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viernes, 25 de diciembre de 2015

Capítulo 5

Jaejoong supo antes de abrir sus ojos, que Yunho se había marchado.
Además de no sentir la cama aplastada con el peso del cuerpo de Yunho, Jaejoong sentía frío.

Yunho lo había mantenido caliente durante toda la noche, con sus fuertes y grandes brazos envueltos alrededor de él.

Al abrir los ojos, se dio la vuelta al otro lado de la cama. Todavía podía oler el aroma de Yunho en la almohada bajo su cabeza y sentir el calor persistente dejado por su cuerpo en las sábanas.


Cuando Jaejoong se enroscó alrededor de la almohada y respiró hondo para tomar más del olor de Yunho, se preguntó cuánto tiempo le había tomado a Yunho el recoger sus cosas e irse. Además del olor que dejó atrás, no quedaba nada en la habitación que le dijera que Yunho había estado allí.

Jaejoong giró la cabeza, mirando el oro y la plata de su anillo de bodas. Rodó sobre su espalda, sosteniendo su mano delante de su cara. Movió la mano sólo un poco hacia atrás y hacia adelante, viendo la luz brillar en la sortija.

Realmente era un hermoso anillo. A él le encantó desde el momento en que Yunho se lo dio. No quería que saliera nunca de su dedo. Quitárselo era como admitir que su matrimonio había terminado. Pero, tal vez había llegado el momento.

—Después de todos los problemas que pasé para conseguir ese anillo, Liebling, ciertamente espero que no estés pensando en quitártelo— dijo una voz profunda detrás de él.

Jaejoong rápidamente dio la vuelta y se sentó. Se echó hacia atrás apoyando sus manos en la cama mientras miraba a Yunho en estado de shock. Éste se apoyó en el marco de la puerta, con los brazos cruzados sobre el pecho. Parecía algo casual, cómodo, algo que Jaejoong definitivamente no sentía.

—Yunho— susurró Jaejoong. Su corazón martilleaba en su pecho. Esperaba que Yunho se hubiera ido, para no verlo nunca más. Su mente no podía comprender por qué aún estaba en su dormitorio.

—Bueno, al menos te acordaste de mi nombre esta vez.— Yunho se rió entre dientes mientras caminaba por la habitación directo hacia la cama.

—Yunho, ¿qué...?

Las palabras de Jaejoong quedaron atrapadas en la garganta, cuando Yunho se sacó su ropa, dejándola caer al suelo. Jaejoong se sentía demasiado aturdido para moverse cuando Yunho se arrastró sobre la cama, moviéndose lentamente hacia él hasta que se colocó entre sus piernas.

—¿Qué estás…?

—Yo tenía algo que ir a cuidar, pero ahora estoy de vuelta, Liebling— Yunho le susurró mientras se inclinaba para besar a Jaejoong.

—¿Qué estás haciendo aquí?— preguntó Jaejoong con confusión.

—Tú estás aquí. ¿Dónde más podría estar?— preguntó Yunho mientras besaba la mejilla de Jaejoong hasta su mandíbula, dejando un rastro de besos en su camino. Las manos de Yunho le acariciaban la piel y jaló la sábana alrededor del cuerpo escondido de Jaejoong.

Jaejoong estaba muy confundido. Yunho se comportaba como lo hizo la noche en que se casaron. Jaejoong no se quejaba, pero él no entendía por qué actuaba de esa manera. Lo último que recordaba con claridad era a Yunho exigiéndole que admitiera que no estaban casados. Después de eso, el resto de la noche había estado llena de placer sin sentido.

—Yunho, espera— dijo Jaejoong mientras empujaba su cabeza —.¿Qué está pasando? ¿He estado bebiendo otra vez? 

—Oh no, Liebling. Si tengo algo que decir al respecto, nunca tocarás el alcohol de nuevo. Quiero que recuerdes cada momento que pasemos juntos.— Yunho se rió entre dientes mientras trataba de inclinarse para besar a Jaejoong de nuevo.

—¡Yunho! ¡Alto!— gritó Jaejoong. Él puso sus manos sobre el pecho del hombre y empujó.

Yunho se detuvo, moviéndose otra vez hasta que estuvo a su lado, la cabeza apoyada en su mano. Él mantuvo su otra mano en el pecho de Jaejoong, acariciándolo suavemente como si no pudiera soportar romper el contacto con él.

