Título: 私の小さな若いマスター {Watashi no chīsana
wakai masutā}
Autora: AquaDreams
Género: Ciencia Ficción, Fantasía, Misterio, Comedia
Advertencias: Lemon, Muerte de un personaje, Shota
Adaptadora: JadeJung
Autora: AquaDreams
Género: Ciencia Ficción, Fantasía, Misterio, Comedia
Advertencias: Lemon, Muerte de un personaje, Shota
Adaptadora: JadeJung
Jaejoong, hijo del alcalde en un pequeño pueblo a las
afueras de Italia. Hijo de una mujer Francesa y su padre Coreano.
Su padre le tiene una noticia, el pequeño de 14 años podrá
ir a Seúl con su joven fiel.
¿Qué pasará cuando vea que no es normal ahí?
*******************
Ese
chico lucía un corte hasta sus hombros que caía en gracia haciendo un fino
porte, se ondulaban en las puntas dando una apariencia femenina y juvenil, un
hermoso y natural color rubio blanquecino, agregando que traía un lindo flequillo
desordenado, dándole una apariencia más inocente y pura. Ojos grises y en forma
felina, labios acorazonados y con un leve tono cereza haciendo a estos más
apetitosos, como quién dice, labios vírgenes y dulces cómo la mismísima miel.
Una pura imagen de un niño de 14 años.
Aquélla
imagen de Mitad Coreano y Mitad Francés
-Joven
Jaejoong -habló aquél hombre de unos veinte años de edad, un fiel compañero del
rubio de quince años.
-Yun…
ya le dije que me diga Jaejoong-sonrió un poco.
-No
puedo hacer eso, Amo, gracias a usted estoy con vida, debo de demostrarle
respeto-se arrodillo y beso tiernamente la suave mano de su Amo.
-…-torció
su boca en muestra de desconformidad, pero no hizo más- y… ¿Qué necesitaba?
-Su
padre me dio la orden de que debemos partir a la ciudad-agregó.
-¿A
la ciudad? ¿Para qué?-
-Dijo
que usted debe iniciar sus estudios-
-Estoy
bien estudiando en casa… No quiero ir a la ciudad ¡No quiero!-hizo un mohín
desconforme y se cruzó de brazos para tirarse a un sofá cercano.
-Eso
será imposible, amo, el señor ya lo ha inscrito-
-¿En
verdad tengo que ir?-hizo su mejor aegyo para que su Mayordomo pudiera
persuadir a su padre y así no ir a estudiar a la ciudad, él estaba acostumbrado
a ese pequeño pueblo con pueblanos contados, además de tener todo lo que
quiere, y principalmente, no quería abandonar lo lujosa que era la mansión que
ocupaba diez hectáreas completas. Él no quería dejar eso, no quería abandonar
el aire puro y reemplazarlo uno mezclado con gases tóxicos. No quería dejar los
paseos a caballo y reemplazarlos por paseo en auto. No quería ¡No lo haría!
-Sí,
tienes que ir, además tal y cómo parece, tu padre no podrá seguir
manteniéndolo… pero eso es algo que debe de decirte él-habló preocupado “¿Y…ahora que me espera?” pensó
preocupado Jaejoong
-¿Qué?-se
sorprendió ¿Su padre no lo mantendría? Pero… Él no entendía nada y para
entenderlo fue a la oficina de su padre –Padre…-habló recibiendo la atención de
su papá. Un hombre de cabello canoso y un bigote muy simpático, ojos
almendrados los cuales fueron una gran herencia para Jaejoong.
-Al
parecer Yunho te comentó lo que ocurre ¿no es así?-su voz era gruesa e
intimidante, no por nada era el alcalde de ese pequeño pueblo a las afueras de
Italia. Eso hacía que cualquier pueblerino le hiciera caso y era un buen líder
-Así
es, pero… sigo sin entenderte-dijo acercándose sigilosamente a su progenitor,
si hacía algo que no le gustaba a su padre se podría considerar desheredado,
que además de ser el hijo del alcalde era el siguiente en la lista a tomar la
herencia de su papá, es decir, aun tan minúsculo sea el error no tendría
todo dinero que su padre posee en la cuenta bancaría.
