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domingo, 23 de marzo de 2014

Capítulo 21


Sully estaba bajo las sombras del toldo, ocultando su sufrimiento, mientras observaba reírse a Yunho y Jaejoong frente a su caravana. Él quitó una paja del pelo a su esposo y luego le rozó la cara; un gesto tan íntimo que fue como si le hubiera acariciado el pecho. 

La amargura se extendió por su cuerpo como una vid corrupta, despojándola de todo lo demás. Habían pasado cuatro días desde que Krystal había confesado la verdad y Sully no podía soportar lo feliz que parecía la pareja. Sentía como si fuera a su costa, y Yunho no merecía ser feliz. 

—Olvídalo, Sully. 

Se giró y vio a Brady caminando hacia ella. Él llevaba pavoneándose como un gallito por el recinto del circo desde la noche que habían pasado juntos. Sully casi esperaba que se pusiera las manos bajo las axilas y cacarease. Era típico de Brady Pepper creer que porque se hubiera metido en su cama una vez tenía derecho de entrometerse en su vida. 

—Déjame en paz.

—No es eso lo que quieres que haga. 

Sully odió la mirada de lástima que él le lanzó. 

—No sabes nada.                      

—Déjalo, Sully. Yunho forma parte de tu pasado. Será mejor que lo olvides. 

—Suponía que dirías algo así. Eres todo un experto en olvidar, ¿no es cierto? 

—Si estás hablando de Krystal... 

—Ya sabes que sí. 

Digirió la mirada hacia el camión de los elefantes donde Krystal empujaba una carretilla cargada de estiércol. Ahora era ella quien se encargaba de esa tarea, la misma que había realizado Jaejoong. Sully lo consideraba un castigo apropiado, pero Brady no estaba satisfecho. Lo había arreglado todo para enviar a Krystal con su cuñada Taeyeon en cuanto ésta regresara de visitar a su madre en Busan. 

—Krystal es cosa mía. En lugar de preocuparte por ella, por qué no piensas en lo bien que lo pasamos juntos la otra noche. 

—¿Bien? Pero ¡si casi nos matamos el uno al otro! 

—Sí. ¿No estuvo genial? 

Brady sonrió ampliamente ante el recuerdo y Sully sintió un escalofrío traidor en su interior. Había estado bien: la excitación, la emoción de alcanzar el clímax junto a alguien con tan mal genio y tan exigente como ella. Se moría por acostarse con él otra vez, así que se puso una mano en la cadera y adelantó el labio inferior.

—Preferiría que me abrieran en canal. 

—Pues nena, yo siempre tengo el taladro listo para el trabajo. 

Ella casi sonrió. Entonces vio que Yunho se inclinaba para besar a Jaejoong en la punta de la nariz. Cómo lo odiaba. Cómo los odiaba a los dos. A ella nunca la había mirado así. 

—Mantente alejado de mí, Brady. —Lo empujó al pasar por su lado y se alejó con paso airado. 

Tres días después, Jaejoong se dirigía a la casa de fieras con una bolsa de golosinas que había comprado cuando había pasado con Yunho por la tienda de comestibles. Tater iba detrás y los dos se detuvieron para admirar la voltereta que Peter Tolea, de tres años, estaba haciendo frente a su madre, Elena. La rumana, esposa del acróbata, sólo hablaba un poco de inglés, así que Jaejoong y ella se saludaron en japonés, un idioma que ambos dominaban a la perfección. 

Tras hablar con Elena unos minutos, Jaejoong siguió caminando hacia la casa de fieras, donde pasó unos pocos minutos con Sinjun.

«Díselo.»
«Lo haré.»
«Díselo ya.»
«Pronto.»

Le dio la espalda escapando de la reprimenda que creía haber visto en los ojos de Sinjun. Durante los últimos días Yunho había sido tan feliz como un niño y él no había sido capaz de aguarle la fiesta. Sabía que a él le costaría acostumbrarse a la idea de un bebé, así que era importante elegir el momento adecuado para darle la noticia. 

Cogió las ciruelas que había comprado para Glenna y entró en la carpa. Pero la jaula de la gorila había desaparecido.

Salió con rapidez. Tater abandonó el heno y trotó felizmente tras él mientras se acercaba al camión que transportaba a las fieras. Troy estaba echando una siesta dentro de la cabina y él se inclinó sobre la ventanilla abierta para sacudirle el brazo. 

—¿Dónde está Glenna?

Troy se despertó sobresaltado y su desgastado Stetson chocó contra el espejo retrovisor cuando se enderezó.

—¿Eh?

—¡Glenna! No está en su jaula. 

Él bostezó. 

—Vinieron esta mañana por ella. 

—¿Quién? 

—Un tío. Sully estaba con él. Cargó la jaula de Glenna en una camioneta y se piró.

Aturdido, Jaejoong soltó al muchacho y dio un paso atrás. ¿Qué había tramado Sully?

Jaejoong encontró a Yunho revisando la lona del circo por si había desgarrones.

—¡Yunho! ¡Se han llevado a Glenna!

—¿Qué? 

Le explicó lo que había averiguado, y Yunho lo miró con gravedad. 

—Vamos a hablar con Sully. 

La dueña del circo estaba sentada tras el escritorio del vagón rojo ocupándose del papeleo. Tenía el pelo recogido y estaba vestida con un mono color caqui con el cuello adornado con un bordado de estilo mexicano. Jaejoong se puso delante de Yunho para enfrentarse a ella. 

