Capítulo VIII - PeD

Jaejoong rápidamente volteó la cabeza para mirar hacia la puerta cuando escuchó a alguien riéndose. Él sonrió cuando vio a su tío de pie, y a un hombre más bajo de pie detrás de él. —Tío Chun— exclamó.

Saltó de la mesa y salió corriendo de la habitación para abrazar a su tío. Fue abrazado y luego puesto en libertad. Para luego ser abrazado por otros brazos fuertes detrás de su tío.

— Min, estoy tan contento de verte— dijo cuando él lo abrazó. Dando un paso atrás para mirarlo y se echó a reír. —Aunque vas a tener que pasar por la panadería si quieres un pastel de chocolate. El último lo perdí en una buena causa.

Min frunció el ceño a Jaejoong —No pasteles, ¿huh? Supongo que no importa, solo tengo que ir a tu casa después.

—¡ Min! Pórtate bien.— Yoochun se echó a reír antes de entrar más en la habitación. Extendió la mano para estrechar la mano de Yunho. —Dr. Jung, siento que hablemos en estas circunstancias. He estado admirando sus técnicas quirúrgicas durante algún tiempo. Hace un excelente trabajo. He estado planeado una reunión contigo desde hace varias semanas, pero ya sabes cómo es.

—Gracias, Director, Yo…— Yunho respondió asintiendo con la cabeza.

—Pensé que te había dicho que me llamaras Yoochun.

— Yoochun, entonces y por favor llámame Yunho.

—Entonces, ¿En qué tipo de problema te metió mi sobrino?— Yoochun preguntó mientras se volvía para enfrentar a Jaejoong.

Yunho sonrió, tendiéndole la mano a Jaejoong, que rápidamente dio un paso hacia él para agarrarla. Yunho lo acercó a su lado, todavía aturdido por el hecho de que su pequeño Jaejoong fuera el sobrino de su jefe.

—¿Quién dice que lo metí en problemas? Tal vez fue él quien me metió en problemas a mí— Jaejoong puso mala cara, ya que se puso rojo sabiendo que los tres hombres en la sala lo veían.

—Cariño, la única manera que podría haberte metido en problemas es golpeándote. De alguna manera, conociendo lo buen doctor que Yunho es, eso es imposible.— Yoochun se echó a reír.

Yunho miró con deleite como Jaejoong rodó sus ojos. Estaba tan adorable. Yunho no podía creer que había encontrado un maravilloso hombre. Jaejoong parecía perfecto para él. Ser capaz de crear pasteles fenomenales era solo un bono extra.

—Jaejoong realmente no hizo nada. Él…

—Esta vez— Min se rió en voz baja, recibiendo una mirada feroz de Jaejoong.

—El Dr. Kang ha estado acosando a Seulgi, una de mis enfermeras, desde hace mucho tiempo. Yo lo sabía, pero Seulgi me pidió que no me metiera. A ella le gusta su trabajo y no quería hacer ningún escándalo. Yo debería haber hecho algo al respecto desde el principio. Tal vez así no estaríamos en este lio.

Yoochun asintió con la cabeza. —Sí, tú deberías haberlo hecho. Yo no quiero en mi equipo a nadie que les falte al respeto a los otros miembros del personal o a los pacientes. No es así como yo manejo las cosas. Dicho esto, tengo que ver todas las declaraciones.

—Seulgi las tiene.

—¿Ya terminó por esta noche, doctor?— Yoochun preguntó, mirando a Yunho.

—Si. Hoy fue mi día libre. Pero hubo un choque en la autopista, así que me llamaron, estaba terminando mis papeles cuando Jaejoong pasó por aquí.

—Bien, bien. Entonces vete a casa. Te llamaré mañana después de haber revisado las declaraciones de todos. Estoy seguro de que vamos a escuchar del Dr. Kang en algún momento también.

—No lo dudes. Estaba muy enojado— añadió Jaejoong cuando Yunho lo llevó hacia la puerta. —Gracias, tío Chun.

—No hay problema, pequeño. Trata de no molestar a ningún otro de mis médicos por esta noche. Una catástrofe por noche es todo lo que puedo manejar. Ahora váyanse los dos. Ve a casa y pasa un buen rato mientras yo trato de arreglar este lío.

Yunho no necesitaba que se lo dijeran dos veces. Jaló a Jaejoong de la mano y lo sacó de la sala de descanso para médicos, hacia el pasillo y luego a los ascensores. Quería llegar a la casa de ese hombre sexy y desnudarlo tan rápido como pudiera.

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Jaejoong abrió la puerta del apartamento un par de semanas más tarde, entró y puso la bolsa de comida del restaurante italiano donde habían comido, abajo en la mesa del café. —Oye, Yunho, ¿te puedo decir algo?

Yunho cerró con llave la puerta antes de caminar hacia Jaejoong. —Claro, cariño, me puedes preguntar lo que quieras.

—¿No crees que todo esto está sucediendo muy rápido?

—¿Todo qué?— Preguntó Yunho, volviéndose para mirar a Jaejoong.

—Esto… tú, yo. Todo esto entre nosotros— Jaejoong dijo, agitando las manos en el aire mientras caminaba dentro del departamento.

