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lunes, 6 de febrero de 2017

Capítulo 4 - SMB

Había pasado una semana desde que Yunho había dejado el apartamento de Jaejoong para que pudiera pensar acerca de lo que habían conversado. Yunho sabía que le estaba pidiendo mucho, pero no tenía ninguna duda de que si Jaejoong aceptaba su proposición, ellos podrían construir una gran vida juntos.


Yunho trataba de ser paciente, pero la espera lo estaba matando. Jaejoong y él hablaban por teléfono cada noche, pero no habían visto al otro en todos esos días. En parte a causa del trabajo, y en parte porque Jaejoong le pidió a Yunho que le diera algo de espacio y tiempo para pensarlo.

Yunho quería darle a Jaejoong el tiempo que necesitara para decidir, pero la espera lo estaba volviendo loco. Era más difícil hacer su trabajo porque no podía dejar de pensar en Jaejoong.

No quería perderlo. Yunho comenzaba a pensar que él había pedido demasiado. Quizás debería de mantener sus fantasías de D/s para sí mismo. Quizás solo debería de pedirle una cita y olvidarse de todas las cosas de ser dominante.

Lanzó la pluma al escritorio, se puso de pie y caminó hacia la ventana para ver el cielo lleno de estrellas. ¿Qué si Jaejoong decide que es demasiado y que no quiere estar con él? ¿Qué podría hacer entonces? ¿Cómo podría renunciar a Jaejoong ahora que ya había saboreado lo que podría ser su vida juntos?

—Hola, Amo. Le traje la cena.

La cabeza de Yunho giró de golpe cuando oyó la dulce voz de Jaejoong. Su respiración se quedó atrapada en la garganta ante la visión frente a él. Jaejoong estaba vestido sencillo como siempre… unos jeans deslavados, una camisa de botones azul pálido y mocasines. Se veía impactante como siempre.

Pero la sexy sonrisa en su cara era lo que realmente le quitaba el aliento a Yunho. Jaejoong llevaba una pequeña canasta de picnic en sus manos, sus hermosos ojos negros veían hambriento a Yunho. Se veía vacilante, como si estuviera inseguro de ser bienvenido.

—Hey, bebé, te extrañé,— Yunho dijo mientras cruzaba el cuarto y llegaba frente a Jaejoong. Se apresuró a pasar sus dedos a través de los rizos rubios arena de Jaejoong y bajarlos por un lado de su cara. El corazón de Yunho latió el doble cuando Jaejoong giró su cara hacia su palma. Los ojos de Jaejoong se cerraron y brevemente miró a Yunho de nuevo.

—También te extrañé, Amo,— murmuró Jaejoong. Sostenía la canasta en sus manos cuando se alejó y se dirigió al escritorio de Yunho —.Traje tu cena.

—Oh, ¿sí?— Yunho preguntó mientras seguía a Jaejoong al escritorio —.¿Qué me trajiste?

Jaejoong giró la cabeza y le sonrió. —Creo que te gustará.

Yunho vio a Jaejoong sacar dos platos, dos vasos y dos servilletas rojas y las dejó en el escritorio. Entonces sacó varios contenedores de plástico y también los dejó en el escritorio. Finalmente sacó un par de velas rojas y dos candelabros de cristal.

Al ver las velas, Yunho levantó una ceja, se rió cuando Jaejoong se ruborizó y se encogió de hombros. Mientras Jaejoong acomodaba la cena, Yunho fue al escritorio y sacó unas cerillas y encendió ambas velas.

Se giró para ver que Jaejoong miraba alrededor del cuarto. Yunho se sentó detrás del escritorio. —¿Qué sucede, bebé?

—Necesitamos otra silla.

—No, no la necesitamos. Tú puedes sentarte en mi regazo,— dijo Yunho mientras agarraba a Jaejoong de la cintura y lo acercaba hacia él —.Ahora, ¿qué hay para cenar?

Yunho se rió mientras Jaejoong giraba los ojos.

—Pollo a la Cordon Blue, pasta con queso cheddar, y vegetales mixtos. De postre tenemos pastel de chocolate Diablo Negro.— Jaejoong comenzó a abrir los contenedores y a servir la comida.

—Mmm, chocolate... mi única gran debilidad.— A Yunho se le hacía la boca agua al ver las dos grandes rebanadas de pastel de chocolate que Jaejoong sacó de un contenedor. Se veían increíblemente decadentes, no podía esperar para probarlo.

—Pensé que yo era tu única gran debilidad.— Jaejoong se rió.

—No, bebé, tú eres mi obsesión.

—¿Tú obsesión? Creo que puedo vivir con eso,— dijo Jaejoong. Tomó con el tenedor un pedazo de pollo y lo llevó a los labios de Yunho.

—Maldición bebé, esto está maravilloso. ¿Dónde lo compraste?— Yunho preguntó con la boca llena del tierno sabor del pollo.

—Lo hice yo,— contestó Jaejoong, sus mejillas rojas.

—¿Realmente lo hiciste? Es maravilloso. Qué, puedas... espera, ¿tú hiciste todo esto? ¿Incluyendo el pastel?— Yunho preguntó asombrado.

Jaejoong asintió con entusiasmo.

—Rápido dame una probada,— Yunho demandó.

