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martes, 6 de enero de 2015

Capítulo 5

¿Bien? ¿Estaba bien? Jaejoong levanto la cabeza para mirar a Yunho, preguntándose si Yunho había perdido el juicio. Por supuesto que no estaba bien. Acababa de tener sexo por primera vez en su vida. Y le había gustado mucho. No entendía por qué Hyunjoong lo había mantenido protegido de esto. Si Jaejoong hubiera sabido que este placer había estado allí esperándolo, él habría dejado hace años a Hyunjoong. No tenía ni idea de que podría ser de esta manera entre dos personas.

Jaejoong quería más. —Así que, ¿cuántas veces podemos hacer esto?


Jaejoong sonrió al escuchar la risa profunda que salió de la boca de Yunho. —Podemos hacerlo todas las veces que queramos. Sin embargo, mi pequeño maniaco sexual, tenemos primero que alimentarnos. No tenemos suficiente alimento, el combustible no es suficiente. El combustible no es…

—Sí, sí, lo entiendo. Sin combustible, no podemos.— Jaejoong contestó mientras se sentaba de nuevo. —Yo soy un mecánico, ya sabes.

—No es así, tú ya no lo eres. Ahora tú eres mi mascota— Yunho le recordó mientras él se retiraba con cuidado de Jaejoong, y los hacía rodar hacia un lado.

—Si le agregas sexo a eso, yo puedo estar de acuerdo contigo.

Jaejoong sonrió cuando las cejas de Yunho se movieron. Jaejoong era realista. Sabía que ahora pertenecía a Yunho. No había mucho que pudiera hacer al respecto, incluso si quisiera. Solo que no veía la necesidad de protestar. Él estaba en una buena posición con Yunho y él lo sabía.

Yunho era lo suficientemente grande y lo suficientemente fuerte como para protegerlo de casi todo y todos. Si todo lo que quería a cambio era a alguien que cuidara de él y que le diera alivio, Jaejoong era todo lo que él necesitaba. Eso significaba que iba a ser un esclavo sin mente, sin embargo. Yunho le había negado ese derecho desde el principio. Oh, Jaejoong no tenía ninguna duda de que podría ser tan obediente como debía. Él todavía tenía dudas acerca de por qué Yunho había matado al hombre en la planta baja.

—¿Tu puedes estar de acuerdo?— Yunho preguntó.

Jaejoong se encogió de hombros. —Suena mejor mascota sexual. Me da un nombramiento definitivo, ¿No crees? Quiero decir, cualquiera puede ser una mascota. Pero yo soy una mascota sexual. Yo soy más que una mascota normal.— Jaejoong razonó. Sonaba plausible para él.

Yunho lo miró fijamente, en silencio durante un largo tiempo, Jaejoong se preguntó si había sobrepasado sus límites. Era más que una broma. Jaejoong quería ser más para Yunho que una mascota, pero no estaba totalmente seguro si le gustaría que lo llamaran mascota sexual. Tal vez Yunho no tenía sentido del humor.

—¿Mascota sexual?— Yunho dijo mientras rodaba hacia un lado de la cama y bajaba las piernas.

Jaejoong se empujó con el codo hacia arriba, mientras miraba a Yunho sentarse. —Tú no tienes que llamarme mascota sexual, si tu no lo deseas. Acabo de pensar…— Jaejoong dejó de hablar cuando Yunho se puso en pie y caminó hacia el baño, dejando a Jaejoong sin palabras.

Bien, Yunho no tenía sentido del humor. Y obviamente, Jaejoong iba a seguir siendo una mascota y no iba a ser ascendido a una mascota sexual. Tal vez no se había ganado el derecho a ser considerado la mascota sexual de Yunho. Y tal vez Yunho no había quedado satisfecho con él. ¿Por qué debería estarlo? ¿Jaejoong qué sabía acerca del sexo? Todo lo que sabía lo había aprendido en las últimas horas de Yunho.

Que no era mucho como para aprender cómo agradar al líder de los Death Dealers. Cuando Jaejoong se rodó a un lado de la cama y se sentó, él realmente deseaba haber mantenido la boca cerrada. Él no debería haber dicho nada en absoluto. Era obvio que Yunho estaba molesto con él. Yunho no podía estar absolutamente enojado, pero no parecía satisfecho, tampoco.

—Vístete y te llevaré a la planta baja para comer con Hodong.

