Capítulo 6

-Está bien, pero tal vez necesitas empezar a mantenerla un poco más limpia en caso de que tengas compañía– Bromeé.

Después de unos minutos, bajé del auto y caminé hasta donde me estaba esperando. Sus brazos rodearon mi cintura firmemente mientras me besaba la cien. Mis nervios desaparecieron al recordar lo fácil que era estar con él, su compañía era demasiado agradable. Todo pasaba muy naturalmente, todo era tan espontaneo, era perfecto. Deslicé mis manos hacia sus bolsillos de atrás y apreté suavemente su trasero mientras subíamos las escaleras. 

Al entrar ahogué una risa. No era tan terrible y asqueroso como la primera vez, pero seguía siendo un desastre. Me lanzó la misma mirada de disculpa que la otra vez mientras entraba al salón. Fue a la cocina y salió con dos botellas de agua con gas. 

-¿Esto está bien? ¿O quieres Pepsi?– ofreció, encogiéndose de hombros. 

Sonreí y tomé la botella de sus manos –Gracias, esto está bien para mí.

Hablamos de muchas cosas mientras comíamos y luego puso la película. La verdad nos costó elegir una porque él sólo tenía las típicas películas de chicos: sangre, violencia y armas. Finalmente nos decidimos por una un tanto diferente: Los juegos del hambre, que por cierto ya había visto muchas veces.

Me acurruqué junto a él, enganchando mis piernas sobre las suyas, casi sentado sobre sus piernas. Su mano descansaba en mi rodilla haciendo que mi cuerpo estuviera unos grados más caliente de lo normal. Apenas podía concentrarme en la película y eso que yo amaba la película, aunque la hubiera visto más de 3 veces.

Después de aproximadamente una hora, giré mi cabeza y presioné mi rostro en su cuello, inhalando su delicioso aroma. Literalmente olía lo suficientemente bien, como para comérselo. Mis labios se presionaron contra su piel. Me sostuvo más fuerte al gemir silenciosamente poniéndome más excitado.

Besé su cuello nuevamente hacia arriba lentamente y a lo largo de la línea de su pronunciada y linda mandíbula, Mordisqueándolo suavemente. Bueno, Jaejoong ¡Hora de hacer tu primer movimiento! Moví mis piernas y quedé sentado encima de él, mientras mis manos agarraban la parte de atrás de su cuello. Sus ojos ardían en los míos haciendo que mi cuerpo temblara y se estremeciera; mi corazón latió erráticamente en mi pecho. Movió sus manos y las colocó en la parte baja de mi espalda, empujándome ligeramente haciendo que mi pecho se acercara a él. 

Lo besé largo y profundamente, adorando la suavidad de sus labios contra los míos. Sus manos agarraron mí camisa roja a cuadros y la tiró hacia quién sabe dónde. Comenzó a tocar mi espalda bajo la camiseta negra que llevaba mientras el beso aumentaba de grado, era apasionado, me estaba comenzando a marear y se alejó. Besitos fueron depositados en mi cuello suavemente haciéndome cerrar los ojos y disfrutar de la increíble sensación que me provocaban, apenas podía mantener mi sonrisa en el rostro. Mientras sus manos se deslizaban por debajo de mi camiseta, haciéndome cosquillas, su lengua caliente jugaba con mi cuello. Jadeé, agarrando su cabello con mis manos. 

No me podía quedar quieto, quería más, mucho más, pero no quería que todo lo que iba a suceder fuera en el sofá. Me alejé de él rápidamente, sus ojos se elevaron encontrándose con los míos, con una mirada de disculpa sobre su rostro. 

-Lo siento, me dejé llevar otra vez– murmuró algo apenado. Sacudí mi cabeza y tomé su mano, jalándolo suavemente. Él frunció el ceño, viéndose confundido. -¿Jaejoong? 

Sonreí coquetamente con algo de rubor en mis mejillas, poniéndolo sobre sus pies. –Shhhh, este no es tiempo de hablar– Le di un pequeño tirón hacia lo que asumía que era su habitación ya que era la única otra puerta que había en el apartamento. Gimió y me siguió, pareciendo ridículamente ansioso. Una vez que estábamos en la habitación, cerró la puerta detrás de nosotros. Miré alrededor rápidamente, había una alfombra marrón limpia, una cama bien hecha y su cómoda estaba bien organizada. Hmm tal vez no le gusta dormir con desastre a su alrededor. 

Nuevamente nuestros labios se unieron, sin dejar de caminar hacia delante, haciéndome caminar hacia atrás de la cama. Cuando mis piernas tocaron el costado de la cama, me recosté en ella, esperando a que Yunho hiciera lo mismo, pero no lo hizo. Se quedó de pie y sólo me miró. Su rostro era tan lujurioso. 

