~♥~

~♥~

jueves, 26 de junio de 2014

Capítulo 30


En la mañana del jueves Yunho me llevó al instituto. Lo había estado haciendo todos los días durante las últimas cinco semanas; le había dado a la señorita Jessica la excusa de que necesitaba llevar a su mamá a trabajar y por eso no podía acercarla más.


Todavía la llevaba a su casa, pero las mañanas eran mías, al menos por los quince minutos de viaje, en cualquier caso. Todos los días me recogía y luego me dejaba al final de la calle del instituto, así que podíamos pasar unos minutos juntos antes de comenzar el día de clase. Cuando subí a su jeep, se estremeció y me miró suplicante. 

—Precioso, por favor, deja de usar jeans ajustados en el instituto— rogó con los ojos recorriendo mis piernas, una expresión de dolor en su rostro.

Me reí y rodé los ojos. Casi nunca llevaba jeans tan ajustados como estos, pero lo hacía en los días en los que sabía que lo vería después de clase, con la esperanza de que pudiera ser capaz de seducirlo un poco más de lo normal. No era que hubiera funcionado, pero nunca se sabía, tal vez un día la tentación de ver mis piernas sin ese pedazo de tela ajustada sobre mi piel lo empujara más al borde.

—Oh, déjalo, Yunho. Me pondré lo que quiera— le contesté, sonriendo con la mirada.

Él suspiró y encendió el coche, con las manos apretando el volante un poco demasiado para ser cómodo. Me esforcé en no ruborizarme cuando lo sorprendí, varias veces, mirando furtivamente mis piernas. Me reí, ni siquiera eran tan ajustados. Era sólo un jeans de mezclilla, que ni siquiera apretaban tanto mi trasero. En realidad era bastante respetable, en mi opinión.

—¿Aún vas a salir con Hojun mañana por la noche?— preguntó Yunho.

Asentí. —Sip— le contesté, marcando la «p».

Casi pude oírlo poner los ojos en blanco, pero mantuvo su mirada firmemente en la carretera. —¿Dónde te lleva esta vez?— preguntó.

Me reí y puse mi mano sobre su pierna, apretándole la rodilla ligeramente y haciendo que sus manos apretaran el volante aún más.

—Deja de comportarte como un bebé porque salgo con tu hermano pequeño. Somos amigos y aunque tú no me crees cuando te lo digo, no pasamos toda la noche chismeando sobre ti— le dije, luchando por no sonreír.

Yunho odiaba el hecho de que me llevara bien con su hermano y que saliera con él algunas noches de viernes. No era que estuviera celoso de Hojun ni nada por el estilo, sino que pensaba que su hermano me estaba contando secretos y cosas de su infancia, disminuyéndolo todo el tiempo. Por supuesto, no ayudaba que Hojun le dijera que hacía eso, sólo para hacerlo sentir paranoico.

Me sonrió de lado. —Oh, precioso, sé que lo haces porque no puedes evitar pensar y hablar de mí todo el tiempo. 

Me eché a reír y me incliné sobre el asiento, luchando con el cinturón de seguridad para poder plantarle un beso en la mejilla. —En realidad, sí lo hacemos, pero no quiero que te preocupes por lo que me diga. Eras un chico muy divertido y lo que hiciste con la planta de interior de tu madre Me interrumpí, riendo. Su rostro giró bruscamente hacia mí, con una expresión conmocionada, pareciendo que había olvidado por completo que estaba conduciendo. —¡Mira la carretera!— le ordené, riendo incontrolablemente.

Esa era una de las muy pocas cosas que Hojun me había dicho, pero en realidad no hablábamos mucho sobre Yunho, después de todo. Generalmente hablábamos del instituto, de sus conquistas pasadas o sus fracasos, o sólo veíamos una película. Nunca había pasado nada excitante.

Yunho frunció el ceño y miró de nuevo a la carretera. —Jaejoong, no creo que debas pasar más tiempo con mi hermano, él es una mala influencia para ti— dijo, sonando un poco malhumorado al respecto.

—Psss, lo que sea— le contesté, moviendo desdeñosamente la mano.

Gimió y me miró derrotado, pero con una sonrisita tirando las comisuras de su boca. Creo que le gustaba cuando lo enfrentaba y le decía que no, no estoy seguro de por qué, pero casi parecía un poco orgulloso de mí o algo así.

Llegamos al final de la calle del instituto y aparcó detrás de la tiendita que había en la esquina, para que yo pudiera caminar el resto del trayecto. Sus ojos recorrieron mis piernas otra vez cuando apagó el motor. —Realmente estoy odiando esos malditos jeans— gimió, sacudiendo la cabeza. 

Puse mala cara. —¿De verdad? ¿Y si me lo quito?— pregunté, llevando mis manos al botón del frente como para abrirlo. 