Jaejoong miró hacia arriba para ver a Yunho caminar de regreso a la habitación. Lo vio cruzar la habitación hacia la cómoda y agarrar una camisa de color negro y metérsela por la cabeza. Entonces agarró un par limpio de pantalones color negro y algunos calcetines.

—Sí, Yunho— Jaejoong respondió en voz baja mientras se levantaba y se acercaba a su bolsa de ropa sucia. Metiendo la mano en la bolsa, Jaejoong sacó un par de artículos fuera a la vez, los olio para ver si estaban más limpios. Después de olerlas finalmente se puso una camisa de color marrón oscuro y un par de jeans gastados.

Jaejoong volvió a mirar a Yunho, sus ojos al instante fueron al collar y la correa que Yunho sostenía en su mano. Él no quería usarlos. Se dirigían a la planta baja donde todos podrían verlo, todo el mundo sabría lo que era.

—No es necesario eso— Jaejoong dijo rápidamente. —No voy a escapar.

—No estoy preocupado porque escapes, Jaejoong. Hasta que pueda marcarte permanentemente, tú tienes que usar el collar cuando salgamos de la habitación.

Jaejoong hizo rodar su hombro un poco. Él miro el collar y la correa con disgusto. —¿Solamente puedo llevar el collar?—

Tal vez eso no sería tan malo. El espíritu de Jaejoong se cayó cuando Yunho negó con la cabeza. Cerró los ojos brevemente, orando por conseguir valor, para sobrevivir a su nueva vida con cierta dignidad. Abriendo los ojos, Jaejoong se acercó a Yunho y se dio vuelta para que le pusiera el collar en el cuello. El cuero negro se sentía frio contra su piel cuando Yunho lo envolvió alrededor de su garganta e hizo clic al cerrarse la cerradura.

Jaejoong se pasó las manos por el cuello, tirando del collar un poco. Se sentía ridículo. Él llevaba un collar y una correa de perro. Tal vez esa fuera la interpretación de una mascota. Jaejoong en serio había pensado que sería un compañero o algo así.

Cuando Yunho tiró de la correa y sacó de la habitación a Jaejoong, éste se dio cuenta que había sido un error. No era el compañero de Yunho. No compartiría momentos robados con él, o lo acompañaría, o algo más, Jaejoong solo había fantaseado. Era una mascota, una posesión para Yunho, al igual que la motocicleta de Yunho.

Jaejoong incluso dudaba que hubiera algo que decir sobre su futuro a partir de ahora. Jaejoong sintió que las lágrimas llenaban las esquinas de sus ojos, cuando se dio cuenta que una vez más estaba a merced de otra persona y no parecía tener ninguna salida.

Su vida, su bienestar, incluso su capacidad de respirar, estaban en las manos de Yunho. Jaejoong se preguntó qué le sucedería si se portaba mal. ¿Jaejoong sería castigado por no complacer a Yunho? ¿Sería asesinado como el hombre de la noche anterior?

Jaejoong de repente se sintió miserable. Dejó caer la cabeza hacia abajo, viendo como ponía un pie delante de otro. Él no levantó la mirada para ver hacia dónde se dirigían. No le importaba. Él solo siguió a Yunho, se detenía cuando Yunho lo hacía, caminaba cuando Yunho lo hacía.

—Hodong— Yunho dijo trayendo de regreso a Jaejoong de sus pensamientos sombríos. —Él es Jaejoong. Tenemos que conseguir que tenga un poco más de carne sobre sus huesos. Solo ha comido arroz y salsa por un buen rato. Espero que tú puedas ser capaz de interesarlo con tu buena cocina.

Jaejoong levantó la vista cuando un hombre bajito, grueso y calvo, se acercó a él. Era varios centímetro más bajo que Yunho, casi tan bajo como Jaejoong, pero parecía tan intimidante. Jaejoong dio un paso atrás, más cerca de Yunho.

—¿Qué te gustaría comer, muchacho?— Hodong le preguntó.

—Oh, tu ni siquiera querrás entrar en eso, Hodong.— Yunho se echó a reír. —Te puedo decir ahora mismo, que la respuesta solo te llevará a la locura. Solo proporciónale una gran variedad de platos hasta que sepamos cuales le gustan y cuáles no.

