Yesung
lo fulminó con la mirada.
—¿Por
qué pierdes el tiempo buscándolo aquí? Ya te dije que me pondría en contacto
contigo en cuanto supiera algo de él.
Yunho
miró por la ventana, escrutando Central Park como si pudiera encontrar la
respuesta en el parque. No podía recordar cuándo había sido la última vez que
había comido algo decente o dormido más de unas cuantas horas sin despertar
sobresaltado. Tenía el estómago revuelto, había perdido peso y sabía que estaba
hecho un desastre.
Hacía
un mes que Jaejoong había huido, pero no estaba más cerca de localizarlo ahora
que la noche que había desaparecido. Había seguido una pista tras otra,
faltando a más funciones de las que podía enumerar, pero ni él, ni el detective
que había contratado, habían conseguido averiguar nada.
Yesung
le había dado una lista de las personas con las que podía haber contactado Jaejoong,
y Yunho había ido a visitarlas a todas, pero era como si su esposo hubiera
desaparecido de la faz de la tierra. Él rezaba para que sus alas de ángel lo
mantuvieran a salvo.
Se
volvió lentamente y se enfrentó a Yesung.
—He
pensado que podías haber pasado algo por alto. Jaejoong no tenía más de cien
dólares cuando se fue.
Yuri
intervino desde el sofá.
—Yunho,
¿de verdad piensas que Yesung te ocultaría algo después de todo el trabajo que
se tomó para que estuvieran juntos?
La
manera que tenía Yuri de arquear las cejas siempre le había hecho rechinar los
dientes y, con los nervios a flor de piel, Yunho no pudo ocultar su desagrado.
—La
cuestión es que mi esposo ha desaparecido y nadie sabe dónde está.
—Tranquilo,
Yunho. Estamos tan preocupados por él como tú.
—Te
aconsejo —dijo Yuri— que le preguntes a ese empleado que lo vio por última
vez.
Yunho
había interrogado a Al hasta la saciedad, y ya se había convencido de que el
anciano no tenía nada más que decirle. Mientras Yunho cometía la estupidez de
ir a aquella tienda, Donde había visto cómo Jaejoong se subía a un camión de
dieciocho ruedas. Llevaba puestos los vaqueros y, en la mano, la pequeña maleta
de Yunho.
—No
puedo creer que hiciera autostop —dijo Yesung. —Podrían haberlo
asesinado.
Aquella
angustiosa posibilidad había tenido a Yunho en vilo durante tres días,
pero una tarde Jack salió precipitadamente del vagón rojo para decirle que acababa
de hablar con Jaejoong por teléfono. Al parecer había llamado para asegurarse
de que los animales estaban bien.
Colgó
sin mencionarlo a él en cuanto Jack intentó sonsacarle dónde se
encontraba.
Yunho
maldijo las circunstancias que habían evitado que fuera él quien contestara al
teléfono, luego recordó la media docena de llamadas que no habían tenido más
respuesta que un chasquido al otro lado de la línea. Jaejoong había llamado
hasta que fue otra persona la que respondió. No quería hablar con él.
Yesung
se paseó de un lado a otro de la estancia.
—No
puedo comprender por qué la policía no se lo toma más en serio.
—Porque
desapareció voluntariamente.
—Pero
podría haberle ocurrido cualquier cosa desde entonces. No es capaz de valerse
por sí mismo.
—Eso
no es cierto. Jaejoong es inteligente y no le asusta el trabajo duro.
Yesung
ignoró sus palabras. A pesar del incidente que había presenciado con Sinjun,
todavía veía a su hijo como una persona inútil y frívola.
—Tengo
amigos en el FBI, ya va siendo hora de que hable con alguno de ellos.
—Centenares
de testigos vieron lo que sucedió esa noche en la pista. La policía cree que
tenía razones de sobra para desaparecer.
—Eso
fue un accidente y, a pesar de todos sus defectos, Jaejoong no es vengativo.
Nunca te guardaría rencor. No, Yunho. Tiene que haber alguien más implicado, no
dejaré que me mantengas al margen más tiempo. Hoy mismo me pondré en contacto
con el FBI.
Yunho
no le había explicado a Yesung toda la verdad, y era eso lo que le había
impulsado a ir allí ese día. Al no haberle puesto al corriente de todos los
hechos, se estaba reservando una información que podría dar una pista a Yesung
o a Yuri sobre el paradero de Jaejoong. No le gustaba tener que decir nada
desagradable de sí mismo, pero su orgullo no era tan importante como la
seguridad y el bienestar de su hombre y su hijo.
Cuando
miró a su suegro se dio cuenta de que había envejecido considerablemente
durante el último mes. Había perdido parte de la flema diplomática que le
caracterizaba. Sus movimientos eran más lentos y su voz menos firme. A su
manera —rígida y prejuiciosa, por lo que Yunho había podido observar, —Yesung
quería a Jaejoong y sufría por él.