—¡Vaya mierda! ¡No!— Casi gritó cuando sus manos fueron hacia mí, empujando mis manos contra mi estómago —.Jaejoong, por favor… ¿Sabes lo difícil que es para mí? Ha pasado mucho tiempo desde que… y yo… yo solo… hombre, estos jeans, es sólo que…— Se interrumpió y besó un lado de mi cuello, provocando un cosquilleo por todo mi cuerpo. Gemí ante la sensación de sus labios en mi piel e incliné mi cabeza hacia un lado mientras me mordía el cuello suavemente —.Quiero hacerte un chupetón— murmuró.

Sonreí y asentí. ¡Me encantaría! Como un pequeño distintivo de Yunho que yo podría usar por unos pocos días. Nadie sabía que yo estaba saliendo con alguien, así que sería bueno tener conmigo una especie de recordatorio de él por un rato. 

—Está bien— reí, retorciendo mis manos para liberarlas y envolverlas alrededor de su cuello. Me volví en mi asiento, enfrentándolo. 

Me sonrió mientras empujaba el cierre de mi cinturón de seguridad para liberarme de las ataduras. Tenía un brillo perverso en los ojos, que yo no acababa de entender. —Realmente no puedo, la gente lo verá y hará preguntas al respecto— susurró, atrayéndome más cerca mientras se movía en su asiento ligeramente.

Pude notarme poniendo mala cara; él sonrió y besó mi labio inferior, introduciéndolo en su boca, antes de mordisquearlo y hacerme gemir sin aliento. —No importa, mentiré— susurré, aferrando su nuca con mi mano y guiando su boca a mi cuello otra vez. 

Rio contra mi piel, su aliento caliente me puso la piel de gallina. —¿Qué tal si hago uno donde nadie lo pueda ver?— propuso. Su boca viajó un poco más abajo, su nariz rozando mi clavícula. Di un grito ahogado mientras me apretaba contra su pecho, antes de tumbarme sobre los asientos y situarse encima de mí. Cuando no respondí, me apretó la cintura suavemente, como una sugerencia.

Asentí. —Sí, donde quieras— contesté atragantándome con la voz ronca.

Me sonrió con malicia. Di un grito ahogado al sentir su mano subiendo por mi pantorrilla, dirigiéndose más arriba, hasta que llegó al borde de mi jeans. Cuando su mano no se detuvo allí, clavé mis dedos en su espalda y me mordí el labio. Su mano rozó mi trasero, sólo una vez, dejando un rastro de calor que quemó mi piel. Todo el tiempo estuvo mirando mis ojos, su respiración superficial, su cuerpo tenso.

Y entonces se alejó de mí. Estaba a punto de protestar y alcanzarlo para atraerlo hacia mí, cuando lo sentí sacarme una zapatilla y luego empujar el jean apretado hasta mis tobillos, sacó sólo una pierna completa, dejándome con el calcetín al aire. Tragó saliva con fuerza con los ojos apretados y sus hombros se pusieron rígidos. Yo sólo lo observaba, incapaz de respirar, incapaz de moverme, mientras él me miraba.

¿Qué demonios se había metido en él? Abrí la boca para preguntarle, pero él llevó mi pierna a un lado, se inclinó hacia delante y presionó sus labios en el interior de mi muslo.
Jadeé y me incorporé a medias para poder ver lo que estaba haciendo, cuando lo sentí chupar fuertemente en mi piel. Estallé en pequeñas risitas, su mano apretaba mi muslo y sus ojos se encontraron con los míos mientras chupaba un poco más fuerte. Después de unos segundos lo dio por hecho, se apartó y lo miró, asintiendo con satisfacción. Se movió como flotando encima de mí otra vez, con una sexy sonrisa en los labios, que me hizo enrojecer como loca.

—Hazlo en la otra pierna también— susurré, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello.

Sonrió y negó con la cabeza, besándome suavemente. —Lo haré en la otra pierna mañana. Con una condición— negoció.

Envolví mis piernas alrededor de su cintura y tiré de él más cerca de mí. Esto era sin duda lo más caliente que me había sucedido en mucho tiempo, sin embargo, aún quería más. 

—¿Cuál es esa condición?— pregunté, apretando mis piernas alrededor de él con más fuerza. Me besó de nuevo durante un minuto antes de responder. Sus manos seguían sujetando firmemente la parte superior de mis muslos, acariciando con un dedo el borde de mis bóxer que yo llevaba —.Deja de llevar estos malditos jeans ajustados al instituto— susurró en mi oído, mordiendo suavemente el lóbulo de mi oreja. Me eché a reír, y él se retiró para mirarme.

—Me gusto usarlos. Si no los llevara hoy, está claro que esto no habría pasado.— Moví las piernas un poco, frotando mi pantorrilla sobre su trasero.

Negó con una sonrisa en su rostro que me demostraba que él odiaba y amaba los jeans al mismo tiempo. Cuidadosamente se encargó de ponerme nuevamente el pantalón y la zapatilla, cuando sus dedos rozaron mi cadera al subir la ajustada tela, jadeé. Si no fuera su alumno y no fuera menor de edad, ¡apuesto a que me pediría que viviera con estos jeans!

—¡Fuera de mi coche, Señorito Jaejoong!— gruñó, deslizando su nariz por mi mejilla.