Jaejoong levantó el tenedor lleno de pastel y lo sostuvo para Yunho, viendo cómo tomaba el bocado. Yunho cerró los ojos y gimió con deleite. Tan pronto como Yunho abrió los ojos, Jaejoong tenía otro bocado esperando por él.

No pasó mucho antes de que toda la comida se hubiera acabado y Jaejoong guardara los platos y contenedores vacíos en la canasta de picnic. Se puso de pie, llevó la canasta al lado de la puerta y regresó a sentarse en el regazo de Yunho.

—Entonces, ¿cuánto tiempo puedes quedarte, bebé?— preguntó Yunho envolviendo sus brazos alrededor de Jaejoong.

—Bueno, Amo, considerando que no tengo trabajo ni apartamento y que todas mis cosas están en un camión de mudanzas abajo, probablemente pueda quedarme lo que quieras— Jaejoong contestó viendo a Yunho entre sus pestañas, esperando su reacción.

—Jaejoong, ¿tú... tú dejaste tu trabajo y tu apartamento?

—¿No es eso lo que querías que hiciera?— preguntó, repentinamente aterrado de haber entendido mal a Yunho la semana pasada. O, peor que Yunho hubiera cambiado de opinión y ya no lo quisiera.

—Claro que eso es lo que quiero. Pero, ¿estás seguro, Jaejoong? Sé que te estoy pidiendo mucho. ¿Estás seguro que esto es lo quieres? Si quieres que llevemos las cosas lentamente, yo lo entiendo.

—No es... no es lo que quieres...— Abrumado por el miedo de que Yunho ya no lo quisiera, Jaejoong saltó poniéndose de pie. Se precipitó a cruzar el cuarto y tomar la canasta de picnic —.Lo siento, yo pensé que...

—¡Jaejoong!— dijo Yunho muy fuerte, con tono de mando cuando Jaejoong alcanzaba la perilla —.Ven aquí, Jaejoong.

Jaejoong bajó la canasta de picnic al suelo y se giró de regreso a Yunho. Bajó la cabeza, sus manos en un apretado puño a su lado cuando se detuvo frente a él.

—Mírame, Jaejoong.

Jaejoong tomó una profunda respiración y levantó la cabeza. La ira en la expresión de Yunho lo impactó. Él ni siquiera podía recordar a Yunho enojado con él o molesto. Ciertamente nunca le había oído ese tono antes.

Que Yunho estuviera enojado con él, no era una experiencia que Jaejoong disfrutara. Su estómago se sentía agitado, como si cientos de mariposas estuvieran en una montaña rusa. Cuanto más lo miraba Yunho, más nervioso se ponía.

—Lo siento, Amo,— murmuró.

—Nunca corras de mí. Si no entiendes algo. Espero que lo preguntes y lo aclares con un tono de respeto en tu voz. ¿Entiendes?

Jaejoong asintió rápidamente. ¿Yunho no lo estaba echando a la calle?

—También espero que me veas a los ojos cuando me hables, no a mis piernas, no a mi pecho, solo a mis ojos. Cuando te hable a ti espero la misma cosa. Puedes verme a los ojos. ¿Entiendes eso?

Jaejoong asintió de nuevo.

—No puedo oír cuando asientes, Jaejoong.

—Sí, Amo,— le dijo tan claramente como pudo, considerando el nudo en su garganta.

—Ahora, aprecio mucho el hecho de que hayas traído mi cena. Además del hecho de que eres un gran cocinero. Creo que pensaste en mí lo suficiente para prepararme una deliciosa comida.

Yunho se sentó en la silla, arrastró a Jaejoong a su regazo, sentándolo a horcajadas. Acunó su cara.

—Quería que renunciaras a tu trabajo y te mudaras conmigo. Siento si te di otra impresión. Solo quería asegurarme de que esto es lo que tú quieres. Si quieres mudarte conmigo y que nosotros aceptemos las cosas D/s, está bien. Como te he dicho, yo te tomaría de cualquier manera. Si esto te hace sentir incómodo...

Tomando todo su valor, Jaejoong cubrió los labios de Yunho con su dedo. —Si no quisiera estar aquí, no hubiera renunciado a mi trabajo ni dejado mi apartamento. Sé lo que quieres de mí, Yunho, y estoy bien con eso. Esperaba eso cuando vine aquí esta noche, esencialmente con mi sombrero en la mano, para probarte que estoy listo para comprometerme contigo y el estilo de vida que prefieras.

—Oh, Dios, bebé, no sabes lo feliz que me haces. Antes de que llegaras, estaba preocupado de haberte pedido demasiado. No todo el mundo deja todo porque yo lo quiera. Y no importa lo mucho que lo quiera, no quería asustarte y que te alejaras.

Jaejoong sacudió la cabeza. —Eso no va a suceder. Pensé mucho durante la semana sobre lo que ambos conversamos, lo que nosotros queríamos y creo que nosotros queremos... lo que yo quiero... lo que puedes darme. Solo espero poder darte lo que tú quieres.

—Solo te quiero a ti, Jaejoong.

—Tú me tienes, Amo.— Jaejoong vio los ojos acaramelados de Yunho llenos de deseo. Aun estaba sorprendido de lo mucho que una pequeña palabra excitaba a Yunho.

—Bebé,— Yunho gruñó mientras Jaejoong comenzaba a desabotonar la camisa de Yunho, separando la tela lo suficiente para poder lamer su pezón.

