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martes, 15 de julio de 2014

Capítulo 35


Sentí el aliento atragantado. ¿Habló en serio? ¿Voy a estar en su cama desnudo? ¡Oh diablos sí! ¡Me gusta cómo suena esto!

—¿En serio?— pregunté, mirándole con excitación.


Él rio. —Tú realmente eres un pervertido. No, precioso, estaba bromeando. La última vez comprobé que todavía eras menor de edad— se burló, guiñándome mientras se quitaba la camisa con botones azules, sacándola sobre su cabeza y lanzándomela —.Duerme con esto.— Sonreí agradecidamente y mordí mi labio cuando lo observé. Su cuerpo me hizo la boca agua y a mis rodillas temblar. Moví mis manos hacia el pantalón de mi traje, estaba justo apunto de desabrocharlo para poderme cambiar, cuando él gruñó. —Te puedes cambiar en el baño— masculló, señalando con la cabeza la puerta.

Puse mala cara cuando me dirigí al cuarto de baño. Parece como que definitivamente no conseguiré nada más que un abrazo esta noche. Yo realmente no esperaba algo, sabía lo serio que era sobre que yo fuera menor de edad; él realmente quería esperar, así que esperaríamos. Esta noche era más sobre estar cerca de él, teniéndolo abrazándome como solía hacerlo y pasar tiempo juntos sin tener que mirar el reloj para ver si yo iba a saltarme mi toque de queda. Sólo relajándonos, como Yunho y Jaejoong, en vez de profesor y estudiante.

Me quité el traje, dejándome el bóxer, me coloqué su camisa sobre mi cabeza. Mientras pasaba por mi cara respiré. Su aroma me asombró. Provocó mis sentidos, como una especie de droga, me elevó de inmediato. Esta noche tengo que dormir con este olor alrededor de mí; deseé que esta noche durara para siempre.

Cuando salí del cuarto de baño, Yunho gruñó. —Olvidé lo sexy que te ves con mi ropa— él casi rugió. Dirigí rápidamente mis ojos a él. Estaba en la cama, con su pecho desnudo. Las sabanas cubriendo sólo encima de su ombligo. Me hizo hormiguear mi estómago por lo increíble que se veía. Probablemente nunca me acostumbraría a la atracción que sentía por él, literalmente parecía el hombre más hermoso del mundo.

Nada ni nadie se comparaba con Yunho.

Sostuve mi aliento, tratando de esconder mi deseo por él mientras caminaba al otro lado de la cama y subía despacio, sólo preguntándome si yo sería capaz de detenerme, de pedir un poco de atención física. Podía sentir las palabras a punto de reventar para salir de mi boca; lo deseaba tanto que era casi doloroso.

Él sonrió, sus ojos barrieron mi cuerpo mientras yo hacía lo mismo con él. —Ven conmigo entonces, precioso— ronroneó de modo seductor.

Tragué aire y me escabullí sobre él mientras que él rodaba de lado y pasaba un brazo bajo mi cuello. Me moví imposiblemente más cerca, poniendo mi cabeza en su hombro, inclinando mi cara para así poder mirar los ojos del hombre del cual estaba enamorado. Coloqué una pierna entre las suyas, enredándonos juntos íntimamente.

Su nariz acariciaba contra la mía despacio, sus ojos miraban directo a los míos. Podía ver la lucha que tenía consigo mismo, estaba claro a través de su cara que me deseaba, pero trataba de no descontrolarse.

Su otra mano se deslizó hacia abajo por mi espalda despacio, hacia mi trasero, empujándome aún más cerca de él. —No sabes cuánto he extrañado tenerte en mi cama— susurró él, salpicando besitos desde el borde de mi boca, a través de mi mejilla hacia mi oído. Besó el punto sensible debajo de mi oído y me sentí temblar en su abrazo, lo que hizo que sus dedos mordieran mi trasero y mi espalda mientras me apretaba más fuerte.

Soltó un pequeño gemido; no estaba seguro de si había sido un gemido bueno, como de apreciación, o si era un gemido de frustración. De cualquier manera hizo brotar un disparo de necesidad alrededor de mi cuerpo. Viendo que él me tocaba un poco, asumí que me permitiría tocarle. Incliné mi cabeza y besé la parte superior de su pecho mientras arrastraba mis dedos sobre su piel, siguiendo las líneas de sus músculos, adorando las protuberancias con las yemas de mis dedos. Sus manos vagaban por mi cuerpo también.

Jadeé cuando la que estaba en mi trasero se deslizó bajo su camisa, la que yo usaba y sentí el cosquilleó en la piel de mi barriga, sus dedos se introdujeron en el agujero de mi ombligo.

Él gimió otra vez cuando lo toqueteó, su rostro volviendo al mío mientras me besaba suavemente, despacio, tiernamente. El beso era tan suave que apenas pude sentirlo, sin embargo al mismo tiempo contenía tanta pasión que me daban ganas de gritar. Necesitaba más, lo necesitaba a él, tanto que sabía que tenía que pararle.

Él no quería esto y se enojaría consigo mismo si pasara; no lo quería molesto pensando que se había aprovechado. Tanto como esto me dolía, tenía que conseguir que se detuviera.

—Yunho, creí que había una regla sobre la ropa— mascullé, odiándome por decir las palabras.

Él suspiró y retiró su rostro, sus ojos se posaron en los míos.

—No puedo hacerlo, precioso. Yo sólo… sólo necesito verte, tocarte— susurró él, mirándome como pidiendo mi permiso.

Sentí que mi mundo había dejado de girar, o tal vez se había acelerado, ya no estaba seguro de qué. Los sentimientos que recorrían por mis venas me hicieron sentir que podría volar.

—Oh Dios— mascullé, no sabiendo que más decir. Puse su boca en la mía, él gimió desde su garganta. El sonido casi me volvió loco y clavé mis uñas en su espalda, pero no pareció importarle en lo más mínimo.