Suspiré dramáticamente. —Está bien. Nos vemos más tarde, señor Jung.

Suspiró y se incorporó moviéndose para que yo pudiera desenvolver mis piernas de su cintura. Alcanzó mi mochila del asiento trasero y me lo ofreció. Lo tomé y le sonreí con gratitud, subiendo de mis jeans mientras saltaba del coche. Le sonreí y cerré la puerta, echando mi mochila por encima del hombro. Estaba a punto de empezar a caminar, cuando la ventana del pasajero se abrió.

—Te amo, Jaejoong. Quedan cerca de siete meses ahora— me dijo.

Sonreí y me mordí el labio mientras asentía. —Lo sé. También yo te amo.

Él, sonriendo, arrancó el coche. —Es mejor que te pongas en marcha. Si llegas tarde tendrás una detención.— Me guiñó un ojo y retrocedió del lugar, dejándome riendo y poniendo los ojos en blanco.

Me dirigí al instituto, divisando inmediatamente a Su besándose con Yoochun contra su casillero.

Sonreí mientras silenciosamente abría el mío y sacaba los libros que necesitaba para la mañana, tratando de no molestarlos. Ellos lo estaban llevando grandiosamente las últimas cinco semanas. Se estaban poniendo bastante serios también, Yoochun se reunía con Su y lo acompañaba a las clases y llevaba sus libros.

Era dulce. Él estaba feliz al respecto y también me hacía feliz verlo con el hombre de sus sueños. El único que seguía soltero era Hyunjoong.

Eché un vistazo por el pasillo y lo vi de pie con un grupo de chicos y chicas. Encajaba con todos fácilmente, era un tipo encantador y yo sabía que gustaba a un montón de chicos. Él nunca parecía molestarse por ninguna de ellos. Sólo necesitaba encontrarle un buen chico que cuidara de él y lo apreciara, porque honestamente Hyunjoong era increíble. Me dirigí hacia él y hundí el dedo en sus costillas, haciéndolo saltar.

Se echó a reír y puso el brazo alrededor de mis hombros, introduciéndome en el grupo mientras reanudaban la conversación sobre la tarea de biología, haciéndome desear haberme pegado a Su y Yoochun en lugar de eso. Finalmente, después de escucharlos hablar durante lo que parecieron horas sobre la disección del cerebro de una oveja, sonó la campana, salvándome de vomitar mi desayuno.

Su y Yoochun se acercaron a mí, tomados de la mano y de repente me sentí un poco celoso de él. Claro que tenía a Yunho y todo, pero nunca podíamos caminar tomados de la mano como ellos y realmente era un poco triste. No podríamos hacerlo por un largo tiempo, incluso después de que hubiera dejado el instituto, las cosas seguirían un poco tensas algún tiempo. Alejé los celos pensando en el momento caliente entre nosotros en el coche. Lo vería esa noche también. Siempre llevaba a la señorita Jessica a su casa, luego vendría derecho a recogerme a mí. Hmm, tal vez pudiera convencerlo de que me diera un chupetón en la otra pierna esa noche, en lugar de tener que esperar a mañana. Entonces recordé que ni siquiera lo vería mañana, vería a Hojun. Esa fue probablemente la razón porque lo dijo; probablemente estaba pensando que yo estaría tan ansioso por ello que cancelaría la salida con su hermano. Muy astuto, Yunho, muy astuto.

Sonreí para mis adentros y me arrastré detrás de la amante pareja, sintiendo náuseas cuando se dieron besos de despedida en el vestuario del gimnasio. Cuando Yoochun salió corriendo para su clase, Su se volvió hacia mí con una expresión soñadora en su cara que me hizo poner los ojos en blanco y sonreír mientras enlazaba mi brazo con el de él, arrastrándolo para cambiarnos por la ropa de gimnasia. 

Al llegar la hora del almuerzo, me sentía muy hambriento. Me había saltado el desayuno esa mañana porque el proceso de «elección del jeans» me había tomado unos minutos extra. Tomé una bandeja y me puse en la fila.

Mientras estaba allí de pie eligiendo un sándwich, alguien vino y se puso junto a mí, un poco demasiado cerca para mi comodidad. Fruncí el ceño y me moví ligeramente hacia delante para conseguir un poco de espacio extra, pero la persona se movió para adelante también, presionando su costado contra mí.

Con el ceño fruncido miré alrededor para descubrir la apuesta cara de Yunho. Tragué saliva y me esforcé en ocultar mi ridícula felicidad sólo porque él estaba en la misma habitación que yo.

—Hola, señorito Jaejoong, ¿cómo está hoy?— me preguntó sonriendo, probablemente porque sabía exactamente qué efecto provocaba en mis entrañas.

Me mordí el labio y vi que el señor Young estaba en la fila detrás de él. —Estoy bien, gracias, señor. ¿Cómo está? 

De mala gana quité mis ojos de él y traté de elegir un sándwich, pero no podía estar quieto, de pie a su lado, el costado de su cuerpo presionando contra el mío.