Yunho se echó a reír mientras guiaba a Jaejoong al comedor. Jaejoong lo siguió lentamente detrás, arrastrado por la correa que estaba unida al collar alrededor de su cuello. El nivel del ruido de la habitación en la que entró lo sorprendió tanto que miró hacia arriba. Lo que Jaejoong vio lo sorprendió.

Parecía igual que un restaurante normal. Mesas y cabinas llenaban la sala. El nivel de ruido en la habitación venía de la multitud de gente que se sentaba aquí y allá. Algunos charlaban y otros comían. Todo el mundo parecía estar disfrutando inmensamente.

Lo que realmente sorprendió a Jaejoong y lo hizo sentirse muy incómodo eran los hombres y mujeres sentados en el suelo. Los collares y correas que llevaban tenía un aspecto similar al suyo y todos parecían estar sentados a los pies de otros. Jaejoong supo al instante que eran mascotas, al igual que él.

Con ese pensamiento en mente, Jaejoong siguió a Yunho a un lado de la habitación a una cabina de medio círculo grande cerca de la pared del fondo. Cuando Yunho se detuvo junto a la cabina, Jaejoong miró a su alrededor otra vez, luego al piso junto a los pies de Yunho. Él sabía lo que se esperaba de él.

Con una gran cantidad de temor, Jaejoong comenzó a arrodillarse a los pies de Yunho solo para sentir una mano que lo agarraba del brazo a mitad del camino hacia el suelo. Jaejoong miró a Yunho.

—No, Jaejoong, tú te sientas en la mesa conmigo.

—Pero.— Jaejoong agito su mano alrededor de la sala señalando a las otras mascotas sentadas en el suelo —las otras mascotas están sentadas en el suelo.

Yunho levantó a Jaejoong y le señaló la cabina. —Regularmente las mascotas se sientan en el suelo, Jaejoong. Pequeños sexys hombres que han sido elevados a la categoría de mascota sexual, se sientan en la mesa.

—¿Mascota sexual? ¿En serio?— Jaejoong Susurró.

Jaejoong no pudo evitar la sonrisa en su cara cuando Yunho asintió con la cabeza. Su anterior mal humor de repente se fue volando y fue sustituido por placer. Se acercó a la cabina y se deslizó para sentarse, dejando espacio para que Yunho se sentara junto a él.

Tenía ganas de saltar de la alegría. Yunho lo había escuchado y estaba de acuerdo en ascender a Jaejoong a una mascota sexual. Si, todavía era una mascota. Si, todavía era una posesión. Pero ahora, él era más que eso.

—¿Hambre?— Yunho preguntó.

Jaejoong asintió con la cabeza. De pronto se sintió hambriento. Él juntó las manos en su regazo, mientras esperaba, ansioso que la comida llegara. Le resultaba difícil quedarse quieto.

—Creo que después del desayuno, vamos a ir a hablar con MICKY sobre tu marca.— Yunho dijo —¿Qué te parece?

—¿Mi marca?— Jaejoong preguntó con curiosidad.

Él sintió la caricia de la mano de Yunho contra su cuello —Si, cuando un protector reclama a una mascota, a la mascota se le da una marca permanente, como un tatuaje, que dice que le pertenece a ese protector. Cada marca de protector es diferente, única.

Los ojos de Jaejoong vagaron alrededor de la habitación. Comenzó a darse cuenta de lo que se le había pasado antes. Algunas mascotas llevaban collares y correas, pero aún más llevaban marcas en el cuello. Algunos llevaban los tres.

—¿Por qué no todo el mundo tiene una marca?

Yunho se encogió de hombros. —Las mascotas por lo general no se marcan hasta que el protector no haya decidido mantener de forma permanente a la mascota. Hasta entonces, llevan un collar y una correa.

—¿Tú me vas a mantener de forma permanente?— Jaejoong preguntó sorprendido, y por la gran cantidad de placer que sintió.

Yunho sonrió. Estiró la mano y le acarició el lado de la cara de Jaejoong. —Estoy definitivamente manteniéndote, Jaejoong.

Jaejoong no podía dejar de sonreír. Sabía que debía parecer un tonto, pero las palabras de Yunho le emocionaron hasta llegar a los dedos de los pies. —¿Todavía tengo que usar el collar y la correa si me das esa marca?

