Jaejoong
supo antes de abrir sus ojos, que Yunho se había marchado.
Además
de no sentir la cama aplastada con el peso del cuerpo de Yunho, Jaejoong sentía
frío.
Yunho
lo había mantenido caliente durante toda la noche, con sus fuertes y grandes
brazos envueltos alrededor de él.
Al
abrir los ojos, se dio la vuelta al otro lado de la cama. Todavía podía oler el
aroma de Yunho en la almohada bajo su cabeza y sentir el calor persistente
dejado por su cuerpo en las sábanas.
Cuando
Jaejoong se enroscó alrededor de la almohada y respiró hondo para tomar más del
olor de Yunho, se preguntó cuánto tiempo le había tomado a Yunho el recoger sus
cosas e irse. Además del olor que dejó atrás, no quedaba nada en la habitación
que le dijera que Yunho había estado allí.
Jaejoong
giró la cabeza, mirando el oro y la plata de su anillo de bodas. Rodó sobre su
espalda, sosteniendo su mano delante de su cara. Movió la mano sólo un poco
hacia atrás y hacia adelante, viendo la luz brillar en la sortija.
Realmente
era un hermoso anillo. A él le encantó desde el momento en que Yunho se lo dio.
No quería que saliera nunca de su dedo. Quitárselo era como admitir que su
matrimonio había terminado. Pero, tal vez había llegado el momento.
—Después
de todos los problemas que pasé para conseguir ese anillo, Liebling,
ciertamente espero que no estés pensando en quitártelo— dijo una voz profunda
detrás de él.
Jaejoong
rápidamente dio la vuelta y se sentó. Se echó hacia atrás apoyando sus manos en
la cama mientras miraba a Yunho en estado de shock. Éste se apoyó en el marco
de la puerta, con los brazos cruzados sobre el pecho. Parecía algo casual,
cómodo, algo que Jaejoong definitivamente no sentía.
—Yunho—
susurró Jaejoong. Su corazón martilleaba en su pecho. Esperaba que Yunho se
hubiera ido, para no verlo nunca más. Su mente no podía comprender por qué aún
estaba en su dormitorio.
—Bueno,
al menos te acordaste de mi nombre esta vez.— Yunho se rió entre dientes
mientras caminaba por la habitación directo hacia la cama.
—Yunho,
¿qué...?
Las
palabras de Jaejoong quedaron atrapadas en la garganta, cuando Yunho se sacó su
ropa, dejándola caer al suelo. Jaejoong se sentía demasiado aturdido para
moverse cuando Yunho se arrastró sobre la cama, moviéndose lentamente hacia él
hasta que se colocó entre sus piernas.
—¿Qué
estás…?
—Yo
tenía algo que ir a cuidar, pero ahora estoy de vuelta, Liebling— Yunho le
susurró mientras se inclinaba para besar a Jaejoong.
—¿Qué
estás haciendo aquí?— preguntó Jaejoong con confusión.
—Tú
estás aquí. ¿Dónde más podría estar?— preguntó Yunho mientras besaba la mejilla
de Jaejoong hasta su mandíbula, dejando un rastro de besos en su camino. Las
manos de Yunho le acariciaban la piel y jaló la sábana alrededor del cuerpo
escondido de Jaejoong.
Jaejoong
estaba muy confundido. Yunho se comportaba como lo hizo la noche en que se
casaron. Jaejoong no se quejaba, pero él no entendía por qué actuaba de esa
manera. Lo último que recordaba con claridad era a Yunho exigiéndole que
admitiera que no estaban casados. Después de eso, el resto de la noche había
estado llena de placer sin sentido.
—Yunho,
espera— dijo Jaejoong mientras empujaba su cabeza —.¿Qué está pasando? ¿He
estado bebiendo otra vez?
—Oh
no, Liebling. Si tengo algo que decir al respecto, nunca tocarás el alcohol de
nuevo. Quiero que recuerdes cada momento que pasemos juntos.— Yunho se rió
entre dientes mientras trataba de inclinarse para besar a Jaejoong de nuevo.
—¡Yunho!
¡Alto!— gritó Jaejoong. Él puso sus manos sobre el pecho del hombre y empujó.
Yunho
se detuvo, moviéndose otra vez hasta que estuvo a su lado, la cabeza apoyada en
su mano. Él mantuvo su otra mano en el pecho de Jaejoong, acariciándolo
suavemente como si no pudiera soportar romper el contacto con él.
