Capítulo 7 - SMB

Jaejoong tarareaba suavemente mientras preparaba el desayuno de Yunho. Con algo de suerte, lo terminaría antes de que Yunho despertara. Quería sorprenderlo con el desayuno en la cama antes de que sus huéspedes despertaran.

Ellos no habían visto a Siwon o a Heechul el resto de la noche, pero seguramente los habían oído. Jaejoong estaba seguro de que Heechul no podría sentarse cómodamente en un tiempo. Y él no creía que Heechul pudiera quejarse.

Escuchar a Siwon y a Heechul a través de la pared de la habitación, había sido tan excitante como el infierno. El sonido de los hombres en la intimidad, había definitivamente agregado algo a la noche de hacer el amor de Jaejoong y Yunho. Yunho había estado excepcionalmente vigoroso.

Jaejoong creía que Yunho tenía algo de exhibicionista-flagelador-voyeurista en él. Si él consideraba la vez en que Siwon los había visto, además de anoche, en ambas ocasiones Yunho casi había perdido el control, tan apasionadamente agresivo, eso, bueno, le hacía a Jaejoong preguntarse si necesitaba reconsiderar ser el bebé público de Yunho.

Solo podría imaginar lo excitado que Yunho podría estar si ellos fueran juntos a La Jaula de Jun. Podría usar un collar y quizás una correa y sentarse a los pies de Yunho. Estaba muy seguro que Yunho lo apreciaría mucho.

Se rió. Sí, parecía un poco extraño que eso fuera ahora la base de su vida. Jaejoong terminó de colocar la fruta en un plato y dejó el plato en una bandeja. Levantó la bandeja, se dirigió hacia la habitación. Se oyó el timbre de la puerta antes de que llegara al pasillo.

Jaejoong vio la comida y entonces la puerta. Dejó la bandeja en el mostrador y fue a abrir la puerta. Todo el aire de los pulmones de Jaejoong salió en un profundo jadeo, cuando vio a su padre parado en el marco de la puerta.

—Jaejoong.

—Padre,— dijo Jaejoong.

—¿Me vas dejar entrar?— Su padre preguntó señalando a la puerta que Jaejoong sostenía con un fuerte agarre.

Jaejoong se apartó. —Por favor, entra.

—Bueno, al menos no has perdido tus modales, incluso si perdiste tu cabeza.

Jaejoong tranquilamente gruñó. Parecía que su padre aún tenía malos sentimientos hacia él. Entonces, ¿por qué infiernos estaba aquí? Kim Hanjun había dejado sus sentimientos sobre tener un hijo gay más que claro antes de desheredarlo y echarlo a la calle, hace casi dos años.

—¿Por qué estás aquí, padre?

Hanjun se giró revisando el cuarto viendo sobre su hijo. —Han sido dos años, Jaejoong. Creo que es suficiente tiempo para juegos y para que lograras sacar lo que fuera de tu sistema. Es tiempo de regresar a casa y tomar tus responsabilidades.

—¿Sacar de mi sistema?— preguntó Jaejoong.

—Eso… esa cosa,— Hanjun dijo, moviendo su mano en el aire —.Esa cosa con otros hombres. Es tiempo para que te detengas, Jaejoong.

—¿Esa cosa con otros hombres?— Jaejoong dijo molesto —.¿Quieres decir el ser gay?

—Tú no eres gay, Jaejoong. Tú estás confundido. Si solo vienes a casa donde perteneces, estoy seguro de que podrás ver las cosas correctamente.

—¿No soy gay?— Jaejoong se rió amargamente —.Bueno, considerando que tenía el pene de mi novio en mi culo anoche, diría que estás equivocado.

El dorso de la mando de Hanjun golpeó tan duro la cara de Jaejoong que le zumbaron los oídos. —Ni siquiera quiero oírte hablar de esa forma de nuevo. Ahora, toma tus pertenencias, Jaejoong. Vienes a casa conmigo y vas a olvidar toda esta insensatez.

Jaejoong acunó su mejilla con su mano. Presionó la punta de sus dedos contra su labio abierto. Vio a su mano gimiendo cuando vio sangre que se derramaba por su piel, antes de ver de nuevo a su padre. —¡Puedes ir a joderte tú mismo!

—¡Jaejoong!

