Yunho se frotó el
puente de la nariz entre los dedos. Cielos,
estaba tan cansado. Él había sido llamado por un choque de cuatro coches en
la autopista.
Un conductor ebrio
a toda velocidad por la autopista se estrelló contra la parte trasera de una
camioneta llevándose a una madre y a sus tres pequeños hijos, que a su vez
golpearon un coche con una mujer sola, y luego a un coche con cuatro
adolescentes.
La madre había
sido declarada muerta en la escena del accidente, así como dos de los
adolescentes. Yunho había estado trabajando en uno de los tres niños, un niño
de cinco años de edad con lesiones internas masivas. Sin embargo, el niño estaba
vivo en este momento y respirando por sí mismo.
Sentía cierta
satisfacción por eso. Sin embargo no le gustaría estar en los zapatos del padre
esta noche. Su esposa había fallecido, el niño de cinco años en un coma
inducido, sus dos hijos menores aún estaban en observación. Gracias a Dios por los asientos para niños.
Sin ellos, pudo haber sido mucho peor.
No podía esperar
para que esta noche llegara a su fin. Él solo quería ir a su apartamento y
perder el conocimiento. Su cuello le dolía por estar varias horas inclinado
sobre el niño durante la cirugía.
Una sonrisa se
dibujó en su rostro al imaginarse regresando con Jaejoong y acomodarse en la
cama junto a él. No sería de mucha utilidad en su agotado estado, pero al menos
estaría con él.
Echando un vistazo
al reloj de la pared y no pudo dejar de reírse. Menos de doce horas y ya se
veía pasando algunas horas en compañía de Jaejoong. Hombre, él estaba muy mal. —¿Dr. Jung? Hay un
hombre joven en la estación de enfermeras con una entrega para usted.
Yunho volvió la
cabeza para ver a una de las enfermeras asomar su cabeza por la puerta de la
sala de médicos. ¿Una entrega? ¿Para él?
—Gracias, Seulgi.
Ya voy para allá.
Yunho rápidamente
recogió sus papeles y los metió en la carpeta del paciente. Necesitaba terminar sus notas y entregarlas.
Recogiendo sus
cosas, salió de la sala de médicos y se dirigió hacia la estación de
enfermeras. Podía ver a varias enfermeras de pie en círculo riendo. Mientras se
acercaba una de las enfermeras se movió, dejando al descubierto un magnifico y
redondo culo encerrado en los más estrechos jeans que jamás hubiera visto.
Reconocería ese
dulce culo en cualquier lugar. Había estado soñando con él por horas.
—¿Jaejoong?
Jaejoong se dio la
vuelta, mostrando una gran sonrisa a Yunho, poniendo una caja azul frente de
él. —Hola, te he traído algunos pasteles de la panadería que está debajo de mi
apartamento.
Yunho miró a Jaejoong,
con la boca abierta por la sorpresa. ¿Él
había recorrido todo el camino hasta el hospital a mitad de la noche para
llevarle pasteles? ¿Qué lindo era eso?
Mientras miraba a Jaejoong
se dio cuenta de que su silencio estaba haciendo que Jaejoong se pusiera
nervioso. Podía ver el miedo a ser rechazado en sus hermosos ojos negros. Sabía
que Jaejoong había tenido mucho valor para venir hasta aquí sin ser invitado.
Queriendo
tranquilizarlo, Yunho se acercó y tomó la caja de los pasteles, poniéndola
sobre la mesa antes de tomar en brazos a Jaejoong y besarlo. Quería que Jaejoong
supiera lo feliz que estaba de verlo.
Las risas de la
multitud de enfermeras que estaban a su alrededor hicieron que finalmente su
cerebro trabajara. Levantando la cabeza, buscó los ojos aturdidos de Jaejoong.
Subiendo su mano acarició suavemente su cara.
—Te extrañé,
hermoso— le susurró al oído.
—Te he traído
algunos pasteles de chocolate.— Jaejoong susurró, con los ojos aún aturdidos
cuando él levantó la cabeza hacia Yunho.
—¿Pasteles de
chocolate? ¿Estás tratando de ganarte mi corazón?
—Mi mamá siempre
dice que el camino hacia el corazón de un hombre es a través de su estómago— Jaejoong
se rió, llegando a la caja de pasteles y tirando la tapa hacia atrás.
—Oh, demonios— gimió
Yunho cuando metió la mano en la caja y sacó un pastel de chocolate. —Si me
sigues suministrando pasteles de chocolate, tú puedes estar seguro de ello.
