Yunho
se dejó caer en un sillón de felpa, cerca de Dam y dejó caer su cabeza dentro de
sus manos. ¿Quizás estuviera oyendo cosas? Quizás realmente había tenido una
enorme lesión cerebral y las alucinaciones estaban viniendo una detrás de otra.
No tomaba sus pastillas desde el día anterior.
—Ten,
te ves como si pudieras necesitar esto.
Yunho
levantó su cabeza para ver que Dam sostenía un vaso con whiskey delante de él.
Agradecido,
lo tomó y le dio un trago. Tosió cuando el fuerte líquido quemó su garganta. Frunció el ceño hacia el vaso para luego mirar a Dam.
—Todavía
bebes la mierda más barata que puedes encontrar.
Dam
se rio entre dientes y se encogió de hombros antes de sentarse de nuevo, con su
propio vaso de whiskey en la mano.
—No
veo ninguna razón para gastar muchísimo dinero en algo que vas a mear unos
minutos después.
El
silencio se apoderó de la habitación, con ambos hombres ensimismados en sus
pensamientos. Finalmente, Yunho dijo —Háblame sobre los Aes Sídhe.
—¿Realmente
quieres saberlo?
—La
verdad, no lo sé.— Yunho hizo una mueca, bajó su vaso y lo sostuvo entre sus
manos —.Dam, tienes que entender, que no sé si algo de esto es real. Demonios,
por lo que sé, tal vez debería regresar al hospital para que me encierren.
—Estás
tan sano como yo, Yunho.
—¿Cómo lo
sabes? Tomo patillas para no tener alucinaciones. No he tomado mi medicación
desde ayer. ¿Qué si todo esto es una elaborada fantasía creada por mi mente porque
me olvidé de tomarme la pastilla?
—No
estás loco, Yunho— insistió Dam —esto es real y está pasando.
Yunho
respiró profundamente. —De acuerdo, entonces dime qué es todo esto.
—Jaejoong
es un Aes Sídhe, no alguien de nuestro mundo.
—¿Es
un extraterrestre?— preguntó Yunho escépticamente.
—No,
los Aes Sídhe son una raza poderosa y sobrenatural, como las hadas o los elfos.
No viven en otro planeta, sino más bien, en un universo paralelo al nuestro.
Eso es lo que quería decir cuando mencioné el Velo. Hay un delgado velo entre
su mundo y el nuestro, como un Portal— Dam paró y tomó un sorbo de Whiskey,
pero continuó observando a Yunho intensamente —.Jaejoong no es un Aes Sídhe
cualquiera, es un Fayerye, de sangre real. Eso es lo que hace que sus ojos sean
tan grises. Solo los nacidos con sangre real tienen ese color de ojos.
—Sangre
real— Yunho se rio entre dientes —.Por supuesto que lo es, solo eso podría encajar
perfectamente dentro de mi pequeña fantasía. Si voy a estar involucrado con
alguien, está bien que sea de la realeza.
—Yunho,
esto no es para reírse— dijo Dam con severidad —. La vida de Jaejoong está en
serio peligro, como la vida de tu bebé no nato.
Yunho
gimió, dejando caer su cabeza hacia el sillón acojinado detrás de él. —No quiero
oírte hablar de eso ahora mismo.
—Tienes
que oírlo ahora, maldita sea— espetó Dam —.Si alguien de la Corte Oscura
consigue poner sus maños en Jaejoong, lo matará, especialmente ahora que está
esperando, lo mismo ocurrirá si alguien los captura en este lado del Velo.
Yunho
levantó la vista. —‘La Corte Oscura’.
—El
mundo de Jaejoong está separado en dos mundos, como si fueran continentes. Uno
llamado la Corte Luminosa. Ese, uh… país, es hermoso. Es como si fuera
primavera todo el tiempo, hay animales por todas partes. Cosas creciendo,
preciosas ciudades hechas de la más pura piedra blanca que hayas visto. Realmente
quita el aliento.
—¿Y
la Corte Oscura?
—La
Corte Oscura es todo lo opuesto. Hay tormentas todo el tiempo, nada crece allí,
las personas son miserables, hay hambre, todo muere. Piensa en cómo queda una
zona devastada por la guerra en cuando los soldados se han ido. Ahí no hay
nada, nada sucede, no hay esperanza. Solo una brutal y triste existencia.