-Al
parecer omitió algunos puntos. Siéntate, te explicaré- Volteo la silla en la
que se encontraba para observar por aquel colosal ventanal con cortinas atadas
a los lados de un fino color vino con bordados en color oro.
Suspiró
y prosiguió.
-Veamos,
como sabrás te inscribí en un Instituto en la ciudad-volvió a voltear la silla
para ver a su Hijo. El rubio asintió levemente mostrando preocupación en su
rostro- Entonces… irás a la ciudad-Se detuvo para dar un sorbo de su más cara
copa de Champagne. Prosiguió – Pero te irás a Seúl-
-¿Eh?-quería
gritar, pero no lo haría. ¿Seúl? Pero… si eso quedaba más lejos de lo que
pensaba- ¿Corea?
-Así
es hijo mío. Irás a vivir a Corea junto nuestro Fiel- miro a los ojos de su
hijo. Ese hombre de mirada fría.
-Pero…-susurró.
-Sin
peros, no puedo mantenerte-habló serio.
-¿No
puedes?-
-Digámoslo
que te emanciparas –sonrió, pero la apago al ver el rostro serio de su hijo- Vamos, en la actualidad muchos menores quieren emanciparse. Ve el lado positivo,
podrás vivir en otro país y no te creas que no me fijare de ti, eso no, sigo
siendo tu padre. Te cree una cuenta en el banco dónde he puesto una buena
cantidad de dólares
-Padre,
yo no me quiero ir. Estoy bien aquí estudiando en casa, ni siquiera cumplo la
mayoría de edad- intento convencer a su padre, pero solo era capaz su gran Fiel,
su padre siempre hacía lo que Yunho le aconsejaba.
-No
se discuta más. Puedes retirarte- El joven se paró para irse
-¿En
verdad debo ir?-
-Partirás
mañana-agregó y volteo su silla dando por acabada esa conversación.
Aquél
rubio estaba triste pues debía dejar Italia e ir a Corea, y más aún a la
ciudad. Se debía de acoplar a aquello… aún que no quisiera.
-Joven
amo, su baño está listo - sonrió simpáticamente.
-Gracias-sonrió
amigablemente, él había heredado la simpatía de su madre, pero lo caprichoso de
su padre.
Ambos
subieron al espacioso cuarto del más pequeño. Era muy, muy grande. Está tenía
un baño que era la mitad de su habitación, una gran bañera y toda la
indumentaria de una sala de aseo.
-Por
favor, amo- El rubio estiro sus brazos horizontalmente, mientras el Gran Fiel
retiraba esos tirantes del pantalón, luego la pequeña camisa color rosado
pálido. Se acomodó para bajar lentamente los pantalones que le llegaban hasta
esas pequeñas rodillas. Bajo la ropa interior del menor y le ayudo para meterlo
en esa caliente tina.
-Ahh~-Suspiró-Está
perfecta. Gracias, Yun-apenas susurró.
El
pelinegro empezó a tallar el pequeño cuerpo de su Amo, cómo era tan blanco y
delicado, debía de hacerlo con sumo cuidado con unas esponjas especiales.
Porque cualquier esponja común y corriente le haría una alergia fatal.
Comenzó
lavando los brazos del pequeño, suave y con paciencia. Siguió por las piernas,
aquellas largas y femeninas piernas en las cuales no se percibía ningún vello.
Prosiguió por la espalda, delgada, con líneas curvas y finas.
-Bien,
déjeme ayudarle a salir- Habló el más alto.
-Gracias,
Yun-agregó otra vez para pararse y dejar exhibido su delgado cuerpo.
Yunho
tomo una bata de baño y metió al rubio en ella, para secarles delicadamente los
pies y ponerlos en unas pantuflas de peluche. Llevo al menor a la habitación y
saco un lindo conjunto de unos pantalones por las rodillas azules marinos, una
camisa blanca con unos volados en frente de está, incrusto los ganchos de los
tirantes en los pantalones cruzándolos para incrustarlos del otro lado. Tomo la
camisa del mismo material del pantalón, pero cambiaba de color a un negro no
tan obscuro con bordes azul marino y en el pecho con las iniciales de su nombre
“Kim Jaejoong”.
