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domingo, 7 de septiembre de 2014

Capítulo 1

«La pasión ardía sobre cada pulgada de su cuerpo y estaba quemándolo vivo. Necesitaba más, más caricias, más besos, más todo. Cada caricia lo hacía anhelar otra. Yunho nunca había deseado en su vida a otra persona de esa manera.

Cuando el hermoso hombre encima de él lamió sus pezones, Yunho sintió que las llamas consumían todo su cuerpo. Se retorció, tratando de conseguir que esos lujuriosos labios estuvieran en su otro pezón. Gratamente, gruñó cuando el hombre lo complació.


Podía sentir su duro miembro presionando entre las nalgas del trasero del hombre, un lugar en el que quería estar más de lo que quería su próxima respiración. Quería sentir la seda caliente que sabía que se envolvería alrededor de su adolorido miembro, bombeando contra él hasta pasar al olvido.

—Por favor—Yunho rogaba mientras la boca del hombre continuaba saboreándolo. Rogaba, suplicaba, susurraba… Haría cualquier cosa para llegar hasta él y conseguir lo que necesitaba.

El hombre se echó hacia atrás sonriendo, mirando abajo antes de colocarse más cerca de la ingle de Yunho. De repente, una mano agarró el miembro de Yunho, haciéndolo contener el aliento. Podría correrse solo con eso. Cuando el hombre bajó lentamente, empalándose a sí mismo poco a poco en el pene de Yunho, este no sabía si podría contenerse unos minutos antes de terminar, estaba tan cerca del orgasmo, que casi podía saborearlo.

—Oh, joder—Yunho gritó cuando el hombre se empaló finalmente hasta el fondo. Su miembro estaba completamente dentro del hombre y Yunho no estaba seguro dónde terminaba él, y dónde empezaba su misterioso amante. El hombre se movió lentamente al principio, después con más rapidez. Yunho rodó sus ojos, esto superaba con creces cualquier cosa que jamás hubiera sentido con alguna de sus parejas sexuales anteriores.

Cada empuje se sentía como si estuviera siendo exprimido en lava fundida. Fuertes músculos apretaban su pene y dudaba que pudiera volver a moverse después de esto. El hombre lo estaba masajeando hasta el orgasmo. Los sentimientos eran exquisitos.

Repentinamente, el hombre se inclinó hacia él hasta que estuvieron nariz con nariz. Vivos ojos grises lo miraron. Yunho no podía apartar la mirada, ni siquiera cuando el hombre se acercó a su boca y lo besó.

Perdido en el dulce sabor de su boca, Yunho apenas notó un pequeño mordisco de dientes, hasta que sintió un ligero sabor a cobre. Sus ojos se ampliaron por la conmoción cuando oyó la voz del hombre en su cabeza mientras sus bocas todavía estaban conectadas.

—Mi amor— el hombre susurraba en su cabeza —ven conmigo, mi hermoso amor. Dame tu vida, tu amor, a ti para siempre, como yo me doy a ti.

Instantáneamente, Yunho se tensó y cada terminación nerviosa de su cuerpo explotó al mismo tiempo. El placer se disparó y entró en erupción dentro de él. Yunho rugió y se corrió, llenando al hombre, dándole hasta la última gota que tenía.

En la distancia, oyó al hombre gritar y sintió una caliente humedad salpicar su abdomen, pero estaba demasiado lejos para reconocerlo. Estaba flotando en una eufórica neblina de lujuria y deseo. Yunho abrió sus ojos y miró hacia el ruborizado rostro del hombre que había sacudido su mundo.

Unos tristes ojos grisáceos oscuros, lo miraron, y dos pequeñas palabras se filtraron dentro de su mente justo antes de que se desvaneciera…

—Lo lamento.»