—Estoy tan confundido, Yunho. Por favor, dime lo que está pasando— le rogó desesperadamente Jaejoong.

—Bueno, Liebling, es muy simple. En algún lugar alrededor de las 3:00 am, me convencí de que sería mejor si nos casáramos. Nosotros tenemos algo especial juntos, y yo sería un estúpido si renunciara a ti.

Jaejoong miró por encima del hombro de Yunho hacia el reloj de la mesilla de noche. No eran más de las 6:00 pm — Uh, ¿Yunho? Son sólo las seis. «Es evidente que Yunho ha perdido el juicio».

—Oh, bueno, quería decir las 3:00 am, hace tres meses, Liebling— Yunho respondió.

—Pero, ahí es cuando nosotros…

—¿Nos casamos? Lo sé. 

—Yo no… entonces ¿por qué…? ¿Si querías estar casado por qué…? No lo entiendo, Yunho— susurró Jaejoong con lágrimas en los ojos mientras pensaba en la posibilidad de que Yunho estuviera siendo cruel con él de nuevo.

—Ven aquí, Liebling, y te lo explicaré— ordenó Yunho abriendo los brazos para él.

Jaejoong se le quedó mirando por dos segundos antes de rodar y apoyarse contra su pecho. Su cabeza descansaba sobre el brazo de Yunho. Él se mordió el labio inferior con nerviosismo, y alzó los ojos para mirar los de Yunho.

—Lo primero que tienes que entender es que estamos casados y vamos a seguir casados— dijo Yunho cuando llegó a la mesa de noche y agarró un gran sobre de papel manila.

Jaejoong reconoció de inmediato el sobre que había utilizado para enviar los documentos de la anulación, firmados a Yunho. Su corazón se quedó en algún lugar de la boca del estómago mientras miraba a Yunho abrir el sobre.

Un momento después, su boca se abrió en estado de shock cuando Yunho abrió el sobre y le dio la vuelta, derramando una gran pila de papeles triturados en el pecho de Jaejoong antes de tirar el sobre encima de su hombro.

Jaejoong tomó un par de hilos de papel, levantándolos con curiosidad. —¿Qué es esto?

—Nuestros papeles de anulación— dijo Yunho, su voz no sonaba tan feliz como hacía un momento.

—Pero…— dijo Jaejoong, más confundido ahora que hace unos momentos. ¿Yunho había destrozado los documentos de anulación? ¿Por qué? Jaejoong no podía permitirse el lujo de pagar para modificarlos otra vez si se los enviaba de nuevo —.Yunho, si me envías estos documentos de anulación una vez más, no los voy a firmar.

—Bueno, no quiero que lo hagas— dijo Yunho.

Jaejoong se apartó de Yunho mientras lo miraba perplejo. —¿No querías que firmase los papeles de anulación? ¿Entonces por qué infiernos me los mandaste, en primer lugar?

—Porque nunca me llamaste— respondió Yunho simplemente.

—¿Nunca te he llamado? ¿Tú me has enviado los papeles de anulación porque nunca te he llamado?— dijo Jaejoong en un murmullo, el asombro lo llenó, seguido rápidamente por ira. Ni siquiera tenía un maldito teléfono. ¿Cómo iba a llamar?

Miró a Yunho por un momento antes de rodar hacia el otro lado de la cama para sentarse. Se quedó mirando el suelo debajo de él, todo a su alrededor parecía moverse a cámara lenta mientras trataba de dar sentido a las cosas que le había dicho Yunho. Pero no tenían sentido.

—Yunho…— comenzó, sólo para ser interrumpido por las grandes manos envolviéndose alrededor de su cintura, dos enormes piernas colocándose junto a él, y con el estómago caliente presionando contra su espalda. Cerró los ojos y se echó hacia atrás en el abrazo de Yunho, deseando que nunca tuviera que abandonarlo.

—Escucha lo que tengo que decir, y si de verdad quieres que me vaya, Jaejoong, lo haré— Yunho le susurró al oído.

Jaejoong asintió con miedo de lo que Yunho pudiera decir, pero necesitando escucharlo de todos modos.

—Cuando te conocí, me cautivaste. Tú parecías estar interesado en mí, no en mi dinero o lo que yo podría hacer por ti, sino por mí.

