasiado absortos en su sufrimiento para darse cuenta de que alguien más había escuchado la conversación.

35 comentarios:

  1. D: noooo!! Yunho no lo dejes ir! Es horrible que el pobre de Jae sufra pero estando solo no se sentirá mejor! Muchas gracias por el capítulo :3

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  2. Esto es tan triste, Jae quedo realmente herido y mal después de lo sucedido, Yunho se a esforzado poco a poco, engañándolo para que comiera y siendo sincero ahora en cuanto su amor, pero Jae no le cree : ´(, los dos sufren mucho, no quiero que se separen nuevamente T.T, espero Yunho haga algo para que Jae le crea verdaderamente, y pronto puedan formar una familia feliz junto a su bebe, se lo merecen después de tanta tristeza y confusión...me pregunto quien habrá sido la persona que escucho esa triste conversión, espero sea alguien que los ayude y no les haga mas daño, por que ambos se encuentran perdidos y necesitan un camino de retorno...<3 merecen vivir amándose a partir de ahora T.T

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  3. Me quiero tirar y llorar T__T esque jae no se puede ir,el mismo lo dijo,a pesat de que yunho le dijo que podia hacerlo le dolio, y entiendo que jae no le crea a yunho y que haya ceeado esa barrera por temor a que yunho lo lastime de nuevo, pero debe ver mas alla de todo y que vea los sinceros sentimientos de yunho y que el bebe igual le importa ;__; no pueden separarse de nuevo, son el uno para el otro, sus vidas han cambiado gracias a todo lo que han pasado, no se pueden dejar vencer, eapero reaccionen y no por su orgullo se priven de la felicidad, gracias por actualizar, este fic me trae mal ;; ♡

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  4. Como yo recien vengo, no entiendo y si entiendo.........xD
    Bueno suena interesant too lo k ocurrio....^^
    Bueno ahora si va al primer capitulo pa ntender.....=P

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  5. T_T JJ sufré pero no le hace bien el rencor y la omisión que tiene contra YH.
    YH fue demasiado brusco al tomarlo de nuevo, con los malos entendidos de por medio
    Ahora YH solo espera que dejándolo ir, haga que él recuperé la vitalidad de antes.
    Espero que Sully y Brady queden bien juntos, para que Sully se ablande un poco y disfrute de una propia vida con una familia, me encanto la manera directa que le enfrento Brady, para hacerle ver sus errores y malas actitudes.
    Nos dejas con la incertidumbre del intruso que estuvo presente en el momento que YH decide liberar a JJ....
    Espero con ansias la actualización.
    Gracias.

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  6. Ahora que lo encuentra jae ..no quiere perdonarlo es comprensible… pero yunho no te rindass… el te ama *-*… gracias por este cap ^=^

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  7. changos, pues que quería Yuhno que lo perdonara tan fácilmente, hay heridas que tardan en sanar y esta es una de ellas......Gracias espero el gran final.

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  8. Esa pequeña charla fue tan dolorosa leerla u.u
    Jae q no escuchaste lo que te dijo?
    Yunho y tu orgullo?? no lo dejes ir.. Tal vez lo pierdas!!!
    Lo.escucho tal vez sully?..mmm...mejor q no se meta la maldita grrr....
    Quiero actualización yeaaaaaa buuuu.. Pero no quiero q sea el finaaaaaal

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  9. Porqueeeeeee?!!!! Yunho no puedes dejarlo ir, Jae esta dolido pero te ama.
    No puedo creer que lo deje ir a Jae y su bebé :( por otro lado este yunnie q buena táctica uso para hacer comer a Jae XD pobre jaejoong estuvo pasando necesidades cuando Yunho tiene tanto pero así de complicada es la vida; que se le puede hacer :/ amiga me encanto el capitulo *w* q emocion , que pasara ahora en el próximo q es el final?ojala se arreglen sus problemas. Muchas gracias por actualizar :)

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  10. nooooo....yunho haz algo... no puedes dejar a jae!!! amo este fic siganlo please!!!
    jae perdona a yunho!!!

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  11. ¡que? como que jae se va?? Nooo jae eso no es lo que quieres de verdad piensalo bien. Yunho esta arrepentido
    waa quien será el que los escucho?? y como cambiara todo??
    noo de verdad que eso no puede ser Yunho no seas piedra y reconsidera
    que lo que dice jae no es verdad, otoke deben hacer una familia hermosa
    además jae debe de pensar en el bebé que viene en camino
    los dos se aman demasiado, noooo de verdad dejaste la historia
    en un punto crítico, no puedo esperar para el siguiente capitulo que es el ultimo?? De verdad esta historia me ha enganchado de sobremanera
    me encantó todo, pero espero que se arreglen las cosas y tenga un final dulce XD Esperare con ansias el siguiente capitulo

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  12. Oh no, pobre Jae, las codas siguen sin estar bien
    Se me hace que es la maldita de sully la que escucho todo e,e
    Ojala se arreglen, por su bebe
    Creo que si ires acando los pañuelos ;;
    Gracias por el capitulo :(

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  13. nooo que no lo deje ir yunho reten lo a tu lado mi niño esta herido y con mucho dolor y el debe luchar por jae ,gracias por capitulo