Sonrió alrededor del pezón de Yunho mientras oía su gruñido, sus manos se apretaron fuerte al cabello de Jaejoong.

—Eso es lindo, bebé, pero sería más lindo si te desnudas.

Jaejoong levantó la cabeza sonriéndole a Yunho. Se puso de pie entre las piernas de Yunho. Desabotonó su camisa, deleitándose de la manera que Yunho lo veía, su mirada llena de hambre.

Jaejoong lanzó su camisa sobre el escritorio, entonces fue al botón de sus jeans. La mirada de Yunho se oscureció aún más cuando Jaejoong lentamente lo desabotonó. Pateó sus zapatos fuera, entonces bajó los jeans por sus piernas.

Desnudo, regresó al regazo de Yunho, montado a horcajadas sobre sus muslos. —¿Está mejor así, Amo?

Yunho colocó sus manos en el pecho de Jaejoong, entonces lentamente las bajó por su cuerpo. —Oh si, bebé. Está mucho mejor,— le dijo deteniéndose en los pezones de Jaejoong, suavemente tiró del pequeño y duro botón —.¿Incluso has pensado en perforar estos, bebé?

—¿Lo quieres?— Jaejoong respiró fuerte, atrapando su labio inferior entre sus dientes para evitar gemir.

—Te verías realmente lindo con un pequeño anillo de oro justo aquí,— Yunho dijo mientras tiraba más fuerte.

—Entonces ponle uno,— dijo Jaejoong.

Yunho inclinó la cabeza. —¿Tú harías esto? ¿Lo perforarías solo porque yo lo quiero?

Jaejoong se encogió de hombros. —Supongo, pero tienes que ir conmigo.— Su cara caliente —.No me gusta mucho el dolor.

—Claro que iría contigo, bebé. ¿Cuándo te gustaría hacer esto? ¿Mañana después del trabajo?— Yunho se oía como un pequeño niño en Navidad, anhelando abrir los presentes.

Asintiendo, Jaejoong pellizcó su propio pezón. —¿Crees que se vería mejor con un pezón perforado o los dos, Amo?

—Jaejoong,— Yunho gruñó, empujando su duro pene contra las piernas de Jaejoong —.Vas a causarme muchos problemas ¿verdad?

Jaejoong sonrió, inclinándose hasta que su nariz casi tocó la de Yunho, sus brazos alrededor de su cuello. —Voy a tratar,— murmuró justo antes de besarlo. Un momento después estaba gimiendo mientras Yunho tomaba su trasero apretando cada globo en sus manos.

—Jaejoong, bebé. Te quiero,— Yunho dijo levantando la cabeza.

Jaejoong sonrió de nuevo. —¿Tienes algún lubricante?

Yunho abrió el cajón y sacó una gran botella de lubricante. Jaejoong levantó una ceja ante el tamaño de la botella y las mejillas de Yunho se ruborizaron ligeramente mientras la sacaba.

—Tenía que hacer algo cada vez que veía tu culo.— Yunho se rió.

—¿Quieres decir este culo?— Jaejoong salió del regazo de Yunho, se giró e inclinó sobre el escritorio. Yunho inhaló y Jaejoong sonrió consigo mismo.

—Joder, bebé, ¿has tenido eso toda la noche?— Yunho preguntó tranquilamente. Giró el largo tapón anal negro alojado en el culo de Jaejoong.

Jaejoong gritó y apoyó la cabeza en el escritorio. —Quería estar seguro de estar listo para ti.

Yunho gruñó y gentilmente quitó el tapón del culo de Jaejoong.

Un momento después, el frío lubricante bajaba por la grieta de su culo. Yunho masajeó el interior del agujero de Jaejoong.

—Vamos, bebé, siéntate en mi regazo,— le dijo.

Jaejoong se giró, sonriendo ante el pene de Yunho saltando en la ingle. Subió al regazo de Yunho, colocó sus manos en sus hombros mientras levantaba su cuerpo. Lentamente se empaló en el pene de Yunho.

—Oh, sí, bebé, justo así.— Yunho gruñó mientras Jaejoong recorría todo el camino hacia abajo. Él tomó las caderas de Jaejoong y empezó a empujarse al interior.

—Yunho,— Jaejoong murmuró, apoyando su frente en el hombro de Yunho —.Yo necesito... necesito más. Por favor, Amo.

Las manos de Jaejoong se hundían en los hombros de Yunho, moviendo frenéticamente sus caderas contra él. Pequeños gemidos salían de sus hinchados labios mientras se empujaba hacia abajo al pene de Yunho entonces se levantaba solo para bajar de nuevo.

Yunho sonrió, levantó a Jaejoong en sus brazos y lo sostuvo. Se inclinó hacia adelante y dejó a Jaejoong en el escritorio. Empujó sus piernas a su pecho. Si su bebé necesitaba más, él le daría más. Le daría todo lo que tenía.

Envolviendo sus manos fuertes alrededor de los muslos de Jaejoong, Yunho comenzó a empujarse al interior del apretado culo de Jaejoong. Su aliento salía de sus pulmones en grandes olas. Los músculos internos de Jaejoong se aferraban a él, sosteniéndolo, ordeñando su pene. Empujaba duro, la presión de Jaejoong aumentaba. Eso era el paraíso.

