—¿Cuál
es su historia, Yunho?— preguntó Dam sentándose en una de las sillas frente a
la chimenea, con Yunho sentado frente a él —.Ese chico tiene muchas cosas en su
cabeza y no creo que todo sea de color rosa.
—Si
te digo la verdad, no estoy realmente seguro— contestó Yunho —.No sé si está
loco y solo necesita seriamente que lo mediquen o si está diciendo la verdad,
en cuyo caso el concepto entero de realidad se habría ido al infierno.
—¿En
qué te basas para decir eso?
—¿Recuerdas
cuando me lesioné en la misión? ¿Recuerdas que pasara algo extraño durante ese
tiempo?
Dam
se frotó la barbilla y negó con la cabeza. —No, no realmente, es decir
estuviste bastante enfermo por un tiempo. No estaban seguros de sí ibas a
lograrlo. Los Max tores te tuvieron en cuidados intensivos bastante tiempo y no
podíamos verte, pero nos mantenían informados sobre tu progreso.
—Estaba
en la UCI.
—Diablos,
sí. Tenías una lesión en la cabeza, Yunho. ¿Dónde pensabas que te pondrían?
—¿Cuánto
tiempo estuve en la UCI?
—Un
par de semanas, ¿por qué?
—¿Estás
seguro de que estaba allí?
Dam
frunció el ceño. —¿Dónde más podrías haber estado?
Yunho
movió su cabeza. —Oh, no lo sé, ¿en unas instalaciones secretas de
investigación del gobierno?
—¿Unas
qué?— exclamó Dam —.Chico, ¿te has ahogado en whiskey?
Yunho
soltó una risa. —Es posible que pienses que lo he hecho cuando te cuente lo que
me ha dicho Jaejoong. Según sus propias palabras, es una historia totalmente
descabellada.
—¿Por
eso te estás escondiendo aquí?
Yunho
asintió. —De acuerdo a lo que Jaejoong dice, los hombres que están detrás de
él, son los mismos que quieren matarme, y que me sacaron del hospital y me
llevaron a alguna instalación secreta de investigación para ser parte de algún enfermo
experimento genético.— Yunho se rio negando por lo absurdo de la historia —.Aparentemente,
necesitaban mi esperma para ayudarlos a crear alguna clase de súper soldados.
Tengo un gen latente heredado de uno de mis padres y…
—Para
justo ahí— dijo Dam levantando la cabeza —.No digas otra palabra.
—Qu…
—Ninguna
palabra, soldado— Dam ladró.
Los
ojos de Yunho se abrieron. No había oído a Dam usar ese tono desde que había
estado en el entrenamiento. Yunho tuvo de repente la extraña sensación de que
su concepto de la realidad se había ido al infierno.
—Ve
a buscar al chico y tráelo— dijo Dam tendiéndole las manos —.Dame tus llaves.
Voy a esconder tu vehículo.
—¿Esconder
mi vehículo? Dam, ¿qué demonios está pasando?
—Sin
preguntas.— Dam tomó las llaves de Yunho señalando hacia el pasillo.
—Ahora
ve a hacer lo que te dije, aquí hay mucho más en juego de lo que tú piensas.
Yunho
tenía cientos de preguntas que quería hacer a Dam, pero lo que más lo
preocupaba era que Jaejoong pudiera haberle estado diciendo la verdad. La mera
idea era terrorífica. Si Jaejoong le había dicho la verdad acerca del
experimento genético, eso significaba que lo demás también sería cierto, y eso
hacía que Yunho dudase de acercarse a la puerta de la habitación de invitados.
Algo
acerca de Jaejoong lo había intrigado desde el principio, pero lo atribuía al
peligro en el que estaba, a la descarga de adrenalina. No podía procesar en su
mente la idea de que había tenido sexo y algo más con él.
Yunho
no era homosexual, nunca lo había atraído otro hombre. Vale, había mirado a
algunos hombres y apreciado su buena apariencia, pero nunca había pensado en
tener sexo con ellos. Por supuesto, desde que había dejado el hospital, tampoco
había tenido sexo con ninguna mujer, pero pensaba que era un efecto secundario
de su lesión.
