¡Silencio! ¡Estamos en la biblioteca!

Autora: shinwavee
Género: AU, Romántico
Advertencia: Lemon

Sumario: Yunho revisa un libro… y también al bibliotecario.

Traducción: JadeJung

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Yunho corría calle abajo mientras miraba su reloj.

“¡Mierda!” maldijo.

Corrió más rápido e hizo un giro brusco hacia la derecha, corriendo hacia la librería. Entro y miró sobre el escritorio.

“Estaba a punto de cerrar,” una voz lo asustó.

Se volteó y sonrió.

“Solo necesito regresar esto,” Yunho se encogió de hombros.

El bibliotecario sacudió la cabeza y sonrió.

“No habría cobrado la cuota,” se rió.

“Y yo no hubiese venido,” respondió Yunho. “Odio estar tarde.”

“Vamos,” rió el bibliotecario. “Lo registraré por ti.”

Yunho caminó hacia el escritorio y vió al bibliotecario tipear en la computadora. Se quedó hipnotizado viendo los delgados dedos del bibliotecario presionar las teclas y luego sus ojos se fueron hacia el cuello y clavículas de este. Tagó saliva al ver que la camisa de cuello V revelaba parte del esbelto pecho del bibliotecario y sacudió su cabeza a la vez que pensamientos subidos de tonos cruzaban por su mente.

“Listo,” sonrió el bibliotecario.

“Gracias,” Yunho sonrió agradecido.

Silencio incómodo.

“Así que,” dijo Yunho. “¿Cómo te llamas?”

“Jaejoong,” respondió el bibliotecario.

“Es un bonito nombre,” sonrió Yunho

“Gracias,” Jaejoong se sonrojó y bajó la mirada.

“No hay de qué,” Yunho se encogió de hombros.

“¿Y el tuyo?” preguntó Jaejoong.

“Yunho,” respondió Yunho.

Jaejoong sonrió y Yunho podía sentir mariposas revolotear sus alas rápidamente en su estómago.

“Vienes seguido,” continuó Jaejoong. “¿Puedo preguntar qué clase de libros te gusta leer más?”

“Uh…” Yunho fue tomado con la guardia baja. “Acción.”

Jaejoong sonrió con acuerdo y luego volvió a mirar a Yunho.

“¿Cuál es tu libro favorito?” preguntó.

“No tengo,” Yunho se encogió de hombros.

“Aw vamos,” Jaejoong hizo un pequeño puchero. “Debe haber uno.”

“Hm…” Yunho lo pensó por un rato. “Tal vez haya uno, pero no te lo diré tan fácilmente.”

“¿Cuál es la trampa?” Jaejoong apoyó sus codos sobre el mostrador.

Se inclinó hacia adelante y más piel nívea fue revelada; Yunho tragó una gran cantidad de saliva formada en su boca y sacudió la cabeza.

“Cena,” dijo de manera casual.

“¿Solo una cena?” Jaejoong levantó una ceja.

“Claro,” sonrió Yunho.

Conectaron miradas durante un breve momento y luego las apartaron. Yunho aclaró su garganta y pasó su mano a través de su cabello.

“Tal vez debería irme,” dijo.

“Yo también,” se rió Jaejoong.

“Así que, ¿te veo a las 8?” preguntó Yunho.

“Claro,” Jaejoong asintió. “¿Dónde?”

“¿Qué te parece La Dolce Vita?” dijo Yunho. “Yo invito.”

“Okay,” sonrió Jaejoong.

Permanecieron en otro incómodo silencio y luego Yunho se fue, dejando a Jaejoong suspirar pesadamente.

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Yunho camino calle abajo y sonrió para sí mismo; la única razón por la que él va a la biblioteca es por el bibliotecario.

Jaejoong.

Y ahora tienen una cita; cena…

Y tal vez un poco más.

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Jaejoong cerró la biblioteca e hizo su camino hacia el estacionamiento. Fue hacia su carro y entró, conduciendo fuera de la entrada de autos.

Recuerda el primer día que vio a Yunho; noche lluviosa, ráfagas de viento y solo un mal día para estar afuera. Yunho, claro, estaba fuera con ese clima, tratando de atrapar una cometa que se le había escapado a un niño. La cometa voló dentro de la biblioteca y Jaejoong, teniendo reflejos más rápidos que un gato, lo atrapó antes de que fuese a otro lado. Yunho corrió dentro y vio la cometa sana y salva. Suspiró aliviado y sonrió feliz.

