«La pasión ardía sobre cada pulgada de su
cuerpo y estaba quemándolo vivo. Necesitaba más, más caricias, más besos, más
todo. Cada caricia lo hacía anhelar otra. Yunho nunca había deseado en su vida
a otra persona de esa manera.
Cuando el hermoso hombre encima de él
lamió sus pezones, Yunho sintió que las llamas consumían todo su cuerpo. Se
retorció, tratando de conseguir que esos lujuriosos labios estuvieran en su
otro pezón. Gratamente, gruñó cuando el hombre lo complació.
Podía sentir su duro miembro presionando
entre las nalgas del trasero del hombre, un lugar en el que quería estar más de
lo que quería su próxima respiración. Quería sentir la seda caliente que sabía
que se envolvería alrededor de su adolorido miembro, bombeando contra él hasta
pasar al olvido.
—Por favor—Yunho rogaba mientras la boca
del hombre continuaba saboreándolo. Rogaba, suplicaba, susurraba… Haría cualquier
cosa para llegar hasta él y conseguir lo que necesitaba.
El hombre se echó hacia atrás sonriendo,
mirando abajo antes de colocarse más cerca de la ingle de Yunho. De repente, una
mano agarró el miembro de Yunho, haciéndolo contener el aliento. Podría
correrse solo con eso. Cuando el hombre bajó lentamente, empalándose a sí mismo
poco a poco en el pene de Yunho, este no sabía si podría contenerse unos
minutos antes de terminar, estaba tan cerca del orgasmo, que casi podía
saborearlo.
—Oh, joder—Yunho gritó cuando el hombre
se empaló finalmente hasta el fondo. Su miembro estaba completamente dentro del
hombre y Yunho no estaba seguro dónde terminaba él, y dónde empezaba su misterioso
amante. El hombre se movió lentamente al principio, después con más rapidez.
Yunho rodó sus ojos, esto superaba con creces cualquier cosa que jamás hubiera
sentido con alguna de sus parejas sexuales anteriores.
Cada empuje se sentía como si estuviera
siendo exprimido en lava fundida. Fuertes músculos apretaban su pene y dudaba
que pudiera volver a moverse después de esto. El hombre lo estaba masajeando
hasta el orgasmo. Los sentimientos eran exquisitos.
Repentinamente, el hombre se inclinó
hacia él hasta que estuvieron nariz con nariz. Vivos ojos grises lo miraron.
Yunho no podía apartar la mirada, ni siquiera cuando el hombre se acercó a su
boca y lo besó.
Perdido en el dulce sabor de su boca,
Yunho apenas notó un pequeño mordisco de dientes, hasta que sintió un ligero sabor
a cobre. Sus ojos se ampliaron por la conmoción cuando oyó la voz del hombre en
su cabeza mientras sus bocas todavía estaban conectadas.
—Mi amor— el hombre susurraba en su
cabeza —ven conmigo, mi hermoso amor. Dame tu vida, tu amor, a ti para siempre,
como yo me doy a ti.
Instantáneamente, Yunho se tensó y cada
terminación nerviosa de su cuerpo explotó al mismo tiempo. El placer se disparó
y entró en erupción dentro de él. Yunho rugió y se corrió, llenando al hombre,
dándole hasta la última gota que tenía.
En la distancia, oyó al hombre gritar y
sintió una caliente humedad salpicar su abdomen, pero estaba demasiado lejos
para reconocerlo. Estaba flotando en una eufórica neblina de lujuria y deseo.
Yunho abrió sus ojos y miró hacia el ruborizado rostro del hombre que había
sacudido su mundo.
Unos tristes ojos grisáceos oscuros, lo
miraron, y dos pequeñas palabras se filtraron dentro de su mente justo antes de
que se desvaneciera…
—Lo lamento.»
Las
palabras hicieron eco en la mente de Yunho por millonésima vez. Durante semanas
lo había oído tanto en sus sueños como durante el día. Lo oía todo el tiempo,
una y otra vez. Cuando pensaba que por fin había olvidado las palabras, las oía
de nuevo haciendo eco en su mente, y no tenía la más remota idea de por qué.
