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domingo, 28 de septiembre de 2014

Capítulo 6

Yunho se echó a reír por la aturdida expresión en el rostro de Jaejoong. Se sentía bien, todo sobre Jaejoong se sentía bien. Las emociones que había experimentado desde que conoció a Jaejoong, le daban a Yunho esperanzas para el futuro. —Si esto es estar loco, espero no volver a estar cuerdo.


La áspera voz de Dam rompió el buen humor de la habitación. —¿Todavía no se han cambiado? Vamos justos de tiempo, chicos. Tendremos compañía en cualquier momento y tenemos que sacar sus traseros de aquí antes de que lleguen.

—Lo siento, Dam— dijo Yunho agarrando la ropa de la mesa. Le entregó un uniforme verde de combate a Jaejoong —.Solamente estaba presentándole a Jaejoong, a Max y Hayami. Pensé que podría querer saber quiénes eran los dos extraños tipos musculosos armados antes de ponernos en camino.

—Todo eso está muy bien, pero es hora de moverse.

Yunho asintió, jaló a Jaejoong dentro de una pequeña habitación y cerró la puerta. —Vamos, colibrí, cámbiate de ropa y sé rápido, tenemos que seguir adelante.

Jaejoong empezó a desvestirse, Yunho observó cómo arrugaba su rostro mientras miraba la ropa de combate. —¿Por qué tenemos que cambiarnos? ¿Qué hay de malo con lo que llevo?

—Necesitamos camuflarnos con los alrededores.

—Sí— Jaejoong resopló —.Pero estoy seguro que no ganaremos ningún concurso de belleza con estas cosas.

Yunho se rio. —Vamos Jaejoong, no son tan feas.

—Sí— contestó Jaejoong —sí lo son.

Yunho sacudió su cabeza y Jaejoong se quitó la ropa. A pesar del peligro que pronto enfrentarían, Yunho no conseguía moverse, se encontró ahí parado mirando el asombroso cuerpo desnudo de Jaejoong. Maldita sea, el hombre era hermoso, casi odiaba ver cómo se cubría toda esa maravillosa carne de nuevo, pero sabía que no tenían tiempo que perder.

Ahogó un gemido cuando Jaejoong se inclinó para agarrar los pantalones de color caqui, y mantuvo la mirada fija en su atractivo trasero desnudo, pero rápidamente giró su cabeza y se cambió. Si seguía observando a Jaejoong, nunca abandonaría la habitación, además antes no se había dado cuenta de que había una cama justo en la esquina.

—¿Qué hago con esto?

Yunho levantó la vista para ver que Jaejoong sostenía la botella de loción en sus manos, riendo mientras tomaba la botella y la empujaba en uno de los muchos bolsillos que tenía.

—Bueno, ciertamente no podemos dejarla atrás.

—Sí, eso sería fatal.

—Realmente malo— Yunho se echó a reír. No podía recordar haberse reído tanto con un amante en su vida, eso era algo nuevo. Algo que amaba, algo de lo que quería más —.Vamos, colibrí, tenemos que seguir adelante.

Jaejoong subió sus pantalones, sacudiendo la cabeza. —Estoy ridículo.

—Estas ropas no son para lucirnos, son para camuflarnos de la vista.

—Eso ayudaría si me ajustaran.

Yunho se mordió sus labios y estudió el equipo de Jaejoong. El hombre tenía razón, el equipo de combate le colgaba, era al menos dos tallas más grande.

—Creo que tengo algo que puede ayudar.— Yunho salió corriendo de la habitación y fue a buscar una cuerda. Encontró un pequeño rollo en uno de los armarios.

Cortó un trozo y regresó, encontrando a Jaejoong fuera de la habitación.

—Vamos a probar con esto— dijo Yunho empujando la chaqueta y la camiseta sobre el pecho de Jaejoong para luego agarrar la cintura de sus pantalones —.Sujeta tu camisa arriba, colibrí.— Jaejoong hizo lo que le había indicado Yunho, que se puso en cuclillas delante de él y pasó la cuerda a través de las presillas del cinturón de los pantalones de Jaejoong. Los subió por encima del montículo creado por el bebé y los ató.

Después de atarlos, le dio al pequeño montículo una suave caricia.

—¿Cómo está nuestro chico?

La voz de Jaejoong estaba cargada de emoción cuando respondió. —Está bien, ahora mismo, creo que está durmiendo.