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  14. Ay nooo noo que no se vaya! u.u Tonto Yunho porque se rinde tan rápido :( ...no quiero que se termine este fic jajaja es tan lindo ♥
    Gracias por el cap! espero el siguiente :D

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  15. pobre Jae el esta devastado y por eso no quiere abri otra ves su corazon a Yunho teme que lo hiera mas de lo que lo ha hecho pero Yunho se dio cuenta el mismo dia que Jae se fue que lo amaba y que ese bebe que iba a tener era su preciado hijo pero llego tarde para decirselo y el poco tiempo que paso Jae endurecio su corazon aunque todavia lo ame teme ser herido otra ves solo tienes que darle una oportunidad Jae xfa y ahora quien habra sido el que los escuchaba ojala no le haga daño a Jae ni ponga peor las cosas entre ellos. Gracias linda x compartir

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  16. Esta bien que por orgullo salio adelante ahora que estuvo solo, pero debe de tener un poco de humildad y querer creer en Yunho en verdad esta el arrepentido y se lo ha demostrado pero Jae no lo quiere ver, a veces es necesario bajar un poco la guardia para poder ver los sentimientos reales, espero que logre ver y creer en los de Yunho para que puedan ser felices con su bebé. Ahora quién sería la persona que estaba escuchándolos, espero que sea una persona que los ayude y no una que los perjudique porque ellos merecen ser felices. Gracias por publicar.

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  17. De veras lo dejara ir???
    Aunque es entendible, viendo a Jae siendo una sombra no da para mas. Pero quien es el que los escucho hablando??? A donde ira Jae??
    Gracias por el cap ^_^

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  18. nooooo ¿porqué? T________T no dejes que se vaya Yunnie~ noooo :( este capítulo fue extremadamente triste u.u no me gusta que esten tan distanciados... ya ha sido suficiente... no me gusta, ambos sufren buaaaaa ;o; quiero que se arreglen pronto u.u gracias por el capítulo~

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  19. (T^T) que jaejoong no se vaya :( yunho no lo dejes irrr...
    me parte el corazón ver como esta jaejoong así no lo soporto es demasiado pobrecito yunho igual también debe de estar sufriendo un montón.. :(
    que jaejoong ya perdone a yunho ya aprendió ola lección (?

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  20. Jae perdió todo interés en la vida, el sufrimiento lo marcó mucho
    y Yunho no sabe qué hacer para hacer volver al Jae de antes.
    muy triste este capítulo
    Jae quiere irse. noooooo

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  21. JAE NO TE VAYAS DE VERDAD YUNHO ESTA ARREPENTIDO DE TODO LO QUE DIJO EL TE QUIERE Y TAMBIEN AL BEBE,ESPERO QUE RECAPACITE

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  22. TT_TT triste en serio muy triste.. Y_Y jae esta demasiado lastimado por lo q le hizo yunho y aunq yunho lo ame de verdad es mejor que lo deje ir.. TT_TT

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  23. nooooooo yunho no le dejes ir aferrate a el quieres

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  24. Noooooooooo!!!!!!
    Yunho no puedes dejarlo los dos sufriran TT__TT

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  25. Aww. . . Yo no quiero que se separen. Aunque la verdad es que YunHo tiene que sufrir un poquito pues la verdad le hizo mucho daño a Jae, esto no lo digo todos los días no me gusta que YunHo sufra pero pues no manches YunHo ahora sí quieres llevarlo a tú casa lujosa, malvado. :c

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  26. nooooo jae no te alejes de yunho esta bien no te alejes de el yunho te ama no lo dejes ir

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  27. T.T Jae esta confundido y,y pobre YH

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  28. awwww nuuuuuuu jae dale otra oportunidad a yunho TT___TT

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  29. hay no por favor jae no lo dejes se deprimirá mas y tu también los dos sufrirán bastante quédate y trata de olvidar todo y comiencen de nuevo esta bella historia de amor

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  30. Jaejoong ya dejó de ser el mismo, ahora es totalmente diferente y es obvio que Yunho se siente mal por eso pero si lo ama de verdad debería de seguir luchando por el eso de "si amas alo déjalo ir" es una tontada. Yunho no puede aplicar eso, el necesita a Jae en su vida y también a su hijo, pero sobretodo Jae y el bebé necesitan a Yunho aun cuando Jae lo niegue
    Si lo deja ir va a perderse muchos momentos especiales en su embarazo y va a ser mas duro que Jae lo acepte de nuevo :'(

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  31. Jaejoong esta tan dolido que no ve que Yunho en verdad lo ama y no es por sentirse culpaple dios que alguien lo ayude nooo Yunho no lo dejes ir es el amor de tu vida aaah has algo no te dejes vencer convencelo que realmente es amor aarggg >.<

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  32. A veces demostrar el verdadero amor es tan doloroso... pero si se ama, eso debe hacerse

    Gracias

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  33. Ohhhh lloro .... Si Yunho la regaste... Y es doloroso y difícil de arreglar las heridas están abiertas y el se siente presionado y no va a escuchar razones... Es difícil q acepte ahora.. duele

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  34. Ya, no hay modo de que no llore otra vez con esto, todo el día a sido así. Y creo que el capítulo no ayudo a que me sintiera mejor. Es belloso aunque muy triste.

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