Yunho
se echó a reír por la aturdida expresión en el rostro de Jaejoong. Se sentía
bien, todo sobre Jaejoong se sentía bien. Las emociones que había experimentado
desde que conoció a Jaejoong, le daban a Yunho esperanzas para el futuro. —Si
esto es estar loco, espero no volver a estar cuerdo.
La
áspera voz de Dam rompió el buen humor de la habitación. —¿Todavía no se han
cambiado? Vamos justos de tiempo, chicos. Tendremos compañía en cualquier
momento y tenemos que sacar sus traseros de aquí antes de que lleguen.
—Lo
siento, Dam— dijo Yunho agarrando la ropa de la mesa. Le entregó un uniforme
verde de combate a Jaejoong —.Solamente estaba presentándole a Jaejoong, a Max
y Hayami. Pensé que podría querer saber quiénes eran los dos extraños tipos
musculosos armados antes de ponernos en camino.
—Todo
eso está muy bien, pero es hora de moverse.
Yunho
asintió, jaló a Jaejoong dentro de una pequeña habitación y cerró la puerta.
—Vamos, colibrí, cámbiate de ropa y sé rápido, tenemos que seguir adelante.
Jaejoong
empezó a desvestirse, Yunho observó cómo arrugaba su rostro mientras miraba la
ropa de combate. —¿Por qué tenemos que cambiarnos? ¿Qué hay de malo con lo que
llevo?
—Necesitamos
camuflarnos con los alrededores.
—Sí—
Jaejoong resopló —.Pero estoy seguro que no ganaremos ningún concurso de
belleza con estas cosas.
Yunho
se rio. —Vamos Jaejoong, no son tan feas.
—Sí—
contestó Jaejoong —sí lo son.
Yunho
sacudió su cabeza y Jaejoong se quitó la ropa. A pesar del peligro que pronto
enfrentarían, Yunho no conseguía moverse, se encontró ahí parado mirando el
asombroso cuerpo desnudo de Jaejoong. Maldita sea, el hombre era hermoso, casi
odiaba ver cómo se cubría toda esa maravillosa carne de nuevo, pero sabía que
no tenían tiempo que perder.
Ahogó
un gemido cuando Jaejoong se inclinó para agarrar los pantalones de color
caqui, y mantuvo la mirada fija en su atractivo trasero desnudo, pero
rápidamente giró su cabeza y se cambió. Si seguía observando a Jaejoong, nunca
abandonaría la habitación, además antes no se había dado cuenta de que había
una cama justo en la esquina.
—¿Qué
hago con esto?
Yunho
levantó la vista para ver que Jaejoong sostenía la botella de loción en sus
manos, riendo mientras tomaba la botella y la empujaba en uno de los muchos
bolsillos que tenía.
—Bueno,
ciertamente no podemos dejarla atrás.
—Sí,
eso sería fatal.
—Realmente
malo— Yunho se echó a reír. No podía recordar haberse reído tanto con un amante
en su vida, eso era algo nuevo. Algo que amaba, algo de lo que quería más —.Vamos,
colibrí, tenemos que seguir adelante.
Jaejoong
subió sus pantalones, sacudiendo la cabeza. —Estoy ridículo.
—Estas
ropas no son para lucirnos, son para camuflarnos de la vista.
—Eso
ayudaría si me ajustaran.
Yunho
se mordió sus labios y estudió el equipo de Jaejoong. El hombre tenía razón, el
equipo de combate le colgaba, era al menos dos tallas más grande.
—Creo
que tengo algo que puede ayudar.— Yunho salió corriendo de la habitación y fue
a buscar una cuerda. Encontró un pequeño rollo en uno de los armarios.
Cortó
un trozo y regresó, encontrando a Jaejoong fuera de la habitación.