Yunho estudió el rostro de Jaejoong, buscando algún signo de malestar. —¿Y tú cómo estás? ¿Estás bien?

Jaejoong se encogió de hombros. Dejó caer su camisa y chaqueta y tiró de ellas sobre su distendido estómago. —Estoy bien. Un poco asustado, pero me siento así desde hace meses, no es algo nuevo.

—Sabes que te mantendré a salvo ¿verdad? Todos vamos a mantenerte a salvo.— Yunho se puso de pie y ondeó su mano hacia los otros hombres que se unían a ellos en el pasillo —.Eso es lo que hacemos, Jaejoong, somos Marines.

—Y los hombres que están detrás de nosotros son unos psicópatas, mercenarios armados trabajando para una sección de investigación secreta del gobierno— la voz de Jaejoong era dura, con ansiedad —.Además, parece que están haciendo un jodido buen trabajo consiguiendo dar con nosotros hasta ahora.

—Ah, pero eso era antes de que nos tuvieras a mi unidad y a mí para mantenerte a salvo— dijo Yunho —.Realmente no tienen ni idea de a quién están intentando joder, pero la tendrán.

Jaejoong lucía escéptico. —¿Realmente piensas que podremos librarnos de ellos?

Dam se echó a reír. —Infiernos, chico, la única razón por la que los ha tomado tanto tiempo para llegar hasta aquí, es porque han tenido que superar todas las pequeñas sorpresas que les he dejado, no puedo esperar hasta que lleguen a la casa.

Dam sonaba casi jubiloso. Yunho sabía que el hombre era un poco paranoico, siempre lo había sido, y había atribuido su extraño comportamiento a que era demasiado precavido y un poco chiflado. Ahora se daba cuenta que la actitud de Dam tenía que ver con lo que sabía.

Si la gente que había capturado a Jaejoong pudiera poner sus manos en Dam, tendrían una buena fuente de información. Probablemente era el único humano en la tierra que sabía muchas cosas acerca de los Aes Sídhe. Sería una bendición para ellos.

—Bien, ¿cuál es el plan?— Yunho preguntó tomando las armas que le tendía Hayami y metiéndolas en diversas partes de su cuerpo.

—Jaejoong, ¿hay alguna manera de pasar al otro lado del Velo?— Dam preguntó.

—No voy a dejar a Yunho.

—No te estoy pidiendo que lo hagas. Yunho, Max, Hayami y yo, todos iremos contigo, después de haberte ayudado, estaremos más seguros allí.

—Oh, bien, cualquier lugar con agua, razonablemente grande, nos servirá, pero una cascada sería mejor— Jaejoong respondió —.El Velo es mucho más delgado en las cascadas.

Dam frotó su barbilla durante unos segundos, con la mirada perdida en el espacio. —Bien, hay una gran cascada a diez millas de aquí. ¿Crees qué podrás llegar tan lejos?— preguntó mirando a Jaejoong —.Tenemos que movernos rápidamente porque tendremos a esos tipos en los talones. ¿Podrás hacerlo en tu condición?

Max dio un paso adelante, mirando confundido. —¿Condición? ¿Está Jaejoong enfermo? ¿Hay algo que debamos tener en cuenta?

Todos miraron hacia Max.

—Uh, quizás no sería mala idea que lo supieras, ya que eres el médico de esta misión— Yunho le dijo —pero cuando oigas lo que tenemos que decirte, vas a pensar que estamos realmente locos.

Max cruzó los brazos sobre su pecho y arqueó una ceja. —¿Bien?

—De acuerdo, aquí va la versión corta.— Yunho dio un paso para ponerse al lado de Jaejoong, un brazo envuelto alrededor de sus hombros —.Jaejoong es especial, nació con sangre real, es el quinto hijo de un Rey, no es totalmente humano y su anatomía es ligeramente diferente a la nuestra.

—¿Por eso necesita cuidados especiales?

—Sí y no— respondió Yunho. Tomó una profunda respiración y la dejó salir lentamente —.Jaejoong está embarazado de un hijo mío, y está en el segundo trimestre.

Yunho observó dos conjuntos de sorprendidos ojos bajar hasta el estómago de Jaejoong. No estaba sorprendido por su aturdimiento. Había esperado esa reacción, ya que se sintió igual cuando se enteró.

