¿Bien? ¿Estaba bien? Jaejoong levanto la cabeza
para mirar a Yunho, preguntándose si Yunho había perdido el juicio. Por supuesto
que no estaba bien. Acababa de tener sexo por primera vez en su vida. Y le
había gustado mucho. No entendía por qué Hyunjoong lo había mantenido protegido
de esto. Si Jaejoong hubiera sabido que este placer había estado allí esperándolo,
él habría dejado hace años a Hyunjoong. No tenía ni idea de que podría ser de
esta manera entre dos personas.
Jaejoong quería más. —Así que, ¿cuántas veces
podemos hacer esto?
Jaejoong
sonrió al escuchar la risa profunda que salió de la boca de Yunho. —Podemos
hacerlo todas las veces que queramos. Sin embargo, mi pequeño maniaco sexual, tenemos
primero que alimentarnos. No tenemos suficiente alimento, el combustible no es
suficiente. El combustible no es…
—Sí,
sí, lo entiendo. Sin combustible, no podemos.— Jaejoong contestó mientras se
sentaba de nuevo. —Yo soy un mecánico, ya sabes.
—No
es así, tú ya no lo eres. Ahora tú eres mi mascota— Yunho le recordó mientras
él se retiraba con cuidado de Jaejoong, y los hacía rodar hacia un lado.
—Si
le agregas sexo a eso, yo puedo estar de acuerdo contigo.
Jaejoong
sonrió cuando las cejas de Yunho se movieron. Jaejoong era realista. Sabía que
ahora pertenecía a Yunho. No había mucho que pudiera hacer al respecto, incluso
si quisiera. Solo que no veía la necesidad de protestar. Él estaba en una buena
posición con Yunho y él lo sabía.
Yunho
era lo suficientemente grande y lo suficientemente fuerte como para protegerlo
de casi todo y todos. Si todo lo que quería a cambio era a alguien que cuidara
de él y que le diera alivio, Jaejoong era todo lo que él necesitaba. Eso significaba
que iba a ser un esclavo sin mente, sin embargo. Yunho le había negado ese
derecho desde el principio. Oh, Jaejoong no tenía ninguna duda de que podría
ser tan obediente como debía. Él todavía tenía dudas acerca de por qué Yunho
había matado al hombre en la planta baja.
—¿Tu
puedes estar de acuerdo?— Yunho preguntó.
Jaejoong
se encogió de hombros. —Suena mejor mascota sexual. Me da un nombramiento
definitivo, ¿No crees? Quiero decir, cualquiera puede ser una mascota. Pero yo
soy una mascota sexual. Yo soy más que una mascota normal.— Jaejoong razonó.
Sonaba plausible para él.
Yunho
lo miró fijamente, en silencio durante un largo tiempo, Jaejoong se preguntó si
había sobrepasado sus límites. Era más que una broma. Jaejoong quería ser más
para Yunho que una mascota, pero no estaba totalmente seguro si le gustaría que
lo llamaran mascota sexual. Tal vez Yunho no tenía sentido del humor.
—¿Mascota
sexual?— Yunho dijo mientras rodaba hacia un lado de la cama y bajaba las
piernas.
Jaejoong
se empujó con el codo hacia arriba, mientras miraba a Yunho sentarse. —Tú no
tienes que llamarme mascota sexual, si tu no lo deseas. Acabo de pensar…—
Jaejoong dejó de hablar cuando Yunho se puso en pie y caminó hacia el baño,
dejando a Jaejoong sin palabras.
Bien, Yunho no tenía sentido del humor. Y obviamente, Jaejoong iba
a seguir siendo una mascota y no iba a ser ascendido a una mascota sexual. Tal
vez no se había ganado el derecho a ser considerado la mascota sexual de Yunho.
Y tal vez Yunho no había quedado satisfecho con él. ¿Por qué debería estarlo? ¿Jaejoong
qué sabía acerca del sexo? Todo lo que sabía lo había aprendido en las últimas
horas de Yunho.
Que
no era mucho como para aprender cómo agradar al líder de los Death Dealers. Cuando
Jaejoong se rodó a un lado de la cama y se sentó, él realmente deseaba haber mantenido
la boca cerrada. Él no debería haber dicho nada en absoluto. Era obvio que Yunho
estaba molesto con él. Yunho no podía estar absolutamente enojado, pero no
parecía satisfecho, tampoco.
—Vístete
y te llevaré a la planta baja para comer con Hodong.