Yunho
tomó una profunda respiración y abrió la puerta. Jaejoong estaba acostado en la
cama, una mano envuelta alrededor de su estómago y la otra bajo su mejilla. Yunho
se detuvo a los pies de la cama mirando hacia abajo al hombre que dormía,
tratando de ver alguna cosa que pudiera hacerlo interesarse.
Jaejoong
era un hombre pequeño, delicado como un colibrí. No podía medir más de cinco
pies con nueve pulgadas (1.75 cm) y pesaría unas ciento cuarenta libras (63 kg).
Tenía la constitución de un duende, con finos y frágiles huesos. Un fuerte
viento podría soplar y llevárselo.
Su
larga y espesa trenza rubia casi blanca, caía por su espalda hasta el colchón.
A Yunho no le hubiera importado ver todo ese glorioso pelo destrenzado. Sin
duda se vería maravilloso. ¿Quizás Jaejoong dejara que se lo cepillara algún
día?
Yunho
se tragó el nudo que se formó en su garganta repentinamente. ¿En qué demonios
estaba pensando? La idea de envolver el largo pelo de Jaejoong alrededor de su
mano, hacía que su miembro palpitara en sus vaqueros.
¿Por
qué ese repentino e íntimo pensamiento hacia Jaejoong? Era un hombre. Ambos
eran hombres. Los hombres no se involucraban sexualmente. Al menos ‘él’ no se involucraba sexualmente con
otro hombre. No podía pensar que ningún hombre soltero en el planeta quisiera
tener sexo con… Quizás había soñado que estaban juntos, uno con el otro. ¿Cómo
de loco era eso?
«¡Estoy bien jodido!»
Yunho
gimió cuando fue hacia un lado de la cama. Se puso de cuclillas y acarició con
el dorso de sus nudillos la mejilla de Jaejoong. Los parpados de Jaejoong
revolotearon unos momentos antes de abrirse finalmente.
—Hey,
colibrí— dijo Yunho suavemente, sin darse cuenta que había usado un término
cariñoso hasta que los ojos de Jaejoong se ampliaron e inhaló fuerte —.Dam nos
necesita en la sala.
—¿Ya
es hora de que me vaya?
—No,
Jaejoong, todavía no nos iremos.— Yunho se paró y agarró una manta del borde de
la cama. La sacudió y la mantuvo abierta para Jaejoong —.Vamos, salgamos a ver
qué quiere Dam y después podrás seguir descansado.
Jaejoong
se arrastró lentamente fuera de la cama, lucía agotado, con profundas sombras
bajo sus ojos, sus movimientos forzados. Yunho decidió darle las cosas de su
propia mano. Agarró los zapatos de Jaejoong y su gorro del suelo, y se los pasó
al pequeño hombre.
Jaejoong
gritó cuando Yunho envolvió la manta alrededor de sus hombros y lo levantó en
sus brazos. Sus manos se apoyaron en los hombros de Yunho lanzando una mirada
violenta alrededor de la habitación antes de fijar su mirada en Yunho.
Yunho
se congeló, hipnotizado por el profundo gris de los ojos de Jaejoong, y este
alejó la mirada. Cuando volvió a mirarlo, sus ojos eran de nuevo de color gris claro.
—¿Tus
ojos cambian de color?
—Algunas
veces— suspiró Jaejoong.
—¿Por
qué?
Jaejoong
se encogió de hombros. —Es una característica común en mi familia.
—¿Cuál
es el verdadero color?
Yunho
inhaló fortísimamente cuando los ojos de Jaejoong cambiaron a un brillante gris
oscuro, el mismo gris misterioso que había visto cada noche en sus sueños. Yunho
jadeó repentinamente, como si hubiera corrido un maratón. Su corazón latía
frenéticamente y su pene pulsaba. La sangre se precipitó a su cabeza.
—¿Qu…?—
Yunho dejó de hablar y tragó. Su garganta se sentía seca —.¿Ese es el verdadero
color?
Jaejoong
asintió, observándolo intensamente, Yunho había sentido su mirada incluso si no
lo hubiera mirado.
—¿Quién
eres?