Yunho
miró por un momento el samovar de plata que había encontrado para Yesung en una
galería de París. Contemplar el talento de Faberge era menos duro que
pensar en lo que tenía que contarle a Yesung. Se metió las manos en los
bolsillos de los pantalones y luego las sacó. Carraspeó.
—Jaejoong
no sólo estaba molesto conmigo por lo que le hice con el látigo.
Yesung
lo miró fijamente.
—¿Qué?
—Está
embarazado.
—Te
lo dije —dijo Yuri desde el sofá. Yesung y Yuri intercambiaron una mirada que
puso a Yunho en guardia.
—Claro
que me lo dijiste, cariño —dijo Yesung en tono cariñoso.
—Y
supongo que la reacción de Yunho al oír las buenas nuevas no fue demasiado
agradable.
Yuri
era irritante, pero no estúpida. Aquellas palabras fueron como meter el dedo en
la llaga.
—Me
comporté mal con él —admitió él.
Yuri
miró a su marido con aire satisfecho.
—También
te dije que ocurriría eso.
Yunho
trago saliva antes de obligarse a decir el resto.
—Le
ordené que abortara.
Yesung
apretó los labios.
—¿Cómo
te atreviste a decirle eso?
—Cualquier
cosa que me digas ya me la he dicho yo mil veces.
—¿Sigues
pensando igual?
—Por
supuesto que no —dijo Yuri. —Sólo hay que mirarle a la cara para darse cuenta. La culpa le pesa sobre los hombros. —Se levantó del sofá. —Voy a llegar tarde
al masajista. Ya resolverán esto ustedes solos. Felicidades, Yesung.
Yunho
percibió que había algo oculto en las últimas palabras de Yuri y en la
sonrisita cómplice que intercambió con Yesung. Se la quedó mirando mientras
abandonaba la estancia y supo que Yesung y ella le ocultaban algo.
—¿Tiene
razón Yuri? —inquirió Yesung. —¿Ya no piensas lo mismo?
—Tampoco
lo pensaba cuando se lo dije a él. Pero me dio la noticia de sopetón y la
adrenalina me nubló la razón —estudió a Yesung. —Yuri no se ha sorprendido al
oír que Jaejoong estaba embarazado a pesar de saber que tomaba la píldora. ¿Por
qué?
Yesung
se acercó a la vitrina de nogal y observó la colección de porcelana a través de
las puertas de cristal.
—Lo
esperábamos, eso es todo.
—¡Estás
mintiendo! Jaejoong me dijo que era Yuri quien compraba las pastillas. ¿Qué me
estás ocultando?
—Nosotros...
hicimos lo que creímos más conveniente.
Yunho
se quedó paralizado. Pensó en el pequeño bote de las píldoras de Jaejoong. Como
si lo estuviera viendo en ese momento, recordó que no tenía precinto. En esta
época de medicamentos precintados, aquellas píldoras no lo llevaban.
La
presión que sentía desde que Jaejoong desapareció le oprimió el pecho. Una vez
más había dudado de su esposo y, de nuevo, se había equivocado.
—Lo
planeaste tú, ¿no? Igual que planeaste todo lo demás. Reemplazaste sus
píldoras.
—No
sé de qué me hablas.
—No
quiero jugar al gato y al ratón. Dime la verdad, Yesung. Dímela ya.
El
hombre pareció derrumbarse. Se le doblaron las rodillas y se hundió en la silla
que tenía más cerca.
—¿No
lo entiendes? Era mi deber.
—¿Tu
deber? Debí suponer que lo verías así. No puedo creer que haya sido tan
estúpido. Siempre he sabido lo obsesionado que estás con la historia de mi
familia, pero nunca se me ocurrió que pudieras hacer algo así. —La amargura le
revolvió el estómago. Desde el principio, Jaejoong y él no habían sido más que
títeres de Yesung.
—¿Y
qué? Por Dios, deberías agradecérmelo. —Yesung se levantó de un salto de la
silla. Apuntó a Yunho con un dedo tembloroso. —Para ser historiador, no
respetas tu linaje. ¡Eres bisnieto del zar!
—Soy
un Jung. Eso es lo único que significa algo para mí.
—Una
banda de vagabundos. Vagabundos, ¿me oyes? Eres un Choi y tu deber era
tener un hijo. Pero no querías ser padre, ¿verdad?
—¡Ésa
era una decisión mía, no tuya!
—Esto
es mucho más importante que un capricho egoísta.
—Cuando
Jaejoong me dijo que estaba embarazado pensé que lo había hecho a propósito. ¡Lo acusé de haberme mentido, bastardo!
Yesung
hizo una mueca y la justa indignación de Yunho perdió fuelle.