Jaejoong se giró para ver a Yunho parado en el marco de la habitación vestido solo con un pantalón de seda negro. Sus brazos cruzados sobre su pecho, su ceño fruncido. No se veía feliz.

—No puedes hablarle a un huésped en nuestra casa de esa forma,— dijo Yunho.

—Él no es un huésped, Yunho, es mi padre.

Yunho llegó al lado de Jaejoong. Le ofreció la mano a Hanjun. —Señor Kim, mi nombre es Jung Yunho. Soy el socio de Jaejoong.

—¿Socio? ¿Socio de negocios?— Hanjun preguntó, con expresión confundida.

—De cierta manera somos socios, sí.

—¿Socios en qué? Jaejoong no tiene habilidades ni para atender un chiquero,— Hanjun estableció, haciendo que Jaejoong se sintiera de diez centímetros de alto. Su padre era bueno en eso. Le gustaba hacer que la gente se sintiera inferior.

—O, por lo contrario, Jaejoong y yo somos propietarios del Club Rotten y también tenemos varias propiedades en el estado, incluyendo este apartamento,— Yunho dijo, dejando caer la mano a su lado, cuando Hanjun no la estrechó —.También somos socios a nivel personal.

—¿Socios? Tú eres su… su…— La cara de Hanjun se arrugó como si hubiera chupado un limón.

—Sí. Padre, Yunho es mi novio. ¿Recuerdas el pene que te dije que estaba en mi culo anoche? Le pertenece a él,— le dijo Jaejoong. Vio que el color drenaba de la cara de su padre, sintiéndose muy satisfecho.

—Jaejoong, no hay necesidad de ser rudo,— dijo Yunho firmemente.

Jaejoong giró su cara a Yunho, su mano en su cadera listo para discutir. No era a menudo que Yunho y él discutían, pero Yunho siempre decía que si él sentía fuertemente algo podía decirlo y sentía fuertemente que su padre era un imbécil.

—Jaejoong, ¿qué le sucedió a tu cara?— Yunho suavemente acarició la mejilla de Jaejoong.

—Él lo hizo,— dijo Jaejoong, señalando a su padre.

Yunho giró la mirada hacia Hanjun. —¿Tú golpeaste a mi bebé?— Yunho gruñó —.Nadie golpea a Jaejoong, nunca.

—Jaejoong es mi hijo. Puedo hacer lo que quiera con él.

—No, no puedes,— Yunho dijo —.Siwon, puedo necesitar tu ayuda.

Jaejoong vio sorprendido cómo un desvelado Siwon salía de la habitación de invitados un momento después. Vestido solo con sus pantalones, su pecho desnudo. Heechul estaba a su derecha, envuelto en una bata de baño.

—¿Cuál es el problema, Yunho?— Preguntó Siwon.

—Este es el padre de Jaejoong, Kim Hanjun,— dijo Yunho, señalando al hombre parado frente a él —.Acaba de atacar a Jaejoong. ¿Puedes asegurarte de que no se vaya mientras llamo a la policía?

—Será un placer.

Jaejoong vio a su padre murmurando con indignación mientras Siwon se colocaba frente a la puerta. Cruzaba sus brazos sobre su pecho y se recargaba, como si no planeara ir a ningún lado pronto.

—Jaejoong, ve por la cámara digital a mi oficina,— Yunho indicó mientras tomaba el teléfono.

Jaejoong, aún estaba un poco confundido por el repentino giro de los acontecimientos, se apresuró a ir a la oficina de Yunho y tomar la cámara. Regresó al vestíbulo un momento después y esperó mientras Yunho hablaba por teléfono.

—Sí, eso es correcto, Oficial. Mi socio fue atacado en nuestra casa por su padre. No, eso califica como crimen de odio. Mi socio y yo somos gay, Oficial. Gracias, lo esperaremos,— Yunho dijo y colgó el teléfono.

Tomó la cámara de Jaejoong y la encendió. —Sostente ahí, bebé,— Yunho dijo.

 Tomó un par de fotografías de la cara de Jaejoong, inclinó su mentón de manera que las fotografías se vieran de un ángulo diferente. Entonces se giró y tomó algunas fotografías de Hanjun antes de dejar la cámara en la mesa de la entrada.

—No puedes hacer esto,— Hanjun dijo fuerte —.No ataqué a Jaejoong.