—¿Hablas en serio?

—Mucho— dijo Yunho, bajando su mirada hacia el rostro de Jaejoong —.Jaejoong, ¿te importaría? Max tiene que saber cómo cuidarte si tenemos una emergencia— dijo gesticulando hacia la camisa de Jaejoong.

Jaejoong vaciló, pero sacudió la cabeza. —No, no me importa.

Yunho se agachó y subió la chaqueta y la camisa de Jaejoong, desató la cuerda de su cintura y empujó los pantalones abajo para dejar al descubierto su distendido estómago. Un suave suspiro de conmoción llenó la habitación.

—Jesús, ¿es real?— dijo Hayami.

Max se dejó caer sobre sus rodillas, sus manos flotaron un momento sobre el estómago de Jaejoong y levantó la vista hacia él. —¿Puedo?

Jaejoong asintió.

Max presionó cuidadosamente sus manos en el estómago de Jaejoong moviéndolas alrededor gentilmente. Parecía hipnotizado en lugar de disgustado, y eso era bueno. Yunho odiaría tener que lastimar al hombre si hería los sentimientos de Jaejoong.

—¿Sabes si es niño o niña?— Max preguntó

—Es un varón— respondió Jaejoong —.Solo damos a luz varones.

—¿Y todo progresa cómo debería?

Jaejoong asintió. —Hasta el momento, sí. He tenido algunos problemas con las náuseas matutinas, pero eso no es nada raro durante el segundo trimestre, debería terminar en un par de semanas, entonces el volumen se irá haciendo mayor mientras el bebé aumenta de peso, hasta que me ponga de parto.

—Si tienes algún problema, sientes algún dolor, necesito que me lo hagas saber.— Max se puso de pie, su mirada todavía continuaba en el estómago de Jaejoong —.Puede que no sepa nada acerca de hombres embarazados, pero no puede ser tan diferente de las mujeres, las bases son las mismas.— Tragó duro —.O al menos eso espero.

—Son…

Otra alarma traspasó el aire

Jaejoong gritó: —¿Qué es eso?

—Entraron en el segundo perímetro— dijo Dam agarrando una mochila del suelo y poniéndola sobre sus hombros, cerrada y cargada —.Chicos, empieza la fiesta.

Yunho tomó la mochila que Dam le tendía, se la puso y tiró de las ropas de Jaejoong para ponerlas en su lugar. Agarró la mano de Jaejoong. —¿Estás listo para esto, colibrí?

—Sinceramente, no.

Yunho sonrió. —Solo hazme saber cuándo necesitas descansar y no te presiones a ti mismo. Tienes que cuidar de nuestro bebé.

Jaejoong asintió. —Estaremos bien.

—De acuerdo, vamos.— Yunho arrastró a Jaejoong detrás de él y siguió a Dam por un largo pasillo de cemento, con Max y Rock en la retaguardia. El corredor de paredes de cemento fue remplazado rápidamente por rocas, haciéndole saber a Yunho que Dam era mucho más inteligente de lo que había pensado.

El viejo soldado había aprovechado las vetas naturales de lava que fluían a través del área de la que Yunho solo podía esperar que fuera un volcán dormido. Ingenioso.

Yunho oyó el sonido débil de algunas explosiones detrás de ellos y corrieron. No tenía idea de cuáles serían las sorpresas que Dam había dejado a sus perseguidores, solo esperaba que cayeran tantos como fuera posible.

No estaba seguro de cuánto tiempo había pasado antes que el túnel se abriera en una larga caverna. Le habían parecido kilómetros, pero probablemente solo habrían sido unos pocos cientos de metros. Yunho miró sobre su hombro hacia Jaejoong, preocupado porque la marcha hubiera sido demasiado para él, pero el hombre parecía estar haciéndolo bien hasta ahora. Yunho solo esperaba que Jaejoong pudiera apoyarse en él hasta que estuvieran en un lugar seguro para descansar.

—¿Qué camino, Dam?— Yunho preguntó cuándo se pararon en la entrada de la gran caverna.

—A la izquierda— Dam contestó —.La salida hacia el bosque es en esa dirección.

—¿Y la otra dirección?

Dam sonrió. —Lleva a una galería llena de túneles, si entran ahí, nunca encontrarán la salida.