—Por favor, Amo,— Jaejoong gruñó mientras se aferraba a los brazos de Yunho —,por favor, ¿puedo correrme, Amo?

Yunho casi se pierde justo ahí. No era posible que Jaejoong comprendiera lo que le hacía cuando le rogaba por su liberación. No había manera de que él pudiera entender lo poderoso que hacía sentir a Yunho.

—Córrete para mí, bebé,— gruñó. Levantó las piernas de Jaejoong aún más, golpeando el dulce punto una y otra vez. Vio con una sensación de asombro cómo la cabeza de Jaejoong se iba hacia atrás y gritaba su liberación, chorros de semen blanco perla salieron de su pene y se esparcieron en su pecho.

El dulce olor de la semilla de Jaejoong era todo lo que Yunho necesitaba para empujarse al borde. Tomó los muslos de Jaejoong lo suficientemente fuerte para dejarles una marca roja y gruñó, llenando a Jaejoong con su propia liberación. El cuerpo de Jaejoong temblaba alrededor de su pulsante pene.

Sus piernas temblaban con la intensidad de su orgasmo, Yunho envolvió sus brazos alrededor de Jaejoong y se recargó en la silla, llevando a Jaejoong con él. Frotó sus manos arriba y abajo de la sudada espalda de Jaejoong mientras esperaba que su respiración regresara a la normalidad.

La cara de Jaejoong enterrada en su cuello y sus manos en su cabello. Mientras su corazón recuperaba su ritmo, Yunho se resistía a permitir que su flácido pene dejara el agarre de Jaejoong. Deseaba que hubiera un modo de seguir ahí, pero imaginó que podría verse un poco extraño caminando alrededor con Jaejoong empalado en su pene.

Yunho acarició un lado de la cara de Jaejoong, levantando la cabeza para poder ver el interior de esos hermosos ojos negros. —Nunca voy a dejarte, ¿sabes que no lo haré, Jaejoong?

Jaejoong asintió, una pequeña sonrisa en la esquina de sus labios. —Puedo parecer sumiso, Yunho, pero si incluso me dejas ir, descubrirás cuán poco sumiso puedo ser.

Yunho levantó una ceja ante la declaración de Jaejoong. Interiormente estaba secretamente saltando de alegría. Afuera sin embargo…

—¿Estás siendo irrespetuoso, hombrecito?— dijo Yunho seriamente, tratando desesperadamente de esconder su sonrisa.

—No, claro que no, no puedo...

—Ssshh, relájate, bebé, solo estoy bromeando contigo,— Yunho le aseguró cuando vio la mirada de preocupación —.Está bien. De hecho, me gusta ver que puedes pelear por mí.
Jaejoong se enderezó y miró a los ojos a Yunho. —Mira Yunho, hay algo que necesito decir y no quiero que lo tomes a mal. No trato de ser irrespetuoso ni nada. Solo quiero que entiendas de dónde vengo. Yo...

—Solo suéltalo,— dijo Yunho, repentinamente nervioso. Jaejoong tenía una extraña expresión como si le preocupara algo. —¿Qué sucede, bebé?— preguntó suavemente mientras frotaba su pulgar sobre la mejilla de Jaejoong.

—Sé que ambos estamos de acuerdo en esta cosa de la Dominación/Sumisión, pero...

—Jaejoong, si no quieres esto, nosotros podemos...

Jaejoong colocó su dedo contra los labios de Yunho. —Por favor, déjame terminar. Sé que ambos estuvimos de acuerdo en esto, y estoy bien con eso. De hecho lo prefiero de esa manera. No puedo pensar en nada que quiera más que pertenecerte. Quiero estar contigo y todo lo que eso implica. Ni siquiera pienses lo contrario. No estaría aquí si no fuera de esa forma.

Un nudo se formó en la garganta de Yunho ante las palabras de Jaejoong. No importa lo que los demás piensen, un sumiso no puede ser un real sumiso a menos que ellos quieran. Eso solo funciona de esa manera. Si alguien piensa diferente, ellos no saben lo que significa ser un real sumiso.

—Sin embargo, a pesar de eso, necesitas entender cómo veo esta relación simple y llanamente, no importa la dinámica que sea. Con lo mucho que puedo ser tuyo, tú también eres mío. Y yo peleo por lo que es mío.

—Jaejoong,— Yunho dijo tiernamente, su pene se movió dentro del interior de Jaejoong con la intensidad de sus emociones. Jaejoong lo estaba reclamando. Yunho no podía estar más emocionado.

—Tú me perteneces ahora, Jung Yunho, y no te dejaré ir. Puedo ser tu bebé, pero tú eres mi Amo. Será mejor que nunca olvides eso.

—No lo haré, lo prometo, bebé,— dijo Yunho, antes de bajar a los labios de Jaejoong.

Trató de trasmitir su promesa y emoción por la posesividad de Jaejoong en ese beso. Separó los labios, le sonrió a Jaejoong y palmeó su trasero.

—¿Qué te parece si te vistes y bajamos a bailar un poco? Creo que es tiempo de que todo mundo sepa que te reclamé.

—¿Um, Yunho?— Jaejoong andaba con rodeos, giró sus manos juntas —.Con todo lo que me gustaría bailar contigo, no creo que a la gente de abajo yo le agrade mucho. Ninguno me habla, ni bailan conmigo ni nada. Ellos solo me ignoran. ¿Quizás podamos ir a otro lado?