—Vamos
a probar con esto— dijo Yunho empujando la chaqueta y la camiseta sobre el
pecho de Jaejoong para luego agarrar la cintura de sus pantalones —.Sujeta tu
camisa arriba, colibrí.— Jaejoong hizo lo que le había indicado Yunho, que se
puso en cuclillas delante de él y pasó la cuerda a través de las presillas del
cinturón de los pantalones de Jaejoong. Los subió por encima del montículo
creado por el bebé y los ató.
Después
de atarlos, le dio al pequeño montículo una suave caricia.
—¿Cómo
está nuestro chico?
La voz
de Jaejoong estaba cargada de emoción cuando respondió. —Está bien, ahora
mismo, creo que está durmiendo.
Yunho
estudió el rostro de Jaejoong, buscando algún signo de malestar. —¿Y tú cómo
estás? ¿Estás bien?
Jaejoong
se encogió de hombros. Dejó caer su camisa y chaqueta y tiró de ellas sobre su
distendido estómago. —Estoy bien. Un poco asustado, pero me siento así desde
hace meses, no es algo nuevo.
—Sabes
que te mantendré a salvo ¿verdad? Todos vamos a mantenerte a salvo.— Yunho se
puso de pie y ondeó su mano hacia los otros hombres que se unían a ellos en el
pasillo —.Eso es lo que hacemos, Jaejoong, somos Marines.
—Y
los hombres que están detrás de nosotros son unos psicópatas, mercenarios
armados trabajando para una sección de investigación secreta del gobierno— la
voz de Jaejoong era dura, con ansiedad —.Además, parece que están haciendo un
jodido buen trabajo consiguiendo dar con nosotros hasta ahora.
—Ah,
pero eso era antes de que nos tuvieras a mi unidad y a mí para mantenerte a
salvo— dijo Yunho —.Realmente no tienen ni idea de a quién están intentando
joder, pero la tendrán.
Jaejoong
lucía escéptico. —¿Realmente piensas que podremos librarnos de ellos?
Dam
se echó a reír. —Infiernos, chico, la única razón por la que los ha tomado
tanto tiempo para llegar hasta aquí, es porque han tenido que superar todas las
pequeñas sorpresas que les he dejado, no puedo esperar hasta que lleguen a la
casa.
Dam
sonaba casi jubiloso. Yunho sabía que el hombre era un poco paranoico, siempre
lo había sido, y había atribuido su extraño comportamiento a que era demasiado
precavido y un poco chiflado. Ahora se daba cuenta que la actitud de Dam tenía
que ver con lo que sabía.
Si
la gente que había capturado a Jaejoong pudiera poner sus manos en Dam,
tendrían una buena fuente de información. Probablemente era el único humano en
la tierra que sabía muchas cosas acerca de los Aes Sídhe. Sería una bendición
para ellos.
—Bien,
¿cuál es el plan?— Yunho preguntó tomando las armas que le tendía Hayami y
metiéndolas en diversas partes de su cuerpo.
—Jaejoong,
¿hay alguna manera de pasar al otro lado del Velo?— Dam preguntó.
—No
voy a dejar a Yunho.
—No
te estoy pidiendo que lo hagas. Yunho, Max, Hayami y yo, todos iremos contigo,
después de haberte ayudado, estaremos más seguros allí.
—Oh,
bien, cualquier lugar con agua, razonablemente grande, nos servirá, pero una
cascada sería mejor— Jaejoong respondió —.El Velo es mucho más delgado en las
cascadas.
Dam
frotó su barbilla durante unos segundos, con la mirada perdida en el espacio.
—Bien, hay una gran cascada a diez millas de aquí. ¿Crees qué podrás llegar tan
lejos?— preguntó mirando a Jaejoong —.Tenemos que movernos rápidamente porque
tendremos a esos tipos en los talones. ¿Podrás hacerlo en tu condición?
Max
dio un paso adelante, mirando confundido. —¿Condición? ¿Está Jaejoong enfermo?
¿Hay algo que debamos tener en cuenta?
Todos
miraron hacia Max.