—Yunho,
míralo desde mi punto de vista. Sólo disponía de seis meses y tenía que
aprovecharlos. No podía esperar que llegaras a enamorarte de él, es imposible
que un hombre con tu inteligencia se interese por alguien tan atolondrado como
mi hijo, salvo para acostarse con él.
Yunho
sintió ganas de vomitar. ¿Cómo era posible que su educado e inteligente esposo
sintiera cariño por un padre que tenía tan poco respeto por él?
—Jaejoong
es más listo que nosotros dos juntos.
—No
es necesario que enmascares los hechos.
—No
lo hago. No conoces a tu hijo en absoluto.
—No
podía aceptar que su matrimonio finalizara sin intentar que hubiera un heredero
Choi.
—No
era asunto tuyo.
—Eso
no es cierto. A lo largo de la historia, los Kim siempre se han dedicado a
hacer lo mejor para los Choi, incluso aunque los Choi no estuvieran de acuerdo.
Mientras
miraba a Yesung, Yunho se dio cuenta de que el padre de Jaejoong estaba
obsesionado con ese tema. Yesung podía ser un hombre coherente en todo lo
demás, pero no en eso.
—Ibas
a dejar que muriera tu estirpe —dijo Yesung, —y yo no podía consentirlo.
No
había nada más que discutir con él. Para Yesung el niño que Jaejoong llevaba en
su vientre no era más que un peón, pero ese bebé significaba algo muy diferente
para Yunho, y todos sus instintos paternos afloraron para protegerlo.
—¿Qué
coño ha estado tomando Jaejoong? ¿Qué le diste?
—Nada
que pudiera dañar al bebé. Pastillas de fluoruro, eso es todo. —Yesung se
derrumbó en la silla. —Tienes que encontrarlo antes de que haga algo estúpido.
¿Y si se ha librado del bebé?
Yunho
clavó los ojos en el anciano. Poco a poco la amargura se convirtió en piedad al
pensar en todos los años que Yesung había desaprovechado, todos los años que
había pasado sin conocer a su maravilloso hijo.
—Nada
conseguiría que Jaejoong hiciera eso. Tiene agallas, Yesung. Hará lo que sea para
mantener a salvo a ese bebé.
Yunho
llegó al circo a la mañana siguiente, cuando los primeros camiones entraban en
el recinto de Tokio. Los días eran más cortos y el verano llegaba a su fin. El
circo se dirigía hacia el sur para pasar el invierno, donde se instalarían
hasta el final de la temporada durante la última semana de octubre. La
excedencia de Yunho en la universidad concluía en enero y había pensado hacer
una investigación en Ucrania antes de incorporarse, pero ahora sabía que no lo
haría. Sin Jaejoong todo lo demás carecía de importancia.
Echó
un vistazo al recinto. El nuevo asentamiento estaba en una ladera con muy poco
espacio llano para montar la carpa principal. Yunho tenía ojeras por la falta
de sueño, pero le dio la bienvenida al reto. Sabía que eso no apartaría a Jaejoong
de sus pensamientos —nada lo hacía, —pero le ayudaría a pasar el tiempo.
Era
Trey quien conducía su caravana hasta allí, pero aún no había llegado, así que Yunho
se dirigió a la carpa de la cocina para tomarse un café bien cargado que
calmara el vacío de su estómago. Antes de llenarse la taza, oyó un chillido
agudo y exigente. Maldijo por lo bajo y se dirigió hacia donde estaban los
elefantes.
Cuando
llegó, no le sorprendió ver que Hyunjoong parecía resentido.
—Devuélveme
la picana, Yunho. Con un solo pinchazo pondremos fin a esta sandez.
A
pesar de la petición, Yunho sabía que el domador prefería no usar la picana
tras su encuentro con Sinjun. Le gustaba pensar que había sido Jaejoong y su
manera de tratar a los animales lo que había abierto los ojos de Hyunjoong,
porque ahora era más suave con los elefantes y todo marchaba mucho mejor. Pero
tenía que asegurarse de que Hyunjoong lo había entendido y de que no volvería a
las andadas.
—Mientras
siga siendo el jefe, no volverás a usar la picana.
—Entonces,
hazlo tú.
Yunho
se acercó a Tater y el elefante lo abrazó. Le metió la punta de la trompa por
el cuello de la camisa para olerlo, igual que hacía con Jaejoong. Yunho lo
desató y se dirigió al camión que transportaba la carpa con Tater trotando tras
él.
Tater
había dejado de comer al desaparecer Jaejoong, pero Yunho había estado
demasiado sumergido en su infierno privado para notarlo. Hyunjoong le obligó a
ser consciente de la situación cuando el estado del elefantito comenzó a
deteriorarse.
No
tardó mucho en comprobar que el elefante encontraba sosiego con su presencia;
pero no por Yunho, sino porque Tater lo asociaba con Jaejoong. Comenzó a comer
otra vez y poco después seguía a Yunho por el recinto como antes lo había
seguido a él.