-Bien,
está perfecto. Iré a preparar su Té de manzanilla y los dulces de la tarde, con
permiso- Hizo una reverencia cuándo obtuvo el permiso de Jaejoong salió por la
enorme puerta.
Jaejoong
se sentó en su mullida cama y empezó intentar imaginarse su vida en la ciudad
de Seúl, era imposible. Rechino sus dientes y desistió la idea de imaginar.
-Joven~-escuchó
un susurro desde su oreja derecha-Joven Jaejoong~-otro susurro.
Jaejoong
se despertó y vio cómo su mayordomo estaba a un lado suyo haciendo que con cada
susurro su piel se ponga de gallinita “que
rayos, no hace tanto frío” pensó.
-¿Hum?-restregó
sus ojos haciéndolo ver tiernamente.
-Joven
amo, por suerte y he llegado, su cabello, se arruinará- Le ayudo a sentarse,
llevo su cepillo para el cabello y empezó a peinar delicadamente. Su cuerpo era
delicado, su cabello era delicado, su vista también lo era debido al color de
ojos tan claros, sus labios también, estos se resecaban y sangraban seguido.
Todo aquél rubio era delicado.
-Gracias,
Yunho-susurró.
-No
agradezcas, amo, Para eso estoy. Existo para usted- sonrió sinceramente.
-Yunho…-el
mayor hizo un sonido dándole a entender que le escuchaba- Ya le dije que quiero
que seamos amigos...
-No
puedo, amo. Me juré a mí mismo ser su protección, no puedo permitirle que tenga
una amistad con alguien tan por debajo como yo-
-Yun…-suspiró-
eso…-fue interrumpido.
-Que
no se hable más, amo, hasta mis últimos momentos seré su Fiel-Beso el cuello
del menor, haciendo que este se estremezca otra vez “¿Qué ocurría?” Esos escalos fríos y sensaciones pasaron más de una
vez y el rubio se preguntaba por qué- Él té y los dulces están listos, sígame-
sonrió.
-E…
está bien- le devolvió la cálida sonrisa-vamos.
Partieron
hasta el jardín dónde estaban unas de las Milésimas –exagerando-
sirvientas de la gran mansión. Fueron debajo de un techo blanco con
columnas griegas de mármol el cual estaba cubierto por rosales de todos los colores.
En un rincón había una jaula con unas lindas aves de colores exóticos, eran una
especie rara. Se llamaban Jiji y Yoyo.
El
té estaba servido en unos juegos de tazas de porcelana de la más cara en el
mercado. Los dulces era un delicioso pastel de queso con salsa de frambuesas,
unos flanes de chocolate con crema de avellanas y la especialidad, un pastel de
nueces con crema de frutilla. Todos naturalmente hechos.
-Amo...
no valla a arruinar su traje-añadió
-Claro
que no, Yun~
—Por
favor, Yoochun…—habló el fiel indicándole al violinista que iniciara su música.
—Como
ordene—dijo este empezando una dulce y cómoda melodía que inundaba los oídos
del joven amo, el cual se encontraba sumamente perdido en aquellas notas
perfectas.
~Un día después, hora de la partida.
—Joven
amo, no se olvida nada ¿verdad?—agregó Yunho acomodando la galera negra de Jaejoong.
—Estoy
bien, Yun~—sonrió entrelazando su mano con la de su fiel entrando a aquel
carruaje y tomando asiento.
—Bien—
—
¿Cómo crees que serán las personas allá?—preguntó preocupado el pequeño
—No
lo sé, pero te aseguro que serán buenos. No tienes por qué preocuparte—sonrió
acariciando suavemente esa pálida mejilla.
—Eso
espero…—sonrió
—Nadie
podrá lastimarte mientras yo esté aquí—musitó Yunho a lo que solo él se pudo
escuchar.
[…]
—Yun
¡Despierta! Ya llegamos—el pequeño saltaba en su lugar intentando despertar a Yunho,
quién se quedó dormido en el trayecto en el avión privado.