—A veces, pero generalmente no. Mi marca debe ser suficiente para disuadir a la mayoría para que se mantengan alejados de ti.— Yunho parecía un poco avergonzado, y Jaejoong lo encontró lindo. —Habrá momentos en los que tendrás que usar el collar y la correa, Jaejoong, por tu propia seguridad. Lo siento.

Por alguna razón que no podía entender, él creía en Yunho. —Está bien.

Yunho lo miró sorprendido. —¿Está bien? ¿Eso es todo? ¿No vas a discutir conmigo?

—¿De qué serviría que lo haga? Soy una mascota, ¿Recuerdas?— Jaejoong deseaba poder regresar las palabras de nuevo a su boca en el momento en que salieron.

Una pared en blanco cayó sobre el rostro de Yunho mientras se alejaba de Jaejoong. Jaejoong se deslizó sobre el asiento hasta que su cuerpo quedó pegado al de Yunho. Se inclinó un poco para susurrar al oído de Yunho.

—Lo siento, Yunho. Eso no salió como quería decirlo.

Yunho se volvió para mirar hacia atrás a Jaejoong, su cara seguía en blanco. —Entonces, ¿Cómo querías decirlo?

Jaejoong se encogió de hombros. —Solo quería decir que lo entiendo. Habrá momentos en que debo comportarme como una mascota, incluso si eso significa que tengo que usar un collar y una correa.— Jaejoong agitó sus manos sobre la mesa donde estaban sentados. —En otras ocasiones, seré una mascota sexual.

Yunho miró a Jaejoong por unos instantes como si estuviera tratando de evaluar la sinceridad de Jaejoong. Finalmente pasó un brazo alrededor de los hombros de Jaejoong y lo presionó más cerca. Jaejoong metió la cabeza debajo de su barbilla.

—Esto no siempre va a ser fácil, Jaejoong. Yo sé cómo es tener una mascota tanto como tú sabes ser una mascota.— Yunho se rio en voz baja. —Sospecho que vamos a tener que salir del paso juntos.

Jaejoong sonrió contra el cuello de Yunho. Él alcanzo detrás de él y agarró la mano de Yunho, luego inclinó la cabeza hacia atrás para mirar a Yunho. —Siempre y cuando lo hagamos juntos, ¿verdad?

Yunho hizo una mueca. —Exacto.

Jaejoong saltó cuando un fuerte ruido metálico sonó detrás de él. Se volvió para ver a un hombre delgado poner varios platos de comida sobre la mesa junto a él. Jaejoong se sintió decepcionado cuando Yunho bajó los brazos en torno a él, pero de todos modos se volvió para mirar la comida.

Todo parecía tan delicioso y los olores casi hicieron que Jaejoong gimiera. Hodong parecía haber preparado una gran cantidad de alimentos. Jaejoong se preguntó si quedaba algo en la cocina, pero él no quería quejarse. Él nunca había visto tanta comida junta en su vida.

—Tienes que probar todo, pequeño.

Jaejoong negó con la cabeza. —¿Todo?

Yunho se rio. —¿Qué tal si empiezas con una cosa y luego vas por otra?

Jaejoong asintió con la cabeza, todavía mirando la comida delante de él. No estaba seguro de qué probar primero.

—¿Qué te gustaría probar primero?— Yunho preguntó, mientras tomaba un plato vacío.

Jaejoong negó con la cabeza. —Yo no sé. Todo huele bien. —

Su respuesta consiguió una risa de Yunho. Jaejoong podía sentir el calor subiendo por su cara.

—Qué tal si simplemente te sientas y te relajas. La comida no se va a ir a ninguna parte. Vamos a probar un bocado pequeño de todo y vemos lo que te gusta, ¿De acuerdo?

Jaejoong asintió y dejó escapar un suspiro de alivio. Eso sonaba como un buen plan para él. Con tanta comida delante de él, no podía decidir qué probar primero. No podía recordar la última vez que había tenido tantas opciones.

Jaejoong miró con gran expectación como Yunho llevó un plato más cerca y cortó un pequeño bocado con su tenedor. Su boca ya estaba abierta cuando Yunho se giró y le ofreció el pequeño bocado. Un momento después, Jaejoong cerró los ojos en pleno éxtasis.

Masticando lentamente, saboreado el dulce sabor que inundaba su lengua. Cuando terminó, abrió la boca de nuevo, con la esperanza de otro bocado. Oyó reír a Yunho mientras cortaba otro bocado con el tenedor.