—Tú lo atacaste. Tengo la prueba aquí. Y estoy seguro que la policía estará muy interesada en ver esas fotografías,— dijo Yunho señalando la cámara.

—Nadie te creerá.

—No eres de por aquí, ¿verdad?— Siwon se reía.

Hanjun se giró rápidamente para ver a Siwon. —No, claro que no, pero de cualquier manera ¿eso que tiene que ver?

—Aquí en la ciudad, los crímenes de odio van contra la ley.— Señaló con la cabeza el hematoma y la sangre en la cara de Jaejoong —.Irás a la cárcel por eso.

—Eso es disparatado,— dijo Hanjun. Se giró a ver a Jaejoong —.Jaejoong, voy a ir a casa. Si sabes lo que es bueno para ti, tú también vendrás a casa.

—No irá a ningún lado, señor Kim. La policía viene de camino y ellos quieren hablar con usted,— dijo Yunho.

Jaejoong seguía en silencio, viendo el intercambio con gran cantidad de asombro y estupor. No podía creer que Yunho realmente hubiera denunciado a su padre a la policía. Nadie nunca se había enfrentado a su padre. Nadie.

—¿Yunho?— Jaejoong murmuró.

—¿Sí, bebé?— dijo Yunho. Como si entendiera exactamente lo que Jaejoong necesitaba, envolvió sus brazos alrededor de él y lo acercó —.¿Quieres dejarlo ir?— Yunho murmuró contra el cabello de Jaejoong.

Jaejoong sacudió la cabeza. No, él quería que su padre pagara por lo que le había hecho. —Trata de forzarme a ir a casa, Yunho. Dice que tengo que renunciar a todas estas tonterías e ir a casa a encargarme de mis responsabilidades.

Levantó la cabeza.

—No quiero regresar, Yunho. Esta es mi casa ahora, aquí contigo y con Siwon y Heechul y Seunghon y Ken y...

—Ssshh,— Yunho dijo presionando la cara de Jaejoong contra su pecho —.No tienes que ir a ningún lado si no quieres. Eres un adulto ahora, recuerda eso. Tu padre no puede hacer que hagas nada que no quieras.

—Ahora, escucha,— Hanjun gritó —.No sé quién diablos te crees que eres, pero Jaejoong regresará a casa conmigo. Ahí es donde pertenece. Tiene responsabilidades en casa que necesita atender y tú...

—¿Qué responsabilidades?— Jaejoong preguntó moviéndose para ver a su padre.

—Bueno, er, bueno, debes darle a tu madre nietos,— dijo Hanjun.

—Soy el menor de los cinco hijos. La última vez que conté, tres de tus hijos estaban casados y con hijos. Ya tienes siete nietos. ¿Por qué necesitan uno mío?

—Porque es lo que tu madre quiere, Jaejoong.

—Entonces ella tiene mala suerte.— Jaejoong se rió —.A menos que a Yunho repentinamente le crezca un útero, no voy a tener ningún niño.

—Eso es asqueroso, Jaejoong.— Lo dijo con tanto sarcasmo, que Jaejoong sintió como si le hubiera arrancado la lengua.

—Sin mencionar lo doloroso que se oye.— Yunho se rió. Colocó sus manos en los hombros de Jaejoong apretando suavemente —.No se preocupe, señor Kim, si Jaejoong y yo decidimos tener niños, usted será el primero en saberlo.

—No puedes… no puedes tener niños con él.— Hanjun gruñó.

—¿Por qué no?— Jaejoong preguntó —.La gente tiene niños todo el tiempo. Además, ¿no es eso lo que dices que quieres? ¿Un nieto?

—No con él.— Hanjun señaló a Yunho.

—¿Qué? ¿Tienes a alguien más en mente?— Jaejoong preguntó, realmente no esperaba una respuesta. Estaba impactado cuando recibió una.

—De hecho la tengo. Joo Minha es la hija de Joo Sangjin, es el gerente general de la Joo Real Estate. Sangjin y yo hemos hecho negocios juntos desde hace varios años y el otro día mencionó lo mucho que le agradas a su hija.

Hanjun veía a Jaejoong de arriba abajo, sus labios se curvaron con un gesto de disgusto.—Aunque no es lo que yo hubiera querido ofrecer, eres lo que tengo. Ya hice todos los arreglos. Minha está esperando tu llamada esta noche.

