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lunes, 27 de enero de 2014

Jugando a ser Infieles ~ Capítulo 5 "Ellos"



Había quedado de cenar con Lucy ese día.  Me encontraba en su restaurante italiano favorito. A Lucy le encanta la comida Italia. Yo sinceramente la odio. Pero nunca se lo he dicho. Ya llevaba veinte minutos de retraso. Comenzaba a dudar de si vendría o no. Y sinceramente me haría un favor. No tengo ganas de verla. 

Y casi como si el universo me contradeciera, Lucy aparece en la entrada del restaurante. Luce un hermoso vestido rosa, tacones negro y discretos, casuales. Se ve hermosa. 


--Matías -me sonríe y se acerca- lamento la demora -me da un pequeño beso en los labios

--No te preocupes -trato de aparentar tranquilidad, tenía cuatro días que no la veía.

--¿Ya ordenaste? 

--Si, ordene tu platillo favorito. No debe tardar 

--Genial -me mira a los ojos y yo lucho por mantenerle la mirada- Me alegra que al fin nos veamos 

--Yo también. Lo siento, la escuela me ha tenido demasiado ocupado 

--No deberías descuidarme tanto eh? Me haces pensar mal 

--¿Pensar mal? ¿Cómo? 

--No sé. Tal vez yo podría pensar que estas saliendo con otra chica y que por eso no deseas verme.


¿Tú? ¿Hablando de infidelidad? ¡Que descarada! ¿Acaso es una clase de burla? 


--Claro que no, Lucy -muero del coraje, pero lo disimulo bien, o eso espero

--Bueno, porque yo no podría soportar una infidelidad. Te amo demasiado.


¿Qué? ¿No soportarías que te engañara? ¿Cómo crees que me siento yo? Ni siquiera tienes derecho a hablar de fidelidad. Lucy, siento que estas escupiendo en mi cara. Siempre tan celosa, prohibiéndome hablar con amigas porque según tú yo les gusto. Y yo de estúpido te he hecho caso. Sí, sí, merezco un Óscar en la categoría de IMBÉCIL. 


--Jamás te engañaría 

--Lo sé -sonríe victoriosa 


Vamos Matías, respira, respira. ¿Qué tanto puede durar la cita? En cuanto acaben de comer le pones un pretexto y te largas. 

Y casi cuando al fin logro enfriar mi cabeza, veo algo, algo que enseguida hace que esa mascara de tranquilidad comience a quebrarse. Lucy tiene una marca de chupete en el cuello. Puedo notar que la cubrió bien con maquillaje, pero afuera hay una leve lluvia y las gotas debieron quitar gran parte del maquillaje. 


Se estaba revolcado con Gabrielle, por eso llegó tarde. Seguramente aun debe de traer el aroma de su perfume. Esto es demasiado de lo que puedo soportar. Muero de ganas de reclamarle, no soporto seguir fingiendo. Pero siento que si abro la boca voy a estallar en llanto.


No llores Matías, no llores. No frente a ella.


Recuerda lo que te dijo Alejandro "cuando sientas que no lo soportas, piensa en lo que le haremos y eso te dará fuerza" sí, debo pensar en eso. En la cara que tendrás cuando te enteres que no eres la única que se ha estado divirtiendo. Que al igual que tú yo también te he sido infiel. 


Infiel... ¿Infiel? Yo no... Yo no te he sido infiel. Todo es una farsa. Un plan. Mientras yo juego a que te soy infiel, tú lo haces de verdad. No tengo el valor para engañarte, ahora me doy cuenta. He sido un estúpido, más estúpido de lo que creí. 


--¿Te sientes bien, Matías? -su voz hace que del infierno regrese a la realidad 

--No... -trato de ser breve, porque siento que las lagrimas saldrán pronto- me he sentido mal desde la mañana ¿Te molestaría mucho si regreso a casa? 

--Pues... -suspira- se vería muy mal que te pidiera que te quedaras -veo inconformidad en su rostro

--Gracias, Lucy. Ya he ordenado así que tú deberías  quedarte aquí a comer.

--Supongo 

--Te llamo más tarde ¿Sí? -me acerco y le doy un beso en la frente para no verme demasiado cortante. Aunque en mi interior siento que quiero tallarme los labios hasta que sangren, que todo rastro de ella se borre.