—Estoy
tan confundido, Yunho. Por favor, dime lo que está pasando— le rogó
desesperadamente Jaejoong.
—Bueno,
Liebling, es muy simple. En algún lugar alrededor de las 3:00 am, me convencí
de que sería mejor si nos casáramos. Nosotros tenemos algo especial juntos, y
yo sería un estúpido si renunciara a ti.
Jaejoong
miró por encima del hombro de Yunho hacia el reloj de la mesilla de noche. No
eran más de las 6:00 pm — Uh, ¿Yunho? Son sólo las seis. «Es evidente que Yunho ha perdido el juicio».
—Oh,
bueno, quería decir las 3:00 am, hace tres meses, Liebling— Yunho respondió.
—Pero,
ahí es cuando nosotros…
—¿Nos
casamos? Lo sé.
—Yo
no… entonces ¿por qué…? ¿Si querías estar casado por qué…? No lo entiendo, Yunho—
susurró Jaejoong con lágrimas en los ojos mientras pensaba en la posibilidad de
que Yunho estuviera siendo cruel con él de nuevo.
—Ven
aquí, Liebling, y te lo explicaré— ordenó Yunho abriendo los brazos para él.
Jaejoong
se le quedó mirando por dos segundos antes de rodar y apoyarse contra su pecho.
Su cabeza descansaba sobre el brazo de Yunho. Él se mordió el labio inferior
con nerviosismo, y alzó los ojos para mirar los de Yunho.
—Lo
primero que tienes que entender es que estamos casados y vamos a seguir casados—
dijo Yunho cuando llegó a la mesa de noche y agarró un gran sobre de papel
manila.
Jaejoong
reconoció de inmediato el sobre que había utilizado para enviar los documentos
de la anulación, firmados a Yunho. Su corazón se quedó en algún lugar de la
boca del estómago mientras miraba a Yunho abrir el sobre.
Un
momento después, su boca se abrió en estado de shock cuando Yunho abrió el
sobre y le dio la vuelta, derramando una gran pila de papeles triturados en el
pecho de Jaejoong antes de tirar el sobre encima de su hombro.
Jaejoong
tomó un par de hilos de papel, levantándolos con curiosidad. —¿Qué es esto?
—Nuestros
papeles de anulación— dijo Yunho, su voz no sonaba tan feliz como hacía un
momento.
—Pero…—
dijo Jaejoong, más confundido ahora que hace unos momentos. ¿Yunho había
destrozado los documentos de anulación? ¿Por qué? Jaejoong no podía permitirse
el lujo de pagar para modificarlos otra vez si se los enviaba de nuevo —.Yunho,
si me envías estos documentos de anulación una vez más, no los voy a firmar.
—Bueno,
no quiero que lo hagas— dijo Yunho.
Jaejoong
se apartó de Yunho mientras lo miraba perplejo. —¿No querías que firmase los
papeles de anulación? ¿Entonces por qué infiernos me los mandaste, en primer
lugar?
—Porque
nunca me llamaste— respondió Yunho simplemente.
—¿Nunca
te he llamado? ¿Tú me has enviado los papeles de anulación porque nunca te he
llamado?— dijo Jaejoong en un murmullo, el asombro lo llenó, seguido
rápidamente por ira. Ni siquiera tenía un maldito teléfono. ¿Cómo iba a llamar?
Miró a
Yunho por un momento antes de rodar hacia el otro lado de la cama para
sentarse. Se quedó mirando el suelo debajo de él, todo a su alrededor parecía
moverse a cámara lenta mientras trataba de dar sentido a las cosas que le había
dicho Yunho. Pero no tenían sentido.
—Yunho…—
comenzó, sólo para ser interrumpido por las grandes manos envolviéndose
alrededor de su cintura, dos enormes piernas colocándose junto a él, y con el
estómago caliente presionando contra su espalda. Cerró los ojos y se echó hacia
atrás en el abrazo de Yunho, deseando que nunca tuviera que abandonarlo.
—Escucha
lo que tengo que decir, y si de verdad quieres que me vaya, Jaejoong, lo haré— Yunho
le susurró al oído.
Jaejoong
asintió con miedo de lo que Yunho pudiera decir, pero necesitando escucharlo de
todos modos.
—Cuando
te conocí, me cautivaste. Tú parecías estar interesado en mí, no en mi dinero o
lo que yo podría hacer por ti, sino por mí.