—Has perdido la cabeza,— Jaejoong murmuró.

—Para nada, Jaejoong. Con tu matrimonio con Minha, tú unirás las familias Joo y Kim. Sangjin me ha asegurado que una vez que su hija se case contigo, Kim Construcciones recibirá la mayor parte de sus contratos de construcción.

Los ojos de Jaejoong se abrieron más y el entendimiento le llegó. —Estás tratando de venderme por un contrato comercial. Realmente perdiste la cabeza.— Sacudió la cabeza —.Yo no la amo. Infiernos, ni siquiera la conozco. ¿Por qué aceptaría casarme con ella?

—No seas tan dramático, Jaejoong.

—No soy dramático. Soy realista. Me tiene sin cuidado Kim Construcciones, Joo Real Estate, o cualquiera que sea el plan que estás tramando,— Jaejoong gritó —.No voy a casarme con una mujer que no conozco y no regresaré a casa contigo.

—Kim Jaejoong,— Hanjun dijo mientras lo señalaba —,tú harás exactamente como te digo o nunca serás parte de esta familia de nuevo.

«Eso era una amenaza», Jaejoong pensó mientras giraba los ojos. —Ya he vivido ahí y tengo los hematomas para probarlo.

En el momento que Yunho se adelantó, Jaejoong deseó poder retirar sus palabras. Probablemente no debería decir eso. Yunho tendía a enojarse si pensaba que alguien había lastimado a Jaejoong, incluso si eso había sucedido en el pasado.

—¿Golpeaste a Jaejoong antes?— Yunho gruñó.

A juzgar por la expresión en la cara de Hanjun, Jaejoong podía ver exactamente lo que su padre pensaba. Estaba enojado de que alguien se atreviera a cuestionar cualquier cosa que hubiera hecho, especialmente de alguien que sentía indigno de él, como un hombre gay.

—No veo que sea tu asunto cómo disciplino a mi hijo.

Las manos de Yunho se cerraron en un puño. «Uh oh, aquí vamos», Jaejoong pensó. Yunho dio un amenazador paso hacia Hanjun. Hanjun dio un paso hacia atrás. Jaejoong saltó entre ellos. Tendría que detenerlos antes de que Yunho hiciera algo de lo que se arrepintiera después.

—Yunho, por favor. Como dices, esa no es la manera de tratar con él. La violencia no se justifica, esa no es la respuesta.— Jaejoong colocó sus manos en el pecho de Yunho y lo empujó hacia atrás —.Por favor, deja que la policía maneje esto. No quiero que vayas a la cárcel por culpa de mi padre.

—Bueno,— Hanjun se entrometió —,ahí es exactamente a donde irá si no lo dejas Jaejoong, y regresas a casa donde perteneces.

Jaejoong se giró, vio fijamente a su padre. —¿Bajo qué cargos? Joder a tu hijo no es ilegal, no importa lo mucho que lo desees.

—Prueba, secuestro, lavado de cerebro, coerción, y asalto sexual para empezar,— Hanjun replicó.

Jaejoong parpadeó. —¿Qué?

—Bueno, es obvio para mí lo que él ha hecho contigo, Jaejoong. Nunca hubieras podido hablarme de esa manera antes de encontrarte con él.— Hanjun se atrevió a ver de Jaejoong a Yunho, y de nuevo a Jaejoong —.Nadie sabe lo que te ha hecho desde que te tiene aquí.

—No me tiene en ningún lado. Yo quiero vivir con él.

—Pervierte tu mente, esto es lo que él hace,— Hanjun dijo como si Jaejoong no hubiera dicho una palabra. Movió su mano hacia Yunho —.He oído acerca de hombres como él. Ellos encuentran a jóvenes inocentes y les lavan el cerebro y entonces los utilizan como sus pequeños esclavos sexuales. Eso es lo que son esos círculos de sexo, lo sabes. Probablemente ya vendió tu cuerpo.

La mirada de Hanjun en su hijo.

—¿Así es, Jaejoong? ¿Eres su pequeña ramera ahora? ¿Vende tu cuerpo por dinero? ¿Estás metido en drogas?

La mente de Jaejoong estaba abrumada por la incredulidad y el shock. Esa era la excusa que podría darse a sí mismo después por su conducta. Sus manos se cerraron en un puño y saltó hacia su padre, gritando toda la ira que había acumulado en veinticuatro años.

