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sábado, 22 de marzo de 2014

Capítulo 12


—¿Qué has dicho? —Yunho se incorporó sobre él con rapidez.

Jaejoong  quiso morderse la lengua. ¿Cómo podía habérsele escapado aquello? Había estado tan somnoliento y feliz que había pensado en voz alta. 

—N-nada —tartamudeó, —no he dicho nada. 

—Te he oído claramente. 

—Entonces, ¿para qué preguntas?

—Has dicho que ya no eres virgen.

—¿En serio? 

—Jaejoong... —la voz de Yunho tenía un ominoso tono de advertencia. —¿Lo has dicho literalmente? 

Él intentó adoptar un tono de superioridad.

—No es asunto tuyo. 

—Bobadas. —Él saltó fuera de la cama, agarró los vaqueros y se los puso como si fuera obligatorio poner algún tipo de barrera entre ellos. Se giró para enfrentarse a él. —Dime, ¿a qué estás jugando? 

Jaejoong no pudo evitar fijarse en que él no se había subido la cremallera de los vaqueros y tuvo que obligarse a apartar la vista de la tentadora V de aquel duro y plano vientre. 

—No quiero hablar de eso. 

—¿No esperarás en serio que crea que eras virgen? 

—Claro que no. Tengo veintiséis años.

Él se pasó la mano por el pelo y se paseó de un lado a otro del estrecho espacio que había a los pies de la cama. Parecía como si no lo hubiera oído. 

—He notado que eras muy estrecho. He creído que era porque había pasado mucho tiempo desde la última vez que estuviste con alguien, pero nunca hubiera imaginado.... ¿Cómo coño has llegado a los veintiséis años sin echar un polvo? 

Jaejoong se incorporó bruscamente. —No es necesario usar esa clase de lenguaje. ¡Quiero que te disculpes ahora mismo! 

Él lo miró como si se hubiera vuelto loco. 

Jaejoong le sostuvo la mirada. Si Yunho pensaba que se iba a acobardar, podía esperar sentado. Durante los años que había vivido con Jessica había oído suficientes palabras obscenas para toda una vida y no pensaba dejar pasar aquel tema por alto. 

—Estoy esperando. 

—Responde a la pregunta.

—Después de que te disculpes. 

—¡Lo siento! —gritó él, perdiendo su rígido control. —O me dices la verdad ahora mismo o voy a estrangularte con las medias y a arrojar tu cuerpo en una zanja al lado de la carretera después de pisotearlo. 

Como disculpa no valía mucho, pero Jaejoong no esperaba conseguir nada mejor. 

—No soy virgen —repuso con suavidad. 

Por un momento, Yunho pareció aliviado, luego lo miró con suspicacia. 

—No eres virgen ahora, pero ¿lo eras cuando entraste en la caravana? 

—Puede que lo fuera —masculló él. 

—¿Puede que lo fueras? 

—Vale, lo era. 

—¡No te creo! Nadie con tu aspecto llega a los veintiséis años sin echar... 

Él  le dirigió una mirada fulminante. —... sin hacerlo. ¡Por el amor de Dios! ¿Por qué? 

Jaejoong jugueteó con el borde de la sábana. —Mientras crecía vi cómo mi madre se liaba con un tío tras otro. 

—¿Y eso qué tiene que ver contigo?

—La promiscuidad no es nada agradable, y me rebelé. 

—¿Te rebelaste? 

—Decidí ser todo lo contrario a mi madre. 

Yunho se sentó a los pies de la cama. —Jaejoong, tener un amante de vez en cuando no te hubiera convertido en un hombre promiscuo. Eres muy apasionado. Mereces tener una vida sexual. 

—No estaba casado. 

—¿Y qué? 

—Yunho, yo no creo en el sexo fuera del matrimonio. 

Él lo miró anonadado. —No creo en el sexo fuera del matrimonio —repitió él. —Ni para las mujeres. Ni para los hombres. 

—¿Estás de coña? 

—No pretendo juzgar a nadie, pero eso es lo que pienso. Si quieres reírte, adelante. 

—¿Cómo puedes pensar algo así en los tiempos que corren? 

—Soy hijo ilegítimo, Yunho. Eso hace que vea las cosas de otra manera. Probablemente me consideres un puritano, pero no puedo evitarlo. 

—Después de lo que ha pasado entre nosotros esta noche, no me atrevería a llamarte puritano. —Él sonrió por primera vez. —¿Dónde aprendiste todos esos trucos? 