—Yunho, yo no sabía que tenías dinero. Me gustaría que nunca…

—Shhh, Liebling, déjame decirte esto, ¿por favor?— dijo Yunho mientras pasaba los dedos contra la mejilla de Jaejoong —.Es muy difícil para mí, y tengo que decir esto antes de que pierda los nervios.

Una vez que Jaejoong asintió, Yunho continuó.

—Tú fuiste una maravillosa sorpresa para mí. Incluso mi tamaño no te molestaba. No sabes lo raro que es eso para mí. Las personas que me aceptan lo hacen debido al tamaño de mi cuenta bancaria, no porque se preocupen por mí. Pero contigo…— las palabras de Yunho se desvanecían mientras corría sus manos por los brazos de Jaejoong. —Después de que hiciéramos el amor, supe que no quería darme por vencido contigo. Yo quería pasar el resto de la vida contigo, cuidarte, amarte. Cuando accediste a casarte conmigo... Jaejoong, nunca me he sentido así antes, ni con nadie.    

Jaejoong podía sentir formarse lágrimas en sus ojos ante las palabras de Yunho. Decía todas las cosas correctas, todas las palabras románticas que él había soñado. Pero si realmente las quería decir, ¿por qué se fue? ¿Por qué enviarle los documentos de anulación?

—A la mañana siguiente, cuando no te acordabas de mí, pensé que mi corazón se rompía. Pensé que había sido tomado por un tonto, que sólo querías mi dinero. 

Jaejoong podía oír la tristeza en la voz de Yunho, el intenso dolor. De repente se dio cuenta de que en todo este tiempo, él sólo había pensado en su propia angustia.
Nunca había considerado por lo que Yunho podría haber pasado o por lo que todavía podría estar pasando.

—Yunho, nunca quise tu dinero, te lo juro. Voy a firmar algo ahora, cualquier cosa que quieras, que diga que no tengo acceso a tu dinero. Tengo dos trabajos. Incluso tengo dinero ahorrado. Yo puedo cuidar de nosotros— dijo Jaejoong rápidamente.

—Gracias, Liebling. Eso significa mucho para mí, pero yo no estoy preocupado por eso. Si mi dinero puede darte algo que te haga feliz, puedes tenerlo todo— Yunho le aseguró.

Jaejoong giró el cuerpo para poder mirar a Yunho, cubriendo sus piernas sobre la suya. Enmarcó la cara de Yunho con sus manos. —Yunho, escúchame. Yo no quería tu dinero y no estaba tratando de hacer un tonto de ti. Yo hablaba en serio cuando te dije que no puedo manejar el licor. Más de tres bebidas y no recuerdo nada. 

—¿No te acuerdas de nada?— preguntó Yunho suavemente. Jaejoong podía oír en la voz la esperanza de Yunho. Ojalá pudiera decir que sí, que lo recordaba todo, pero eso sería una mentira y él sólo quería la verdad entre ellos.

—Me acuerdo de haber hecho el amor contigo en esa noche, y nuestra boda. Me acuerdo de todo hasta que bebimos champagne. Más importante aún, me acuerdo de por qué quería casarme contigo. Después de eso, todo se pone un poco confuso.

—¿Por qué quisiste casarte conmigo?

Jaejoong sonrió, inclinándose para darle a los labios de Yunho un beso rápido antes de mirar a los ojos avellana una vez más. —Yo quería casarme contigo porque me sentía como si estuviera enamorado de ti.

—Y… ¿y ahora? ¿Cómo te sientes ahora?— murmuró Yunho.

—Ahora, sé que estaba enamorado de ti. Los últimos tres meses sin ti han sido un infierno, Yunho. Cada golpe en la puerta, todos los coches que pasaban, tenía la esperanza de que fueras tú. Cuando esos documentos de anulación llegaron, pensé que iba a morir.

Yunho jaló más cerca a Jaejoong, metiéndole la cabeza bajo su barbilla mientras acariciaba con sus dedos los cabellos de Jaejoong. —Lo siento mucho, Liebling, nunca quise lastimarte. Sólo quería llamar tu atención. Sabía que tenía que dejarte ir, pero no podía. 

—Me alegro de que no lo hicieras. No quiero que me dejes nunca— susurró Jaejoong contra la garganta de Yunho.

—¿Eso significa que quieres seguir casado conmigo?— Jaejoong levantó la mano frente al rostro de Yunho, moviendo su dedo anular
—.Todavía estoy usando tu anillo, ¿no?