—Yunho,
yo no sabía que tenías dinero. Me gustaría que nunca…
—Shhh,
Liebling, déjame decirte esto, ¿por favor?— dijo Yunho mientras pasaba los
dedos contra la mejilla de Jaejoong —.Es muy difícil para mí, y tengo que decir
esto antes de que pierda los nervios.
Una
vez que Jaejoong asintió, Yunho continuó.
—Tú
fuiste una maravillosa sorpresa para mí. Incluso mi tamaño no te molestaba. No
sabes lo raro que es eso para mí. Las personas que me aceptan lo hacen debido
al tamaño de mi cuenta bancaria, no porque se preocupen por mí. Pero contigo…— las
palabras de Yunho se desvanecían mientras corría sus manos por los brazos de Jaejoong.
—Después de que hiciéramos el amor, supe que no quería darme por vencido
contigo. Yo quería pasar el resto de la vida contigo, cuidarte, amarte. Cuando
accediste a casarte conmigo... Jaejoong, nunca me he sentido así antes, ni con
nadie.
Jaejoong
podía sentir formarse lágrimas en sus ojos ante las palabras de Yunho. Decía
todas las cosas correctas, todas las palabras románticas que él había soñado.
Pero si realmente las quería decir, ¿por qué se fue? ¿Por qué enviarle los
documentos de anulación?
—A la
mañana siguiente, cuando no te acordabas de mí, pensé que mi corazón se rompía.
Pensé que había sido tomado por un tonto, que sólo querías mi dinero.
Jaejoong
podía oír la tristeza en la voz de Yunho, el intenso dolor. De repente se dio
cuenta de que en todo este tiempo, él sólo había pensado en su propia angustia.
Nunca
había considerado por lo que Yunho podría haber pasado o por lo que todavía
podría estar pasando.
—Yunho,
nunca quise tu dinero, te lo juro. Voy a firmar algo ahora, cualquier cosa que
quieras, que diga que no tengo acceso a tu dinero. Tengo dos trabajos. Incluso
tengo dinero ahorrado. Yo puedo cuidar de nosotros— dijo Jaejoong rápidamente.
—Gracias,
Liebling. Eso significa mucho para mí, pero yo no estoy preocupado por eso. Si
mi dinero puede darte algo que te haga feliz, puedes tenerlo todo— Yunho le
aseguró.
Jaejoong
giró el cuerpo para poder mirar a Yunho, cubriendo sus piernas sobre la suya.
Enmarcó la cara de Yunho con sus manos. —Yunho, escúchame. Yo no quería tu
dinero y no estaba tratando de hacer un tonto de ti. Yo hablaba en serio cuando
te dije que no puedo manejar el licor. Más de tres bebidas y no recuerdo
nada.
—¿No
te acuerdas de nada?— preguntó Yunho suavemente. Jaejoong podía oír en la voz
la esperanza de Yunho. Ojalá pudiera decir que sí, que lo recordaba todo, pero
eso sería una mentira y él sólo quería la verdad entre ellos.
—Me
acuerdo de haber hecho el amor contigo en esa noche, y nuestra boda. Me acuerdo
de todo hasta que bebimos champagne. Más importante aún, me acuerdo de por qué
quería casarme contigo. Después de eso, todo se pone un poco confuso.
—¿Por
qué quisiste casarte conmigo?
Jaejoong
sonrió, inclinándose para darle a los labios de Yunho un beso rápido antes de
mirar a los ojos avellana una vez más. —Yo quería casarme contigo porque me
sentía como si estuviera enamorado de ti.
—Y… ¿y
ahora? ¿Cómo te sientes ahora?— murmuró Yunho.
—Ahora,
sé que estaba enamorado de ti. Los últimos tres meses sin ti han sido un
infierno, Yunho. Cada golpe en la puerta, todos los coches que pasaban, tenía
la esperanza de que fueras tú. Cuando esos documentos de anulación llegaron,
pensé que iba a morir.
Yunho
jaló más cerca a Jaejoong, metiéndole la cabeza bajo su barbilla mientras
acariciaba con sus dedos los cabellos de Jaejoong. —Lo siento mucho, Liebling,
nunca quise lastimarte. Sólo quería llamar tu atención. Sabía que tenía que
dejarte ir, pero no podía.
—Me
alegro de que no lo hicieras. No quiero que me dejes nunca— susurró Jaejoong
contra la garganta de Yunho.
—¿Eso
significa que quieres seguir casado conmigo?— Jaejoong levantó la mano frente
al rostro de Yunho, moviendo su dedo anular
—.Todavía
estoy usando tu anillo, ¿no?