—¿Qué trucos? 

—Lo de poner las manos contra la pared y cosas por el estilo. 

—Ah, eso. —Jaejoong  notó que se sonrojaba. —He leído algunos libros guarros. 

—Bien hecho. 

Él frunció el ceño, preocupado. —¿No te ha gustado? Acepto críticas constructivas. Quiero aprender, puedes decirme la verdad. 

—Me ha gustado. 

—Pero quizá no he sido lo suficientemente imaginativo para ti. —Jaejoong pensó en los látigos. —Para ser sincero, no creo que pueda ser mucho más atrevido. Y deberías saber que el sadomasoquismo no es lo mío. 

Por un momento Yunho pareció confundido, luego sonrió. —¿Te dan miedo los látigos? 

—Es difícil no pensar en ellos cuando los veo por todas partes. 

—Supongo que tan difícil como me resulta a mí pensar que alguien tan interesado en el sexo fuera todavía virgen. 

—No dije que estuviera interesado. Sólo estaba tratando de que nos entendiéramos. Y en lo que se refiere a mis creencias, poco antes de morir mi madre tenía amantes más jóvenes que yo. De verdad que lo odiaba.

Yunho se levantó de la cama. —¿Por qué no me has dicho que eras virgen? 

—¿Hubiera cambiado algo?

—No sé. Tal vez. Sin duda alguna no hubiera sido tan rudo.

Jaejoong  abrió los ojos con sorpresa. —¿Estabas siendo rudo? 

Yunho relajó las duras líneas de su boca. Se sentó al lado de él y le pasó el pulgar por los labios. 

—¿Qué voy a hacer contigo? 

—Tengo una idea, pero a lo mejor no te gusta. 

—Dime. 

—¿Podríamos... no sé exactamente cuánto tiempo lleva recuperarse, pero... cuando lo hagas...? 

—¿Estás intentando decir que te gustaría repetir? 

—Sí. 

—Está bien, cariño. —Él sonrió, pero parecía preocupado. —Supongo que alguien que ha esperado tanto, tiene que recuperar el tiempo perdido.

Jaejoong abrió los labios, ansioso por besarlo, pero él retiró la sábana y lo avergonzó diciéndole que no haría nada hasta asegurarse de que estaba bien. Ignorando las protestas del joven, Yunho se deshizo de las medias e hizo justo lo que le había dicho. Cuando finalmente comprobó que no le había hecho daño, comenzó a seducirlo de nuevo. La lluvia repiqueteaba contra las ventanas y, después de amarse, Jaejoong se hundió en el primer sueño reparador en meses. 

Apenas había amanecido cuando él comenzó a agredirlo verbalmente. Y todo porque él lo había distraído antes de que él hubiera tenido tiempo de explicarle un pequeño detalle. 

—Pensé que sabías lo que decías. ¡Lo pensé! Dios mío, qué asno soy. Merezco estar casado contigo. ¿Cómo pude pensar que estabas bien informado sobre eso cuando no haces nada a derechas?

Después de la tierna magia de la noche anterior, aquel ataque era doblemente hiriente. Al principio, la cólera de Yunho había sido fría y calmada, pero ahora era como si hubiera estallado una válvula a presión. 

—¿No podías terminar de explicármelo? —despotricó él. —No, claro que no. Hubiera sido demasiado lógico. 

Jaejoong parpadeó ante la dureza de sus ojos y se odió a sí mismo con todas sus fuerzas por no ser el tipo de persona capaz de devolverle los gritos. 

—Cuando me dijiste que tomabas la píldora, tenías que habérmelo contado todo, Jaejoong. ¡Tenías que haberme dicho que acababas de empezar a tomarlas, que no llevabas ni un mes con el tratamiento, que todavía existía alguna jodida posibilidad de que te quedaras embarazado! ¿No podías habérmelo explicado todo? 

Jaejoong se clavó las uñas en las palmas de las manos para no llorar. Al mismo tiempo se maldecía a sí mismo por permitir que le hiciera eso. 

—¡Contéstame de una puta vez!

El nudo en la garganta de Jaejoong se había vuelto tan grande que tuvo que obligarse a escupir las palabras. 

—Me... dejé llevar por la p-pasión. 

Parte de la tensión pareció abandonar el cuerpo de Yunho. Él soltó un poco el acelerador y lo miró con el ceño fruncido. 

—¿Estás llorando? 