“¿Puede darme la cometa?” preguntó.

Jaejoong no respondió; en cambio, se encogió de hombros y se la tendió.

Ambos estuvieron completamente ensimismados en la apariencia del otro y empezaron a verse antes de apartar la mirada para regresar a la realidad.

Jaejoong se volteó inmediatamente y pretendió estar ocupado; Yunho se fue poco después.

Desde aquella vez, Yunho comenzó a ir regularmente.

Mientras que continuaba fantaseando su cena con Yunho. Imaginó que sería romántico y con velas, algo horriblemente cliché para su gusto, pero valdría la pena. Luego imaginó qué harían luego de cenar y se lamió los labios.

“¡Omo!” Jaejoong se sonrojó. “¡¿Qué estoy pensando?!”

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Restaurante La Dolce Vita

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Yunho esperó afuera y entonces vio el carro de Jaejoong acercarse. Sonrió a sí mismo y esperó a que Jaejoong se estacionara. Una vez que estaba afuera, Yunho caminó hacia él.

“Hey,” dijo.

“Hey,” sonrió Jaejoong.

“Vamos,” Yunho ofreció su brazo.

Jaejoong lo tomó encantado y caminaron hacia adentro.

“Hola,” la camarera hizo una reverencia. “Bienvenidos a La Dolce Vita.”

“Hey Adi,” Yunho sonrió.

“Yunho,” Adi le sonrió. “¿Mesa para dos?”

“Sí, por favor.” Yunho asintió.

“Por aquí,” Adi los dirigió.

Los guio hacia una mesa y luego sacó su lapicero y libreta.

“¿Algo para tomar?” preguntó.

“Pediremos el especial,” Yunho respondió.

Adi asintió y se alejó, dirigiéndose hacia la cocina.

“¿Conoces a las personas de aquí?” preguntó Jaejoong.

“Puedes decirlo así,” Yunho se encogió de hombros.

Jaejoong asintió entendiendo y vio a Adi regresar con una botella de vino.

“¿Ya saben qué van a pedir para comer?” preguntó Adi.

“Ensalada,” dijo Jaejoong.

“Okay,” asintió Adi. “¿Y para ti, Yunho?”

“Lo usual,” dijo Yunho.

Asi hizo una reverencia y dejó a Yunho y a Jaejoong esperar por sus pedidos.

“Así que,” Jaejoong se inclinó hacia adelante. “Dime la verdad.”

“¿Acerca?” Yunho levantó una ceja mientras agarraba el vino.

“¿Te estás acostando con ella?” respondió con una pregunta Jaejoong.

“¿Por qué?” Yunho sonrió. “¿Celoso?”

“No,” Jaejoong chasqueó la lengua. “Sólo curiosidad.”

“Bueno, en ese caso,” Yunho sirvió el vino. “No; estoy seguro de que te das cuenta del por qué.”

“No, en realidad no.” Jaejoong sonrió. “Dímelo.”

“Tengo mis ojos puestos en alguien más,” Yunho levantó su copa.

“Me pregunto quién será,” Jaejoong también levantó su copa.

“Es un secreto,” Yunho guiñó.

“Salud,” Jaejoong sonrió. “Por la persona anónima que ha capturado tu corazón.”

“Salud,” Yunho le sonrió de vuelta.

Chocaron sus copas y tomaron el líquido fermentado que les cosquilleaba las papilas gustativas exquisitamente mientras que su noche comenzaba.

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Después de la cena.

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Jaejoong y Yunho estaban sentados dentro del carro del primero, con el calor subiendo entre ellos. Se estaban besando, más bien haciéndolo,  mientras que sus lenguas batallaban con la ajena y peleaban para dominar. Se apartaron lentamente y se dieron pequeños besos varias veces antes de juntar sus frentes y sonreír.

“Gracias por el viaje,” Yunho besó a Jaejoong.

“Gracias por la cena,” sonrió Jaejoong.

Se besaron una vez más con un poco más de fuerza y les fue difícil apartarse.

“Me tengo que ir,” susurró Yunho.

“Yo también,” Jaejoong le susurró.

“Te veo después,” Yunho besó a Jaejoong antes de abrir la puerta.

“Hey, Yun,” llamó Jaejoong.

“¿Si?” respondió Yunho.