—Oh,
lo siento, joven amo. Creo que no pude mantenerme despierto—dijo preocupado.
—Vamos,
dije que no te preocupes ¿sí? Mira… ya llegamos—sonrió dejando ver sus ojos
claros.
—Eso
veo, amo…—tomo la mano del pequeño llevándolo consigo.
—¿Dónde
nos quedaremos?
—En
una casa de por aquí
—Yun
¿Por qué la gente nos ve así?—susurro el pequeño
—Bueno,
es por nuestra ropa elegante y muy extravagante…
—¿Es
porque ellos son aburridos y simples?
—Así
es, joven amo—sonrió
—Bueno,
sigamos—aclaró Jaejoong siguiendo el paso, sintiéndose poderoso ante aquellas miradas de desprecio.
Una
vez llegaron subieron a aquella lujosa limusina, siguiendo el camino hasta la
casa dónde vivirían ahora.
—Es
muy bonita ¿no crees?—dijo Jaejoong
—Claro
que lo es amo, pero no se compara con su belleza
—Yun~
no diga esas cosas—murmuro con un gran sonrojo en sus mejillas.
—Lo
siento, amo
—No
te preocupes—sonrió
—Bien,
iré a acomodar sus maletas y haré el desayuno, ya que no comimos nada desde que
partimos anoche.
—Entiendo,
iré a observar la casa—habló el rubio iniciando el pequeño recorrido a esa
casa, que no era tan grande como dónde estaba acostumbrado, pero si… era lo
suficientemente grande como para dos personas.
En
el jardín de adelante se encontraba una gran fuente con un ángel en medio, y
alrededor flores de muchos colores y aromas. La puerta era blanca y cuando la
abrías te encontrabas con una gran escalera y en el centro una gran escultura
del joven amo. Pinturas rodeaban las paredes, que algunas parecían que te observaban.
El
jardín trasero era hermoso, con una gran vista a flores y frutos. Una piscina y
mucho pasto alrededor de este.
—
¡Joven amo! El desayuno está listo—habló Yunho a lo que Jaejoong entro
directamente a la casa
—Eso
huele delicioso, Yun~—sonrió
—Me
alegro que le guste, Amo—salió de allí para dirigirse a la cocina, dónde el
cenaba.
El
pequeño comió pacíficamente, degustando esos ricos sabores que su fiel era el
único que podía lograr.
—Joven
amo, es hora de ir al instituto—comentó este.
—Bien
¿debo de usar algún tipo de ropa reglamentaría?
—No
es necesario, este es un instituto público por lo que no es necesario esa clase
de atuendos
—Entonces
me alegro ¿me acompañará?
—No
lo tengo permitido, pero yo lo acompañare, amo—
—Entiendo—dijo
algo desilusionado
Entraron
en aquel auto lujoso, dándole la dirección al chofer del auto. Llegaron rápido.
Yunho
abrió la puerta y salió el primero atrayendo la vista de todos los alumnos de
allí. Estiro su mano para que el pequeño joven amo pudiera salir cómodamente,
ambos recibían miradas. Pues, aquello no era acostumbrado de ver en aquel
lugar.
—Muchas
gracias, Yun~—dijo tras una sonrisa
—No
hay de que, amo—paro para dejar un dulce beso en la suave mano cubierta por un
guante negro—vendré por usted en la tarde ¿sí?
—Está
bien—habló para alejarse y dirigirse a los adentros del instituto, llamando la
atención por su tan extraño traje. El pequeño era la causa de las burlas, pero
él ni siquiera las notaba, pues aquellas personas no eran más que miserables y
repugnantes cosas.
La
primera clase pasó correctamente, ahora el pequeño se moría de hambre y
técnicamente no sabía que debía hacer ¿Por qué los sirvientes no iban a darle
comida?
—¡Hey tú!—dijo el pequeño señalando a una niña—tengo hambre
—Pues,
búscate tu comida—dijo está respingando su nariz
—Quiero
la tuya—sonrió frívolamente
—¿Por qué debería de hacerlo?—pregunto esta algo molesta
En
ese momento el ojo diestro del pequeño empezó cambiar de color, ahora era un morado
claro y brillaba
—¡Kya~! Eres un fenómeno—dijo dándole su almuerzo a Jaejoong y corriendo de ahí
—Estúpida—escupió
este con odio ante aquel ser despreciable
La
segunda clase paso, según el pequeño, fue aburrido.