Me abrazó y se tumbó sobre su espalda echándome encima de él, sin romper ni una vez el beso. Los sentimientos apoderándose; no podía pensar en nada más, sólo era un cuerpo hecho para sentir y nada más. Cada lugar donde sus dedos me tocaban parecía que se encendía en llamas, dejándome hecho un manojo de nervios. Cuando sus manos comenzaron con los botones de mi camisa de repente fui plenamente consciente de que si él me la quitaba, yo no tendría nada debajo más que mi bóxer. 

—Yunho, no tengo nada debajo de esto.— Jadeé cuando me beso el cuello.

—Bien— refunfuñó, tirando más enérgicamente de los botones.

Mi corazón estaba desbocado en mi pecho; estaba tan excitado que creía que esto me mataría. Sacó la camisa de mis hombros despacio, sus uñas raspando por mis brazos mientras lo llevaba a cabo, haciéndome morderme el labio y gemir silenciosamente. Sus ojos no se despegaron de mí en todo momento. Su expresión todavía se notaba rasgada, como que todavía creía que esto estaba mal de alguna manera pero que no podía detenerse. Sonreí para alentarlo; sus labios llenos se detuvieron en una sonrisa imponente mientras sacaba el resto de ropa y la lanzaba al suelo.

Nos hizo volver a rodar y entonces quedé abajo de él otra vez, luego se levantó para sentarse a horcajadas sobre mis caderas. Brevemente entré en pánico de que hubiera cambiado de opinión, que él fuera a insistir que nos detuviéramos o sugerir que él durmiera en el sofá o algo así.

Pero no lo hizo. En cambio, sus ojos vagaron despacio por mi cuerpo, desde mi cabeza, hacia abajo por mi cuello, deteniéndose en mi pecho antes de llegar a mi estómago, luego hacia arriba de regreso, tan despacio, hasta que se encontraron con los míos.

Bajó de nuevo, sus antebrazos a ambos lados de mi cabeza, soportando la mayor parte de su peso. Me miró directamente a los ojos. Apenas pude ver su amor por mí allí, la profundidad de la emoción que estaba allí me hizo derretir y mis entrañas saltaron de alegría.

—Eres tan hermoso, tan precioso. A veces no entiendo lo que ves en mí, pero me alegro de que veas lo que sea que sea— susurró él. Su aliento sopló a través de mis labios, haciéndolos abrirse inconscientemente —.Nuevas reglas. La piel está permitida, bóxer se quedan, manos y boca tienen rienda suelta. ¿De acuerdo?— preguntó, mirándome con esperanza.

¡Oh diablos sí que me gusta cómo suena eso! Asentí con impaciencia. —¡De acuerdo, definitivamente de acuerdo!— Acepté quizá demasiado rápido.

Él rio, retirándome suavemente el pelo de mi frente —.Tú sólo quieres mi cuerpo— bromeó él, cambiando su postura, haciendo que nos rozáramos en sitios íntimos. Hacía tanto tiempo de eso que casi me pregunté si era un sueño, tal vez estaba teniendo un sueño caliente con él otra vez… si así fuera, no quería despertarme. 

Sonreí abiertamente y negué con la cabeza. —Eso no es verdad. También te quiero porque me compras Choco chip para el desayuno— bromeé.

Se echó a reír y asintió, presionando sus labios a los míos, eficazmente terminando la conversación.

Yunho comenzó a moverse lentamente rozando nuestros miembros sobre la débil tela. ¡Oh dios, es exquisito! Sentía que mi bóxer iba a explotar. Su frente apoyada en la mía. Tenía los ojos cerrados, mientras se mordía el labio. Yo sólo miraba su rostro lleno de lujuria, como si hubiera estado esperando esto desde hace mucho tiempo. Moví mis caderas buscando más roce y él gimió.

El roce cada vez estaba siendo más eficaz y yo sinceramente sabía que no iba a durar mucho más, durante muchas noches soñaba con Yunho haciéndome suyo de nuevo. Penetrándome hasta que ninguno de los dos pudiera moverse nuevamente. Y aunque no iba a lograr lo que he soñado esta noche, al menos me estaba tocando y muy íntimamente.

Mientras nos frotábamos, Yunho bajó su cabeza y comenzó a lamer mis pezones. Oh mierda. Agarré fuertemente su suave cabello y tiré levemente ante el placer.

—Yu-Yunho.… no puedo más. dije mientras unos segundos después eyaculaba.

Mi cuerpo temblaba, Yunho aún no se corría y yo ya lo había hecho. Empujé suavemente su cuerpo hacia atrás, cayendo en el colchón y me puse sobre sus muslos.

—¿Jaejoong? Dijo con voz temblorosa.

—Shhh

Puse mi mano sobre su bóxer y con cuidado sin remover la frágil tela. Estúpidas reglas. Comencé a masturbarlo. La respiración de Yunho se irregularizó aún más y mi mente pervertida se puso en marcha. Me acerqué a la tela y lamí suavemente. Yunho se levantó y me miró con los ojos muy abiertos, pero sin detenerme. Mordí suavemente su glande mientras seguía moviendo mi mano en la longitud de su miembro.

—Oh mierda, Jaejoong. gimió Yunho echando su cabeza para atrás y cerrando sus ojos.

Seguí en mi trabajo hasta que por fin eyaculó. Me miró y me besó tiernamente. Sinceramente quería más. Por mí hubiera hecho muchas cosas ‘’pervertidas’’ como las clasificaba él. Pero por ahora me conformaría.

*

Cuando lentamente comencé a ser consciente, lo primero de lo que me di cuenta era que estaba caliente, verdaderamente caliente, sudando de hecho. Contuve un gran suspiro y traté de moverme, pero no podía, el cobertor estaba sobre mí, envolviéndome y era muy difícil respirar. Gemí y traté de tirar hacia fuera el cobertor, pero no cedía y estaba poniéndome más caliente.