Los
ojos de Jaejoong se cerraron por un momento. Cuando los abrió un instante
después, eran de nuevo de un gris claro. Yunho logró capturar un destello en
ellos justo antes de que alejara la mirada.
—No
quieres saberlo— susurró Jaejoong.
La
tristeza y la resignación en su voz enviaron una punzada de dolor a través de Yunho.
No era un sentimiento al que estuviera acostumbrado, y no le gustaba. Se sintió
culpable y desesperado al mismo tiempo.
—No
entiendo nada de esto, Jaejoong.— Una riada de emociones corrían a través de
él. No sabía si sentir alegría por sostener a Jaejoong en sus brazos, o culpa
por la tristeza grabada en la cara del hombre.
—No
tienes que hacerlo— repitió Jaejoong —sé que no quieres estar involucrado en
este lío. Vamos a estar…— Jaejoong hipó y su rostro se tornó más pálido —.Estaré
bien.
Yunho
no se perdió la pequeña interrupción en la frase. Bajó su mirada hacia el
estómago de Jaejoong. La sudadera con capucha excesivamente grande que llevaba
el hombre, escondía su verdadera forma a la vista. Si no fuera por la delicada
estructura ósea de Jaejoong, Yunho no sabría si el hombre era delgado, por cómo
estaba vestido.
Yunho
no estaba preparado para hacer frente a lo que estaba debajo de esa sudadera. Había tenido suficientes sorpresas por ese día y solo eran las ocho de la
mañana. No estaba seguro de poder asimilar más noticias impactantes, era mejor
tratar ahora mismo solamente con lo que pudiera, y con lo extraño más tarde.
Con
esa idea plantada firmemente en su mente, Yunho cargó a Jaejoong fuera de la
habitación de invitados y se dirigió a la sala. Llegaron justo cuando Dam
entraba por la puerta de enfrente.
El
viejo Sargento aseguró la cerradura, miró hacia Yunho y se detuvo un segundo
hasta que asintió. Yunho no tenía idea de lo que el hombre estaba pensando,
pero ese no era el lugar ni el momento para hacer preguntas, se sentía
demasiado confuso por los recientes eventos como para profundizar en los
pensamientos de Dam.
—Vengan
conmigo— dijo Dam yendo hacia la cocina. Yunho lo siguió confundido, sobre todo
cuando Dam entró en la despensa —.Vamos, no tenemos mucho tiempo.
Cada
vez más desconcertado, Yunho siguió a Dam dentro de la despensa.
Dam
cerró la puerta detrás de él, hundiéndolos en la oscuridad. Yunho sintió que Jaejoong
se tensaba en sus brazos. Por alguna inexplicable razón, se inclinó y rozó su
mejilla sobre la cabeza de Jaejoong hasta que sintió que el hombre se relajaba.
Un
momento después, Dam encendió la luz de la despensa. Yunho junto sus cejas,
confuso, hasta que Dam extendió la mano y empujó un pequeño nudo en la pared. Y
un segundo después, la pared de la parte de atrás de la despensa se deslizó
abriéndose, revelando un hueco con escaleras.
Yunho
se rio entre dientes. Tenía que haberlo imaginado. Podías encontrar un Marine
licenciado del servicio, pero no podías dejar el servicio fuera de un Marine.
Siempre estaban preparados, no importaba qué. Yunho no tuvo ninguna duda y
siguió a Dam, bajando las escaleras mientras oía que la puerta se deslizaba
cerrándose detrás de ellos.
Sin
embargo, se sorprendió al ver la habitación en la que acabaron cuando llegaron
a la parte inferior de las escaleras. El piso escondido que Dam tenía debajo de
su casa, era el sueño de cualquier Marine. Yunho deseaba haber pensado en algo
como eso.
Al
final de las escaleras, la entrada se abría en un amplio pasillo con paredes de
cemento. Caminaron a través del pasaje y Yunho vio una enfermería a un lado, y
una jaula cerrada con numerosas armas. Había incluso algunas pequeñas
habitaciones privadas con camas y armarios.
El
pasillo terminaba en una larga habitación que parecía ser un cruce entre una
habitación de recreo y una cocina. En un lado, Yunho pudo ver una amplia gama
de armas, en el otro una bolera. Por extraño que pareciera, a Dam siempre le
habían gustado los bolos.