-Jaejoong, eres tan hermoso– arrulló, mirándome desde la cabeza hasta los pies y de vuelta. Me senté rápidamente y agarré su camiseta, tirándolo hacia abajo, casi encima de mí. Rio perversamente. –Y yo estoy aquí intentando tomar las cosas con calma y tú estás ahí apurándolo todo.– Murmuró contra mis labios. 

-Yunho, si no me tomas ahora, me voy a morir, por favor– me quejé.

Él sonrió, sus ojos negros, brillantes se juntaron con los míos nuevamente. –Bueno, definitivamente no quiero eso– susurró inclinando su cabeza y besándome. Pero no fue el beso de estoy a punto de hacerte el amor; fue más bien un beso casto que duró menos de una fracción de segundo antes de romperlo y mirarme de nuevo –Tengo algo que quiero preguntarte antes de que esto ocurra– dijo, cambiando su pes, así se cernía sobre mí, apenas tocándome. 

-¿Qué?– pregunté casi sin aliento, agarrado con mis piernas su cadera para que no escapara.

Dejó escapar un gran suspiro y me miró –Te quiero preguntar algo antes de acostarnos, pero no te lo pregunto porque tenga el deber de hacerlo o algo así. En realidad te lo iba a preguntar de todas maneras hoy día– Asentí con tranquilidad y preguntándome en silencio qué sería lo que tenía que preguntar –Bien, bueno, sé que es un poco apresurado y no nos conocemos demasiado. Puedes decir que no si es demasiado rápido para ti, Jaejoong, está bien.– Cerró sus ojos con fuerza y sacudió la cabeza, pareciendo frustrado en su interior, como si luchara por encontrar las palabras adecuadas. 

¿Qué lo tiene tan nervioso y preocupado?

Nunca lo había visto así.

Normalmente nunca es así.

-Yunho, ¿Qué pasa? 

Gimió y luego abrió los ojos, mirándome con una expresión suplicante. 

-¿Quieres ser exclusivo conmigo? ¿Serías mío? ¿Quieres ser mi novio?– preguntó en voz baja. Mi boca se abrió en sorpresa. Él sonrió débilmente. –Realmente siento que estoy loco por ti, no puedo dejar de pensar en ti, cada segundo que pasamos juntos es mejor que el anterior, es perfecto, no entiendo como mierda puedes mejorar la perfección, Jaejoong, pero aun así lo haces todo el tiempo. Me sorprendes– Un sutil rubor coloreó sus mejillas mientras hablaba. 

Me mordí el labio por lo bonito que había sido todo lo que había dicho y de lo inseguro que parecía. Oh Dios ¿Él quiere ser exclusivo? Nunca antes ha tenido novio, pero ¿Me quiere a mí? Mis ojos ardían con lágrimas de felicidad. Me sentía tan especial porque un increíble, bueno, excelente, guapo, gracioso y follable chico me quisiera así y también pensaba que los momentos que compartíamos juntos eran la perfección. 

Tenía la boca demasiado seca y no sabía realmente si sería capaz de emitir alguna palabra, así que en su lugar, me limité a sentir en aceptación.

Sus ojos se ampliaron, sus preciosos y profundos ojos mostraban una felicidad que nunca antes había visto. Una sonrisa apareció en la comisura de sus rosados labios llenos. 

-¿Eso es un sí?– dijo sonriendo ampliamente. 

-Sí– dije apenas.

Hizo un pequeño movimiento con su brazo como celebrando por su hazaña y estrelló nuevamente sus labios con los míos. El beso fue diferente esta vez. Tal vez porque ahora éramos oficialmente novios o tal vez porque estábamos desparramados en la cama y ambos sabíamos lo que iba a pasar. Cualquiera fuera la razón estábamos llenos de fuego y pasión, pero seguía siendo íntimo, lo que me hizo temblar de felicidad.

Lentamente se arrodilló en la cama y comenzó desabrochando mi pantalón, nunca dejaba de mirarme. No me sentía prácticamente nada nervioso, estaba envuelto en sus ojos, sus profundos ojos. Mis pantalones iban descendiendo lentamente y con sus pulgares rozaba suavemente mis muslos. Una vez que ya no los tenía abrió mis piernas. Se puso entre ellas y me besó nuevamente. 

Pero yo no quería perder tiempo, mientras nos besábamos, bajé mis manos hacia su lindo y bien formado trasero. Lo apreté y él gimió en el beso. Subí mis manos y saqué su camiseta dejando expuesto su formado pecho que en tantas ocasiones había tocado y con el que tantas veces me había excitado.

