Tres cuadras
parecían como un millón de kilómetros de distancia cuando en todo lo que podía
pensar era en tener al buen doctor desnudo tan rápido como se pudiera. Él nunca
había estado más aliviado como cuando doblaron la esquina y vio su pequeño
apartamento.
—Estoy aquí arriba—
Señalando a la vivienda por encima de la panadería Dulce Placer.
—Oh, me encanta
esta panadería— dijo Yunho. —Vengo aquí todos los domingos por los pasteles.
Probablemente no está bien, pero los pasteles de chocolate son mi perdición.
Demonios, cualquier cosa con chocolate es mi perdición.
¿Todos los domingos? Jaejoong pensó. ¡Maldita sea! Y se lo había perdido. Él sabía que no debería
descansar los domingos. Le parecía que había perdido tanto cuando lo hizo.
—Hmmm, ¿así que la
forma de llegar a tu corazón es a través del chocolate? Voy a recordarlo.—
Jaejoong se echó a reír mientras abría la puerta. Dejando escapar un pequeño
chillido cuando Yunho lo empujó en el pasillo contra la pared.
—De alguna manera
no creo que sea necesario algo de chocolate para que llegues a mi corazón. Jaejoong—
susurró Yunho justo antes de bajar sus labios. Jaejoong sabía que se iba a
derretir quedando como una pila de sustancia pegajosa en el suelo, si Yunho no
hubiera tenido sus brazos alrededor de él.
No estaba seguro
de que nadie en el planeta diera besos tan buenos como Yunho lo hacía. Era
realmente muy bueno… Cada golpe de su lengua enviaba escalofríos desde la
espina dorsal hasta el pene de Jaejoong, que dolía y latía.
Jaejoong gimió
mientras separaba los labios de los de Yunho, su pecho subía y bajaba
rápidamente. —Uh, Yunho, vamos, subamos al segundo piso. Hay un montón de
superficies planas en mi apartamento.
—Las superficies
planas son buenas.— Yunho tragó saliva, después Jaejoong rápidamente subió las
escaleras hasta un pequeño rellano con dos puertas a cada lado. Jaejoong se
dirigió a la de la derecha, quitó el seguro y abrió la puerta.
Jaejoong mantuvo
la puerta abierta para Yunho. —Siéntete como en tu casa.— Después de que Yunho
entrara, cerró la puerta, y se dirigió hacia la cocina. Las palmas de las manos
le sudaban.
Ahora que estaba
realmente aquí, en su apartamento, de repente se sintió nervioso. Lo que era
totalmente estúpido teniendo en cuenta que había invitado a Yunho a venir aquí,
no al revés.
—¿Quieres algo de
beber?
—Jaejoong— dijo Yunho,
—Mírame.
Jaejoong se dio la
vuelta para encontrarse a Yunho de pie justo detrás de él.
Yunho se acercó y
metió la mano bajo la barbilla de Jaejoong, levantándola para que sus ojos se
encontraran. —Si no quieres hacer esto, está bien. Podemos solo tomarnos un
café o algo, sentarnos y hablar. No hay presión.
Las palabras de Yunho
lo relajaron más que cualquier otra cosa. No es que no quisiera estar con Yunho,
era que de repente tenía miedo de que él no estuviera a la altura. Jaejoong
sabía, que era considerado como lindo, pero ciertamente no era un objeto
sexual.
Por un lado, era
bajo. En el pasado siempre le había gustado ser más pequeño que sus compañeros,
pero él quería realmente gustarle a Yunho. Tener un metro setenta no inspiraba
exactamente confianza cuando Yunho media por lo menos un metro ochenta.
Jaejoong también
sería el primero en admitir que ser el propietario y administrador de una
panadería no era exactamente una buena cosa si no tenías amor por la comida. No
estaba gordo, pero no estaba flaco.
Agradablemente
regordete era como su madre lo llamaba.
Sus manos y brazos
musculosos eran por amasar. Incluso tenía definición en el pecho.