Giró la cabeza para ver a Yunho agarrar su mano, sus dedos frotando sobre el anillo de oro y plata. Se mantuvo muy tranquilo, Jaejoong comenzó a preocuparse. Él se echó hacia atrás un poco para poder mirar a la cara de Yunho, el pecho oprimido cuando vio las lágrimas que caían en silencio por el rostro del hombre.

—¿Yunho?— susurró en voz baja —.¿No quieres que me ponga el anillo?— Cuando Yunho no le respondió, Jaejoong empezó a sentir como si quisiera algo que Yunho no.

¿Había leído la situación en forma equivocada? ¿Yunho no lo quería?

—¿Quieres que te devuelva tu anillo?— preguntó Jaejoong tirando de su mano, alejándola de Yunho y deslizando la banda de su dedo. Reunió hasta el último gramo de valor que tenía y ofreció el anillo a Yunho. Ese simple anillo significaba más para él que cualquier otra cosa de su propiedad.

Jaejoong respiró hondo para contener las lágrimas, cuando Yunho tomó el anillo de sus dedos. Él no pensaba que fuera a sobrevivir a este nivel de dolor. El área en el pecho donde se suponía que debería estar su corazón, se sentía como si estuviera llena de cemento.

Empezó a sentarse para ir al baño para encerrarse hasta que Yunho se fuera, cuando Yunho de repente lo agarró de un brazo, empujándolo hacia atrás en la cama antes de cubrir su cuerpo con el suyo mucho más grande.

Yunho le agarró la mano y empujó el anillo en su dedo antes de cerrar la mano en un puño, cubriendo la mano de Jaejoong con la suya.

—Nunca debes sacarte este anillo de nuevo, ¡jamás! Ni siquiera cuando seamos viejos y débiles y muramos juntos en casa, en nuestra cama. ¿Me entiendes, Jaejoong?— gruñó hacia él.

Jaejoong no podía detener las lágrimas esta vez. Sintió que se le escapaba un pequeño sollozo ante la mirada ferozmente posesiva en los ojos de Yunho. Cuando Yunho de repente se levantó y buscó su pantalón, Jaejoong trató de aferrarse a él, sus manos apretadas a su cuerpo. Pero entonces, Yunho giró, con los brazos alrededor de él. Él le tendió la mano, la palma hacia arriba.

—Creo que necesitas poner esto de vuelta a donde pertenece, Liebling.

Los ojos de Jaejoong miraron a la palma de Yunho, cuando vio al gran anillo de bodas de plata y oro en la mano. Su mano temblaba cuando llegó a tomarlo antes de deslizarlo en el dedo de Yunho.

Antes de soltar la mano de Yunho, acercó sus labios, besando el anillo en su dedo. Alzó los ojos a Yunho, sonriendo al ver lágrimas en sus ojos, sabiendo que coincidían con las suyas.

—Yunho— él susurró.

Jaejoong gritó cuando Yunho levantó sus piernas y metió los dedos en su culo, gracias a que ya estaba extendido por el sexo que habían tenido antes, no hubo resistencia. Jaejoong oyó un pequeño ruido y gel frío se añadió a los dedos. Yunho de repente sacó los dedos y empujó su gran pene en él con un envite. La mirada de Jaejoong se detuvo en Yunho con sorpresa al verlo apretando los dientes, los músculos en el lado del cuello tensos.

Vio con asombro cómo Yunho empujó una vez, luego echó atrás la cabeza, gritando el nombre de Jaejoong cuando él lo llenó con su semilla. Las manos que sostenían los muslos de Jaejoong hasta el pecho, se clavaron en su piel cuando Yunho empujó de nuevo, la cabeza caída hacia el pecho de Jaejoong cuando su voz se convirtió en un gruñido. —Lo siento, Liebling. Necesitaba sentir tu calor a mi alrededor— Yunho le susurró antes de levantar la cabeza para mirarlo.

Jaejoong se limitó a sonreír. —Puedes tenerme todas las veces que quieras, Yunho.
Yunho rió entre dientes ligeramente. —De alguna manera no creo que sea muy sabio. Te verías un poco raro si llevaras mi pene en el culo todo el tiempo. 

Jaejoong se echó a reír. —Estoy seguro de que puedo aprender a lidiar con eso, si tú puedes.