Yunho sonrió tranquilamente y llevó a Jaejoong hacia la izquierda. Podía oír a Max y Rock cubriendo sus huellas detrás de ellos. Sus perseguidores puede que no eligieran el camino de la derecha, pero no los iban a dejar pistas.

Cuando llegaron a la entrada de la cueva, Yunho paró. Mierda santa, estaban en la cima de la montaña. Sabía que habían viajado bastante por los largos túneles, pero no había notado que ascendían.

Miró hacia el valle y vio el humo que salía de la cabaña de Dam. «Mierda». —Oh Dam, tu casa, lo siento.

—Cierto. No me alegra que mi casa esté quemada hasta los cimientos, pero es solo una casa, Yunho— Dam contestó —.Lo que importa está encerrado en mi cabeza, en un lugar seguro.

—Aun así lo siento, si no te hubiéramos involucrado, no te habría pasado esto.

—Esto me llevará más cerca de encontrar a Sang Hyun de lo que he estado en años, eso vale más que miles de casas.

—Oh, Diablos, eso me recuerda…— dijo Yunho recordando su conversación con Jaejoong —.Puede que no sea nada, pero el tío de Jaejoong se llama Sang Hyun. Desapareció hace veinte años, y fue capturado por la Corte Oscura. Lo tuvieron retenido durante dos años antes de liberarlo.

—Yunho— Dam susurró, su rostro pálido —.¿Tú crees?

—No lo sé. Podía ser el mismo hombre, pero no quiero darte esperanzas por si no lo es. Puede que Sang Hyun sea un nombre común en el mundo de Jaejoong.

—No sé si podré evitar no sentirme esperanzado— Dam admitió —he buscado a Sang Hyun durante veinte años, si lo encontrara, sería un sueño.

—Si tu Sang Hyun es el mismo que mi tío— dijo Jaejoong dando un paso al frente —sé dónde está.

—Lo que… ¿cómo es tu tío?— Dam preguntó —.¿Qué aspecto tiene?

—Bueno, tiene el pelo rubio como yo, pero la mayoría de mi pueblo lo tiene, sus ojos también son de color azul profundo, ya que es de sangre real. Además es más alto que yo
— Jaejoong frunció el ceño —pero todo el mundo es más alto que yo en mi familia.

—¿Alguna cosa más?— Dam preguntó —.¿No tiene ninguna característica distintiva? Tatuajes, marcas… ¿Alguna cosa que lo diferencie del resto de tu familia?

Jaejoong frunció el ceño pensativo. —Bueno, tiene una pequeña marca en su pecho, pero no sé mucho sobre eso. Tío Sang Hyun evita hablar de ello.— Los labios de Jaejoong se apretaron en una dura línea —.Creo que se la hizo en el tiempo que estuvo cautivo

Dam palideció todavía más, sus manos temblaban mientras tiraba del cuello de su camisa para bajarlo, dejando ver una pequeña y delgada cicatriz sobre su corazón.

—¿Es como esta?

—Sí— Jaejoong contestó con tono de sorpresa —.Es igual, ¿cómo…?

Yunho observaba asombrado cómo los ojos de Dam se llenaban de lágrimas. Nunca lo había visto llorar, ni siquiera cuando Yunho sacó una bala de su pierna en el campo con la hoja de un cuchillo sin usar anestesia. El hombre no había hecho ni un sonido. Sin embargo, ahora, parecía listo para desmoronarse.

—¿Dam?

—Es mi Sang Hyun, Yunho, tiene que serlo.— murmuró —.Nos cortamos en el pecho cuando intercambiamos nuestra sangre para enlazarnos. Los dos nos hicimos la marca sobre nuestro corazón.

—¿Debería hablarle acerca de Monte?— Jaejoong preguntó a Yunho mentalmente.

—¿Monte?

—El hijo de Sang Hyun. Cuando volvió a casa desde la Corte Oscura traía a su hijo con él. Su nombre es Monte.

—No, no le digas nada todavía. Ya tiene bastante con todo esto. Puede que sea demasiado para él manejar ahora que además tiene un hijo. Podremos decírselo cuando sepamos con certeza que Sang Hyun es el hombre de Dam, o bien puede decírselo él mismo.

—De acuerdo.

—Vamos, es mejor que nos movamos— dijo Yunho urgiendo a Jaejoong hacia el bosque —.Cuanto más rápido nos movamos, más rápido descubriremos si es el mismo Sang Hyun del que hablamos.