Su marido alzó la barbilla y negó con la cabeza, pero, al mismo tiempo, le resbaló una lágrima por la mejilla. Jaejoong no podía soportar la idea de volver a llorar delante de él. El joven siempre había odiado la facilidad con que se le saltaban las lágrimas. 

Él bajó el tono de voz y recobró el control.

—Jaejoong, lo siento. —Miró por el espejo retrovisor y dirigió la camioneta al arcén.

—¡No te atrevas a parar! —le dijo él con fiereza. 

Las ruedas levantaron la grava cuando Yunho detuvo la camioneta, ignorando como siempre los deseos de Jaejoong. Intentó abrazarlo, pero él se apartó. 

—¡No soy un debilucho! —le espetó mientras se enjugaba las lágrimas con furia. 

—No he dicho que lo fueras. 

—¡Pero lo piensas! Es cierto que lloro con facilidad, pero eso no quiere decir nada y no estoy tratando de manipularte con lágrimas. Quiero que te disculpes porque estás portándote como un imbécil, no porque esté llorando y te remuerda la conciencia. 

—Definitivamente, estoy portándome como un imbécil. 

—No puedo evitar llorar. Siempre he sido una persona muy emotiva. Bebés, anuncios sensibleros, baladas. Veo u oigo algo y lo siguiente que sé es que... 

—Jaejoong estoy tratando de disculparme. Si quieres, puedes seguir llorando, pero cállate, ¿vale? 

Jaejoong sorbió por la nariz y buscó un pañuelo de papel en el bolso.  —Vale. 

—No ha estado bien que te grite. Estaba enfadado conmigo mismo y me he desquitado contigo. Fui yo quien te impidió explicarte anoche. Fue culpa mía. Nunca había sido tan irresponsable antes y, la verdad, no lo entiendo. Supongo que simplemente... —Él vaciló. 

Jaejoong se sonó la nariz. —¿Te dejaste arrastrar por la pasión? 

Él sonrió. —Supongo que esa es una razón tan buena como cualquier otra. Pero si te quedas embarazado por culpa de mi estupidez...

El miedo que Jaejoong oyó en su voz hizo que quisiera llorar una vez más. Pero sólo sorbió por la nariz con seriedad. 

—Estoy seguro de que no ocurrirá. No es el momento apropiado. 

El alivio de Yunho fue casi palpable y Jaejoong se sintió aún más dolido. No es que quisiera quedarse embarazado, porque no quería, pero no le gustaba que la idea lo repeliera.

Él se pasó las manos por el pelo. 

—Supongo que me vuelvo irracional cuando surge este tema, pero no puedo evitarlo. No quiero tener hijos, Jaejoong.

—No tienes de qué preocuparte. Yuri me envió a un doctor hace unas semanas.

—Vale. Espero que lo entiendas. Cuando digo que no quiero tener hijos, quiero decir que no quiero tenerlos nunca. Sería un padre terrible y ningún niño se merece eso. Prométeme que jamás te olvidarás de tomar la píldora.

—No me olvidaré. Y, francamente, Yunho, me estoy cansando de que me trates como si fuera estúpido. 

Él miró el espejo retrovisor y metió la marcha antes de volver a la carretera. —Usaré preservativos hasta el mes próximo, cuando ya no corras peligro de quedarte embarazado.

A Jaejoong no le gustó que Yunho diera por hecho que continuaría acostándose con él. 

—Te aseguro que no habrá necesidad. 

Él lo miró. —¿De qué? 

—Actúas como si lo que sucedió anoche fuera a repetirse. 

—Créeme. Volverá a repetirse. 

Tanta seguridad lo irritó. —No estés tan seguro.

—No finjas que no te ha gustado. Estaba allí, ¿recuerdas? 

—No estoy fingiendo. Fue maravilloso. Una de las cosas más maravillosas que me ha ocurrido en la vida. Lo que quiero decir es que tu actitud con respecto a hacer el amor deja mucho que desear. 

—¿Qué le pasa a mi actitud? 

—Es insultante. Sólo hay que fijarse en tu vocabulario: las palabras que usas son, definitivamente, insultantes.

—No estoy de acuerdo.

—Se supone que hacer el amor es algo sagrado. 

—Se supone que es tórrido, sudoroso y divertido.

—Eso también. Pero sigue siendo un acto sacrosanto. 

—¿Sacrosanto? —Lo miró con incredulidad. —¿Cómo es posible que alguien que creció rodeado de parásitos sociales y estrellas de rock haya salido así de puritano? 