Giró
la cabeza para ver a Yunho agarrar su mano, sus dedos frotando sobre el anillo
de oro y plata. Se mantuvo muy tranquilo, Jaejoong comenzó a preocuparse. Él se
echó hacia atrás un poco para poder mirar a la cara de Yunho, el pecho oprimido
cuando vio las lágrimas que caían en silencio por el rostro del hombre.
—¿Yunho?—
susurró en voz baja —.¿No quieres que me ponga el anillo?— Cuando Yunho no le
respondió, Jaejoong empezó a sentir como si quisiera algo que Yunho no.
¿Había
leído la situación en forma equivocada? ¿Yunho no lo quería?
—¿Quieres
que te devuelva tu anillo?— preguntó Jaejoong tirando de su mano, alejándola de
Yunho y deslizando la banda de su dedo. Reunió hasta el último gramo de valor
que tenía y ofreció el anillo a Yunho. Ese simple anillo significaba más para
él que cualquier otra cosa de su propiedad.
Jaejoong
respiró hondo para contener las lágrimas, cuando Yunho tomó el anillo de sus
dedos. Él no pensaba que fuera a sobrevivir a este nivel de dolor. El área en
el pecho donde se suponía que debería estar su corazón, se sentía como si
estuviera llena de cemento.
Empezó
a sentarse para ir al baño para encerrarse hasta que Yunho se fuera, cuando Yunho
de repente lo agarró de un brazo, empujándolo hacia atrás en la cama antes de
cubrir su cuerpo con el suyo mucho más grande.
Yunho
le agarró la mano y empujó el anillo en su dedo antes de cerrar la mano en un
puño, cubriendo la mano de Jaejoong con la suya.
—Nunca
debes sacarte este anillo de nuevo, ¡jamás! Ni siquiera cuando seamos viejos y
débiles y muramos juntos en casa, en nuestra cama. ¿Me entiendes, Jaejoong?—
gruñó hacia él.
Jaejoong
no podía detener las lágrimas esta vez. Sintió que se le escapaba un pequeño
sollozo ante la mirada ferozmente posesiva en los ojos de Yunho. Cuando Yunho
de repente se levantó y buscó su pantalón, Jaejoong trató de aferrarse a él,
sus manos apretadas a su cuerpo. Pero entonces, Yunho giró, con los brazos
alrededor de él. Él le tendió la mano, la palma hacia arriba.
—Creo
que necesitas poner esto de vuelta a donde pertenece, Liebling.
Los
ojos de Jaejoong miraron a la palma de Yunho, cuando vio al gran anillo de
bodas de plata y oro en la mano. Su mano temblaba cuando llegó a tomarlo antes
de deslizarlo en el dedo de Yunho.
Antes
de soltar la mano de Yunho, acercó sus labios, besando el anillo en su dedo.
Alzó los ojos a Yunho, sonriendo al ver lágrimas en sus ojos, sabiendo que
coincidían con las suyas.
—Yunho—
él susurró.
Jaejoong
gritó cuando Yunho levantó sus piernas y metió los dedos en su culo, gracias a
que ya estaba extendido por el sexo que habían tenido antes, no hubo
resistencia. Jaejoong oyó un pequeño ruido y gel frío se añadió a los dedos. Yunho
de repente sacó los dedos y empujó su gran pene en él con un envite. La mirada
de Jaejoong se detuvo en Yunho con sorpresa al verlo apretando los dientes, los
músculos en el lado del cuello tensos.
Vio
con asombro cómo Yunho empujó una vez, luego echó atrás la cabeza, gritando el
nombre de Jaejoong cuando él lo llenó con su semilla. Las manos que sostenían
los muslos de Jaejoong hasta el pecho, se clavaron en su piel cuando Yunho
empujó de nuevo, la cabeza caída hacia el pecho de Jaejoong cuando su voz se
convirtió en un gruñido. —Lo siento, Liebling. Necesitaba sentir tu calor a mi
alrededor— Yunho le susurró antes de levantar la cabeza para mirarlo.
Jaejoong
se limitó a sonreír. —Puedes tenerme todas las veces que quieras, Yunho.
Yunho
rió entre dientes ligeramente. —De alguna manera no creo que sea muy sabio. Te
verías un poco raro si llevaras mi pene en el culo todo el tiempo.
Jaejoong
se echó a reír. —Estoy seguro de que puedo aprender a lidiar con eso, si tú
puedes.
Yunho
lo miró fijamente. Su mano acariciaba suavemente el lado de la cara de Jaejoong.