Estaban
en el recreo intermedio, el cual era de menos tiempo.
—¡Hey tú, ridículo!—El pequeño escucho una voz desagradable, volteo a ver a
aquella persona— ¿Quién te crees para molestar a mi hermana?
—¡Cállate!—dicto este
—¿Callarme? ¿Oyeron chicos? Esta niña cree que puede callarme
—¿Niña? ¿Acaso no vez que soy un niño?
—Pero
si tu rostro es como el de una nenita…—empezó a reír
—Es
más, hoy vino con su novio…—dijo otro chico a su lado
—¿Novio? Ah Sí sí, ese chico alto. Quien diría que la niña tiene fetiches
extraños.
—Deja
de molestarme…—agregó Jaejoong—ustedes no saben con quien se meten.
—¿A no? Pues tú no sabes con quien te estas metiendo
Un
golpe en la mejilla, y otro en su boca. Esta empezó a sangrar. Golpes y patadas
por todos lados. El pequeño no podía respirar. Se sentía desfallecer de ahí.
—Vámonos,
ahí viene su novio—agrego el castaño, conocido como Yamapi.
—Sí,
nos golpeará jajaja—hablo el más alto, Changmin
—¡Joven amo!—dijo preocupado el pelinegro
—Yun~
El
pelinegro llevo rápidamente al rubio a la casa dónde, cómo pudo, desinfecto
esas heridas
—Joven
amo, debo de curarles las heridas…—susurro este en el oído del menor
—Vamos,
hazlo ya…—acaricio el rostro de Yunho
—Pero…
¿está seguro?
—Claro,
acaso… ¿tú no siempre curabas mis heridas de esta forma?
—Tiene
razón
El
mayor unió sus labios con los del pequeño, meciéndose en un húmedo beso. Las
caricias se hacían profundas y gemidos se escapaban de los acorazonados labios
de Jaejoong. Las traviesas manos del fiel acariciaban más allá del pequeño y
delgado cuerpecillo del menor.
—Ah~
—Mm,
como me tientas—agrego Yun besando esos rosados pezones
—Ah~
Y-Yun—gimió el pequeño al sentir un dedo intruso en su rosadita entrada—¡Ngh~~
mm~ ah, ah, ah!
Sintió
cómo dos dedos entraban en él, acomodándose para dilatarlo completamente,
entrando y saliendo con facilidad debido a su humedad. El tercer dedo le
causo dolor pero era inexplicablemente genial.
—Hmm~—agregó
tae introduciéndose dentro del menor
—Ahh~
eres tan grande—agregó Jaejoong
—Ngh~
y tu tan estrecho… me gusta—susurró en el oído del menor, atacando el
blanquecino cuello sin piedad, sintiendo ese dulce sabor a leche. —N-no, n-no
deja-dejare que se te vuelva a ace…-acercar-
—
¡Ah!~ ¡Ah! Y-Yun~ ¡Hazlos, ha-hazlos pagar!—dijo el menor entre espasmos
—S-si,
Ngh~ si usted así lo ordena—agregó este. Porque, su amor por el pequeño amo era
más allá de las barreras. Él haría todo por su pequeño.
~
—Oye,
Yamapi. Mira, el noviecillo de la nena está aquí—comenzó a reír junto al
pequeño que parecía un sapo
—Jaja
¿vienes a golpearnos? Puedes ir preso por golpear menores—agregó Changmin
—Son
muy graciosos, niños—sonrió, algo que hizo dar piel de gallina a los menores—Yo
no golpeo niños.
—¿Entonces a que rayos vienes? ¡Mayordomo!—grito el niño de cabellera castaña
—Solo…
vengo a darles una lección. Para, que no se vuelvan a meter con mi AMO—su
mirada se volvió obscuro, un aura negra y luces relampagueantes se vieron
inundados en ese callejón sin salida. Unas alas negras se desprendieron de la
espalda del mayor, ondeándose en el aire y mostrándoles sus más peores
pesadillas. Mostrándoles como sufrirían en lo más recóndito del infierno.
