Capítulo 7

Antes de levantarme de la cama tomé mi teléfono y lo revisé para ver si tenía algún mensaje: 

Buzón de entrada:

1 Mensaje de Yunho

Mi corazón latió muy fuerte, es tan dulce. 

De: Yunho 

Hey hermoso, Te extrañé anoche: c 

Sonreí y le contesté que lo había extrañado también. No habíamos hablado mucho ayer, en realidad, nos habíamos pasado casi toda la tarde en su cama, apenas nos dijimos una palabra.

Me levanté a regañadientes y tomé una larga ducha. Mi día se volvió aún más triste al recordar que ni siquiera podía verlo esta noche ya que iba a salir con su hermano, así que tendría que esperar un total de treinta y seis horas y verlo mañana en la noche. Suspiré y me puse un par de jeans color café y una camisa a cuadros azul. Yo no era un chico que generalmente se complicara mucho por su aspecto, por lo que ni me molesté realmente en arreglarme bien. Me sacudí un poco el cabello, dándole un aspecto desordenado, pero decente y me dirigí abajo a desayunar. Mi mamá estaba haciendo waffles y tocino, al igual que cada primer día de todos los años escolares.

-Hey, bebé, te ves hermoso– dijo sonriendo alegremente.

Me reí incómodo. ‘’hermoso’’ no era exactamente el término que me aplicaba a mí mismo; aunque últimamente me había empezado a sentir más guapo gracias a Yunho. Cuando me miraba con esos ojos de adoración, era muy difícil no sentirse especial. Él había impulsado mi autoestima varios niveles arriba. 

-Tienes que decir eso, eres mi mamá– contesté.

Ella sonrió y dejó un plato de waffles sobre la mesa. –No tengo que hacerlo– negó –De todos modos, toma, hice waffles según la tradición.

Forcé una sonrisa al ver la montaña de comida, ni siquiera tenía hambre. Tomé un profundo suspiro y agarré el cuchillo y tenedor. Resistí la tentación de hacer un puchero mientras empujaba la comida de mi plato como una cachorrito enamorado, suspirando por mi novio que no podría ver en un día y medio. No sonó tan terriblemente largo cuando él lo dijo, pero en realidad fue el tiempo más largo que había pasado lejos de él desde que lo conocí.

Mi mamá se sentó junto a mí con su desayuno.

-Entonces… ¿Aún vas a traer a Yunho para que se reúna con nosotros el sábado?– preguntó sonriendo alegremente.

Sentí un poco de entusiasmo sólo al escuchar su nombre. Asentí con una sonrisita estúpida de enamorado. Por fin Yunho había juntado el suficiente coraje para conocer a mis padres; mis amigos también vendrían, ellos aún no lo habían conocido. Debido a que quería ser egoísta y mantenerlo para mí un tiempo antes de que ellos me avergonzaran y dijeran algo que lo hicieran huir.

Sonreí al escuchar la bocina de Su, ya que no tenía que seguir comiendo los waffles, agarré mi mochila y me despedí.

Tan pronto me subí al auto, comenzó  a hablar. Estaba demasiado ansioso por empezar; quería encontrar novio nuevo. 

-Entonces… ¿Qué piensas? ¿Habrá estudiantes transferidos calientes este año?– preguntó con entusiasmo mientras conducía los quince minutos hasta la escuela. 

Me encogí de hombros –No lo sé, tal vez. Si llega a haber, es mejor que consigas a uno rápido antes de que yo lo haga– Bromeé, guiñándole un ojo. 

Él me sonrió –Y ¿Qué diría el señor perfecto si te escuchara hablando así? 

Sonreí, ni si quiera necesitaba pensar en cómo contestaría esa pregunta, ya sabía cuál sería su respuesta. 

-Él habría dicho ‘’Maldita sea, hermoso, debo mejorar mi juego si vas a estar mirando a otros chicos’’ o algo así– dije sonriendo, mientras trataba de imitar su voz profunda.

Su sonrió y sacudió su cabeza. –No puedo esperar a conocerlo. Me encanta como te dice hermoso, es tan dulce– suspiró soñadoramente –Quiero mi propio señor perfecto.

-Tal vez lo conocerás hoy– sugerí mientras se estacionaba.

-Eso espero– dijo y apagó el motor.

Tan pronto como estuvimos afuera, fuimos atacados por amigos y gente que no habíamos visto durante semanas. Una charla emocionada empezó mientras todos se intercambiaban historias de verano. 

Después de unos minutos, Su y yo nos disculpamos y fuimos a conseguir nuestros horarios en la oficina. Pasé la mirada sobre el mío rápidamente. Todo se veía bien, excepto por el hecho de que tenía gimnasia a primera hora y cálculo a lo último, lo que apestaba totalmente. Odiaba cálculo e incluso el año pasado tuve que tener un compañero para que me ayudara. Algunas personas estaban destinadas a ser buenos en las matemáticas y yo definitivamente no era uno de ellos.

Un vistazo rápido al horario de Su demostró que teníamos el mismo horario. Chillaba de emoción porque al menos lo tenía a él ahí. Hmm, tal vez me pueda ayudar con las estúpidas matemáticas. 