—¿Vas a quedarte conmigo, Jaejoong?— preguntó con aprensión en su voz.
—¿Si
tú me quieres?— Lo que Jaejoong dijo fue una declaración, pero sonó más como
una pregunta. Todavía se tambaleaba por el hecho de que Yunho estuviera aquí, y
mucho más por el hecho de que parecía que el hombre lo quería de vuelta en su
vida.
—Te
quiero, Jaejoong— dijo Yunho —.Nunca he querido a nadie como te quiero a ti.
—Entonces
me quedaré.
—¿No
hablaremos más de una anulación? ¿No más vidas por separado, casas separadas, o
camas separadas? ¿Vendrás a mi casa? ¿Dejarás que cuide de ti?
Jaejoong
observó el rostro de Yunho mientras hablaba, preguntándose al ver la expresión
de niño perdido en su rostro, cómo podría un hombre que se veía tan sexy como
él, un hombre que valía millones, tener tanto miedo al rechazo.
—Yunho,
no es necesario que cuides de mí. He estado cuidando de mí durante mucho
tiempo. Sólo tienes que amarme. Eso es lo único que quiero de ti, no tu dinero
o tu prestigio, sólo a ti— la mano de Jaejoong acarició la piel desnuda debajo
de él —,cada gloriosa pulgada de ti.
—Yo sé
que no es necesario que cuide de ti, Jaejoong, pero quiero hacerlo. ¿Por favor?
Nunca he tenido a nadie para compartir esto. Siempre ha sido trabajar, trabajar
y trabajar. Nunca he tenido a alguien con quien compartir mi vida. Quiero
compartir eso contigo.
Jaejoong
sonrió de nuevo. —Está bien, Yunho, me voy a casa contigo y te permitiré
hacerte cargo de mí, siempre que recuerdes que el cuidado es en dos vías. Yo
tengo que cuidar de ti tanto como tú cuidarás de mí. De eso se trata el
matrimonio.
La
sonrisa de Yunho tardó en llegar, casi como si él no pudiera creer las palabras
de Jaejoong, pero cuando llegó fue hermosa. Iluminó toda la cara de Yunho hasta
que las pequeñas arrugas alrededor de sus pequeños ojos grises se hicieron más
pronunciadas.
—Cuando
salí, te traje algo— dijo al llegar a su pantalón, sacando algo de su bolsillo
antes de entregárselo a Jaejoong.
Jaejoong
miró lo que Yunho le daba. Se trataba de un teléfono celular, un teléfono de
última generación. Había visto esas cosas en los anuncios, pero nunca pensó en
tener uno. Hacían casi todo, excepto la cena.
—¿Me
conseguiste un teléfono?— preguntó con curiosidad.
Yunho
asintió. Con aspecto de vértigo, como un niño pequeño, llegó al teléfono y lo
abrió. Apretó una tecla para un número de marcación rápida. Jaejoong saltó
cuando los pantalones de Yunho de repente sonaron.
—Ya lo
he programado con el número de mi celular, mi oficina y el número de nuestra
casa. De esta manera, puedes llamarme cuando quieras. Yo nunca voy a dejar que
la falta de un teléfono nos separe de nuevo— Yunho dijo con dureza al cerrar el
teléfono, cortando la llamada, y se lo tendió a Jaejoong.
Jaejoong
sonrió mientras tomaba el teléfono y lo ponía en su mesita de noche.
—Gracias,
Yunho.
—De
nada— dijo Yunho, sonriendo de nuevo —.Ahora, ¿tomamos una ducha rápida, y
luego te llevo a comer?
—Sabes
que puedo hacer el almuerzo aquí.
—No.— Yunho
sacudió la cabeza —.Yo quiero llevarte fuera y mostrarte.
Jaejoong
rodó los ojos mientras empujaba contra los hombros de Yunho.
—Bien,
entonces levántate. No puedo llegar a la ducha con tu pene en mi culo.
—¿Quieres
apostar?— dijo Yunho mientras envolvía sus brazos alrededor de Jaejoong y lo
sujetó en un gran movimiento. Se dio la vuelta hacia el lado de la cama y se
levantó. Se dirigió hacia la ducha, Jaejoong aún clavado en su pene que
empezaba a despertar de nuevo.
—¡Yunho!—
se rió Jaejoong.
шшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшш
Jaejoong
terminó de abrocharse la camisa mientras veía las noticias en la televisión.