—Interesantes
los aparatos que tienes aquí, Dam— dijo Yunho —.¿Estás esperando el Armagedón*?
*Armagedón es un término bíblico que
aparece en el libro del Apocalipsis, capítulo 16, versículo 16. Se refiere
generalmente al fin del mundo o al fin del tiempo, mediante catástrofes en
varias religiones y culturas.
Dam
resopló y fue hacia un gabinete. —Nunca sabes lo que puede ocurrir.— Abrió el
gabinete, revelando un enorme equipo de vigilancia con monitores de gama alta. Yunho
no había visto un equipo como ese desde que había servido en el ejército.
Dam
pulsó algunos botones antes de hacerle una satisfactoria señal. —Ahora estaremos
tan seguros como un bicho en una manta— dijo Dam —.Si alguien se acerca a una
milla (1.6 kilómetros) de la casa, lo sabremos.
—¿Instalaste
un sistema de seguridad fuera?— se burló Yunho —.¿Para qué? ¿Ardillas?
—Hay
miles de animales ahí fuera— dijo Dam alejando la mirada de los monitores y
frunciéndole el ceño a Yunho —.Tanto de los de dos patas como de los de cuatro.
Me gusta estar preparado para cualquiera de ellos.
Yunho
se sentó en el sofá que Dam le indicó, sentando a Jaejoong junto a él. Algo le
decía que mantuviera sus brazos alrededor de los hombros de Jaejoong mientras
ambos se enfrentaban a Dam.
—Eres
un Aes Sídhe, ¿no es así chico?— preguntó
Dam.
Yunho
nunca había oído esa frase antes, no tenía ninguna pista en cuanto a sus
orígenes. Sonaba extranjero para él. Miró a Jaejoong confuso y el hombre
asintió lentamente. Aquí había más de lo que él entendía, podía sentirlo por el
frío escalofrío que corrió a través de su espalda.
—Me
lo imaginaba— dijo Dam, bajando la mano y frotándose la cara —.Cristo, chico
¿qué infiernos estás haciendo aquí?
—Si
sabes sobre los Aes Sídhe, entonces sabes que la Corte está en guerra— dijo Jaejoong
—.Fui traicionado y entregado a una de las agencias secretas de tu gobierno, la
misma que tomó a Yunho. Oí que planeaban matarlo y me escapé para advertirlo.
—Aprecio
eso, Yunho significa mucho para mí, pero sabes que no es seguro que estés en
este lado del Velo.
—Ahora
no es seguro para mí ningún lado.
Jaejoong
resopló y sus ojos se tornaron de un gris profundo.
Dam
inhaló bruscamente. —Eres Fayerye— susurró.
Yunho
levantó a Jaejoong dentro de su regazo, envolvió sus manos posesivamente
alrededor del hombre y le gruñó a Dam —¡Mío!
Yunho
parpadeó. ¿De dónde demonios había venido eso? ¿Por qué repentinamente quería
arrancarle los brazos a Dam y golpear al hombre con ellos? ¿Y por qué de
repente sentía una abrumadora urgencia de frotarse a sí mismo sobre Jaejoong
hasta que su esencia cubriera al hombre?
—Dulce
infierno— juró Dam levantándose suavemente sobre sus pies y empezando a
pasearse. Algunas veces se paraba y miraba hacia Yunho y Jaejoong, y su boca se
abría como si necesitara decir alguna cosa antes de cerrarla. Y volvía a
pasearse nuevamente.
Finalmente
se paró para mirar a Jaejoong, sus manos plantadas en su cadera —¿Has
completado el…?
Jaejoong
se estremeció en los brazos de Yunho. —No se ha completado, pero tuve que
empezarlo cuando estuvimos juntos. Amenazaron con matarlo, no…
Dam
palideció. El estómago de Yunho se tensó ante la mirada de preocupación de su
viejo amigo. Había estado en más de una situación peligrosa con ese hombre, y
nunca lo había visto perder el control o mostrar una gota de miedo. El hecho de
que Dam luciera asustado, perturbaba a Yunho más que cualquier otra cosa.
—¿Podría
alguien decirme de una jodida vez lo que está pasando aquí?— espetó Yunho.
