Jaejoong caminaba
cansado del trabajo, sobándose la parte trasera de su cuello mientras lo hacía.
Hoy fue un día largo y él está agradecido de poder ir a casa y descansar un
poco. Hizo un giro raudo en la calle e hizo su camino hacia una simple, pequeña
casa al final de esta.
Hogar, dulce
hogar.
Jaejoong abrió la
puerta y se quitó los zapatos. Caminó dentro y vio a Changmin dormido con el
televisor y una bolsa de papas sobre su estómago. Jaejoong sonrió y
silenciosamente se acercó, apagando la televisión y agarrando las papas. Caminó
hacia la cocina y abrió el refrigerador.
Nada.
Decepcionado,
Jaejoong arrastró sus pies por el piso y se encaminó hacia la habitación.
Giró la perilla y
empujó la puerta para abrirla, sus ojos viajaron hasta la cama. Vio a un
dormido Yunho con su cuerpo desparramado sobre toda la sábana y con la boca
abierta.
Debió haber tenido
un día largo también.
Suspirando,
Jaejoong caminó dentro y abrió el armario. Sus ojos buscaron arriba por unas
frazadas y agarró tres. Puso una sobre el suelo y luego puso otra sobre esta. Caminó hacia la sala y fue hasta Changmin. Cuidadosamente abrió la frazada y la
puso sobre el cuerpo dormido de Changmin.
Caminó de regreso
a la habitación y después de examinar a Yunho, acomodó la sábana sobre el
hombre dormido. Cuando terminó, lentamente se acomodó sobre el suelo, la dura
madera confortaba su adolorido cuerpo.
-
Changmin despertó
a causa de una pesadilla, sudor corriendo por su rostro. Jadeó y miró alrededor
para ver en dónde estaba. Después de darse cuenta de que estaba en casa,
suspiró tranquilo.
Sintiéndose un
poco hambriento, se levantó, quitándose la frazada que tenía encima.
Un momento ─
¿frazada?
¿Cuándo fue que
él…?
Caminó hacia la
habitación y abrió la puerta. Vio a Jaejoong dormir sobre el suelo mientras que
Yunho lo hacía en la cama. Caminó de puntillas dentro y se agachó al lado de
Jaejoong.
“Gracias,”
susurró.
Jaejoong se movió
entre sueños y abrió sus pesados ojos.
“¿Minnie?” lo
llamó.
“Lo siento,”
susurró Changmin. “No quería despertarte.”
Jaejoong sacudió
su cabeza.
“¿Cuándo
volviste?” Changmin preguntó.
“Por las doce,”
Jaejoong bostezó.
“Ve a la cama,”
Changmin cepilló los mechones de cabello del somnoliento mayor.
Jaejoong asintió y
cerró sus ojos, rápidamente quedándose dormido.
Changmin sonrió y
se paró. Miró sobre la cama y lentamente tomó una de las almohadas. Se volvió a
agachar y gentilmente levantó la cabeza de Jaejoong, reemplazando el suelo con
la suave almohada. Dejó a Jaejoong y se deslizó fuera de la habitación.
[Más tarde esa
noche]
Yunho despertó a
causa de un olor a quemado. Saltó fuera de la cama y corrió fuera de la
habitación, rápidamente encaminándose hacia la cocina.
“¡Demonios,
Minnie!” tosió. “¿Qué hiciste esta vez?”
“¡Estaba tratando
de calentar las sobras!” Changmin tosió, el oscuro humo llenando sus pulmones.
Yunho trató de
apartar el humo lejos de su rostro, pero en lugar, más se llenaba en sus
pulmones. Tosió profundamente y Changmin agarró un trapo. Lo humedeció y se
acercó a Yunho, cubriéndole la boca. Empujó a Yunho lejos del humo y luego se
cubrió su propia boca a la vez que se metía entre el espeso humo. Agarró lo que
sea que se estuviese quemando y lo botó fuera.
“¿Qué pasó?”
Jaejoong tosió mientras se acercaba a la sala.
“Minnie trataba de
calentar las sobras,” Yunho contestó, balanceándose de atrás hacia adelante.
Viendo el estado
mareado de Yunho, Jaejoong rápidamente volvió a la habitación para agarrar un
ventilador. Volvió a la sala, enchufó el ventilador y sopló todo el humo fuera.
Abrió todas las ventanas y agarró unos periódicos para ventilar a Yunho.