—¿Qué has hecho con Glenna?

 Sully levantó la vista. 

—¿Por qué quieres saberlo? 

—Porque soy yo quien se encarga de la casa de fieras. Es uno de mis animales y está bajo mi cuidado. 

—¿Perdón? ¿Uno de tus animales? Me temo que no. 

—Ya basta, Sully—la interrumpió Yunho. —¿Dónde está la gorila? 

—La he vendido. 

—¿La has vendido? —la increpó él. 

—Por si no lo sabíais, el circo de los Hermanos Quest está de rebajas. Como todos se quejaban de la casa de fieras, he decidido venderla. 

—¿No crees que deberías habérmelo dicho?

—Pues la verdad es que ni se me pasó por la cabeza. —Se levantó del escritorio y llevó un fajo de documentos al archivador.

Jaejoong dio un paso adelante cuando Sully abrió uno de los cajones. 

—¿A quién se la has vendido? ¿Dónde está? 

—No sé por qué estás tan disgustado. ¿No era a ti a quien le gustaba decir a todo el mundo lo inhumana que era nuestra exhibición de fieras? 

—Eso no quiere decir que quisiera que vendieras a Glenna. Quiero saber adónde se la han llevado. 

—A un nuevo hogar. —Sully cerró el cajón. 

—¿Adónde? 

—¿Estás interrogándome? 

Yunho apoyó la mano en el hombro de Jaejoong. 

—¿Por qué no vuelves con los animales y dejas que yo me encargue de esto? 

—Quiero saber dónde está. Yunho, tengo que decirle un montón de cosas sobre las costumbres de Glenna al nuevo propietario. Odia los ruidos fuertes y le dan miedo las personas que llevan sombreros grandes. —Se le puso un nudo en la garganta al pensar que no vería otra vez a la dulce gorila. Quería que Glenna tuviera un nuevo hogar, pero le habría gustado poder despedirse de ella. Recordó la manera en que a la gorila le gustaba asearla y se preguntó si alguno de sus nuevos cuidadores le dejaría hacerlo. Sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas. —Le encantan las ciruelas. Tengo que decirles lo de las ciruelas. 

Yunho le dio una palmadita en el brazo.

—Escribe una lista y me aseguraré de que la lean. Venga, ahora tengo que hablar con Sully. 

Jaejoong quiso protestar, pero se dio cuenta de que Yunho tendría más posibilidades de conseguir que Sully colaborara si estaban solos. Se dirigió a la puerta, pero se detuvo en el umbral y volvió la mirada hacia la dueña del circo. 

—Ni se te ocurra hacerlo de nuevo, ¿me has oído? La próxima vez que vendas un animal, quiero saberlo antes. Y también quiero hablar con el nuevo propietario.

Sully arqueó las cejas. 

—No puedo creer que te atrevas a darme órdenes. 

—Pues créetelo. Y será mejor que me hagas caso. —Se dio la vuelta y los dejó solos. 

Durante un rato, ni Sully ni Yunho abrieron la boca. Yunho dudaba que el discurso de Jaejoong hubiera intimidado a Sully, pero se sintió orgulloso de que su esposo se hubiera defendido solo. Observó a su antigua amante y sólo sintió asco. 

—¿Qué te pasa, Sully? Siempre has sido una mujer dura, pero nunca fuiste cruel. 

—No sé de qué te quejas. A ti tampoco te gusta la exposición de fieras. 

—No te hagas la tonta. Querías hacer daño a Jaejoong y lo has conseguido. Lo utilizas a él para hacerme daño a mí y no pienso consentirlo. 

—No seas creído, no eres tan importante. 

—Te conozco, Sully. Sé cómo piensas. Todo iba bien mientras la gente pensaba que Jaejoong era un ladrón, pero ahora que saben la verdad, no puedes soportarlo. 

—Hago lo que me da la gana, Yunho. Siempre lo he hecho y siempre lo haré. 

—¿Dónde está la gorila? 

—No es asunto tuyo. —Sully salió de la caravana tras fulminarle con la mirada. 

Yunho se negó a ir tras ella, no pensaba darle la satisfacción de tener que pedirle nada. Se acercó al teléfono. 

Tardó un día en localizar al distribuidor al que Sully había vendido la gorila. El distribuidor le pidió el doble de lo que le había pagado a Sully por el animal, pero Yunho no regateó.

Buscó un hogar confortable para Glenna y, el miércoles de la semana siguiente, pudo decirle a Jaejoong que su gorila se acababa de convertir en la nueva residente del zoo Memories en Gangnam. Lo que no le dijo fue que había sido su dinero el que lo había hecho posible. 

Jaejoong rompió a llorar y le dijo que era el marido más maravilloso del mundo. 

Brady y Krystal se detuvieron en el mostrador de la TWA en el aeropuerto. La chica embarcaría en un avión de esa compañía rumbo a Busan. No se habían dirigido la palabra desde que habían salido del recinto esa mañana, y a Brady le corroía la culpa, algo que no le gustaba nada. Sully lo había insultado de todas las maneras que sabía y, el día anterior, Jaejoong lo había acorralado contra uno de los tenderetes para ponerlo de vuelta y media. Lo habían hecho sentir un canalla. Pero ninguno de ellos sabía lo que era tener una hija ni quererla tanto que haría cualquier cosa por ella. Miró enfadado a su hija. 