Jaejoong
miró hacia arriba para ver a Yunho caminar de regreso a la habitación. Lo vio
cruzar la habitación hacia la cómoda y agarrar una camisa de color negro y
metérsela por la cabeza. Entonces agarró un par limpio de pantalones color
negro y algunos calcetines.
—Sí,
Yunho— Jaejoong respondió en voz baja mientras se levantaba y se acercaba a su
bolsa de ropa sucia. Metiendo la mano en la bolsa, Jaejoong sacó un par de
artículos fuera a la vez, los olio para ver si estaban más limpios. Después de
olerlas finalmente se puso una camisa de color marrón oscuro y un par de jeans
gastados.
Jaejoong
volvió a mirar a Yunho, sus ojos al instante fueron al collar y la correa que Yunho
sostenía en su mano. Él no quería usarlos. Se dirigían a la planta baja donde
todos podrían verlo, todo el mundo sabría lo que era.
—No
es necesario eso— Jaejoong dijo rápidamente. —No voy a escapar.
—No
estoy preocupado porque escapes, Jaejoong. Hasta que pueda marcarte permanentemente,
tú tienes que usar el collar cuando salgamos de la habitación.
Jaejoong
hizo rodar su hombro un poco. Él miro el collar y la correa con disgusto. —¿Solamente
puedo llevar el collar?—
Tal
vez eso no sería tan malo. El espíritu de Jaejoong se cayó cuando Yunho negó
con la cabeza. Cerró los ojos brevemente, orando por conseguir valor, para
sobrevivir a su nueva vida con cierta dignidad. Abriendo los ojos, Jaejoong se
acercó a Yunho y se dio vuelta para que le pusiera el collar en el cuello. El
cuero negro se sentía frio contra su piel cuando Yunho lo envolvió alrededor de
su garganta e hizo clic al cerrarse la cerradura.
Jaejoong
se pasó las manos por el cuello, tirando del collar un poco. Se sentía
ridículo. Él llevaba un collar y una correa de perro. Tal vez esa fuera la
interpretación de una mascota. Jaejoong en serio había pensado que sería un
compañero o algo así.
Cuando
Yunho tiró de la correa y sacó de la habitación a Jaejoong, éste se dio cuenta
que había sido un error. No era el compañero de Yunho. No compartiría momentos
robados con él, o lo acompañaría, o algo más, Jaejoong solo había fantaseado. Era
una mascota, una posesión para Yunho, al igual que la motocicleta de Yunho.
Jaejoong
incluso dudaba que hubiera algo que decir sobre su futuro a partir de ahora. Jaejoong
sintió que las lágrimas llenaban las esquinas de sus ojos, cuando se dio cuenta
que una vez más estaba a merced de otra persona y no parecía tener ninguna
salida.
Su
vida, su bienestar, incluso su capacidad de respirar, estaban en las manos de Yunho. Jaejoong se preguntó qué le sucedería si se portaba mal. ¿Jaejoong sería
castigado por no complacer a Yunho? ¿Sería
asesinado como el hombre de la noche anterior?
Jaejoong
de repente se sintió miserable. Dejó caer la cabeza hacia abajo, viendo como
ponía un pie delante de otro. Él no levantó la mirada para ver hacia dónde se
dirigían. No le importaba. Él solo siguió a Yunho, se detenía cuando Yunho lo hacía,
caminaba cuando Yunho lo hacía.
—Hodong—
Yunho dijo trayendo de regreso a Jaejoong de sus pensamientos sombríos. —Él es Jaejoong.
Tenemos que conseguir que tenga un poco más de carne sobre sus huesos. Solo ha comido
arroz y salsa por un buen rato. Espero que tú puedas ser capaz de interesarlo
con tu buena cocina.
Jaejoong
levantó la vista cuando un hombre bajito, grueso y calvo, se acercó a él. Era
varios centímetro más bajo que Yunho, casi tan bajo como Jaejoong, pero parecía
tan intimidante. Jaejoong dio un paso atrás, más cerca de Yunho.
—¿Qué
te gustaría comer, muchacho?— Hodong le preguntó.
—Oh,
tu ni siquiera querrás entrar en eso, Hodong.— Yunho se echó a reír. —Te puedo
decir ahora mismo, que la respuesta solo te llevará a la locura. Solo
proporciónale una gran variedad de platos hasta que sepamos cuales le gustan y
cuáles no.