-¡Tenemos exactamente el mismo horario!– Grité.

Él sonrió -¡Impresionante! Mira el último año va a ser genial, puedo sentirlo– Enroscó su brazo con el mío mientras caminábamos al gimnasio.

Por suerte le primer día no había ido el profesor así que nos pasamos ‘’discutiendo nuestras expectativas sobre la materia y lo que queríamos alcanzar para este año en esta clase’’ como nos dijeron que hiciéramos.

A la hora de almuerzo, me dirigí a la mesa de mis amigos y Hyunjoong, mi ex novio, que estaba de pie hablando con LeeU otro de mis amigos. Hyunjoong se había puesto más lindo en el verano; su rostro había perdido algo de redondez. Parecía que había crecido. Su cabello castaño claro era más largo y un poco desaliñado alrededor del cuello, pero con estilo. Sus ojos marrones aún tenían ese pequeño brillo que recordaba bien. Y si no hubiera conocido a Yunho, totalmente estaría pensando dos veces en haber roto con él en el verano.

-Hey Jaejoong– saludó tirando de mí en un abrazo –Te ves bien– dijo al soltarme, dejando a sus  ojos recorrerme lentamente.

Me moví incómodo sobre mis pies –Hey, Hyunjoong. ¿Cómo estuvo tu verano?

Se encogió de hombros, frunciendo el ceño –Estuvo bien, ya sabes– contestó, un poco triste.

La culpa fluyó por mi cuerpo, ya que obviamente yo era el culpable de su expresión triste. Hyunjoong era un chico realmente agradable, pero no era adecuado para mí. Habíamos sido amigos desde hacía unos años, luego empezamos a salir el año pasado. La relación duró un poco más de seis meses antes de que me diera cuenta de que no estaba funcionando para mí y rompí al comienzo del verano. Él estuvo realmente molesto en ese tiempo y obviamente aun lo estaba.

-Sí– tragué. Hombre esto es incómodo. Por favor ¡Déjanos pasar esta etapa!

-Nos podemos sentar juntos ¿Verdad?– pregunté, esperando a que dijera que sí. Yo no quería echarlo de nuestro grupo de amigos y tampoco quería dejarlos.

Asintió rápidamente, sacando una silla para mí y luego se sentó a mi lado. –Sí, por supuesto– contestó. Sonreí y sentí mi cuerpo relajarse –Le estaba contando a LeeU mi desastrosa mañana– dijo frunciendo su nariz con desagrado.

Tomé asiento en la silla que él había sacado para mí, mientras abría mi sándwich -¿Qué está mal sobre eso?– pregunté, comiendo rápido.

Él suspiró dramáticamente.

-Mi horario apesta a lo grande. Fui a la oficina para intentar cambiarlo, por lo que se me hizo tarde para  biología, así que ahora tengo detención luego de la escuela. Olvidé la clave de mi casillero, entonces no tomé los libros correctos de inglés, por eso ahora tengo que hacer un ensayo esta noche sobre ‘’la importancia de traer los materiales de lectura adecuados a la clase’’– gruñó, cruzando los brazos.

-¿Tienes detención el primer día? Seguramente ese es algún tipo de record para la escuela– me burlé –Tal vez tendrás tu nombre inmortalizado en el libro de los delincuentes. Debes estar orgulloso.

-Ha, ha. Había olvidado lo divertido que eres– Me apuntó jugando con su dedo en mis costillas. Grité y me alejé rápidamente –Al menos cálculo estuvo bien, el profesor es genial, aunque todas las chicas y chicos estuvieron babeando por él, en lugar de por mí– dijo pareciendo molesto.

-Oh ¿están hablando del nuevo profesor de cálculo?– Interrumpió Donghae. Una expresión soñadora cruzó su rostro –Oh Dios mío, él es tan caliente que juro que casi llegué al clímax con sólo escucharlo hablar– dijo abanicándose su rostro dramáticamente.

Me eché a reír cuando prácticamente todas las chicas y algunos chicos de otras mesas comenzaron a unirse a la conversación con comentarios calientes y los chismes de cómo cálculo era ahora su nueva signatura preferida. Algunas de las zorras estaban planeando cómo podrían meterse en problemas sólo para que lo pudieran escuchar gritarles con su voz sexy. Patético.

-Oh hombre ¡Y nosotros no lo tenemos hasta el final de día! Quiero verlo también- se lamentó poniéndose de pie y agarrando las cajas de su comida vacía.

Enrosqué mi brazo con el de él. –Vamos, la campana está a punto de sonar y tengo que ir a coger mi libro de español a mi casillero. Puedes ver al nuevo profesor caliente dentro de dos clases– insistí, rodando los ojos,

El resto de la tarde pasó lo mismo, las personas chismeando en los pasillos, fantaseando con el joven profesor caliente enamorándose de ellas o ellos. Yo no me les uní, para ser honesto, todo me parecía ridículo. Pero igualmente, tal vez me hubiera unido si no tuviera al novio perfecto ya. Había conseguido un poco de tarea hasta ahora, pero no demasiada, así que todavía podía ser capaz de pasar al menos una hora hablando por teléfono con Yunho antes de que saliera con Hojun.