Podía oír a Yunho en la ducha. Una simple ducha se había convertido en un largo
jugueteo contra la pared de la misma, para gran disfrute de Jaejoong.
Había
algo que decir acerca de tener un marido lo suficientemente grande como para
que lo recogiera en sus brazos y lo abrazase contra la pared mientras jodían. Jaejoong
podría tener un ligero dolor en el culo ahora, pero era un dolor delicioso.
A
medida que la ducha se apagaba en el cuarto de baño, Jaejoong escuchó mencionar
el nombre de Yunho en la televisión. Rápidamente se sentó en el extremo de la
cama y subió el volumen. Sus ojos se abrieron al escuchar la noticia.
«—Un portavoz del magnate de
los negocios, Jung Yunho, ha anunciado hoy que el Sr. Jung ya no es uno de los
solteros más codiciados de New York. El Sr. Jung celebró su boda con amigos y
familiares en una ceremonia privada hace unas semanas. El vocero de Jung
también dijo que el nombre de su esposa se mantiene en reserva hasta el próximo
mes, cuando el señor Jung será el anfitrión de una recepción en honor de su
nueva esposa.»
—¡Yunho!—
Jaejoong gritó. Sus ojos se agrandaron al ver la foto de su marido, a su vez,
en otra noticia.
—¿Sí,
Liebling?— preguntó Yunho cuando salió del baño, secándose el cabello con una
toalla.
—Acabas
de salir en las noticias.— Jaejoong señaló la televisión.
—Jaejoong,
siempre estoy en las noticias.
—Sí,
pero ellos estaban hablando de que te casaste y que ofrecerás una fiesta el próximo
mes en honor de ¡tu nueva esposa!
—Oops.—
Yunho se rió entre dientes.
—¿Oops?
¿Eso es todo lo que puedes decir? ¿Oops?— gritó Jaejoong, sus manos apoyadas en
sus caderas al tiempo que miraba a Yunho —.Yo no soy una mujer, Yunho. ¿Qué van
a decir todos cuando se ponga en evidencia que soy tu marido y no tu
mujer?
—¿Felicidades?
—No es
gracioso, Yunho.
—Mira,
Liebling, es necesario que entiendas algo— dijo Yunho al dejar caer la toalla
en el suelo y acercarse para envolver sus brazos alrededor de Jaejoong,
apoyando la barbilla en la cabeza de este —.No estoy exactamente en el armario,
pero no estoy tampoco completamente fuera de él.
—¿Qué
quieres decir con que no estás fuera? ¿Significa eso que me vas a
esconder?
—No,
por supuesto que no. A mí me gusta mantener mi vida privada. Aun si fuera
heterosexual, no pondría mi vida en la primera página de las revistas de
chismes. Debido a eso, no mucha gente sabe que soy gay.
—Lo
eres, ¿verdad?— preguntó vacilante Jaejoong, sintiéndose un estúpido cuando Yunho
se echó a reír.
—Sí,
Liebling, soy decididamente gay. No hay necesidad de preocuparse.
—Entonces,
¿de qué tengo que preocuparme?— Jaejoong preguntó mientras inclinaba la cabeza
hacia atrás para mirar a Yunho, recordando una vez más la altura de su hombre
cuando tuvo que inclinar su cabeza todo el camino de vuelta sólo para verlo.
Él
levantó una ceja en consulta cuando Yunho se puso un poco rojo.
—¿Qué?
—Yo
nunca he salido con nadie en serio, y me refiero a en público, no a salir del
armario. Estoy considerado como uno de los solteros más codiciados de New York,
pero eso es sólo debido a mi cuenta bancaria, no porque tenga muchas citas
porque no las tengo.
—¿Cuánto
vales?
—Seiscientos
millones de dólares, un millón más o menos. Pero la mayor parte está invertido
en empresas que tengo, no dinero en efectivo. ¿Por qué?
Jaejoong
se quedó mirando a Yunho, con la boca abierta. ¿Yunho tenía seiscientos
millones de dólares? Nunca en su vida podría imaginar ese tipo de dinero.
Hacían que sus dieciséis mil dólares parecieran limosna.
—Eso
también podría ser algo de lo que tenemos que hablar.
—¿Qué?—
preguntó Jaejoong. De repente sintió una sensación muy espeluznante moviéndose
por su columna vertebral.
—Yo
valgo mucho dinero, Liebling. Debido a eso, a menudo hay personas que tratan de
aprovecharse de mí. Significa que tengo que tener un guardaespaldas donde
quiera que vaya. Tú también vas a necesitar uno.
