Capítulo II - PeD

—Demonios, Yunho, ¿me perdí del puesto con los chicos sexys?

Jaejoong abrió los ojos y miró hacia arriba para ver a otro hombre alto frente a ellos, con una amplia sonrisa en su rostro. No era tan guapo como Yunho, pero estaba cerca del segundo lugar.

Yunho se rio detrás de él. —No se pueden encontrar chicos sexys como este en un puesto, Siwon.

Siwon se rió, —¿Podemos compartir?

—Nop. Este es mío. Vas a tener que ir a buscar el tuyo.

—¡Demonios! Todos los buenos se han ido.

Jaejoong miró los ojos de Siwon por un momento, mientras él y Yunho hablaban. Él parecía agradable. Tal vez, solo tal vez, podría ayudar a un viejo amigo. —¿Te gustan los pequeños pelirrojos?

Los ojos de Siwon miraron hacia abajo a Jaejoong. — Amigo, yo estaba bromeando. No me gusta la cacería furtiva.

—No te gusta. Porque Heenim está disponible y soltero.

—Yo, eh… a mí no me gustan las niñas— Siwon dijo, con la cara un poco roja.

¿Niñas? ¿De qué estaba hablando… ah… —Heenim como de Kim Heechul.

Siwon parecía muy aliviado, y luego un poco más interesado. —Pelirrojo pequeño, ¿dijiste? ¿Le gustan los doctores?

Jaejoong se rio mientras él metía la mano en su bolsillo y sacaba su teléfono celular. —Siempre y cuando estés soltero, no le importará.

Abrió su teléfono celular y marcó el teléfono de Heenim. —¿Heenim? Jae… Hay un paquete completo bajo el puente cerca de la línea costera, a unos cincuenta metros al sur de la gran tienda de alimentos blanca. Busca la manta roja con dos hombres fornidos en ella. Voy a estar sentado con el que tiene el pelo castaño oscuro y unos ojos marrones de ensueño.

Podía ver cómo Yunho y Siwon lo miraban con curiosidad mientras cerraba su teléfono y lo guardaba en su bolsillo sin tener que esperar por una respuesta. Él sonrió a Siwon mientras le daba unas palmaditas al suelo junto a él y a Yunho.

—Estará aquí en un momento.

—¿Paquete completo? ¿Qué es eso?— preguntó Siwon mientras se sentaba al lado de Yunho, mirando a Jaejoong.

—Paquete completo, único, sexy, y en la búsqueda.— Un repentino pensamiento le vino a Jaejoong. Rápidamente miró a Siwon. —Tú estás soltero, ¿no es así?

—Sí, estoy soltero. Es muy difícil encontrar una cita que no le importe que haya tenido mis manos metidas profundamente en los intestinos de una persona.

¡Qué asco! Jaejoong se estremeció. La imagen le dio nauseas. Jaejoong odiaba la sangre. Con solo verla y ya estaría aplanado sobre su espalda y frío. Era un poco embarazoso.

—Bueno será mejor que lo seas. Porque Heechul te quitará tus amigos con una cuchara si no lo eres.

Yunho se echó a reír al ver la expresión de preocupación en el rostro de Siwon. —¿Y qué va a hacer si no estoy soltero?

—Heechul irá por ti, pero tú…

Antes de que Jaejoong pudiera dar más detalles, un pequeño pelirrojo con pantalones cortos y una camiseta blanca de malla sin mangas, llegó corriendo hacia ellos, parándose en seco cuando vio a Jaejoong sentado entre las piernas de Yunho.

Levantó una ceja, con una sonrisa en sus pequeños labios mientras cruzaba los brazos sobre su pecho. Jaejoong se echó a reír y señaló hacia un lado a Siwon. Él sabía lo que le estaba preguntando Heechul con esa mirada. Quería saber dónde estaba su chico sexy.

Jaejoong vio a Siwon y a Heechul mirándose el uno al otro. Se podía decir por el pequeño rubor en la cara de Heechul, que le gustaba lo que veía. Confiaba en que lo mismo se podría decir de Siwon, pero él no lo conocía.

Mientras continuaban mirándose el uno al otro, Jaejoong rodó sus ojos. A este ritmo, nunca iban a llegar a conocerse. Jaejoong se estiró y jaló de los pies de Heechul hasta que éste perdió el equilibrio y comenzó a caer, Siwon se movió rápidamente hacia adelante y lo atrapó.

Él trató de ocultar su risa jocosa cuando Yunho se inclinó hacia abajo y le susurró al oído.