Yunho caminó el espacio que los separaba, y envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Jaejoong.

—¿Te preocupas por mí, Jaejoong?

—Bueno, ¡duh!

—Bueno, me preocupo por ti también. De hecho, creo que hay algo muy especial entre nosotros. No solo es esta conexión entre nosotros que nunca antes había sentido con nadie.

—Si, ya sé lo que quieres decir. Ya sé que ha pasado menos de un mes, pero siento que te he conocido desde siempre.

—Exactamente. Siento que puedo decirte todo, como lo sexy que eres para mí. O como cuánto deseo arrastrarte a tu dormitorio tomándote de tu cabello y violarte.

—¿En serio?— Jaejoong preguntó. Nunca nadie le había dicho estas cosas.

—Sin embargo, por mucho que me guste tu cuerpo, también quiero hacerme un ovillo contigo y ver películas, discutir sobre quién va a sacar la basura, despertar contigo acostado a mi lado todas las mañanas y saber que puedo amarte sin pedirte permiso primero.

—Así que, ¿a dónde vamos desde aquí?

Yunho le dio una sonrisa lasciva a Jaejoong. —¿A la habitación?

—Yunnie

—Lo siento, cariño, pero eso era más fácil. Está bien, ven a sentarte conmigo— Yunho llevó a Jaejoong al sofá, sentándose antes de jalar a Jaejoong hacia abajo para que se sentara en su regazo. —Está bien, admites que hay algo especial entre nosotros, ¿correcto?

Jaejoong asintió con la cabeza. Estaba de acuerdo en que algo especial había sucedido entre ellos, pero él sentía que iba más allá de un simple gusto por parte de Yunho. Los sentimientos que estaba rápidamente desarrollando por Yunho le daban miedo.

¿Qué pasaría si Yunho no sentía lo mismo? ¿Podría manejarlo si Yunho quería ir mucho más lento? ¿Qué pasaría si Yunho no estaba preparado para algo más permanente?

—Sé que es muy pronto para hablar de algo como esto, pero ¿tú dirías que somos exclusivos?

—¿Exclusivos?

—Bueno, sí. Sé que nuestra relación apenas está comenzando, pero no se me ocurre cualquier otra persona con la que quiera estar. ¿O tú lo quieres?

—No, pero…

—Mira, Jaejoong, si tu realmente no quieres ser exclusivo, voy a tratar con ello. Yo solo te pido que no hagas… que no te acuestes con nadie más sin decírmelo primero. Sé que no tienes que pedirme permiso, pero…

—Yunho, yo no…

—Jaejoong— Yunho comenzó —No puedo soportar la idea de que estés con alguien más. Jaejoong gritó de repente, cuando Yunho lo levantó y lo sentó sobre el asiento mientas él se levantaba. Jaejoong lo vio en shock cuando Yunho empezó a dar vueltas por la habitación, torciendo sus manos con ansiedad.

—Yo sé que no debo sentirme así, todavía no. Solo nos hemos conocido por unas semanas. Ni siquiera has hecho ningún tipo de compromiso conmigo, pero aquí estoy. No sé si pueda lidiar con que tengas sexo con alguien más ahora que hemos estado juntos.

—Yunho…

—Yo no quiero que pienses que voy a llegar a ser obsesivo o algo así— Yunho dijo mientras se acercaba y se arrodillaba a los pies de Jaejoong. Él tomó sus manos, y las miró mientras continuaba. —Yo solo…

—Yunho, ¿podrías cerrar la boca de una jodida vez?

Jaejoong miró con cierto regocijo, como la cabeza de Yunho se movió hacia arriba, sus ojos encontrando los suyos. Podía ver el miedo en ellos. Yunho parecía tan nervioso como se sentía. De alguna manera, esto hizo sentir a Jaejoong mejor y más valiente.

Jalando sus manos de las manos de Yunho, enmarcó su rostro. Él quería que Yunho lo mirara a los ojos cuando él abriera su corazón hacia él, para que supiera que estaba diciendo la verdad.

—Me siento mucho más allá de solo querer ser exclusivo contigo. Si yo tuviera elección, la única razón por la que volverías a tu apartamento sería para empacar tus cosas y mudarte aquí. No mentía cuando te dije que yo no iba a dejarte ir, Yunnie.

—Jaejoong…

—Sé que es pronto para nosotros, demonios. Pero no me importa. Al fin sé lo que estoy sintiendo. Estoy enamorado de ti, Yunho.

—Jaejoong— susurró Yunho. Jaejoong podía ver las lágrimas llenar los ojos de Yunho, tal vez no se sentía de la misma manera.

—Está bien si no te sientes de la misma manera, Yunho. Sé que apenas nos conocemos. Es posible que sientas miedo o lo que sea. Caray, yo ni siquiera sé si te gustan los gatos o los perros.

—¿Eso es un motivo para que rompamos?

Jaejoong parecía confundido por un momento. —¿Quieres que lleguemos a un acuerdo para romper?

—¿Si me gustan los gatos o los perros?

—No, pero solo sirve para demostrar lo mucho que no sabemos el uno del otro. Sé…

—Cállate, Jaejoong.