Changmin regresó y
sintió su cuerpo llenarse de nerviosismo cuando vio a Jaejoong despierto.
“Minnie,” Jaejoong
lo miró. “Ve a traerme hielo, por favor.”
Changmin asintió y
fue de vuelta hacia la cocina. Agarró una taza y abrió el congelador, agarrando
la bandeja de hielo. Puso unos cuantos hielos en la taza y regresó con
Jaejoong.
“Gracias,”
Jaejoong sonrió.
Changmin vio cómo
Jaejoong rasgaba su propia camisa y ponía hielo dentro. Lo amarró y gentilmente
palmeó con eso el cuello y rostro de Yunho con la fría prenda.
“Lo siento, Jae,”
Yunho agachó la mirada.
“¿Por qué?”
Jaejoong preguntó.
“Casi quemamos la
casa,” Yunho dijo.
“No ‘nosotros’,”
Changmin corrigió. “Yo.”
“Está bien,”
Jaejoong continuó palmeando el hielo sobre Yunho. “¿Aún tienes hambre, Minnie?
Puedo preparar algo.”
“Sólo me haré un sándwich,”
Changmin rascó su cabeza.
“No,” Jaejoong se
paró. “Prepararé algo.”
Agarró el
ventilador y apuntó hacia Yunho a la vez que le daba a Changmin el hielo.
“Palmea su cuello
y rostro, lenta y gentilmente,” dijo.
Changmin asintió y
vio a Jaejoong agarrar su delantal y amarrárselo a su casi expuesto torso. Miró
hacia Yunho, quien hacía lo mismo; mirar.
Kim Jaejoong solía
vivir solo en esa pequeña casa durante sus días en la secundaria. Cuando entró
a la universidad, se cruzó con Jung Yunho y Shim Changmin, dos atletas
estrellas.
Los dos nunca
fueron amigos de Jaejoong; demonios, ellos nunca notaron que Jaejoong existía.
Hasta que los
dormitorios se incendiaron.
La universidad,
inicialmente los mandaría a una casa diferente, pero demasiadas personas lo necesitaban
y era imposible encontrar techo para todas ellas. Por suerte para Yunho y
Changmin, Jaejoong era su compañero de laboratorio en química y les ofreció su
pequeña casa.
La primera vez que
escucharon la propuesta, se sintieron indignados. ¡¿Cómo se suponía que dos
atletas estrellas se refugiarían en un lugar tan pequeño?! Lo rechazaron. Pero
mientras los días pasaban, pronto descubrieron que los dormitorios no estarían
disponibles hasta el próximo año.
Sin ninguna otra
opción, tomaron todas sus cosas y se mudaron con Jaejoong.
Jaejoong cuidó de
los dos atletas como si fuesen su familia, cocinó para ellos, se aseguró de que
descansaran e inclusive los ayudó con su tarea. Cuando el año terminó, él
esperaba que ellos se marcharan y nunca regresaran.
Pero ese no fue el
caso.
Yunho y Changmin
desarrollaron un afecto muy grande por Jaejoong y no pudieron permitirse irse
cuando él hizo mucho por ellos. Decidieron quedarse y no recibieron ninguna
objeción.
Después de la
graduación, ellos aún no se van; no que a Jaejoong le importe.
Ahora, después de
2 años, los tres siguen viviendo en la pequeña casa, trabajando todo el día y
regresando a casa cansados en la madrugada.
“Jae,” Yunho
llamó. “¿Necesitas ayuda?”
“No,” Jaejoong
sacudió su cabeza. “Gracias de todos modos.”
“¿Seguro?”
Changmin preguntó.
Jaejoong asintió y
continuó con lo que sea que estaba preparando. Changmin miró hacia Yunho con
una mirada compungida.
“¿Qué hora es?”
Yunho preguntó, sus ojos aún sobre Jaejoong.
Changmin miró
hacia su reloj.
“4:57 am.”
“¡¿QUÉ?!” Yunho
gritó.
“¿Qué pasa?”
Jaejoong preguntó, asustado por la repentina explosión.
“¡Me tengo que ir
a trabajar!” Yunho corrió hacia la habitación.
Jaejoong apagó la
estufa y fue también hacia la habitación.
“Min,” asomó la
cabeza. “La comida está lista.”
Jaejoong caminó
entro y vio a Yunho tirar la ropa fuera de los cajones.
“¿Qué estás
buscando?” Jaejoong preguntó.