Dam asintió y se limpió los ojos, pero sonreía como si estuviera seguro. —Estoy seguro de que lo es, sé que lo es, tiene que serlo.

Yunho esperaba que Dam estuviera en lo cierto porque si no fuera así, quedaría devastado.

—¿Hacia arriba o abajo, Dam?— preguntó Yunho cuando llegaron al borde del bosque.

—Arriba— dijo Dam apuntando sobre la montaña.
Yunho miró la empinada colina, su corazón se hundió. Jaejoong nunca lograría subir la empinada pendiente de la montaña. Miró abajo hacia el valle, viendo todavía el humo de la quemada casa de Dam

—¿Estás seguro de que es el único camino?

—Podemos meternos de cabeza en el bosque, pero no serviría de nada, la cascada está encima de la montaña— Dam apuntó de nuevo a la cima —.Jaejoong dijo que era el mejor lugar para traspasar el Velo entre nuestros dos mundos.

—Pero recuerda que Jaejoong no puede moverse tan rápido como nosotros— dijo Yunho —.No voy a ponerlo a él o al bebé en más peligro del que ya están.

—Puedo hacerlo— Jaejoong insistió.

—No tengo ninguna duda de que puedes, pero tenemos que ser cuidadosos. Si te deslizas o te sobrepasas, podrías lastimar al bebé.

—Pero Yunho...

—Iremos, pero tienes que prometerme que me dirás si te sientes demasiado cansado.

Jaejoong rodó sus ojos. —Soy más fuerte de lo que parezco, tienes que dejar de tratarme como si fuera de cristal.

Yunho se echó a reír. —Eso no va a ser posible, colibrí.

—¿Podemos irnos?— Jaejoong preguntó —.Prometo que si me canso, te lo diré.

Yunho tomó una profunda respiración y agarró a Jaejoong de la mano, poniéndolo a su lado. Dam había dicho que la catarata solo estaba a diez millas (16.09 kilómetros). Diez millas que parecerían muchas más cuando caminaran ascendiendo la montaña. Yunho dudaba que pudieran llegar a la catarata antes del anochecer.

Subían lentamente. Yunho concentrado en que Jaejoong subiera la montaña y Max y Hayami en la retaguardia. Tenían que ir cubriendo sus huellas y protegiéndose de los que venían detrás.

A mitad del ascenso, Jaejoong de repente se detuvo tirando de la mano de Yunho. Este se giró y lo miró. —Jaejoong, ¿qué pasa?

Jaejoong tenía una mano sobre su boca, lanzó una mirada a derecha e izquierda antes de saltar a un lado del sendero para expulsar el contenido de su estómago.

Yunho dejó caer su mochila, abrió una de las bolsas y sacó un pequeño paño y una cantimplora con agua. Humedeció el paño y rápidamente se puso en cuclillas al lado de Jaejoong, sosteniendo su pelo hacia atrás mientras el hombre continuaba vomitando.

Una vez que Jaejoong se calmó un poco, Yunho le entregó el paño para que se limpiara la boca y le ofreció la cantimplora. Jaejoong tomó algunos tragos, girando el agua alrededor de su boca antes de escupirla. Su rostro estaba pálido cuando miró hacia Yunho y sus labios se tornaron en una mueca.

—¿Cómo te sientes, colibrí?— preguntó Yunho mientras tomaba la cantimplora y el paño de las manos de Jaejoong.

—Como la mierda, pero estaré bien.

—¿Necesitas descansar?

Jaejoong miró arriba hacia la cima de la montaña y negó. —No, vamos a continuar, la montaña primero.

—¿Qué te parece si te llevo un rato, solo hasta que te sientas mejor? Así descansarás y después podrás continuar subiendo por ti mismo.

Las cejas de Jaejoong se levantaron. —¿Estás demente? No puedes cargar a la mochila y a mí. Debe pesar al menos ochenta libras (36 kilos) y yo, unas ciento cuarenta (63 kilos). Nunca lo conseguirías.

Yunho sabía que Jaejoong estaba en lo cierto. Miró sobre su hombro hacia la mochila, riendo suavemente cuando vio a Max, Rock y Dam dividiendo el contenido de la mochila entre ellos tres.

Miró de nuevo hacia Jaejoong y sonrió. —Ya no hay problema, colibrí.