Los
dos se abrieron paso hasta el camión. Desenrollarían la carpa tan pronto
decidieran dónde colocar el circo. Brady había llegado antes que él, pero se
apartó cuando Yunho se acercó. Yunho no sabía que hubiera hecho sin Brady; Jack
y él se habían encargado de que todo marchara bien durante sus largas
ausencias.
Durante
las horas siguientes, Yunho trabajó codo con codo con los empleados en el
montaje. Todavía tenía puesta la ropa que llevaba en el avión, pero tampoco se
la cambió cuando llegó Trey con la camioneta. El sudor empapaba la camisa azul
de algodón y se le había desgarrado el pantalón del traje gris, pero no le
importó. El trabajo le entumecía la mente e impedía que pensara.
Cuando
ya no pudo posponerlo más, fue a la caravana con Tater pisándole los talones. Ató el animal cerca de donde Digger había preparado el heno y vaciló al
acercarse a la puerta. La caravana olía a Jaejoong, tenía su toque, lo único
que faltaba era su presencia y él odiaba estar allí dentro.
Entró
y se vio torturado por imágenes de él entrando corriendo por la puerta con las
mejillas manchadas, la ropa sucia, la paja enredada en el pelo y un brillo de
satisfacción en los ojos. Se acercó a la nevera, pero lo único que encontró fue
una lata de cerveza y un yogurt que Jaejoong había comprado. Había caducado dos
semanas antes, pero no quería tirarlo.
Agarró
la cerveza y la abrió mientras se acercaba a Tater. El elefantito se estaba
echando el heno en el lomo, y tomó un poco de paja fresca para espolvorear a Yunho
con ella como gesto de amistad. Yunho entendía ahora por qué su esposo siempre
llevaba el pelo lleno de heno.
—Estoy
seguro de que Jaejoong te echa de menos, amiguito —dijo suavemente, frotando la
trompa del elefante.
Se
sentiría todavía más perdido sin Sinjun. Existía una extraña comunión entre Jaejoong
y el tigre, algo que él nunca había entendido por completo. A su esposo le
encantaba trabajar con los animales que nadie más quería: un elefantito
problemático, una gorila tímida, un viejo tigre con aire regio... Debía de ser
difícil para él no estar con los seres que amaba. En ese momento se quedó
paralizado, se le puso la piel de gallina y se olvidó de respirar. ¿Qué le
hacía pensar que no estaba con uno de ellos?
Veinticuatro
horas después estaba frente a la verja de la zona tropical del zoo Brookfield de
Chicago mirando a Glenna. La gorila estaba sentada sobre la montaña rocosa del
centro del recinto y comía un tallo de apio. Yunho llevaba horas vagando por
las pasarelas que rodeaban el hábitat. Le picaban los ojos por la falta de
sueño, le dolía la cabeza y notaba como si le ardiera el estómago.
¿Y
si se equivocaba? ¿Y si él no estaba allí después de todo? Había pasado por la
oficina de empleo del zoo y sabía que no trabajaba allí. Pero estaba seguro de
que Jaejoong querría estar cerca de Glenna. Además, no tenía más pistas y no
perdía nada por intentarlo.
«Tonto.» La palabra resonaba en su cabeza como el
ruido de una taladradora. «Tonto. Tonto.
Tonto. Tonto.»
El
pesar que sentía era demasiado privado para ser exhibido y, cuando oyó el
murmullo de otro grupo de niños, subió por la senda curva, bordeada por
vegetación tropical y una verja de hierro pintada de verde como el bambú y
unida por una cuerda. Arriba estaría solo. Glenna se agarró con fuerza a una de
las pesadas cuerdas que colgaba de los troncos que coronaban la cima de la
montaña de los gorilas y se acercó a él. Parecía sana y feliz en su nuevo
hogar. Se bajó, esta vez con una zanahoria.
De
repente, la gorila alzó la cabeza y comenzó a emitir ruiditos. Yunho siguió la
dirección de su mirada y vio cómo Jaejoong se acercaba por el sendero de abajo
hacia el animal.
El
corazón le palpitó contra las costillas, pero la alegría que amenazó con
hacerlo estallar fue sustituida casi de inmediato por ansiedad. Incluso a
quince metros era evidente que Jaejoong no llevaba maquillaje y que las líneas
de fatiga marcaban su rostro. Llevaba el pelo recogido en la nuca en vez de su
normal moño en forma de piña y, por primera vez desde que lo conocía, parecía
marchito. ¿Dónde estaba el Jaejoong que disfrutaba maquillándose y echándose
perfume? ¿El Jaejoong que disfrutaba untándose loción de albaricoque y delineándose
los ojos? ¿Dónde estaba el Jaejoong que gastaba toda el agua caliente en
una ducha dejando una densa capa de vapor en el cuarto de baño? A Yunho se le
secó la boca mientras se empapaba con la imagen de su esposo y algo se desgarró
en su interior. Éste era el Jaejoong que él había creado.