—Uh,
quizás no sería mala idea que lo supieras, ya que eres el médico de esta misión—
Yunho le dijo —pero cuando oigas lo que tenemos que decirte, vas a pensar que
estamos realmente locos.
Max
cruzó los brazos sobre su pecho y arqueó una ceja. —¿Bien?
—De
acuerdo, aquí va la versión corta.— Yunho dio un paso para ponerse al lado de Jaejoong,
un brazo envuelto alrededor de sus hombros —.Jaejoong es especial, nació con
sangre real, es el quinto hijo de un Rey, no es totalmente humano y su anatomía
es ligeramente diferente a la nuestra.
—¿Por
eso necesita cuidados especiales?
—Sí
y no— respondió Yunho. Tomó una profunda respiración y la dejó salir lentamente
—.Jaejoong está embarazado de un hijo mío, y está en el segundo trimestre.
Yunho
observó dos conjuntos de sorprendidos ojos bajar hasta el estómago de Jaejoong. No estaba sorprendido por su aturdimiento. Había esperado esa reacción, ya que
se sintió igual cuando se enteró.
—¿Hablas
en serio?
—Mucho—
dijo Yunho, bajando su mirada hacia el rostro de Jaejoong —.Jaejoong, ¿te
importaría? Max tiene que saber cómo cuidarte si tenemos una emergencia— dijo
gesticulando hacia la camisa de Jaejoong.
Jaejoong
vaciló, pero sacudió la cabeza. —No, no me importa.
Yunho
se agachó y subió la chaqueta y la camisa de Jaejoong, desató la cuerda de su
cintura y empujó los pantalones abajo para dejar al descubierto su distendido
estómago. Un suave suspiro de conmoción llenó la habitación.
—Jesús,
¿es real?— dijo Hayami.
Max
se dejó caer sobre sus rodillas, sus manos flotaron un momento sobre el
estómago de Jaejoong y levantó la vista hacia él. —¿Puedo?
Jaejoong
asintió.
Max
presionó cuidadosamente sus manos en el estómago de Jaejoong moviéndolas
alrededor gentilmente. Parecía hipnotizado en lugar de disgustado, y eso era
bueno. Yunho odiaría tener que lastimar al hombre si hería los sentimientos de Jaejoong.
—¿Sabes
si es niño o niña?— Max preguntó
—Es
un varón— respondió Jaejoong —.Solo damos a luz varones.
—¿Y
todo progresa cómo debería?
Jaejoong
asintió. —Hasta el momento, sí. He tenido algunos problemas con las náuseas
matutinas, pero eso no es nada raro durante el segundo trimestre, debería
terminar en un par de semanas, entonces el volumen se irá haciendo mayor
mientras el bebé aumenta de peso, hasta que me ponga de parto.
—Si
tienes algún problema, sientes algún dolor, necesito que me lo hagas saber.— Max
se puso de pie, su mirada todavía continuaba en el estómago de Jaejoong —.Puede
que no sepa nada acerca de hombres embarazados, pero no puede ser tan diferente
de las mujeres, las bases son las mismas.— Tragó duro —.O al menos eso espero.
—Son…
Otra
alarma traspasó el aire
Jaejoong
gritó: —¿Qué es eso?
—Entraron
en el segundo perímetro— dijo Dam agarrando una mochila del suelo y poniéndola
sobre sus hombros, cerrada y cargada —.Chicos, empieza la fiesta.
Yunho
tomó la mochila que Dam le tendía, se la puso y tiró de las ropas de Jaejoong
para ponerlas en su lugar. Agarró la mano de Jaejoong. —¿Estás listo para esto,
colibrí?
—Sinceramente,
no.
Yunho
sonrió. —Solo hazme saber cuándo necesitas descansar y no te presiones a ti
mismo. Tienes que cuidar de nuestro bebé.
Jaejoong
asintió. —Estaremos bien.