Necesito levantarme y tomar una ducha fría. ¿Qué hora es de todas maneras? Probablemente sea la hora de ir al instituto o algo…

Me restregué los ojos para ver la hora y me encontré cara a cara con Yunho, que estaba todavía durmiendo a solo unos centímetros de mí. De repente me di cuenta de que era su cuerpo lo que me estaba envolviendo, en lugar del cobertor que había pensado al principio. Jadeé por el shock de despertarme tan cerca de alguien y luego todo volvió a inundarme, causándome un rubor que calentó mi cara y un rápido deseo se disparó hacia abajo cuando recordé algunos de los detalles íntimos de lo que hicimos hasta primeras horas de la mañana.

Sonreí y literalmente me lance sobre él, provocando que gruñera y que sus ojos se abrieran de repente. Se sentó rápidamente, sujetándome en su regazo y mirando alrededor de la habitación como si esperara que un asesino empuñando un hacha saltara sobre él en cualquier momento. Me reí y coloqué mis brazos en su cuello, abrazándole estrechamente.

—¿Qué demonios, Jaejoong? ¿Qué fue eso? Preguntó, sacudiendo su cabeza y todavía un poco aturdido. Me mordí el labio. El sonido ronco de su voz a primera hora de la mañana hizo que todo mi cuerpo vibrara con excitación.

¿Cómo me fui a olvidar de que pasé la noche aquí? En lugar de responderme, le besé. Él respondió inmediatamente, sus brazos me acercaron más a él, hasta que estuve atrapado cerca de su pecho. Su sabor por la mañana era fuera de este mundo. El chico increíblemente se despertaba con un aliento fresco como una fábrica de dentífrico, mientras que yo apostaría cualquier cosa a que el mío era como el filete de la última noche.

Rompí el beso y me coloqué frente a él, sonriendo como un idiota. Anoche fue increíble. Las nuevas reglas me venían perfectas. Técnicamente no habíamos tenido sexo todavía, pero las nuevas reglas permitían muchas otras cosas estupendas. Por primera vez en más de tres meses, me sentía físicamente satisfecho, de hecho muy satisfecho.

—Buenos días ronroneé. Estaba tan feliz que todo mi cuerpo estaba hormigueando.
Sonrió. Eso seguro contestó quitándome de la cara mi enmarañado pelo. Todavía llevábamos solo bóxer cuando mi pecho se frotó contra él, causando que un pequeño gemido se escapara de mis labios. Sus manos acariciaron mi espalda hacia mi culo; cambió mi peso en sus piernas, obviamente cada vez más cómodo.

Sonreí, pero ninguno de los dos habló, realmente no lo necesitábamos. Sólo me abrazó con fuerza sobre su regazo, sus manos acariciando mi espalda mientras sus ojos negros se quedaban fijos en los míos, una hermosa sonrisa se extendía por su cara. Al final, después de solo disfrutar de su cercanía, no pude soportarlo más. Presioné mis labios contra los suyos, capturando el de abajo con los dientes y mordisqueándolo suavemente, haciendo que sus dedos se clavaran ligeramente en mi espalda.

La emoción y la lujuria de la noche anterior volvieron otra vez. Era obvio que él lo sentía porque se volvió y nos puso de nuevo en la cama lado a lado. Bajó la mano por un lado de mi cuerpo, sobre mi cadera y hacia el muslo. Cuando llegó a la rodilla tiró suavemente, enganchándola por encima de su cadera.

Sonrió. Te quiero mucho, precioso. Quiero despertar contigo por las mañanas, necesito hacer esto a menudo susurró, pasando sus dedos por mi cabello.

Asentí de acuerdo y me arrimé a él, presionando mi cara en un lado de su cuello, sintiendo su respiración mientras pasaba la punta de mis dedos sobre su pecho y estómago. La idea de que este hombre fuera mío me volvía literalmente loco. Me sentía el chico más afortunado del mundo de que él me quisiera como lo hacía y no quería preguntar por qué.

—Yo también te quiero, Yunho. Mi voz sonó clara e íntima mientras decía estas palabras. Besé su cuello y puse los dedos sobre sus hombros. A partir de hoy se aplicarán nuevas reglas, ¿verdad? Pregunté, tirándolo hacia atrás y sonriéndole seductoramente.

Me reí y volteé los ojos, agarrando la parte posterior de su cabeza y poniendo su boca sobre la mía. Pasamos otro par de horas en la cama, perdidos en el cuerpo del otro, hablando, riendo y volviéndonos locos. Fue la mejor mañana de mi vida.

Por la tarde, nos sentamos en su sala de estar haciendo los deberes de Minah. Tuve que hacer tres en total, Yunho quería hacer uno de ellos por su cuenta, sin mi ayuda. Siguió riéndose mientras escribía un poema original para su clase de inglés.

No pregunté qué estaba haciendo; me dijo que me lo diría cuando lo terminara, mientras yo me centraba en los de historia y biología en su lugar. Quería asegurarme de que estuviera completamente errado. En el trabajo de historia encontré muchas cosas del período pasado y el uso de ejemplos de fuentes que sabía que no eran fiables y que habían demostrado que eran falsas. No había manera de que recibiera una B, tendría suerte si no suspendía del todo.

Para el de biología usé la sugerencia de Yunho de usar palabrotas. Cada par de frases soltaba una maldición al azar y seguía como si no hubiera pasado nada. Me reía de mí mismo mientras lo leía; literalmente ella me iba a matar por esto.

Cuando terminé, me senté de nuevo y vi a Yunho mordiendo su lápiz, trabajando todavía furiosamente sobre el poema que se suponía que ella había escrito. Finalmente, después de otros diez minutos, lo terminó y se veía extremadamente orgulloso de sí mismo. Sonreí y levanté una ceja con curiosidad, preguntándole lo que había estado haciendo.

También sonrió y me pasó el papel. Al principio no creía lo que había hecho. En realidad era un trabajo decente, un gran poema. Le miré con curiosidad, esperado una explicación. Rio malvadamente.

—Simbolismo. Fue todo lo que dijo.