Éste
era el Jaejoong con la luz del amor extinguida.
Se
acercó más y vio que se le habían hundido las mejillas; se dio cuenta de que
había perdido peso. Deslizó la mirada a su vientre, pero la chaqueta floja y
los pantalones oscuros le impidieron ver si su cuerpo había experimentado algún
cambio. Yunho se asustó. ¿Y si había perdido al bebé? ¿Sería ése el castigo que
le esperaba a él?
Jaejoong
estaba tan concentrado en la silenciosa comunión con la gorila que no vio cómo
él se abría paso entre los niños y se acercaba a él.
—Jaejoong
—dijo en voz baja.
Jaejoong
se puso tenso antes de volverse. Lo vio palidecer todavía más y cerrar los
puños. Lo miró como si se estuviera preparando para escapar y él dio un paso
adelante para detenerlo, pero la fría expresión de su esposo lo detuvo. Sólo
había visto unos ojos tan vacíos como ésos cuando se miraba en el espejo.
—Tenemos
que hablar. —Aquellas palabras imitaron inconscientemente las que él le había
dicho tantas veces, y la expresión fría con que lo miró debía de ser un reflejo
de la manera en que él lo había mirado con frecuencia.
¿Quién
era ese hombre? En su cara no asomaba la animación que acostumbraba. Sus
enormes ojos cafés estaban tan vacíos que parecía que nunca hubiera llorado.
Era como si algo hubiera muerto en su interior y él comenzó a sudar. ¿Habría
perdido al bebé? ¿Era ésa la causa de su cambio? «Por favor, que no le haya
pasado nada al bebé.»
—No
hay nada de qué hablar. —Se volvió y se alejó atravesando la cortina de cuerda
que servía de entrada al hábitat. Él lo siguió y lo tomó del brazo sin
pensar. —Suéltame.
¿Cuántas
veces le había dicho eso Jaejoong cuando él lo arrastraba por el recinto del
circo o lo sacaba de la cama al amanecer? Pero en ese momento las palabras
carecían de la fuerza anterior. Miró la cara pálida e inexpresiva de su esposo.
«¿Qué te he hecho, mi amor?»
—Sólo
quiero hablar contigo —dijo él con rapidez, apartándolo de la gente.
Jaejoong
miró en silencio la mano con que le rodeaba el brazo.
—Si
lo que quieres es que aborte, es demasiado tarde.
Yunho
quiso echar la cabeza hacia atrás y aullar. Jaejoong había perdido el bebé y
era culpa suya.
—No
sabes cuánto lo siento —dijo a duras penas, dejando caer la mano.
—Oh,
ya lo sé —dijo él con una extraña calma, —me lo dejaste muy claro.
—Yo
no te dejé claro nada. No te dije que te amaba. Lo único que te dije fue un
montón de estupideces. Cosas que no sentía de verdad. —A Yunho le dolían los
brazos por el deseo de abrazarlo, pero Jaejoong había erigido una barrera
invisible a su alrededor. —Olvidémonos de todo eso, cariño. Vamos a empezar de
cero. Te prometo que todo será distinto esta vez.
—Tengo
que irme. No puedo llegar tarde al trabajo.
Fue
como sí él no hubiera hablado. Le había dicho que lo amaba, pero no había
servido de nada. Jaejoong sólo quería irse y no volver a verlo nunca más.
La
determinación de Yunho se hizo más fuerte. No podía dejar que ocurriera eso. Ya
se ocuparía más tarde de su pesar. Antes haría lo que fuera necesario para
recuperar a su esposo.
—Te
vienes conmigo.
—Ni
hablar. Tengo que ir a trabajar.
—¿Y
qué pasa con nuestro matrimonio?
—No
es un matrimonio de verdad. Nunca fue más que un acuerdo legal.
—Ahora
es de verdad. Hicimos unos votos, Jaejoong. Unos votos sagrados. Y eso es tan
cierto como que estamos aquí.
A Jaejoong
le tembló el labio inferior.
—¿Por
qué haces esto? Ya te he dicho que es muy tarde para que aborte.
Sufría
por él. A pesar de lo intenso que era su dolor, sabía que no podía ser tan
intenso como el de Jaejoong.
—No
te preocupes, cariño. Lo intentaremos otra vez. En cuanto el médico nos lo
permita.
—¿De
qué estás hablando?
—Quería
a este bebé tanto como tú, pero no me di cuenta de ello hasta que
desapareciste. Sé que es culpa mía que lo hayas perdido. Si te hubiera cuidado
mejor nunca habría ocurrido.
Jaejoong
frunció el ceño.
—No
he perdido al bebé. —Lo miró a los ojos. —Aún estoy embarazado.
—Pero
has dicho... cuando te dije que quería hablar contigo, dijiste que era
demasiado tarde para que abortaras.