Pero
desafortunadamente, a él le gustaba probar sus pasteles, que estaban repletos
de crema batida y le daban un poco de relleno alrededor de las caderas y el estómago.
A decir verdad, al ver el cuerpo de Yunho, estaba un poco avergonzado.
Sin embargo, no lo
suficiente como para no encender abajo al buen doctor. Esta podría ser su única
oportunidad con el sexy hombre, y él no iba a decir que no. Dando un paso
adelante entre los brazos de Yunho, él le dio un beso a lo largo de la
barbilla.
—Puedo ser muchas
cosas, pero no soy tonto. Tú te comprometiste a hacerme un examen corporal
completo, doctor, y yo me mantengo en eso.
Yunho miró a Jaejoong
por unos momentos, la mirada en su rostro era seria. —¿Estás seguro, Jaejoong?
Yo no quiero que hagas algo que te haga sentir incómodo. Podríamos abrazarnos
en el sofá y llegar a conocernos mejor.
—Eso suena bien.
Me gustaría mucho que nos conociéramos mejor— la mirada de Jaejoong viajó por
el hermoso cuerpo de Yunho y de nuevo hacia arriba —Cada centímetro tuyo, pero
primero, bésame de nuevo.
—Con mucho gusto.—
Yunho bajó sus labios hasta los de Jaejoong de nuevo.
Mientras Yunho le
daba el beso, Jaejoong podía sentir cómo lo empujaba hacia atrás por la sala de
estar, hasta que el borde del sofá le pegó en la parte posterior de las
piernas. Él se agarró a Yunho, jalándolo hacia abajo cuando él se sentó.
Se rió cuando oyó
gruñir a Yunho cuando cayó contra él, pero pronto estuvo gimiendo cuando Yunho
tomó el control de nuevo. Mientras él besaba a Jaejoong, sus manos trazaban su
cuerpo, tocándolo por todas partes.
Las manos de Jaejoong
también estaban ocupadas, jalando la camisa de Yunho fuera de su cuerpo. Quería
ver si el pecho que se había imaginado sin camisa era real. —Yunho, la camisa…
quítate la camisa.
Yunho rápidamente
se obligó a sacarse la camisa sobre la cabeza y la dejó caer en el suelo. Jaejoong
se quedó mirándolo con asombro mientras Yunho le sonreía. Yunho estaba
construido como todos los sueños húmedos que él alguna vez haya tenido. ¡Él era caliente!
Jaejoong se acercó
y puso sus manos sobre el pecho de Yunho, poco a poco las movió hacia abajo,
luego hacia arriba. Oh sí, él era
totalmente caliente. Jaejoong pensó que podría empezar a babear.
—Esto es bueno— susurró
Jaejoong mientras miraba a los profundos ojos caramelo de Yunho.
Yunho sonrió.
—¿Ah, sí? Te gusta esto, ¿verdad?
—¡No tienes ni
idea!— Jaejoong dijo.
—Bien— Yunho dijo
mientras sus manos iban a la orilla de la camisa de Jaejoong. —Me gustaría… ah,
demonios, es mi teléfono celular. Espera un momento.
Jaejoong vio como Yunho
metía la mano en el bolsillo de sus jeans y sacaba su teléfono celular que
estaba sonando. Él vio como hacía una mueca al leer quien estaba llamando. —Sabía que debí
haber dejado esta maldita cosa en casa— dijo Yunho cuando lo abrió. —Habla el
Dr. Jung.
Mientras Yunho
hablaba con la persona en el otro extremo, asintió con la cabeza varias veces, Jaejoong
podía decir hacia donde se dirigía la conversación. Yunho tenía que ir a
trabajar.
Yunho le había
advertido, pero Jaejoong no podía dejar de sentirse decepcionado. Quería
mantener a Yunho con él y continuar con lo que estaban haciendo, tal vez
incluso llevarlo a la habitación.
Con un suspiro de
resignación, Jaejoong se sentó y cogió la camisa de Yunho entregándosela. Se
rio un poco ante la mirada sorprendida en la cara de Yunho cuando la tomó.