“Deberíamos hacer esto más seguido,” sonrió Jaejoong.

“Por supuesto,” Yunho sonrió y cerró la puerta.

Se quedó en su lugar y vio a Jaejoong irse.

La cena fue bastante deliciosa.

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Yunho fue a la biblioteca al día siguiente y vio a Jaejoong poniendo libros. Sonrió y caminó hacia él, poniendo sus manos sobre los ojos de Jaejoong.

“Yunho,” Jaejoong rio. “Estoy trabajando.”

“Te extrañé,” Yunho susurró a la vez que lo dejaba libre.

“Nos vimos anoche,” sonrió Jaejoong.

“Eso fue anoche,” Yunho hizo un puchero. “Hoy no te he visto.”

Jaejoong se rió y sacudió su cabeza mientras continuaba trabajando y poniendo los libros en el carrito.

“¿Podemos cenar de nuevo hoy?” preguntó Yunho.

“¿De nuevo?” Jaejoong levantó su ceja.

“¿Qué te parece una película?” sugirió Yunho.

“No me gustan las películas,” dijo Jaejoong. “Es por eso que trabajo en una biblioteca.”

“Bueno, ¿qué te parece si vamos a algún lugar que quieras ir?” preguntó Yunho.

“Tal vez en otra ocasión,” Jaejoong se encogió de hombros. “Estoy un poco cansado.”

Yunho no lo pudo soportar más; empujó a Jaejoong hacia él y tomó sus labios en un rudo, pero apasionado beso. Ambos gimieron ante el encuentro y Jaejoong empujó a Yunho contra el estante. Unos cuantos libros cayeron al piso y Yunho levantó a Jaejoong, enredando las piernas de este alrededor de su cintura. Sentó a Jaejoong en un mostrador cercano y rápidamente le arrancó la ropa. Jaejoong sacó la camisa de Yunho y dejó que se resbalara por sus dedos, todo eso mientras manoseaba el miembro de Yunho.

“Mierda,” maldijo Yunho. “Sigue actuando así y no serás capaz de caminar.”

Jaejoong mordió sus labios de manera seductora y empezó a remover los jeans de Yunho. Los desabotonó y bajó rápidamente la cremallera, empujándolos con todo y boxers. Se quedó mirando la longitud de Yunho y tragó saliva.

“¿Pasa algo?” Yunho besó el cuello de Jaejoong.

“N-Nada,” Jaejoong sacudió su cabeza. “Sólo que eres grande; eso es todo.”

Yunho se rió y mordisqueó la clavícula de Jaejoong; Jaejoong serpenteó sus brazos alrededor del cuello de Yunho y vio las hábiles manos de este trabajar en quitarle sus jeans. Le dio espacio a Yunho para que los deslice y ambos frotaron sus desnudos cuerpos contra el ajeno. Gemidos escapaban de sus bocas y Jaejoong jadeó.

“Yun,” jadeó. “¡Debemos guardar silencio!”

“¿Por qué?” Yunho lo besó.

“La biblioteca aún está abierta,” susurró Jaejoong. “¡Las personas pueden escucharnos!”

“Déjalos,” Yunho sacudió sus hombros. “No me importa.”

Yunho atacó el cuello de Jaejoong y Jaejoong gimió suavemente. Llevó sus manos a través del cabello de Yunho y mordió sus labios satisfecho. Yunho lo echó sobre el suelo y lo besó sensualmente mientras paseaba su lengua sobre los labios de Jaejoong. Jaejoong le permitió la entrada y sus lenguas danzaron con la otra. Yunho acariciaba el cuerpo de Jaejoong, moviendo sus dedos por la piel de porcelana y trabajando cada centímetro del delicado cuerpo. Jaejoong tembló a la vez que trataba de controlar el temblor de éxtasis que sabía no podría.

“Jaejoong,” susurró Yunho. “Tengo que decirte algo.”

“¿Qué?” jadeó Jaejoong.

“Te amo.” dijo Yunho suavemente.

Jaejoong dejó que las palabras se fundieran en sus oídos y se sonrojó mientras veía dentro de los ojos de Yunho.

“Yo también te amo.” sonrió Jaejoong

Se besaron una vez más y luego Yunho besó cuesta abajo del torso de Jaejoong hasta su cintura, deteniéndose en el ombligo.

“Yunho…” Jaejoong se sonrojó.

“Shh…” Yunho tomó el chorreante miembro de Jaejoong.