Las palabras hicieron eco en la mente de Yunho por millonésima vez. Durante semanas lo había oído tanto en sus sueños como durante el día. Lo oía todo el tiempo, una y otra vez. Cuando pensaba que por fin había olvidado las palabras, las oía de nuevo haciendo eco en su mente, y no tenía la más remota idea de por qué. Simplemente no podía dejar de oír esas dos pequeñas palabras.

Yunho tomó otro largo trago de su cerveza. En ese momento acunaba la botella marrón entre sus maños. La única cosa que lo perturbaba más que oír esas dos palabras una y otra vez… era la imagen de unos profundos ojos grisáceos oscuros mirándolo con gran tristeza mientras pronunciaba las palabras.

¿A quién pertenecían esos inquietantes ojos grises? Cada vez que buscaba en su mente alguna conexión, algún pequeño recuerdo que pudiera ayudarlo a descifrar qué infiernos estaba pasando, su cabeza empezaba a dolerle. Cuando persistía en su búsqueda de respuestas, el dolor lo atravesaba, volviéndose agonizante y terrible.

Se había lesionado en una misión de combate, había sufrido un trauma en la cabeza cuando una bomba explotó a pocos pasos de donde estaba, pero no había sido mortal. Los Max tores le dijeron que la lesión causaría pequeñas pérdidas de memoria y que podría experimentar alucinaciones e imágenes engañosas durante el resto de su vida. Yunho creía que quizás era eso lo que le estaba causando esos extraños sueños, que quizás fueran un efecto secundario de su trauma cerebral.

Sacudiendo su cabeza, Yunho pasó una mano a través de su pelo. A pesar de llevar licenciado varios meses, los años de entrenamiento eran difíciles de olvidar, por lo que, por costumbre, mantenía su negro pelo corto, no como en la marina, pero no soportaba el cabello más abajo de sus orejas.

Quizás nunca sabría de quien era la voz que le decía ‘lo siento’, porque a lo mejor sólo estaba en su memoria, un simple sueño provocado por la lesión. Yunho no tenía forma de saberlo.

Terminó su cerveza y se levantó. Pasar un rato en algún bar remoto y emborracharse, podía sonar como una buena idea, pero eso no resolvería sus problemas. Más que nada, solo podría provocarle otro dolor de cabeza, y ya había sufrido demasiados en los últimos tres meses como para que le duraran toda una vida.

Agarró su cazadora de piel negra y se la puso sobre sus hombros, sacó un par de dólares, los dejó sobre la barra y se dirigió a la salida. Se paró en las escaleras de salida, y estaba empezando a subirse la cremallera de su cazadora, cuando oyó un pequeño quejido y el sonido de una pelea que venía de un lado del edificio.

«No vayas a meterte» se dijo a sí mismo. «Cualquier cosa que sea, solo aléjate». Había salido del hospital hacía solo unas semanas, no tenía por qué meterse en una pelea con algún idiota que tendría alguna copa de más. Otro gemido de miedo rompió el silencio y Yunho suspiró. Como marino que había pasado quince años protegiendo a la gente, no podía pasar de largo, aunque si se quedaba se metería en la mierda hasta el cuello. Se resignó y se dirigió hacia la pelea, girando en la esquina del edificio.

No le sorprendió encontrar a tres hombres más grandes acosar a uno mucho más pequeño. Así es como pasaba normalmente, los imbéciles tendían a ir en manada y atacar a personas que podían ser fácilmente intimidadas

Lo que lo sorprendía, era lo bien que el pequeño hombre peleaba con ellos. Yunho estaba aún más sorprendido de comprobar que el hombre tenía algo de entrenamiento formal. Sin embargo, todos sus movimientos se veían más defensivos que ofensivos. Obviamente el hombre no quería pelear, solo quería escapar con el cuerpo intacto.

Cuando Yunho agarró al primer tipo y lo giró hacia él, no reconoció los uniformes militares que los tres atacantes llevaban. Todos ellos estaban usando un equipo de combate de noche, del tipo que solo era utilizado para las unidades de combate militar. Incluso llevaban gafas de visión nocturna.