—Oh, bebé, lo siento,— Yunho dijo acercando la cabeza de Jaejoong a su pecho. Lleno de remordimiento, besó ligeramente la cima de su cabeza. Jaejoong se iba a enojar cuando descubriera lo que había hecho —.Escúchame, bebé. A todo el mundo abajo le agradas, a algunos demasiado para mi gusto. La razón por la que nadie baila ni coquetea contigo soy yo. Les dije que me pertenecías. No lamento haberlo hecho, pero siento haberte causado algún dolor. Eso no es lo que yo quería que sucediera.

Jaejoong levantó la cabeza y vio a Yunho, la confusión brillaba en sus ojos. —No entiendo.

—Básicamente, le advertí a todo el mundo que se alejara de ti. Dejé realmente claro lo que le sucedería a la primera persona que incluso respirara en tu dirección. Tú me perteneces y no iba a dejar que alguien te reclamara antes de que yo lo hiciera.

Las cejas de Jaejoong se elevaron casi hasta la línea de su cabello. —Tú... ¿Qué acerca de La Jaula de Jun? ¿Lo hiciste también?

Yunho asintió. Estudió la expresión de Jaejoong, tratando de calibrar sus pensamientos, pero Jaejoong tenía una firme cara de piedra. —Después de que Seunghon me dijo a dónde irías, llamé a Siwon y le pedí que mantuviera un ojo en ti y que se asegurara de que no regresaras a casa con alguien.

Mientras el silencio se alargaba, Yunho se preocupaba más. Estaba tan concentrado en lo que podría estar pasando por la mente de Jaejoong que casi salta fuera de su piel cuando Jaejoong repentinamente se inclinó.

Jaejoong le dio un profundo ardiente y emotivo beso que hizo que los dedos de los pies de Yunho se curvaran y su pene pulsara. De todas las reacciones que podría haber esperado de Jaejoong cuando le dijera lo que había hecho, esa no era una de ellas. Yunho gruñó profundamente mientras sus ojos se cerraban y se empujaba contra las caderas de Jaejoong, empujando su pene profundamente en el interior del apretado canal de Jaejoong.

Yunho sintió que las manos de Jaejoong acunaban los lados de su cara. Levantó la cabeza y abrió los ojos. Lágrimas inundaban los ojos de Jaejoong. ¿Él le habría causado a su bebé ese dolor?

—Bebé,— murmuró suavemente. El corazón de Yunho lleno, con profundo remordimiento por sus acciones.

—Te amo, Amo,— Jaejoong murmuró, y en ese momento Yunho pudo ver todo lo que Jaejoong sentía, cada profunda emoción. Toda la ternura, amor, e interés que sentía brillaba en los ojos negros llenos de lágrimas.

Abrumado por las emociones, Yunho envolvió sus brazos alrededor de Jaejoong y lo atrajo más cerca. Agarró el culo de Jaejoong empujándolo hacia abajo mientras empujaba su pene hacia arriba, levantando las caderas.

Estrellas explotaron detrás de los párpados de Yunho. Él solo tuvo tiempo de gritar el nombre de Jaejoong antes de hacer erupción dentro de Jaejoong, estremeciéndose con el efecto del más turbulento orgasmo que había experimentado.

Pero Jaejoong no se detuvo. Movía sus caderas arriba y abajo, seguía montándolo y Yunho podía solo jadear desamparado. Cada simple movimiento enviaba ondas de shock a lo largo de su sensible pene y hacia su cuerpo entero. Era como ser devorado por un largo y continuo orgasmo.

Yunho vio hacia el aún duro pene de Jaejoong. Presemen se filtraba de la punta. Su pobre bebé necesitaba correrse. Yunho tomó el eje y lo bombeó con su puño.

—Córrete para mí, bebé,— demandó tranquilamente —.Muéstrame lo mucho que me amas.

Sus ojos muy abiertos, asombrados cuando el pene de Jaejoong inmediatamente descargó en su mano, cubriéndola con su liberación. Los ojos de Jaejoong nunca dejaron de mirarlo mientras gritaba, —Amo.

Jaejoong colapsó contra él. Yunho envolvió una de sus manos en su cabello y lo sostuvo más cerca de su pecho. Su otra mano aun envolviendo el pene de Jaejoong, acariciándolo ocasionalmente, esperando hasta la última gota de lo que Jaejoong le daba.

—Oh, Jaejoong, eres un buen bebé,— Yunho murmuró contra su cabello —.Nadie había hecho que me corriera de la forma en la que tú lo hiciste. Sabía que eras especial desde el momento en que te vi.

Jaejoong sonrió contra el cuello de Yunho ante el halago. Estaba impactado de haber admitido sus sentimientos por Yunho. No quería decir nada tan pronto, pero Yunho se veía tan ansioso. Ahora Jaejoong se alegraba de haberlo hecho.

Yunho se había corrido tan fácilmente. Jaejoong había apenas hecho algo. No había habido juego previo, no lo había jodido, nada. Jaejoong solo le había dicho a Yunho que lo amaba y Yunho había hecho explosión. Eso elevaba su autoestima.

Jaejoong levantó la cabeza y vio a Yunho con una juguetona sonrisa en sus labios. —Entonces, ¿podemos ir a bailar ahora?