—¿Por
qué podría alguien de la Corte Oscura querer matar a Jaejoong?
—Porque
es de la realeza. Eso pone una diana en su cabeza. Añádele el hecho de que está
esperando y eso lo pone en los primeros puestos de la lista de gente a
eliminar, justo debajo del Monarca que gobierna actualmente.
—¿Por
qué?— preguntó Yunho reusándose a poner a Jaejoong y su embarazo dentro de las
palabras. Solo quería saberlo todo.
—Porque
tu hijo se uniría a los otros en la línea de sucesión al trono— dijo Dam —.Ambas cortes… países están en guerra. La Corte Oscura quiere los territorios
de la Corte Luminosa y viceversa. Es una guerra tan antigua como el tiempo.
Yunho
entendía la guerra. Había peleado más batallas de las que quería recordar. No era
un Marine regular, sino que pertenecía a los equipos que enviaban a misiones
especiales, aquellas que otros no podían completar.
Pero
todavía había cosas que no podía entender. —Háblame de Jaejoong— dijo
finalmente —.Si lo que él y tú dicen es verdad y está embazado, ¿cómo es
posible?
—Jaejoong
es de la realeza…
—Eso
ya lo has dicho, Dam.
—Solo
escúchame— Dam levantó sus manos —.Jaejoong es de la realeza, como indican sus
ojos grises. Los regentes siempre nacen hombres, como tal, su genética les
permite gestar a un niño y dar a luz.
—¿Todos
los Aes Sídhe pueden hacer eso?— preguntó Yunho horrorizado.
—No,
solo los de la línea de sangre real, como Jaejoong.
Yunho
se frotó el puente de su nariz, sintiendo el dolor de cabeza que comenzaba. —¿Sabes
lo jodido que suena todo esto? Hadas y elfos luchando unos contra otros,
hombres pariendo niños, agentes secretos tratando de matar gente. ¿Estás seguro
de que no estoy alucinando?
—No
tienes alucinaciones, Yunho, esto es real.
Yunho
dejó caer su mano para mirar a Dam —¿Cómo sabes tanto de esto? ¿Eres un Aes
Sídhe?
—No.—
Dam se rio entre dientes, y luego su rostro se volvió más solemne, sus labios
bajaron en una mueca y frunció sus cejas —.Hace veinte años, estando de
permiso, fui a las colinas de Corea del Norte, allí conocí a un joven hombre
llamado Sang Hyun.— Dam sonrió y fue hacia la chimenea —.Dios, era bellísimo, Yun…
alto, pelo negro y los ojos más grises que hubiera visto. Me enamoré de él
instantáneamente. Estuvimos tres meses juntos, pero eso fue suficiente para mí
para saber que quería pasar el resto de mi vida con él.
—¿Qué
pasó con él?— preguntó Yunho suavemente.
—Fue
capturado por la Corte Oscura y no lo volví a ver de nuevo.— Dam bajó su
llorosa mirada hacia el vaso en sus manos. Tomó un profundo trago y después
volvió a mirarlo —.Me he pasado los últimos veinte años aprendiendo todo lo que
he podido sobre los Aes Sídhe, tratando de encontrarlo.
—Maldita
sea, Dam. ¿Por qué no me lo dijiste?
—¿Me
habrías creído?— Dam ondeó su mano hacia el pasillo. —Tienes la prueba
durmiendo al final del pasillo y todavía no puedes creerme. ¿Por qué me
hubieras creído antes?
—No
es lo mismo— gruñó Yunho y apretó sus puños.
—Es
la misma jodida cosa. Jaejoong lleva a tu hijo. Acéptalo.
Yunho
saltó sobre sus pies, la ira rasgando a través de él.
—Nunca
accedí a eso, maldita sea. Estaba atado a una jodida cama, nunca…— Las propias
palabras de Yunho lo golpearon repentinamente. Sus rodillas se doblaron y cayó
en el suelo cuando los recuerdos lo inundaron: Las suaves caricias de las manos de Jaejoong, el tacto de la piel del
hombre presionándose contra él, el recuerdo de su pene enterrado profundamente dentro
del cuerpo de Jaejoong. Yunho gritó, asediado por las imágenes que no
dejaban de llenar su cabeza.