Simplemente no podía dejar de oír esas dos pequeñas palabras.
Yunho
tomó otro largo trago de su cerveza. En ese momento acunaba la botella marrón
entre sus maños. La única cosa que lo perturbaba más que oír esas dos palabras una
y otra vez… era la imagen de unos profundos ojos grisáceos oscuros mirándolo
con gran tristeza mientras pronunciaba las palabras.
¿A
quién pertenecían esos inquietantes ojos grises? Cada vez que buscaba en su
mente alguna conexión, algún pequeño recuerdo que pudiera ayudarlo a descifrar
qué infiernos estaba pasando, su cabeza empezaba a dolerle. Cuando persistía en
su búsqueda de respuestas, el dolor lo atravesaba, volviéndose agonizante y
terrible.
Se
había lesionado en una misión de combate, había sufrido un trauma en la cabeza
cuando una bomba explotó a pocos pasos de donde estaba, pero no había sido
mortal. Los Max tores le dijeron que la lesión causaría pequeñas pérdidas de
memoria y que podría experimentar alucinaciones e imágenes engañosas durante el
resto de su vida. Yunho creía que quizás era eso lo que le estaba causando esos
extraños sueños, que quizás fueran un efecto secundario de su trauma cerebral.
Sacudiendo
su cabeza, Yunho pasó una mano a través de su pelo. A pesar de llevar
licenciado varios meses, los años de entrenamiento eran difíciles de olvidar,
por lo que, por costumbre, mantenía su negro pelo corto, no como en la marina,
pero no soportaba el cabello más abajo de sus orejas.
Quizás
nunca sabría de quien era la voz que le decía ‘lo siento’, porque a lo mejor sólo estaba en su memoria, un simple
sueño provocado por la lesión. Yunho no tenía forma de saberlo.
Terminó
su cerveza y se levantó. Pasar un rato en algún bar remoto y emborracharse,
podía sonar como una buena idea, pero eso no resolvería sus problemas. Más que nada,
solo podría provocarle otro dolor de cabeza, y ya había sufrido demasiados en
los últimos tres meses como para que le duraran toda una vida.
Agarró
su cazadora de piel negra y se la puso sobre sus hombros, sacó un par de
dólares, los dejó sobre la barra y se dirigió a la salida. Se paró en las
escaleras de salida, y estaba empezando a subirse la cremallera de su cazadora,
cuando oyó un pequeño quejido y el sonido de una pelea que venía de un lado del
edificio.
«No vayas a meterte» se dijo a sí mismo. «Cualquier cosa que sea, solo aléjate».
Había salido del hospital hacía solo unas semanas, no tenía por qué meterse en
una pelea con algún idiota que tendría alguna copa de más. Otro gemido de miedo
rompió el silencio y Yunho suspiró. Como marino que había pasado quince años protegiendo
a la gente, no podía pasar de largo, aunque si se quedaba se metería en la
mierda hasta el cuello. Se resignó y se dirigió hacia la pelea, girando en la
esquina del edificio.
No
le sorprendió encontrar a tres hombres más grandes acosar a uno mucho más
pequeño. Así es como pasaba normalmente, los imbéciles tendían a ir en manada y
atacar a personas que podían ser fácilmente intimidadas
Lo
que lo sorprendía, era lo bien que el pequeño hombre peleaba con ellos. Yunho estaba
aún más sorprendido de comprobar que el hombre tenía algo de entrenamiento
formal. Sin embargo, todos sus movimientos se veían más defensivos que
ofensivos. Obviamente el hombre no quería pelear, solo quería escapar con el
cuerpo intacto.
Cuando
Yunho agarró al primer tipo y lo giró hacia él, no reconoció los uniformes militares
que los tres atacantes llevaban. Todos ellos estaban usando un equipo de
combate de noche, del tipo que solo era utilizado para las unidades de combate
militar. Incluso llevaban gafas de visión nocturna.