Para la última clase del día, caminé hacia cálculo y tomé asiento en la fila del centro con Su. Él prácticamente estaba saltando en su asiento con emoción. Miré alrededor de la clase y me di cuenta de que las chicas y chicos estaban arreglándose el cabello. Suspiré, dejándome caer en el asiento y esperé a que la más dolorosa hora de mi vida empezara. Esperaba que no me hiciera responder ninguna pregunta y entonces después de que terminara la clase, podría hablar con él de lo desastrosa que era esta clase para mí.

Después de un par de minutos, la puerta se abrió. Inmediatamente las chicas en la sala se enderezaron, sonriéndose la una con la otra con grandes ojos hambrientos, murmurando y riendo. Su me dio un codazo cerca de las costillas, haciéndome sisear entre dientes ante el repentino dolor.

Levanté la vista hacia el frente del salón de clases, curioso por ver lo que hacía todo el alboroto. Mis ojos curiosos aterrizaron en Yunho. Él estaba sonriendo de pie allí y parecía un poco nervioso. Se veía guapo como siempre en pantalones negros y una camisa con botones blancos manga corta.

El pánico surgió en mi pecho. ¿Por qué diablos está aquí? ¿Algo horrible les ha sucedido a mis padres, y ha venido a buscarme y llevarme al hospital?

Justo cuando estaba comenzando a ponerme de pie, él habló:

-Bien cálmense, vamos a poner el espectáculo en marcha y así todos se podrán ir a casa. 

Lo miré sorprendido. ¿Clase? ¿Qué diablos? Yo estaba congelado hasta que la compresión me golpeó como un balde de agua fría. Mi novio era el nuevo profesor caliente por el que todas se caían. No podía respirar. Sus ojos recorrieron la habitación y se encontraron con los míos. Vi su fácil sonrisa desaparecer de sus labios, sus ojos se abrieron en shock mientras que todo su cuerpo se tensaba.

Me quedé mirándolo durante horas, así lo sentí, pero en realidad, probablemente sólo un par de segundos. Esto tiene que ser una especie de broma de mal gusto o algo así. Yunho es un barman y trabaja como instructor de esquí, él no es profesor. En especial no puede ser mi profesor, eso es imposible. Todavía no había respirado y mis pulmones comenzaron a arder.

Me senté y su rostro se contrajo, sus dientes emitieron casi un sonido audible. Su mirada se volvió dura, sus ojos fastidiados de mí hicieron que mi sangre se volviera hielo en mis venas. ¿Está enojado conmigo? ¿Qué razón tendría para estar enojado conmigo? Esto no es mi culpa. 

Apartó la vista de mí, moviéndose en su escritorio.

-Así que yo soy el Señor Jung, voy a estar tomando el relevo de la señora Kim este año– dijo con confianza mientras miraba a través de la clase.

Sabía que todo era demasiado perfecto, sabía que algo iba a venir a estropear todo.

-Obviamente nadie quiere hacer nada el primer día de clases, así que ¿Qué tal si jugamos un poco a conocernos? Cada uno de ustedes me hará una pregunta y yo le haré una a ustedes– sugirió sentándose sobre mi escritorio. Apuntó a una chica y esta casi chilló de la emoción –A ver tú.

-Hmm Soy Jessica Park, um ¿Dónde estaba enseñando antes?– preguntó ella, mordiéndose el labio, mirándolo a través de sus falsas pestañas.

¡Zorra, deja de mirarlo de esa manera!

Yunho sonrió –No lo estaba haciendo, este es mi primer año, me gradué en la universidad este año y tuve la suerte de que me aceptaran aquí– respondió  -¿Cuál es su película favorita, señorita Park?

No presté atención a su respuesta, mi cabeza era un caos. ¿Qué demonios vamos a hacer? Por Dios, él estaría en un gran problema si se enteraran de que salía con un estudiante.

Cuando llegó mi turno, me di cuenta de que tenía las manos agarradas al borde de la mesa haciendo los músculos de los brazos tensarse. Tenía la mandíbula apretada. Él estaba mirándome con enojo, pero obviamente estaba tratando de ocultarlo.

-Nombre– preguntó. 

Me moví de mi asiento sabiendo que tenía que jugar con él a toda costa de ‘’No sé quién eres’’ –Jaejoong y no tengo ninguna pregunta– murmuré. 

Levantó una ceja –Está bien, yo tengo una para usted, señorito Jaejoong ¿Le gusta mentir?– Preguntó él. Sus hermosos ojos eran duros y quemaban los míos. 

¿Qué si me gusta mentir?

¿Quién demonios le ha mentido para hacerme esas preguntas?

-No, yo no miento– le contesté, moviendo la cabeza con confusión.

-¿En serio? ¿Nunca mintió sobre su edad o cualquier otra cosa?– Siguió preguntando. Su voz era firme y dura. La clase entera estaba en silencio, observando el intercambio. 

Obviamente interesados en la línea donde la interrogación se dirigía.