—De
acuerdo, vamos.— Yunho arrastró a Jaejoong detrás de él y siguió a Dam por un
largo pasillo de cemento, con Max y Rock en la retaguardia. El corredor de
paredes de cemento fue remplazado rápidamente por rocas, haciéndole saber a Yunho
que Dam era mucho más inteligente de lo que había pensado.
El
viejo soldado había aprovechado las vetas naturales de lava que fluían a través
del área de la que Yunho solo podía esperar que fuera un volcán dormido. Ingenioso.
Yunho
oyó el sonido débil de algunas explosiones detrás de ellos y corrieron. No
tenía idea de cuáles serían las sorpresas que Dam había dejado a sus
perseguidores, solo esperaba que cayeran tantos como fuera posible.
No
estaba seguro de cuánto tiempo había pasado antes que el túnel se abriera en
una larga caverna. Le habían parecido kilómetros, pero probablemente solo
habrían sido unos pocos cientos de metros. Yunho miró sobre su hombro hacia Jaejoong,
preocupado porque la marcha hubiera sido demasiado para él, pero el hombre
parecía estar haciéndolo bien hasta ahora. Yunho solo esperaba que Jaejoong
pudiera apoyarse en él hasta que estuvieran en un lugar seguro para descansar.
—¿Qué
camino, Dam?— Yunho preguntó cuándo se pararon en la entrada de la gran
caverna.
—A
la izquierda— Dam contestó —.La salida hacia el bosque es en esa dirección.
—¿Y
la otra dirección?
Dam
sonrió. —Lleva a una galería llena de túneles, si entran ahí, nunca encontrarán
la salida.
Yunho
sonrió tranquilamente y llevó a Jaejoong hacia la izquierda. Podía oír a Max y
Rock cubriendo sus huellas detrás de ellos. Sus perseguidores puede que no eligieran
el camino de la derecha, pero no los iban a dejar pistas.
Cuando
llegaron a la entrada de la cueva, Yunho paró. Mierda santa, estaban en la cima de la montaña. Sabía que habían
viajado bastante por los largos túneles, pero no había notado que ascendían.
Miró
hacia el valle y vio el humo que salía de la cabaña de Dam. «Mierda». —Oh Dam, tu casa, lo siento.
—Cierto.
No me alegra que mi casa esté quemada hasta los cimientos, pero es solo una casa, Yunho— Dam contestó —.Lo que importa está encerrado en mi cabeza, en un
lugar seguro.
—Aun
así lo siento, si no te hubiéramos involucrado, no te habría pasado esto.
—Esto
me llevará más cerca de encontrar a Sang Hyun de lo que he estado en años, eso
vale más que miles de casas.
—Oh,
Diablos, eso me recuerda…— dijo Yunho recordando su conversación con Jaejoong
—.Puede que no sea nada, pero el tío de Jaejoong se llama Sang Hyun.
Desapareció hace veinte años, y fue capturado por la Corte Oscura. Lo tuvieron
retenido durante dos años antes de liberarlo.
—Yunho—
Dam susurró, su rostro pálido —.¿Tú crees?
—No
lo sé. Podía ser el mismo hombre, pero no quiero darte esperanzas por si no lo
es. Puede que Sang Hyun sea un nombre común en el mundo de Jaejoong.
—No
sé si podré evitar no sentirme esperanzado— Dam admitió —he buscado a Sang Hyun
durante veinte años, si lo encontrara, sería un sueño.
—Si
tu Sang Hyun es el mismo que mi tío— dijo Jaejoong dando un paso al frente —sé dónde
está.
—Lo
que… ¿cómo es tu tío?— Dam preguntó —.¿Qué aspecto tiene?
—Bueno,
tiene el pelo rubio como yo, pero la mayoría de mi pueblo lo tiene, sus ojos
también son de color azul profundo, ya que es de sangre real. Además es más
alto que yo
— Jaejoong frunció el ceño —pero todo el mundo es más alto que yo en
mi familia.