—¿Un
guardaespaldas?— susurró Jaejoong. Visiones de hombres armados que lo rodeaban
en masa mientras otras personas disparaban armas de fuego sobre él, llenaron la
mente de Jaejoong.
Yunho
asintió con pesar. —Es por tu propia seguridad, Liebling. No te lo pediría si
no fuera importante. Tengo que ser capaz de mantenerte a salvo. Hay gente por
ahí que no se detendrá ante nada para llevarse mi dinero, aunque tengan que
hacerte daño.
—¿Por
qué? No he hecho nada. Yo ni siquiera tengo dinero.
—Porque
una vez que aprendan lo mucho que significas para mí, ellos sabrán que yo daría
hasta el último centavo que poseo para mantenerte a salvo— Yunho respondió
mientras miraba solemnemente hacia abajo a Jaejoong.
¿Qué
podía decir a eso? Yunho acababa de reconocer que estaba dispuesto a renunciar
a todo su dinero, todos los 600 millones de dólares, para mantener a salvo a Jaejoong.
Si esa declaración no era de amor, no sabía lo que era.
—Yunho—
susurró mientras enterraba su rostro en el pecho de Yunho, sólo sosteniéndose.
—Lo
siento, Liebling. Me gustaría que no tuviera que ser así— murmuró Yunho
mientras se inclinaba para envolver sus brazos alrededor del culo de Jaejoong y
recogerlo.
—No lo
hagas— dijo Jaejoong cuando enmarcó la cara de Yunho con sus manos —.Te tomaré
de todas maneras en las que pueda conseguirte, guardaespaldas incluidos.
—¿No
te importa tener un guardaespaldas?
—Bueno,
yo no estoy encantado con él, pero si eso es lo que tengo que hacer para estar
en tu vida, eso es lo que voy a hacer. Pero me gustaría decidir en el tema de
quién será mi guardaespaldas, si eso está bien.
шшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшшш
Yunho
apoyó su frente contra la de Jaejoong, aspirando profundamente por el alivio.
No podía creer que Jaejoong tomara todo esto tan bien. Él no estaba seguro de
que Jaejoong en realidad tuviera una idea de cómo cambiaría su vida.
Cuando
Yunho le dijo que valía mucho dinero, él no estaba bromeando. Pero a veces no
sabía si valía la pena tener esa cantidad de dinero, porque significaba vivir
de manera diferente. Una de las cosas que debía hacer era tener que tener más
cuidado. Mucha gente quería su dinero.
Pero
también significaba que no había mucho por ahí que no pudiera darle a Jaejoong.
Él podría tomar todo el mundo, mostrarle todo lo que hubiera visto en revistas
y en televisión. Y si Jaejoong quería algo, sólo tenía que decir la palabra, y
todo sería suyo.
Tal
vez tener tanto dinero no era una mala cosa. Por un lado, Jaejoong nunca
tendría que volver a trabajar. Nunca más trabajar en dos empleos, sin poder
darse ningún lujo sólo para ahorrar algunos centavos, y no dormir más los fines
de semana para recuperarse del cansancio de la semana. Él se haría cargo de su
pequeño hombre y se aseguraría de que tuviera todo lo que siempre quiso tener.
—¿Estás
listo para el almuerzo, Liebling?— preguntó Yunho mientras bajaba los pies de Jaejoong
en el suelo.
Jaejoong
sonrió, mirando el cuerpo desnudo de Yunho. —Bueno, yo lo estoy, pero tú
necesitas un poco de trabajo.
Yunho
sintió que el rubor subía a su cara mientras miraba hacia abajo a su cuerpo
desnudo. «Ah, sí, la ropa». Cuando él
miró a Jaejoong, se dio cuenta del fuego en los ojos del hombre mientras miraba
su cuerpo desnudo. Sintió que su pene se empezaba a llenar.
—Oh no—
dijo Jaejoong, agitando la mano y apartándose de nuevo —.Sólo pon esa cosa a
distancia. Tengo hambre y tienes que darme de comer antes de tener más juegos.
Estoy a punto de extinguirme aquí.
Yunho
se rió al llegar a su ropa, tirando de ella con rapidez. Cuando terminó de
abotonarse la camisa miró por encima de su hombro a Jaejoong, comprobando que
sus ojos seguían clavados en él. —¿Tienes tu teléfono?
Jaejoong
asintió, acariciando su bolsillo. —Lo tengo aquí mismo.