—Lo siento— Gesticuló con la boca Yunho.
Jaejoong le
sonrió, negando con la cabeza. —Tú ahora sabes donde vivo. Y yo estaré aquí
para cuando vuelvas… si es que quieres volver.
Yunho sonrió,
luego cubrió la boquilla del celular con la mano y se inclinó para besar a Jaejoong
en los labios. Levantando la cabeza un momento después y mirando a Jaejoong.
—¿Me veo como un
estúpido? además, ¿qué tipo de doctor sería si no volviera? aún tengo que
hacerte un examen corporal completo.
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Jaejoong cerró la
puerta después de ver a Yunho caminar por el pasillo y se acercó al sofá. Esto era una mierda.
Encontraba al
hombre de sus sueños, lo traía a casa para empezar la mejor sesión de sexo de
este siglo, y lo llaman del trabajo. Jaejoong agarró un cojín y lo sostuvo
sobre su cara mientras gritaba contra él. ¡La
vida no era justa!
Dejó caer el cojín
en el suelo, y dejó caer la cabeza contra el sofá. Podría ser peor. Al menos Yunho parecía no tener ganas de marcharse
y había prometido volver. Eso era algo al menos.
Poniéndose de pie,
Jaejoong se dirigió a la ducha. Tenía que hacer algo para poder dejar de pensar
en Yunho. Además, tenía que empezar a prepararse para ir al trabajo mañana. Las
cuatro de la mañana llegaban demasiado pronto.
Jaejoong se sacó
la ropa y la echó en el cesto antes de entrar a la ducha. Poco a poco comenzó a
enjabonarse el cuerpo, preguntándose si Yunho estaría pensando en él…
Mientras más
recordaba el par de horas que pasaron juntos, más duro se ponía su pene. Solo
habían pasado unas pocas horas, pero Jaejoong no podía recordar la última vez
que había disfrutado tanto pasando el tiempo con otra persona.
Por lo que había
visto de Yunho, él era genial, y solo por lo que se podía ver. Jaejoong estaba
preocupado de que solo fuera la primera impresión, y no fuera así realmente,
pero el tiempo que pasaron juntos no fue suficiente como para saberlo,
necesitaba más tiempo para investigar.
Cuando comenzó a
enjabonar su pene, él imaginó todo lo que quería explorar… Los anchos hombros
de Yunho… su pecho musculoso… incluso su apretado trasero.
Mientras más
imaginaba, más caliente se ponía. Había solo una manera de solucionarlo. Iba a
tener que hacer algo acerca de su dolorida verga o nunca podría llegar a
dormirse.
Por suerte, tenía
la fantasía perfecta en mente. Se trataba de un médico alto y atractivo que
podía besar mejor que cualquiera que él hubiera conocido antes. Mientras él
rápidamente se acariciaba, imaginando las mágicas manos de Yunho con las cuales
soñaba.
Cerró los ojos y
se inclinó hacia adelante, apoyando la mano sobre la pared de la ducha frente a
él. En su mente, vio la mano de Yunho envuelta alrededor de su pene,
acariciándolo hasta que él terminara.
Mientras más duro
se acariciaba, más entraba en su fantasía hasta que no podía decir si la mano
que estaba envuelta alrededor de él era la de Yunho o la suya. Mientras la
tensión se construía, él comenzó a mover sus caderas, empujando en su apretado
agarre. Cuando su pulgar
rozó la punta de su polla, las piernas de Jaejoong se estremecieron y el aliento
se le quedó atrapado en la garganta. Sintiéndose a punto de explotar, se apoyó
contra la pared de la ducha y dejó que su otra mano acariciara sus bolas. Un
toque fue todo lo que necesitó.
Jaejoong echó la
cabeza hacia atrás, gritando el nombre de Yunho cuando él disparó su carga una
y otra vez contra los azulejos de la pared. Él se acarició un par de veces más,
ordeñando más su orgasmo, hasta que estuvo demasiado sensible.
Riéndose de su
fantasía, soltó la polla y continuó enjabonándose, luego se enjuagó y salió de
la ducha.