—Haz caso a tu tía Taeyeon, ¿me oyes? Te llamaré todas las semanas. Si necesitas dinero me lo dices, y no se te ocurra empezar a salir con chicos todavía.

Ella miró hacia delante, con la mochila agarrada firmemente entre las manos. Se la veía tan bonita, delgada y resentida, que a él le dolió el corazón. Quería proteger a su hija, protegerla y hacerla feliz. Daría su vida por ella. 

—Te enviaré un billete de avión para que vengas a pasar las vacaciones de Navidad con nosotros —dijo bruscamente. —Quizá podríamos ir a Disneylandia. ¿Te gustaría?

Krystal se volvió hacia él con la barbilla temblorosa.

—No quiero volver a verte en mi vida. 

Brady sintió un dolor desgarrador en las entrañas. 

—No lo dices en serio.

—Ojalá no fueras mi padre. 

—Krystal... 

—No te quiero. Nunca te he querido. —Sin derramar ni una sola lágrima y con la cara inexpresiva, Krystal lo miró directamente a los ojos. —Quería a mamá, pero a ti no. 

—No digas eso, cariño. 

—Deberías sentirte feliz. Ya no tienes que sentirte culpable por no quererme. 

—¿Quién te ha dicho que no te quiero? Maldita sea, ¿te lo han dicho los chicos?

—Eres tú quien me lo ha dicho. 

—Jamás he hecho tal cosa. ¿De qué diablos hablas? 

—Me lo has demostrado de mil maneras. —Se puso la mochila al hombro. —Lamento lo que sucedió con el dinero, pero ya te lo dije. Ahora me piro al avión. No te molestes en llamarme. Siempre estaré demasiado ocupada para ponerme al teléfono. 

Se dio media vuelta y se alejó de él. Le enseñó el billete a la azafata y desapareció por la puerta de embarque.

Santo Dios, ¿qué había hecho? ¿Qué había querido decir su hija con que le había demostrado de mil maneras que no la quería? Jesús, María y José, lo había jodido todo. Él sólo quería lo mejor para ella. Aquel era un mundo duro y tenía que ser exigente con ella o acabaría convirtiéndose en una vaga. Pero todo había salido mal. 

En ese momento se dio cuenta de que no podía dejar que se fuera. Sully y Jaejoong habían tenido razón desde el principio.

Empujó a la azafata al pasar por su lado y se coló por la puerta de embarque dando voces. 

—¡ Krystal Pepper, vuelve aquí ahora mismo!

La alarmada azafata se interpuso en su camino.

—Señor, ¿puedo ayudarle en algo?

Los pasajeros que se interponían entre Krystal y él se giraron para ver qué pasaba, pero ella siguió caminando. 

—¡Vuelve aquí inmediatamente! ¿Me has oído? 

—Señor, voy a tener que llamar a seguridad. Si tiene algún problema... 

—Venga, llámelos. Esa chica es mi hija y quiero que vuelva. 

Krystal casi había llegado a la puerta del avión cuando Brady la alcanzó. 

—No pienso tolerar que ninguna hija mía me hable así. ¡Ni hablar! —La apartó a un lado con intención de decirle lo que se merecía. —Si crees que adoptando esa actitud conseguirás volver con tu tía Taeyeon, estás muy equivocada. Mueve el culo, nos volvemos al circo, jovencita, y espero que te guste limpiar porque es lo que vas a hacer de camino. 

Ella se lo quedó mirando con los ojos tan abiertos que parecían caramelos azules de menta. 

—¿Me quedo?

—Por supuesto que te quedas. Y no quiero volverte a oír hablar así. —Se le quebró la voz. —Soy tu padre, y si se te ocurre no quererme de la misma manera que yo te quiero, te arrepentirás. 

A continuación, Brady la abrazó y ella le devolvió el abrazo mientras los pasajeros que intentaban subir al avión los empujaban con sus bolsas y carritos, pero a ninguno de los dos pareció importarle. Brady siguió abrazando con fuerza a esa hija que amaba con locura y de la que no pensaba separarse nunca. 

*

La noche del lunes sólo hubo una función, así que Yunho invitó a Jaejoong a cenar fuera. La suave música flotaba en el comedor en penumbra de un lujoso restaurante en el centro de Hong Kong, donde la pareja tomó asiento en un reservado de la esquina.

Ahora que ya no estaba preocupada por Glenna, Jaejoong se sentía como si le hubieran quitado un peso de encima. También había contribuido a su bienestar que Brady hubiera regresado del aeropuerto con Krystal. El equilibrista no se había mostrado demasiado comunicativo al respecto, más bien se había comportado como un puerco espín cuando Jaejoong le había preguntado qué había sucedido, pero fue evidente que mantuvo a su hija pegada a él durante casi todo el día. Ésta no había estado tan feliz en todo el verano. 

De todas maneras, Jaejoong consideraba las últimas dos semanas las mejores de su vida. Yunho había sido tan tierno y cariñoso con él que apenas parecía el mismo hombre. Estaba decidido a contarle lo del bebé esa noche, aunque aún no sabía cómo. 

Yunho sonrió; estaba tan guapo que el corazón de Jaejoong hizo una pirueta. A los hombres corpulentos no solía sentarles bien el traje, pero él era, definitivamente, una excepción. 