Mordió la masa
suave, y sus ojos se cerraron en éxtasis mientras decía. —Cielos, me encantan
estas cosas.— Rápidamente tomó otros cuantos bocados más hasta que el pastel
desapareció antes de mirar hacia abajo a la cara orgullosa de Jaejoong. —¿La
panadería no está cerrada a esta hora de la noche?
Jaejoong se echó a
reír, le entregó a Yunho otro pastel antes de pasar la caja alrededor de las
enfermeras. —Así es. Tengo una llave.
—¿Por qué tú
tienes una… tu trabajas en Dulce Placer?— Eso
podría ser un problema.
—Soy el dueño de Dulce
Placer.
—¿Tu eres el dueño
de la panadería?— Yunho comenzó negando con la cabeza, la risa acumulada en su
pecho se derramó en una carcajada. —Tienes un culo perfecto y ¿eres dueño de
una panadería que se especializa en pasteles de chocolate? Estoy perdido.
Él paso un brazo
sobre los hombros de Jaejoong, jalándolo cerca de él para poner un beso en su
cabeza, ya que apenas le llegaba a la barbilla.
—Gracias, cariño.
Mientras Yunho
alcanzaba otro pastel, se volvió hacia Jaejoong, con una mirada curiosa en su
cara.
—Yo esperaba que
me llamaras, no que vinieras, ¿Cómo sabes dónde trabajo?
—Tú lo mencionaste
el día que nos conocimos. Tú dijiste que trabajabas en Emergencias del Jaraseom.
No estaba exactamente seguro de lo que hacías, pero pensé que si te habían
llamado en tu día de descanso, no podía ser bueno. Por lo tanto, pensé en
traerte un pequeño regalo.
—Solo verte a ti
es más que suficiente— Yunho le aseguró.
—¿Eso significa
que tú no quieres que te traiga más pasteles?— Jaejoong preguntó con un brillo
en sus ojos.
—Muérdete la
lengua— dijo Yunho con vehemencia antes de abrir la boca para morder el
delicioso pastel.
Se detuvo a la
mitad cuando oyó murmurar en voz baja a Jaejoong.
—Tengo algo más
que me gustaría que mordieras.
Observó con
diversión como la cara de Jaejoong se ponía roja cuando se dio cuenta de que Yunho
lo había escuchado. Se rio entre dientes, guiñándole un ojo.
—De acuerdo.
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Jaejoong, con el
rostro ardiendo, se echó a reír. Él no podía creer que le había propuesto a Yunho
que le hiciera una mamada, y no solo Yunho lo había escuchado, había aceptado
hacérsela. ¿Podría conseguir algo mejor
que este magnífico hombre?
Al ver una mancha
de chocolate en el labio de Yunho, se acercó y lo limpió con su dedo, después
se lo llevó a la boca y poco a poco lo chupó. Sus ojos no dejaron los de Yunho.
Yunho ladeó
ligeramente la cabeza, con una sonrisa en su rostro. Jaejoong vio como los ojos
de Yunho se ponían marrón oscuros, llenándose de lujuria. —No es agradable,
cariño— gruñó, mirando la boca de Jaejoong.
—Solo me aseguro
de que no te olvides de mí— Jaejoong se rio mientras sacaba el dedo de su boca.
Empezó a ponerse en puntillas para darle un beso cuando una ruda voz detrás de
ellos comenzó a hablar.
—¿Pasteles de
chocolate? ¿No hay una política de no traer alimentos a la estación de
enfermería? Pensé que la comida, solo se permitía en el salón de empleados, tal
vez debería acusarte, Seulgi.
Jaejoong se volvió
para ver a un hombre castaño, más o menos de su estatura de pie frente a la
estación de enfermeras, queriendo alcanzar la caja de las manos de Seulgi para
tomar un pastel. Jaejoong se acercó y tomó la caja cerrándola y alzándola sobre
sus hombros para que no pudiera agarrarla.
Era probable que
no fuera su mejor opción teniendo en cuenta que no tenía ni idea quién era ese
hombre, pero parecía como un real idiota. Seulgi y el personal de enfermería
habían sido amables con él y este hombre no tenía derecho a ser malo.
—Es de mala
educación tomar algo que no le pertenece, sin pedirlo— Jaejoong dijo,
entregándole la caja a Seulgi.
El hombre miró a Jaejoong
de los pies a la cabeza, deteniéndose en sus jeans azules y su camisa blanca de
botones con las mangas arremangadas. Tenía una mirada de desdén en su rostro,
mientras respondía. —¿Quién demonios eres tú?
—Yo soy el que
trajo los pasteles, y yo no los traje para ti.