Al tomar una
toalla para secarse, Jaejoong se preguntó cómo se sentiría Yunho si supiera que
se había masturbado teniendo una fantasía con él, sobre todo luego de conocerse
tan solo por un par de horas.
Jaejoong colgó su
toalla y se dirigió a su cama, sacudiendo la cabeza mientras salía. Él estaba
perdido ya. Solo esperaba que Yunho no estuviera jugando.
Él tendría un
montón de dolores de cabeza si lo hiciera, pero solo el tiempo diría lo que
pasaría.
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Yunho cogió el
teléfono y marcó el número de Jaejoong, con la esperanza de que Jaejoong
recordara quién era. Había pasado casi una semana ya desde que había conocido
al hombre en el festival de Jazz y en ese tiempo había estado tan ocupado en el
trabajo, pero aún tenía que volver a la casa de Jaejoong.
Si no fuera por el
hecho de que había chantajeado a Siwon para conseguir el número telefónico de Jaejoong
con Heechul, él probablemente no sería capaz de llamarlo ahora.
Con cada día que
pasaba, se había preocupado más y más de que Jaejoong no quisiera tener nada
que ver con él. Ser doctor con locos horarios no siempre era de lo más
atractivo.
—¿Aló?
—¿Jaejoong?— Yunho
preguntó, agarrando el teléfono y apretándolo más con su mano. —Soy Yunho. Nos
conocimos en el festival de jazz, ¿recuerdas?
—Sí, me acuerdo de ti— dijo Jaejoong.
—Yo, uh, lo
siento, no he podido ponerme de nuevo en contacto contigo, el trabajo ha estado
muy loco toda esta semana— Yunho dijo rápidamente, con la esperanza de que Jaejoong
no le colgara.
Jaejoong se echó a
reír. —Bueno, me lo habías advertido.
—Tú estás… quiero
decir… tú quieres…
—Yunho, está bien. Sí, te extrañé, pero tú
me advertiste que tus horarios de trabajo eran una locura. Solo tengo la
esperanza que tú puedas hacerte un tiempo para mí en algún momento.
Yunho dejó escapar
un gran suspiro de alivio. —No sabes lo contento que estoy de que dijeras eso, Jaejoong.
Tenía miedo de que nunca quisieras volver a hablar conmigo después de no
haberte hablado sino hasta ahora.
—¿Cómo conseguiste mi número de teléfono de
todos modos?
Yunho se rio entre
dientes. —Bueno, este chico tan caliente le presentó a su mejor amigo a mi
mejor amigo y una cosa llevó a la otra. Básicamente, lo que hice fue chantajear
a Siwon para que consiguiera tu número con Heechul y me lo diera.
—¿Ah, sí? ¿Y qué hiciste para chantajear a
Siwon?— preguntó Jaejoong
con curiosidad.
—Ah, si te lo
dijera, entonces estaría traicionando nuestro acuerdo. Le prometí no mostrarle
a nadie… ciertas imágenes comprometedoras, si él me daba tu número.
—Yo no diré nada— Jaejoong se rio. —¿Y Siwon tiene fotos comprometedoras tuyas en las que podría estar
interesado?
—Oh, demonios.
Espero que no.
Yunho sonrió
cuando escuchó a Jaejoong reírse un poco más. Él ni siquiera podía verbalizar
lo feliz que estaba de que Jaejoong no estuviera enojado con él por no llamarlo
antes.
Cuanto más tiempo
había pasado, más había temido llamar a Jaejoong, estaba seguro de que iba a
estar molesto. La mayoría de las personas con las que había salido en el pasado
no podían superar sus horarios de trabajo.
—Así que, ¿Puedo verte en corto plazo?— Jaejoong preguntó una vez que dejó de reír.
—Cielos, espero
que sí. Quiero terminar lo que empezamos antes de que me llamaran para que
fuera a trabajar.
—Me gustaría. ¿Tal vez tú podrías venir a
mi departamento?
