Capítulo 3 - ¡Oye, me siento raro!

Jaejoong está caminando de un lado a otro, esperando a que Yunho llegara de la visita mensual a su madre y su hermana en un pueblo a tres horas de allí, antes de darse cuenta la puerta es abierta provocando que la madera le golpeara la cabeza.

—Auch— se soba la parte afectada.

—Oh, lo siento… Jaejoong no te vi, ¿Qué hacías detrás de la puerta, eh?

—Nada, ah… solo estaba esperándote.

—Bien, me enviaste un mensaje de que tenías que decirme algo urgente ¿Qué sucede?

—Bueno fui con la doctora y me dijo que puede ser que las pruebas de embarazo estén falladas y me hizo dos pruebas en el consultorio.

—¿Y…?

—Dio positivo.— Jaejoong sonríe feliz y él siente que no puede compartir esa felicidad que tiene internamente porque todo eso es gracias al contrato que había firmado con Jaejoong, pero muy en el interior él estaba bailando de felicidad. Por otro lado, Jaejoong se sentía feliz, pero no veía esa felicidad en Yunho, lo sabía después de todo Yunho nunca quiso ser padre y le duele.

—¡Felicidades!— Dice Yunho intentando comportarse como un completo desconocido ante esa noticia.

—Gracias, muchas gracias, Yunho hyung— Jaejoong sonríe y se cuelga del cuello de Yunho, abrazándose a él y susurrándole muchas gracias un millón de veces y todas las que sean necesarias.

Pero Yunho lo aleja, la mirada del moreno es fría y distante y él no entiende por qué razón el otro le trata así si siempre fue un chico muy cálido que le hacía sentir querido al instante. El más alto miraba al suelo, como si este le fuera a revelar el secreto del universo o algo así.

—No entiendo…— murmura.

—¿Qué pasa?— Pregunta Jaejoong empezando a sentirse preocupado por Yunho quien estaba sentado en el sofá, frente a él.

—Me siento raro, no sé cómo explicarlo, Jaejoong— musita y levanta su cabeza y ve ese rostro hermoso, desde su punto de vista más superficial y sonrosado desde el más detallista.

—¿Quieres ir al doctor?— pregunta.

—Yo, yo no sé si pueda seguir con esta farsa, Jaejoong…— procede ignorando aquellas palabras dichas por el menor.

—¿De qué hablas?

—De seguir a tu lado fingiendo no sentir nada por ti. No es así, Jaejoong— suspira y toma las blancas manos entre las suyas.

—No te entiendo, por favor explícate— Jaejoong tartamudea y suspira.

—Tranquilo, no es nada… solo tengo un terrible dolor de cabeza ¿bien?

—¿Quieres alguna medicina o ir a doctor?

—Preferiría dormir, creo que iré a mi casa…

—No, no puedes dejarme solo— siente que si deja como aquella oración, Yunho se asustara —recuerda el contrato.

—Oh, cierto… nueve meses ¿verdad? Entonces me iré a dormir primero ¿bien?— le sonríe y deposita un beso en la cabeza de Jaejoong viendo como este le miraba confundido. Yunho camina, va hasta al cuarto, se sienta, posa su cabeza entre sus manos, se cuestiona muchas cosas y… ¡Oh, por dios! Estuvo a punto de confesarle su amor a Jaejoong… por suerte pudo arreglarlo porque sabía que lo más seguro era que Jaejoong lo tomara como una broma o algo así, rompiéndole el corazón y las esperanzas de ser algo más que un simple solo porque si, ni si quiera se podría considerar a aquello una amistad porque claramente no lo era y tampoco se quería ilusionar en vano.

********************

Primer mes.

Náuseas y vómitos.

Deja su sándwich de pollo en la mesada y corre rápidamente al baño, se hinca en el escusado y lanza todo lo que acababa de consumir, lágrimas caían de sus ojos. Aquello era asqueroso, cuando termina aquel sufrimiento lava con detenimiento sus dientes y también hace uso del enjuague bucal.

Vuelve a la cocina y mete el sándwich en la heladera, sabe que después le daría hambre. Su celular empieza a sonar, camina hasta su mochila, la cual estaba en la mesa de la sala de estar.

Era un mensaje de Yunho, le sonríe a la pantalla.

~

De: Yunho Jung

Para: Jaejoong Kim

Hola Jaejoong ¿cómo estás? espero que bien…

Me falta muy poco para terminar mi turno y…

Quería saber tu estado, si es que necesitas algo, llegaré enseguida

Espero puedas comer algo porque llevaré una deliciosa sopa.

Jaejoong suspira y deja su móvil en la mesa de centro, mira el techo y se cuestiona:

Yunho, ¿Por qué me ilusionas de esa manera?

.

.

 . 

Yunho estaba fastidiado, escuchar como ese alto moreno de la tienda coqueteaba con Jaejoong, le hacía sentir mucho coraje, no sabía porque pero ese chico le puso de mal humor.

—Jaejoong, ya vámonos— dijo él mientras lo abrazaba por la cintura y le daba un beso en la mejilla, haciendo que el de piel morena retrocediera.

—¿Bueno?— dijo el menor mientras empezaban a caminar —¿Por qué el beso?

—¿Qué beso?

—El que me diste en la mejilla ¿acaso te dio coraje que ese lindo chico se me acercara?

—Vamos, Jaejoong, si supiera que estás embarazado seguramente no se acercaría a ti.

—Eres malo, ya lo dije antes— hizo un puchero mientras cruzaba de brazos.

—Está bien, lo lamento… ¿bien? No estaba celoso, pero… lo hice por tu bien.

—Si es así, gracias… supongo