Yunho
supo inmediatamente que lo que estaba pasando ahí era más de un simple asalto.
Esos hombres eran militares y estaban detrás del hombre pequeño por alguna
desconocida razón. Pero eso no quería decir que Yunho fuera a permitir que los
tipos le dieran una patada en el culo.
Sus
entrañas y sus años de entrenamiento le decían que el pequeño hombre de pelo
rubio era una inocente víctima y necesitaba su ayuda urgentemente.
El
primer hombre al que Yunho golpeó, se fue al suelo sin ninguna lucha, demasiado
sorprendido para devolverle el golpe. El segundo hombre no fue tan fácil. Tomó
una postura de defensa y Yunho sonrió. Había pasado mucho tiempo desde que tuvo
la oportunidad de estar en una buena pelea.
Blandió
sus puños al mismo tiempo que movía sus pies, teniendo como objetivo la cara y
las piernas del hombre. Conectó en ambos, pero no consiguió que el hombre
cayera. Yunho se dio la vuelta rápidamente, su siguiente objetivo a patear era
la cabeza del hombre. El truco consiguió que Yunho tuviera la satisfacción de
no perder su ventaja.
El
hombre cayó al suelo y aterrizó sobre sus manos y rodillas. Antes de que
pudiera levantarse, Yunho lo pateó de nuevo dándole otro golpe en la cabeza.
Esta vez, cuando el hombre cayó, no se levantó de nuevo.
Antes
de que Yunho pudiera celebrar su triunfo, sintió un sólido golpe en su espalda. Ignorando el dolor que irradió a través de su cuerpo, se giró y vio al último
hombre detrás de él. Yunho sonrió, satisfecho al observar al hombre ensanchar
sus ojos antes de que lo golpeara en el rostro.
La
sangre se derramó de la nariz del hombre goteando hacia su barbilla y sus ojos
lo miraron aturdidos. Yunho no esperó a que el hombre se recuperara, le propinó
un gancho derecho y otro izquierdo… golpeando su cara y la parte superior de su
cuerpo hasta que el hombre cayó lejos de él. Yunho aprovechó su ventaja,
golpeando y pateando hasta que su oponente permaneció tumbado y no se movió de
nuevo.
A Yunho
le tomó solo un momento comprobar el pulso antes de girarse hacia la forma
acurrucada contra la pared. Inhaló fuertemente cuando unos profundos ojos grises
como la plata se encontraron con los suyos. Por un momento, pensó que el hombre
podría ser el de sus sueños, pero cuando esos ojos grises parpadearon, la ilusión
se había ido.
Yunho
se aproximó lentamente y extendió su mano tratando de mantener su postura lo
menos amenazante posible. —Mi nombre es Yunho— dijo suavemente —.No voy a
lastimarte, solo quiero asegurarme de que estás bien.
El
hombre vaciló, sus manos temblorosas frotaban sus brazos de arriba a abajo. Su
pálido rostro parecía casi traslúcido a la luz de la luna. El miedo en sus ojos
preocupó más a Yunho porque podría ser difícil comprobar cómo se encontraba el
hombre si estaba asustado.
Lo
que veía no le decía mucho. El hombre vestía una holgada sudadera con capucha,
unos pantalones anchos y un gorro de lana que caía por debajo de sus cejas. Una
larga trenza de color rubio casi blanco, colgaba sobre sus hombros. A parte de
eso, Yunho no podía decir cómo de grande era el hombre. Las ropas que vestía
disimulaban su forma.
—No
voy a lastimarte.
—Ya
lo dijiste— el hombre susurró.
Yunho
frunció el ceño. El sonido de la voz del hombre era casi lírica, como si
perteneciera a la naturaleza, suave y ligera, casi como el sonido de un pájaro
en tono y calidad. Incluso sonaba como la voz en su cabeza. Si Yunho no estuviera
sintiendo las molestias y el dolor en su cuerpo por la pelea, podría pensar que
estaba alucinando, experimentando una de sus alucinaciones, de aquellas que los
Max tores le habían dicho que podría experimentar.