Recordó la desolada mirada de los ojos de
Jaejoong, la suavidad de las palabras habladas mentalmente. Recordaba y ahora
sabía quién le había susurrado ‘lo
siento’. Yunho levantó la vista hacia Dam, desesperado cuando se dio cuenta
de que realmente no estaba alucinando. Todas las cosas que le había dicho eran
ciertas.
—Dam…
Joder… Jaejoong…— Yunho miró al fondo del pasillo hacia la habitación de invitados.
Recordaba cada horrible palabra que le había dicho a Jaejoong, cada vez que se había
burlado de su increíble historia.
Recordó
la promesa de Jaejoong de dejarlo y no involucrarlo, y lo triste que parecía
cuando se lo dijo.
—Necesito
hablar con Jaejoong— susurró Yunho, y se levantó. Sus piernas temblaban
mientras iba hacia el fondo del pasillo. Hizo una pausa fuera de la habitación,
su corazón martilleando. Yunho estaba asustado y aterrorizado… de si lo
encontraría al otro lado de la puerta o se habría marchado. No estaba seguro de
qué lo asustaba más.
Reuniendo
coraje, Yunho giró la perilla y entró. Su mirada fue inmediatamente hacia la
cama donde Jaejoong estaba sentado cepillando su cabello. Yunho contuvo la
respiración en su garganta por la mirada defensiva que Jaejoong le echó, casi
como si el hombre esperara que dijera alguna cosa mordaz.
Y
considerando su reciente comportamiento, Yunho sabía que era lógico que
estuviera a la defensiva. Empujó sus manos dentro de sus bolsillos, tratando de
no intimidarlo.
—¿Puedo
hablar contigo?
Jaejoong
lo miró un momento y luego asintió. Se deslizó en la cama apoyándose en el
cabezal, cruzó sus piernas y se sentó al estilo indio, sin decir nada, pero
manteniendo su mirada en Yunho.
—Dam
me lo ha contado todo.
Jaejoong
se estremeció visiblemente y su mirada bajó hacia su regazo. —Lo siento— susurró.
—Eso
ya me lo has dicho, Jaejoong.
Los
ojos de Jaejoong parpadearon hacia Yunho y luego los bajó de nuevo a su regazo.
—¿Quieres que me vaya?
Yunho
no contestó. No sabía lo que quería, se sentía demasiado confuso con todo lo
que había pasado en los últimos dos días y todo lo que había aprendido como
para poder darle a Jaejoong una respuesta concreta.
—¿De
cuánto estás?— preguntó Yunho, gesticulando hacia el bulto bajo la camiseta
blanca de algodón que Jaejoong vestía. No se sorprendió cuando las maños de Jaejoong
bajaron para cubrir el bulto, como si estuviera tratando de proteger al niño no
nato. Jaejoong parecía fieramente protector con el bebé.
—Estoy
en mi segundo trimestre.
—¿Eso
son… cinco, seis meses?— Yunho trató de hacer los cálculos rápidamente en su
mente, pero las palabras de Jaejoong lo detuvieron.
—No,
nuestro período de gestación es diferente al de los humanos. Solo dura cinco
meses— la sonrisa que Jaejoong se disparó a su estómago y lo frotó, eso hizo
que Yunho deseara que el hombre le sonriera a él —.Solo me quedan dos meses.
—Dos
meses. ¿No es pronto?
—Cada
trimestre es de siete semanas de duración. Me quedan dos semanas para acabar
este trimestre.
—No
se nota mucho. ¿Está todo bien?
—Sí,
todo está bien.— Jaejoong levantó la vista hacia Yunho dándole la sonrisa que
quería —.Está creciendo como tiene que ser, durante el último trimestre va a
ser más grande que una casa, ahí es cuando realmente el bebé empezará a coger
peso. Ahora mismo sus diminutas partes se están formando.
Yunho
extendió sus manos, incapaz de detenerse a sí mismo, pero luego se detuvo.
—¿Puedo?
Jaejoong
parecía vacilante, mirando intensamente a Yunho antes de asentir y deslizarse en
la cama para tumbarse contra las almohadas. El aliento de Yunho se atoró en su
garganta cuando observó a Jaejoong subir su camiseta, revelando un estómago más
redondeado de lo que Yunho esperaba.
