~♥~

~♥~

jueves, 20 de marzo de 2014

Capítulo 7


Al atardecer, Jaejoong estaba muy cansado. Sólo esforzándose al máximo había sido capaz de terminar de limpiar la caravana, de ducharse, de preparar algo de comer y de llegar al vagón rojo a tiempo de atender la taquilla. Se habría demorado mucho más si Yunho no hubiera limpiado los restos de tarta la noche anterior. Dado que había sido él el que la había tirado, había sido una sorpresa que lo ayudara. 

Era sábado y escuchó sin querer las breves conversaciones que mantenían los trabajadores que se acercaban a recoger los sobres de su paga. Yunho le había contado que algunos de los trabajadores que montaban las carpas y trasladaban el equipo eran alcohólicos y drogadictos, pero que los sueldos bajos y las malas condiciones no atraían a empleados más estables. Algunos llevaban años trabajando en el circo sólo porque no tenían otra parte donde ir. Otros eran aventureros atraídos por el encanto del mundo circense, pero generalmente nadie duraba mucho tiempo allí. 

Yunho  alzó la mirada del escritorio cuando Jaejoong entró en la caravana; en su cara se había dibujado lo que él comenzaba a pensar que era un ceño perpetuo. 

—Las cuentas de ayer no cuadran. 

Había sido muy cuidadoso al dar el cambio y estaba seguro de no haber cometido ningún error. Acercándose por detrás, miró las hojas pulcramente escritas. 

—¿Dónde? 

Yunho señaló el libro de ingresos que había encima del escritorio. —He cotejado los números de las entradas con los recibos. Y no coinciden. 

Tardó sólo un momento en darse cuenta de qué era lo que pasaba. 

—No coinciden porque regalé algunas entradas de cortesía. Fueron como una docena. 

—¿Entradas de cortesía? 

—Para las familias pobres, Yunho. 

—¿Decidiste ser caritativo? 

—No podía aceptar ese dinero. 

—Sí podías, Jaejoong. Y de ahora en adelante lo harás. En casi todos los pueblos, el circo es patrocinado por una organización local. Ellos dan pases especiales, y también los doy yo si se da el caso. Pero tú no, ¿entendido? 

—Pero... 

—¿Entendido? 

Jaejoong asintió con la cabeza. —Bien. Si piensas que alguien merece un pase, me lo dices y yo me ocuparé de ello. 

—De acuerdo. 

Yunho se puso en pie y frunció el ceño. —Hoy vuelve Sully. Le diré que te busque un maillot para la función. Cuando ella pueda atenderte, enviaré a alguien para que se ocupe de la taquilla. 

—Pero yo no soy artista. 

—Esto es el circo, cara de ángel. Todo el mundo es artista. 

La curiosidad que sentía por la misteriosa Sully hizo que ignorase la mueca de Yunho. —Brady me dijo que Sully fue una famosa trapecista. 

—Es la última de los Cardoza. Su familia era al trapecio lo que los Wallenda a la cuerda floja.

—¿Por qué dejó de actuar? 

—Podría volver a hacerlo. Sheba sólo tiene treinta y nueve años y se mantiene en muy buena forma, pero dejó de ser la mejor y se retiró.

—Parece que se lo tomó en serio. 

—Muy en serio. Mantente tan apartado de su camino como te sea posible. —Yunho se dirigió a la puerta. —Recuerda lo que te he dicho sobre la caja del dinero. No la pierdas de vista. 

—De acuerdo. 

Con una brusca inclinación de cabeza, Yunho desapareció. 

Jaejoong se encargó de la venta de entradas sin problemas. El flujo de gente cesó en cuanto empezó la función, y él se sentó en las escaleras de la caravana para disfrutar de la brisa nocturna. 