—Estoy
de cuatro meses y medio. El aborto ya no es legal.
Mientras
él se sentía inundado por la alegría, Jaejoong torció la boca en un gesto de
cinismo que nunca hubiera imaginado en él.
—Eso
cambia las cosas, ¿no, Yunho? Ahora que sabes que el pastel sigue en el horno y
que va a quedarse ahí, supongo que ya no estarás tan ansioso por que regrese.
Yunho
se vio embargado por tantas emociones que no sabía cómo asimilarlas. Aún estaba
embarazado. Lo odiaba. No quería volver con él. No podía manejar tal caos
emocional, así que recurrió a lo práctico.
—¿Estás
yendo al médico?
—Voy
a una consulta no lejos de aquí.
—¿A
una consulta? —Él tenía una fortuna en el banco y su esposo iba a una consulta. Tenía que llevárselo a un lugar donde pudiera borrar a besos esa implacable y
resuelta mirada de su cara, pero la única manera de hacerlo era intimidándolo.
—No
creo que hayas estado cuidándote demasiado. Estás delgado y pálido. Y tan
nervioso que parece que te vaya a dar un ataque.
—¿Y
a ti qué te importa? No quieres al bebé.
—Oh,
claro que quiero al bebé. Puede que actuara como un bastardo cuando me diste la
buena nueva, pero te aseguro que he recuperado la cordura. Sé que no quieres
volver conmigo ahora, pero no tienes otra opción. Es peligroso para a ti y para
el bebé, Jaejoong, y no voy a permitir que sigas así.
Yunho
supo que había encontrado su punto débil, pero él se siguió oponiendo a él con
terquedad.
—No
es asunto tuyo.
—Claro
que sí. Voy a asegurarme de que tanto tú como el bebé estéis bien. —En los ojos
de Jaejoong apareció una mirada recelosa. —No me importa jugar sucio —añadió Yunho
en voz baja, —pienso descubrir dónde trabajas y me encargaré de que te
despidan.
—¿Me
harías eso?
—Sin
pensarlo dos veces.
Jaejoong
hundió los hombros y él supo que había ganado, pero no sintió ninguna
satisfacción.
—Ya
no te amo —susurró Jaejoong. —No te amo en absoluto.
A
él se le puso un nudo en la garganta.
—No
importa, cariño. Yo tengo amor suficiente por los dos.
Estupido Yunho ;;
ResponderBorrarJaejoong y sus ojitos :c que bueno que el bebe esta bien, solo espero que Yunho sepa ganarse el amor que perdio por sus miedos :c
¡Quiero mucho love despues!
Gracias por el capitulo.
Snif snif.... JJ esta demasiado lastimado, no va ser tan sencillo YH, pero se que te perdonará...
ResponderBorrarYesung mueve sus fichas, el sólo quiere poner sus manos en el poder de los Choi, YH tiene que apartar a JJ y su bebé de su suegro...
Gracias, espero con ansías la actualización.
uuu mi niño esta muy mal por culpa de yunho y el padre solo lo ve como un objeto para su propio fin y se pierde de un hijo muy bueno , ahora yunho tendra que a ser lo impocible por amor a jae y su hijo gracias por el capitulo
ResponderBorrarT____T me quiero tirar y llorar, estupido yunho, si hubiera medido sus palabras antes nada de esto hubiera ocurrido, aunque igual se entiende que nae le cambio su mundo y forma de ser y sentia temor de eso, y por fin yunho lo encontro, omg casi muero de angustia al pensar que jae habia perdido al bebe, gracias al cielo que no fue asi ;; y lo que le dijo a yunho, pero es que ahora jae esta muy lastimado, y yunho ahora es quien dice las palabras que antes le dijo jae ;_; este capítulo fue demasiado,solo espero que yunho lleve consigo de vuelta a jae , que nuevamente se gane su amor y que las cosas mejoren! Muchas gracias por actualizar,ya hacia falta,gracias por tu trabajo y por compartirnoas esta hermosa historia ^^ ♡.
ResponderBorrarbuaa ya lo encontró, espero que ya no cometa las mismas babosadas si quiere recuperar el amor de Jae y sobre todo su confianza.
ResponderBorrarPrimero que malo es el padre de Jae hacer que se embarazara su hijo y todo por un linaje. Segundo todo lo que se dice cuando uno esta enojado repercutirá siempre porque duele lo que se dice, lástima al ser humano. Tercero que bueno que Yunho encontró a Jae porque sabe que lo ama a el y a su hijo, además para que Jae se recupere tanto de salud como anímicamente, y eso Yunho tendrá que hacérselo entender a Jae poco a poco para el bien de el y el de su hijo. Cuarto, muchas gracias por actualizar esta muy interesante y emocionante esta historia.