—Estoy bien hoy. Esperando la noche, tengo algunos planes. ¿Tienes tú algo planeado para esta noche?— preguntó, ladeando la cabeza, fingiendo estar interesado mientras tomaba una botella de agua.

Me reí un poco incómodo. —Eso depende de la cantidad de tareas que me asignen hoy. ¿Está usted pensando en darnos la lección completa hoy, señor Jung?— repliqué. Elegí un sándwich al azar y me moví a lo largo de la fila, agarrando una bolsa de patatas sin mirarlas. Se echó a reír y sacudió la cabeza para quitar el pelo de sus ojos y yo traté de no mostrar ninguna reacción, a pesar de que ese pequeño movimiento hizo que mi corazón palpitara el doble.

—Si ustedes, chicos, acaban con todo en la clase, no debería ser demasiado malo— respondió él, agarrando su comida. Sonreí. El señor Young comenzó a hablar con Yunho entonces, así que me escapé hacia la caja registradora para pagar. Estaba tomando un par de servilletas en la última mesa cuando Yunho se detuvo junto a mí otra vez. Gemí en voz baja. De hecho, me gustaría que se mantuviera lejos en las horas de clase, era una tortura ser capaz de hablar con él apropiadamente o simplemente tocarlo de alguna manera.

—Precioso, ¿por qué compras un sándwich de ensalada de jamón?— susurró, señalando con la cabeza hacia abajo a mi bandeja mientras tomaba algunas servilletas también. Fruncí el ceño y miré mi bandeja.

¿No lo había hecho, verdad? Leí la etiqueta y me estremecí, rechazándolo instantáneamente. Odiaba el jamón. Era su culpa por distraerme y hacerme sentir incómodo mientras yo estaba eligiendo. Se rio y puso su sándwich de queso en mi bandeja, tomando el mío de jamón en su lugar.

Me guiñó un ojo y se fue antes de que pudiera abrir la boca para preguntarle qué estaba haciendo. ¡Por Dios, era tan dulce! Suspiré soñadoramente y lo vi esperar que el señor Young terminara de pagar su almuerzo antes de que los dos salieran de la cafetería. Me sentía como caminando por una nube cuando llegué a la mesa de almuerzo de mis amigos. 

Traté de concentrarme en lo que estaban diciendo, alguien estaba planeando una fiesta para dentro de un par de semanas, pero no pude pensar en otra cosa que en Yunho. Mi mente derivó hacia nuestro momento en el coche y apreté los muslos pensando en su boca en mi piel. Una docena de fantasías comenzaron a jugar en mi cabeza, las cosas que quería hacer con él o que él me hiciera. Poco más de siete meses, y entonces todo sería más fácil. Sólo siete, ¡yo podía hacerlo! 

Sonó la campana y salté. Había comido solo la mitad de mi almuerzo porque había estado soñando despierto, así que tragué rápidamente el resto, siguiendo a mis amigos hasta los casilleros para buscar los libros para el resto de la tarde.

Cuando llegó la hora de la clase de Yunho, yo estaba sonriendo como un idiota, lo mismo que de costumbre. Me reía de cómo todas las chicas arreglaban su cabello, volvían a aplicarse maquillaje y se desabrochaban un poco las camisas antes de dirigirse a su aula. Todavía había algunos rumores sobre él y la señorita Jessica, pero otro rumor que había estado circulando recientemente era que Yunho era gay. 

Algunas de las animadoras lo habían comenzado cuando él ni se inmutó cuando estaban coqueteando con él en sus uniformes de porristas. No estaba seguro de si Yunho sabía o no este rumor, pero en todo caso no me importaba.

Los rumores no impedían que las chicas coquetearan con él, sin embargo. Algunos de sus intentos fueron lamentables. Casi sentía lástima por ellas cuando él solo se encogía de hombros o las ignoraba.

No me sentía celoso. Pensé que lo estaría, viéndolas coquetear con mi novio, pero, por alguna razón, sabía que no tenía por qué sentir celos de ellas. Yo era a quien él quería, podría haber elegido a cualquier chica o chico, pero me había elegido a mí, así que no tenía por qué preocuparme porque una zorra tratara de hablar con él. 

Cuando entré en el aula, las luces estaban ya muy bajas y había un proyector colocado al frente. Fruncí el ceño y me senté al lado de Su. Cuando me agaché para sacar algo de mi mochila, alguien chocó contra el respaldo de mi silla, haciendo que mi pecho golpeara el borde de la mesa y dejándome sin respiración. Me volví molesto hacia la otra persona, sólo para ver a Minah y un par de chicas sonriendo cuando empujó de nuevo mi silla mientras se movía a lo largo de la fila detrás de mí. ¡Uf, qué bruja maldita! 

—Oooops, qué mal— ronroneó Minah sarcásticamente.