Yunho
se echó a reír mientras guiaba a Jaejoong al comedor. Jaejoong lo siguió
lentamente detrás, arrastrado por la correa que estaba unida al collar alrededor
de su cuello. El nivel del ruido de la habitación en la que entró lo sorprendió
tanto que miró hacia arriba. Lo que Jaejoong vio lo sorprendió.
Parecía
igual que un restaurante normal. Mesas y cabinas llenaban la sala. El nivel de
ruido en la habitación venía de la multitud de gente que se sentaba aquí y
allá. Algunos charlaban y otros comían. Todo el mundo parecía estar disfrutando
inmensamente.
Lo
que realmente sorprendió a Jaejoong y lo hizo sentirse muy incómodo eran los
hombres y mujeres sentados en el suelo. Los collares y correas que llevaban
tenía un aspecto similar al suyo y todos parecían estar sentados a los pies de
otros. Jaejoong supo al instante que eran mascotas, al igual que él.
Con
ese pensamiento en mente, Jaejoong siguió a Yunho a un lado de la habitación a
una cabina de medio círculo grande cerca de la pared del fondo. Cuando Yunho se
detuvo junto a la cabina, Jaejoong miró a su alrededor otra vez, luego al piso
junto a los pies de Yunho. Él sabía lo que se esperaba de él.
Con
una gran cantidad de temor, Jaejoong comenzó a arrodillarse a los pies de Yunho
solo para sentir una mano que lo agarraba del brazo a mitad del camino hacia el
suelo. Jaejoong miró a Yunho.
—No,
Jaejoong, tú te sientas en la mesa conmigo.
—Pero.—
Jaejoong agito su mano alrededor de la sala señalando a las otras mascotas sentadas
en el suelo —las otras mascotas están sentadas en el suelo.
Yunho
levantó a Jaejoong y le señaló la cabina. —Regularmente las mascotas se sientan
en el suelo, Jaejoong. Pequeños sexys hombres que han sido elevados a la
categoría de mascota sexual, se sientan en la mesa.
—¿Mascota
sexual? ¿En serio?— Jaejoong Susurró.
Jaejoong
no pudo evitar la sonrisa en su cara cuando Yunho asintió con la cabeza. Su
anterior mal humor de repente se fue volando y fue sustituido por placer. Se
acercó a la cabina y se deslizó para sentarse, dejando espacio para que Yunho
se sentara junto a él.
Tenía
ganas de saltar de la alegría. Yunho lo había escuchado y estaba de acuerdo en
ascender a Jaejoong a una mascota sexual. Si, todavía era una mascota. Si,
todavía era una posesión. Pero ahora, él era más que eso.
—¿Hambre?—
Yunho preguntó.
Jaejoong
asintió con la cabeza. De pronto se sintió hambriento. Él juntó las manos en su
regazo, mientras esperaba, ansioso que la comida llegara. Le resultaba difícil
quedarse quieto.
—Creo
que después del desayuno, vamos a ir a hablar con MICKY sobre tu marca.— Yunho
dijo —¿Qué te parece?
—¿Mi
marca?— Jaejoong preguntó con curiosidad.
Él
sintió la caricia de la mano de Yunho contra su cuello —Si, cuando un protector
reclama a una mascota, a la mascota se le da una marca permanente, como un
tatuaje, que dice que le pertenece a ese protector. Cada marca de protector es diferente,
única.
Los
ojos de Jaejoong vagaron alrededor de la habitación. Comenzó a darse cuenta de
lo que se le había pasado antes. Algunas mascotas llevaban collares y correas,
pero aún más llevaban marcas en el cuello. Algunos llevaban los tres.
—¿Por
qué no todo el mundo tiene una marca?
Yunho
se encogió de hombros. —Las mascotas por lo general no se marcan hasta que el
protector no haya decidido mantener de forma permanente a la mascota. Hasta entonces,
llevan un collar y una correa.
—¿Tú
me vas a mantener de forma permanente?— Jaejoong preguntó sorprendido, y por la
gran cantidad de placer que sintió.
Yunho
sonrió. Estiró la mano y le acarició el lado de la cara de Jaejoong. —Estoy
definitivamente manteniéndote, Jaejoong.
Jaejoong
no podía dejar de sonreír. Sabía que debía parecer un tonto, pero las palabras
de Yunho le emocionaron hasta llegar a los dedos de los pies. —¿Todavía tengo
que usar el collar y la correa si me das esa marca?