Miró la casa de fieras y recordó que Sinjun, el tigre, estaba allí dentro. Ese mismo día, mientras trataba de quitar las peores manchas de la alfombra, había pensado en él, tal vez porque pensar en el tigre era mucho más sencillo que pensaren Yunho. Sentía un inquietante deseo de echar otro vistazo al feroz animal, pero desde una distancia segura.

Un Cadillac antiguo entró en el recinto acompañado de una estela de polvo. De él se apeó una mujer de aspecto exótico con una brillante melena rojiza. Vestía un top ceñido y una falda tipo sarong con una abertura que revelaba unas largas piernas y unas sandalias de pedrería. Grandes aros dorados brillaban bajo la tenue luz entre el pelo despeinado y un par de brazaletes a juego le adornaban las delgadas muñecas. 

Mientras la mujer se dirigía hacia la entrada del circo, Jaejoong vislumbró su cara: piel pálida, rasgos bien definidos y boca voluptuosa enfatizada con un lápiz de labios color carmín. Aquella mujer mostraba tal seguridad en sí misma que era imposible que fuera una visita y Jaejoong supo que sólo podía tratarse de Sully Quest. 

Un cliente se acercó a comprar entradas para la segunda función. Jaejoong charló con él unos minutos y, cuando se fue, Sully había desaparecido. Tan pronto como despachó a todos los que acudieron a la taquilla, Jaejoong comenzó a curiosear el contenido de un sobre lleno de recortes de viejos periódicos locales.

El número de Yunho con el látigo era mencionado en varios artículos fechados dos años antes y no se volvía a mencionar hasta hacía un mes. Él sabía que los circos cambiaban las actuaciones y que los artistas iban de un lugar a otro, lo que hizo que se preguntara dónde habría actuado Yunho en la época en que no viajaba con el circo de los Hermanos Quest. 

Cuando acabó la primera función apareció uno de los trabajadores, un hombrecillo viejo y marchito con un lunar en una mejilla.

—Soy Pete. Yunho me ha enviado para que me encargue de la taquilla. Tienes que volver a la caravana para probarte un maillot. 

Jaejoong le dio las gracias y se dirigió a la caravana. Cuando entró, se quedó sorprendido al ver a Sully Quest delante del fregadero lavando los platos del almuerzo rápido que Yunho y  Jaejoong habían tomado unas horas antes.

—No tienes por qué fregar eso.

Sully se volvió y se encogió de hombros. —No me gusta esperar sin hacer nada. 

Jaejoong se sintió doblemente insultado: primero por no tener la cocina limpia y luego por la tardanza. No añadiría a esos pecados ser maleducado.

—¿Te gustaría tomar una taza de té?¿o quizás un refresco...? 

—No. —La mujer cogió un trapo y se secó las manos. —Soy Sully Quest, pero supongo que ya lo sabes.

Al verla más de cerca, Jaejoong fue consciente de que la dueña del circo llevaba un maquillaje más llamativo del que una mujer normal hubiera elegido. No es que no le quedara bien, pero combinado con aquella ropa colorida y algo provocativa junto con aquellos extravagantes complementos, resultaba evidente que sus patrones de belleza habían sido influenciados por la vida en el circo. 

—Soy Kim Jaejoong. O más bien Jung Jaejoong. Todavía no me he acostumbrado al cambio. 

Una profunda emoción cruzó por el rostro de Sully. Una profunda repulsión combinada con una hostilidad casi palpable. Al momento, Jaejoong supo que Sully Quest no sería su amiga. 

Se obligó a permanecer inmóvil bajo el frío escrutinio de Sully. —A Yunho le gusta comer bien. Apenas tienes nada en la nevera.

—Lo sé. Aún no me he organizado. —No tuvo valor de señalarle a Sully que no estaba bien andar fisgoneando.

—Le gustan los espaguetis y la lasaña, y le encanta la comida japonesa. Pero no malgastes el tiempo haciéndole postres. No le gustan los dulces, salvo en el desayuno.