Lo leí otra vez y noté que en realidad había escrito un poema sobre su pene. Cada línea se refería a él, pero ninguna palabra lo mencionaba, si el profesor lo leía correctamente, como se suponía que lo había hecho Minah, iba a tener grandes problemas. Me reí de sus habilidades; era obviamente un genio del mal como su hermano.

—Tal vez perdiste el tiempo, podrías haber sido un poeta del pene me burlé.

Se rio. También es un acróstico.

¿Un acróstico? ¿No es cuando se forma una frase con la primera letra de cada palabra? Marcó la primera letra de cada línea y me reí cuando me di cuenta de que había escrito «por diversión erótica» verticalmente.

Negué con la cabeza por su imaginación y le abracé con fuerza. Usted, señor Jung, es un poeta muy talentoso bromeé.

Sonrió y asintió, atrayéndome y colocándose sobre mí. Y usted, señorito Jaejoong, es el chico más bonito que he visto replicó, besándome ligeramente.

Cuando llegó el lunes por la mañana, estaba tan emocionado que apenas podía estar quieto. Yunho me dejó en la tienda de la esquina como de costumbre. Había quedado esa noche con Hyunjoong para estudiar, así que no volvería a verlo otra vez hasta mañana por la mañana y tuvimos una acalorada despedida antes de dejar el coche.

Cuando entré en el instituto, me imaginé a Minah con su pelo rojizo decolorándose pareciendo perro con tiña conduciendo hacia la escuela en su coche con olor a podrido. Me reí para mí mismo en voz baja, aunque en realidad, sabía que todavía no olería; habría que esperar unos días antes de que hiciera efecto.

Cuando realmente entré y fui a mi casillero, estaba un poco decepcionado al ver que Minah seguía con su brillante melena rojiza. Estaba de pie con una faldita y un top escotado, coqueteando con otro jugador de futbol. Kevin era la obsesión de la semana pasada, esta semana había puesto a un corredor en su lugar.

La miré con curiosidad. ¿Tenía el pelo más claro o solo lo pensaba porque lo deseaba? No creía que el tinte estuviera funcionando porque estaba bastante seguro de que solo lo haría si se utilizaba directamente. Bueno, valía la pena intentarlo de todos modos. Minah iba coqueteando con el pobre corredor, la mano sobre su brazo y riendo con entusiasmo por algo que dijo. De repente cambió de un pie a otro, moviéndolo con espasmos como si estuviera incómoda. Sentía la sonrisa en mi cara mientras abría los ojos. Miré hacia sus zapatos. Eran los mismos que había tenido que «limpiar» el sábado. Ahogué la risa poniéndome la mano sobre la boca para evitar el ruido mientras ella retorcía otra vez el pie. ¡Oh Dios mío, Hojun! esto es demasiado divertido. Espero que no tenga otro par para cambiarse y tenga que llevarlos puestos todo el día. Eso haría que fuera un año completo.
Hyunjoong y Su venían distraídamente hacia mí. Buenos días chicos dije alegremente.

Hyunjoong frunció el ceño y me colocó su brazo alrededor de mis hombros, acercándome a él. ¿Qué te ha puesto de buen humor esta mañana? preguntó.

Hum… dejame ver, puede ser cualquier cosa, como que mi novio es increíble, o puede ser que mi enemiga jurada esté teniendo problemas con los polvos pica-pica que puse en sus zapatos. 

No podía decirle ninguna de esas cosas así que me encogí de hombros. ¿Me desperté en el lado derecho de la cama? sugerí. No era del todo cierto, cuando me desperté en mi cama esta mañana, el lado derecho fue despertar con Yunho, pero supongo que no podría pasar dos días seguidos.

Hyunjoong  me miró con curiosidad, obviamente imaginando algo más, pero lo dejó pasar. Bueno, lo que sea. ¿Todavía vas a venir esta noche? Estoy de humor para comer enchiladas dijo, poniendo cara de cachorro.

—No pongas esa cara, sabes que cocinaría lo que quisieras bromeé, dándole con mis dedos en sus costillas, haciéndolo saltar riéndose. Hyunjoong era muy sensible, algo que había descubierto cuando éramos novios.

Suspiró. Saben, los voy a echar de menos cuando el instituto termine y todos vayamos a la universidad. Deslizó un brazo alrededor de Su y de mí y nos abrazó con fuerza, besando la parte superior de mi cabeza.

Fruncí el ceño. No quería comenzar todavía a pensar sobre la universidad, aún faltaban bastantes meses. Tenía que empezar a aplicar en las universidades. Antes de Yunho, todo era más fácil. Su y yo planeábamos ir a la misma universidad, siempre fue algo que soñamos: mudarnos a Gangwon-do y alquilar juntos un apartamento. Supongo que eso no podría suceder ahora. De ninguna manera me iría tan lejos de Yunho, ni aunque se congelara el infierno. Solo tendría que elegir algo más cerca y así podría verlo todos los días.

Conocía a mucha gente que pensaría que era tonto, dejando mis sueños por un chico, pero todavía tendría que acabar el curso y conseguir aprobar al final, solo que en una universidad diferente a la que había planeado estos años. No tenía ni idea de cómo iba a darle la noticia a Su, pero eso era algo para otro día, no quería pensarlo todavía. Tal vez él sería la primera en retirarse y decirme que no quería mudarse a Gangwon-do a causa de Yoochun y entonces no habría problemas. Sólo podía tener esperanzas.

—Tenemos muchos meses todavía le dije a Hyunjoong, tratando de parecer despreocupado.

Suspiró y asintió. Hyunjoong quería quedarse aquí e ir a la universidad más cercana; no quería dejar a su padre por su cuenta, por lo que planeaba quedarse aquí con él. Pensaba que Su y yo lo estábamos abandonando, así que supongo que sería feliz cuando le hablara del cambio de plan. Tendremos que reunirnos con el consejero escolar en un par de semanas para hablar de nuestras opciones añadió Su encogiéndose de hombros.

Abrí la boca para hablar, pero fui interrumpido por alguien que se aclaraba la garganta en voz alta.

Levanté la vista para ver a Minah burlándose de mí. Siento interrumpir este pequeño trío de friquis dijo mirándonos lentamente.