—Estás precioso esta noche. 

—Pensé que ya no sabría cómo arreglarme. —Por una vez no se vio impulsado a decirle que su madre habría estado guapísima, tal vez porque a Jaejoong ya no le importaba su apariencia tanto como antes. Se había pasado tanto tiempo en vaqueros, coleta de piña  y con la cara lavada que esa noche se sentía muy sofisticado. 

—Te aseguro que estás estupendo.

Jaejoong sonrió. Para salir a cenar se había puesto la única ropa de vestir que tenía: un jersey de seda color hueso y un pantalón a juego… Como no había querido malgastar el dinero en ir a la peluquería, tenía el pelo largo que nunca y, tras tantas semanas de llevarlo recogido, sentía el sensual roce en el cuello.

El camarero dejó dos ensaladas ante ellos, cada una con corazones de alcachofa, vainas de guisante y pepino, regadas con salsa de frambuesa y sazonadas con queso rallado. 

En cuanto los dejó solos, Jaejoong susurró: 

—Tal vez deberíamos haber pedido la ensalada de la casa, esto parece demasiado caro. 

Yunho pareció divertirse con su preocupación. 

—Incluso los más humildes tenemos derecho a vivir la vida de vez en cuando. 

—Lo sé, pero... 

—No te preocupes por eso, cariño. Podemos permitírnoslo.

Jaejoong decidió para sus adentros que las siguientes semanas haría comidas baratas para compensar el gasto. Aunque Yunho no hablaba jamás de dinero, él no creía que un profesor universitario ganara demasiado. 

—¿No quieres que te sirva vino? 

—No, así está bien. —Al beber un sorbo de agua con gas, miró el vino que brillaba en la copa de Yunho. Había pedido una de las botellas más caras de la carta y a él le habría encantado probarlo, pero no pensaba hacer nada peligroso para el bebé.

No deberían tirar el dinero en una cena tan cara con un bebé en camino. Tan pronto como terminara la gira, buscaría un trabajo y trabajaría hasta que llegara el momento del parto, así podría ayudar con los gastos extra. Cuatro meses antes no se le hubiera pasado por la cabeza tal cosa, pero ahora la idea de trabajar duro no le preocupaba. 
Pensó que le gustaba mucho la persona en la que se había convertido. 

—Come. Me encanta verte meter el tenedor en la boca. —La voz de Yunho se había vuelto ronca y manifiestamente seductora. —Me recuerda a todas esas otras cosas que haces con ella. 

Jaejoong se ruborizó y volvió a concentrarse en la ensalada, pero sentía los ojos de Yunho clavados en él con cada bocado que daba. Un montón de imágenes eróticas comenzó a desfilar por su mente.

—¡Deja de hacer eso! —Soltó el tenedor con exasperación.

Él acarició el tallo de la copa con aquellos dedos largos y elegantes, luego deslizó el pulgar por el borde. 

—¿Que deje de que hacer qué? 

—¡Deja de seducirme! 

—Pensaba que te gustaba que te sedujera.

—No cuando me he arreglado para cenar en un restaurante. 

—Entiendo… ¿Llevas bóxer?

—Por supuesto.

—¿Algo más? 

—No.   

—Bien. Pues vas a hacer lo siguiente: levántate y ve al baño. Quítate el bóxer y mételas en el bolso. Luego vuelve aquí.

El calor se extendió por los lugares más secretos del cuerpo de Jaejoong.

—¡No pienso hacer eso!

—¿Sabes qué pasó la última vez que un Kim desafió a un Choi? 

—No, y no sé si quiero saberlo. 

—Perdió la cabeza. Literalmente. 

—Entiendo. 

—Pues te doy diez segundos.

Aunque mantenía una expresión desaprobadora, a Jaejoong se le había disparado el pulso ante la idea. 

—¿Es una orden? 

—Apuesta tu dulce trasero a que sí.

Aquellas palabras fueron como una caricia erótica que casi la hizo disolverse, pero logró apretar los labios y levantarse de la mesa con aparente renuencia. 

—Señor, es usted un tirano y un déspota.

Salió del comedor con la ronca risa de Yunho resonando en sus oídos. 

Cuando regresó cinco minutos después, se acercó apresuradamente al reservado. Si bien las luces eran tenues, estaba seguro de que todos podían darse cuenta de que estaba desnudo bajo la delgada tela del pantalón. Yunho lo estudió con atención mientras se acercaba. Había tal arrogancia en su postura que no cabía duda de que era un Choi de los pies a la cabeza. 

Cuando Jaejoong se acomodó a su lado, él le pasó un brazo por los hombros y le deslizó un dedo por la clavícula. 

—Pensaba decirte que abrieras el bolso y me mostraras tu ropa interior para estar seguro de que habías seguido mis órdenes, pero me parece que no será necesario. 

—¿Se nota? —Miró a los lados, alarmado. —Ahora todos saben que estoy desnudo debajo de la ropa y es culpa tuya. Nunca debí dejar que me convencieras de esto.

Yunho le deslizó la mano bajo el pelo y lo cogió por la nuca. 

—Tal y como yo lo recuerdo, no tenías otra opción. Fue una orden real, ¿recuerdas? 

Él había aprovechado todas las oportunidades que se le presentaban para tomarle el pelo desde el domingo, y él disfrutaba de cada minuto. Le lanzó una mirada reprobatoria. 