Yunho supo inmediatamente que lo que estaba pasando ahí era más de un simple asalto. Esos hombres eran militares y estaban detrás del hombre pequeño por alguna desconocida razón. Pero eso no quería decir que Yunho fuera a permitir que los tipos le dieran una patada en el culo.

Sus entrañas y sus años de entrenamiento le decían que el pequeño hombre de pelo rubio era una inocente víctima y necesitaba su ayuda urgentemente.

El primer hombre al que Yunho golpeó, se fue al suelo sin ninguna lucha, demasiado sorprendido para devolverle el golpe. El segundo hombre no fue tan fácil. Tomó una postura de defensa y Yunho sonrió. Había pasado mucho tiempo desde que tuvo la oportunidad de estar en una buena pelea.

Blandió sus puños al mismo tiempo que movía sus pies, teniendo como objetivo la cara y las piernas del hombre. Conectó en ambos, pero no consiguió que el hombre cayera. Yunho se dio la vuelta rápidamente, su siguiente objetivo a patear era la cabeza del hombre. El truco consiguió que Yunho tuviera la satisfacción de no perder su ventaja.

El hombre cayó al suelo y aterrizó sobre sus manos y rodillas. Antes de que pudiera levantarse, Yunho lo pateó de nuevo dándole otro golpe en la cabeza. Esta vez, cuando el hombre cayó, no se levantó de nuevo.

Antes de que Yunho pudiera celebrar su triunfo, sintió un sólido golpe en su espalda. Ignorando el dolor que irradió a través de su cuerpo, se giró y vio al último hombre detrás de él. Yunho sonrió, satisfecho al observar al hombre ensanchar sus ojos antes de que lo golpeara en el rostro.

La sangre se derramó de la nariz del hombre goteando hacia su barbilla y sus ojos lo miraron aturdidos. Yunho no esperó a que el hombre se recuperara, le propinó un gancho derecho y otro izquierdo… golpeando su cara y la parte superior de su cuerpo hasta que el hombre cayó lejos de él. Yunho aprovechó su ventaja, golpeando y pateando hasta que su oponente permaneció tumbado y no se movió de nuevo.

A Yunho le tomó solo un momento comprobar el pulso antes de girarse hacia la forma acurrucada contra la pared. Inhaló fuertemente cuando unos profundos ojos grises como la plata se encontraron con los suyos. Por un momento, pensó que el hombre podría ser el de sus sueños, pero cuando esos ojos grises parpadearon, la ilusión se había ido.

Yunho se aproximó lentamente y extendió su mano tratando de mantener su postura lo menos amenazante posible. —Mi nombre es Yunho— dijo suavemente —.No voy a lastimarte, solo quiero asegurarme de que estás bien.

El hombre vaciló, sus manos temblorosas frotaban sus brazos de arriba a abajo. Su pálido rostro parecía casi traslúcido a la luz de la luna. El miedo en sus ojos preocupó más a Yunho porque podría ser difícil comprobar cómo se encontraba el hombre si estaba asustado.

Lo que veía no le decía mucho. El hombre vestía una holgada sudadera con capucha, unos pantalones anchos y un gorro de lana que caía por debajo de sus cejas. Una larga trenza de color rubio casi blanco, colgaba sobre sus hombros. A parte de eso, Yunho no podía decir cómo de grande era el hombre. Las ropas que vestía disimulaban su forma.

—No voy a lastimarte.

—Ya lo dijiste— el hombre susurró.

Yunho frunció el ceño. El sonido de la voz del hombre era casi lírica, como si perteneciera a la naturaleza, suave y ligera, casi como el sonido de un pájaro en tono y calidad. Incluso sonaba como la voz en su cabeza. Si Yunho no estuviera sintiendo las molestias y el dolor en su cuerpo por la pelea, podría pensar que estaba alucinando, experimentando una de sus alucinaciones, de aquellas que los Max tores le habían dicho que podría experimentar.