—¿Alguna
cosa más?— Dam preguntó —.¿No tiene ninguna característica distintiva?
Tatuajes, marcas… ¿Alguna cosa que lo diferencie del resto de tu familia?
Jaejoong
frunció el ceño pensativo. —Bueno, tiene una pequeña marca en su pecho, pero no
sé mucho sobre eso. Tío Sang Hyun evita hablar de ello.— Los labios de Jaejoong
se apretaron en una dura línea —.Creo que se la hizo en el tiempo que estuvo
cautivo
Dam
palideció todavía más, sus manos temblaban mientras tiraba del cuello de su
camisa para bajarlo, dejando ver una pequeña y delgada cicatriz sobre su
corazón.
—¿Es
como esta?
—Sí—
Jaejoong contestó con tono de sorpresa —.Es igual, ¿cómo…?
Yunho
observaba asombrado cómo los ojos de Dam se llenaban de lágrimas. Nunca lo
había visto llorar, ni siquiera cuando Yunho sacó una bala de su pierna en el
campo con la hoja de un cuchillo sin usar anestesia. El hombre no había hecho
ni un sonido. Sin embargo, ahora, parecía listo para desmoronarse.
—¿Dam?
—Es
mi Sang Hyun, Yunho, tiene que serlo.— murmuró —.Nos cortamos en el pecho
cuando intercambiamos nuestra sangre para enlazarnos. Los dos nos hicimos la
marca sobre nuestro corazón.
—¿Debería
hablarle acerca de Monte?— Jaejoong preguntó a Yunho mentalmente.
—¿Monte?
—El
hijo de Sang Hyun. Cuando volvió a casa desde la Corte Oscura traía a su hijo
con él. Su nombre es Monte.
—No,
no le digas nada todavía. Ya tiene bastante con todo esto. Puede que sea
demasiado para él manejar ahora que además tiene un hijo. Podremos decírselo
cuando sepamos con certeza que Sang Hyun es el hombre de Dam, o bien puede
decírselo él mismo.
—De
acuerdo.
—Vamos,
es mejor que nos movamos— dijo Yunho urgiendo a Jaejoong hacia el bosque —.Cuanto
más rápido nos movamos, más rápido descubriremos si es el mismo Sang Hyun del
que hablamos.
Dam
asintió y se limpió los ojos, pero sonreía como si estuviera seguro. —Estoy
seguro de que lo es, sé que lo es, tiene que serlo.
Yunho
esperaba que Dam estuviera en lo cierto porque si no fuera así, quedaría
devastado.
—¿Hacia
arriba o abajo, Dam?— preguntó Yunho cuando llegaron al borde del bosque.
—Arriba—
dijo Dam apuntando sobre la montaña.
Yunho
miró la empinada colina, su corazón se hundió. Jaejoong nunca lograría subir la
empinada pendiente de la montaña. Miró abajo hacia el valle, viendo todavía el
humo de la quemada casa de Dam
—¿Estás
seguro de que es el único camino?
—Podemos
meternos de cabeza en el bosque, pero no serviría de nada, la cascada está
encima de la montaña— Dam apuntó de nuevo a la cima —.Jaejoong dijo que era el
mejor lugar para traspasar el Velo entre nuestros dos mundos.
—Pero
recuerda que Jaejoong no puede moverse tan rápido como nosotros— dijo Yunho —.No
voy a ponerlo a él o al bebé en más peligro del que ya están.
—Puedo
hacerlo— Jaejoong insistió.
—No
tengo ninguna duda de que puedes, pero tenemos que ser cuidadosos. Si te
deslizas o te sobrepasas, podrías lastimar al bebé.
—Pero
Yunho...
—Iremos,
pero tienes que prometerme que me dirás si te sientes demasiado cansado.
Jaejoong
rodó sus ojos. —Soy más fuerte de lo que parezco, tienes que dejar de tratarme
como si fuera de cristal.