—A
veces, pero generalmente no. Mi marca debe ser suficiente para disuadir a la
mayoría para que se mantengan alejados de ti.— Yunho parecía un poco
avergonzado, y Jaejoong lo encontró lindo. —Habrá momentos en los que tendrás
que usar el collar y la correa, Jaejoong, por tu propia seguridad. Lo siento.
Por
alguna razón que no podía entender, él creía en Yunho. —Está bien.
Yunho
lo miró sorprendido. —¿Está bien? ¿Eso es todo? ¿No vas a discutir conmigo?
—¿De
qué serviría que lo haga? Soy una mascota, ¿Recuerdas?— Jaejoong deseaba poder
regresar las palabras de nuevo a su boca en el momento en que salieron.
Una
pared en blanco cayó sobre el rostro de Yunho mientras se alejaba de Jaejoong. Jaejoong
se deslizó sobre el asiento hasta que su cuerpo quedó pegado al de Yunho. Se
inclinó un poco para susurrar al oído de Yunho.
—Lo
siento, Yunho. Eso no salió como quería decirlo.
Yunho
se volvió para mirar hacia atrás a Jaejoong, su cara seguía en blanco.
—Entonces, ¿Cómo querías decirlo?
Jaejoong
se encogió de hombros. —Solo quería decir que lo entiendo. Habrá momentos en
que debo comportarme como una mascota, incluso si eso significa que tengo que
usar un collar y una correa.— Jaejoong agitó sus manos sobre la mesa donde
estaban sentados. —En otras ocasiones, seré una mascota sexual.
Yunho
miró a Jaejoong por unos instantes como si estuviera tratando de evaluar la
sinceridad de Jaejoong. Finalmente pasó un
brazo alrededor de los hombros de Jaejoong y lo presionó más
cerca. Jaejoong metió la cabeza debajo de su barbilla.
—Esto
no siempre va a ser fácil, Jaejoong. Yo sé cómo es tener una mascota tanto como
tú sabes ser una mascota.— Yunho se rio en voz baja. —Sospecho que vamos a
tener que salir del paso juntos.
Jaejoong
sonrió contra el cuello de Yunho. Él alcanzo detrás de él y agarró la mano de Yunho,
luego inclinó la cabeza hacia atrás para mirar a Yunho. —Siempre y cuando lo
hagamos juntos, ¿verdad?
Yunho
hizo una mueca. —Exacto.
Jaejoong
saltó cuando un fuerte ruido metálico sonó detrás de él. Se volvió para ver a
un hombre delgado poner varios platos de comida sobre la mesa junto a él. Jaejoong
se sintió decepcionado cuando Yunho bajó los brazos en torno a él, pero de
todos modos se volvió para mirar la comida.
Todo
parecía tan delicioso y los olores casi hicieron que Jaejoong gimiera. Hodong
parecía haber preparado una gran cantidad de alimentos. Jaejoong se preguntó si
quedaba algo en la cocina, pero él no quería quejarse. Él nunca había visto
tanta comida junta en su vida.
—Tienes
que probar todo, pequeño.
Jaejoong
negó con la cabeza. —¿Todo?
Yunho
se rio. —¿Qué tal si empiezas con una cosa y luego vas por otra?
Jaejoong
asintió con la cabeza, todavía mirando la comida delante de él. No estaba
seguro de qué probar primero.
—¿Qué
te gustaría probar primero?— Yunho preguntó, mientras tomaba un plato vacío.
Jaejoong
negó con la cabeza. —Yo no sé. Todo huele bien. —
Su
respuesta consiguió una risa de Yunho. Jaejoong podía sentir el calor subiendo
por su cara.
—Qué
tal si simplemente te sientas y te relajas. La comida no se va a ir a ninguna
parte. Vamos a probar un bocado pequeño de todo y vemos lo que te gusta, ¿De acuerdo?
Jaejoong
asintió y dejó escapar un suspiro de alivio. Eso sonaba como un buen plan para
él. Con tanta comida delante de él, no podía decidir qué probar primero. No
podía recordar la última vez que había tenido tantas opciones.
Jaejoong
miró con gran expectación como Yunho llevó un plato más cerca y cortó un
pequeño bocado con su tenedor. Su boca ya estaba abierta cuando Yunho se giró y
le ofreció el pequeño bocado. Un momento después, Jaejoong cerró los ojos en
pleno éxtasis.
Masticando
lentamente, saboreado el dulce sabor que inundaba su lengua. Cuando terminó,
abrió la boca de nuevo, con la esperanza de otro bocado. Oyó reír a Yunho
mientras cortaba otro bocado con el tenedor.