Lo frotó lentamente primero y luego aceleró, causando que Jaejoong arquee su espalda de placer.

“Mierda…” Jaejoong mordió sus labios.

Yunho tomó el pene de Jaejoong dentro de su boca y movió su cabeza lo más rápido que podía. Jaejoong trataba de cubrir sus gemidos y encarnó las uñas en el piso de áspera alfombrilla; Yunho canturreó, mandando vibraciones al cuerpo de Jaejoong y dejándolo temporalmente inmóvil mientras la satisfacción lo recorría.

“Yunho… oh Dios…” Jaejoong tragó saliva.

Yunho succionó más fuerte y masajeó las bolas de Jaejoong con una mano mientras la otra estaba frente a su boca. Sin necesidad de ningún contacto verbal, Jaejoong deslizó los dedos de Yunho en su boca y los humedeció vigorosamente. Gimió contra ellos ligeramente y Yunho apartó su mano lentamente. Separó las piernas de Jaejoong y frotó sus dedos alrededor de la rosada entrada que lo seducía.

“Yun…” Jaejoong se revolvió.

“Tengo que humedecer alrededor primero,” Yunho acercó su rostro más cerca entre las piernas de Jaejoong.

Jaejoong tembló y sintió el aliento de Yunho cosquillearle a la vez que su lengua se arremolinaba en movimientos circulares.

Después de sentir que estaba lo suficientemente húmedo, Yunho retrocedió y posicionó su pene frente a la entrada de Jaejoong. Empujó ligeramente y gruñó al sentir la resistencia.

“Relájate,” susurró.

Jaejoong asintió y cerró sus ojos; Yunho volvió a tratar y no sintió tanto rechazo. Se mantuvo empujando hasta que estaba completamente envuelto por el calor y miró hacia Jaejoong. Estaba respirando pesadamente y su rostro estaba arrugado de dolor.

“Jaejoong…” Yunho se acercó. “Todo saldrá bien.”

“Du… duele…” Jaejoong respondió sin respiración.

“Shh…” Yunho acarició la mejilla de Jaejoong.

Jaejoong tiró su cabeza hacia atrás y trató de calmarse, pero era muy difícil. Se agarró de los hombros de Yunho y hundió sus uñas a la vez que sentía a Yunho moverse lentamente.

“Yunho…” gimió Jaejoong.

“Shh…” Yunho lo besó suavemente. “Te pueden oír.”

Jaejoong mordió sus labios y envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Yunho mientras se sentía lleno con la dura carne de Yunho.

“Oh Dios…” Jaejoong cerró sus ojos.

Yunho tomó el pene de Jaejoong y lo masajeó duro, esperando poder distraerlo. Jaejoong respondió de la manera que quería; ronroneó y lamió sus labios seductoramente a la vez que Yunho lo satisfacía.

“Más rápido…” rogó Jaejoong.

Yunho sonrió a la vez que cumplía y aceleró sus embestidas y bombeos. Jaejoong rodó sus ojos hacia atrás a la vez que se cumplía su deseo.

“Yunho… ahh… ahh… mierda…” Jaejoong gimió.

“Jaejoong… demonios…” Yunho fue más duro.

“¡Ahh!” Jaejoong aulló. “¡Yunho!”

Yunho dejó el pene de Jaejoong y lo besó agresivamente, tomando su respiración que quedaba en sus pulmones. Jaejoong se sostuvo de los hombros de Yunho y gimió contra sus labios a la vez que Yunho continuaba fuerte y profundo dentro de él.

Yunho se salió de Jaejoong y se echó sobre su espalda a la vez que arrastraba a Jaejoong con él. Jaejoong posicionó el pene de Yunho de nuevo en su interior y gimió bajo cuando empezó a moverse.

“Yun… mierda… muy grande…” Jaejoong se sostuvo del pecho de Yunho.

Yunho tomó una vez más el pene de Jaejoong y lo bombeó rudo. Jaejoong podía sentir la parte inferior de su cuerpo inundarse de placer y rebotó más rápido sobre Yunho. Podía sentir cada centímetro del pene de Yunho, profundamente dentro de él y eso lo llevaba a la locura con satisfacción.