Yunho
se echó a reír. —Eso no va a ser posible, colibrí.
—¿Podemos
irnos?— Jaejoong preguntó —.Prometo que si me canso, te lo diré.
Yunho
tomó una profunda respiración y agarró a Jaejoong de la mano, poniéndolo a su
lado. Dam había dicho que la catarata solo estaba a diez millas (16.09
kilómetros). Diez millas que parecerían muchas más cuando caminaran ascendiendo
la montaña. Yunho dudaba que pudieran llegar a la catarata antes del anochecer.
Subían
lentamente. Yunho concentrado en que Jaejoong subiera la montaña y Max y Hayami
en la retaguardia. Tenían que ir cubriendo sus huellas y protegiéndose de los
que venían detrás.
A
mitad del ascenso, Jaejoong de repente se detuvo tirando de la mano de Yunho.
Este se giró y lo miró. —Jaejoong, ¿qué pasa?
Jaejoong
tenía una mano sobre su boca, lanzó una mirada a derecha e izquierda antes de
saltar a un lado del sendero para expulsar el contenido de su estómago.
Yunho
dejó caer su mochila, abrió una de las bolsas y sacó un pequeño paño y una
cantimplora con agua. Humedeció el paño y rápidamente se puso en cuclillas al
lado de Jaejoong, sosteniendo su pelo hacia atrás mientras el hombre continuaba
vomitando.
Una
vez que Jaejoong se calmó un poco, Yunho le entregó el paño para que se
limpiara la boca y le ofreció la cantimplora. Jaejoong tomó algunos tragos,
girando el agua alrededor de su boca antes de escupirla. Su rostro estaba
pálido cuando miró hacia Yunho y sus labios se tornaron en una mueca.
—¿Cómo
te sientes, colibrí?— preguntó Yunho mientras tomaba la cantimplora y el paño
de las manos de Jaejoong.
—Como
la mierda, pero estaré bien.
—¿Necesitas
descansar?
Jaejoong
miró arriba hacia la cima de la montaña y negó. —No, vamos a continuar, la
montaña primero.
—¿Qué
te parece si te llevo un rato, solo hasta que te sientas mejor? Así descansarás
y después podrás continuar subiendo por ti mismo.
Las
cejas de Jaejoong se levantaron. —¿Estás demente? No puedes cargar a la mochila
y a mí. Debe pesar al menos ochenta libras (36 kilos) y yo, unas ciento
cuarenta (63 kilos). Nunca lo conseguirías.
Yunho
sabía que Jaejoong estaba en lo cierto. Miró sobre su hombro hacia la mochila,
riendo suavemente cuando vio a Max, Rock y Dam dividiendo el contenido de la
mochila entre ellos tres.
Miró
de nuevo hacia Jaejoong y sonrió. —Ya no hay problema, colibrí.
Jaejoong
lo miró como si fuera a protestar, pero movió la cabeza y una pequeña sonrisa
cruzó su rostro. Se puso de pie y extendió sus brazos. Yunho lo agarró
cuidadosamente y lo levantó, acunándolo cerca de su pecho.
—Ah,
infiernos, colibrí, pesas menos que la mochila.
—Gracioso.
Yunho
sonrió y empezó a subir la pendiente una vez más. Tenía que cerciorase de
agradecer a los chicos haber tomado su carga sin ninguna pregunta. Siempre
habían sido cercanos, al haber luchado juntos, su vínculo era casi irrompible
porque tener compañeros de confianza que guardaran tu espalda cuando salías al
campo era vital, pero nunca consideró que el vínculo pudiera extenderse a su
vida personal. El ascenso por la montaña era mucho más rápido ahora que tenía a
Jaejoong acurrucado en sus brazos. Eso les daba menos trabajo a Hayami y Max.