—Demonios, Seulgi,
¿no crees que podrías salir con alguien mucho mejor que el chico de los
recados? ¿Me rechazaste a mí y por… esto?— Se burló, haciendo un gesto hacia Jaejoong.
—Usted es un
hombrecito miserable, ¿no?— Jaejoong le preguntó, moviendo tristemente la
cabeza. Se había topado con gente así. Ellos eran tan miserables en su vida que
tenían que ser groseros con la gente para sentirse mejor.
—Creo que tendrá
que irse— respondió el hombre, inflando el pecho cuando se acercó a Jaejoong. Yunho
dio un paso adelante, bloqueándolo empujando a Jaejoong detrás de él. —Toca un pelo de
su cabeza y no encontrarás un doctor en este hospital que te cosa el brazo de
nuevo— Yunho gruñó.
—¿Me está
amenazando, Dr. Jung? ¿Por un repartidor? ¿Qué? ¿Crees que Seulgi saldrá
contigo si eres amable con ella y el pequeño chico de los recados?
—Ese chico de los
recados no le pertenece a Seulgi, Dr. Kang. Él me pertenece a mí.
Teniendo en cuenta
la situación, Jaejoong pensó que se había portado muy bien. Él no había saltado
arriba y abajo, gritando de alegría, por la afirmación de Yunho. Por otro lado,
se sentía mal de que Yunho se hubiera puesto en esa situación porque él no
podía mantener su boca cerrada. No era conocido por su tacto.
—¿Él te pertenece?
¿Él es tu novio?— El hombre escupió. —¿El director sabe que eres gay?
Jaejoong volvió su
rostro estupefacto hacia Yunho. ¿Él había
hecho que Yunho saliera del armario ante sus compañeros de trabajo? Oh, eso no
era bueno, nada bueno en absoluto. ¿Además, no estaba en contra de las
políticas preguntar sobre la orientación sexual de alguien?
—Si soy gay o no,
no es asunto de nadie más, solo mío, Dr. Kang. Sin embargo, la forma en que
trata a mis enfermeras y a mi novio es definitivamente mi problema. Ahora, si
no quiere ver a un proctólogo para que retire mi pie de su culo, le sugiero que
se vaya.
—¿Cómo te atreves
a amenazarme? Yo soy el cirujano en jefe de cardiología en este hospital. Tengo
diez años de antigüedad más que tú. Tú puedes apostar a que presentaré cargos
en tu contra con el director, Dr. Jung.
—Yo podría decir
lo mismo, Dr. Kang. Acosar a la gente va contra la política del hospital. Yo apostaría
que tengo un caso bastante bueno por acoso sexual en su contra— Yunho dijo.
—¿Qué? Yo no lo he
acosado sexualmente. Ni siquiera soy gay— El Dr. Kang gritó.
—No, pero no soy
yo al que ha estado acosando. Si no a ellas. Creo que viola las políticas del
hospital y es suficiente como para presentar cargos en su contra— Yunho dijo
mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.
—Bueno, bueno ya
veremos eso, ¿no es verdad?— Escupió el Dr. Kang. —Pero, ¿A quién crees tú que
el director le va a creer? ¿A alguien que tiene un historial impecable durante
los últimos años o a un doctor que acaba de llegar aquí?
—Creo que va
creerle al que dice la verdad— dijo Yunho.
O.O yunho admitió q quiere a Jae. Su corazón se abrió y defendió a su amado <3 me encanta amiga. Gracias por actualizar ^^
ResponderBorrarEspero que el director sea abierto de mente y no perjudique a Yunho por ser gay, y tome muy encuenta el abuso de poder y acoso sexual de ese doctor.
ResponderBorrarGracias!!!
es yun defiende lo que es tuyo de ese doc. Q chocante es... Ahhh q bonito son las sorpresas aunque otros las estroppen... Gracias x compartir
ResponderBorrarQué le pasa a ese Dr. Kang <. < seguramente querrá hacer de las suyas para que Yunho salga mal parado.
ResponderBorrarJaeJoong!! Yo quiero uno de esos pasteles!
Yunho siendo tan lindo con su novio <3 y el que lo haya reconocido ante sus compañeros de trabajo...JJ ya no podra dudar de que lo ama :3
ResponderBorrarEstúpido Dr. Kang como siempre uno de los que quieren aprovechar de su poder y antigüedad...espero le crean a Yunho
Dale duro Yunho no nesesariamente necesita de darles golpes si no tratarlo como el se merece para que no se crea mas que nadie
ResponderBorrarInguia...ya empezaron los problemas...esperemos q las enfermeras apoyen a Yunho como él las esta apoyando
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