—Oh, ve a limpiarte algunas células del cerebro, Minah. Hyunjoong se burló, moviendo la mano con desdén.

Sonreí y apreté mi brazo en su cintura. Me gustaba Hyunjoong; siempre cuidaba de nosotros. Probablemente éramos los únicos del instituto que realmente odiaban a Minah. Todos los demás caían a sus pies, pero no Hyunjoong, él odiaba la forma en que nos trataba.

Minah frunció el ceño, pareciendo herida por un momento antes de cambiar su expresión a la de una zorra. ¡Cállate Hyunjoong! replicó.

Él se echó a reír. Un gran regreso, querida. Se burló, guiñándole un ojo.

Su rostro enrojeció y sus ojos parecían oscurecerse mientras cerraba el puño, pero en lugar de dirigir su enojo hacia él por su comentario, parecía que iba dirigida hacia mí.

—Quiero decirte algo, princesito de hielo siseó, asistiendo con la cabeza hacia un lado.

Hyunjoong apretó su brazo sobre mí y me sujetó en el sitio. -Sólo tienes que ir a socializar con los de tu especie, Minah, las cabezas huecas están allí- dijo, señalando a un grupo de sus amigos que se reían histéricamente a un lado.

Ella hizo lo que pareció un gruñido y sacudió su melena. Pude ver la réplica enojada que estaba a punto de estallar en sus labios. No quería que dijera nada sobre mí y Yunho y nuestro «acuerdo», por lo que me quité rápidamente el brazo de Hyunjoong y negué con la cabeza, indicándole que todo estaba bien.

—Todo está bien, necesito hablar con Minah sobre nuestro proyecto de historia de todas maneras. Somos compañeros desde el viernes. Mentí, sonriéndole de forma tranquilizadora a Hyunjoong. Él frunció el ceño, pero asintió y dejó su brazo a un lado.

Minah se dio la vuelta y se marchó sin decir nada, así que cogí mi mochila y la seguí por el pasillo. Se detuvo poco después y se volvió hacia mí mirando por encima de mi hombro. Yo sabía que buscaba a Hyunjoong y Su que todavía dudaban del cambio.

—¿Por qué él tiene un problema conmigo? me preguntó, frunciendo el ceño con enojo.

—Probablemente porque siempre te portas como una zorra con nosotros le respondí de forma casual.

Su ceño se hizo más profundó cuando me miró. ¿Mis tareas? pidió con frialdad, extendiendo la mano hacia ellas, obviamente decidiendo ignorar mi comentario sobre Hyunjoong.

De repente me pregunté por qué estaba tan molesta con Hyunjoong. No podía estar enamorada de Hyunjoong ¿verdad? Estudié su cara durante un par de segundos tratando de ver algo. No, de ninguna manera Minah, niña de papá, mocosa malcriada y jefa de animadoras, no podía estar enamorada de uno de mis mejores amigos.

Hyunjoong era muy lindo y un gran tipo, sin duda tenía un gran atractivo, una gran cantidad de chicas y chicos del instituto pensaban que sí, pero si no era del grupo de los populares era porque no quería serlo. En realidad no era tampoco el tipo de Minah. Por un lado, no era un deportista, aunque había jugado al baloncesto en el colegio, pero decidió no entrar al equipo y no era el estereotipo de Minah en general.

Hum… si le gusta, eso explicaría por qué nos odia a Su y a mí

Decidí no entretenerme más tiempo con ese pensamiento loco. Estaba equivocado, no había ninguna posibilidad de que le gustara Hyunjoong. Y además, aunque a ella le gustara no tenía ninguna posibilidad en absoluto. Él la odiaba con la misma pasión que yo.

Le entregué las tareas y recé para que no las mirara demasiado, le echó un vistazo entonces los metió en su mochila sin saber de los «añadidos» que había puesto. Sonreí un poco pensando en lo que le había dado. Esperemos que tuviera problemas con eso, aunque lo sabría en un par de días sin duda.

—Además, puedes comprarme el almuerzo de hoy. Quiero una patata asada, normal y un poco de ensalada a un lado. Se miró las uñas mientras me daba las órdenes para hoy. Sonreí y asentí para que continuara .Nos reuniremos aquí al final del día y te daré las tareas que me den hoy, no llegues tarde.

Asentí y pasé los ojos sobre su pelo, tratando de ver si había alguna diferencia en su tono. Todavía tenía el mismo aspecto así que asumí que no estaba funcionando y que necesitaba un poco más de tiempo para que se notara el cambio.

Vi a Yunho caminando por el pasillo, hablando con un novato sobre algún teorema matemático que yo no quería ni tratar de entender. Sonrió discretamente hacia mí y no pude esperar a devolverle la sonrisa; era como una respuesta automática en la que mi cuerpo le respondía sin que ningún pensamiento consciente estuviera involucrado.

—Además, necesito que vengas a mi casa el miércoles a las seis y me lleves a la cita con el quiropráctico y luego me traigas a casa otra vez dijo.

Salí de mi aturdimiento y sacudí mi cabeza tratando de concentrarme en lo que estaba diciendo, en lugar de reproducir los recuerdos de Yunho conmigo las noches del sábado y el domingo.

—Hum… Minah, no puedo llevarte, no tengo coche. Admití.

Me miró como si fuera estúpido. ¿No tienes coche? ¿Cómo puedes no tener coche? ¡Eso es estúpido!

Me encogí de hombros. Mis padres no podían permitirse el lujo de comprarme un coche, pero no estaba preocupado porque Su y yo estábamos juntos normalmente y él tenía un coche, lo que significaba que no necesitaba uno.

Ella resopló y puso los ojos en blanco. -Está bien, conseguiré que alguien me lleve.

Giró sobre sus talones, agitando la melena sobre sus hombros, golpeándome en la cara. ¿Lo hizo a propósito? Zorra estúpida.