—Bueno,
supongo que es seguro decir que te gustaron los waffles.
—¿Waffles?
Yunho
asintió con la cabeza mientras colocaba un bocado en la boca de Jaejoong. —Es
la especialidad de Hodong para el desayuno, waffles con mermelada de fresa y
crema batida. En el otro plato tenemos huevos fritos, papas fritas, salchichas
y pan tostado.
Jaejoong
no tenía ni idea de qué eran esas cosas, pero sonaban maravillosas. Si, probablemente
él no sabía nada de los waffles, pero Jaejoong sabía que él los amaría. Jaejoong
abrió la boca para recibir otro tenedor lleno de comida.
Veinte
minutos más tarde, Jaejoong se reclinó en su asiento y se frotó el estómago. Gimió. Se sentía tan lleno que podría estallar. No podía recordar haber comido
tanto. Yunho pensaría que era un completo glotón.
—¿Comiste
suficiente?
Jaejoong
se volvió con los ojos muy abiertos hacia Yunho. —¿En serio? Si como otro
bocado puedo estallar.
Yunho
se acercó y acarició el muslo de Jaejoong. —Bien. Vaya esperemos que te guste
el almuerzo tanto como te gustó el desayuno.— Yunho se deslizó fuera de la
cabina y se puso de pie. Yunho tendió una mano hacia Jaejoong. —Es tiempo de ir
a trabajar.
—¿Trabajar?—
Jaejoong preguntó con curiosidad, mientras tomaba la mano de Yunho y se deslizó
fuera de la cabina. Sintió como su correa caía detrás de él. Sabiendo que tenía
que estar atado ahora mismo, él tomó y tiró hacia el frente la cuerda alrededor
de su cuello, luego le mostro la tira larga a Yunho.
Yunho
hizo una mueca cuando él tomó la larga correa. —Sí, tenemos que ir a ver lo de
tu marca.
Jaejoong
asintió con la cabeza. —¿Qué tipo de marca tendré?— Jaejoong preguntó mientras
seguía a Yunho fuera del comedor. De repente, se detuvo. Él vio a Yunho hacer
una pausa para mirar hacia atrás.
—¿Jaejoong?
—¿Nosotros
podemos… está bien si vamos con Hodong y le damos las gracias por el desayuno?
Yunho
miró a Jaejoong el tiempo suficiente para hacerlo sentir ansioso y luego
asintió con la cabeza. —Supongo que estaría bien.
Jaejoong
se apretó las manos nerviosamente mientras seguía a Yunho hacia la ajetreada cocina.
Probablemente debería haber mantenido la boca cerrada. Jaejoong estaba muy
seguro de que agradecerle algo a alguien en lugar de solo tomar lo que quisiera,
aquí seria visto como una debilidad por casi todo el mundo.
No
podía evitarlo. Su madre le había inculcado en la cabeza que él debía tener buenos
modales, no importaba cual fuera la situación. Los buenos modales y un corazón
bueno, separaban a los hombres de los monstruos, incluidos a los monstruos
humanos.
—¿Hodong?
Mi mascota tiene algo que quiere decirte.— Yunho dijo mientras daba un paso
atrás, con los brazos cruzados sobre el pecho. Tenía una especie de extraña
sonrisa en su rostro como si supiera algo que Jaejoong no.
Jaejoong
dio un vistazo a la cocina, preguntándose si una vez más iba a meterse en líos. Él solía hacerlo cuando trataba de ser cortes con la gente. Todos ellos
pensaban que estaba loco sobre todo en esta época.
Reuniendo
todo su valor Jaejoong le sonrió más a Hodong. —Quería darle las gracias por el
desayuno. Yo no había probado nada tan delicioso desde antes de que mi madre muriera
cuando yo era un niño pequeño.
Hodong
se quedó mirando a Jaejoong por unos instantes y luego asintió con la cabeza. —De nada, muchacho. Ahora, fuera de mi cocina para que yo pueda cocinar el
almuerzo. Tú tendrás sándwiches calientes de carne asada con salsa y ensalada
de papas casera.— Hodong sacudió su espátula hacia Jaejoong. —Y espero que te
comas hasta el último bocado. Voy a hacerte algo especial para el postre si lo
haces.
—Sí,
señor— dijo Jaejoong. —Lo haré.