—Gracias por decírmelo. — Jaejoong notó que se le volvía el estómago. Sully pasó la mano por el desconchado mostrador. —Este lugar es horrible. Yunho inició la gira en una caravana nueva, pero se deshizo de ella la semana pasada y comenzó a utilizar ésta aunque me ofrecí a conseguirle algo mejor. 

Jaejoong no pudo ocultar la tristeza que lo embargó. ¿Por qué había insistido Yunho en vivir en un sitio así si no tenía por qué hacerlo?

—Pienso arreglarlo —dijo él, aunque la idea no se le había pasado por la cabeza hasta ese momento. 

—La mayoría de los hombres quieren que su esposo disfrute de todas las comodidades posibles. Me sorprende que Yunho rechazara mi oferta. 

—Seguro que tenía sus razones. 

Sully examinó la pequeña figura de Jaejoong. —No tienes ni idea de cómo manejarlo, ¿verdad? 

Sully parecía dispuesta a pelear como el perro y el gato, pero Jaejoong sabía quién de los dos saldría perdiendo, así que señaló los dos maillots de lentejuelas que había en el respaldo de la silla. 

—¿Son esos maillots los que tengo que probarme? 

Sully asintió con la cabeza. 

Jaejoong cogió el de arriba y se dio cuenta de que no era más que un trozo de tela azul marino bordado con lentejuelas. 

—Tengo la sensación de que me cubrirá muy poco. 

—Ésa es la idea. Esto es el circo. El público espera ver una buena porción de piel. 

—¿Y tiene que ser de la mía? 

—No estás gordo. No veo el problema. 

—No tengo precisamente un cuerpo diez. Jamás ha hecho deporte.

—Es cuestión de tener un poco de disciplina. 

—Sí, bueno, ahora que lo dices, tampoco sé qué es eso. 

Sully lo observó con aire crítico, esperando evidentemente que el esposo de Jung Yunho enderezara la espalda. Pero después de haber vivido con su madre, Jaejoong sabía cuándo no debía chocar con una experta en discusiones. La sinceridad era la única defensa contra los expertos en malicia. 

Entró en el cuarto de baño y se quitó toda la ropa menos el bóxer, pero cuando se puso aquella prenda diminuta se dio cuenta de que el corte de la pierna era tan alto que se veían. Volvió a desnudarse y empezó de nuevo. 

Cuando acabó, se miró en el espejo y se sintió como un prostituto. Dos tiras verticales con lentejuelas de color azul le cubrían los pezones, y otra tira horizontal más ancha las cruzaba. El cuerpo del maillot no era más que un fino velo de red plateada. Sully ni siquiera había incluido unas mallas. 

—Creo que no puedo salir con esto —exclamó a través de la puerta. 

—A ver... 

Jaejoong salió.  —Es demasiado... —sus palabras quedaron interrumpidas cuando vio a Yunho delante del fregadero vestido de coreano. Quiso volver corriendo al baño y, si Sully no hubiera estado allí, lo hubiera hecho. ¿Por qué tenía que aparecer cuando estaba vestido de esa manera? 

—Acércate para que podamos verte —dijo él. 

Jaejoong dio un paso adelante de mala gana. Sully se puso al lado de Yunho. Los dos se quedaron en silencio y Jaejoong tuvo la sensación de ser un intruso. 

Yunho no dijo nada, pero lo escrutó de tal manera que él se sintió desnudo.

—Date la vuelta —ordenó Sully. 

Jaejoong se sentía como un prostituto expuesto ante un cliente por la madame de turno. Aunque el espejo del cuarto de baño era muy pequeño, sabía de sobra como le quedaba el maillot por detrás y se hacía una buen idea de lo que ellos estaban viendo: dos nalgas redondas, desnudas salvo en el lugar donde se unían y que estaba cubierto por un trozo de tela. Ruborizado se dio la vuelta de nuevo. 

—Es un espectáculo para familias —dijo Yunho. —No quiero que salga así. 

Sully se acercó a él y comenzó a desatar el traje. 