Yunho buscó en uno de sus bolsillos y sacó el frasco con la medicación que le habían prescrito para tomarse una pastilla. Abrió la tapa y puso una sobre su palma. Yunho empezó a lanzar la pastilla hacia su boca, cuando le golpearon la mano repentinamente.

—¿Qué... la?

—No tomes eso— el hombre chasqueó —es veneno para tu mente.

—Están prescritas por mi Max tor.— Yunho tomó otra píldora solo para que el hombre golpeara de nuevo su mano.

Yunho tomó una profunda respiración y le disparó al hombre una mirada.

—Mira, no sé quién eres, pero tienes que parar de hacer eso. Necesito tomar esta pastilla.

—No, no lo necesitas, eso solo nubla tu mente, te atonta y evita que pienses por ti mismo.

Antes de que Yunho pudiera reaccionar, el hombre extendió su mano, agarró el frasco de pastillas de la de Yunho y lo arrojó dentro de un cubo de basura cercano.

—¡Hey!  Las  necesito.  Eso  evita  que  tenga alucinaciones.— Empezó a dirigirse hacia el cubo de basura, listo para escarbar y sacar sus pastillas, pero un leve toque en su brazo lo detuvo. Yunho se detuvo, mirando hacia abajo para ver al hombre parado a su lado. Sus delicados dedos se habían envuelto alrededor de la cintura de Yunho.

—Por favor, no lo hagas— le dijo el hombre —.Te prometo que no las necesitas.

Yunho frunció el ceño, sus cejas se juntaron por la confusión. —¿Cómo puedes saber eso? ¿Acaso me conoces? Ni siquiera sabes para qué las tomo.

Sus ojos grises se clavaron en Yunho. —Las tomas porque una bomba explotó cerca de ti y recibiste una lesión en la cabeza. Los Max tores dicen que tendrás cortos períodos de pérdida de memoria y puedes sufrir alucinaciones. También dicen que tienes un daño permanente en tus ojos, por lo que te expulsaron del servicio.

Yunho se quedó con la boca abierta, su corazón latía más rápido con cada palabra que el hombre decía. —¿Quién demonios eres tú?

El hombre dio un tirón al brazo de Yunho, alejándolo del cubo de basura hacia la entrada del callejón. —Te lo explicaré por el camino, pero no podemos seguir aquí cuando esos hombres despierten— dijo apuntando a los tres hombres inconscientes en el suelo —.Además, vendrán más cuando estos no informen.

—Espera, espera, calma— dijo Yunho plantando sus pies y negándose a moverse otro paso. Quería respuestas —.Antes de dar otro paso, quiero saber quién demonios eres y por qué estaban atacándote esos hombres.

El hombre agarró a Yunho por el brazo con ambas manos y tiró de él hacia el aparcamiento. Lucía desesperado, aterrorizado. —Por favor debemos irnos, despertarán pronto y pueden llegar otros. Tenemos que marcharnos antes que eso pase. Prometo explicártelo todo por el camino.

Yunho dudó debido a las circunstancias, pero el miedo del hombre era real, y había tres hombres inconscientes tumbados detrás de él en el callejón. Estaba sucediendo alguna cosa seria, y Yunho estaba determinado a llegar hasta el fondo de una manera u otra.

—De acuerdo, bien, vámonos— dijo, pero hizo una pausa para señalar al hombre con su mano libre —.Pero en el momento en el que salgamos de aquí, quiero saber lo que está pasando, y si te atreves a mentirme, se acabó. ¿Entendiste?

El hombre sacudió su cabeza rápidamente. Yunho asintió, preguntándose dónde infiernos se estaba metiendo. Tenía que estar alucinando. Vale, había hecho lo correcto salvando al tipo, pero no tenía que involucrarse en cualquier desastre en el que el hombre estuviera. Solo tenía que llevarlo a alguna parte y dejarlo a salvo.