“Mi traje,” Yunho
respondió.
“Tómate una
ducha,” Jaejoong lo empujó hacia el baño. “Tendré todo listo.”
Yunho rápidamente
cerró la puerta y se desvistió para meterse a la ducha. Jaejoong fue hacia el
closet y sacó el traje de su gancho y lo esparció sobre la cama. Recogió la
ropa que Yunho había tirada y agarró un par de medias formales. Caminó fuera de
la habitación y se aseguró de que los zapatos de Yunho estuviesen en la puerta,
asintiendo a la vez que lo hacía. Regresó a la habitación y vio a Yunho sobre
la cama, su cuerpo húmedo a la vez que cogía su traje.
“¡No!” Jaejoong
gritó.
“¡Jae, me tengo
que ir!” Yunho protestó.
“¡Sécate!”
Jaejoong agarró la semi mojada toalla del piso.
“Pero yo─”
“Cállate,”
Jaejoong envolvió la toalla alrededor de la cintura de Yunho. “Ya regreso.”
Salió con prisa de
la habitación y se metió al baño, agarrando dos toallas más. Regresó como dijo
y tiró una de las toallas sobre su hombro.
“Sécate la cintura
y tus piernas,” le indicó. “Yo secaré el resto.”
“Pero Jae, yo─”
“Sólo hazlo.”
Jaejoong dijo a la vez que tiraba otra toalla sobre la cabeza de Yunho.
Viendo que
discutir era innecesario, Yunho dijo lo que le ordenó. Jaejoong frotó la toalla
contra los húmedos brazos de Yunho y sintió a Yunho alzar su pierna rápidamente
para secarla. Después de que el cabello del hombre estaba húmedo, Jaejoong
agarró la toalla sobre sus hombros y empezó a secar su torso. Podía sentir
todos los firmes músculos de Yunho bajo la tela y tragó hondo.
Eran
asombrosamente duros.
Yunho terminó de
secarse las piernas y vio a Jaejoong secar el resto de su cuerpo. A pesar de
los años que se conocen, nunca estuvieron así de cerca el uno del otro. Tomó
nota sobre las largas pestañas de Jaejoong, sus grandes ojos, su angular nariz,
sus enrojecidas mejillas y sus regordetes y rosados labios. Yunho tragó salida
y vio a Jaejoong retroceder.
“Toma,” Jaejoong
le pasó a Yunho unos boxers.
Yunho se aclaró la
garganta y rápidamente se los puso. Se paró a un lado de Jaejoong y ambos
tomaron rápidamente la ropa.
“¿Tienes
desodorante encima?” Jaejoong preguntó.
Yunho chasqueó los
dedos y se acercó al cajón para agarrar el pequeño tubo y abrirlo, lo frotó
contra sus axilas. Después de hacer eso, volvió con Jaejoong y levantó los
pulgares.
“Voltéate,”
Jaejoong dijo.
Yunho hizo caso y
vio a Jaejoong abrir los botones de su camisa detrás de él a través del espejo.
Metió su brazo derecho por su orificio y repitió el mismo paso con el
izquierdo. Se volteó alrededor y ayudó a Jaejoong a abotonar y luego agarró sus
pantalones mientras Jaejoong tomaba su corbata.
“Asegúrate de no
olvidarte de comer el almuerzo.” Jaejoong dijo a la vez que amarraba la corbata
alrededor del cuello de Yunho. “Y si vienes a casa temprano, asegúrate de que
Minnie coma, por favor. Tengo turno hasta tarde hoy.”
“¿De nuevo?” Yunho
se veía decepcionado.
“Si, mi manager se
enfermó.” Jaejoong asintió.
“¡Jae no has
tenido días libres en tres semanas!” Yunho exclamó.
“Lo sé,” Jaejoong
suspiró.
“¿Qué pasa si te
enfermas también?” Yunho preguntó.
“No pasará,”
Jaejoong sonrió. “¡Soy inmune a las enfermedades!”
Yunho miró hacia
Jaejoong con ojos tristes. A pesar de que Jaejoong dijera que estaría bien,
Yunho lo dudaba.
“Ve a trabajar,”
Jaejoong palmeó el hombro de Yunho. “Llegarás tarde.”
“Jae, yo─”
“Ve,” Jaejoong le
extendió su abrigo.
Yunho abrió su
boca para decir algo, pero fue empujado fuera de la habitación.