—Yo no obedezco órdenes reales. 

Él se acercó más y le rozó la oreja con los labios. 

—Cariño, con un chasquido de dedos puedo hacer que te encierren en una mazmorra. ¿Seguro que no quieres reconsiderar tu postura? 

La llegada del camarero lo salvó de responder. Había retirado los restos de la ensalada mientras él estaba en el baño y ahora les sirvió el plato principal. Yunho había pedido salmón ahumado y él pasta. Los linguini olían a sabrosas hierbas y a los camarones que se escondían entre las verduras. Mientras probaba el delicado manjar, Jaejoong intentó olvidarse de que estaba medio desnudo, pero Yunho no lo dejó. 

—¿Jaejoong ? 

—¿Mmm? 

—No quiero ponerte nervioso, pero... 

Él levantó la servilleta que cubría el pan caliente y estudió atentamente la cesta y su contenido. Ya que todos los panecillos eran iguales, él no entendía por qué tardaba tanto tiempo en elegir uno como no fuera para ponerlo nervioso. 

—¿Qué? —lo azuzó. —¿Qué decías? 

Yunho partió el pan y lo untó lentamente de mantequilla. 

—Si no me satisfaces por completo esta noche... —lo miró, y sus ojos estaban llenos de fingido pesar— me temo que tendré que cederte a mis hombres. 

—¡Qué! —Jaejoong casi se levantó de un salto de los cojines. 

—Es sólo para inspirarte. —Con una sonrisa diabólica, hundió con firmeza los dientes blancos en el trozo de pan.

¿Quién podía haber imaginado que ese hombre tan complicado sería un amante tan imaginativo? Pensó que ese pícaro juego podían jugarlo los dos y sonrió con dulzura. 

—Entiendo, Su Alteza Imperial. Le aseguro que estoy demasiado aterrado por su real presencia para osar decepcionarle.

Yunho arqueó una ceja diabólicamente mientras pinchaba un camarón del plato de Jaejoong y se lo acercaba a los labios del joven. 

—Abre la boquita, cariño. 

Jaejoong se tomó su tiempo para comer el camarón y, mientras, deslizó los dedos por el interior de la pantorrilla de Yunho, agradeciendo la intimidad y la escasa luz del reservado que los resguardaban de miradas curiosas. Tuvo la satisfacción de sentir cómo a su marido se le tensaban los músculos de la pierna y supo que él no estaba tan relajado como parecía. 

—¿Tienes las piernas cruzadas? —preguntó él.

—Sí. 

—Sepáralas. —Él casi soltó un grito ahogado. —Y mantenías así el resto de la velada. 

La comida se volvió insípida de repente y todo en lo que Jaejoong pudo pensar fue en salir del restaurante y meterse en la cama con él. 

Separó las piernas unos centímetros. Él le tocó la rodilla bajo el mantel, y su voz ya no sonó tan segura como antes. 

—Muy bien. Sabes acatar las órdenes. — subió con su mano por su muslo y la deslizó hacia arriba por el interior del muslo. 

Tal audacia lo dejó sin aliento y, en ese momento, se sintió como un esclavo bajo el yugo del heredero. La fantasía lo hizo sentirse débil de deseo. 

Aunque ninguno de los dos mostró señales de apresuramiento, acabaron de comer en un tiempo récord y rehusaron tomar el café y el postre. Pronto estuvieron de regreso en el circo. 

Yunho no le dirigió la palabra hasta que estuvieron dentro de la caravana, donde lanzó las llaves en el mostrador antes de volverse hacia él.

—¿Has tenido suficiente diversión por esta noche, cariño? 

El roce de la seda en su piel desnuda y su flirteo público habían hecho que Jaejoong abandonara sus inhibiciones, pero aun así se sintió un poco tonto cuando bajó la vista e intentó mostrarse sumiso. 

—Lo que Su Alteza Imperial desee. 

Él sonrió. 

—Entonces desnúdame. 

Él le quitó la chaqueta y la corbata, y le desabotonó la camisa al mismo tiempo que presionaba la boca contra el torso que dejaba al descubierto. El roce sedoso de sus pieles cosquilleó en sus labios poniéndole la piel de gallina. Lamió una de las oscuras y duras tetillas. Sintió los dedos torpes al forcejear con la hebilla del cinturón y, cuando por fin consiguió abrirlo, comenzó a bajarle la cremallera. 

—Desnúdate tú primero —dijo él. 

A Jaejoong le temblaron las manos cuando  con un grácil movimiento se pasó el jersey por la cabeza mostrando los pezones. La cinturilla del plantón cedió bajo los dedos y la frágil seda se le deslizó por las caderas. La apartó con el pie y se quedó desnudo ante él.  
Yunho lo acarició con la mano, desde el hombro a la cadera, desde las costillas a los muslos, como si estuviera marcando una propiedad. El gesto licuó la sangre de Jaejoong en sus venas, enardeciéndolo hasta tal punto que apenas era capaz de mantenerse en pie. 

Yunho tomó una bufanda y contuvo el aliento cuando él le pasó la bufanda alrededor del cuello dejando que los extremos colgasen sobre sus pezones. Tomando los flecos en las manos, Yunho levantó primero un extremo y luego el otro, deslizándolos de un lado a otro. Los dorados hilos de seda le rozaron los pezones con suavidad. La sensación, cálida y pesada, se extendió por el vientre de Jaejoong. 