Volviéndolos locos, para que aprendan que nunca volverían a tocar a su amo.
Incitándoles a gritar del dolor aún que ni siquiera los estuviera tocando. Una
luz purpura inundo aquel lugar, y el mayor se convirtió en un demonio que al
ser visto asustaba y traumaba a cualquiera. En su mano poseía una gigante guadaña
con la cual no dudo en terminar la existencia de esos pequeños.
Por
qué no les apenaba haberlos exterminados, porque… luego de aquel ritual nadie
los recordaría. Solo él y su pequeño joven amo.
Su
amor por el joven amo era más fuerte que cualquier cosa y por mas minúsculo sea
el dolor que le causo, si el pequeño le ordenaba, él lo hacía y no importaba lo
que sea.
Yo
por ti haría lo que fuese
Sin
importar las más obscuras consecuencias
Porque
cuando yo muera, tú morirás conmigo
Ya
que estamos unidos a un contrato, yo tu fiel y tu mi amo
Yo
tu demonio y tú mi contenedor, cuando explote ambos
Nos
hundiremos en lo más aterrador del infierno, arrepintiéndonos de nuestros
Pecados,
pero… juntos al fin.
A
quienes exterminemos en el presente, nadie
Lo
recordará en un futuro, esos recuerdos nos pertenecerán y
Nos
sentiremos más humanos. Pero no me importa pagar
Estas
consecuencias mientras pueda estar la eternidad contigo, porque
En
el infierno seremos inmortales, una agonía de por vida
FIN
Yunnie todo fiel guardián curo a su bello amo pero también mato a sus menores agresores, no me lo espere, la firma de curar a Jae me gusto . estuvo bonito amiga :) gracias por compartir.
ResponderBorrarMe recordo a kurushitsuji xD
ResponderBorrarCiel y Sebastian no era un original de ellos? xD
Jaejoong todo bombaso vestido como una muneca y yunho protegiendolo. Fue muy ecchi (?)
Omgsun! Que historia ahora entiendo tanta fidelidad de yunho hacia el pequeño y joven amo jaejoong! Ay de solo imaginarlones demasiado,me encanto, gracias ♡
ResponderBorrarYunho el fiel de Jae un lindo y hermoso niño, pero a final de cuentas dos demonios.
ResponderBorrartanta fidelidad ahora entiendo.... jajaja bonita forma de curar las heridas de jae!!!! y dice que siempre lo hace!!!! jaaj ya desde niño lo hacia!!! wooo lindo wl fic gracias por compartirlo!
ResponderBorrarPor lo general no leo shota pero este me gustó :3 gracias por compartir y me alegra que hayas regresado!
ResponderBorrarwow que amor y que veneracion se tienen estos dos jejeeje ya decia yo que algo tenian de especial sobre todo cuando jae hixo cambiar de color sus ojos
ResponderBorrarestuvo genial me encanto mas la parte cuando curan sus heridas jeejejeje
no me lo puedo creer el amor que Yunho le tiene a Jae sobrepasa todo ya que es capaz de hacer cualquier cosa con tal de complacerlo y hacerlo feliz ^0^.........me encanto gracias por compartirlo y me da mucho gusto que hayas regresado <3 <3 <3 <3
ResponderBorrary como siempre yunho cuidando de su amor y tratando de cumplir con todos sus caprichos por pequeños que estos sean me encanto juntos asta mas aya de la muerte aaaaaaaaaaaah que románticos
ResponderBorraryunho seimpre esta esta al lado de jae y lo cuida es capas de todo por el y que sean demonios es taran siempre junto , yunjae por siempre -gracias por compartir
ResponderBorrarpervertidos con razon tanto AMO.. AMO.. jjajajajajaja jajajaj. que manera de curar las heridas jajajajajajjaja
ResponderBorrarufffff, me mata eso de -joven amo- tan protector Yunho.. me gustaron mucho las palabras finales. gracias
ResponderBorrar