—Hacerlo caer probablemente no era el movimiento más seguro, Jaejoong. Él podría haberse herido.

—Bueno, normalmente estaría de acuerdo contigo, pero con la forma en que tu amigo observaba todos sus movimientos, yo sabía que iba a atraparlo. Además, al ritmo que iban, podríamos haber estado aquí todo el día y espero estar ocupado más tarde.

Yunho acomodó a Jaejoong para que descansara contra su pecho. —Ocupado ¿eh? ¿Soy yo el que podría mantenerte ocupado?— preguntó Yunho.

—Si soy muy afortunado, averiguaré la cantidad de alcohol que tienes— Jaejoong dijo inclinando la cabeza hacia atrás para mirarlo.

—¿Y si te dijera que no tengo nada de alcohol?

—Oh, bueno, si tú no tienes nada de alcohol, entonces el acuerdo está cancelado. El club de jardinería tendrá que prescindir de la emoción de verme correr desnudo por el barrio.

—Lástima— dijo Yunho mientras se echaba a reír, mirando a Jaejoong. —Da igual, tengo suficientes pacientes en emergencias. Es probable que a esas pobres mujeres les diera un ataque al corazón.

Jaejoong ladeó la cabeza hacia un lado, mirando a Yunho pícaramente. —Eso es verdad. Bueno tú eres doctor. Entonces, ¿qué tipo de doctor eres? Porque tengo esta horrible hinchazón…

—Hmmm, hinchazón ¿dices tú? Podría ser grave. Tal vez debería hacerte un examen corporal completo y así me aseguro de que todo esté bien. Como doctor te puedo asegurar que nunca se deben dejar estas cosas sin tratar.

Jaejoong se movió un poco entre las piernas de Yunho, pasando sus manos por el musculoso pecho. —¿Quieres ir a mi casa y jugar al doctor? Te puedo mostrar donde me duele.

Yunho se echó a reír cuando él se puso en pie y jaló a Jaejoong, envolviendo un firme brazo alrededor de su cintura. Se inclinó hacia donde estaba sentado Siwon con Heechul entre sus piernas, mirándose el uno al otro.

—Oye, hermano, voy a ir a hacerle un examen físico a Jaejoong. Llámame más tarde.— Sin apartar la vista de Heechul, Siwon agitó su mano en el aire para decirle adiós.

Queriendo ser un buen amigo, Jaejoong también se acercó a Heechul. —Heenim, me voy. ¿Tú vas a estar bien aquí solo?

Jaejoong rodó sus ojos cuando Heechul levantó su mano y le hizo señales para que se fuera, sin levantar la cabeza. —Sí, sí. Te veré mañana.

Volviéndose para mirar a Yunho, le preguntó. —Yo vivo a tres cuadras de aquí. y ¿tú?— Él quería saber qué lugar estaba más cerca.

Yunho se encogió de hombros. —Yo vivo por el hospital de Jaraseom. Tu lugar sin duda queda más cerca.

—Mi lugar entonces— Jaejoong se rio mientras agarraba a Yunho de la mano y caminaban en dirección a su apartamento. Se detuvo cuando se encontró con la resistencia, volviéndose a mirar a Yunho. — ¿Te pasa algo?

—No, pero me gustaría darte un beso antes de irnos.— Arrastrando las palabras, Yunho jaló la mano de Jaejoong, jalándolo a sus brazos. Bajó sus labios y lo besó.

En el momento en que Jaejoong sintió los labios de Yunho tocar los suyos. Se dejó ir, saboreando el beso. Fue un beso diferente de todos los que había recibido en su vida y él había recibido muchos.

No era exactamente una puta. Pero había tenido encuentros sexuales, pero nada como esto. Parecía que Yunho le estaba haciendo el amor solo con sus labios.

Jaejoong sintió todo bajando hacia sus pies, luego de nuevo hacia arriba hasta que se concentró en su pene, de repente hinchado y adolorido. Quería tirar a Yunho sobre la hierba y besar cada centímetro de él, explorarlo.

Cuando Yunho finalmente levantó la cabeza, se echó a reír por la aturdida y desconcertada mirada en el rostro de Jaejoong. —¿Estás bien, cariño?

Jaejoong asintió con la cabeza, estaba demasiado abrumado como para formar palabras.

—¿Todavía estamos yendo a tu casa?

—¿Vas a besarme de nuevo?— Jaejoong susurró, mentalmente cruzando los dedos.

Yunho se echó a reír. —¡Oh, sí!

—Entonces, a mi departamento— Jaejoong se rio mientras comenzaba a caminar hacia su departamento.