—Tienes razón. No tiene atributos suficientes. Fuera. — Jaejoong sintió las manos de la mujer en el cuello. —Veamos si el otro te queda mejor. 

Sully abrió el maillot sin avisar y se lo bajó, dejando a Jaejoong desnudo hasta la cintura. Con una exclamación ahogada, Jaejoong agarró el charco de lentejuelas y la red que se le habían deslizado hasta el vientre, pero tenía los dedos torpes y fue como intentar atrapar aire. Miró a Yunho. 

Él estaba apoyado contra el fregadero, con los tobillos cruzados y las manos apoyadas en el mostrador que tenía detrás. Jaejoong le suplicó en silencio que apartara la vista, pero él no dejó de mirarlo fijamente. 

—Por Dios, Jaejoong, te sonrojas como un virgen. —Los labios de Sully se curvaron en una sonrisa. —Me sorprende que te acuestes con Yunho y aún recuerdes cómo sonrojarte. 

Las joyas brillaron en el cinturón de Yunho cuando éste dio un paso adelante. —Ya basta, Sully. Déjalo en paz. -Sully se dio la vuelta para coger el otro maillot. Yunho se interpuso entre los dos, casi como si quisiera ocultar la desnudez de Jaejoong, lo que era ridículo, pues era de él de quien Jaejoong quería esconderse. 

—Dámelo. —Las mangas flojas de la camisa blanca ondearon cuando arrancó el maillot de lentejuelas rojas de las manos de Sully. Lo miró y se lo dio a Jaejoong. —Éste está mejor. Mira a ver si te sirve. 

Él cogió el maillot y entró corriendo en el cuarto de baño. Cuando hubo cerrado la puerta, se apoyó contra ella e intentó respirar con normalidad, pero le palpitaba el corazón y le ardía la piel. «Te has criado con una madre que tomaba el sol desnuda. Esto no es para tanto.» Quizá no, pero le molestaba.

Finalmente se puso el maillot, y vio con alivio que lo cubría algo más que el otro. Las lentejuelas rojas, en forma de lengua de fuego, trepaban desde la entrepierna hasta el pecho, donde se pegaban a sus pezones de manera irregular y dentada. Las aberturas de la pierna llegaban casi hasta la cintura, mostrando una buena porción de piel. Abrió la puerta y salió a regañadientes del baño. Al menos le cubría la cintura. 

Sólo estaba Yunho, apoyado en el borde de la mesa con la cadera. Jaejoong tragó saliva.

—¿Dónde está Sully? 

—Tenía que hablar con Jack. Date la vuelta.

Jaejoong se mordisqueó el labio inferior y no se movió.  —Fueron  amantes, ¿verdad? 

—Ahora ya no. De cualquier manera es algo que no te incumbe. 

—Parece que todavía le importa. 

—Sully me odia. 

A pesar de todo lo que Yunho decía del orgullo, no había lo que era el honor o nunca se habría dejado comprar por su padre. Pero Jaejoong tenía que saber una cosa.

—¿Estaba casada con Owen Quest cuando estabas liado con ella? 

—No. Ahora deja de cotillear y deja que te vea por detrás.

—Querer saber más cosas de ti no es cotillear. Por ejemplo, he estado mirando unos recortes viejos de periódico y he observado que no hiciste la gira con el circo de los Hermanos Quest el año pasado. ¿Por qué?

—¿Qué más da? 

—Me gustaría saberlo.

—Eso no es asunto tuyo. 

Yunho era la persona más reservada que  Jaejoong hubiera conocido en su vida y sabía que no le sacaría nada más. 

—No me gusta este maillot. No me gusta ninguno de los dos. Me siento vulgar. 

—Pareces un artista. —Dado que él no se dio la vuelta como Yunho le había pedido, Yunho se puso a su espalda. El joven odió verse expuesto de esa manera y se apartó al sentir que él le tocaba el hombro.