Yunho
buscó en uno de sus bolsillos y sacó el frasco con la medicación que le habían
prescrito para tomarse una pastilla. Abrió la tapa y puso una sobre su palma. Yunho
empezó a lanzar la pastilla hacia su boca, cuando le golpearon la mano
repentinamente.
—¿Qué...
la?
—No
tomes eso— el hombre chasqueó —es veneno para tu mente.
—Están
prescritas por mi Max tor.— Yunho tomó otra píldora solo para que el hombre
golpeara de nuevo su mano.
Yunho
tomó una profunda respiración y le disparó al hombre una mirada.
—Mira,
no sé quién eres, pero tienes que parar de hacer eso. Necesito tomar esta
pastilla.
—No,
no lo necesitas, eso solo nubla tu mente, te atonta y evita que pienses por ti
mismo.
Antes
de que Yunho pudiera reaccionar, el hombre extendió su mano, agarró el frasco
de pastillas de la de Yunho y lo arrojó dentro de un cubo de basura cercano.
—¡Hey! Las
necesito. Eso evita
que tenga alucinaciones.— Empezó
a dirigirse hacia el cubo de basura, listo para escarbar y sacar sus pastillas,
pero un leve toque en su brazo lo detuvo. Yunho se detuvo, mirando hacia abajo para
ver al hombre parado a su lado. Sus delicados dedos se habían envuelto
alrededor de la cintura de Yunho.
—Por
favor, no lo hagas— le dijo el hombre —.Te prometo que no las necesitas.
Yunho
frunció el ceño, sus cejas se juntaron por la confusión. —¿Cómo puedes saber
eso? ¿Acaso me conoces? Ni siquiera sabes para qué las tomo.
Sus
ojos grises se clavaron en Yunho. —Las tomas porque una bomba explotó cerca de
ti y recibiste una lesión en la cabeza. Los Max tores dicen que tendrás cortos
períodos de pérdida de memoria y puedes sufrir alucinaciones. También dicen que
tienes un daño permanente en tus ojos, por lo que te expulsaron del servicio.
Yunho
se quedó con la boca abierta, su corazón latía más rápido con cada palabra que el
hombre decía. —¿Quién demonios eres tú?
El
hombre dio un tirón al brazo de Yunho, alejándolo del cubo de basura hacia la
entrada del callejón. —Te lo explicaré por el camino, pero no podemos seguir
aquí cuando esos hombres despierten— dijo apuntando a los tres hombres
inconscientes en el suelo —.Además, vendrán más cuando estos no informen.
—Espera,
espera, calma— dijo Yunho plantando sus pies y negándose a moverse otro paso.
Quería respuestas —.Antes de dar otro paso, quiero saber quién demonios eres y por
qué estaban atacándote esos hombres.
El
hombre agarró a Yunho por el brazo con ambas manos y tiró de él hacia el
aparcamiento. Lucía desesperado, aterrorizado. —Por favor debemos irnos, despertarán
pronto y pueden llegar otros. Tenemos que marcharnos antes que eso pase.
Prometo explicártelo todo por el camino.
Yunho
dudó debido a las circunstancias, pero el miedo del hombre era real, y había
tres hombres inconscientes tumbados detrás de él en el callejón. Estaba
sucediendo alguna cosa seria, y Yunho estaba determinado a llegar hasta el
fondo de una manera u otra.
—De
acuerdo, bien, vámonos— dijo, pero hizo una pausa para señalar al hombre con su
mano libre —.Pero en el momento en el que salgamos de aquí, quiero saber lo que
está pasando, y si te atreves a mentirme, se acabó. ¿Entendiste?
El
hombre sacudió su cabeza rápidamente. Yunho asintió, preguntándose dónde
infiernos se estaba metiendo. Tenía que estar alucinando. Vale, había hecho lo
correcto salvando al tipo, pero no tenía que involucrarse en cualquier desastre
en el que el hombre estuviera. Solo tenía que llevarlo a alguna parte y dejarlo
a salvo.