Yunho
se extendió lentamente al lado de Jaejoong, dándole al hombre suficiente tiempo
para detenerlo, se inclinó sobre su antebrazo y alargó la otra mano
sosteniéndola flotando justo por encima del montículo. Miró hacia arriba cuando
oyó a Jaejoong reírse.
—No
va a morderte— dijo Jaejoong agarrando la mano de Yunho y posándola sobre su distendido
estómago, con la palma hacia abajo.
Yunho
no sentía nada excepto la piel de seda de Jaejoong. Levantó la vista hacia Jaejoong
preocupado. —¿Está durmiendo?— En el momento que las palabras salieron de su
boca, Yunho sintió una fuerte patada bajo su mano —.¡Whoa!
Jaejoong
se rio. —Te dije que era fuerte.
Yunho
movió su mano sobre el estómago de Jaejoong, riéndose cuando las patadas
siguieron su movimiento. —Ciertamente es activo.— Miró hacia Jaejoong, dándose
cuenta de lo cerca que tenían sus rostros. —¿Eso es normal?
Jaejoong
encogió sus hombros. —Supongo que sí, este es mi primer hijo, así… yo.
—¿Este
es tu primer hijo?
Jaejoong
asintió, su mirada se encontró con la de Yunho. —Por supuesto que es mi primer
hijo.
Yunho
se sintió inmediatamente como un idiota. —Lo siento, Jaejoong, solo no sé cómo
va esto. Nunca he estado en esta situación.
Jaejoong
asintió. —Yo tampoco, soy el más joven de cinco hermanos, por lo que no pude
ver a mi padre dar a luz.
Yunho
se ahogó —¿Tu padre?
—Solo
los hombres de mi familia dan a luz.— Jaejoong sonrió —.Lleva siendo así
durante siglos.
—Sabes
lo extraño que me suena eso, ¿verdad?— preguntó Yunho —.En mi mundo, los
hombres no tienen bebés.
—Lo
siento— Jaejoong susurró y se cerró en sí mismo, su barbilla metida en su
pecho, sus brazos envueltos fuertemente alrededor de él mismo —.Dijeron que te
matarían si no lo hacía… que no te necesitaban si no lograban… poderlo llevar a
cabo. Prometieron que te dejarían ir si yo solo…— Los ojos de Jaejoong estaban
llenos de lágrimas y levantó la mirada hacia Yunho —.Lo lamento mucho.
—Shh—
susurró Yunho envolviendo sus brazos alrededor de Jaejoong y atrayendo al
hombre dentro de su abrazo —.Lo sé, colibrí. Lo sé.
Cuando
Yunho rodeó a Jaejoong con sus brazos, notó la suavidad de las curvas del hombre,
el dulce olor de su piel satinada. Cada inhalación llevaba más de la dulce
esencia de Jaejoong dentro de su cuerpo, hasta que su miembro dolió por la necesidad
se sentir el cuerpo desnudo del hombre presionado contra el suyo.
—Jaejoong.
Cuando
Jaejoong inclinó su cabeza hacia atrás, quedaron casi nariz con nariz. Yunho
miró la exuberante boca de Jaejoong, y sintió un tirón en su pene cuando Jaejoong
se lamió los labios. Miró dentro de los ojos de Jaejoong y después a sus labios
de nuevo. Su corazón palpitaba rápidamente.
—Jaejoong—
murmuró, no estaba seguro de si quería advertirle al hombre o suplicarle que se
acercara.
Jaejoong
tomó la decisión en sus manos, inclinándose hacia arriba, lo besó. Yunho
permaneció allí, atónito, hasta que Jaejoong se alejó. La tristeza marcaba su
pálido rostro. Yunho no podía permitirlo. Ahuecó su mano alrededor de la nuca
de Jaejoong y tiró del hombre de vuelta al beso.
Sabía
tan dulce, se sentía tan suave. Yunho gimió. Nunca había sentido tanto deseo
antes, por lo menos no que pudiera recordar. Sus manos temblaban mientras las
movía, una acariciando la mejilla de Jaejoong y la otra recorriendo arriba y abajo
de su espalda y atrayendo al hombre más cerca.
Yunho
había estado en lo cierto, el sentimiento del cuerpo de Jaejoong presionándose
contra él, era el cielo en la tierra.