Jaejoong
siguió a Yunho fuera de la cocina solo para encontrarlo mirando por encima de
su cabeza a Hodong con su boca abierta en estado de Shock. Jaejoong miró por
encima del hombro a Hodong. Se sorprendió al encontrar una pequeña sonrisa en
el rostro robusto de Hodong. Jaejoong estaba muy seguro de que Hodong no
sonreía con frecuencia.
—Los
buenos modales siempre son apreciados, Yunho. Tu deberías recordar eso.— Hodong
dijo mientras el volvía a su cocina. —Tu pequeña mascota podría ser capaz de enseñarte
una o dos cosas acerca de eso.
Jaejoong
sintió una pequeña emoción dispararse a través de él ante el cumplido de Hodong
por lo menos hasta que miró a Yunho a la cara. No parecía feliz. Fue entonces
cuando Jaejoong se dio cuenta de que la felicitación que Hodong le dio, había insultado
a Yunho.
—Yunho
trabaja muy duro para hacerse cargo de todo el mundo.— Jaejoong trató de
decirle a Hodong cuando se volvió hacia él. —Él no tiene que tener buenos
modales, si…
—No,
Jaejoong.— Yunho, le dijo mientras acomodaba sus manos sobre los hombros de Jaejoong.
—Hodong tiene razón. No se le ha agradecido suficiente por todo lo que hace por
nosotros. Solo me estaba recordando eso, ¿No es así, Hodong?
—Por
supuesto.— Hodong se echó a reír. —Yunho es un buen líder, muchacho. Harías
bien en escucharlo. Él cuida bien de nosotros, pero a veces se olvida de las
pequeñas cosas. Creo que también harías bien en recordarle lo que se le olvida.
—Oh,
no, yo no podría…— Jaejoong balbuceó
—Él
te protege bien, Yunho. Esa es una cualidad poco común en una mascota.
Jaejoong
no tenía ni idea de lo que la declaración de Hodong significaba. Él no podía
proteger a Yunho de un fuerte viento. Él brevemente se preguntó si Hodong había
perdido las canicas. Parecía hablar con acertijos que Jaejoong no entendía.
—Vamos,
Jaejoong. Hodong tiene que volver al trabajo y tu yo tenemos que ir a ver lo de
tu marca.
Jaejoong
asintió un poco aturdido y totalmente confundido cuando se volvió y siguió a Yunho
fuera de la cocina. Todavía se sentía confundido acerca de lo que había
sucedido y ciertamente no le gustaba el aspecto extraño que tenía Yunho mientras
lo seguía. No sabía lo que significaba.
—¿Yunho?—
Jaejoong le preguntó, mientras llegaban a una habitación que tenía aspecto de
ser lo más parecido a una oficina que Jaejoong hubiera visto nunca.
Había
un escritorio de madera grande en el centro de la habitación con sillas al frente. Estanterías alineadas contra la pared y un sofá acomodado contra otro. ¿Este era
el lugar donde le iban a poner su marca?
Yunho
simplemente cerró la puerta detrás de ellos, y luego volvió a mirar a Jaejoong.
El brillo en los ojos de Yunho puso nervioso a Jaejoong. Se sentía como la
presa ante un cazador. Jaejoong
dio un par de pasos hacia atrás hasta que el escritorio le
rozo un poco el muslo.
—¿Pensé
que íbamos a ir a ver lo de mi marca?— Jaejoong preguntó mientras Yunho
avanzaba hacia él.
—Vamos
a ir, pero tenemos algo más que hacer primero.— Yunho arrastró las palabras
justo antes de que su mano se posara alrededor del cuello de Jaejoong y bajara
la boca para presionar sus labrios contra los de Jaejoong.
Jaejoong
gimió mientras su cuerpo se derretía contra el de Yunho. Oh, él realmente amaba
cuando Yunho lo besaba. Pero también amaba cuando Yunho hacia algo más. Sentía
como su cuerpo se ponía caliente y húmedo en solo segundos.
Cuando
los labios de Yunho se trasladaron a su cuello, Jaejoong dejó caer la cabeza
hacia atrás. Sus puños se apretaron alrededor de los brazos de Yunho. —Oh, Yunho.—
Susurró. Jaejoong estaba tan concentrado en los labios de Yunho sobre su cuello
que no se dio cuenta cuando Yunho le bajó los pantalones y los empujó fuera,
hasta que sintió el paso del aire frio.
Antes
de que Jaejoong pudiera decir nada, Yunho le dio la vuelta y presionó su cuerpo
hacía abajo sobre el escritorio. Jaejoong sintió como la dura madera se
presionaba en la palma de su mano, mientras trataba de agarrar el borde del
escritorio, mientras su respiración salía en rápidos jadeos.