—Quédate quieto —Yunho le agarró la cintura con la otra mano. —Éste no podrá ser criticado ni por los más conservadores. 

—Enseña demasiado. 

—No es para tanto. Las mujeres llevan puestos maillots más pequeños y no les quedan tan bien como te queda a ti éste. 

Yunho se había acercado tanto que los pezones de Jaejoong rozaron contra la suave tela de su camisa cuando se volvió hacia él. El joven se estremeció. 

—¿De verdad crees que me queda bien? 

—¿Buscas un cumplido? 

Jaejoong asintió con la cabeza, sintiendo que se le debilitaban las rodillas.

Él bajó la mano que había colocado en la cintura del joven, deslizándola por el borde inferior del maillot y ahuecándole las nalgas. 

—Considérate elogiado. —La voz de Yunho contenía una nota áspera. 

Unas llamaradas ardientes recorrieron a Jaejoong de los pies a la cabeza. Se apartó un poco; no porque quisiera escabullirse, sino porque deseaba demasiado quedarse donde estaba. 

—No nos conocemos. 

Sin apartar la mano de donde estaba, Yunho inclinó la cabeza y le acarició el cuello con la nariz, calentándole la piel con el susurro de su aliento en la oreja. 

—Estamos casados. Con eso basta. 

—Sólo es un acuerdo legal. 

Él se echó hacia atrás y Jaejoong pudo ver brillar sus ojos. 

—Creo que es el mejor momento para hacer oficial nuestro acuerdo, ¿no crees? 

A Jaejoong se le aceleró el corazón y supo que no podía haberse escapado aunque hubiera querido. Levantó la mirada y sintió como si todo se hubiera desvanecido y no existiera nada más que ellos dos. 

La boca de Yunho le pareció extrañamente tierna a pesar de su gesto duro. Él abrió los labios y cubrió los de Jaejoong con suavidad. Al mismo tiempo, le apretó las nalgas y lo estrechó aún más contra su cuerpo. Lo sintió grande y pesado contra él. Cuando Yunho amoldó la boca a la suya, Jaejoong experimentó un momento de asombro. Los labios de su marido eran tiernos y suaves en contraste con el resto de su persona. 

Jaejoong le ofreció la boca dado que no podía hacer otra cosa. Él le acarició el labio inferior y le rozó la punta de la lengua con la suya. La sensación lo hizo sentirse ligeramente mareado y rodeó la cintura de Yunho con los brazos, sintiendo la sedosa tela de la camisa bajo los dedos; luego le deslizó las palmas por las nalgas. Él gimió contra su boca. 

—Dios mío, te deseo —dijo, y acto seguido su lengua descendió en picado sobre la de él. 

El beso se hizo salvaje. Yunho lo alzó contra él y lo empujó hacia atrás, subiéndolo a la encimera. Jaejoong se aferró a su espalda para no perder el equilibrio. Yunho se colocó entre sus piernas y las joyas del cinturón se clavaron en el interior de los muslos de Jaejoong. 

Sus lenguas se acariciaron. El suave gemido de Jaejoong resonó como un eco en la cálida boca de Yunho. Jaejoong sintió las manos de Yunho en la nuca. Él se apartó para bajarle el maillot hasta la cintura.

—Eres precioso —gimió, mirándolo. Le rozó los pezones con los pulgares, provocando ramalazos de placer en el cuerpo de Jaejoong. Comenzó a besarlo de nuevo mientras jugueteaba con ellos. Él se agarró a los brazos de Yunho y sintió la poderosa fuerza de él a través de las mangas ondulantes. 

Yunho abandonó los pezones de Jaejoong y le recorrió la parte trasera de los muslos hasta las nalgas desnudas. Era demasiado para él. El roce de las joyas del cinturón en los muslos... la suave caricia de sus manos... 

—¡Cinco minutos para la función! —Alguien golpeó con fuerza la puerta de la caravana. —¡Cinco minutos, Yunho!