No dije nada al respecto, sólo desvié la mirada. No necesitaba tener problemas con ella. Minah había tomado una instantánea aversión a Su cuando recién comenzamos el instituto y como nosotros éramos amigos, obviamente yo no le gustaba demasiado. Hizo que nuestro primer año fuera una miseria. A medida que fuimos creciendo, ella se volvió más y más bonita y su buena apariencia aumentaba a la par de su maldad. La odiaba con pasión, pero ella parecía estar fuera de nuestro camino este año, principalmente porque Su y yo ignorábamos sus intentos diarios de molestarnos. De ninguna manera me iba a poner a mí misma en su radar nuevamente. 

Encontré la mirada de Su y él dijo silenciosamente «perra», señalando con la cabeza, discretamente, en dirección de Minah. Yo sólo asentí con la cabeza y puse los ojos en blanco. 

—Ahora, chicos y chicas, vamos a echar una mirada al desarrollo de la serie infinita y la historia de la teoría. Tendremos una breve visión global con el proyector, porque he encontrado estas diapositivas increíbles escondidas en la parte trasera del bloque de matemáticas ¡y no hay ninguna razón para desaprovecharlas!— dijo Yunho alegremente mientras se frotaba las manos emocionado. 

Resistí el impulso de toser y llamarlo friki por lo bajo y me limité a sonreír y sacar mis apuntes. ¿Cómo podía un tipo tan increíble sonar tan excitado por unos números? Eso no debería ser correcto. Tal vez debería estar un poco preocupado, me había enamorado de un empollón de las matemáticas. Me reí un poco en voz baja y él me miró levantado una ceja. 

—¿Todo bien, señorito Jaejoong?— me preguntó.

Asentí rápidamente. —Absolutamente, esperando con ansias aprender acerca de la serie infiel— respondí.

Se echó a reír sacudiendo la cabeza. —La serie infinita, no infiel.

Me reí también. —Oh. Voy a callarme y dejar que continúe con la lección— declaré, sonriéndole.

Él asintió, sonriendo hacia mí. —Creo que sería lo mejor.

Me reí en voz baja y tomé la notebook mientras él encendía el proyector, con el aspecto de un niño en una tienda de caramelos. No comenzó demasiado mal, aprendimos de un tipo en la India, en el siglo XIV quien por primera vez formuló la teoría. Pero cuanto más avanzaba, más perdido me sentía. Tan pronto cifras y símbolos comenzaron a aparecer en la pantalla, mi cerebro parecía simplemente negarse a entender.

No tenía nada que ver con la manera en que enseñaba Yunho en absoluto, era sobre mí y mi incapacidad para entender los temas de cálculo. Simplemente no tenía el hemisferio derecho para este tipo de cosas, lo mismo que para la ciencia. Yo era más el tipo de chico de inglés y arte.

No me molestaba no entender este tipo de cosas, siempre y cuando me graduara y después nunca mirara una ecuación de nuevo. Bueno, a menos que Yunho las indicara o algo para sus clases mientras yo estuviera con él. Tan pronto como pensé eso, mi cerebro derivó hacia nosotros en los años venideros… él corrigiendo los trabajos de sus estudiantes mientras yo andaba alrededor observándolo.

Suspiré soñadoramente y me di cuenta de que el proyector estaba apagado y él hablaba de nuevo. 

Tragué saliva y traté de concentrarme en sus palabras, en lugar de la forma en que movía las manos cuando hablaba o cómo se veía su trasero en los pantalones vaqueros cuando estaba escribiendo en la pizarra. Hmmm, tal vez era su culpa que yo tuviera un problema con su clase. Claramente no podía concentrarme con él a mi lado.

Nos puso un trabajo para que lo comenzáramos y lo que no hubiéramos hecho lo terminaríamos como tarea. Fruncí el ceño y atraje el libro de texto hacia mí, tratando de leer más, pero fracasando miserablemente. Estaba bastante seguro de haber leído el mismo párrafo cuatro veces y todavía se veía como si hubiera sido escrito en un idioma extranjero. 

Yunho se detuvo junto a mí, poniendo su mano en la mesa, junto a la mía, la punta de sus dedos tocando los míos. 

—¿Todo bien? Puedo explicarlo de nuevo— ofreció en voz baja.

Negué con la cabeza. —Está bien. Lo leeré más tarde y si tengo algún problema le haré saber— respondí ruborizado, en realidad no quería esa atención especial delante de los demás.

—Bien, sabe que estoy siempre aquí para usted, Señorito Jaejoong.— Me sonrió, dándole un doble significado. Sonreí y asentí sin atreverme a mirarlo a los ojos porque sabía que me iba a sonrojar. Por suerte alguien le solicitó ayuda, así que no hice de mí un tonto, para variar.

Cuando sonó la campana todo el mundo se levantó, guardando sus libros. Ya había metido el mío en mi mochila a punto de seguir a Su, cuando Yunho me llamó. 

—Señorito Jaejoong, ¿cree que podría tener unas palabras con usted?

Su me sonrió. —Te espero en las taquillas— sugirió.

—De acuerdo, gracias— le sonreí con gratitud. Yunho generalmente no me detenía después de clase, por lo que era probable que quisiera hablar de la noche. De repente empezó a preocuparme que fuera a cancelar o algo. No lo había visto apropiadamente desde el lunes, así que realmente esperaba que no lo hiciera.