—Bueno, supongo que es seguro decir que te gustaron los waffles.

—¿Waffles?

Yunho asintió con la cabeza mientras colocaba un bocado en la boca de Jaejoong. —Es la especialidad de Hodong para el desayuno, waffles con mermelada de fresa y crema batida. En el otro plato tenemos huevos fritos, papas fritas, salchichas y pan tostado.

Jaejoong no tenía ni idea de qué eran esas cosas, pero sonaban maravillosas. Si, probablemente él no sabía nada de los waffles, pero Jaejoong sabía que él los amaría. Jaejoong abrió la boca para recibir otro tenedor lleno de comida.

Veinte minutos más tarde, Jaejoong se reclinó en su asiento y se frotó el estómago. Gimió. Se sentía tan lleno que podría estallar. No podía recordar haber comido tanto. Yunho pensaría que era un completo glotón.

—¿Comiste suficiente?

Jaejoong se volvió con los ojos muy abiertos hacia Yunho. —¿En serio? Si como otro bocado puedo estallar.

Yunho se acercó y acarició el muslo de Jaejoong. —Bien. Vaya esperemos que te guste el almuerzo tanto como te gustó el desayuno.— Yunho se deslizó fuera de la cabina y se puso de pie. Yunho tendió una mano hacia Jaejoong. —Es tiempo de ir a trabajar.

—¿Trabajar?— Jaejoong preguntó con curiosidad, mientras tomaba la mano de Yunho y se deslizó fuera de la cabina. Sintió como su correa caía detrás de él. Sabiendo que tenía que estar atado ahora mismo, él tomó y tiró hacia el frente la cuerda alrededor de su cuello, luego le mostro la tira larga a Yunho.

Yunho hizo una mueca cuando él tomó la larga correa. —Sí, tenemos que ir a ver lo de tu marca.

Jaejoong asintió con la cabeza. —¿Qué tipo de marca tendré?— Jaejoong preguntó mientras seguía a Yunho fuera del comedor. De repente, se detuvo. Él vio a Yunho hacer una pausa para mirar hacia atrás.

—¿Jaejoong?

—¿Nosotros podemos… está bien si vamos con Hodong y le damos las gracias por el desayuno?

Yunho miró a Jaejoong el tiempo suficiente para hacerlo sentir ansioso y luego asintió con la cabeza. —Supongo que estaría bien.

Jaejoong se apretó las manos nerviosamente mientras seguía a Yunho hacia la ajetreada cocina. Probablemente debería haber mantenido la boca cerrada. Jaejoong estaba muy seguro de que agradecerle algo a alguien en lugar de solo tomar lo que quisiera, aquí seria visto como una debilidad por casi todo el mundo.

No podía evitarlo. Su madre le había inculcado en la cabeza que él debía tener buenos modales, no importaba cual fuera la situación. Los buenos modales y un corazón bueno, separaban a los hombres de los monstruos, incluidos a los monstruos humanos.

—¿Hodong? Mi mascota tiene algo que quiere decirte.— Yunho dijo mientras daba un paso atrás, con los brazos cruzados sobre el pecho. Tenía una especie de extraña sonrisa en su rostro como si supiera algo que Jaejoong no.

Jaejoong dio un vistazo a la cocina, preguntándose si una vez más iba a meterse en líos. Él solía hacerlo cuando trataba de ser cortes con la gente. Todos ellos pensaban que estaba loco sobre todo en esta época.

Reuniendo todo su valor Jaejoong le sonrió más a Hodong. —Quería darle las gracias por el desayuno. Yo no había probado nada tan delicioso desde antes de que mi madre muriera cuando yo era un niño pequeño.

Hodong se quedó mirando a Jaejoong por unos instantes y luego asintió con la cabeza. —De nada, muchacho. Ahora, fuera de mi cocina para que yo pueda cocinar el almuerzo. Tú tendrás sándwiches calientes de carne asada con salsa y ensalada de papas casera.— Hodong sacudió su espátula hacia Jaejoong. —Y espero que te comas hasta el último bocado. Voy a hacerte algo especial para el postre si lo haces.

—Sí, señor— dijo Jaejoong. —Lo haré.