A Yunho se le oscurecieron los ojos hasta adquirir el color del brandy. 

—¿A quién perteneces? 

—A ti —susurró él. 

Él asintió con la cabeza. 

—¿Ves qué sencillo es?

Terminó de desnudarlo. Entonces, Jaejoong deslizó las palmas de las manos por los muslos de Yunho, sintiendo las duras texturas de la piel y los músculos. Estaba majestuosamente excitado. Consideró que tenía más que suficiente, pero siguió con la fantasía. 

—¿Qué quieres ahora de mí? —preguntó. 

Él apretó los dientes y emitió un profundo sonido inarticulado mientras lo empujaba por los hombros hacia abajo. 

—Esto. 

A Jaejoong se le paró el corazón. Acató su orden silenciosa y lo amó como quería. El tiempo perdió su significado. A pesar de estar en aquella postura sumisa, nunca se había sentido tan poderoso. Yunho le enredó los dedos en el pelo, mostrándole sin palabras lo que necesitaba. Los ahogados gemidos de placer de Yunho incrementaron la excitación de Jaejoong. 

El joven sintió la rígida tensión de los músculos bajo las palmas de las manos y la película de sudor que cubría aquella dura piel masculina. En ese momento Yunho lo puso bruscamente en pie y lo tendió en la cama.

Retrocedió un paso para mirarlo a los ojos. 

—Ábrete para mí y dejaré que me sirvas otra vez. 

Oh, Santo Dios. Yunho debió de sentir el estremecimiento que lo recorrió porque sus ojos se entornaron con satisfacción. Jaejoong separó las piernas. 

—No tan rápido. —Él le atrapó el lóbulo de la oreja entre los dientes y lo mordisqueó con suavidad. —Primero tengo que castigarte. 

—¿Castigarme? —Él se quedó rígido pensando en los látigos guardados bajo la cama, justo debajo de sus caderas. 

—Me has excitado, pero no has terminado lo que empezaste. 

—Eso fue porque tú... 

—Basta. —Yunho se levantó de nuevo y lo miró con toda la noble arrogancia heredada de sus antepasados Choi. 

Jaejoong se relajó. Él jamás le haría daño. 

—Cuando quiera tu opinión, hombre, te la pediré. Hasta entonces, será mejor que controles la lengua. Mis sirvientes llevan demasiado tiempo sin sexo. 

Jaejoong le lanzó una mirada afilada. 

A Yunho le tembló la comisura de los labios, pero no sonrió. Se limitó a inclinar la cabeza y rozarle con los labios el interior del muslo.

—Sólo hay un castigo adecuado para un esclavo que no sabe guardar silencio. Una severa y cruel reprimenda.

El techo dio vueltas mientras él cumplía su amenaza y lo llevaba a un reino de ardiente placer, a un éxtasis tan antiguo como el tiempo. El cuerpo de Yunho se volvió resbaladizo por el sudor y tensó los músculos de los hombros bajo las manos de Jaejoong, pero no se detuvo. Sólo al final, cuando él le rogó que forzara la dulce penetración que necesitaba con tanta desesperación. 

Yunho lo penetró profundamente y toda diversión desapareció de sus ojos. 

—Quiero amarte —susurró.

A Jaejoong le ardieron los ojos por las lágrimas cuando él dijo las palabras que tanto había deseado oír. Yunho se pegó a su cuerpo, y se dejaron llevar por un ritmo tan eterno como el latido de sus corazones. Se movieron como si fueran uno. Jaejoong sintió cómo su amado lo llenaba por completo, llegando al mismo centro de su alma. 

Se perdieron en un torbellino de pasión; cielo y tierra. Todos los elementos de la creación convergiendo en una perfecta combinación. 

Cuando todo terminó, Jaejoong experimentó una dicha que nunca había sentido antes y tuvo la certeza de que todo iría bien entre ellos. «Quiero amarte», había dicho él. No había dicho, «quiero hacer el amor contigo», sino «quiero amarte». Y lo había hecho. No podía haberlo amado más intensamente aunque hubiera repetido las palabras cien veces. 

Lo miró por encima de la almohada. Estaba de cara a él, con los ojos medio cerrados y somnolientos. Extendiendo el brazo, Jaejoong le acarició la mejilla y él volvió la cabeza para besarle la palma de la mano. 

Él le recorrió la mandíbula con el pulgar, disfrutando de la suave aspereza de su piel. 

—Gracias. 

—Soy yo quien debería darte las gracias.

—¿Quiere eso decir que no vas a compartirme con tus sirvientes? 

—No te compartiría con nadie. 

El juego erótico que habían estado jugando lo había hecho olvidarse de la promesa que se había hecho interiormente de decirle lo del bebé esa noche. 

—Llevas días sin hablar del divorcio. 

Yunho se puso en guardia de inmediato y rodó sobre la espalda. 

—No he pensado en ello. 

Jaejoong se sintió desanimado por su retirada, pero ya sabía que iba a ser difícil y continuó presionándolo, aunque con toda la suavidad que pudo. 

—Me alegro. No es algo agradable en lo que pensar. 

Lo observó con una mirada preocupada. 

—Sé lo que quieres que diga, pero aún no puedo. Dame un poco más de tiempo, ¿vale? 