—Oh, Jaejoong, no
estoy seguro de que esa sea una buena idea. Prefiero salir a cenar o algo así—
dijo Yunho solemnemente.
—¿Por qué no?
—Porque me
gustaría tener la oportunidad de hablar contigo en realidad. Si estoy contigo a
solas en algún lugar, no podría pensar en solo tu boca hablando.— Yunho gruñó
—Oh
—¡Si, Oh!
—Así que, ¿Qué tiempo debo esperar?— Jaejoong preguntó un momento después.
Yunho no sabía si
reír o gemir. —Jaejoong, tu entendiste lo que te he dicho, ¿verdad? Si nos
vemos a solas en tu apartamento, no vamos a ver el exterior del mismo hasta que
haya explorado cada centímetro de tu estupendo cuerpo.
—Yunho, te he oído, pero no puedo ver cuál
es el problema. Tú me gustas y yo te gusto. Ven a mi departamento y después, si
todavía quieres, entonces tú puedes llevarme a cenar— Jaejoong se rió.
Yunho miró su
reloj. —Yo estaré allí en unos quince minutos.— Dijo antes de colgar el teléfono.
Jaejoong giró en
un círculo en el momento en que colgó su teléfono, no podía contener más su
emoción, Yunho iba a venir ahora. ¡Sí!
Él corrió al
cuarto de baño y rápidamente se cepilló los dientes y peinó su cabello. Se
quedó mirando su reflejo durante varios minutos antes de volver hacia su
habitación. Él esperaba que a Yunho le gustara lo que iba a ver porque él
estaba tan bien como podía.
Al entrar en la
sala de estar, Jaejoong comenzó a caminar de un lado a otro delante del sofá,
mientras esperaba a que Yunho llegara. Parecía que habían pasado horas antes de
que escuchara el timbre del piso de abajo.
Corrió a su
puerta, y golpeó el botón del intercomunicador. —¿Si?
—Oye, cariño, soy yo.— Yunho respondió.
Jaejoong pulsó el
botón de entrada, abriendo la puerta de abajo. Su corazón se aceleró en el
pecho, mientras esperaba a que Yunho subiera. Estaba tan nervioso que saltó
cuando Yunho golpeó la puerta.
Corriendo para
abrirla, se detuvo un momento para disfrutar de los hermosos rasgos de Yunho
antes de lanzarse a sus brazos. —Yunho— susurró, antes de levantar su cara
preparándose para el beso que sabía se avecinaba.
Oh, demonios, este hombre realmente sabía cómo
besar. Una vez más, Jaejoong
pensó que podría estar allí y besar a Yunho todo el día. Él no tenía que comer,
beber, respirar. Solo necesitaba lo justo para mantenerse besando a Yunho.
De mala gana
separó sus labios, Jaejoong señaló hacia la otra habitación. —Superficie plana…
por ahí.
Con una risa
profunda que retumbó en su pecho, Yunho pateó la puerta cerrándola, luego se
inclinó y agarró a Jaejoong, echándolo encima de su hombro. —Señálame el
camino, cariño.
¿Señalarle el camino? ¿Se suponía que tenía
que pensar con el magnífico culo que se movía delante de su cara? ¿En serio?
—¿Jaejoong?
—Primera puerta a
tu izquierda.— Jaejoong levantó sus manos y colocó una en cada una de las
nalgas de Yunho, aferrándose a ellas mientras Yunho lo llevaba a través de la
sala de estar a su dormitorio.
Jaejoong amaba su
dormitorio. Cuando él había comprado el edificio y lo había renovado, se había
asegurado de que su habitación fuera bonita y grande con mucho espacio para la
cama del tamaño más grande que pudo encontrar.
Cuando Yunho lo
arrojó sobre el colchón y lo siguió hacia abajo, Jaejoong estaba muy agradecido
de haber gastado el dinero extra para la cama grande. Era el espacio justo para
los dos.
Jaejoong vio como Yunho
se arrodillaba entre sus piernas y sacaba lentamente sus sandalias y las
arrojaba sobre el hombro cayendo al suelo. Entonces llegó hasta los pantalones
de Jaejoong.