Yunho
hizo una mueca cuando un pensamiento hizo que su estómago se retorciera. Todo
lo que había en él, se rebeló ante la simple idea de separarse del hombre. La confusión
de Yunho no tenía fin. Ni siquiera conocía al tipo de antes. ¿Por qué le
importaba lo que le pasara?
Yunho
trepó dentro de su camioneta y desbloqueó el seguro de la puerta del pasajero.
El pequeño hombre saltó rápidamente, cerró la puerta y le puso el seguro antes
de inclinarse hacia atrás y descansar su cabeza en la parte superior del
asiento.
Parecía
aliviado. El miedo que Yunho sentía viniendo de él parecía que cedía por
momentos, hasta que Yunho abrió de nuevo su boca y el miedo del hombre se
precipitó una vez más en grandes oleadas.
—¿Dónde
debo dejarte?
Los
ojos del hombre se abrieron y giró su cabeza para mirar a Yunho. —¿Dejarme?
¿Qué quieres decir con dejarme?
—Mira,
hombre, no sé en qué clase de mierda estás metido pero…— la voz de Yunho se
apagó y observó signos de lágrimas reunidas en las esquinas de los ojos del hombre. Repentinamente
se sintió como el mayor idiota del mundo.
—De
acuerdo, tú… ¿tú tienes un nombre? No puedo seguir llamándote hombre.
—Jaejoong.
—Jaejoong—
Yunho rio entre dientes —.Bien, Jaejoong, puedes quedarte en mi casa esta
noche, pero mañana te vas por tu cuenta— le dijo Yunho después de un momento —.No
trato de ser rudo ni nada por el estilo, pero tengo suficiente mierda en mi
vida sin añadir la tuya.
Jaejoong
alejó la vista de Yunho para mirar por la ventana del pasajero. Yunho pudo ver
su pecho subir y bajar varias veces mientras tomaba profundas respiraciones. Se
preguntaba si Jaejoong se sentiría nervioso, ya que frotaba continuamente su
estómago.
Yunho
puso la llave en el contacto y arrancó. —Iremos a mi casa, cenaremos y
tendremos una buena noche de descanso. Todas las cosas se verán mejor por la
mañana.
Para
sorpresa de Yunho, Jaejoong negó y desbloqueó la puerta. —No, tienes razón, no
necesitas que te mezcle en mi mierda. Gracias por tu oportuno rescate, pero
tengo que irme.
—Espera—
Yunho gritó mientras Jaejoong abría la puerta y saltaba fuera. —¿Dónde vas a
ir?
Jaejoong
se encogió de hombros. —Encontraré algún lugar.
El
estómago de Yunho se apretó mientras Jaejoong se alejaba, sus hombros hundidos
contra el aire frío de la noche. Lucía desolado y solo. Yunho sabía lo que era
sentirse así. Había estado solo la mayor parte de su vida, su única familia
había sido el hombre al que sirvió, y desde su lesión, ya ni siquiera lo tenía.
Pensando que podía lamentarlo más tarde, tomó una rápida decisión y saltó fuera
de su camioneta.
—Espera,
Jaejoong, vayamos a mi casa y consigamos una buena noche de descanso— dijo Yunho
mientras corría detrás de él —.Necesitas comer algo y un lugar cálido y seguro
para dormir, y todavía me debes una explicación, ¿recuerdas?
Los
pasos acelerados de Jaejoong frenaron por un momento, retrasando su velocidad.
—Es mejor que separemos nuestros caminos. Así tendremos menos posibilidades de
encontrarnos.
El
resto de las palabras de Jaejoong se perdieron por la repentina ráfaga de aire
que voló a través del aparcamiento.
Por
alguna extraña razón, Yunho sintió frío. Levantó el cuello de la parte de
arriba de su cazadora y un profundo estremecimiento lo atravesó. —Por favor, Jaejoong.
Nunca conseguiré descansar si sé que estás ahí fuera solo.— Yunho miró las
oscuras nubes reunidas sobre su cabeza —.Hay algo extraño en el aire esta
noche.