—Oh, no, no lo harás,— Yunho gritó, sosteniendo a Jaejoong de la cintura y tirando de él hacia atrás —.Si yo no puedo golpearlo, tú tampoco puedes.

Jaejoong trató de alcanzar a su padre, pero Yunho lo sostenía firme. Justo cuando Jaejoong se giró para discutir con Yunho acerca de eso, Hanjun lo golpeó, justo en la cara. Jaejoong oyó el inconfundible sonido de huesos quebrándose.

Su cuerpo colapsó por el dolor que irradiaba a través de su cara. Cerró los ojos para protegerse de los puntos negros frente a ellos, inclinó la cabeza contra el borde del sofá. Oía a Yunho gritar, pero el sonido parecía venir de una gran distancia.

Un momento después se oyó un “crash” y varias voces más gritando. Jaejoong ignoró todo eso, no le importaba lo que le sucediera a su padre. La palpitante agonía que recorría su cabeza le decía que probablemente algo se había roto.

Solo quería que todo se alejara, el ruido, los gritos, el dolor. Entonces repentinamente, el cuarto se quedó en silencio. Jaejoong abrió los ojos y vio alrededor. Estaba impactado con lo que vio.

Siwon y dos policías uniformados detenían a Yunho. Sus manos en un puño, sus dientes apretados, mientras le gruñía al padre de Jaejoong. Jaejoong instintivamente sabía que si Yunho estuviera libre, su padre estaría muerto.

Hanjun, por otro lado, estaba esposado y le leían sus derechos. Seguía gritando cosas a diestra y siniestra acerca de que Yunho había prostituido a su hijo, que Yunho vendía a Jaejoong por drogas, que Jaejoong ni siquiera era gay. Un oficial de la policía asentía y tomaba nota de todo lo que decía.

—¿Jaejoong?

Jaejoong logró ver a Heechul arrodillado a su lado. Trató de sonreír, gimiendo cuando el dolor se disparó de su cara. Sentía como si alguien hubiera encajado un clavo de ferrocarril en su mejilla. Su estómago se revolvió.

—¿Estás bien, Jaejoong?

Jaejoong trató de hablar pero el dolor se disparó de su cara y cerró la boca. Sacudió la cabeza y estrellas aparecieron detrás de sus parpados. Por un momento temió desmayarse, se aferró a la pierna de Heechul.

—¿Yunho? Creo que Jaejoong necesita ir al hospital,— Heechul gritó.

—¿Jaejoong?— dijo Yunho, su voz llena de preocupación.

Jaejoong levantó su mano, esperando que Yunho la sostuviera, no podía hablar.

—Maldición, déjenme ir,— Yunho gritó mientras luchaba por liberarse de Siwon y dos oficiales —.Jaejoong me necesita.

—¿Te comportarás?— preguntó Siwon.

— Siwon, mi bebé me necesita.

Un momento después, Yunho estaba arrodillado al lado de Jaejoong y tomaba su mano.

—Hey, bebé, ¿cómo estás?— preguntó Yunho —.Parece que tienes un gran ojo morado aquí. ¿Te duele en algún otro lugar aparte de la cara?

Jaejoong lenta y cuidadosamente sacudió la cabeza. Apretó la mano de Yunho, entonces la llevó a sus labios, no podía besarla, pero podía presionar los labios contra la palma de Yunho.

—Te amo, bebé,— dijo Yunho —.Los paramédicos están en camino. Te llevaremos al hospital y estarás como nuevo en un momento. Después de que estés mejor, quizás visitemos a Siwon y Heechul en La Jaula de Jun. ¿Te gustaría eso?

Jaejoong apretó la mano de Yunho. Esperaba que Yunho supiera que él estaba diciendo sí. Sonreír no era opción. Eso dolía demasiado.

—Solo cierra los ojos, bebé. Los paramédicos estarán aquí pronto.

Jaejoong apretó la mano de Yunho de nuevo y dejó que sus ojos se cerraran. Sabía que Yunho cuidaría de él, lo mantendría seguro, incluso de su padre.

Yunho acunó la mano de Jaejoong entre las suyas mientras veía cómo cerraba los ojos. No podía creer la cantidad de daño en la cara de Jaejoong. Algo se había quebrado. Los ojos de Jaejoong estaban completamente cerrados por la hinchazón y sangre salía de su labio.