En el momento en
que sacó la camisa de Jaejoong sobre su cabeza, todo el cuerpo de Jaejoong
temblaba. Yunho se recostó entre sus piernas, llegando a sacar su propia camisa
sobre su cabeza. Sus ojos brillaban por la excitación mientras miraba el cuerpo
desnudo de Jaejoong.
—Cielos, eres tan
condenadamente sensible— Él gimió. Extendió la mano y con sus dedos jaló
suavemente la tetilla de Jaejoong, saboreando su profundo gemido.
—¿Eso… es algo
bueno?— Jaejoong susurró sin aliento.
—Oh, demonios, sí.
Nunca he conocido a alguien tan sensible como tú. Esto es al mismo tiempo algo
muy agradable para mí— Yunho agarró la mano de Jaejoong y la puso sobre la
enorme protuberancia dentro de sus pantalones cortos. —Ves lo que me haces. ¿Lo
que tú me haces?
—Necesito… necesito…
oh demonios, que me toques— Jaejoong dijo, cuando de repente recordó algo.
Rápidamente se dio la vuelta y metió la mano en la mesita de noche, buscando
todo lo que necesitaba.
—Oh, demonios,
tienes un culo rellenito— susurró Yunho.
Jaejoong se
congeló por un momento y miró ansiosamente por encima de su hombro, lleno de
temor. La intensa mirada de deseo en los ojos de Yunho mientras miraba su
trasero lo sorprendió.
—¿Eso es un
problema?— Susurró, mentalmente cruzando los dedos de las manos… y de los pies.
—Puede ser— susurró
Yunho cuando llevó sus manos hacia las mejillas de Jaejoong, suavemente
masajeándolas antes de sepáralas. —Oh, demonios.
—¿Qué?— Jaejoong
exclamó. De repente se preguntó si Yunho iba a levantarse e irse, con un deseo
que le resultaba difícil de creer, desde el momento en que había hecho su
primer pan, que nunca se hubiera convertido en un panadero.
—Es malditamente
maravilloso.
¿Qué? Jaejoong volvió la cabeza más para ver la cara de Yunho, pero
fue demasiado tarde. Yunho ya se estaba inclinando para deslizar su lengua por
los pliegues entre las mejillas de Jaejoong.
—Cielos, incluso
el sabor es bueno— Yunho le susurró mientras él rodaba su lengua sobre Jaejoong
de nuevo.
Momentos después y
algunos gemidos más tarde, finalmente levantó la cabeza y miró a Jaejoong.
—Cariño, será
mejor que lo que buscas me ayude a poseer este culo, no sé cuánto más tiempo
pueda esperar.
Jaejoong
rápidamente buscó en su mesita de noche, sacando un condón, la botella de
lubricante y un pequeño trozo de papel. Le entregó los tres a Yunho.
—¿Qué es esto?— Yunho
preguntó mientras dejaba caer el lubricante y el condón sobre la cama y empezó
a abrir el papel.
—Me hago la prueba
cada tres meses, porque trabajo con el público. Solo quiero que sepas que estoy
limpio.
—Si tú estás
limpio, ¿Para qué el condón?— le preguntó con curiosidad.
—Uno es porque
nunca lo he hecho a pelo en mi vida. Dos, yo no te conozco lo suficiente como
para cambiar eso ahora, y tres, siempre es mejor prevenir que lamentarlo más
tarde.— Caray, él es doctor, él debería
saber todo eso.
—Soy doctor. Tengo
que hacerme la prueba con regularidad. Tengo el papel en mi cartera. ¿Si te lo
muestro, me dejarías ir a pelo?
Jaejoong volvió a mirar
a Yunho, su rostro era serio. —Yunho me gustas mucho, demonios, eres la cosa
más sexy que he visto en años. Y tan divertido como pueda parecer, esto que
vamos a hacer, no te conozco lo suficiente como para hacerlo. Lo siento.
Se miró las manos,
retorciéndolas nerviosamente, antes de mirar a Yunho de nuevo.