Jaejoong cerró la
puerta y puso su mano sobre su pecho. Su corazón latía rápidamente y le era
difícil respirar. Escuchó la puerta delantera cerrar y lentamente abrió la
puerta, caminó fuera de la habitación, hacia la sala.
“¿A qué hora
trabajas hoy?” Changmin salió de la cocina.
“Siete,” Jaejoong
contestó.
“¿Cuándo termina
tu turno?” Changmin preguntó.
“Alrededor de las
once o doce,” Jaejoong suspiró.
“¡¿Qué?!” Changmin
frunció el ceño. “¡¿De nuevo?!”
“Minnie, es que─”
“¡Jae, esos son diecisiete
horas! ¡Necesitas descansar; no solo esos estúpidos managers!” Changmin gritó.
“Minnie, yo─”
“¡¿Quién demonios
se creen ellos que son?!” Changmin continuó. “¡Has estado trabajando sin
descanso por tres semanas!”
“¡Si te molesta
tanto, puedes irte!” Jaejoong alzó la voz.
Changmin sintió su
corazón detenerse.
“Yo nunca he
tenido que trabajar tanto cuando estaba por mí mismo,” Jaejoong continuó.
“¡Pero desde que tú y Yunho vinieron, debo trabajar tres veces más de lo que
hacía antes! Sé que las horas son largas y sé que no he tenido un día de
descanso, ¡pero lo hago por ustedes!”
“Jae, yo─”
“No me molestan
ustedes,” Jaejoong bajó su voz. “Amo y disfruto su compañía, pero por favor
entiendan mi ética de trabajo.”
“Jae, lo siento.”
Changmin rápidamente abrazó al otro.
“No quería
gritarte,” Jaejoong le devolvió el abrazo. “Por favor ignora lo que he dicho.”
“Tienes todo el
derecho de estar alterado,” Changmin lo estrechó más. “Lo siento.”
“Por favor, no se
vayan,” la voz de Jaejoong se quebró. “Por favor.”
“No lo haremos.”
Jaejoong se alejó
de Changmin y vio a Yunho parado en la puerta.
“¿Qué estás
haciendo aquí?” Jaejoong entró en pánico.
“Llamé para decir
que estoy enfermo,” Yunho respondió.
“Pero─”
“Jaejoong nunca
debes sentir que somos tu responsabilidad.” Yunho se acercó caminando.
“Pero yo─”
“Changmin y yo
estamos muy agradecidos por tu hospitalidad y tratamos de agradecértelo, pero
siempre estás trabajando,” Yunho aflojó su corbata. “Es como si nos estuvieras
evitando.”
“No,” Jaejoong
sacudió su cabeza. “Es sólo que…”
Hubo una pausa.
“¿Qué?” Changmin
preguntó.
“Es sólo que…”
Jaejoong mordió sus labios. “Yo… te amo.”
Yunho y Changmin
se miraron entre sí.
“¿Quién?”
preguntaron al unísono.
Que lindo es Jaejoong, tan amable y gentil con los que ahora considera sus mejores amigos, pero lo que hasta ahora de lo que se están enterando ellos, es de que Jae trabaja tanto por no estar en su casa, ya que se ha enamorado...
ResponderBorrarEsta lindo y tierno.
Gracias!!!
Ohhhhhh cielos waaa pobre jae no descansa y más con esos hombres q t ayunden con los gastos pon orden jejeje. Para quien será esa declaración yo creó q va más para Yun pero quien sabe jejeje
ResponderBorrarJaejoong se declaro pero a quien?! ..... bueno es un trio supongo que sera a los dos.
ResponderBorrarJaejoong hace tanto por ellos ya es momento que ellos correspondan... XD
Gracias!!
pobre Jae tan trabajador por cuidar de Yunho y Min espero que los muchachos le echan la mano con los gastos así Jae tenga tiempo para que descanse
ResponderBorrarpero a quien amara Jae espero que a Yunho
Gracias
Me urge leer la segunda parte, yah, me eh quedado picada con lo que va a pasar, ihh. <3
ResponderBorrarpucha como se esfuerza jae por yunho y changmin y como los cuida ¡¡ y sobre todo es por lo ama pero a cual de los dos? gracias por el capi
ResponderBorrar:O de quien esta enamorado Jaejoong?!
ResponderBorrarJae si es admirable como cuida y consiente a ambos... :3
A quién ama Jae??.??
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