Acarició
con sus manos la baja espalda de Jaejoong hacia sus caderas, luego alrededor de
la perfecta curva de su trasero. Gentilmente agarró sus muslos y los levantó
sobre sus caderas hasta que sus miembros se encontraron, moliéndose juntas. Una
sensación de urgencia lo conducía, necesitaba sentirlo más. Agarrando el borde
de la camiseta de Jaejoong, se la quitó. Oyó el gemido de protesta de Jaejoong tornarse
en un grito de éxtasis cuando empezó a mordisquear la línea de su mandíbula
para bajar luego por su cuello.
Cuando
Jaejoong empezó a tirar de su camiseta, Yunho se levantó lo suficiente como
para sacársela por su cabeza y tirarla a través de la habitación antes de
tumbarse nuevamente. Sus manos estuvieron inmediatamente de vuelta en el cuerpo
de Jaejoong.
Cada
vez que su mirada se encontraba con la de Jaejoong, su corazón palpitaba en respuesta.
Acarició con su mano la espalda de Jaejoong, moviéndola hacia abajo hasta que
encontró la pretina de los pantalones de chándal que llevaba.
Yunho
se echó para atrás y se tomó un momento para mirar dentro de los ojos de Jaejoong
antes de empujar su mano bajo el material, ahuecando suavemente las redondeadas
mejillas del trasero con sus manos.
Los
ojos de Jaejoong se ampliaron y se oscurecieron, pero no protestó. En su lugar,
se presionó dentro de la caricia.
Jaejoong
subió sus piernas sobre las caderas de Yunho, abriéndose a sí mismo hacia los
inquisidores dedos del hombre. Yunho observó el rostro encendido por la pasión
de Jaejoong cuidadosamente y movió sus dedos entre los redondeados globos de su
trasero, rozando el fruncido agujero del hombre. El cuerpo de Jaejoong se puso
tenso antes de follar salvajemente los dedos de Yunho.
—Yunho—
Jaejoong gimió clavando sus maños en la carne de los hombros de Yunho. Cuando
su cabeza cayó hacia atrás, los músculos de su garganta se arquearon. Yunho
pensó que era la cosa más hermosa que hubiera visto.
Se
inclinó y lo lamió desde la clavícula hacia la barbilla, y luego a través de
sus lujuriosos labios. La lengua de Jaejoong salió batallando contra la suya
por la dominación, hasta que Jaejoong se rindió finalmente con un profundo
suspiro, permitiendo a Yunho entrar en su boca. Yunho se adentró en ella,
lamiendo y succionando, reclamando la boca de Jaejoong para sí mismo.
Cuando
rozó con sus dedos el apretado agujero de Jaejoong de nuevo, Yunho notó que
necesitaba alguna clase de lubricación. Podría no recordar haber tenido sexo
con Jaejoong, pero había tenido suficiente sexo anal con mujeres para saber que
necesitaba alguna cosa para suavizar el camino.
Se
separó de Jaejoong escaneando la habitación. Finalmente, su mirada se posó en
una pequeña botella de loción para el cuerpo sobre la mesita de noche, cerca
del cepillo que Jaejoong había estado usando antes. Alargó el brazo y agarró la
botella, rociando bastante cantidad en sus dedos y dejándola luego caer en la
cama.
Jaejoong
jadeaba cuando Yunho se giró volviéndose hacia él. El conocimiento de lo que
venía estaba claro en sus ojos. Yunho movió su mano atrás, bajando la pretina
de los pantalones de chándal de Jaejoong y deslizándolos hacia el pequeño y
apretado agujero en el que quería entrar.
Cuando
empezó a empujar su dedo dentro de él, reclamó los labios de Jaejoong una vez
más, tragándose el profundo grito del hombre cuando metió el dedo en su trasero.
Yunho se detuvo con miedo de haberlo lastimado, hasta que sintió que el hombre
se empujaba contra él. El apretado calor envolvía su dedo.
Yunho
tomó la reacción de Jaejoong como permiso para continuar, y empezó a empujar su
dedo dentro y fuera. Era una pequeña sorpresa lo mucho que Jaejoong parecía
querer esto, tanto como su cuerpo parecía que también lo quería.