—Si tú quieres
irte, lo voy a entender.
Miró con asombro
como una gran sonrisa comenzó a crecer en la cara de Yunho. —Oh, no tengo
intención de irme a cualquier otro lugar, en este momento o pronto. Solo quería
ver que tan cuidadoso eres realmente. No creerías la cantidad de basura que
oigo en mi línea de trabajo.
—¿En verdad?
—Si. He oído a
chicos jurar todo el tiempo que nunca lo hacen con condón o que se hacen la
prueba de forma regular solo para hacerlo sin condón, eso es señal de un tipo
descuidado y caliente. Tenía que asegurarme de que hablabas en serio, incluso
si eso significaba que te perdiera.
Jaejoong soltó un
bufido. —Eso no fue muy amable.
—No, pero como tú
dijiste, tú no me conoces más de lo que yo sé de ti, y siempre es mejor
prevenir que lamentar.
Se inclinó y besó
a Jaejoong en los labios, nariz, la barbilla. Levantando la cabeza, miro
fijamente a los ojos de Jaejoong.
—Me gustaría mucho
conocerte fuera de la cama, aunque. Creo que eres algo especial.
—¿Incluso con mi
trasero rellenito?— preguntó Jaejoong vacilante. Él vio en estado de shock como
los ojos de Yunho se cerraban, su mandíbula se tensaba. Incluso podía sentir su
dura polla presionando contra él.
Finalmente abrió
los ojos, Yunho lo miró, su mirada era ardiente y caliente. —Junto con el
chocolate, tu culo rellenito son mis dos cosas favoritas sobre la tierra. No
tienes idea de lo sexy que es y lo mucho que estoy deseando penetrar ese
hermoso culo.
Jaejoong levantó
una ceja con curiosidad. —¿Dónde está el maldito condón?
Yunho se rio entre
dientes, mientras saltaba de la cama y se desabrochaba los pantalones y la
camisa, los dejó caer en el suelo antes de subir de nuevo a la cama entre las
piernas de Jaejoong. Acarició su polla varias veces después, abrió el paquete
del condón y lo hizo rodar por su polla.
Le dio una palmada
en la cadera a Jaejoong —Ruédate cariño. Déjame ver ese hermoso culo tuyo.
Jaejoong se dio la
vuelta hacia abajo con impaciencia, empujándose sobre sus rodillas. Esta era la
primera vez que tener un gran culo lo hizo feliz. Entre su culo relleno y la
obsesión de Yunho por el chocolate, pensó que en realidad podría tener algo que
al apuesto médico le gustaría.
Jaejoong apenas
podía sostenerse al escuchar el suave chorro de líquido que Yunho vertió sobre
sus dedos. Sus piernas comenzaron a temblar cuando Yunho frotó un poco de
lubricante en su agujero, presionándolo suavemente con un dedo.
Debería haberlo hecho con un médico antes, Jaejoong pensó cuando Yunho tocó su punto
feliz, acariciándolo varias veces antes de agregar un segundo dedo.
—Yunho… no voy a
durar mucho tiempo si sigues haciendo eso— gimió.
—Pensé que esa era
la idea— Yunho se echó a reír cuando él añadió un tercer dedo, extendiéndolo
con cuidado.
—Yunho… Yunnie…
por favor, Yunnie… Ahora— Jaejoong le rogó. Él no aguantaba más esto, si no lo
tomaba explotaría. Él estaba tan cerca ahora que no estaba seguro de que podría
durar los próximos segundos.
—Está bien,
cariño.— Yunho sacó sus dedos, reemplazándolos con su polla, poco a poco
abriéndose camino con un largo gemido, que salía de sus apretados dientes. —Oh
demonios, Jae, yo sabía que ibas a ser tan perfecto.
Jaejoong se agarró
de las sabanas que estaban a su lado y las apretó fuertemente cuando Yunho
comenzó a empujar contra él, cada embestida era más fuerte y más rápida hasta
que sacudía toda la cama. Los únicos sonidos en el cuarto eran su fuerte
respiración, algún gemido ocasional y el ruido de sus caderas al golpearse.