Yunho lo miró fijamente. Su mano acariciaba suavemente el lado de la cara de Jaejoong. —¿Vas a quedarte conmigo, Jaejoong?— preguntó con aprensión en su voz.

—¿Si tú me quieres?— Lo que Jaejoong dijo fue una declaración, pero sonó más como una pregunta. Todavía se tambaleaba por el hecho de que Yunho estuviera aquí, y mucho más por el hecho de que parecía que el hombre lo quería de vuelta en su vida.

—Te quiero, Jaejoong— dijo Yunho —.Nunca he querido a nadie como te quiero a ti.

—Entonces me quedaré.

—¿No hablaremos más de una anulación? ¿No más vidas por separado, casas separadas, o camas separadas? ¿Vendrás a mi casa? ¿Dejarás que cuide de ti? 
Jaejoong observó el rostro de Yunho mientras hablaba, preguntándose al ver la expresión de niño perdido en su rostro, cómo podría un hombre que se veía tan sexy como él, un hombre que valía millones, tener tanto miedo al rechazo.

—Yunho, no es necesario que cuides de mí. He estado cuidando de mí durante mucho tiempo. Sólo tienes que amarme. Eso es lo único que quiero de ti, no tu dinero o tu prestigio, sólo a ti— la mano de Jaejoong acarició la piel desnuda debajo de él —,cada gloriosa pulgada de ti.

—Yo sé que no es necesario que cuide de ti, Jaejoong, pero quiero hacerlo. ¿Por favor? Nunca he tenido a nadie para compartir esto. Siempre ha sido trabajar, trabajar y trabajar. Nunca he tenido a alguien con quien compartir mi vida. Quiero compartir eso contigo. 

Jaejoong sonrió de nuevo. —Está bien, Yunho, me voy a casa contigo y te permitiré hacerte cargo de mí, siempre que recuerdes que el cuidado es en dos vías. Yo tengo que cuidar de ti tanto como tú cuidarás de mí. De eso se trata el matrimonio. 

La sonrisa de Yunho tardó en llegar, casi como si él no pudiera creer las palabras de Jaejoong, pero cuando llegó fue hermosa. Iluminó toda la cara de Yunho hasta que las pequeñas arrugas alrededor de sus pequeños ojos grises se hicieron más pronunciadas.

—Cuando salí, te traje algo— dijo al llegar a su pantalón, sacando algo de su bolsillo antes de entregárselo a Jaejoong.

Jaejoong miró lo que Yunho le daba. Se trataba de un teléfono celular, un teléfono de última generación. Había visto esas cosas en los anuncios, pero nunca pensó en tener uno. Hacían casi todo, excepto la cena.

—¿Me conseguiste un teléfono?— preguntó con curiosidad. 

Yunho asintió. Con aspecto de vértigo, como un niño pequeño, llegó al teléfono y lo abrió. Apretó una tecla para un número de marcación rápida. Jaejoong saltó cuando los pantalones de Yunho de repente sonaron.

—Ya lo he programado con el número de mi celular, mi oficina y el número de nuestra casa. De esta manera, puedes llamarme cuando quieras. Yo nunca voy a dejar que la falta de un teléfono nos separe de nuevo— Yunho dijo con dureza al cerrar el teléfono, cortando la llamada, y se lo tendió a Jaejoong.

Jaejoong sonrió mientras tomaba el teléfono y lo ponía en su mesita de noche.

—Gracias, Yunho.

—De nada— dijo Yunho, sonriendo de nuevo —.Ahora, ¿tomamos una ducha rápida, y luego te llevo a comer?

—Sabes que puedo hacer el almuerzo aquí.

—No.— Yunho sacudió la cabeza —.Yo quiero llevarte fuera y mostrarte.

Jaejoong rodó los ojos mientras empujaba contra los hombros de Yunho.

—Bien, entonces levántate. No puedo llegar a la ducha con tu pene en mi culo.

—¿Quieres apostar?— dijo Yunho mientras envolvía sus brazos alrededor de Jaejoong y lo sujetó en un gran movimiento. Se dio la vuelta hacia el lado de la cama y se levantó. Se dirigió hacia la ducha, Jaejoong aún clavado en su pene que empezaba a despertar de nuevo.

—¡Yunho!— se rió Jaejoong.