Su se fue y cerró la puerta detrás de ella, así que me volví hacia Yunho que estaba ordenando papeles.

—¿Qué pasa?— le pregunté, dirigiéndome hacia él, encaramándome en el borde de su escritorio y cruzando los tobillos.

Suspiró, dando un paso hacia mí. —Maldita sea, esas piernas han estado rondando mi mente todo el día— murmuró, pasando una mano por encima de mi cadera hasta que sentí sus dedos cosquilleando sobre tela del jeans justo por encima de mi rodilla. Tragué saliva y aferré su camisa, acercándolo aún más a mí.

—Bien pensamientos de tu boca sobre mis piernas han estado rondando mi mente todo el día— contesté, mi voz apenas más alta que un susurro porque estaba emocionado por su contacto. 

Sonrió y se apretó contra mí, su cara a centímetros de la mía. —Eres demasiado caliente para expresarlo con palabras, precioso— gimió. Sus ojos recorrieron mis labios por una fracción de segundo, haciéndome jadear mientras todo mi cuerpo se volvía piel de gallina.

Sonrió y tomó mi cara con una de sus manos, rozando mi nariz con la suya.

¿Pero qué diablos le pasaba hoy? En primer lugar en el coche, ¿y ahora estaba haciendo esto en el instituto? Me había besado un par de veces en el instituto, pero excepto unas pocas indiscreciones, nos habíamos esforzado por mantener nuestra relación fuera de los terrenos del instituto. 

—Mi mamá me llamó luego del almuerzo— susurró mientras mordisqueaba ligeramente mis labios. ¿Su mamá? Genial, definitivamente estaba cancelando lo de esta noche, a juzgar por el comienzo de la conversación. Su mamá probablemente le pediría que hiciera algo por ella, o algo por el estilo. Fruncí el ceño y apreté los labios a la vez, por lo que su mano se trasladó a mi nuca, sus dedos enredándose en mi pelo. Se retiró después de unos segundos y llevó su frente junto a la mía y yo nada más esperaba que me cancelara esta noche y me dijera que terminaría por verme el sábado en su lugar —.Ella está planeando una cena sorpresa para mi papá el sábado por la noche. Es su aniversario, y quiere una cena en familia— murmuró, besándome otra vez.

Asentí, sin romper el beso. Así que me estaba dejando fuera el sábado, en vez de esta noche. Agarré los lados de su camisa, presionando mi cuerpo contra el suyo. Se apartó para dejarnos respirar, yo sonreí.

—Está bien, pero aun así te veré el domingo, ¿no? No vas a cancelar los dos días, ¿verdad?— le pregunté, tratando de no poner mala cara porque me faltaría un día de su compañía. Hmm, tal vez debiera cancelar con Hojun mañana, así podríamos pasar el rato en su lugar. 

Él se rio en voz baja. —No me dejaste terminar— bromeó, besando la punta de mi nariz —.Mamá quiere que tú vayas también.

Tragué saliva. De repente me sentí entusiasmado y aterrado a la vez. Le había hablado a sus padres todo sobre mi siendo su alumno, de que estábamos saliendo. Al parecer, les había dicho todo cuando primero rompimos porque seguían preguntando por mí todo el tiempo. No parecía importarles en lo más mínimo, según Yunho, sino que sólo les gustaba verlo feliz. Yo sólo los había visto una vez, en la boda de su hermana y me habían parecido realmente agradables. Tenían que ser grandes personas si tenían dos chicos tan increíbles como Yunho y Hojun. 

Por lo que había oído hablar de Yuri, ella era agradable también, pero sólo había hablado con ella durante unos minutos el día de su boda, así que realmente no sabía mucho de ella después de todo. 

Miré a Yunho un poco inseguro de qué decir. Me parecía un poco extraño ser llevada a su casa a conocer a su familia cuando no tenía ninguna posibilidad de hacer lo mismo con él, al menos por algunos meses. 

—¿En serio?— murmuré.

Él sonrió para tranquilizarme. —Va a reservar en algún restaurante un poco fuera de la ciudad para que nadie nos vea juntos. Seremos sólo nosotros, mis padres, mi hermana y su marido y Hojun. Vas a estar bien. Si quieres, tomaré tu mano toda la noche para darte apoyo moral— me ofreció levantando una ceja, pareciendo tan excitante que me dejó sin aliento.

—Sería un poco raro cuando quiera cortar mi comida— bromeé, haciéndole reír —.Yunho, ¿realmente ellos me quieren allí?

Él sonrió y me besó de nuevo suavemente. —Por supuesto que sí, precioso. Eres mi chico. Vamos en el mismo paquete ahora tú y yo.— Sus ojos estaban fijos en los míos y me di cuenta de cuánto significaba para él esa cena familiar. Deseché todos mis nervios y asentí mordiéndome el labio.