Yunho se rió mientras levantó las caderas de Jaejoong y lo puso de pie. —Sí, bebé, podemos ir a bailar ahora, justo después de que regrese esto a tu culo,— dijo mientras tomaba el previamente descartado tapón anal. Lo limpió con toallitas húmedas que tomó de un cajón de su escritorio.

Jaejoong veía curioso el tapón. —Uh...

—No creerás que he terminado contigo esta noche, ¿verdad?— Yunho preguntó —.Planeo tener más de ese dulce culito tuyo tan pronto como lleguemos a casa. Entre tanto, me gustaría que esto esté aquí.

Jaejoong se encogió de hombros y se giró arrodillándose en el escritorio, extendió su mano entre las piernas por el tapón. Yunho le dio el tapón y Jaejoong suavemente lo empujó al interior, fue muy fácil, considerando que justo un momento antes había sido llenado por el pene de Yunho. Jaejoong estaba totalmente estirado en ese momento.

Bajó del escritorio y tomó las toallitas que Yunho le daba. Rápidamente se limpió y se vistió. Jaejoong justo acababa de terminar de abotonar su camisa, cuando sintió la mano de Yunho en su trasero, empujando el tapón en su interior, solo un poco más.

—Creo que deberías de usar esto un poco más a menudo bebé. Además del hecho de que mi pene se ponga más duro que una jodida al saber que está en tu culo, también significa que puedo jugar contigo en cualquier momento que quiera incluso en medio de la gente.

Como si quisiera demostrar exactamente de lo que estaba hablando, Yunho envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Jaejoong. Sus manos lentamente se movieron hacia abajo a agarrar el trasero de Jaejoong, sus dedos empujaron el tapón, introduciéndolo más profundo.

El aliento de Jaejoong salió en un “huff, los músculos de su esfínter se tensaron alrededor del tapón incluso mientras abría las piernas un poco. Oh maldición, eso se sentía tan bien. Quizás debería de usarlo más a menudo.

—Puedo hacer esto entre la gente y nadie lo sabrá, bebé. Ellos solo pensarán que estoy jugando con tu trasero cuando lo haga,— dijo Yunho antes de girar a Jaejoong para que su culo estuviera en contra de su ingle. —O, puedo hacer esto entre la gente,— dijo, mientras empujaba sus caderas contra Jaejoong, de nuevo causando que el tapón se moviera más profundamente en el interior de su culo —.Y nadie podría saber lo que estoy haciendo aparte de sostenerte.

—Yunho.— Jaejoong gimió mientras su cabeza caía hacia atrás contra el pecho de Yunho.

—Claro, desde esta posición, es fácil alcanzar tu pene.— Yunho lo tomó a través de los jeans de Jaejoong —.Aunque la gente probablemente sepa lo que estoy haciendo si hago esto.

—No me importa.— Jaejoong empujó sus caderas contra la mano de Yunho.

—Pero hay una posición más que me gustaría probar mientras estás usando ese lindo y pequeño tapón. Y creo que es mi posición favorita. ¿Te gustaría saber cuál es, bebé?— Yunho ronroneó en el oído de Jaejoong.

—Por favor, Amo,— Jaejoong rogó.

Yunho lo empujó sobre el escritorio, lo colocó para que su trasero quedara fuera.

—Abre tus piernas, bebé.

Jaejoong rápidamente abrió sus piernas.

—Oh, tienes un lindo trasero bebé. ¿Sabes cuál fue la primera cosa que noté de ti? Este lindo culito— dijo Yunho, frotando con su mano las duras nalgas.

Un momento pasó y entonces la mano de Yunho caía en el trasero de Jaejoong. Jaejoong cerró las manos en un puño y se mordió un gemido. «Querido Dios». Yunho lo nalgueó una y otra vez, y cada vez que su gran mano golpeaba su trasero empujaba más profundamente el tapón dentro de su culo.

—¿Te gusta esto, bebé?— Yunho murmuró acercándose a su oído.

—Joder, Amo, voy a correrme,— Jaejoong gritó mientras sus bolas se apretaban contra su cuerpo.

—Oh, no, no lo harás. Aún no te he dado permiso para correrte, Jaejoong,— Yunho dijo en una firme voz.

—Yunho,— Jaejoong rogó mientras trataba de detener su orgasmo. Balanceándose en el borde del orgasmo, tomó varias profundas respiraciones para evitar que sucediera. No ayudaba que Yunho seguía palmeando su trasero.

—Buen bebé,— Yunho lo halagó cuando él no se corrió, frotando suavemente su trasero —.Sí, creo que deberías de usar ese tapón más a menudo, especialmente cuando estemos en el trabajo. ¿Qué piensas, Jaejoong?

Jaejoong asintió rápidamente. Él aun respiraba con dificultad cuando Yunho lo tiró hacia él. Su pene pulsaba dentro de sus pantalones. Un toque más, una nalgada más y no hubiera podido detener su inminente orgasmo. Infiernos, le iba a tomar todo lo que tenía para no explotar ahora.
—Ten, bebé, guarda estás en tu bolsillo.— Yunho le dio varias toallitas limpias.

Jaejoong las tomó y las guardó en el bolsillo. Le dio a Yunho una cuestionadora mirada.

Yunho solo se rió. —Finalmente te dejaré correrte, bebé. Solo que no he decidido cuándo. Así que es mejor que mantengas esas solo por si acaso.