Yunho hizo una mueca cuando un pensamiento hizo que su estómago se retorciera. Todo lo que había en él, se rebeló ante la simple idea de separarse del hombre. La confusión de Yunho no tenía fin. Ni siquiera conocía al tipo de antes. ¿Por qué le importaba lo que le pasara?

Yunho trepó dentro de su camioneta y desbloqueó el seguro de la puerta del pasajero. El pequeño hombre saltó rápidamente, cerró la puerta y le puso el seguro antes de inclinarse hacia atrás y descansar su cabeza en la parte superior del asiento.

Parecía aliviado. El miedo que Yunho sentía viniendo de él parecía que cedía por momentos, hasta que Yunho abrió de nuevo su boca y el miedo del hombre se precipitó una vez más en grandes oleadas.

—¿Dónde debo dejarte?

Los ojos del hombre se abrieron y giró su cabeza para mirar a Yunho. —¿Dejarme? ¿Qué quieres decir con dejarme?

—Mira, hombre, no sé en qué clase de mierda estás metido pero…— la voz de Yunho se apagó y observó signos de lágrimas reunidas en las esquinas de los ojos del hombre. Repentinamente se sintió como el mayor idiota del mundo.

—De acuerdo, tú… ¿tú tienes un nombre? No puedo seguir llamándote hombre.

—Jaejoong.

—Jaejoong— Yunho rio entre dientes —.Bien, Jaejoong, puedes quedarte en mi casa esta noche, pero mañana te vas por tu cuenta— le dijo Yunho después de un momento —.No trato de ser rudo ni nada por el estilo, pero tengo suficiente mierda en mi vida sin añadir la tuya.

Jaejoong alejó la vista de Yunho para mirar por la ventana del pasajero. Yunho pudo ver su pecho subir y bajar varias veces mientras tomaba profundas respiraciones. Se preguntaba si Jaejoong se sentiría nervioso, ya que frotaba continuamente su estómago.

Yunho puso la llave en el contacto y arrancó. —Iremos a mi casa, cenaremos y tendremos una buena noche de descanso. Todas las cosas se verán mejor por la mañana.

Para sorpresa de Yunho, Jaejoong negó y desbloqueó la puerta. —No, tienes razón, no necesitas que te mezcle en mi mierda. Gracias por tu oportuno rescate, pero tengo que irme.

—Espera— Yunho gritó mientras Jaejoong abría la puerta y saltaba fuera. —¿Dónde vas a ir?

Jaejoong se encogió de hombros. —Encontraré algún lugar.

El estómago de Yunho se apretó mientras Jaejoong se alejaba, sus hombros hundidos contra el aire frío de la noche. Lucía desolado y solo. Yunho sabía lo que era sentirse así. Había estado solo la mayor parte de su vida, su única familia había sido el hombre al que sirvió, y desde su lesión, ya ni siquiera lo tenía. Pensando que podía lamentarlo más tarde, tomó una rápida decisión y saltó fuera de su camioneta.

—Espera, Jaejoong, vayamos a mi casa y consigamos una buena noche de descanso— dijo Yunho mientras corría detrás de él —.Necesitas comer algo y un lugar cálido y seguro para dormir, y todavía me debes una explicación, ¿recuerdas?

Los pasos acelerados de Jaejoong frenaron por un momento, retrasando su velocidad. —Es mejor que separemos nuestros caminos. Así tendremos menos posibilidades de encontrarnos.

El resto de las palabras de Jaejoong se perdieron por la repentina ráfaga de aire que voló a través del aparcamiento.

Por alguna extraña razón, Yunho sintió frío. Levantó el cuello de la parte de arriba de su cazadora y un profundo estremecimiento lo atravesó. —Por favor, Jaejoong. Nunca conseguiré descansar si sé que estás ahí fuera solo.— Yunho miró las oscuras nubes reunidas sobre su cabeza —.Hay algo extraño en el aire esta noche.