Con un nudo en la garganta, Jaejoong asintió con la cabeza. 

Parecía tan nervioso como un animal salvaje obligado a vivir bajo el yugo de la civilización.

—Nos lo tomaremos día a día.

Jaejoong comprendió que no debía seguir presionándolo. Pero el hecho de que él no hubiera mencionado que su matrimonio finalizaría en apenas dos meses le daba la suficiente esperanza como para retrasar un poco más la noticia del bebé. 

—Eso haremos. 

Él se incorporó y se reclinó contra las almohadas apoyadas contra el cabecero. 

—Sabes que eres lo mejor que me ha pasado en la vida, ¿verdad? 

—Sin lugar a dudas. 

Él se rio entre dientes y dio la impresión de que lo abandonaba parte de la tensión. Jaejoong se puso boca abajo, se apoyó en los codos y le acarició el pecho con la yema de los dedos. 

—¿Catalina la Grande fue una Choi?

—Sí. 

—He leído que era una mujer muy lujuriosa.

—Tenía un montón de amantes. 

—Y mucho poder. —Jaejoong se inclinó hacia delante y le mordisqueó el pectoral. Yunho se estremeció, así que lo mordisqueó otra vez. 

—¡Ay! —lo cogió por la barbilla. —¿Qué es lo que está tramando exactamente esa retorcida mente tuya?

—Sólo pensaba en todos esos hombres tan fuertes bajo el yugo de Catalina la Grande... 

—Aja. 

—... obligados a servirla... a someterse a ella.

—Aja. 

Jaejoong le acarició con los labios. 

—Te toca ser el esclavo, machote. 

Por un momento él pareció alarmado, luego soltó un profundo suspiro.

—Creo que he muerto y he ido al cielo.

26 comentarios:

  1. "Besar a un angel" es una de mis novelas romanticas favoritas ♥
    No sabia que harias una adaptacion YunJae, eso lo hace tan yunjaesco (?) ♡
    Definitivamente es diferente leer esta version, una genial adaptacion ^^
    Disculpa por no comentar seguido, los estudios no me lo permiten. Fighting!

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  2. Awwwwww este capítulo es puro amor <3... y lujuria *¬* xD me encantó >.< pero me da nervio pensar en la reacción de Yunho cuando Jaejoong le cuente lo del bebé... y falta tan poco para que Yunnie le confiese sus sentimientos! >.< ¡omg! ¡como amo esta adaptación! xD Yunnie tan nanai con Jaejoong <3 moriré por tanta ternuraaaaaaaa *---*

    Por otro lado, lo de Brady y Krystal fue muy lindooooooooo~ me gusto :3 menos mal que se comunicaron al fin~ >.< ... oh si y como siempre Sully me sigue dando mala espina xd ... esa mujer celosa y mala óò

    Muchas gracias por la actuuuuuuuuuuuuuu! me haces tan feliz~ ^w^ nos leemos en el proximo *o* :>.<: gracias otra vez! saludos y cuidateee :3

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  3. brady recapacito y detuvo a krystal antes que abordara el avion, si no lo hacia se arrepentiria por siempre y ahora jaejoong no se anima a decirle a yunho del bebe, temo por la reaccion de yunho, me comere las uñas hasta q llegue a esa parte,esa sully mala vendio a la gorilita, felizmente yunho la rescato para complacer a boo. me gusto cuando le dijo q le toca ser el esclavo machote **muchisimas gracias por el capitulo :)

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  4. hahahaha me mato la frase del final, perdon por comentar hasta ahorita, es que estuve leyendo del cel y ahi no se como comentar hahaha
    me encanta, oh, un bebe <3 sera lo mejor, ojala los una mas y yunho no lo tome a mal
    ¡en tu cara sully! odio a esa tipa :c
    gracias por el capitulo

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  5. Parece que su relación está avanzando mucho :3 que bueno que Kristal pudo arreglar las cosas con su papá (aunque de una manera rara) pero al menos se pudo quedar en el circo al lado de su padre que es donde quiere estar. Jae es un amor todo preocupado por sus animales, me gusta como ha ido avanzando su personaje y el hecho de que pasara de sentir pavor al verlos y que ahora los defienda y quiera lo mejor para ellos es genial!

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  6. gracias por actualizar rápido, esta historia me tiene enganchada :D
    Yunho ya esta enamorado pero aun él no puede reconocerlo, espero q cuando se de cuenta de que ama a JJ no sea demasiado tarde, y esa sully espero de q no vaya demasiado lejos con su venganza.. aw quiero seguir leyendo masss...

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  7. tan genial adaptacion me encanta.... ahhh!!!! que pasara cuando Jae le diga lo del bebe... espero que yunho este lo suficientemente enamorado para poder sobrellevar la noticia.... hahahaha yunho esclavo... quiero ver eso hahahah... gracias!! por tu arduo trabajo ^^

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  8. Me pudro de amor con estos dos, la cena, el juego previo han desarrollado tal relación que hasta sus juegos hacen, la manera en que se hablan, se tocan y se entregan T_T y cuando yunho le dijo "quiero amarte" eso fue todo a pesar de que diga que se lo tomaran con calma el amor entre ellos ya esta ahi, el miedo y todo impiden hacercelos ver y ser consientes, es que son el uno para el otro, jae ha sabido ganarse a yunho con el paso del tiempo, onala pronto aclaren las cosas y jae sea capaz de decirle acerca del bebe y lo tome bien ;_; que lo proteja de todo, sully aun temo que haga algo no sé, esperemos que no, insisto me encanta, amo esta historia es una preciosidad, gracias por compartirla ;; ♡

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  9. Yunho no se ha dado cuenta que ya ama a jaejoong y el que tendran un bebe vendra bien el debe de aceptarlo sera bueno para q asimile q sera un buen padre.