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Jaejoong terminó de abrocharse la camisa mientras veía las noticias en la televisión. Podía oír a Yunho en la ducha. Una simple ducha se había convertido en un largo jugueteo contra la pared de la misma, para gran disfrute de Jaejoong.

Había algo que decir acerca de tener un marido lo suficientemente grande como para que lo recogiera en sus brazos y lo abrazase contra la pared mientras jodían. Jaejoong podría tener un ligero dolor en el culo ahora, pero era un dolor delicioso.

A medida que la ducha se apagaba en el cuarto de baño, Jaejoong escuchó mencionar el nombre de Yunho en la televisión. Rápidamente se sentó en el extremo de la cama y subió el volumen. Sus ojos se abrieron al escuchar la noticia.

«—Un portavoz del magnate de los negocios, Jung Yunho, ha anunciado hoy que el Sr. Jung ya no es uno de los solteros más codiciados de New York. El Sr. Jung celebró su boda con amigos y familiares en una ceremonia privada hace unas semanas. El vocero de Jung también dijo que el nombre de su esposa se mantiene en reserva hasta el próximo mes, cuando el señor Jung será el anfitrión de una recepción en honor de su nueva esposa.»

—¡Yunho!— Jaejoong gritó. Sus ojos se agrandaron al ver la foto de su marido, a su vez, en otra noticia.

—¿Sí, Liebling?— preguntó Yunho cuando salió del baño, secándose el cabello con una toalla.

—Acabas de salir en las noticias.— Jaejoong señaló la televisión.

—Jaejoong, siempre estoy en las noticias.

—Sí, pero ellos estaban hablando de que te casaste y que ofrecerás una fiesta el próximo mes en honor de ¡tu nueva esposa!

—Oops.— Yunho se rió entre dientes.

—¿Oops? ¿Eso es todo lo que puedes decir? ¿Oops?— gritó Jaejoong, sus manos apoyadas en sus caderas al tiempo que miraba a Yunho —.Yo no soy una mujer, Yunho. ¿Qué van a decir todos cuando se ponga en evidencia que soy tu marido y no tu mujer? 

—¿Felicidades?

—No es gracioso, Yunho.

—Mira, Liebling, es necesario que entiendas algo— dijo Yunho al dejar caer la toalla en el suelo y acercarse para envolver sus brazos alrededor de Jaejoong, apoyando la barbilla en la cabeza de este —.No estoy exactamente en el armario, pero no estoy tampoco completamente fuera de él.

—¿Qué quieres decir con que no estás fuera? ¿Significa eso que me vas a esconder? 

—No, por supuesto que no. A mí me gusta mantener mi vida privada. Aun si fuera heterosexual, no pondría mi vida en la primera página de las revistas de chismes. Debido a eso, no mucha gente sabe que soy gay.

—Lo eres, ¿verdad?— preguntó vacilante Jaejoong, sintiéndose un estúpido cuando Yunho se echó a reír.

—Sí, Liebling, soy decididamente gay. No hay necesidad de preocuparse.

—Entonces, ¿de qué tengo que preocuparme?— Jaejoong preguntó mientras inclinaba la cabeza hacia atrás para mirar a Yunho, recordando una vez más la altura de su hombre cuando tuvo que inclinar su cabeza todo el camino de vuelta sólo para verlo.

Él levantó una ceja en consulta cuando Yunho se puso un poco rojo.

—¿Qué?

—Yo nunca he salido con nadie en serio, y me refiero a en público, no a salir del armario. Estoy considerado como uno de los solteros más codiciados de New York, pero eso es sólo debido a mi cuenta bancaria, no porque tenga muchas citas porque no las tengo.

—¿Cuánto vales?

—Seiscientos millones de dólares, un millón más o menos. Pero la mayor parte está invertido en empresas que tengo, no dinero en efectivo. ¿Por qué? 

Jaejoong se quedó mirando a Yunho, con la boca abierta. ¿Yunho tenía seiscientos millones de dólares? Nunca en su vida podría imaginar ese tipo de dinero. Hacían que sus dieciséis mil dólares parecieran limosna.

—Eso también podría ser algo de lo que tenemos que hablar.

—¿Qué?— preguntó Jaejoong. De repente sintió una sensación muy espeluznante moviéndose por su columna vertebral.

—Yo valgo mucho dinero, Liebling. Debido a eso, a menudo hay personas que tratan de aprovecharse de mí. Significa que tengo que tener un guardaespaldas donde quiera que vaya. Tú también vas a necesitar uno.