Nunca había estado tan agradecido de ver a alguien como cuando vio a los paramédicos llegar y apresurarse a tratar a Jaejoong. Yunho se quitó del camino, pero se rehusó a soltar la mano de Jaejoong. Necesitaba la conexión, la línea vital con su bebé.

—¿Va a estar bien?— Yunho preguntó a uno de los paramédicos.

—Es demasiado pronto para decirlo, señor, pero creo que estará bien. Necesitamos llevarlo al hospital para hacerle algunas radiografías. Puede tener algo roto. Los doctores nos dirán más una vez que lo examinen.

—Señor— el otro paramédico habló mientras empujaba la camilla a lado de Jaejoong —.Necesitamos que deje su mano para poder transportarlo.

Yunho renuentemente soltó la mano y vio cómo lo subían a la camilla. Se apartó y vio que empujaban la camilla.

—¿Puedo ir con él?— preguntó Yunho, odiando alejarse de él incluso por un momento.

—Necesitamos hacerle algunas preguntas primero, señor Jung,— uno de los oficiales declaró —.Entonces podrá unirte a su socio en el hospital. Seré feliz de llevarle ahí.

Yunho sacudió la cabeza. —No, puedo conducir o Siwon me llevará.— Vio la camilla salir del apartamento, entonces se giró hacia el oficial —.¿Podemos apresurarnos con eso? No quiero dejarlo solo mucho tiempo.

—¿Puede decirnos qué sucedió?— preguntó el oficial.

—Aun no estoy seguro de saberlo. El padre de Jaejoong le estaba ordenando a Jaejoong que regresara a su casa y se casara con la hija de su socio de negocios o algo así. Empezó a acusar a Jaejoong de que le lavaron el cerebro, de que estaba metido en drogas y vendiéndose.

El oficial de policía asintió, tomando notas, aparentemente intentaba tener todos los detalles. —¿Alguna de esas acusaciones está fundamentada?

—Dios, no. El padre de Jaejoong odia el hecho de que Jaejoong sea gay. Parece que cree que yo lo corrompí y lo forcé a entrar a una vida de adicción a drogas y esclavitud sexual. Incluso me acusó de secuestrar a Jaejoong.

El oficial solo levanto una ceja.

—Puedo asegurarle, oficial, que Jaejoong está aquí por su propia y libre voluntad. Nosotros estamos viviendo juntos desde hace un par de meses. Ese hombre solo se pasó del límite.

El oficial de policía hizo unas notas más, entonces cerró la libreta. —Muy bien, señor Jung, hablaremos con su pareja en el hospital y regresaremos con usted. Si tiene más problemas con el señor Kim, o alguna pregunta, por favor llámenos.

Yunho tomó la tarjeta que el oficial le ofrecía y la colocó en el interior del bolsillo del pantalón de su pijama. A él realmente le importaba poco todo eso ahora. Solo quería vestirse e ir al hospital lo más rápido posible.

Él vio sobre su hombro a Hanjun, los policías lo guiaban fuera del apartamento. Si hubiera tenido diez segundos antes de que llegara la policía hubiera podido convertir al hombre en una masa sanguinolenta. Pero no logró darle ni un solo golpe.

En el momento en que Hanjun había golpeado a Jaejoong, Yunho se había abalanzado hacia él. La única cosa que salvó a Hanjun fue que Siwon se interpuso entre ellos. Eso no hubiera detenido a Yunho excepto que la policía llegó en ese momento.

Yunho había sido detenido mientras Siwon explicaba la situación a los policías. No fue hasta que Heechul había dicho algo acerca de que Jaejoong necesitaba ayuda que la razón regresó a Yunho y se dio cuenta que Jaejoong estaba seriamente lastimado.

Se sintió un total tonto por no ver a Jaejoong desde el principio. Jaejoong debió ser su prioridad, no atacar su padre. No es que el hombre no mereciera eso. Había atacado a Jaejoong.

Hasta donde concernía a Yunho, el hombre podría pudrirse en la cárcel por el resto de su vida. Yunho sería feliz de ayudar en eso tanto como pudiera. Aunque primero tenía que traer a Jaejoong a salvo a casa que es donde pertenecía.

Si Jaejoong era realmente afortunado, Yunho podría permitirle apartarse de su vista en, digamos, diez o veinte años.