Cada
vez que empujaba su dedo dentro, era tragado hasta el final, como si el cuerpo
de Jaejoong anhelara su toque. Eso hacía que la respiración de Yunho se
obstruyera y su miembro latiera. Quería sentir cómo el cuerpo de Jaejoong se
tragaba su pene de la misma manera.
Yunho
añadió un segundo dedo al primero, maravillado cuando el cuerpo de Jaejoong lo
aceptó rápidamente. Después de algunos empujes, añadió otro. Ese fue también
succionado directamente.
Yunho
empezó a temblar luchando por el control.
Quería
clavar a Jaejoong al colchón y joderlo hasta que los dos se desmayaran, pero
sabía que necesitaba ser gentil. Jaejoong era de finos y delicados huesos. Yunho
podía lastimarlo seriamente si se dejaba llevar por la profunda pasión que incendiaba
su cuerpo. También necesitaba ser considerado por el bebé que Jaejoong cargaba.
Ambos necesitaban caricias gentiles, no una bestia llena de lujuria.
Yunho
liberó sus dedos del cuerpo de Jaejoong y puso al hombre sobre su espalda. Jaejoong,
acostado, parpadeó hacia él. Yunho le dio una tranquilizadora sonrisa y agarró las
piernas de su pantalón de chándal y tiro de él lentamente. Bebió cada pulgada
de piel que descubría hasta que lanzó los pantalones sobre sus hombros.
Yunho
tragó duro, el nivel de su lujuria por las nubes, mientras miraba lo que tenía
ante él. Jaejoong no tenía muchos músculos, como él, pero tenía definición. Sus
formas eran más delicadas, con líneas sin grasa y una piel cremosa. No tenía pelo
en ninguna parte de su cuerpo, a no ser las cejas.
Y
luego estaba el suave montículo que proclamaba que Jaejoong estaba embarazado
de su hijo. Con manos temblorosas, se agachó y cubrió el ligero bulto, mientras
se preguntaba si la presente condición de Jaejoong lo hacía más deseable. Increíblemente
y más aún, confusamente, la respuesta a esa pregunta parecía ser ‘sí’.
Movió
su mano alejándola del distendido estómago de Jaejoong y la subió más arriba
para acariciar sus pezones. Le gustó la reacción que recibió. Jaejoong se
retorció y gimió bajo él. Yunho deseaba darle tanto placer que no pudiera nunca
olvidarse de él.
Yunho
se inclinó hacia el cuerpo de Jaejoong, asegurándose de mantener su peso en sus
brazos. Mordisqueó los labios del hombre, la línea de su mandíbula, su
garganta, y luego se movió hacia abajo circulando sus pezones con la lengua. Jaejoong
gemía, sus gritos cada vez más altos con cada húmeda lamida.
Cuando
los gemidos de Jaejoong zumbaron en sus oídos, Yunho le agarró las piernas y las
empujó encima de sus hombros, levantando su trasero alto en el aire. Se deslizó
hacia adelante hasta que la cabeza de su miembro se alineó contra la apretada entrada
de Jaejoong, luego agarró la botella de loción y roció una cantidad enorme en
su polla.
Levantó
la vista hacia Jaejoong rápidamente cuando un pensamiento vino hacia él.
—¿Necesitamos condón?
—No—
Jaejoong negó —.Ya estoy embarazado, y no puedo coger ninguna enfermedad humana
y tampoco pasarte nada a ti— Jaejoong sonrió —pero gracias por preguntar.
Yunho
asintió, aliviado, dirigiendo su mirada abajo, donde sus cuerpos estaban
reuniéndose íntimamente. —Joder, Jaejoong— susurró roncamente, observando como
la piel arrugada se estremecía alrededor de su polla —.Tú cuerpo me anhela.
—Sí—
fue la única respuesta de Jaejoong, mientras Yunho presionaba y resbalaba
dentro un poco más.
Yunho
no pudo alejar las lágrimas de sus ojos observándose a sí mismo hundirse en el
cuerpo de Jaejoong lentamente. La vista era más erótica que cualquier
pornografía que hubiera visto. El cuerpo de Jaejoong lo succionaba directamente
hacia dentro hasta el último centímetro, como si estuviera hecho para estar
allí, hasta que su polla estuvo firmemente agarrada por la calidez de Jaejoong.