—Está bien, claro que me encantaría encontrarme con tu familia de nuevo— le dije, tratando de no mostrar cuán atemorizante me resultaba. No era sólo que me diera miedo conocer a su familia, sino que era un poco raro. Sabían que era menor de edad y su alumno y sin embargo todavía querían que saliera con ellos para la cena de aniversario.

Me sonrió felizmente antes de besarme de nuevo. Envolví mis brazos alrededor de su cuello y no lo dejé apartarse esta vez. Cuando su lengua rozó mi labio inferior, ansiosamente le di acceso y presioné todo mi cuerpo estrechamente contra él. Gimió con el fondo de su garganta y antes de que supiera lo que sucedía, me empujó contra la pared, con las manos corriendo por mi cuerpo mientras me besaba desesperadamente. 

Todo mi cuerpo se sentía como si me hubiera muerto he ido al cielo, mientras frotaba su entrepierna contrala mía ligeramente, masajeando con las manos mi trasero. Di un grito ahogado y besó mi cuello, mordiendo suavemente la piel antes de regresar a mi boca. El beso fue tan ardiente que mis rodillas se sentían débiles. Me apretó contra la pared más fuerte mientras levantaba mis pies del suelo, guiando mis piernas alrededor de su cintura y me besaba como si pudiera devorar mi alma.

No me había besado así durante mucho tiempo. Parecía que había perdido por completo toda su moderación. Este era el tipo de cosas que él no permitía en absoluto que pasara, a pesar de lo mucho que le rogase. Mi corazón estaba latiendo como loco y una pequeña parte de mí sabía que debíamos detenernos. Él se arrepentiría de esto si lo dejaba seguir adelante… pero no podía hallar las palabras para detenerlo. Necesitaba esto, ambos lo necesitábamos, de otra manera acabaríamos enloqueciendo. 

Enterré mis manos en su pelo y quité mi boca de la suya para poder respirar, pero sus labios no dejaron mi piel, viajaron por mi cuello dejando una estela ardiente a su paso. Gemí su nombre y nos apartamos de la pared, volviendo a su escritorio de nuevo. Me puso por encima de los papeles que estaba corrigiendo antes. 

Me sujeté a él con fuerza mientras se echaba ligeramente hacia atrás. Abrió la boca para hablar y sentí que mi corazón se hundía. Había recuperado la compostura de nuevo y me iba a decir que teníamos que parar. Sus ojos estaban tan emocionados que contuve la respiración. Podía sentir su cuerpo apretado contra el mío y sabía que físicamente él no quería parar, podía sentir la evidencia de ello. 

—Te amo, Jaejoong— susurró, besándome de nuevo. Sus manos recorrían mi cuerpo otra vez, una deslizándose bajo mi camisa, la otra agarrando mi trasero mientras presionaba su entrepierna contra la mía nuevamente 

Espera, ¿no se detiene? Sentí crecer la felicidad de que sus manos estuvieran por fin en mí después de cinco largas semanas de jugar a la indiferencia. 

Mis dedos temblaban cuando comencé con los botones de su camisa, empujándola fuera de sus hombros mientras le besaba el pecho. 

De repente oí un grito.

—¡Oh, Dios mío!— gimió una voz de chica.

25 comentarios:

  1. Que emoción al fin Yunho cedió a la pasión que sienten, pero tenía que aparecer la mosca en la leche, quien los ha visto?... Ojalá no tenga consecuencias ese arrebató que tuvieron por favor... Gracia

    ResponderBorrar
  2. wow eso fue intenso
    uffffff y ahora quien los habra visto sera la prof jessica o minah o me quede en suspenso...... que pasara ahora quiero saber :-D
    espero y no se arme un lio por esto

    ResponderBorrar
  3. hay por dios quien los descubrió la maestra o la odiosa de minah
    tan bien que estaba todo y tenían que llegar a arruinar el momento de pasión
    no por dios lo dejaste muy interesante y en suspenso espero el siguiente bye

    ResponderBorrar
  4. La jodieron y en grandeeee ..!! >. < por calenturientos okno u.u que probelmas tendrán ahora? Y quien los vio? La maestrucha, la odiosa de minha? O.O

    ResponderBorrar
  5. Oh noooo los pillaron!!!!! Como no cierran con seguro????
    Ojala no lo arruinen ;;

    ResponderBorrar
  6. No!! Es horrible, de seguro es la tipa que odia a Jae y a Su! Espero que no porque valdrán queso....