Jaejoong paró y miró hacia el cielo nocturno. —Es la noche del cazador, mejor conocida como Luna de Sangre. Este es el momento en que el Velo entre los mundos es muy delgado.

—Sí, bien— Yunho se preguntó si Jaejoong tendría todos los tornillos en su sitio. El hombre sonaba como un loco, pero aun así, no podía dejarlo fuera con ese frío —.Mira, volvamos a mi casa, puedes irte donde quieras por la mañana.

Jaejoong miró a Yunho y después a la oscuridad que los rodeaba. Le dio un pequeño escalofrío al igual que a Yunho, antes de girarse y caminar de vuelta a la camioneta. —Me iré por la mañana.

Yunho no tenía explicación para el regocijo que sintió en ese momento. No debería ser feliz porque Jaejoong decidiera quedarse con él esa noche, pero lo estaba. Si no fuera porque violaría su dignidad, habría bailado un enérgico baile en el mismo aparcamiento.

En su lugar, Yunho caminó alrededor y subió a su camioneta esperando a que Jaejoong cerrara la puerta una vez más. Encendió la camioneta y condujo fuera del aparcamiento hacia su pequeño apartamento.

El silencio en la cabina era denso. Jaejoong no parecía tener nada que decir, solo estaba sentado en el asiento del pasajero mirando por la ventana, frotándose continuamente el estómago. Yunho extendió su mano y prendió la calefacción. Quizás Jaejoong tuviera frío.

Los llevó solo unos minutos llegar a su apartamento. No le gustaba ir muy lejos del mismo por si necesitaba tomar su medicación en algún momento en que no pudiera conducir. Llegó hasta su aparcamiento privado y apagó la camioneta.

—Vivo allí— Yunho apuntó a la parte baja de los apartamentos de la derecha —.Vamos, prepararé algo de comer, ¿de acuerdo?

Jaejoong no contestó, solo se bajó de la camioneta y cerró la puerta. Para alguien que había sido tan locuaz en el callejón, ahora estaba muy callado. Yunho sacudió su cabeza y saltó fuera de la camioneta, rodeándola por el frente para unirse a Jaejoong.

Presidió el camino hacia su apartamento, oyendo las pisadas del hombre que lo seguía. Pero cuando se aproximaban a la puerta, fue parándose. Yunho se detuvo un par de pasos por delante. Con las llaves en la mano, miró por encima de su hombro

—¿Jaejoong?

Yunho frunció el ceño, prestando atención a los rasgos de Jaejoong. Sus ojos eran grandes en su pálido y blanco rostro y sus labios se movían murmurando alguna cosa, pero el sonido no salía. Todo su cuerpo temblaba y parecía absolutamente aterrorizado.

—Jaejoong, ¿que anda mal?— Yunho dio un paso hacia el hombre —.No te voy a lastimar, te lo prometo. Estás perfectamente seguro en mi casa.

Jaejoong empezó a sacudir su cabeza, primero lentamente luego más rápido con cada movimiento. —Tenemos que irnos— Jaejoong susurró —no es seguro quedarnos aquí.

—Jaejoong, ¿qué...?

Un crujido fuerte alertó a Yunho. Conocía ese sonido. Lo había hecho él mismo un millón de veces, cuando ponía un pie en una tabla suelta en el pasillo de la entrada.

Cuando Yunho se giró hacia la puerta de entrada, sus sentidos se pusieron inmediatamente en modo de batalla, y notó cosas fuera de lugar que no había notado antes. Su atención había estado muy centrada en Jaejoong, pero ahora tomó nota de todo lo que le rodeaba.

Ahí estaba, un pequeño rasguño alrededor del pomo de la puerta.

El macetero situado delante de la puerta estaba girado y las cortinas tenían una leve separación entre ellas, y Yunho sabía que no estaban así cuando se había marchado. Siempre dejaba sus cortinas totalmente cerradas para que nadie pudiera mirar dentro. Le gustaba su privacidad.