Yunho
asintió. —Bueno, quiero que… Oh infierno, ¿quién es ese?— Yunho preguntó cuando
su teléfono celular comenzó a sonar. Lo sacó de su bolsillo y lo abrió —.¿Hola?
—¿Jefe?
Soy Kangin.
—Oh,
hola, Kangin, ¿qué necesitas? Estaba a punto de conseguir algo de comer.
—Necesito
hablar contigo acerca de Jaejoong. Tu secretaria me dijo que te encontraría en
tu celular.
—¿Jaejoong?—
dijo Yunho mientras se giraba para mirar a Jaejoong con curiosidad —.¿Qué pasa
con él?— Yunho vio una pequeña mueca en el rostro de Jaejoong cuando se acercó
a él.
—Sólo
hay unas cuantas cosas que tengo que hablar contigo acerca de Jaejoong. No te
preocupes, no es nada malo. Creo que esto es mejor decirlo en persona. ¿Crees
que te puedas encontrar conmigo? Estoy en el bar ‘Mirotic’, donde conociste a Jaejoong,
entre la calle 5 y principal.
—Uh,
está bien. Estaré allí tan pronto como pueda— dijo Yunho antes de cerrar su
teléfono —.Bueno, eso fue un poco raro. Kangin quiere hablar conmigo acerca de
ti. ¿Alguna idea de lo que se trata?
Jaejoong
negó con la cabeza. —¿Quién es Kangin?
—Mi
guardaespaldas, mejor amigo, confidente, lo que sea, a lo largo de los años, él
ha sido todo eso. Conozco a Kangin desde que teníamos quince años, de nuestro
antiguo vecindario. Cuando me mudé, lo llevé conmigo.
—¿Y,
cómo sabe él de mí?
Yunho
hizo una mueca. —Porque tú, mi amorcito, has sido en todo lo que he sido capaz
de pensar de los últimos tres meses— dijo, mientras tomaba su chaqueta y ponía
su brazo alrededor de la cintura de Jaejoong —.Ahora vamos, veamos lo que Kangin
quiere y luego nos vamos a comer.
que bueno que Yunho y Jae ya aclararon todo y están de nuevo juntos y muy felices pero creo que Kangin quiere ayudar a sus amigos y ellos muy felices con todo solucionado
ResponderBorrarGRACIAS por el capitulo hasta el próximo
Yunho si que es un magnate *.* que lindas cosas se dijeron full romanticismo. Me pregunto que le dirá kangin o.o me hizo reír cuando yunho se paro de la cama con jae unido a el O.O
ResponderBorrarGracias por el Cap amiga ^.^
Ya no es necesario ningun plan de parte de sus amigos je je, nuestra hermosa pareja ya se les adelanto, son un amor, gracias por la actualización, besos, y felices fiestas :3
ResponderBorrarahhhh por fin se aclaro todo y espero que ya no haya mas mal entendidos, ese par se ama con locura.... la sopresa que se llevara kangin al verlos juntos, esta genial el trama de este fic haber que sucedera despues, muchas gracias fue un lindo regalo de navidad,por cierto Feliz Navidad! un fuerte abrazo
ResponderBorrarGracias por actualizar !! Este capitulo me parecio muy dulce me gusto que Yunho rompiera el documento de nulidad Kagin no los intentaba unir? Creo que ya no es muy necesaria su ayuda
ResponderBorrarohhhhh q declaracion y q forma mas mona de decir q es su todo, porque yo no conozco a alguien asi, ahhhhh mucha miel. espero q todo vaya bien ahora. besos espero la actu.
ResponderBorrarWaaaaa que melosos son! Mejor de lo que esperaba, ojalá todo salga bien con eso de que Yun no esta tan fuera del clóset? Gracias por actualizar me encanto!! :)
ResponderBorrarsuspiro ...hay Yunho que romántico diciendo todo eso me enamoro XD pero que amor le profesa tan lindos que bueno que se hallan reconciliado
ResponderBorrarYunho es perfecto, perfecto. Como no enamorarse de el, si es asi? .... Estan felices y ahora Kangin se llevara una sorpresa cuando vean que se le adelantaron...y ya Yun y Jae aclararon las cosas. Wiiiii estan muy felices, sin embargo...pfff siempre hay un pero. La seguridad de ellos, pueden lastimar a Jae :( Gracias
ResponderBorrarynho es millonario y ama a jae que lindo y jae tomo todo bien y no le pone peros para un guardaespalda ¡¡ gracias por el capitulo <3
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