—¿Un guardaespaldas?— susurró Jaejoong. Visiones de hombres armados que lo rodeaban en masa mientras otras personas disparaban armas de fuego sobre él, llenaron la mente de Jaejoong.

Yunho asintió con pesar. —Es por tu propia seguridad, Liebling. No te lo pediría si no fuera importante. Tengo que ser capaz de mantenerte a salvo. Hay gente por ahí que no se detendrá ante nada para llevarse mi dinero, aunque tengan que hacerte daño. 

—¿Por qué? No he hecho nada. Yo ni siquiera tengo dinero. 

—Porque una vez que aprendan lo mucho que significas para mí, ellos sabrán que yo daría hasta el último centavo que poseo para mantenerte a salvo— Yunho respondió mientras miraba solemnemente hacia abajo a Jaejoong.

¿Qué podía decir a eso? Yunho acababa de reconocer que estaba dispuesto a renunciar a todo su dinero, todos los 600 millones de dólares, para mantener a salvo a Jaejoong. Si esa declaración no era de amor, no sabía lo que era.

—Yunho— susurró mientras enterraba su rostro en el pecho de Yunho, sólo sosteniéndose.

—Lo siento, Liebling. Me gustaría que no tuviera que ser así— murmuró Yunho mientras se inclinaba para envolver sus brazos alrededor del culo de Jaejoong y recogerlo.

—No lo hagas— dijo Jaejoong cuando enmarcó la cara de Yunho con sus manos —.Te tomaré de todas maneras en las que pueda conseguirte, guardaespaldas incluidos.

—¿No te importa tener un guardaespaldas?  

—Bueno, yo no estoy encantado con él, pero si eso es lo que tengo que hacer para estar en tu vida, eso es lo que voy a hacer. Pero me gustaría decidir en el tema de quién será mi guardaespaldas, si eso está bien.

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Yunho apoyó su frente contra la de Jaejoong, aspirando profundamente por el alivio. No podía creer que Jaejoong tomara todo esto tan bien. Él no estaba seguro de que Jaejoong en realidad tuviera una idea de cómo cambiaría su vida.

Cuando Yunho le dijo que valía mucho dinero, él no estaba bromeando. Pero a veces no sabía si valía la pena tener esa cantidad de dinero, porque significaba vivir de manera diferente. Una de las cosas que debía hacer era tener que tener más cuidado. Mucha gente quería su dinero.

Pero también significaba que no había mucho por ahí que no pudiera darle a Jaejoong. Él podría tomar todo el mundo, mostrarle todo lo que hubiera visto en revistas y en televisión. Y si Jaejoong quería algo, sólo tenía que decir la palabra, y todo sería suyo.

Tal vez tener tanto dinero no era una mala cosa. Por un lado, Jaejoong nunca tendría que volver a trabajar. Nunca más trabajar en dos empleos, sin poder darse ningún lujo sólo para ahorrar algunos centavos, y no dormir más los fines de semana para recuperarse del cansancio de la semana. Él se haría cargo de su pequeño hombre y se aseguraría de que tuviera todo lo que siempre quiso tener.

—¿Estás listo para el almuerzo, Liebling?— preguntó Yunho mientras bajaba los pies de Jaejoong en el suelo.

Jaejoong sonrió, mirando el cuerpo desnudo de Yunho. —Bueno, yo lo estoy, pero tú necesitas un poco de trabajo.

Yunho sintió que el rubor subía a su cara mientras miraba hacia abajo a su cuerpo desnudo. «Ah, sí, la ropa». Cuando él miró a Jaejoong, se dio cuenta del fuego en los ojos del hombre mientras miraba su cuerpo desnudo. Sintió que su pene se empezaba a llenar.

—Oh no— dijo Jaejoong, agitando la mano y apartándose de nuevo —.Sólo pon esa cosa a distancia. Tengo hambre y tienes que darme de comer antes de tener más juegos. Estoy a punto de extinguirme aquí.

Yunho se rió al llegar a su ropa, tirando de ella con rapidez. Cuando terminó de abotonarse la camisa miró por encima de su hombro a Jaejoong, comprobando que sus ojos seguían clavados en él. —¿Tienes tu teléfono?

Jaejoong asintió, acariciando su bolsillo. —Lo tengo aquí mismo.