Se alejó de la puerta señalando con su mano a Jaejoong que retrocediera. —¿Sabes qué, Jaejoong? Siéntate allí, en las escaleras, hasta que te sientas mejor mientras bajo los alimentos de la camioneta.

Yunho se volvió hacia Jaejoong y su camioneta, e hizo un pequeño gesto con su mano, asegurándose que solo pudiera ser visto por Jaejoong, esperando que el hombre entendiera el mensaje.

—No, te ayudaré, solo estoy cansado, por eso mis movimientos son lentos.

Yunho suspiró aliviado. —Pero no te sobrepases, ¿de acuerdo? No quiero que te desmayes frente a mi terraza— se dirigió a la camioneta, asegurándose de mantenerse entre Jaejoong y quien fuera que estuviera esperando en su apartamento.

No tenía ni idea de quienes eran o qué querían, pero algo le decía que tenía que ver con los hombres que acosaron a Jaejoong en el bar. Con cada segundo que pasaba, Yunho sabía a ciencia cierta que tenía que encontrar un lugar seguro y enfrentar a Jaejoong para una pequeña discusión. Ahí estaban pasando cosas que necesitaba saber y estaba dispuesto a descubrirlas, y pronto.

—Será más fácil si sacas los alimentos desde el asiento del conductor, Jaejoong— dijo Yunho en voz alta mientras se aproximaban a la camioneta —.La mayoría están apilados detrás del asiento de ese lado.

Jaejoong asintió y siguió a Yunho alrededor del asiento del conductor de la camioneta. Yunho quitó los seguros de las puertas, manteniendo un ojo cerca en la entrada de su apartamento. Sabía que una vez que hicieran el movimiento, solo tendrían unos momentos para escapar.

—Sube y échame una mano con esas bolsas de atrás— dijo Yunho otra vez en voz alta. En el momento en el que Jaejoong subió al asiento delantero, Yunho lo empujó y se subió al volante. Cerró la puerta y encendió la camioneta en segundos.

Salió disparado, viendo como la puerta del frente se abría y dos hombres salían corriendo. 
Estaban vestidos con el mismo equipo marino que los del bar, solo que estos iban armados.

No esperó a que Jaejoong se acomodara antes de pisar el acelerador y salir del aparcamiento. Extendió su mano, fijando a Jaejoong en el asiento hasta que estuvieron en la carretera principal.

—Abróchate el cinturón de seguridad.

Cuando Yunho fue a doblar la esquina, vio unos faros en el espejo retrovisor. Otro vehículo venía a toda velocidad detrás de ellos. Obviamente los hombres de su apartamento no iban a renunciar tan fácilmente.

Yunho maniobró a través del tráfico, haciendo muchos giros para perder a sus perseguidores. —Empieza a hablar, Jaejoong— Yunho estalló haciendo otro giro —.Quiero saber qué infiernos está pasando, y lo quiero saber ahora ¿Por qué estaban esos hombres en mi apartamento?


Jaejoong suspiró. —Fueron enviados para matarte.

17 comentarios:

  1. Wwwoooooohh quedo muy bueno... esos suenos tan candentes. .yo tambn quiero q jae explique... espero ansiosa la próxima actualización

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  2. omg!!!! demasiado interesante la historia.... porque querrian matar a yunho... de seguro se entero o vio algo y por eso esas pastillas.... a ese jae >< le dara problemas a yunho jejejeje gracias! lo seguire....