Yunho
dejó caer su cabeza hacia atrás. Tomó varias respiraciones profundas, tratando
de recuperar el control que estaba perdiendo rápidamente. Si hubiera sabido que
el sexo con Jaejoong se sentiría así, hubiera atacado al hombre desde el primer
momento en el que lo vio.
Esperaba
que alguien como Jaejoong pudiera continuar teniendo sexo durante de la mayor
parte de su embarazo porque ahora que lo había experimentado, estaba muy seguro
de que preferiría estar muerto que si ello.
Finamente
miró hacia abajo donde estaba unido con Jaejoong y empezó a bombear sus
caderas. Comenzó lenta y gentilmente, pero la primera vez que empujó para atrás
y se deslizó de nuevo, supo que estaba hecho para eso. Nada se sentía tan bien.
El placer zigzagueaba a través de su cuerpo desde su cabeza hasta la punta de
sus pies. Sabía que estaba en problemas, porque quería más.
Apresó
las piernas de Jaejoong fuertemente levantándolas un poco más y empezó a empujarse.
Jadeó pesadamente y su cuerpo tomó el control, sabiendo exactamente lo que
quería, y quería a Jaejoong.
El
repentino endurecimiento del cuerpo de Jaejoong a su alrededor y el salvaje
grito que salió de su boca, tomó a Yunho por sorpresa. Una rápida mirada
capturó los signos del pene de Jaejoong disparando blanca crema entre ellos.
«Dios bendito». El hombre se había corrido
sin que Yunho hubiera ni siquiera tocado su polla. Había oído que esas cosas pasaban,
pero nunca lo había experimentado de primera mano. Estaba fascinado, hasta que
su cuerpo le dijo que se dirigía al mismo lugar.
Yunho
hizo una mueca cuando los músculos internos de Jaejoong masajearon su miembro,
exprimiéndolo, hasta que vagamente pudo moverse. Toda esa seda caliente
rodeándolo y saber que le había dado placer a Jaejoong, lo llevó al borde.
Se
salió hasta que solamente la cabeza de su pene se mantuvo dentro del apretado
agujero de Jaejoong, hasta que sintió como llegaba su clímax, y entonces se
deslizó dentro todo lo lejos que pudo llegar, sintiendo que el cuerpo de Jaejoong
lo acariciaba todo el camino.
Un
gran bramido salió de la boca de Yunho, el más exquisito placer que había
experimentado lo atravesó. Su cuerpo se endureció y su miembro entró en
erupción llenando a Jaejoong con su semilla.
Se
desplomó sobre el cuerpo de Jaejoong todavía consciente de que debía apoyar
todo su peso en su propio cuerpo, y oyó un suave susurró en su oído.
—Mi
hermoso amante, dame tu vida, tu amor, a ti para siempre como yo me doy a ti.
Sintió
las manos de Jaejoong acariciándole la espalda, los costados, la parte de atrás
de su cuello, y permaneció acostado, disfrutando de sus caricias durante varios
minutos antes de dejarlo libre, rodar hacia un lado, y frotar su mano sobre el
estómago de Jaejoong.
—¿Está
bien?— preguntó Yunho suavemente —.¿No lo lastimamos?
Las
manos de Jaejoong cubrieron las suyas, sosteniéndolas sobre su hijo. —Está
bien, ya te dije que es muy fuerte.
—Solo
quería estar seguro, nunca he tenido sexo con alguien que estuviera embarazado.
Jaejoong
se rio entre dientes. —Nunca antes he tenido sexo estando embarazado.
—¡Gracioso!—
Yunho sonrió y rodó por el lado de la cama. Fue hacia el baño y se limpió,
agarró una toalla húmeda, la llevó de vuelta hacia la habitación y empezó a
limpiar a Jaejoong. El hombre protestó durante un momento y luego dejó que Yunho
lo cuidara.
Yunho
arrojó la toalla en el baño y luego acomodó su cuerpo alrededor de Jaejoong. Acurrucando la espalda del pequeño hombre contra su pecho, deslizó una mano
bajo la cama donde Jaejoong reposaba su cabeza y envolvió la otra alrededor del
pequeño montículo donde su hijo dormía.