Jaejoong
paró y miró hacia el cielo nocturno. —Es la noche del cazador, mejor conocida
como Luna de Sangre. Este es el
momento en que el Velo entre los mundos es muy delgado.
—Sí,
bien— Yunho se preguntó si Jaejoong tendría todos los tornillos en su sitio. El
hombre sonaba como un loco, pero aun así, no podía dejarlo fuera con ese frío
—.Mira, volvamos a mi casa, puedes irte donde quieras por la mañana.
Jaejoong
miró a Yunho y después a la oscuridad que los rodeaba. Le dio un pequeño
escalofrío al igual que a Yunho, antes de girarse y caminar de vuelta a la
camioneta. —Me iré por la mañana.
Yunho
no tenía explicación para el regocijo que sintió en ese momento. No debería ser
feliz porque Jaejoong decidiera quedarse con él esa noche, pero lo estaba. Si
no fuera porque violaría su dignidad, habría bailado un enérgico baile en el
mismo aparcamiento.
En
su lugar, Yunho caminó alrededor y subió a su camioneta esperando a que Jaejoong
cerrara la puerta una vez más. Encendió la camioneta y condujo fuera del aparcamiento
hacia su pequeño apartamento.
El
silencio en la cabina era denso. Jaejoong no parecía tener nada que decir, solo
estaba sentado en el asiento del pasajero mirando por la ventana, frotándose
continuamente el estómago. Yunho extendió su mano y prendió la calefacción.
Quizás Jaejoong tuviera frío.
Los
llevó solo unos minutos llegar a su apartamento. No le gustaba ir muy lejos del
mismo por si necesitaba tomar su medicación en algún momento en que no pudiera conducir.
Llegó hasta su aparcamiento privado y apagó la camioneta.
—Vivo
allí— Yunho apuntó a la parte baja de los apartamentos de la derecha —.Vamos,
prepararé algo de comer, ¿de acuerdo?
Jaejoong
no contestó, solo se bajó de la camioneta y cerró la puerta. Para alguien que
había sido tan locuaz en el callejón, ahora estaba muy callado. Yunho sacudió
su cabeza y saltó fuera de la camioneta, rodeándola por el frente para unirse a
Jaejoong.
Presidió
el camino hacia su apartamento, oyendo las pisadas del hombre que lo seguía.
Pero cuando se aproximaban a la puerta, fue parándose. Yunho se detuvo un par
de pasos por delante. Con las llaves en la mano, miró por encima de su hombro
—¿Jaejoong?
Yunho
frunció el ceño, prestando atención a los rasgos de Jaejoong. Sus ojos eran
grandes en su pálido y blanco rostro y sus labios se movían murmurando alguna
cosa, pero el sonido no salía. Todo su cuerpo temblaba y parecía absolutamente
aterrorizado.
—Jaejoong,
¿que anda mal?— Yunho dio un paso hacia el hombre —.No te voy a lastimar, te lo
prometo. Estás perfectamente seguro en mi casa.
Jaejoong
empezó a sacudir su cabeza, primero lentamente luego más rápido con cada
movimiento. —Tenemos que irnos— Jaejoong susurró —no es seguro quedarnos aquí.
—Jaejoong,
¿qué...?
Un
crujido fuerte alertó a Yunho. Conocía ese sonido. Lo había hecho él mismo un
millón de veces, cuando ponía un pie en una tabla suelta en el pasillo de la
entrada.
Cuando
Yunho se giró hacia la puerta de entrada, sus sentidos se pusieron inmediatamente
en modo de batalla, y notó cosas fuera de lugar que no había notado antes. Su atención
había estado muy centrada en Jaejoong, pero ahora tomó nota de todo lo que le
rodeaba.
Ahí
estaba, un pequeño rasguño alrededor del pomo de la puerta.
El
macetero situado delante de la puerta estaba girado y las cortinas tenían una
leve separación entre ellas, y Yunho sabía que no estaban así cuando se había
marchado. Siempre dejaba sus cortinas totalmente cerradas para que nadie pudiera
mirar dentro. Le gustaba su privacidad.