La vi caminar por el pasillo y pararse a hablar con sus amigas. Cambiaba incómodamente de pies. Me reí maliciosamente. Volví con Su y Hyunjoong, abrazando la cintura de Hyunjoong mientras él colocaba su brazo sobre mis hombros.

—¿Tu compañera? Vaya mierda. Se quejó, mirando a Su con disgusto. Me encantó que Hyunjoong viera más allá de la obvia belleza que era, los demás chicos del instituto estaban embobados por ella.

—Lo sé, pero está casi terminado, el proyecto acabará en un par de días Mentí, esperando que mi voz no me traicionara. Estaba bastante seguro de que, en un par de días, Minah descubriría que no estaba jugando su juego. Cuando eso ocurriera, nunca más tendría nada que ver con ella.

Asintió, aceptando mi historia y empezó a hablar con Yoochun sobre dónde iba a ir con Su cuando las clases terminaran. Me relajé. Sólo un par de días más y luego podría dejar de ser su «zorra personal». Por un momento estuve a punto de estropear todo lo que me había pedido que hiciera. Curiosamente, estaba buscando la manera de seguir adelante.

Los siguientes días pasaron increíblemente rápidos. De acuerdo con mis planes, estropeé un poco todo lo que me pedía. Si tenía que llevarle un café le preguntaba si quería leche entera, si tenía que llevarle la comida se me caía accidentalmente un poco de pimienta o cualquier cosa por encima. Si tenía que dar un mensaje a sus amigos, se me olvidaban un par de detalles; estaba funcionando realmente bien porque terminó abandonando a una de sus amigas en el instituto cuando se suponía que la llevaría a casa.

Mis discusiones en el pasillo los días siguientes fueron entretenidas por decir algo. Su pelo estaba decolorándose perdiendo por partes el rojizo, cambiando a un rubio asqueroso, aunque sólo un poco, pero Su y yo podíamos notar la diferencia. Durante dos noches, dejé que Hyunjoong hiciera modificaciones y cambios en sus tareas.

Era obvio que todavía no había tenido ninguna reacción sobre ellas porque no había dicho nada. Para ella era su perfecto pequeño esclavo. Hacía todo lo que me pedía y nunca le contestaba. Pero, tres días después fue cuando la realidad se abrió como un abanico.

La oí antes de verla. Estaba caminando por el pasillo cuando oí un grito frustrado viniendo hacia mí.

Su y yo nos volvimos, como todo el mundo en el pasillo, pero solo vimos a Minah retorciendo un trozo de papel con cara de rabia y gruñendo de frustración. La gente se arremolinaba a su alrededor tratando de calmarla, pero sin conseguirlo.

Levanté la vista y sus ojos se encontraron con los míos. Realmente me estremecí por la ira que vi en sus ojos. Ella se burló y se dirigió hacia mí, con más confianza y determinación en cada paso, mirándome a la cara.

—Tú, pequeña zorra espetó venenosamente.

Tragué saliva. ¿Me pegaría? Parecía que quería arrancarme la cabeza o algo así. La forma en que me miraba me envió un escalofrió por la espalda. Me preguntaba qué era lo que había descubierto, tenía que ser algo sobre los trabajos que había estado haciendo para ella, no había otra cosa que la hiciera enojarse.

—¿Qué? pregunté, mi voz era un susurro. Esta era la parte que no había previsto, la parte que más temía. Estaba bien hacer todas esas cosas y jugar con ella cuando no lo sabía, pero la forma en que me miraba hacía que sintiera nauseas.

Quería ajustarme al plan original y haber hecho sus malditas tareas correctamente. ¿Qué? repitió con sarcasmo .¿Qué? Se burló de mí otra vez .¿Hablas en serio? ¡El trabajo de inglés que hiciste por mí el lunes me hizo tener dos días de castigo! ¡Ahora no podré practicar con el equipo y nuestra actuación en el partido del viernes se arruinará! ¿De verdad tienes la audacia de preguntarme qué? Despotricaba.

Me encogí de hombros. ¿Supongo que aceptarás mi renuncia al cargo de tu zorra personal? ofrecí, levantando una ceja, tratando de parecer más seguro de lo que me sentía.

Se acercó a mí. ¿A qué demonios estás jugando? Sabes que te tengo a ti y al señor Jung por las pelotas. ¿Cómo se sentirá él cuando tenga que dejar su trabajo por una zorra barata como tú? me preguntó tranquilamente. Yo esperaba que nadie la hubiera escuchado.

La miré a los ojos y fingí estar confundido. No estoy seguro de lo que está pasando, Minah. ¿Qué tiene que ver el señor Jung conmigo? pregunté, fingiendo inocencia.

Frunció el ceño. ¿De verdad quieres ir por ahí? preguntó, su voz era amenazadora y fría.

—No tengo ni idea de que estás hablando mentí, tratando de parecer indiferente y mantenerme al margen. No estaba muy seguro si lo estaba consiguiendo. Su miraba a Minah como si quisiera matarla delante de todos.

Minah rio, puso su cabello sobre el hombro con un gesto dramático y me sonrió dulcemente. Di adiós a tu educación en este instituto, Jaejoong. Tú y el Profesor Caliente estarán fuera dijo suavemente como si estuviéramos hablando del tiempo.

Giró sobre sus talones y caminó pasillo abajo. Miré a Su tratando de no llorar. ¿Y si decía algo? Se sentiría obligada a decirle algo a alguien. Conocía a ese tipo de personas y sabía que lo haría.

Me abrazó, acercándome a él cuando todo el mundo empezó a murmurar sobre la explosión de Minah.

—Está bien, Jaejoong. Todo va a estar bien, no tiene nada sobre ti y el plan de Hojun es genial. Solo relájate me susurraba, pasándome la mano por el brazo de forma tranquilizadora.

Nos dirigimos a la cafetería, pero no tenía hambre. Me sentía enfermo. Todo en lo que podía pensar era en Yunho metiéndose en problemas por mi culpa. Necesitaba decirle lo que había pasado pero no quería que nadie me viera cerca de él y añadiera leña al fuego. Levanté la mirada a Su y forcé una sonrisa. La gente me miraba preocupada y Hyunjoong frunció el ceño.