—Yo
te voy a joder ahora, Jaejoong.— Yunho gruñó en el oído de Jaejoong.
Si,
Jaejoong se lo había imaginado justo en el momento en que Yunho lo había
arrojado sobre la mesa. Él no se quejaba. Él solo quería que Yunho se diera
prisa y lo hiciera. Un largo gemido salió de sus labios, cuando Jaejoong sintió
los dedos lubricados de Yunho presionarlo y estirarlo.
Un
momento después, Yunho reemplazó sus dedos con su dura polla. Jaejoong gruñó
mientras Yunho empujaba dentro de él, hundiéndose todo el camino hasta el
final. Yunho había sido cuidadoso con él la última vez que lo habían hecho. Jaejoong
no había sido consciente de que podía ser tan… tan… tan animal.
Él
se liberó de la presión sobre la mesa y trató de llegar a su dolorida polla,
pero cada vez que Yunho embestía contra él, empujaba a Jaejoong más sobre la
mesa. Jaejoong solo tenía que agarrarse para el viaje, pero eso le estaba causando
la muerte. Podía sentir su pulsante polla dura, dolorida por un pequeño toque.
De
repente, Yunho se inclinó sobre la espalda de Jaejoong y envolvió su gran mano
alrededor de Jaejoong. Él comenzó a acariciar la polla de Jaejoong con el mismo
ritmo que embestía en el apretado culo. Jaejoong casi explota por la sensación.
—¿Estás
listo para correrte para mí, bebe?— Yunho le susurró al oído a Jaejoong mientras
frotaba su pulgar sobre la pequeña ranura en la parte superior de la polla de Jaejoong.
—¡Sí!
¡Oh, cielos, Si!— Jaejoong gimió mientras clavaba sus manos en la madera dura
del escritorio y un hormigueo en la base de su espina envolvió su cuerpo y su
pene disparó. La polla
de Jaejoong latía, mientras su semilla salía dejando escapar un fuerte grito.
A
pesar de que su visión se hacía borrosa, Jaejoong sintió el cuerpo de Yunho
ponerse rígido detrás de él, entonces el líquido caliente lo llenó. Yunho
continuó empujando durante unos instantes más antes de caer hacia abajo sobre Jaejoong,
sosteniendo su cuerpo más grande con los brazos.
Jaejoong
jadeó pesadamente, su respiración era rápida en su pecho. Estaba llegando rápidamente
a gustarle el sexo. Yunho podía lanzarlo sobre el escritorio en el momento que
él quisiera en cuanto a Jaejoong se refería. Cuando Yunho se levantó y sacó su
polla blanda de él, Jaejoong gimió por la decepción. Le gustaba como se sentía
al estar conectado tan íntimamente con Yunho. Lo hacía sentirse especial como
si Yunho pudiera realmente preocuparse por él.
—¿Estás
bien, hombrecito?— Yunho preguntó mientras le entregaba a Jaejoong una servilleta
para que se limpiara. —No te hice daño, ¿verdad?
Jaejoong
se echó a reír, negando con la cabeza mientras se levantaba. —No.
Yunho
se volvió hacia Jaejoong y tomó su rostro. —¿Tú me dirás si lo hago?
Jaejoong
podía sentir como su cara se calentaba cuando asintió con la cabeza. Bajó los ojos,
avergonzado de hablar tan abiertamente sobre lo que acababan de hacer. Él no
estaba acostumbrado a ser tan abierto sobre el sexo. Infiernos, él no estaba
acostumbrado a hablar de sexo.
—Lo
digo en serio, Jaejoong.— Yunho dijo mientras se ponía los pantalones y se subía
la cremallera. —Soy mucho más experimentado de lo que tú eres. También tengo un
apetito mucho más grande.
Jaejoong
subió la cremallera de sus pantalones. Miró a Yunho con confusión. —¿Apetitos?
—Eso
significa que me gusta tener sexo.
Jaejoong
asintió con la cabeza. Bueno, eso tenía sentido. Jaejoong no podía culpar a Yunho.
La sensación que había recibido de Yunho cuando tuvieron sexo fue increíble. Si
así iba a ser todo el tiempo, también tendría un gran apetito por el sexo.
—No
creo que eso vaya a ser un problema.— Jaejoong dijo, riendo.