Jaejoong asintió, preguntándose cuánto tiempo Yunho lo haría esperar. El pensar en bajar las escaleras en su condición actual hizo que su corazón se acelerara. Un buen roce de Yunho y terminaría.

—Yunho, realmente, realmente estoy cerca.

Yunho palmeó su brazo. —Lo sé, bebé, pero no te preocupes, no dejaré que te avergüences de ninguna manera. Si te sirve de consuelo, no estaré lejos de ti.

Era algo, pero no mucho. Jaejoong alborotó su cabello solo un poco, luego se pasó las manos por la camisa para desarrugarla. Levantó la vista para ver la mirada hambrienta de Yunho.

—¿Qué?

—Eres hermoso, bebé, justo de la manera que eres.— Yunho contestó.

La cara de Jaejoong se calentó con el halago de Yunho. Bajó la cabeza. —Gracias, Amo,— murmuró.

—¿Qué dije acerca de que me vieras a los ojos cuando me hablaras, Jaejoong? ¿Y acerca de que te dirigieras a mí en una voz clara?

Jaejoong rápidamente levantó la cabeza. —Lo siento.

Yunho asintió. —Solo recuérdalo en el futuro. Ahora vamos, tenemos un baile que hacer,— dijo mientras le ofrecía la mano.

Jaejoong tomó su mano y lo siguió, cuando Yunho lo guió fuera del cuarto, él estaba un poco aprehensivo acerca de bajar las escaleras. Aunque todos eran básicamente amables con él, nadie realmente había sido amistoso. ¿Podrían las cosas cambiar ahora que Yunho lo había reclamado?

Afortunadamente tenía a Yunho a su lado, Jaejoong lo siguió hacia el piso principal. Podía sentir la mirada de los clientes fijas en ellos. Yunho lo guió a la pista del baile, el cuarto se quedó en silencio. Eso le puso los pelos de punta.

—Todo el mundo nos está viendo,— Jaejoong murmuró cuando Yunho lo giró en la pista de baile y lo tomó dentro de su fuertes brazos.

—¿Y? Déjalos ver, bebé. ¿Qué nos importa? Solo apoya tu cabeza en mi pecho y cierra los ojos. Solo tú y yo estamos en la pista de baile ahora,— dijo Yunho.

Jaejoong se rió. Yunho tenía razón. ¿Qué le importaba lo que todo el mundo pensara? Eran solo ellos dos ahora. Nadie más existía en el mundo más que ellos dos.

Cerró los ojos y apoyó su mejilla en el pecho de Yunho, envolviendo sus brazos en la cintura de Yunho. El rápido ritmo cambió a una lenta canción y Yunho lo guió expertamente alrededor de la pista de baile.

En realidad, ellos no estaban haciendo realmente mucho más que moverse alrededor sosteniendo al otro. No había mucho baile involucrado. Jaejoong no podía importarle menos. Finalmente, alguien estaba bailando con él.

Cuando la canción terminó y una más rápida comenzó, la pista de baile comenzó a llenarse de gente. Jaejoong levantó la vista y vio a Yunho a través de sus pestañas, preguntándose si seguirían o saldrían de la pista.

—Te he visto muchas veces fuera de la pista de baile meneando ese dulce culo tuyo, sé que puedes bailar,— dijo Yunho mientras colocaba sus manos en las caderas de Jaejoong —.Ahora, muéstrame lo que puedes hacer, bebé, y hazlo bien.

Jaejoong sonrió deslizando sus manos por el pecho de Yunho. Movió sus caderas al ritmo de la música. Esto, lo podía hacer. Empujó sus caderas cerca de las de Yunho, rozándolo ligeramente cada vez que se movía. Los ojos de Yunho se oscurecían y su duro pene se presionó contra el de Jaejoong.

—Estás jugando con fuego, bebé,— Yunho le gruñó.

Jaejoong sonrió satisfecho. —No, estoy jugando contigo, Amo.

—¿Alguna diferencia? Juega con fuego y te vas a quemar.

Jaejoong se inclinó más cerca. —Realmente espero consumirme.

—Jaejoong,— Yunho gruñó.

Jaejoong sonrió. Se giró hasta que su culo se presionó contra el de Yunho y siguió moviendo sus caderas adelante y atrás. Levantó sus brazos y envolvió sus manos alrededor del cuello de Yunho. Dejó que su cabeza se apoyara en el hombro de Yunho.

Duros dedos se encajaron en las caderas de Jaejoong cuando Yunho lo acercó más. Jaejoong podía oír la ruda respiración moviéndose en el pecho bajo su cabeza. Se giró y presionó un beso contra el pecho de Yunho.

Por el rabillo del ojo vio a más gente moviéndose fuera de la pista de baile, algunos en pareja, algunos solos. Algunos sonreían y otros asentían en su dirección, pero nadie parecía darle a Yunho y a Jaejoong mayor atención.

Cuando la canción finalmente terminó, Jaejoong se giró dentro de los brazos de Yunho una vez más hasta que su cabeza se apoyó en el pecho de Yunho. Yunho pasó suavemente sus dedos a través del cabello de Jaejoong.

—¿Quieres que nos sentemos y tomemos algo?— Preguntó Yunho.