Se
alejó de la puerta señalando con su mano a Jaejoong que retrocediera. —¿Sabes
qué, Jaejoong? Siéntate allí, en las escaleras, hasta que te sientas mejor
mientras bajo los alimentos de la camioneta.
Yunho
se volvió hacia Jaejoong y su camioneta, e hizo un pequeño gesto con su mano,
asegurándose que solo pudiera ser visto por Jaejoong, esperando que el hombre entendiera
el mensaje.
—No,
te ayudaré, solo estoy cansado, por eso mis movimientos son lentos.
Yunho
suspiró aliviado. —Pero no te sobrepases, ¿de acuerdo? No quiero que te
desmayes frente a mi terraza— se dirigió a la camioneta, asegurándose de
mantenerse entre Jaejoong y quien fuera que estuviera esperando en su apartamento.
No
tenía ni idea de quienes eran o qué querían, pero algo le decía que tenía que
ver con los hombres que acosaron a Jaejoong en el bar. Con cada segundo que
pasaba, Yunho sabía a ciencia cierta que tenía que encontrar un lugar seguro y
enfrentar a Jaejoong para una pequeña discusión. Ahí estaban pasando cosas que
necesitaba saber y estaba dispuesto a descubrirlas, y pronto.
—Será
más fácil si sacas los alimentos desde el asiento del conductor, Jaejoong— dijo
Yunho en voz alta mientras se aproximaban a la camioneta —.La mayoría están apilados
detrás del asiento de ese lado.
Jaejoong
asintió y siguió a Yunho alrededor del asiento del conductor de la camioneta. Yunho
quitó los seguros de las puertas, manteniendo un ojo cerca en la entrada de su apartamento.
Sabía que una vez que hicieran el movimiento, solo tendrían unos momentos para
escapar.
—Sube
y échame una mano con esas bolsas de atrás— dijo Yunho otra vez en voz alta. En
el momento en el que Jaejoong subió al asiento delantero, Yunho lo empujó y se
subió al volante. Cerró la puerta y encendió la camioneta en segundos.
Salió
disparado, viendo como la puerta del frente se abría y dos hombres salían corriendo.
Estaban vestidos con el mismo equipo marino que los del bar, solo que estos
iban armados.
No
esperó a que Jaejoong se acomodara antes de pisar el acelerador y salir del aparcamiento.
Extendió su mano, fijando a Jaejoong en el asiento hasta que estuvieron en la carretera
principal.
—Abróchate
el cinturón de seguridad.
Cuando
Yunho fue a doblar la esquina, vio unos faros en el espejo retrovisor. Otro vehículo
venía a toda velocidad detrás de ellos. Obviamente los hombres de su apartamento
no iban a renunciar tan fácilmente.
Yunho
maniobró a través del tráfico, haciendo muchos giros para perder a sus
perseguidores. —Empieza a hablar, Jaejoong— Yunho estalló haciendo otro giro —.Quiero
saber qué infiernos está pasando, y lo quiero saber ahora ¿Por qué estaban esos
hombres en mi apartamento?
Jaejoong
suspiró. —Fueron enviados para matarte.
Wwwoooooohh quedo muy bueno... esos suenos tan candentes. .yo tambn quiero q jae explique... espero ansiosa la próxima actualización
ResponderBorraromg!!!! demasiado interesante la historia.... porque querrian matar a yunho... de seguro se entero o vio algo y por eso esas pastillas.... a ese jae >< le dara problemas a yunho jejejeje gracias! lo seguire....