Dam
lo ignoró. En su lugar, se arrodilló en el suelo frente a Jaejoong. —¿Estás…?
Jaejoong
asistió.
Dam
cerró sus ojos brevemente. Cuando los abrió, Yunho vio tristeza en sus
profundidades.
—¿Por
favor, Fayerye, puedo?— preguntó Dam extendiendo sus manos. Cuando Jaejoong
asintió, Dam acercó sus manos y las posó sobre el suave montículo del abdomen
de Jaejoong. Las movió un poco alrededor mientras acariciaba a Jaejoong, una larga
sonrisa cubrió su rostro —.Es fuerte.
Jaejoong
le mostró una pequeña sonrisa. —Pienso lo mismo.
Yunho
estaba perdiendo su mente, y Dam y Jaejoong parecían estar ayudándolo. Levantó
a Jaejoong para sentarlo en el sofá, luego se levantó. Dam permaneció en
silencio. Yunho dio algunos pasos alejándose y sacudió su dedo hacia ellos.
—No
sé a qué clase de mierda están jugando, pero los hombres no se embarazan. Es
físicamente imposible— gritó Yunho y entrecerró sus ojos hacia Jaejoong —.Nosotros
no tuvimos sexo. No soy homosexual.
Habiendo
dicho lo que sentía que necesitaba decir, Yunho se giró sobre sus talones y
salió como una tormenta por la escalera fuera de la casa. Necesitaba aire
fresco. Necesitaba alejarse de esos profundos ojos grises que se lo quedaron
mirando con mucha tristeza e hicieron que su corazón doliera.
Caminó
durante horas, apenas notando el paisaje a su alrededor. Su atención estaba
centrada en las discusiones que tenían lugar en su cabeza, ya que sabía que Jaejoong
lo atraía.
Cada
vez que miraba al hombre, quería tirar de él, desnudarlo y joderlo en la
superficie plana más cercana.
Quizás
eso era lo que más lo asustaba. Toda su vida su orientación sexual no había
sido un problema. Le gustaban las mujeres. Siempre las tenía. No le habían
atraído otros hombres. Entonces, ¿por qué este hombre? ¿Por qué Jaejoong?
¿Por
qué tenía esa incontrolable necesidad de proteger al hombre de todos los
demonios del mundo? Ciertamente Jaejoong era un hombre atractivo. Cualquiera que
lo mirara y viera ese largo, rubio y casi blanco pelo, y esos profundos ojos grises,
pensaría lo mismo.
Pero
eso no significaba que fuera a creerse la descabellada historia del embarazo.
Si no fuera por el hecho de que Yunho estaba completamente seguro que Jaejoong
estaba loco, podía haber estado tentado de seguir esa atracción y ver qué
pasaba. Pero se preguntaba cuanto tiempo podrían estar juntos antes de que el
hombre de la bata blanca apareciera para agarrar a Jaejoong y llevárselo a la
habitación acolchada.
Al
no tener respuestas y sintiendo que sus sentimientos eran más confusos a cada
segundo que pasaba, Yunho enfiló de vuelta a la casa. Quizás Dam podría arrojar
algo de luz a la situación. Yunho creía en Dam más que en ningún otro hombre en
el planeta. Dam no le mentiría. Cuando Yunho regresaba a la casa de vuelta a
sótano, el sol comenzaba a ponerse. Todo estaba en silencio, demasiado
tranquilo. Yunho bajó las escaleras y miró a Dam, que estaba sentado observando
los monitores de seguridad.
—¿Dónde
está Jaejoong?
—¿Qué
te importa?— preguntó Dam sin levantar su cabeza y sin alejar la vista de las
pantallas.
—Infiernos,
Dam, me preocupa lo que le pase al hombre. Solo que no puedo comprar su
historia del embarazo. Los hombres no se embarazan. Estudiaste anatomía humana
como yo. Eso no es posible.
—Eso
sería cierto si Jaejoong fuera humano— dijo Dam —pero no lo es. Él es un Aes
Sídhe.
Como es que Dam sabe todo acerca de jae y su especie? uhmmm espero que Dam convenza al cabezota de Yunho de que toda la historia que le contó jae es verdad y que va ser padre muy pronto XD!