Jaejoong siguió a Yunho fuera de la cocina solo para encontrarlo mirando por encima de su cabeza a Hodong con su boca abierta en estado de Shock. Jaejoong miró por encima del hombro a Hodong. Se sorprendió al encontrar una pequeña sonrisa en el rostro robusto de Hodong. Jaejoong estaba muy seguro de que Hodong no sonreía con frecuencia.

—Los buenos modales siempre son apreciados, Yunho. Tu deberías recordar eso.— Hodong dijo mientras el volvía a su cocina. —Tu pequeña mascota podría ser capaz de enseñarte una o dos cosas acerca de eso.

Jaejoong sintió una pequeña emoción dispararse a través de él ante el cumplido de Hodong por lo menos hasta que miró a Yunho a la cara. No parecía feliz. Fue entonces cuando Jaejoong se dio cuenta de que la felicitación que Hodong le dio, había insultado a Yunho.

—Yunho trabaja muy duro para hacerse cargo de todo el mundo.— Jaejoong trató de decirle a Hodong cuando se volvió hacia él. —Él no tiene que tener buenos modales, si…

—No, Jaejoong.— Yunho, le dijo mientras acomodaba sus manos sobre los hombros de Jaejoong. —Hodong tiene razón. No se le ha agradecido suficiente por todo lo que hace por nosotros. Solo me estaba recordando eso, ¿No es así, Hodong?

—Por supuesto.— Hodong se echó a reír. —Yunho es un buen líder, muchacho. Harías bien en escucharlo. Él cuida bien de nosotros, pero a veces se olvida de las pequeñas cosas. Creo que también harías bien en recordarle lo que se le olvida.

—Oh, no, yo no podría…— Jaejoong balbuceó

—Él te protege bien, Yunho. Esa es una cualidad poco común en una mascota.

Jaejoong no tenía ni idea de lo que la declaración de Hodong significaba. Él no podía proteger a Yunho de un fuerte viento. Él brevemente se preguntó si Hodong había perdido las canicas. Parecía hablar con acertijos que Jaejoong no entendía.

—Vamos, Jaejoong. Hodong tiene que volver al trabajo y tu yo tenemos que ir a ver lo de tu marca.

Jaejoong asintió un poco aturdido y totalmente confundido cuando se volvió y siguió a Yunho fuera de la cocina. Todavía se sentía confundido acerca de lo que había sucedido y ciertamente no le gustaba el aspecto extraño que tenía Yunho mientras lo seguía. No sabía lo que significaba.

—¿Yunho?— Jaejoong le preguntó, mientras llegaban a una habitación que tenía aspecto de ser lo más parecido a una oficina que Jaejoong hubiera visto nunca.

Había un escritorio de madera grande en el centro de la habitación con sillas al frente. Estanterías alineadas contra la pared y un sofá acomodado contra otro. ¿Este era el lugar donde le iban a poner su marca?

Yunho simplemente cerró la puerta detrás de ellos, y luego volvió a mirar a Jaejoong. El brillo en los ojos de Yunho puso nervioso a Jaejoong. Se sentía como la presa ante un cazador. Jaejoong dio un par de pasos hacia atrás hasta que el escritorio le rozo un poco el muslo.

—¿Pensé que íbamos a ir a ver lo de mi marca?— Jaejoong preguntó mientras Yunho avanzaba hacia él.

—Vamos a ir, pero tenemos algo más que hacer primero.— Yunho arrastró las palabras justo antes de que su mano se posara alrededor del cuello de Jaejoong y bajara la boca para presionar sus labrios contra los de Jaejoong.

Jaejoong gimió mientras su cuerpo se derretía contra el de Yunho. Oh, él realmente amaba cuando Yunho lo besaba. Pero también amaba cuando Yunho hacia algo más. Sentía como su cuerpo se ponía caliente y húmedo en solo segundos.

Cuando los labios de Yunho se trasladaron a su cuello, Jaejoong dejó caer la cabeza hacia atrás. Sus puños se apretaron alrededor de los brazos de Yunho. —Oh, Yunho.— Susurró. Jaejoong estaba tan concentrado en los labios de Yunho sobre su cuello que no se dio cuenta cuando Yunho le bajó los pantalones y los empujó fuera, hasta que sintió el paso del aire frio.

Antes de que Jaejoong pudiera decir nada, Yunho le dio la vuelta y presionó su cuerpo hacía abajo sobre el escritorio. Jaejoong sintió como la dura madera se presionaba en la palma de su mano, mientras trataba de agarrar el borde del escritorio, mientras su respiración salía en rápidos jadeos.