Jaejoong lo miró como si fuera a protestar, pero movió la cabeza y una pequeña sonrisa cruzó su rostro. Se puso de pie y extendió sus brazos. Yunho lo agarró cuidadosamente y lo levantó, acunándolo cerca de su pecho.

—Ah, infiernos, colibrí, pesas menos que la mochila.

—Gracioso.

Yunho sonrió y empezó a subir la pendiente una vez más. Tenía que cerciorase de agradecer a los chicos haber tomado su carga sin ninguna pregunta. Siempre habían sido cercanos, al haber luchado juntos, su vínculo era casi irrompible porque tener compañeros de confianza que guardaran tu espalda cuando salías al campo era vital, pero nunca consideró que el vínculo pudiera extenderse a su vida personal. El ascenso por la montaña era mucho más rápido ahora que tenía a Jaejoong acurrucado en sus brazos. Eso les daba menos trabajo a Hayami y Max. Como militares, estaban entrenados para no salirse del camino. Sabían por dónde caminar, cómo no dejar huellas y la manera de moverse sigilosamente a través de diversos terrenos, pero Jaejoong no sabía. Alcanzaron la cima de la montaña justo cuando el sol se estaba poniendo. Había llevado más tiempo del que Yunho había previsto, ya que tuvieron que volver a parar para que Jaejoong vomitara.

Yunho sabía que la situación estaba agotando al hombre. ¿Cómo podría no hacerlo? Estaban corriendo por sus vidas. Incluso los nervios de Yunho estaban muy crispados, y eso que no estaba embarazado.

Aunque Jaejoong no se quejaba, su cara estaba pálida, más blanca a cada momento que pasaba. Yunho lo puso de pie, sus labios en una reducida y apretada línea, y aferró el brazo de Jaejoong cuando el hombre se balanceó un poco.

—¿Jaejoong?— dijo Yunho, asustado de haberlo empujado demasiado.

Jaejoong le hizo un gesto y se sentó en un tronco caído. —Estoy bien, solo cansado y hambriento.— Apuntó hacia las mochilas que Max, Rock y Dam estaban dejando en el suelo. —No creo que tengan comida de gourmet en alguna parte, ¿verdad?

—Uh, no— contestó Max mirándolo —.Pero tenemos carne seca y galletas.

—Diablos, en este momento podría comerme un zapato.— Jaejoong frotó su estómago —.Estoy hambriento.

Max escarbó en su mochila durante un momento antes de sacar una bolsa con carne y frutas secas y un paquete de galletas. Jaejoong prácticamente se abalanzó sobre ellas, agarrándolas de las manos de Max y comiendo con rapidez.

Jaejoong hizo un profundo sonido de satisfacción que hizo a Yunho retorcerse, ya que el sonido le recordaba los gemidos que el hombre hacía durante el sexo. Repentinamente deseó que estuvieran a solas. Su pene palpitaba en sus pantalones, lo que no era bueno, ya que estaban rodeados por otras personas y huyendo de unos locos.

Yunho caminó y se sentó en el suelo cerca de Jaejoong. —¿Vas a compartir?— preguntó extendiendo su mano. Los ojos de Jaejoong se entrecerraron, pero le dio una galleta. Yunho mantuvo sus ojos en él, se inclinó y mordió la galleta de su mano.

La sonrisa suave de Jaejoong fue de gran ayuda para el alma de Yunho, lo envolvió haciendo que se sintiera cálido y feliz. Agarró la mano de Jaejoong y antes de que pudiera alejarla, tiró del hombre hacia abajo a sus brazos, sentándolo entre sus piernas y arrastrándolo contra su pecho.

Jaejoong continuó compartiendo su comida, pasándole galletas o un poco de carne seca entre mordiscos, hasta que todas las piezas desaparecieron. Yunho tenía una última cosa para Jaejoong. No sabía mucho sobre hombres embarazados, pero había conocido un par de mujeres en ese estado hacía tiempo.

—Hey, Max, ¿me puedes pasar esa pequeña bolsa marrón que tienes en tu mochila?

Max asintió, con la boca llena de galletas y buscó dentro de su mochila, hasta que encontró una bolsa de papel y se la pasó. Yunho la cogió y metió la mano dentro para revelar su sorpresa. —Aquí está, colibrí, tu postre.