Salgo del restaurante y me voy corriendo sin mirar a nadie. Tan rápido para asegurarme de que nadie alcance a ver mis lagrimas. Odio ser tan sensible. Necesito hablar con alguien, pero soy tan orgulloso que no quiero que nadie me vea llorar. Pero un nombre viene a mi mente "Alejandro". El ya me ha visto llorar, el comprende mi sufrimiento. 


Me detengo y trato de tranquilizar mi respiración. No sé cuanto tiempo he corrido. Saco mi celular y marco el numero de Alejandro.


--¿Bueno? -contesta, es su voz 

--¿Puedo ir a tu casa? -mi voz aun suena fatal 

--Claro - responde algo confundido-  Pero dime ¿Pasa algo? Te oyes horrible 

--Te lo contaré todo cuando llegue.



Paro un taxi y le digo la dirección del departamento de Alejandro. Mis ojos están rojos de tanto llorar así que el taxista voltea de vez en cuando a observarme. Pero no pregunta nada, lo cual agradezco. 


Llego al edificio de Alejandro y entro rápidamente al elevador. Me parece eterno el tiempo que tengo que esperar hasta que las puertas grises se abren. Toco fuertemente la puerta del departamento. Alejandro me abre enseguida con una cara de preocupación.


--¿Qué pasó? 


Entro rápidamente y trato de ocultar mi rostro. Nunca imaginé que él volvería a verme llorar.


--Lucy tenía una marca de beso en su cuello. Sé que hoy estuvo con Gabrielle.

--¿Le reclamaste? -me mira aun más preocupado 

--No. Y no sabes lo difícil que fue.

--Te entiendo. Matías, debes ser más fuerte. Sería muy malo si Lucy comienza a sospechar. 

--¿Y que más da si sospecha? 

--¿Qué dices?  Matías si queremos vengarnos...

--Alejandro -lo interrumpo- ¿No te das cuenta? Mientras nosotros sufrimos, ellas son felices. Te apuesto que en este momento están cogiendo mientras nosotros nos morimos del coraje. ¿Y sabes que es lo peor? Que al final ellas ganaran ¿Sabes por qué?

--¿Por qué? 

--¡Porque todo es una mentira! Nosotros no las estamos engañando. 

--Pero ellas creerán que sí

--Sí, y nosotros seremos los únicos imbéciles que sabremos que todo es una mentira.

--¿Y que quieres que hagamos? ¿Cancelar la boda? ¿Cancelar el plan? 

--Sinceramente, sí, creo que deberíamos cancelar todo. Solo somos unos idiotas enojados -me tumbo en el sofá

--Matías, estas muy alterado - se sienta a un lado de mi y me pone la mano en el hombro, tratando de consolarme- Sé que en unas horas o tal vez mañana pensaras bien las cosas y...


Alejandro no termina de decir la oración cuando yo me acerco y le doy un beso en los labios. …l me aleja enseguida y me mira demasiado confundido.


--¿Qué estas haciendo? -frunce el ceño

--Bueno, pienso que deberíamos hacer de esto algo real -le digo y me acerco aun más a él- Si ellas nos están engañando, nosotros deberíamos hacer lo mismo. Si vamos a hacer las cosas, las haremos bien

--Matías, en este momento estas muy enojado y no piensas con claridad

--Vamos Alejandro -él intenta alejarme, pero yo soy persistente- Sé que tienes meses sin coger -le susurro- lo necesitamos -voy a su entrepierna y le toco el pene por encima de la ropa.

 Me mira enojado, toma mi mano y la retira con brusquedad. Se levanta del sofá y se aleja unos pasos.


--¡ Déjate de estupideces Matías! -me grita, nunca lo había visto enojado 


Yo me cubro la cara y empiezo a llorar. Es verdad, son estupideces. ¡Pero es que estoy tan furioso! 


--L-lo siento. Pero no sabes como duele -lo miro a la cara con mis ojos llenos de lagrimas-  ¿Por qué soy el único que esta sufriendo?


Alejandro se queda unos segundos parado, simplemente me observa y parece estar pensando con detenimiento, después se acerca a mí.


--No llores -me limpia las lagrimas- Vamos -me toma del brazo 

--¿A dónde? 

--A mi habitación 


Caminamos juntos hasta su cuarto. No sé que diablos estoy haciendo. Mi cerebro no me responde como lo hace normalmente. 


Su habitación esta algo oscura. La única luz que entra es la de la ventana que da una vista increíble de Ciudad Vigrid. 