Jaejoong se bajó de un salto del mostrador como un adolescente culpable y, dándole la espalda, se subió el maillot con nerviosismo. Se sentía ardiente, agitado y... terriblemente irritado. ¿Cómo podía estar tan ansioso por entregarse a un hombre que casi nunca le decía una palabra amable? ¿Un hombre que no respetaba los votos que hacía? 

Salió disparado hacia el cuarto de baño, pero se detuvo al oír la voz suave y ronca de Yunho. 

—No te molestes en preparar el sofá esta noche, cara de ángel. Dormiremos juntos.

28 comentarios:

  1. Jaejoong con ese traje, de imaginarmelo me ruborizó ** Yunho no aguanto mas y casi lo hacen si no fuese porque los interrumpieron, me encanto cuando yunho dijo q dormirían juntos, amo cuando le dice cara de ángel, muchísimas gracias por actualizar hasta este cap *.* me encanto

    ResponderBorrar
  2. Oh por Dios! >< me encantaaaaaa~~~ actualiza pronto profavor! *-* gracias por los capitulos :3

    ResponderBorrar
  3. Esto fue demasiado :Q_ jaja es aue yunho no se pudo resistir a semejante tentacion y belleza que irradia jae, ambos se dejaron llevar por sua deseos profundos, yunho se lo queria comer ahi mismo xD ay esto se pone cada vez mejor me encanta, gracias!

    ResponderBorrar
  4. uuu que bueno es tubo este capitulo gracias

    ResponderBorrar
  5. sully sully sully por que presiento que traerá muchos problemas al YunJae... no se si fue mi imaginación o no pero creo que entre yunho y ella hubo algo... y algo grande digo ya para que se sepa los gustos y toda la cosa de Yunho es por algo no?? solo espero que JJ no sufra demasiado u_u y OMG¡¡ por fin se besaron ashahshahs por fin¡¡ esos dos van que vuelan para llenar el circo de yunjaesitos xDD jajajajaja gracias por tu excelente trabajo unnie :*

    ResponderBorrar
  6. Seguro yunho no qeria q jae mostrara tanta piel por eso ke jump cambiarse y ya le salto encima. Los dos se atraen.

    ResponderBorrar
  7. No se aguanto la tentación Yunho con Jae, con esa vestimenta lo sedujo, que bueno a ver si así Yunho deja de coquetear con las camareras de los lugares donde van a comer... Gracias

    ResponderBorrar
  8. *Q* por fin se animaron a besarse y hacer esa cositas (*///*) ya era hora que durmieran juntos XD
    esa tal Sully no me cayo nadita bien
    ese yunho no quería que las demás personas se ganaran con jaejoong en su traje diminuto :3

    ResponderBorrar
  9. Uhhh seguro a Yunho le gustó más el otro traje jaja
    Y la otra re celosa obvio...
    Porque no todos tienen el cuerpo de jae!!!
    Jae no te resistas!!! xD

    ResponderBorrar
  10. me imagine al sexy de Jae con ese traje wow se debió de ver espectacular...y Yunho de seguro no quiso que otros hombre vieran a su esposo tan descubierto con el primer traje *.*..

    ResponderBorrar
  11. Porfinnmm… nfdmcn YH .se da cuenta que es lo que tiene asu ladoo… que manera de interrumpir en ese momento *-*… ..veremos como empieza este romance

    ResponderBorrar
  12. Woooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo este cap me encanto~ yo tan inspirada leyendo y ese viejo interrumpio ¬¬ no es justop~ pero lo bueno es q esta noche.. habraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa LEMON xD

    ResponderBorrar
  13. Sully celosa, haces sentir mal a Jae con eso de la caravana, ¡eh! Aich~ que mala. Además tu encendiste aún más el fuego de YunHo hacia Jae con esos vestuarios. :Q__________ Llego una escena caliente. jdhajkshfakjhdsg

    ResponderBorrar
  14. Sully ya esta de regreso y al parecer no le gusto nada que Jae estuviera allí y mucho menos que sea el esposo de Yunho, ya sospechaba que ella y Yunho eran amantes, espero que no cause problemas, mmm que emoción Yunho dio el primer paso y estuvieron a punto de, pero los interrumpieron porque?????