ResponderBorrarMe asusto cuando parecía q perdió al bebé pero felizmente no es así y ahora Yunho tiene ka oportunidad de reibindicarse, espero q lo logre, me encanto cuando Yunho le dice q tiene suficiente amor para ambos** quien también me dio pena fue el pobre elefantito q extrañaba a Jae. Muchas gracias por actualizar **
ResponderBorrarOMG SUN! casi me da algo cuando yunho penso que Jae habia perdido al bebe .... pero menos mal que se explico que no eran asi la cosas
ResponderBorrarBueno... espero que yunho se gane a Jae otra vez es que no me gusta verlos sufrir asi u.u ... es cierto que queria que yunho sufriera pero Jae tambien lo esta haciendo T.T mi hermoso Jae esta demacraditooo ... noo!!
Pero sera cierto lo que ha dicho Jae o solo sera una defensa para alejar a Yunho, pero sinceramente este derrumbo mis barreras de proteccion contra Jae cuando dijo ... cito : No importa, cariño. Yo tengo amor suficiente por los dos .... ah!!! malvado y sensual yunho como haces que te adore ¬¬
Ah *suspiro* no sabes cuanto esperaba este capi... muchas gracias hermosa por traernoslos ... nos leemos pronto <3
pobre boo, esta vació su corazón por todo lo que le hizo el estúpido de yunho :(
ResponderBorrarespero que yunho ahora lo trate con amor y cuidado como se lo merece jaejoong
Que bueno que lo encontró. Ahora sólo hay que esperar que Yunho de verdad haya aprendido de sus errores y que no vaya a lastimar más a Jae. El papá de Jaejoong quiere a su hijo? Parece como si lo único que le importa es su obseción por los Choi, ojalá que se dé cuenta de que lo importante es la felicidad de su hijo.
ResponderBorrarHay tan bello mi Yunho se estaba volviendo loco xq no encontraba a Jae y todo x culpa de el pero ya lo consiguió y como siempre engatuso a Jae para que volviera con el vamos a ver si siempre se va y la gorila tan bella le dijo donde estaba espero que lo recompense bien y Jae mejore de salud por el bien de su bb gracias linda x compartir actualiza rapido xfa jajajaj
ResponderBorrarT_________T este capítulo fue tan tristeeeee >:( Jaejoong está tan mal, creí que lloraría cuando Yunho pensó que el bebé estaba muerto ;__; menos mal que no es así xd sé que Yunho se merece esto, merece que Jaejoong lo trate así despues de todo lo que le hizo... pero me da pena :S porque Yunnie lo ama ahora u.u por otro lado... espero que el padre de Jaejoong sufra... por tratar así a su hijo >:( viejo del mal (e__e)9
ResponderBorrarBueno te agradezco mucho el capítuloooo~ estaré esperando con ansias el proximo >.< porque igual queda poquito para el final :'( espero que estes muy bien, saludoooos! :3
Ay por fin llegue a la ultima actu! Llore cuando Yunho relataba como se sentia sin Jae, que triste u.u
ResponderBorrar"Yo tengo amor suficiente por los dos" que linda linea ♥ Se que Jae no dejo de amarlo, ojala Yunho haga que confié en él de nuevo!
Gracias por la invitación, hermosa historia, espero el siguiente capitulo :)
pd: al iniciar sesion con google, mi nick cambio a Maite, pero soy candymaii.
Ohh q has hecho Yunho
ResponderBorrarY q desesperante q son yesung y yuri.. Son de lo peor.. Le hicieron sufrir tanto a jae. Y sin sentir ni una pizca de lastima.. Lo utilizaron y ahora q desapareció ni se preocuparon.. Malditos!!!
Por un momento crei que habia perdido al bebe* -*… es bueno saber que no es asiii y yunho tendras que reparar elll ;-*@*@
ResponderBorrarQue suerte que actualizaste!! Amo esta historia...pobre jae. Yunho recuperalo tu puedes...
ResponderBorrarJae, sí lo amas, sólo que ya es difícil aceptarlo con tal cosa que te hizo, igual es la primera vez que pienso que YunHo debe sufrir por lo que le hizo a JaeJoong. Negarle la vida a alguien no es asunto de nadie. . . Eso creo. Espero que se recuperen que pongan las cosas en claro y que Yesung le baje a su obsesión que da cosa. Se me hace que en ves de querer buscar a Jae por que es su hijo, lo quiere buscar por lo que lleva dentro de él. Uhm~
ResponderBorrarEspero el siguiente capitulo con ansias dfkjhsdkjfhvgdskjhfdskjfhswdjhg.
Yunho ocasiono eso solo, ahora que se aguante.