—Yo te voy a joder ahora, Jaejoong.— Yunho gruñó en el oído de Jaejoong.

Si, Jaejoong se lo había imaginado justo en el momento en que Yunho lo había arrojado sobre la mesa. Él no se quejaba. Él solo quería que Yunho se diera prisa y lo hiciera. Un largo gemido salió de sus labios, cuando Jaejoong sintió los dedos lubricados de Yunho presionarlo y estirarlo.

Un momento después, Yunho reemplazó sus dedos con su dura polla. Jaejoong gruñó mientras Yunho empujaba dentro de él, hundiéndose todo el camino hasta el final. Yunho había sido cuidadoso con él la última vez que lo habían hecho. Jaejoong no había sido consciente de que podía ser tan… tan… tan animal.

Él se liberó de la presión sobre la mesa y trató de llegar a su dolorida polla, pero cada vez que Yunho embestía contra él, empujaba a Jaejoong más sobre la mesa. Jaejoong solo tenía que agarrarse para el viaje, pero eso le estaba causando la muerte. Podía sentir su pulsante polla dura, dolorida por un pequeño toque.

De repente, Yunho se inclinó sobre la espalda de Jaejoong y envolvió su gran mano alrededor de Jaejoong. Él comenzó a acariciar la polla de Jaejoong con el mismo ritmo que embestía en el apretado culo. Jaejoong casi explota por la sensación.

—¿Estás listo para correrte para mí, bebe?— Yunho le susurró al oído a Jaejoong mientras frotaba su pulgar sobre la pequeña ranura en la parte superior de la polla de Jaejoong.

—¡Sí! ¡Oh, cielos, Si!— Jaejoong gimió mientras clavaba sus manos en la madera dura del escritorio y un hormigueo en la base de su espina envolvió su cuerpo y su pene disparó. La polla de Jaejoong latía, mientras su semilla salía dejando escapar un fuerte grito.

A pesar de que su visión se hacía borrosa, Jaejoong sintió el cuerpo de Yunho ponerse rígido detrás de él, entonces el líquido caliente lo llenó. Yunho continuó empujando durante unos instantes más antes de caer hacia abajo sobre Jaejoong, sosteniendo su cuerpo más grande con los brazos.

Jaejoong jadeó pesadamente, su respiración era rápida en su pecho. Estaba llegando rápidamente a gustarle el sexo. Yunho podía lanzarlo sobre el escritorio en el momento que él quisiera en cuanto a Jaejoong se refería. Cuando Yunho se levantó y sacó su polla blanda de él, Jaejoong gimió por la decepción. Le gustaba como se sentía al estar conectado tan íntimamente con Yunho. Lo hacía sentirse especial como si Yunho pudiera realmente preocuparse por él.

—¿Estás bien, hombrecito?— Yunho preguntó mientras le entregaba a Jaejoong una servilleta para que se limpiara. —No te hice daño, ¿verdad?

Jaejoong se echó a reír, negando con la cabeza mientras se levantaba. —No.

Yunho se volvió hacia Jaejoong y tomó su rostro. —¿Tú me dirás si lo hago?

Jaejoong podía sentir como su cara se calentaba cuando asintió con la cabeza. Bajó los ojos, avergonzado de hablar tan abiertamente sobre lo que acababan de hacer. Él no estaba acostumbrado a ser tan abierto sobre el sexo. Infiernos, él no estaba acostumbrado a hablar de sexo.

—Lo digo en serio, Jaejoong.— Yunho dijo mientras se ponía los pantalones y se subía la cremallera. —Soy mucho más experimentado de lo que tú eres. También tengo un apetito mucho más grande.

Jaejoong subió la cremallera de sus pantalones. Miró a Yunho con confusión. —¿Apetitos?

—Eso significa que me gusta tener sexo.

Jaejoong asintió con la cabeza. Bueno, eso tenía sentido. Jaejoong no podía culpar a Yunho. La sensación que había recibido de Yunho cuando tuvieron sexo fue increíble. Si así iba a ser todo el tiempo, también tendría un gran apetito por el sexo.

—No creo que eso vaya a ser un problema.— Jaejoong dijo, riendo.

—¿Ah, sí? ¿No lo crees?.— Yunho se echó a reír. Se acercó a la puerta, esperando que Jaejoong se uniera a él.