—¿Te sientes bien? Preguntó, poniendo la mano en mi frente para ver si tenía fiebre.

Asentí y le quité la mano. Sí, estoy bien. Mentí. Miré a Su .Quiero decir... Me callé, esperando que entendiera lo que quería decir.

Movió la cabeza. ¿Quieres que lo haga? Preguntó levantando una ceja. Sonreí agradecido. Verdaderamente tengo el mejor amigo del mundo.

Asentí rápidamente. ¿Te importa?

Negó con la cabeza y tomó el resto de su sándwich. Por supuesto que no. Se volvió y besó a Yoochun ligeramente .Te veré después de clase, ¿de acuerdo? Necesito hablar con el Sr. Jung sobre mi tarea de cálculo de la lección de hoy. Mintió suavemente. Él le devolvió el beso, dándole una nalgada en el culo mientras se alejaba.

Me senté ahí agarrando mi sándwich, tratando de unirme a las conversaciones que había a mí alrededor, pero no podía concentrarme. Todo en lo que podía pensar era en los problemas en los que había metido a Yunho, me iba a odiar y nunca más querría verme porque sólo era una molestia para él. De ahora en adelante tendríamos que ser diez veces más cuidadosos. Eso significaba que no podíamos salir juntos en público hasta que el instituto acabara, probablemente ni siquiera podremos correr el riesgo de que nos viera alguien en la ciudad de al lado.

Rogaba para que la genial idea de Hojun nos ayudara si Minah decidía ir al director. Puede que nunca lo haga, puede que se convierta en una gran persona y me deje en paz. Puede que pase la página y todo esté bien. Vaya, cuantos puede ser…

El sonido del móvil me sacó de mis preocupaciones. Al tomarlo y mirar la pantalla vi que era el número de Su. Tragué saliva y respondí, no estaba seguro de si quería oír lo que iba a decirme.

¿Y si habló con Yunho sobre Minah y se volvió loco y ahora me odiaba? 

—Hola Mi voz apenas un susurro.

—Hola, precioso El sonido de la voz de Yunho en lugar de la de Su hizo que mi corazón se acelerara.

Sentí que los ojos se me llenaban de lágrimas y levanté la vista al techo para asegurarme de que no se cayeran.

—Hola. ¿Has escuchado lo que pasó? le pregunté, tratando de mantener un tono ligero y que mis palabras no comprometieran a nada para que nadie supiera de lo que estaba hablando.

Suspiró en el teléfono. Sí, Su acaba de contármelo. Todo está bien, precioso. Esperábamos esto, así que no es una sorpresa. No te preocupes por nada, todo va a estar bien, te lo prometo. ¿Confías en mí, no? pregunto, su voz suave y reconfortante.

Sonreí y cerré los ojos. Realmente no me lo merecía, todo en él era demasiado bueno para mí. Estaba siendo tierno y cuidadoso a pesar de enfrentarse a la cárcel, o al menos a perder la carrera por la que tan duramente había trabajado. Sin embargo, era él el que me reconfortaba a mí. Me sorprendió.

—Por supuesto que lo hago susurré.

—Será mejor que me vaya. Sólo ajústate a la historia; nadie le va a creer. Todo está bien, precioso. Te juro que vamos a estar bien. Sólo no te preocupes e intenta relajarte. Me instruyó.

Asentí y respiré profundamente un par de veces. De acuerdo.

—Te quiero, Jaejoong.

Sonreí al oír esas palabras, todavía no me acostumbraba y creía que nunca lo haría.

Yo a ti también contesté.

Desconecté la llamada y deslicé el teléfono en mi bolsillo. Parecía tan seguro que me hizo sentir seguro también. Confiaba en Yunho, y si él decía que todo iba a estar bien, entonces le creía. Solo rezaba para que su creencia estuviera justificada.

El resto del día estuve al límite. Cada vez que Minah pasaba, me sonreía con complicidad. Su fue genial; no me dejó ni un segundo, apoyándome y diciéndome que todo iba a ir bien.

Cuando llegamos a la clase de cálculo no estaba Yunho. Me senté y saqué mi libro de texto ignorando la forma en que Minah murmuraba con sus amigos, lanzándome miraditas mientras todos se reían en voz baja. Un par de minutos después entró la señorita French, se paró frente al escritorio de Yunho y se aclaró la garganta para pedir atención a la clase. Todo el mundo guardó silencio y yo sentí que se me hundía el corazón. ¿Dónde está Yunho?

—Clase, el Sr. Jung no puede dar clase hoy. Voy a sustituirlo porque lo han llamado en el último minuto. Busquen el próximo capítulo en sus libros de texto y empiecen a leer para que se prepararen para la siguiente lección con él. Quiero silencio por favor. Tengo papeles por corregir y si pudiera hacerlo sería estupendo. Solicitó, arrojando el bolso sobre la mesa y tirando de la silla se sentó y empezó a corregir sus papeles.

La gente empezó a murmurar. Miré a Minah y estaba sonriendo de oreja a oreja y me guiñó un ojo. Sentía frío por todo el cuerpo y el vello de la nuca estaba erizado. Obviamente no lo había dejado pasar.

¿Estaría Yunho en problemas en este momento? Antes de que tuviera la oportunidad de pensar en esas cuestiones y entrar en pánico, alguien llamó a la puerta. Un estudiante entró buscando a la señorita French, entregándole una nota. La leyó y miró hacia la clase.

—¿Jaejoong? Llamó, buscándome por la habitación. Oh, Dios mío.

Tragué y levanté la mano, sabiendo que no podía pronunciar ninguna palabra si intentaba hablar.

Su me agarró la mano libre bajo la mesa, apretando tan fuerte que hubiera sido doloroso si hubiera podido sentir mí cuerpo, pero no lo sentía, estaba entumecido.

—El director quiere verte en su oficina me dijo la señorita French, señalando la puerta para que me fuera.