ResponderBorrarT.T y lloro de nuevo, que fuerte, paso un mes y Yunho a hecho todo por encontrarlo, aunque se merece sufrir no puedo evitar sentir pena por el, pero eso no quiere decir que Jae lo perdone asi como asi, tiene que ganárselo de nuevo, hacer que crea en el y devolverle la felicidad a mi Jae u.u...la ultima frase que dijo me enamoro...el tiene amor para los dos, espero pronto todo sea para bien, hermosa historia ^^
ResponderBorrarOh por dios!!!! No paró de llorar!!!! Hiciste que por un momento odiara a Yunnie ;3 -se jala su silla y espera el próximo capítulo-
ResponderBorrarAhhh!! esa ultima frase de yunho T^T podra ser capaz de volver a hacer que jae lo ame??? Bue...auqnue no creo en las palabras de jae si se ve tan desgastado
ResponderBorrares por que ha estado sufriendo, seguro por su bebé y su situación economica, pero tambien por yunho definiitivamente lo necesita
también que mal que Yesung siga pensando así de su hijo, sin duda no se dado tiempo de conocerlo a fondo por favor que las cosas se arreglen :)
(ToT) no me gusta cuando jaejoong y yunho están así siento un nudo atracado en mi garganta :(
ResponderBorrarme asuste pense que jae había perdido al bebe menos mal que no, ojala se amisten pronto </3
YUNHO HA ESTADO PREOCUPADO POR JAE Y HA DESCUBIERTO QUE YESUNG PLANEO TODO Y JAE NO LO TRAICIONO COMO EL PENSABA Y LE HABIA DICHO, HASTA LOS ANIMALES SIENTEN LA DESAPARICION DE JAE,AL FIN CUANDO YUNHO ENCONTRO JAE EL YA NO ES EL MISMO QUE ERA YA SE VE DEMACRADO Y AHORA EL LE HA DICHO QUE YA NO LO AMO,QUE HARA YUNHO????
ResponderBorrara los padres de Jae fueron muy malos. hacerle eso a Jae, pero me alegro que Yunho lo supiera así ya no tiene dudas del ángel que tuvo a su lado y no supo cuidar bien.
ResponderBorrarencontró a Jae.... y pensó que perdió el bebé, sé que Yunho está sufriendo pero Jae sufrió mucho más que él en todos esos meses de matrimonio, con que Yunho sufra un mes ya está pagada la deuda.
gracias
ok esta bien yunho me gano con No importa, cariño. Yo tengo amor suficiente por los dos. dfghaflghaklghafkghadfkghakghak dios ""♥
ResponderBorrarOhhhhh por fin se dio cuenta de que ama a jae ok ya dio un paso pero le faltan mas para que jae le perdone o siiiii tendra que hacer mucho de ahora en adelante
ResponderBorrargracias^^
lo encontraste yunho y me alegro que este bien el bebe de jae ahh emocion total al esuchar que dijo ya es tarde cas mori con eso pero luego dijo que el bebe estaba bien ahh yunho debes ganartelo paso a paso Z.z
ResponderBorrarTengo amor suficiente para los dos ...como odio y amo a YH por que no reconocio antes su amor porque ??? Ahora JJ lo detesta pero no creo que lo haya dejado de amar yo se que lo sigue queriendoo aaa ♥♥
ResponderBorrarawwwww se escucho tan bonito leer "aun estoy embarazado" que hermoso :3 cositoo..... sipo yunho no te dejes vencer por la terquedad de jae el aun te ama <3
ResponderBorrarYunho tendra que enamorarlo,espero que Jae se lo haga dificil!
ResponderBorrareso es yunho demuéstrale cuanto lo amas y si el dice que no te ama demuéstrale que esta equivocado y enseñalo a que te ame de nuevo y que contigo estarán mejor los dos por que tienes tanto amor para darles
ResponderBorrarQue capitulo tan más triste :'( Jae está muy mal y por lo descuidado que esta si pudo haber perdido al bebé. Si eso hubiera pasado entonces definitivamente Yunho no tendria ninguna oportunidad de recuperar a Jae, pero afortunadamente es bebé está bien y aun puede mostrarle a Jae que en verdad lo ama a el y a su bebé y-y
ResponderBorrarOh Jaejoong la culpa lo tiene el terco de Yunho míralo como esta ah tienes que hacer mucho para que te perdone y confíe en ti demuestrale tu amor
ResponderBorraromg, ya me imagino a Jae todo sufrido... me encanta la adaptación y gracias por la traducción
ResponderBorrarQue tristeza por favor dale otra oportunidad al tonto de yunho por el bebe no te niegues....gracias
ResponderBorrarNo estoy satisfecha con esto Yunho se sé que Jae tampoco. No estás viendo sencible, no has llorado nada por ese bebé ni lágrimas de alegría cuando te cayó el 20 del maravilloso regalo y no con tu suposición de pérdida . Cómo esperas que Jae te ame su actúas como una máquina que solo sabe dar órdenes y vivir si más??? Cómo demonios te esperabas que él te recibiera con el amor irradiando de él cuando fuiste tal intenso en tu negativa???
ResponderBorrar