Jaejoong maldijo su piel pálida una vez más al sentir como el calor subía por su cara de nuevo. —No, no lo hago.

Yunho agarró la correa de Jaejoong, riendo. Quitó el seguro de la puerta y la abrió. —Listo para ir a buscar tu marca, ¿ahora?


Jaejoong asintió. Bueno, estaba bastante seguro, de todas formas.

15 comentarios:

  1. O___O
    MI MADRE !! que bueno que esta !!! Yunjae sexoso hfvhjfvhf me encanta !!!
    contiiiiiiiiiiiiiiiiiiii <3
    Està increiblemente BUENISIMO !!!!

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  2. me encanto estaba hermoso kiero masssssss me encanta tu fic

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  3. Absbs ay estos dos Dx ya probaron lo bueno y ahora no lo dejan jajaja, jae que era tan inocente ahora poco a poco le va agarrando hilo q la situación y todo, a veces es frustrante saber si las cosas que hace o dice jae enojan a yunho pero siempre termina por agradarle todo lo que hace aunque lo saque un poco de quicio. Estos son insaciables e imparables ya ni aguantar pueden xD me encanta, que sigan así jej, gracias por actualizar, ahora a esperar con ansias por el sig capítulo ♡ ^^

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  4. esa escena tan hot me fascino gracias por el cap besos
    bye

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  5. yo realmente amé la parte donde Yunho le da de comer a Jae, eso fue tan tierno.
    ellos dos son una máquina del sexo. entre Yunho que es un calentón de primera y Jae que es un aspirante a serlo, aquí estarán todo el día meta y ponga nomás. jajajjaja.
    gracias por esta actu

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  6. dfkghhgghgkhdfkghdfkgdhfkhalaghdf otra ronda xD jajajajajajjaja me encana cuando yunho le da esos ataques de sexoooooooooooooooo!!! y ese salio calenton jijijiji bueno con tal sea con el macho de YunYun todo bien!!^^ por cierto me provoco ese desayuno xD

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  7. Mi Jaejoong Glotón , pobre se merecía ese banquete y que rico postre le dio Yunho después >///< . como sera la marca de jaejoong espero que sea uno muy bonito X3.
    Gracias por el capitulo ^^

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  8. ese jae si que le salio a yunho un glotón y mas cuando se trata de devorar a yunho
    no creo que yunho sea mas que jae el apenas a conocido esos placeres y ya esta vuelto loco por tener mas pues claro es yunho el que se los da
    y quien no estaría así que envidia me da jae pero de la buena

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  9. Yunho y Jae son tal para cual!! ... Jae es tan tierno ya se esta encariñando con Yunho...esta muy interesante .. gracias por el capitulo

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  10. Ohhhh hodong se sintio contento con la cortesia de jaejoong. Me pregunto como y donde sera la marca de jae. Lo hicieron en el escritorio jajjaja a este paso jaejoong sera una adicto sexual. Y q rapido yunho lo nombro su mascota sexual XD jae puso lo mejor d si para lograrlo pues :3

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  11. Después de las confusiones obtenidas con los comentarios de Jae, sobre mascota sexual Yunho lo acepto, eso para el quiere decir para siempre... El alumno superara al maestro o quizás sólo lo iguale pues a Jae le ha encantado lo que es el sexo y quiere más, por lo que no le vio problema ante lo dicho por Yunho de su apetito sexual...
    Gracias...

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  12. maniaco sexual lol quien no cuando es yunho xD
    ya quieroo q lo marque para q no tenga q utilizar mas la correa esa e.e
    y ojala se pueda ganar a todos los de la banda jae es un amor y merece q lo cuiden :3
    gracias x compartir esta genial n.n

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  13. Jaejoong le enseñara unas cositas a Yunho jejeje pero si se complementan tan bien son tan hot que Jaejoong va a seguir aprendiendo mas de su maestro ambos van a tener un apetito uno del otro insaciable XD jejeje
    Gracias la actualizacion :)

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  14. hola amiga que pasa espero te encuentres bien
    no has actualizado y yo desespero
    actualiza por fis siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
    te espero pronto bye

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  15. Jaejoong será un mounstro y adicto sexual jajaja le
    gusto ser tirado en el escritorio woww semenjante escena,
    ya quiero también que Jae tenga su marca *.*

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