Como militares, estaban entrenados para no salirse del camino. Sabían por dónde
caminar, cómo no dejar huellas y la manera de moverse sigilosamente a través de
diversos terrenos, pero Jaejoong no sabía. Alcanzaron la cima de la montaña
justo cuando el sol se estaba poniendo. Había llevado más tiempo del que Yunho
había previsto, ya que tuvieron que volver a parar para que Jaejoong vomitara.
Yunho
sabía que la situación estaba agotando al hombre. ¿Cómo podría no hacerlo? Estaban corriendo por sus vidas. Incluso los nervios de Yunho estaban muy
crispados, y eso que no estaba embarazado.
Aunque
Jaejoong no se quejaba, su cara estaba pálida, más blanca a cada momento que
pasaba. Yunho lo puso de pie, sus labios en una reducida y apretada línea, y
aferró el brazo de Jaejoong cuando el hombre se balanceó un poco.
—¿Jaejoong?—
dijo Yunho, asustado de haberlo empujado demasiado.
Jaejoong
le hizo un gesto y se sentó en un tronco caído. —Estoy bien, solo cansado y
hambriento.— Apuntó hacia las mochilas que Max, Rock y Dam estaban dejando en
el suelo. —No creo que tengan comida de gourmet en alguna parte, ¿verdad?
—Uh,
no— contestó Max mirándolo —.Pero tenemos carne seca y galletas.
—Diablos,
en este momento podría comerme un zapato.— Jaejoong frotó su estómago —.Estoy
hambriento.
Max
escarbó en su mochila durante un momento antes de sacar una bolsa con carne y
frutas secas y un paquete de galletas. Jaejoong prácticamente se abalanzó sobre
ellas, agarrándolas de las manos de Max y comiendo con rapidez.
Jaejoong
hizo un profundo sonido de satisfacción que hizo a Yunho retorcerse, ya que el
sonido le recordaba los gemidos que el hombre hacía durante el sexo.
Repentinamente deseó que estuvieran a solas. Su pene palpitaba en sus
pantalones, lo que no era bueno, ya que estaban rodeados por otras personas y
huyendo de unos locos.
Yunho
caminó y se sentó en el suelo cerca de Jaejoong. —¿Vas a compartir?— preguntó
extendiendo su mano. Los ojos de Jaejoong se entrecerraron, pero le dio una
galleta. Yunho mantuvo sus ojos en él, se inclinó y mordió la galleta de su
mano.
La
sonrisa suave de Jaejoong fue de gran ayuda para el alma de Yunho, lo envolvió
haciendo que se sintiera cálido y feliz. Agarró la mano de Jaejoong y antes de
que pudiera alejarla, tiró del hombre hacia abajo a sus brazos, sentándolo
entre sus piernas y arrastrándolo contra su pecho.
Jaejoong
continuó compartiendo su comida, pasándole galletas o un poco de carne seca
entre mordiscos, hasta que todas las piezas desaparecieron. Yunho tenía una
última cosa para Jaejoong. No sabía mucho sobre hombres embarazados, pero había
conocido un par de mujeres en ese estado hacía tiempo.
—Hey,
Max, ¿me puedes pasar esa pequeña bolsa marrón que tienes en tu mochila?
Max
asintió, con la boca llena de galletas y buscó dentro de su mochila, hasta que
encontró una bolsa de papel y se la pasó. Yunho la cogió y metió la mano dentro
para revelar su sorpresa. —Aquí está, colibrí, tu postre.
—¡Oh,
Dios mío!— Jaejoong exclamó —.¡Chocolate!— Con entusiasmo, alcanzó la pequeña
pieza de chocolate y la empujó dentro de su boca de una sola vez. Gimió en voz
alta, sus ojos cerrados y una mirada que solo podía describirse como de puro
éxtasis en su rostro.