Yunho asintió. —Bueno, quiero que… Oh infierno, ¿quién es ese?— Yunho preguntó cuando su teléfono celular comenzó a sonar. Lo sacó de su bolsillo y lo abrió —.¿Hola?

—¿Jefe? Soy Kangin.

—Oh, hola, Kangin, ¿qué necesitas? Estaba a punto de conseguir algo de comer. 

—Necesito hablar contigo acerca de Jaejoong. Tu secretaria me dijo que te encontraría en tu celular. 

—¿Jaejoong?— dijo Yunho mientras se giraba para mirar a Jaejoong con curiosidad —.¿Qué pasa con él?— Yunho vio una pequeña mueca en el rostro de Jaejoong cuando se acercó a él.

—Sólo hay unas cuantas cosas que tengo que hablar contigo acerca de Jaejoong. No te preocupes, no es nada malo. Creo que esto es mejor decirlo en persona. ¿Crees que te puedas encontrar conmigo? Estoy en el bar ‘Mirotic’, donde conociste a Jaejoong, entre la calle 5 y principal.

—Uh, está bien. Estaré allí tan pronto como pueda— dijo Yunho antes de cerrar su teléfono —.Bueno, eso fue un poco raro. Kangin quiere hablar conmigo acerca de ti. ¿Alguna idea de lo que se trata? 

Jaejoong negó con la cabeza. —¿Quién es Kangin?

—Mi guardaespaldas, mejor amigo, confidente, lo que sea, a lo largo de los años, él ha sido todo eso. Conozco a Kangin desde que teníamos quince años, de nuestro antiguo vecindario. Cuando me mudé, lo llevé conmigo.

—¿Y, cómo sabe él de mí?


Yunho hizo una mueca. —Porque tú, mi amorcito, has sido en todo lo que he sido capaz de pensar de los últimos tres meses— dijo, mientras tomaba su chaqueta y ponía su brazo alrededor de la cintura de Jaejoong —.Ahora vamos, veamos lo que Kangin quiere y luego nos vamos a comer.

10 comentarios:

  1. que bueno que Yunho y Jae ya aclararon todo y están de nuevo juntos y muy felices pero creo que Kangin quiere ayudar a sus amigos y ellos muy felices con todo solucionado
    GRACIAS por el capitulo hasta el próximo

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  2. Yunho si que es un magnate *.* que lindas cosas se dijeron full romanticismo. Me pregunto que le dirá kangin o.o me hizo reír cuando yunho se paro de la cama con jae unido a el O.O
    Gracias por el Cap amiga ^.^

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  3. Ya no es necesario ningun plan de parte de sus amigos je je, nuestra hermosa pareja ya se les adelanto, son un amor, gracias por la actualización, besos, y felices fiestas :3

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  4. ahhhh por fin se aclaro todo y espero que ya no haya mas mal entendidos, ese par se ama con locura.... la sopresa que se llevara kangin al verlos juntos, esta genial el trama de este fic haber que sucedera despues, muchas gracias fue un lindo regalo de navidad,por cierto Feliz Navidad! un fuerte abrazo

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  5. Gracias por actualizar !! Este capitulo me parecio muy dulce me gusto que Yunho rompiera el documento de nulidad Kagin no los intentaba unir? Creo que ya no es muy necesaria su ayuda

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  6. ohhhhh q declaracion y q forma mas mona de decir q es su todo, porque yo no conozco a alguien asi, ahhhhh mucha miel. espero q todo vaya bien ahora. besos espero la actu.

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  7. Waaaaa que melosos son! Mejor de lo que esperaba, ojalá todo salga bien con eso de que Yun no esta tan fuera del clóset? Gracias por actualizar me encanto!! :)

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  8. suspiro ...hay Yunho que romántico diciendo todo eso me enamoro XD pero que amor le profesa tan lindos que bueno que se hallan reconciliado

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  9. Yunho es perfecto, perfecto. Como no enamorarse de el, si es asi? .... Estan felices y ahora Kangin se llevara una sorpresa cuando vean que se le adelantaron...y ya Yun y Jae aclararon las cosas. Wiiiii estan muy felices, sin embargo...pfff siempre hay un pero. La seguridad de ellos, pueden lastimar a Jae :( Gracias

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  10. ynho es millonario y ama a jae que lindo y jae tomo todo bien y no le pone peros para un guardaespalda ¡¡ gracias por el capitulo <3

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