    ResponderBorrar
  15. Eso fue una advertencia??? waaa este fic cada vez me gusta más
    ¿cómo cambiará la historia sully?
    ohh la ex amante de yunho, se ve que será la rival de jae
    pero jae es muco más hermoso y finowaa muero que pasará en el sig capi yaoi yunjae, por fin yunho desvirginara al cara de angel XD

    ResponderBorrar
  16. ya esta tal Sully no me agrada, presiento que traerá muchos problemas
    Yunho no pudo aguantar la tentación al ver a Jae con ese traje. gracias

    ResponderBorrar
  17. alalsksdkdjfgj ashhhhhhh como pueden interrumpir en la mejor parte jajajajajaj bobo jae me lo dejaron con ganas >//< kyaaaa y Yunnie con su "dormiremos juntos" Gracias magnifico cap. >3<

    ResponderBorrar
  18. sully maldita ....y .se pone a restregarle todo lo que sabe de yunho a joongie...pero a yunho le gusta jae ...un poco mas y a jae lo mandan desnudo por el circo....pero eso solo hizo encender a yunnie..me amto las palabras de yunho "te deseo..eres precioso" *o*..algo me dice que hacen oficial la boda esa noche jajaja XD ..yunho : no te molestes en preparar el sofa esta noche....hazle caso jae el es tu esposo XD

    ResponderBorrar
  19. Woooooooo!!!!!!!
    Interrumpieron en la mejor parte fue tan genial me gusta gracias por el cap^^

    ResponderBorrar
  20. jajajajasj creo que a yunho se le olvido como hablar cuando vio a jae con el primer traje
    y ahora como sera despues dela funcion

    ResponderBorrar
  21. Ohhh cuanta tensión sexual JJ y Yh por fin pero ahira Yh se va a dar cuebta de JJ es virgen haahah

    ResponderBorrar
  22. Sabía que yunho caería rendido ante la belleza de jaejoong al pequeño le espera una gran noche

    ResponderBorrar
  23. oh jae jae jae, eso te pasa por jugar con fuego tks..ahora que? a temblar? jojo Yunho esta calenturiento *O* me encanta!

    ResponderBorrar
  24. oooooooooooooooooooooh se pone bueno esto por fin tendrá su luna de miel jae y sorpresa se llevará yunho cuando se de cuenta de que se a casado con un chico virgen

    ResponderBorrar
  25. Ow~ Jaejoong tan noble regalando entradas :3 El es simplemente perfecto c:
    Así que ya conoció a Sully, y todavía resultó ser la ex-amante de Yunho:s Esto se pone cada vez más bueno, sobretodo por el final rwr Ya no pueden ocultar lo que sienten

    ResponderBorrar
  26. woo Jaejoong no es egoista como el creí pero bueno regalar unas entrdas no mata a nadie pero debió decircelo pero por otro lado alguien esta celoso que alguien muestre mucha piel uy ya va por lo posesivo ya lo probo y lo quiere seguir kyyaa

    ResponderBorrar
  27. YA LE SALIO LO POSESIVO VEREMOS QUE PASA CUANDO SALGA ACTUAR Y VEA COMO MIRAN A SU CARA DE ÁNGEL .....BUENÍSIMO ...GRACIAS

    ResponderBorrar
  28. Algo pasó por la mente de Yunho, por qué no puede ser amable con Jae. Siento pena por él, esa manera tan intensa de tratarlo solo por sexo lástima y sé que Jae va a resultar herido justo porque él espera amor y Yunho no está dispuesto a amarlo.

    ResponderBorrar