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  10. OMG SUN!! paso tanto de la relacion del yunjae en este capitulo
    Lo bueno es que yunho sabe que con Jae a llegado a un nivel que hasta ahora no habia experimentado, es solo que aun no quiere darle un nombre hasta estar completamente seguro
    Jae ahora ha planeado retrasar la conversacion sobre el bebe ... no se que clase de consecuecias conlleve esto ... estoy esperando que llegue ese momento porque me tiene con muchas expectativas uwaa
    Gracias linda por las actualizaciones ... ^-^ <3

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  11. quue capitulo tan emocinante que kritel y su padre solucionaran sus problemas y que la gurila este en un lugar mejor para ella y a es pera cundo jea de diga a yunho de su bebe , cracias por el capitulo

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  12. Me encanto este capítulo, que pasará cuando Jae le diga lo del bebé, espero que se ponga feliz y no lo contrario. gracias, espero pronto actualices esta muy emocionante.e interesante.

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  13. Jae tiene q decirle ya a Yunho. Sobre el bebé!!
    Les quedan unos meses más.. Y tal vez todo acabe antes si jae le dice del bebé.. Buuu u.u

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  14. Es bueno que el padre de kristal recapacitaraa…… jae y yunhoo enserio amor puro… esperemos y yunho ..no tome mal lo del bebe* -*

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  15. waa me encanto todo XD
    que bueno que el papá de krystal por fin se puso las pilas
    es una buena chica solo que estaba confundida
    y el YunJae kyaa más pasión para ellos, aunque se ve que yunho aun tiene sus dudas, su corazón aun esta renuente a abrirse completamente,
    pero me gustó mucho el juego erótico jaja
    pero ahora quiero saber como le hará jae para decile lo del bebé y como se lo tomará yunho contii

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  16. al comienzo me gusto cuando brandy no dejo ir a kristal me conmovió espero que su relación de padre e hija mejore :3

    ese yunho es todo un pervertido :3 que diga una vez por todas que esta enamorado de jaejoong y punto <3 <3

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  17. QUE LINDO AL FIN BRADY COMPRENDIO QUE ESTABA HACIENDO MAL CON KRISTAL,EL QUERIA PROTEGRLA EN VEZ DE ESO HIZO QUE ELLA LO ODIARA, YUNHO Y JAE SU RELACION CADA VEZ ESTA MEJOR PERO JAE DEBERIA DECIRLE LO DEL BEBE A YUNHO,SULLY ES MALA VENDIO AL GORILA SOLO PARA HACER SUFRIR A JAE LO BUENO QUE YUNHO LA RECUPERO

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  18. hermoso este capítulo, me encantó la complicidad que tienen .
    Jae sin decirle lo del bebé, espero que Yunho no se enoje y se estropee todo.
    esa Sully es envidiosa y mala. no los dejará vivir en paz

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  19. estan tan enamorados *v* me encanta~ esos juegos de realeza^^ :3

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  20. Enserio espero que yunho no enloquesca con la noticia del bebe...
    Senota que se aman y mucho ahhhhh es tan hermoso
    gracias por el cap^^

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  21. se ve el amor por qui y por alla el amor es tan grande jae el beeb crece mas rapido dile no queremos que yunho se enije contigo porfis yunho acepat este amor que tienes delante de ti >.<

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  22. Jae me tiene nerviosa con su embarazo y nada que le dice a Yunho x_x

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  23. ya jae suéltalo de una ves y dile a yunho lo del bebe ahora que esta mas enamorado
    a lo mejor se molesta pero le pasara bueno espero y se le pase
    pues ya ni piensa en el divorcio ya se esta acostumbrando a la idea de quedarse con tigo y no divorciarse al fin

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  24. Cada vez Sully me cae más mal, ya que lo supere, Yunho ama a Jaejoong y ella debe aceptarlo
    Ayy pero Jae ¿cuando le vas a decir a Yunho? :c Tengo miedo de que al decirle Yunho se ponga violento y arruine todo lo que han progresado en su relación
    Por lo menos ahora lo están gozando a lo grande Hahahaha No existe la vergüenza entre ellos x3

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  25. Esa tal sully no puede vivir su vida asi se vuelve mas viea jajaja
    Que bueno que a Brady recapacitado y no halla deiado que su hija se valla la queria pero no sabía como trasmitirle su amor ...
    woo Jaejoong se lo que estas esperando pero me da miedito si Yunho reacciona mal u.u esperamos que no y cuando se lo digas el se muera de amor por ti

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  26. Casi lloro con ese padre tan inexpresivo, tanto amor por su niña que no sabía cómo expresar y demostrar. No pude evitar la punzada en el corazón con todo lo que ella le dijo pero gracias a eso él reacconor. Yunho casi me mata de risa con su juego de "Órdenes el emperador" los esclavos y toda la cosa, vaya que Jae lo puso imaginativo. He puesto una esperanza en Jae y espero que acabe por reconocer que lo ama.

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