—¿Ah,
sí? ¿No lo crees?.— Yunho se echó a reír. Se acercó a la puerta, esperando que Jaejoong
se uniera a él.
Jaejoong
maldijo su piel pálida una vez más al sentir como el calor subía por su cara de
nuevo. —No, no lo hago.
Yunho
agarró la correa de Jaejoong, riendo. Quitó el seguro de la puerta y la abrió.
—Listo para ir a buscar tu marca, ¿ahora?
Jaejoong
asintió. Bueno, estaba bastante seguro, de todas formas.
O___O
ResponderBorrarMI MADRE !! que bueno que esta !!! Yunjae sexoso hfvhjfvhf me encanta !!!
contiiiiiiiiiiiiiiiiiiii <3
Està increiblemente BUENISIMO !!!!
me encanto estaba hermoso kiero masssssss me encanta tu fic
ResponderBorrarAbsbs ay estos dos Dx ya probaron lo bueno y ahora no lo dejan jajaja, jae que era tan inocente ahora poco a poco le va agarrando hilo q la situación y todo, a veces es frustrante saber si las cosas que hace o dice jae enojan a yunho pero siempre termina por agradarle todo lo que hace aunque lo saque un poco de quicio. Estos son insaciables e imparables ya ni aguantar pueden xD me encanta, que sigan así jej, gracias por actualizar, ahora a esperar con ansias por el sig capítulo ♡ ^^
ResponderBorraresa escena tan hot me fascino gracias por el cap besos
ResponderBorrarbye
yo realmente amé la parte donde Yunho le da de comer a Jae, eso fue tan tierno.
ResponderBorrarellos dos son una máquina del sexo. entre Yunho que es un calentón de primera y Jae que es un aspirante a serlo, aquí estarán todo el día meta y ponga nomás. jajajjaja.
gracias por esta actu
dfkghhgghgkhdfkghdfkgdhfkhalaghdf otra ronda xD jajajajajajjaja me encana cuando yunho le da esos ataques de sexoooooooooooooooo!!! y ese salio calenton jijijiji bueno con tal sea con el macho de YunYun todo bien!!^^ por cierto me provoco ese desayuno xD
ResponderBorrarMi Jaejoong Glotón , pobre se merecía ese banquete y que rico postre le dio Yunho después >///< . como sera la marca de jaejoong espero que sea uno muy bonito X3.
ResponderBorrarGracias por el capitulo ^^
ese jae si que le salio a yunho un glotón y mas cuando se trata de devorar a yunho
ResponderBorrarno creo que yunho sea mas que jae el apenas a conocido esos placeres y ya esta vuelto loco por tener mas pues claro es yunho el que se los da
y quien no estaría así que envidia me da jae pero de la buena
Yunho y Jae son tal para cual!! ... Jae es tan tierno ya se esta encariñando con Yunho...esta muy interesante .. gracias por el capitulo
ResponderBorrarOhhhh hodong se sintio contento con la cortesia de jaejoong. Me pregunto como y donde sera la marca de jae. Lo hicieron en el escritorio jajjaja a este paso jaejoong sera una adicto sexual. Y q rapido yunho lo nombro su mascota sexual XD jae puso lo mejor d si para lograrlo pues :3
ResponderBorrarDespués de las confusiones obtenidas con los comentarios de Jae, sobre mascota sexual Yunho lo acepto, eso para el quiere decir para siempre... El alumno superara al maestro o quizás sólo lo iguale pues a Jae le ha encantado lo que es el sexo y quiere más, por lo que no le vio problema ante lo dicho por Yunho de su apetito sexual...
ResponderBorrarGracias...
maniaco sexual lol quien no cuando es yunho xD
ResponderBorrarya quieroo q lo marque para q no tenga q utilizar mas la correa esa e.e
y ojala se pueda ganar a todos los de la banda jae es un amor y merece q lo cuiden :3
gracias x compartir esta genial n.n
Jaejoong le enseñara unas cositas a Yunho jejeje pero si se complementan tan bien son tan hot que Jaejoong va a seguir aprendiendo mas de su maestro ambos van a tener un apetito uno del otro insaciable XD jejeje
ResponderBorrarGracias la actualizacion :)
hola amiga que pasa espero te encuentres bien
ResponderBorrarno has actualizado y yo desespero
actualiza por fis siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
te espero pronto bye
Jaejoong será un mounstro y adicto sexual jajaja le
ResponderBorrargusto ser tirado en el escritorio woww semenjante escena,
ya quiero también que Jae tenga su marca *.*