“Oh demonios…” Yunho gruñó. “Jae…”

Jaejoong jadeó a la vez que Yunho empezó a embestir dentro de él una vez más. Jaejoong se agachó y lo besó rudo, deslizando su lengua dentro de la seca boca de Yunho y arremolinándose a su gusto. Yunho gimió en la boca de Jaejoong y sintió sus salivas escapárseles de los labios mientras que el beso se volvía más húmedo y pasional.

Jaejoong se apartó y ronroneó a la vez que besaba a Yunho y succionaba su cuello. Cuando se embistió, de igual manera, arremetió contra la próstata de Jaejoong, causando que este gimiera alto.

“¡Ahí mismo!” Jaejoong hizo una mueca de dolor. “¡De nuevo!”

Sin poder negársele a Jaejoong del inmesurable sentimiento, Yunho repitió sus acciones y oyó a Jaejoong gemir de placer. Yunho podía sentir las paredes de Jaejoong pulsar a su alrededor y él sabía que si continuaban así, él llegaría pronto.

“¡Yunho!” gritó Jaejoong.

Yunho extendió las nalgas de Jaejoong y arremetió con fuerza dentro de él; Jaejoong podía sentir las bolas de Yunho chocar contra él y gimió a la vez que sentía el calor nacer en su estómago.

“¡Más!” Jaejoong tiró su cabeza hacia atrás. “¡Ahh!... ¡Me vengo!”

Yunho sintió sus bolas tensarse y tomó los labios de Jaejoong una vez más a la vez que Jaejoong se corría entre ellos. Yunho sintió su pene ser succionado y las estrechas paredes pulsaron alrededor suyo, causando que disparara su semilla, profundo, dentro del cuerpo de Jaejoong.

Nunca separaron sus labios; sintiendo la dependencia por el otro. Yunho envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Jaejoong y lo sostuvo cerca a la vez que sus lenguas luchaban. Se separaron lentamente y Jaejoong se bajó de Yunho, agarrando su ropa que fue tirada sin cuidado.

“¿Así que esto nos hace oficiales?” Yunho preguntó.

“Depende,” Jaejoong sonrió mientras que le daba los boxers a Yunho.

“¿En qué?” Yunho sonrió de vuelta y le tiró su camisa.

“¿De verdad lo decías en serio cuando dijiste que me amabas?” Jaejoong preguntó.

“Por supuesto que sí,” Yunho respondió.

“Entonces sí,” Jaejoong se agachó para besar a Yunho.

“Jae… ropa…” Yunho dijo entre besos.

“Mm… espera…” dijo Jaejoong.

“No quiero… mm… que las personas… nos vean… desnudos…” Yunho profundizó el beso.

Jaejoong ignoró el comentario y continuó perdiéndose en los labios de Yunho. Levantó la cabeza cuando escuchó pasos, inmediatamente se apartó y agarró su ropa.

“Cálmate,” Yunho se rió. “Fui yo.”

Jaejoong vio la mano de Yunho sobre la alfombra e hizo un puchero.

“Pensé que me amabas,” sacó su lengua.

“Lo hago,” Yunho se sentó. “Y yo debo ser el único en verte desnudo.”

Jaejoong sonrió ante el comentario y ambos empezaron a vestirse. Cuando todo estaba dicho y  hecho, se ensimismaron en el calor ajeno.

“Deberíamos hacer esto más seguido,” Yunho sonrió.

“Deberíamos,” Jaejoong concordó. “Y yo debería ir arriba la próxima vez.”

“De ninguna manera,” Yunho se carcajeó. “Yo soy el que lanza y tú el que atrapa.”

“¿Por qué?” Jaejoong hizo un puchero.

“¿De verdad quieres que responda eso?” Yunho levantó su ceja.

“Si,” Jaejoong asintió.

“Tu trasero es más follable que el mío,” Yunho susurró. “Tan suave, esponjoso, jugoso y apretado…”

Jaejoong se sonrojó y pegó el brazo de Yunho juguetonamente.

“Sabes que en el fondo te gusta atrapar,” Yunho apretó su agarre alrededor de Jaejoong.

“Hm,” Jaejoong sonrió.

“Y te gusta que yo sea quien lance,” Yunho besó su mejilla.

Jaejoong rió antes de poder decir algo, Yunho frunció el ceño.

“¡Silencio!” siseó. “¡Estamos en la biblioteca!”

Jaejoong se carcajeó y besó una vez más a Yunho a la vez que ambos apretaban su agarre alrededor del otro y sentían sus ojos cerrarse como si no les importara el mundo.

-Fin.