Jaejoong inclinó la cabeza y vio a Yunho. Asintió. —Sí, Amo.— No pudo quitar la sonrisa de su cara cuando Yunho gruñó. Esas pequeñas palabras eran como el oro. Tenía que recordar no abusar porque era muy fácil hacerlo.

—Vamos, bebé.— Dijo Yunho. Tomó la mano de Jaejoong y lo llevó hacia una mesa cercana a la barra —.Voy a conseguir alguna bebida fría antes de que te enciendas.

Jaejoong se deslizó en el medio círculo de la banca, moviéndose lo suficiente para dejar lugar para que Yunho se sentara. En el momento que lo hizo, Jaejoong se volvió a mover hasta que sus muslos se tocaban y Yunho tuvo que colocar su brazo alrededor de Jaejoong o se lo aplastaba.

Yunho le habló al barman, entonces se recargó en su asiento. —¿Estás bien?— le preguntó viendo a Jaejoong.

—Estoy bien. Es solo un poco extraño estar aquí abajo contigo, pero prefiero estar contigo que solo,— Jaejoong contestó. Veía alrededor a los otros clientes y sonrió —.No siempre era divertido estar aquí solo.

—Nadie te lastimó, ¿verdad?

Jaejoong sacudió la cabeza. —No, no realmente. Quiero decir, ellos realmente eran amables cuando se cruzaban conmigo, pero siempre me hacían sentir como… no sé, como si tuviera algo contagioso o algo así. Más allá de decir hola, nadie quería nada conmigo.

Yunho lo puso más cerca. —Lo siento mucho, Jaejoong. No fue mi intención hacer que te sintieras mal. Te lo dije arriba. Solo que no quería que te fueras a casa con nadie más.

—Entonces, ¿ahora qué?— Jaejoong preguntó, recargándose un poco.

—¿Qué es lo que quieres decir?

Jaejoong se encogió de hombros. —Bueno. Obviamente voy a ir a tu casa contigo. No tengo apartamento ni trabajo. Todo lo que tengo está afuera. ¿Qué sucederá ahora? ¿Me quedaré en casa mientras trabajas o vendré a trabajar contigo?

—Bueno, ambos, supongo. Habrá cosas en la casa que tendrás que hacer.— Yunho hizo una pausa y sonrió —.Como hacer más de ese pastel de chocolate que trajiste. Creo que mencioné que no puedo cocinar en absoluto.

Jaejoong se rió. —Puede que mencionaras eso.

—Entonces, después de que termines tus cosas, puedes quedarte en casa o venir aquí. Supongo que de alguna manera haremos que funcione. Aunque, realmente me gustaría que vinieras aquí y pasaras más tiempo conmigo.

—¿Qué tan lejos vives?

Yunho se rió. Jaejoong sacudió la cabeza. ¿Qué era tan divertido?

—¿Yunho?

—Lo siento, bebé, supongo que olvidé mencionar esa parte. Mi apartamento está al cruzar la calle.

Jaejoong se quedó con la boca abierta. ¿Al cruzar la calle? —Bueno, eso es terriblemente conveniente, ¿no es así?— finalmente comentó, riéndose.

—Hey, yo solía vivir en un estudio encima de las escaleras. El apartamento cruzando la calle es mucho más agradable. También es más grande,— Yunho agregó —.E incluso tiene una bañera realmente grande. Debe de ser lo suficientemente grande para ambos.

Jaejoong levantó una ceja. —¿Una bañera? ¿Y dices que es lo suficientemente grande para ambos?

Yunho asintió casi ansiosamente.


Jaejoong golpeó el pecho de Yunho. —Entonces, ¿qué infiernos hacemos aquí?

10 comentarios:

  1. Jae lo tomo bien jajaja me gusto mucho gracias por actualizar

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  2. Aw~ creí que Jaejoong se enfadaria mucho con Yunho ^^ pero lo tomo de buena manera:D espero que nadie se entromete en su relación... gracias por el cap! :3

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  3. Jae tiene su carácter tan sumiso no es ...las cosas entre ellos parecen ir bien y Jae tomo bien el que Yunho mantuviera alejados a todo aquel se le acercara.
    Gracias por la actualización!

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  4. La diversion esta por comenzar *_* jae hizo una muy buena elección y jamas se arrepentirá y espero todo siga viento en popa....ahh la bañera me recordó al vídeo que recién subieron donde esta jae con nominwoo u_u y yo solo dije porque no es con yunho.....
    Gracias por actualizar rápido es que la historia esta buenisima y te quedas picada jeeje

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  5. Es puro amor, Jae perdona todo a Yunho, aunque Yunho también lo hizo por amor. Su comienzo es tan lindo.

    Gracias!!!

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  6. Por fin ese par juntos ! Que tal escena que se armaron en la oficina súper hot ! Y eso que recien empieza! 😱 que cosas zukulentas habrá mas adelante XD

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  7. Me encanta la posesión q tienen el uno con el otro.... Pero q sorpresa mas grande para yunho... Uhhh eso estuvo wow jejeje.... Q bien ahora jae ya se declaró... Uhhhh...

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  8. tiene razón Jae que hacen ahí corran a su departamento para estrenar esa bañera
    Gracias

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  9. De imaginar a jae llegando con su canasta de comida y aceptar lo q yunho le propuso me emocionó *.*

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  10. Oh santo cielo estoy temblando,cuanto amor....gracias

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