ResponderBorrarMe encanto cuando yunho dijo !MIO! (>w<)..
me siento atrapada en esta historia me fascina Gracias por la actu ;)
Dudaba de dam.. pero ya veo q conoce mucho sobre la vida de jae bueno de su especie... ya yunho esta sintiendo cosas.. hasta lo reclamo cuando dijo mio. .. esta muy interesante
ResponderBorrarDa es la persona que les ayudará a salir de este embrollo a Yunho y Jae, ya que este parece conocer todo sobre Jae o su especie, ahora ver como Yunho seguiría reaccionando y donde esta Jae?
ResponderBorrarMuy interesante historias, gracias.
creo que dam era parte de el equipo que investigan lo de la sangre y esas cosas de yunho y jae por eso esta enterado
ResponderBorrary el si cree lo que yunho le contó y que a yunho se le hace tan difícil de creer
espero y dam si los pueda ayudar a estar tranquilos
y yunho se pone nervioso por que ya esta sintiendo atracción por jae y no lo quiere reconocer
GRACIAS espero el siguiente bye
que bueno que dam sepa que jae e un fayerye y a si lo pueda explicar a yunho que esta pasado por quee yunho esta entendiendo nada con las drogas que le ponian - muchas gracias por el capitulo y a es perar con ancias el otro
ResponderBorrarMe da curiosidad saber como es que Dam dabe casi todo acerca de jar y los de su especia, aunque creo imaginar algo, y yunho, caray, es tan necio,es tan visible la atracción que siente por jae pero se sigue negando a aceptarlo y creer en jae, a parte de wue segun el es hetero xD, ay entiendo que todo lo tiene confundido aun más lo del embarazo, pero debería dejar que le expliquen las cosas y no a la primera huir, pero jae igual no la esta pasando nada bien, en fin, en serio que esta historia es muy buena y atrapa a una ;^;, me encanta, y gracias por actualizar esperaba mucho por este capítulo ♡
ResponderBorraraayyyy, no me lo dejes así, quiero más de esta emocionante historia...
ResponderBorraramor cuando Yunho es posesivo y Jae desvalido.
Dan sabe mucho y debe decírselo a Yunho así entiende lo que siente hacia Jae.
pobrecito debe sentirse tan confundido. ahora viene la parte buena.
quiero saber más.
porfis tráenos unos capitulitos más no seas malita.
graciasssss
wow fue mucha mas revelacion para la cabeza de yunho que no logra asimilar mucha informacion porque es un tonto aishhhhhhhhhhhhhhhhhhh
ResponderBorrary dam como sabe eso espero que ayude a jae y ayude a comprender a yunho
uffffffffff esto cada capi esta mas interesante
gracias por el capi espero actualizes pronto
XD
kyaaaa!!! amo cuando sale lo posesivo de yunho :3 jajajaja.... esos hermosos ojos de jae los amo :3 y ps poco a poco yunho ira recordando.....ahhh Jae se a de ver hermoso con su pancita de embarazodo ><.... cada vez mas interesante *-* gracias!
ResponderBorraromggggg
ResponderBorrarse pone mas interesante ahsbdhbashdbas.........
waa que bueno q Dam si conoce realmente la situacion de Jae porq el babo de yunho
ResponderBorrarni siquiera le da una oportunidad e.e asdcadqa ame cuando se puso posesivo con el *.*
espero q no los encuentren aun o al menos hasta q yunho asimile las cosas :S
Yunho reacciono instintivamente : MIO reclamo a jae XD jae con cabello largo y rubio ohhhh.
ResponderBorrarMi primera reacción al leer esto es: Chan chan chaaaaan
ResponderBorrar¿Cómo es que Dam sabe sobre la raza de Jae? No creo que sea parte de los locos que estaban experimentando con ellos, porque Yunho lo conoce, pero ¿como lo sabe?
Che Yunho, es un cabezota, un buen golpe requiere para que entienda que todo lo que le ha dicho Jae es real y ay Jae, tiene que ser fuerte por el niño y por el bobo de Yunho, que necesita entender bien como esta todo.
Gracias por compartir