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  3. hay por dios esto esta muy interesante y emocionante me quede muy intrigada por saber por que quieren matar a yunho les a de saber algo a el ejercito o por que se quieren desacer de el
    pero jae esta ahí para apoyarlo y no dejar que lo lastimen
    y creo que no fueron alucinaciones lo que el piensa que lo es a de ser verdad y esta aquí jae para que se lo compruebe creo no se seguiré la historia hasta el fin espero
    GRACIAS por compartir y estaré al pendiente por otro capitulo bye

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  4. super interesantes estuvo el capitulo por que van de tras de jae y yunho sueña con jae - muchas gracias ´por el capitulo y me alegro mucho que estes de vuelta y con esta tan interesante historia

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  5. Omg!! Wow ~ que emocionante *0*
    Como es que Jae sabe que hay peligro y porque quiere matar a Yunho??
    el fic ya me atrapó *w*

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  6. Muy emocionante, interesante e de mucha intriga. Gracias por esta nueva historia.

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  7. OMG desde que empezo el capítulo fue una cosa que me atrapo al instante, y conforme su fue desarrollando ni que decir, me encanta ;-;, es todo tan emocionante, misterioso, las ansías de saber el porque esos hombres fueron enviados para acabar con yunho, todo! y como se desarrollara la relación entre esos dos *-*, no cabe duda que esperaré con ansías por el siguiente capítulo,gracias por compartirnos historias tan geniales! <3

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  8. ahhhhahahahahah, quiero saber más. se me hizo tan corto este capítulo. es lo que dicen ,cuando la estás pasando genial el tiempo vuela.
    ay Dios que buena historia se ve que es ... Jae vino a salvar a su Yunho. estoy segura por lo que se lee ,que ellos dos se conocen de antes. habrá que ver por qué Yunho no recuerda a Jae.
    me dio espina de embarazo eso de que Jae se frota el estómago. seráaaaa?????
    espero tu próxima actu.
    estoy ansiosa desde ya...
    muchas gracias

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  9. Oie zy -3- (?)
    Está muy bueno e interesante :megusta:
    Unos desgraciados quieren matar a YunHo D: y a Joongie también
    Me gusta, ¿Jae tiene hambre o qué? D:
    A YunHo le daban pastillas veneno >,> malditos

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  10. Eso fue muy emocionante. Quiero leer mas :D me imagino a un Yunho uniformado *-* y un lindo Jae elfo <3 Empezó con mucha acción. Yo creo que las "alucinaciones" de Yunho son mas relaes que el YunJae x'D y tiene una relación con Jaejoong. Vaya sueños intensos que tiene con él ...porque estoy segura que el ojigris de sus sueño es Jae <3 Y ..habrá mpreg??? *-* ojala siii. Gracias por compartir :3

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  11. O.o quiero mas actualiza pronto es muy interesante :3

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  12. FULL ACCIÓN..! que interesante...! esta un poco confusa la situación ~ jaejoong y yunho ya se conocían? que pasa con esas pastillas que toma yunho? por que quieren matar ami yunnie? esa y otras preguntas mas las resolveré en el siguiente capitulo XDDDD esta muuuy buena ;)

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  13. oh,,,,,,, que intrigante que pasara con esos dos ???
    continuare leyendo <33333333

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  14. Holaa hermosa!!!! ^_^
    Veonquebhaz regresado con una nueva historia. Se ve en realidad muu buena como las demas.
    Sorry por mi ausencia, pero el trabajo me tiene super ocupada

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  15. awww hasta hoy pude comenzarlo a leer D:
    esta interesante! me encanto el primer cap gracias x compartir !!

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  16. Que comienzo para mas humedo *q* yunho q sueños tienes . Pervertidoooooo XD woooo jae se le presento ahora podra hacer su sueño realidad. Ya en serio, jae sabe todo acerca d yunho. Esta interesanteeee
    Recien puedo comentar , desd hoy m pondre al dia ^^

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  17. ¿Eso era un sueño o un recuerdo? dxcfvgb tal vez ya se habían encontrado antes o no se, porque eso de que le haya dicho que lo lamentaba esta muy raro para ser un sueño.

    Aparte de eso ¿habra ya un bebé? eso de tocarse el estomago de parte de Jae esta muy sospechos actvygbuhn viva el mpreg <3

    Gracias por compartir

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