    ResponderBorrar
  7. Benny*
    Dios! No me decidía leerlo porque pusiste que no todo era felicidad. No los hagas sufrir TT__TT....
    Tan bueno que se estaba poniendo, esperare el siguiente con ansias ♤😂

    ResponderBorrar
  8. waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa q nervios QUIEN SERA LA PIRUJA Q LOS VIOO...!!! *se come las uñas* superintersante pleaseee conti T.T o morireeeeeeeeee

    ResponderBorrar
  9. Woooooooooow yunho se quiere comer a jae ya no pudo aguantar mas jejejejeje.

    problemas alguien los cacho espero que no tengan problemas......

    gracias por actualizar ^^

    ResponderBorrar
  10. pero qué sacados están estos dos.... y en el aula del colegio.
    pero qué pilló Yunho que está tan cachondo y no ve el peligro??
    eso es por hacer esa regla absurda y obsoleta de nada de sexo por no sé cuántos meses.
    con lo enamorados que están , ya se les sale la lech.... y perdón por la palabra hasta por los ojos. están a punto caramelo y es normal que estén deseosos de tocarse y besarse, están enamorados y se atraen, pero ahí, justo ahí en el escritorio del aula es un tremendo error. y ya alguien los pilló. ahora habrá problemas seguro.
    gracias por la actualizacioon

    ResponderBorrar
  11. Pense que en la cena de sus padres pasaría algo o que los descubririan y toam que es lo segundo, es que estos jovenes no se podían aguantar les agarraron las hormonas en plena escuela y yunho que siempre es el más precavido esta vez ya no pudo más su ser pedía solo querer sentir a jaejoong y vaya que primera vez que se atreve a tocarlo más de la cuenta en la escuela y los descubren es que no puede ser, es tan frustrante, mientras no sea la minah esa que de por sí ya odia a jaejoong, espero sea otra chica y que de alguna forma se calle y no diga más aunque creo que eso sería pedir mucho, ay nada debería prohibirles e impedirles que vivan su amor libremente como merecen, y se vienen problemas pero que nada los derribe sino que se mantengan juntos y se apoyen, a ver como se van dando las cosas, gracias por actualizar y ahora que si estoy que es espero con ansías el sig. capítulo! xD <3

    ResponderBorrar
  12. oh Dios ya los descubrieron, oh dios¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ y seguramente es esa bruja que molestaba a Jae y a Su ooooooooooooooooooooooooh dios mio!!!!!!!!!!!!

    ResponderBorrar
  13. Yunnie si que no pudo contenerse mas primero la marquita oculta q le dejo y ahora en su escritorio ** pero me preocupa quien los descubrio, abra sidp jessica? OMG quedo impactante. Muchas gracias por el capitulo: )

    ResponderBorrar
  14. uuuu los pillaron que va a pasar ahora con los dos , que buen capitulo muchas gracias por compartilo

    ResponderBorrar
  15. oh oh!! :O
    se armó la grande!! quién habrá visto a esta linda parejiga tan acaramelada o.O oh nooo!! no quiero pensar en las consecuencias @.@...

    todo es culpa de esos pantalones ajustados <. <....XD

    ResponderBorrar
  16. Que lindo ahora esos 2 estan mas que felices juntos y ahora Yunho no puede mantener las manos quietas y mas si Jae lo anda provocando,y cuando por fin Yunho iba a romper la regla que puso,alguien los ve,espero que no sea la persona que estoy pensando

    ResponderBorrar
  17. demasiada felicidad para ser verdad waaaaa nuuuuuu U_U

    ResponderBorrar
  18. Sabía que esto ocurriría, ya decía yo que habia demasiada felicidad, me imagino que la chica los chantajeara u_ú que colera, bueh leere el otro cap para enterarme u_ú -sufre-

    ResponderBorrar
  19. Son El paquete perfectoespero que los problemas que se avecinan no sean graves porque su no sufriré

    ResponderBorrar
  20. Ay dios santo! Ya presentia yo que los iba a ver alguien desde que se empezaron a besar en el escritorio :S
    Solo espero la puedan hacer callar o lo que sea para que no se metan en problemas.. mas YunHo que seria al que le echen toda la culpa por ser Jae un menor de edad y su estudiante aunque ambos hayan estado de acuerdo en la relacion D:

    ResponderBorrar
  21. ohhhhh me gusta que sigan juntos...no puedo creer que yunho haya perdido la compostura si siempre esta firme con la desicion que habian tomado ..... no pudo aguantar y jae que no lo detuvo ps ......y ahora quien sera esa maldita chika que los vio ..,,ojala y no abra la boca ....

    ResponderBorrar
  22. Queeeeeeeeeee pero como pueden hacer en la aula dios k pasaraaaa
    quien sera el que los vio..... que nervios ,,,,,,,,,,,,,,,,
    acaban de recolciliar porfas k no se vuelvan a separar

    ResponderBorrar
  23. no se si lo he dicho pero AMO EL YOOSU *v* OK OK quien los vio? aigo.. correre a leer el otro cap--- debo saber quien los vio..

    P.D: ya sabia yo q eran calentones--- xD

    ResponderBorrar
  24. OMG.!! tan bien que iba todo .. :( tuvieron que arruinar al momento ¬¬
    capas la chica es esa tal Bitch de Minah ..!
    UY! creo que va ver problemas.. u.u

    ResponderBorrar
  25. Omg pero que caliente que estaban pero quien se detendría con tanta abstinencia estaba llendo tan bien la escena super hot pero siempre hay los iniportunos espero que la chica sea ciega jajaja se que es mucho peeiar pero que no haga un escandolo por eso aaassh please no mates la atmósfera

    ResponderBorrar