21 comentarios:

  1. Chipote maldita vieja zorra que la atropelle un camión jajajaja solo espero que el director les crea y que si ya se comporten en la escuela para que no surjan mas problemas espero que el plan de Hojun funcione por favor

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  2. El director quiere verlo para que quiera verlo? La pesada d minah no puede haberse salido con la suya, confio en q todo saldra bien. Ojala su cabello quede feisimo, me gusto las nuevas reglas d yunho ** muchas gracias por actualizar Jade Jung :)

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  3. hay por dios esa zorra no para de fregar pero yunho defenderá a su precioso jae y no creo que tengan problemas lo que si es que tendrán que cuidarse mas de ella y que la corran a ella del instituto por estar molestando a yunho y a jae y por fin pueda haber calma
    o que no nomas se le decolore el cabello que se le caiga también por mala y sus papas le pongan un castigo mas severo por la llamada que hizo jae en el cel de esa por dios que ya le caiga un castigo a minah por estar molestando a yunho ,jae y sus amigos

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  4. me caigo y me levanto..... qué manera de sufrir, quiero saber qué está pasando.
    espero que la muy zorra de los pelos descoloridos no se salga con la suya.
    pobre Jae ,tan mal que se siente por culpa de la mal nacida de Minah,
    quiero que deje en paz al Yunjae de una put+a vez-
    gracias por la actu
    está emocionantísimo este fic.

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  5. Oh~~ goshhhhh me estoy comiendo las uñas. ..!!!! Espero que jae y Yunho no se metan en problemas por culpa de la tonta de minha e.e ohh~~ hojun espero que tu plan funcione solo toca que el yunjae lo niege todo >. < estúpida estúpida minha...!!!

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  6. MINHA DEL MAL! ayyy todo iba tan bien, juro que morí cuando cambiaron las reglas entre ellos y la situación se puso bien caliente xDD es que no se pueden aguantar estos dos y mantener sus manos alejadas, es inevitable! yunho es tan lindo, de esos hombre que ya no hay, la manera en que trata y habla cariñosamente a JJ es demasiado! ;_; qjdssf ay sufro con esta historia, desde el principio hasta hoy me pone bien mal, pero me encanta, ahora a esperar y ver si funciona el plan de hojun, espero con toda mi alma que sí, y que la tipa esa no se salga con la suya, bien vibra que es! ay estos dos merecen vivir su amor al máximo y sin trabas, en fin, muchas gracias pro actualizar seguido, miles de gracias *-*<3

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  7. kyaaaaaaa!!!! que noche >///////< kaahgsgafdsahhsaks los dos son un par de pervertidos jajajajaj.....waaaa espero que funcione su plan y que pase nada malo..... esa mina lo pagara caro ¬¬..... gracias por la actu ^^

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  8. aish que bruja que es minha ojala y en los pies le salgan hongos jejejejejeje y ahorq que paasara? jae porfis traanquilizate espero todo les salga bien de echo el plan de hojun es muy bueno y va a funcionar suerte chicos

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  9. MINHA BRUJA LOCA, nadie te creerá y ojala tu auto y el pelo te queden horribles
    yunjae animo y jae tranquilo todo saldrá bien
    gracias por actualizar

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  10. Tranquilo Jae todo saldrá bien, lo que planeó Hojun saldrá muy bien. Y esa bruja se morirá de coraje cuando vea que sus chismes no llegarán a nada. Gracias por la actualización, se quedo muy emocionante.

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  11. Aaaaaaaaaaaaaaahhh quiero golpear a minha maldita bruja -.-
    Espero que todo salga bien....
    gracias por el cap^-^

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  12. Era obvio que la perra de Minah no se iba a quedar con los brazos cruzados después de que la castigaran por la tarea que hizo YunHo XD espero que el plan de Hojun funcione y asi tachen de mentirosa a la perra esa e.e

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  13. Me lo acabo de de leer los capítulos todos en un uno, los que me faltaba D:
    Últimamente no tengo tiempo, cada vez se pone mejor la historia, sigo odiando a Minha >:D no lo dejan ser felices :c. Esperare el otro con ansias.( Benny) psdt: ya me crearé una cuenta nueva en vacaciones y podré comentar más. ;)

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  14. Este capítulo me mató se puede sentir la tensión entre el yunjae yo digo que la liberen de una vez *-------*!!!!Y esa Minah ojala no le crean y que los deje en paz

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  15. No cabe duda que lo malvado viene de familia xD ahora que Minha fue a delatarlos sabremos si el plan funcionó. Yo espero que sí porque merecen estar juntos :3

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  16. esa bitch de Minah!!!! grrrrr!!!
    espero que no se salga con la suya X-(
    aigoo!! espero que el plan de Hojun funcione *-*

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  17. Yunho y sus nuevas reglas ya sabia que no podia mantener las manos fuera de Jae por mas tiempo y terminaria sediendo,aunwue no hayan intimado son felices por el tiempo que estan juntos.
    Minah se dio cuenta de lo que hizo Jae y ahora a ido a acusarlos espero que nadie le crea,me encanto la parte donde Yunho habla a Jae para tranquilizarlo

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  18. ,,,,sabia quqe en cualquier moemento iban a romper las reglas.... aunque sea un poquito ....ellos los necesitaban y nosotr@s tambien ....me encanta la nueva regla ..ojala la usen muxooo *¬*
    Bueno ojala que todo salga como lo planeado ...jae ya no podia ser esclavo de esa zorra .. este es el momento decisivo ....ojala que todo resulte...YUNJAE LOVE~

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  19. sera que la desgraciada le conto al director?? =S

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  20. :O...! Minah desgraciada...!!
    ojala que el director se crea todo el cuento de Yunho y Jaejoong o si no T_______T
    Que... Minah enamorada de hyun joong ? XDD que hyun joong nunca le haga caso :3

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  21. Esa zorra desteñida aarrgg no se saldrá con la suya
    espero que el plan de Hojun de reultado y no le crean a la bitch esa ...ten fe Jaejoong to saldrá bien

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