De repente, Yunho
se detuvo, dándole una palmadita a Jaejoong en el culo. —Ruédate cariño, quiero
verte cuando te vengas.
Jaejoong
rápidamente se dio la vuelta, sorprendido de que Yunho se quedara en su
interior mientras él se movía. Él arqueó su espalda, sus ojos se deslizaron
hasta donde sus cuerpos se unían, mientras Yunho le levantó las piernas y se
deslizó en su interior más profundo. Jaejoong agarró los poderosos brazos de Yunho
para poder mantener el equilibrio.
—Abre tus ojos, Jae.
Tengo que ver tus hermosos ojos negros— Yunho le pidió cuando comenzó a empujar
de nuevo dentro de Jaejoong.
Jaejoong abrió los
ojos, su mirada desenfocada mientras miraba a Yunho. Cielos, era caliente. Los profundos ojos marrones de Yunho se
llenaron de bruma, llenos de deseo, mientras miraba hacia abajo a Jaejoong.
—Tócate, cariño,
quiero que te corras conmigo. Y será mejor que te apures. Porque estoy casi
ahí.
—No hay necesidad—
gimió Jaejoong. Sus ojos se pusieron blancos, arqueó su cuello y sus manos
apretaron más los brazos de Yunho. Cuando se corrió, chorros de blanca crema
fueron disparados de su pene entre ellos.
—¡Oh, maldita sea!—
Yunho rugió mientras empujaba con fuerza llenando a Jaejoong, con su propia
liberación. Jaejoong sintió como la polla de Yunho pulsaba en su interior, cada
chorro de su semen golpeaba en su delicada carne, prolongando su orgasmo hasta
que el mundo a su alrededor se oscureció.
Wooooo lo hicieron <3 una llamada de emergencia los interrumpio pero afortunadamente Jaejoong comprende a Yunho y en la segunda cita se les hizo, pobre Jae preocupado por saber si le agradaba p no a Yunho pero mas q gustar le encanto le fascino <3 por otro lado lo del condon es una responsabilidad es un buen actuar en Jae ya q sin proteccion no se puede estar con alguien q recien conoces. Muy buen cap amiga 👌
ResponderBorrarGracias por actualizar. Te quierooooooo. ^.^
Uhhhhhh q bueno.... Jejeje... Ya conectaron megabien
ResponderBorrarGrrrr se consumo la exploración de sus cuerpos jujuju, es que las ganas que se tenian no era para menos XD
ResponderBorrarBuena responsabilidad de ambos, primero por el trabajo, responsabilidad, aceptación y comprensión de ambos. Luego la responsabidad del preservativo sin importar el pretexto que tengan, hasta conocer y estar seguros de la pareja, ahora 'sin globito, no hay fiesta', jajaja...
ResponderBorrarGracias!!!
Owww eso fue candente... El medico hizo un buen trabajo explorando el cuerpo de JJ. Gracias por actualizar. Nos estaremos leyendo en la próxima actualización!! Saludos ^^
ResponderBorrarJJ tenia su autoestima baja por su trasero rellenito pero Yunho le gusta así *_* lo que me recuerda que antes en el ejército se veía muy bien con un trasero rellenito pero ahora que se puso a adelgazar ya no se le ve así una lastima....que bueno que usaron protección ^^ sera difícil la relación pero no imposible hehehe gracias! Ame el cap :')
ResponderBorrarBomba jejejeje regrese 😍😍😍😍😍😘😘😅😠😱💪💪💪
ResponderBorrarQue calorete estos si que saben a acoplarse a la perfección.......gracias ❤
ResponderBorrarPor San Siwon!!Fue tan afgjjillljb y en su segunda cita,espero que se conozcan mas y sigan juntos.Gracias
ResponderBorrarParece que ahora si se van ha poder entender bien que lindo por el Yunjae
ResponderBorrarEsto ya hizo combustión instantánea....ya saben q son bastante compatibles jajaja....
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