—¡Oh, Dios mío!— Jaejoong exclamó —.¡Chocolate!— Con entusiasmo, alcanzó la pequeña pieza de chocolate y la empujó dentro de su boca de una sola vez. Gimió en voz alta, sus ojos cerrados y una mirada que solo podía describirse como de puro éxtasis en su rostro.


Un punto para Yunho.

14 comentarios:

  1. jae se a de ver bellisimo de encargo >< awwww mi vida <3 max siendo doctor y llevando comida consigo jejejeje..... espero que si sea el amado de dam y que lleguen sanos y salvos a su destino.... gracias por la actu ^^ hermoso fic

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  2. muchas gracias por actualizar <3333333
    me encanta la personalidad de JJ y YH <33333

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  3. El yunjae estan perfecto y mas cuando estan embarazados^^ ya quiero q crucen el velo... quiero ver el reencuentro de dam y su amor.... y mas cuando vea a su hijo..

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  4. Me da algo, me encanta como ha evolucionado su relación, pareciera que no pasaron por momentos dificíles antes de llegar a lo que ahora tienen, son una cosa tan linda estos dos,y su bebe ;; por favor que pronto se libren de todo eso y dam pueda reunirse con el tío de jae y su hijo tambien, max y hayami son definitivamente un gran apoyo, esto se pone cada vez mas interesante, gracias por actualizar! ^^ ♡

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  5. muy buena la historia me encanta como todos cuidan de jae y yunho ni se diga muy al pendiente de todo lo que necesite
    espero y si sea la su pareja el tío de jae para que dan pueda ser feliz como lo es yunho y jae y mas por que si si es el el también es papa y no lo sabe que felicidad tendrán todos una bes que crucen el velo
    GRACIAS por el capitulo estaré al pendiente del siguiente bye

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  6. Awww~~ tan lindo Jae ♥^^.. me encanta que Yunho lo mime
    Espero que no los encuentren u.u

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  7. ayyy qué ternura, muero de amor al leer a estos dos tan enamorados. Yunho está rendido de amor por su Jae embarazado y me enloquece cuando leo cómo trata a la pancita de Jae, cómo la toca y lo preocupado que está. y terminó de matarme cuando le da esa sorpresa a su Jae.... así o más tierno???
    muy buena esta historia.
    gracias como siempre por esta actu

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  8. wow jae debe ser una preciosidad embarazado y sobre todo con yunho cuidandolo
    ahora les toca seguir adelante para estar seguros
    gracias por el capi esta buenisimo XD

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  9. Yunho prácticamente se le cae la baba por su baby y Jaejoong , yunho va ser un excelente papa :3 ya quiero que nazca el bebe...
    Ojala que puedan cruzar el velo sin ningún problema y que el tío de jae si sea la pareja de Dam que ah estado esperando por tantos años... y que ese bebe sea de el :)
    Gracias por el capitulo ;)

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  10. Que hermosa pareja de embarazados, porque ambos llevan la responsabilidad. Min y Hayami son un amor en apoyar sin condiciones a sus amigos. Ojala que si sea el tío de Jae la pareja
    de Dam y ademas ya tienen hasta un hijo que seguro lo hara muy feliz, bueno aparte de encontrar al amor de su vida. Espero nunca lleguen a alcanzarlos que lleguen antes a la cascada para pasar el velo y asi estar un poco a salvo. Gracias por publicar esta muy emocionante.

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  11. jajaja tan lindo mi vida! esos dos son un amor y yunho tiene buenos compañeros y amigos
    ojala Dam pueda encontrar a su pareja y a su hijo si realmente es el tio de jae
    adada amo como yunho se preocupa por su bebe y por jae aww cada vez mejor gracias x compartir ^^

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  12. gracias por el capitulo jae embarazado todo na hermosura y yunho un protetor de jae y su bebe y dam que sea su pareja ¡¡¡ - gracias

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  13. El tio d jae ya esta confirnado si es el amado d dam y con un hijo todavia ** pobre jae con las nausias cansancio hambre...

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  14. Esos dos parecen como si nunca hubieran pasado las dificultades del comienzo, son tan cursis dcfvgbhn se ven bien bonis, toda una familia feliz <3
    Lo bueno fue que pudieron escabullirse de ahí, ojala no se les presente otra dificultad antes de que lleguen a un lugar más seguro.
    Gracias por compartir

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