—¡Lo sabía! Sabía que pensabas que soy puritano, pero anoche no fuiste lo suficientemente sincero como para admitirlo. 

—Ya entiendo. Estás intentando sacarme de quicio a propósito. Oiga lo que diga te cabrearás igualmente conmigo, ¿no? —Yunho le dirigió una mirada exasperada.

—No intentes hacerte el inocente conmigo. Eres demasiado borde para eso.

Yunho volvió la cabeza y, para sorpresa de Jaejoong, parecía muy dolido. 

—¿De verdad crees que soy borde? 

—No lo eres todo el rato —admitió él. —Pero sí la mayor parte del tiempo. Casi siempre, en realidad.

—Cualquiera del circo te dirá que soy el gerente más imparcial que han conocido. 

—Eres imparcial. —Hizo una pausa. —Con todos menos conmigo. 

—He sido justo contigo. —Vaciló. —Bueno, tal vez no lo fui el día de la fiesta sorpresa, pero aquello me pilló desprevenido y... eso no me excusa, ¿verdad? Lo siento, Jaejoong. No debería haberte humillado de aquella manera. 

Jaejoong lo observó, luego asintió con la cabeza. —Acepto tus disculpas. 

—Y no fui borde anoche.

—Preferiría no hablar de lo que pasó anoche. Y quiero que me prometas que no intentarás seducirme de nuevo esta noche. Tengo que reflexionar y pienso hacerlo en el sofá. 

—No sé qué tienes que pensar. No crees en el sexo fuera del matrimonio, pero estamos casados, así que, ¿cuál es el problema? 

—Nuestro matrimonio es un «acuerdo legal» —señaló Jaejoong con suavidad. —Hay una sutil diferencia. 

Él masculló una obscenidad especialmente desagradable. Antes de que pudiera recriminárselo, Yunho giró a la derecha bruscamente y entró en el aparcamiento de camiones de una estación de servicio. 

Esta vez la camarera era hosca y de mediana edad, así que Jaejoong no tuvo ningún problema en dejarlo solo para ir al servicio. Debería habérselo pensado mejor, pues cuando salió él había entablado conversación con una atractiva rubia que estaba sentada en la mesa de al lado.

Jaejoong sabía que él lo había visto salir del baño, pero aun así vio cómo la rubia cogía su taza de café y se sentaba al lado de su marido. Sabía por qué Yunho hacía eso. Quería asegurarse que él no le daba importancia a lo que había sucedido entre ellos. 

Jaejoong apretó los dientes. Tanto si  Jung Yunho quería admitirlo como si no, era un hombre casado, y ningún flirteo del mundo cambiaría eso.

Vio un teléfono público en la pared, no lejos de la mesa donde la rubia admiraba los músculos de su marido. En cuanto controló su temperamento, descolgó el teléfono y lo mantuvo apretado contra la oreja mientras contaba hasta veinticinco. Finalmente, se volvió hacia él y exclamó: 

—¡Yunho, querido! ¡¿A que no lo adivinas?! 

Él levantó la cabeza y lo miró con cautela.

—¡Buenas noticias! —canturreó. —¡El médico dice que esta vez serán trillizos!

25 comentarios:

  1. Vaya! Definitivamente jae ha cambiado a yunho sin que este sea conciente de ese hecho, reaccionk mejor de lo que esperaba en cuanto a lo de que jae era virgen y lo de las pildoras anticonceptivas ;_; es que jae es maravilloso,yunho no puede evitar caer a esos encantos, ajaj xD jae y cada cosas que se inventa para sacarse de encima a las mujeres que rondan a yunho, si que tiene una gran imaginacion! Gracias lor actualizar tan pronto! *-*

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  2. jajajajjajajajaja el ultimo dialogo me mato de risa....jajjaja trillizos...ayyy yunho pillin jajajajajaj XD....ojalá y se haga realidad ..

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  3. jajjajaja ay mi jae jajjaj son trilizos gracias por capitulo

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  4. bueno manejaron muy bien eso de la virgnidad perdida de JJ, el es inteligente sabe como mantener a yunho bajo control eso es bueno :) pero como que no quieren tener hijos¡¡?? bueno yunho por que?? seria totalmente hermoso que los tuvieran u_u pobre hasta yo me senti mal por JJ espero que reconsideren eso... y lo ultimo jajajajaj como siempre ame la parte de la camarera xDDD jajajajajaja ese JJ y sus trillizos jajajajajaja

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  5. /; ojala q alguien aparezca interesado end jaejoong y yunho lo sepa valorsr solo qiere polvos y ya.