—Vamos
a dormir, colibrí— susurró Yunho y cerró sus ojos —.Te mantendré seguro.
Hasta que por fin yunho comprendió toda la historia gracias al señor Dam :)
ResponderBorrary tuvo su acercamiento con jae... wao! (>///<) yunho ya no querrá soltar para nada a jaejoong des pues de eso :3
el bebe de jaejoong se desarrolla rápidamente aaww! ya quiero que nazca y tengan otro XDD!
Gracias >3<
ayyyy,,, muero de amor.... son dinamita pura.
ResponderBorrarYunho no pudo resistirse a Jae.
fue más fuerte el deseo y el sentido de posesión
me encanta la forma tan delicada en que toca la pancita de Jae y quiere saber y sentir a su hijo
precioso momento de sexo...
me intrigan las palabras finales que dice Jae después de hacer el amor. toda una declaración de amor...
muchas gracias por esta doble actualización.
ahora sí esperaré paciente a que tengas tiempo y vuelvas a deleitarnos.
un abrazo y suerte en la universidad.
baya por fin acepto a jae y su bebe ahora si a cuidar de ellos y salvarlos de esos que los quieren lastimar
ResponderBorrarahhhhh!!! esa escena tocando la pancita de jae se a de ver hermosa <3 el bebe sera bellisimo :3 y ps se sabe que yunho nunca podra contra los encantos de JJ jejejeje y ps ahora sera mucho mas posesivo >< que cap tan mas hot >////< gracias!! por la actu
ResponderBorrarque bueno que yunho en tendiera que jae le dijo la verdad y a si estar junto con su bebe y el yunjae esta juntos muy buen capitulo muchas gracias por compartir
ResponderBorrarawww!! que hermoso capitulo !!! por fin Yunho empezo a creer ... un bebe de los dos...que lindo!!! pero estan en problemas como le va hacer Yunho para mantenerlos a salvo? gracias por la actualizacion
ResponderBorrarTanto que se hacia el dificil yunho y mira nada más xD es que como no, fue ver a jaejoong y su cuerpo no pudo contenerse, todo en el sabe que jae y el estan hechos el uno para el otro,y su bebe, ay fue muy lindo todo,porque yunho ha sentido esa conexion con jae,estaba temeroso al saber que tendrá un bebe pero ahora lo ha aceptado y es concsiente que no hay nada mejor que esas dos personas en su vida a pesar de todo, lloro, espero todo siga igual de bien entre ellos y a pesar de que se presenten y vengan problemas juntos lo puedan superar y cuidar dd su bebe, gracias por actualizar ;^; ♡
ResponderBorrarAy Dios, aunque se ve que vienen momentos difíciles... Ahora que están juntos todo será más fácil...Jae ya no está triste :3 <3 Gracias por los caps
ResponderBorrarALELUYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! jajaajaja hasta q por fin yunho acepto todo.. y mira q irse de una a estar con jae ajjajaajajajajjajaa.. ese estaba de apoco.. xD ojala Dam si consiga a su amado.. quien quita y aun sigue vivo....--
ResponderBorraromg kyaaaaa
ResponderBorraroh,,,,,,,
que bueno que ya esten juntos <33333
espero que no le pase nada a JJ ni al BB
gracias seguire leyendo .....
Kyyyaaa que bueno que Yunjo ya cree todo lo relacionado a Jae h no piensa que este loco. Ojala piedan escapar dw todo esto
ResponderBorrarhermoso!! por fin yunho entendio y acepto las cosas ahora cuidara de jae y su bebe
ResponderBorrarme encanto lo que le susurro jae al final pero estoy segura de que es un tipo de enlace o algo asi
sdadxad gracias x el capo ^^
Que buenooooo dam buen trabajo ** dam hizo entrar en razon a yunho , me dio pena dam, su historia de amor duro poquito. Jae y yunho juntitos como debe ser por fin
ResponderBorrarY Yunho no era gay ¿verdad? HAHAHAHAHAHA
ResponderBorrarNadie se resiste a los encantos de Jaejoong, ni cuando este es un marciano (?)
Lo bueno que el cabezota cedió ya y ahora ya sabe que todo es real, sumado a que ya sintió a su bebé <3 de esa forma le debe de quedar más que claro que tiene que proteger a su ahora familia, que bonito~
Gracias por publicar