Un punto para Yunho.
jae se a de ver bellisimo de encargo >< awwww mi vida <3 max siendo doctor y llevando comida consigo jejejeje..... espero que si sea el amado de dam y que lleguen sanos y salvos a su destino.... gracias por la actu ^^ hermoso fic
ResponderBorrarmuchas gracias por actualizar <3333333
ResponderBorrarme encanta la personalidad de JJ y YH <33333
El yunjae estan perfecto y mas cuando estan embarazados^^ ya quiero q crucen el velo... quiero ver el reencuentro de dam y su amor.... y mas cuando vea a su hijo..
ResponderBorrarMe da algo, me encanta como ha evolucionado su relación, pareciera que no pasaron por momentos dificíles antes de llegar a lo que ahora tienen, son una cosa tan linda estos dos,y su bebe ;; por favor que pronto se libren de todo eso y dam pueda reunirse con el tío de jae y su hijo tambien, max y hayami son definitivamente un gran apoyo, esto se pone cada vez mas interesante, gracias por actualizar! ^^ ♡
ResponderBorrarmuy buena la historia me encanta como todos cuidan de jae y yunho ni se diga muy al pendiente de todo lo que necesite
ResponderBorrarespero y si sea la su pareja el tío de jae para que dan pueda ser feliz como lo es yunho y jae y mas por que si si es el el también es papa y no lo sabe que felicidad tendrán todos una bes que crucen el velo
GRACIAS por el capitulo estaré al pendiente del siguiente bye
Awww~~ tan lindo Jae ♥^^.. me encanta que Yunho lo mime
ResponderBorrarEspero que no los encuentren u.u
ayyy qué ternura, muero de amor al leer a estos dos tan enamorados. Yunho está rendido de amor por su Jae embarazado y me enloquece cuando leo cómo trata a la pancita de Jae, cómo la toca y lo preocupado que está. y terminó de matarme cuando le da esa sorpresa a su Jae.... así o más tierno???
ResponderBorrarmuy buena esta historia.
gracias como siempre por esta actu
wow jae debe ser una preciosidad embarazado y sobre todo con yunho cuidandolo
ResponderBorrarahora les toca seguir adelante para estar seguros
gracias por el capi esta buenisimo XD
Yunho prácticamente se le cae la baba por su baby y Jaejoong , yunho va ser un excelente papa :3 ya quiero que nazca el bebe...
ResponderBorrarOjala que puedan cruzar el velo sin ningún problema y que el tío de jae si sea la pareja de Dam que ah estado esperando por tantos años... y que ese bebe sea de el :)
Gracias por el capitulo ;)
Que hermosa pareja de embarazados, porque ambos llevan la responsabilidad. Min y Hayami son un amor en apoyar sin condiciones a sus amigos. Ojala que si sea el tío de Jae la pareja
ResponderBorrarde Dam y ademas ya tienen hasta un hijo que seguro lo hara muy feliz, bueno aparte de encontrar al amor de su vida. Espero nunca lleguen a alcanzarlos que lleguen antes a la cascada para pasar el velo y asi estar un poco a salvo. Gracias por publicar esta muy emocionante.
jajaja tan lindo mi vida! esos dos son un amor y yunho tiene buenos compañeros y amigos
ResponderBorrarojala Dam pueda encontrar a su pareja y a su hijo si realmente es el tio de jae
adada amo como yunho se preocupa por su bebe y por jae aww cada vez mejor gracias x compartir ^^
gracias por el capitulo jae embarazado todo na hermosura y yunho un protetor de jae y su bebe y dam que sea su pareja ¡¡¡ - gracias
ResponderBorrarEl tio d jae ya esta confirnado si es el amado d dam y con un hijo todavia ** pobre jae con las nausias cansancio hambre...
ResponderBorrarEsos dos parecen como si nunca hubieran pasado las dificultades del comienzo, son tan cursis dcfvgbhn se ven bien bonis, toda una familia feliz <3
ResponderBorrarLo bueno fue que pudieron escabullirse de ahí, ojala no se les presente otra dificultad antes de que lleguen a un lugar más seguro.
Gracias por compartir