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  6. Yunho no quiere tener hijos, pero imaginense si se pudiera que hermosos serían...
    La astucia de Jae para quitarle a Yunho a las mujeres que se le acercan, tiene una chispa que me hace reír mucho...gracias

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  7. jajajajaja el final estuvo genial, jajajajajaja

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  8. jajajaja me mate de risa con la parte final ese jaejoong es tan ocurrente XD!
    como yunho no va ah querer ser papa.. pero va a pasar uy! que miedo de su reacción :(

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  9. Se me hace a mi o Yunho ya se está poniendo muy sensible con jae... Mmm acá pasa algo
    Jae no te embaraces todavía!
    Aunque la broma esa del final fue genial jajaja

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  10. jajajaj me hizo reir un monton por la astucia de jae y las meseras jajaj trillizos pero en verdad hay que luchar por la persona que te gusta si nos te la bajan bien hecho jae

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  11. ok Jae eres el mejor jajajaja asi es enséñale a Yunho que es un hombre casado, el debe aprender de una vez por todas jajaja....hay Yunho piensa con la cabeza o con...ve realmente lo que es Jae una maravillosa e increíble persona

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  12. Jaja jae jamas decepciona jajaj trillisos jajajja

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  13. jajaaajajajajajajajajajajaj muero con jae y sus maneras de dejar claro que yunho es suyo jajajaajajajajajajajajajajaj

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  14. Ahh me envantan todas las excusas de jae. Yynho si se esta comportando como un borde que le salga alhuien a jae para que sienta celos

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  15. jajajjaja me matan los metodos de JJ para espantar a todas esas zorras lejos
    de yunho xDDD aww maldito babo como le va a gritar a mi bebe e.e
    la culpa es de el x andar de calenturiento jajaja xD

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  16. jajaja, este Jae ... me encanta cómo espanta a las camareras.
    y Yunho dale preguntar si de verdad era virgen, pero qué es un troglodita o qué?? cómo no se dio cuenta cuando le hacía el amor que era virgen, qué animal, encaró para adentro nomás... jajajaj

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  17. trillizos o.O???? y Jae por cuanto tiempo castigara (aunq lo dudo mucho xD) a Yunnie de abstinencia jejejejejeje....gracias por el cap. >3<

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  18. jajqjjajajaja me encanta como espanta jae a las resbalosas esas

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  19. los dos perdidos por la pasion.....jajaj XD yunho casi muere con tan solo pensar qeu jae púeda quedar embarazado....pero creo que las cosas ya no estan tan tensas entre ellos ...me gusta...si jae eres un puritano...sacrosanto?? jae y sus palabras me matan de risa...^^ xq solo yunho coquetea ...jae debe hacer lo mismo para sacar a un yunnie celoso...quiero ver como hace yunnie para espantar a los que quieran acercarse a joongie ..si??

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  20. Enserio me encanta como jae espanta a las camareras jajaja es tan gracioso...
    gracias por el cap^^

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  21. me encanta jae como saca de quicio a su flamante esposo jajaja
    eso le pasa por no querer portarse bien

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  22. Pensé que Yunho iba a reaccionar más estrepitosamente por lo de Jae pero que bueno que se lo tomo con calma y ahora sabe que es muy diferente a cono el imaginaba
    Aaaa~ Pero con el asunto de las píldoras si se pasó, Jae solo se dejó llevar por la pasion cx
    Espero que lo de los trillizos termine por hacerse realidad :3

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  23. Hay Yunho debió darse cuenta que era virgen por dios si era tan estrecho es que no se dejo llevar por pasión jajaja estaba caliente que no le intereso jajaja
    Jaejoong sigues siendo un genio para inventar cualquier cosa para alejar a las arrastradas de su marido

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  24. Mi dulce y puritano jae me llena de ternura.....me encanta sus métodos para apartar a esas zorras de su marido.....hermoso ...gracias

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  25. En serio que Jae en un encanto de chico!!! Dulce, sencible y sobretodo auténtico, no va con convencionalidades y su el cabeza hueca de Yunho no lo quiere ver ya verá cuando llegue alguien a Jae y veremo si no valora lo que tiene. Ahora sí Yunho ha sacado una majaderia mía. Estas siendo un cabrón Yunho.

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