Alejandro me mira a los ojos y me acaricia la mejilla. Se acerca a mi boca lentamente y me besa. Al principio solo son nuestros labios, pero después su lengua entra en mi boca. Nunca había probado los labios de un hombre. Son mejores que los de Lucy. Lleva sus manos a mi cintura y se abraza de ella. Haciendo de nuestro beso algo más intenso. Mete sus manos por debajo de mi camisa. Esas caricias se sienten tan raro, pero no me desagradan. 

Lentamente me quita la camisa y observa unos segundos mi abdomen desnudo. Toca mis pezones con curiosidad, esto también es nuevo para él. Pellizca uno de ellos y yo gimo bajito, el enseguida me voltea a ver.


--¿Qué sientes? -me pregunta curioso

--Raro 


Me tumba en la cama con delicadeza y se pone sobre mi. …l también se quita la camisa y al fin veo su cuerpo. Tiene grandes músculos, llevo mi mano y toco su abdomen, es tan duro. Debe ejercitarse demasiado.


Desabrocha mi pantalón y lo baja hasta el muslo. Mira curioso mi bóxer, dándose cuenta que ya tengo una erección. Me baja el bóxer y mi pene enseguida se levanta. Siento un poco de vergüenza. Me quita por completo el pantalón dejándome totalmente desnudo. Dura bastante sin hacer nada, simplemente me observa. 


Lleva su mano a mi miembro y comienza a acariciarlo. Pero no deja de ver mis reacciones, esta atento a ellas. Va a mis pezones y comienza a chuparlos. Se siente tan bien.


--Quiero ver tu trasero -me dice y yo me ruborizo, pero obedezco y me giro boca abajo. 

Comienza a tocar mis nalgas. Pone sus manos en cada una y las abre para poder ver mi ano. 


--Nunca he cogido por el trasero -me dice- dicen que duele 


Acaricia mi entrada con su dedo indice y después lo mete. Yo me sobresalto y me quejo, eso me dolió un poco. Alejandro se espera unos segundos y comienza a mover su dedo en mi interior. Se siente tan raro.


Escucho el sonido de su cierre bajar. Giro mi cabeza y alcanzo a ver su pene completamente erguido. No puedo evitar sentirme tan nervioso. Eso entrara en mi ahora, y es tan grande. 


Mueve su pene por entre mis nalgas, sin meterlo. Estoy tan excitado, mi cuerpo esta tan caliente. Nunca había sentido esta sensación.


Poco a poco va introduciendo su miembro en mi. 


--ahh... -duele, duele- n-no...


Mete por completo su pene en mi y yo doy un gran grito. No imaginé que dolería tanto. 


--A-alejandro... Despacio

--Matías... Esto se siente... Tan bien -jadea- tu culo... Me aprieta t-tanto 


Saca su pene de mi interior para después meterlo nuevamente. Eso dolió, pero también se sintió muy bien. Comienza con la embestidas, rápidas y profundas. Yo no paro de jadear, todo mi cuerpo esta vibrando. La sensación de su pene penetrándome se siente genial.


--¿T-te gusta? -me dice y noto en su voz la excitación, él también lo esta disfrutando- ¿Qué sientes? 

--Se siente m-muy bien -le digo entre jadeos- m-más... Más fuerte 


Hace caso a mis suplicas y me da tan duro. Lo siento tan profundo. Me encanta ¡Me encanta! 


--¿Qué te gusta más? - me pregunta- ¿Penetrar o ser penetrado? 

--N-no lo sé -apenas y puedo pensar- S-soy virgen... Nunca lo he hecho... Con una mujer 

--¿Qué...? 


Doy un gran grito y me vengo manchado las blancas sabanas de la cama. Logro escuchar una risa de parte de Alejandro al descubrirlo. Me tumbo en la cama con mis fuerzas apagas, fue demasiado para mi. 


--Falto yo...


Levanta mis caderas y me penetra con fuerza. Da una última embestida y se corre por completo en mi. Puedo sentir su semen caliente entrar, es una sensación tan agradable. 


Ni siquiera me doy cuenta cuando me quedo dormido. Estoy completamente satisfecho.

3 comentarios:

  1. o eso si que fue caliente pobre Matías le a tocado sufrir un poco pero al fin lo a disfrutado y de lo ficticio a lo real ahora si que perdió su virginidad con Alejandro
    no se por que pero me imagino a Matías siendo jae y Alejandro yunho es que se parecen los personajes y para mi mente solo aparecen ellos dos perdón pero amo el YUNJAE y no puedo evitar compararlos :)

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  2. Jajaja yo también al estar leyendo nada más me imagino a
    Jae y Yunho, no hay más.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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