ResponderBorrarhay por dios esto esta muy interesante y emocionante me quede muy intrigada por saber por que quieren matar a yunho les a de saber algo a el ejercito o por que se quieren desacer de el
ResponderBorrarpero jae esta ahí para apoyarlo y no dejar que lo lastimen
y creo que no fueron alucinaciones lo que el piensa que lo es a de ser verdad y esta aquí jae para que se lo compruebe creo no se seguiré la historia hasta el fin espero
GRACIAS por compartir y estaré al pendiente por otro capitulo bye
super interesantes estuvo el capitulo por que van de tras de jae y yunho sueña con jae - muchas gracias ´por el capitulo y me alegro mucho que estes de vuelta y con esta tan interesante historia
ResponderBorrarOmg!! Wow ~ que emocionante *0*
ResponderBorrarComo es que Jae sabe que hay peligro y porque quiere matar a Yunho??
el fic ya me atrapó *w*
Muy emocionante, interesante e de mucha intriga. Gracias por esta nueva historia.
ResponderBorrarOMG desde que empezo el capítulo fue una cosa que me atrapo al instante, y conforme su fue desarrollando ni que decir, me encanta ;-;, es todo tan emocionante, misterioso, las ansías de saber el porque esos hombres fueron enviados para acabar con yunho, todo! y como se desarrollara la relación entre esos dos *-*, no cabe duda que esperaré con ansías por el siguiente capítulo,gracias por compartirnos historias tan geniales! <3
ResponderBorrarahhhhahahahahah, quiero saber más. se me hizo tan corto este capítulo. es lo que dicen ,cuando la estás pasando genial el tiempo vuela.
ResponderBorraray Dios que buena historia se ve que es ... Jae vino a salvar a su Yunho. estoy segura por lo que se lee ,que ellos dos se conocen de antes. habrá que ver por qué Yunho no recuerda a Jae.
me dio espina de embarazo eso de que Jae se frota el estómago. seráaaaa?????
espero tu próxima actu.
estoy ansiosa desde ya...
muchas gracias
Oie zy -3- (?)
ResponderBorrarEstá muy bueno e interesante :megusta:
Unos desgraciados quieren matar a YunHo D: y a Joongie también
Me gusta, ¿Jae tiene hambre o qué? D:
A YunHo le daban pastillas veneno >,> malditos
Eso fue muy emocionante. Quiero leer mas :D me imagino a un Yunho uniformado *-* y un lindo Jae elfo <3 Empezó con mucha acción. Yo creo que las "alucinaciones" de Yunho son mas relaes que el YunJae x'D y tiene una relación con Jaejoong. Vaya sueños intensos que tiene con él ...porque estoy segura que el ojigris de sus sueño es Jae <3 Y ..habrá mpreg??? *-* ojala siii. Gracias por compartir :3
ResponderBorrarO.o quiero mas actualiza pronto es muy interesante :3
ResponderBorrarFULL ACCIÓN..! que interesante...! esta un poco confusa la situación ~ jaejoong y yunho ya se conocían? que pasa con esas pastillas que toma yunho? por que quieren matar ami yunnie? esa y otras preguntas mas las resolveré en el siguiente capitulo XDDDD esta muuuy buena ;)
ResponderBorraroh,,,,,,, que intrigante que pasara con esos dos ???
ResponderBorrarcontinuare leyendo <33333333
Holaa hermosa!!!! ^_^
ResponderBorrarVeonquebhaz regresado con una nueva historia. Se ve en realidad muu buena como las demas.
Sorry por mi ausencia, pero el trabajo me tiene super ocupada
awww hasta hoy pude comenzarlo a leer D:
ResponderBorraresta interesante! me encanto el primer cap gracias x compartir !!
Que comienzo para mas humedo *q* yunho q sueños tienes . Pervertidoooooo XD woooo jae se le presento ahora podra hacer su sueño realidad. Ya en serio, jae sabe todo acerca d yunho. Esta interesanteeee
ResponderBorrarRecien puedo comentar , desd hoy m pondre al dia ^^
¿Eso era un sueño o un recuerdo? dxcfvgb tal vez ya se habían encontrado antes o no se, porque eso de que le haya dicho que lo lamentaba esta muy raro para ser un sueño.
ResponderBorrarAparte de eso ¿habra ya un bebé? eso de tocarse el estomago de parte de Jae esta muy sospechos actvygbuhn viva el mpreg <3
Gracias por compartir