Nos separamos para tomar aire. Miré por completo su torso ¡Mierda, que bueno está mi novio!  Y fui depositando suaves besos ascendiendo hasta su cuello. Una vez que lo besé ahí, suspiró.

-Mierda, Jaejoong me pones mucho.– dijo agarrándome las mejillas con ambas manos.

Me tiró suavemente a la cama y  fue subiendo mi polera hasta la altura de mis brazos, yo lo ayudé sacándomela por completo. Me observó nuevamente y fue directo hasta mi vientre, en donde se encontraba mi marca de nacimiento.

La besó y mordisqueó suavemente –Esto es mío-  Subió hasta mi ombligo e hizo lo mismo –Esto es mío– y así sucesivamente hasta llegar a mis labios –Esto definitivamente también es mío.– Dijo con una sonrisa triunfante en el rostro antes de besarme.

Sentía que mi corazón iba a explotar, estaba solamente en bóxer para él, sólo para él y mis mejillas ardían como nunca. Abrí mi boca soltando un gemido cuando sentí sus dedos posarse en el elástico del bóxer. Mierda, Yunho lo estaba haciendo tan tortuoso. Con cuidado los sacó y me miró de arriba abajo nuevamente. 

-Que… que tanto miras– Dije tímido.

-Es que… realmente eres perfecto– dijo ruborizándose nuevamente. 

-Yunho… sólo hazlo, no necesito delicadeza, te necesito ahora, rápido– dije sin escrúpulos 

Asintió y me besó, mientras su mano fue directa a mi miembro.

Y juro por Dios que nunca había sentido tanto deseo de correrme con sólo un mísero tacto.

Ni siquiera con mi Ex novio Hyunjoong.

Mi boca se abre y suelta leves gemidos mientras él me masturba y juega con el lóbulo de mi oreja. Estoy excitado y lo sabe. Le encanta saber que me vuelve loco. Desde el principio.

El beso se rompe y baja directamente hasta mi entrepierna. Iba a reclamar, pero antes de hacerlo, Yunho ya tenía mi miembro en su boca.

Corbo mi espalda ante el tacto de su suave y delicada boca.

Me ruborizo aún más al saber que antes de esto me estaba besando.

Recuerdo que él ha sido un jugador y ahora lo agradezco La puta madre, Yunho es demasiado bueno haciendo orales. 

Me retuerzo cuando cariñosamente acaricia mis testículos. Me siento en el cielo. Yunho es demasiado bueno.

Y no sé si yo podré estar a su nivel.

Siento que unos dedos chocan contra mi boca y la abro.

Sé lo que viene ahora.

Los chupo e intento excitarlo más cuando lo hago. 

Los lamo tan putamente sexy que sé que en ese mismo momento el miembro de Yunho está soltando líquido pre seminal sólo con hacerlo.

Una vez que él considera que es suficiente los saca de mi boca y abandona mi miembro.

Un dedo; me retuerzo, la intromisión es  suave pero aun así me incómoda. Yunho me besa y me tranquilizo de a poco.

Dos dedos; aprieto con fuerza las sábanas. Él intenta nuevamente calmarme con besos en el cuello, cien, labios.

Tres dedos; Abro mi boca ligeramente y siento mi estómago estremecerse, ya no es tan doloroso, al principio si lo fue, pero Yunho me calma, se preocupa por mí. 

Es tan malditamente dulce.

Incluso en estos momentos.

Yunho comienza a mover los tres dedos en mi interior lentamente y yo alzo las caderas para sentirlos aún más. 

-Tranquilo, Jaejoong. Te espera algo mejor– Dijo levantando una ceja coquetamente.

Me río, pero no digo nada. Yunho es él hasta el final. Tierno, pero a la vez egocéntrico.

Y me encanta. 

Se levanta y se saca los pantalones rápidamente, está deseoso, lo veo en sus ojos, lo veo en su gran miembro que deja al descubierto al quedarse completamente desnudo ante mí. 

Lamo mis labios.

Y es que Yunho es tan sexy, con ropa y sin ropa. 

Se pone sobre mí nuevamente y nuestros miembros se rozan, miro su boca, está abierta, el roce es exquisito. Me besa y examina mi boca completamente con su lengua.

Se levanta y se pone entre mis piernas, veo que saca algo de su pantalón; un preservativo.

Se lo pone y me sonríe cariñosamente.

Agarra mis piernas y las besa. Me estremezco ante la cercanía de sus labios y mi miembro. Aún no me recuperaba completamente de lo que había ocurrido. 

Toma su miembro y lo pone en mi entrada, mi cuerpo tiembla de la excitación y desesperación. 

-Si te duele, sólo dime. Yo pararé enseguida. Quiero que sea algo que ambos disfrutemos– Dice con dulzura. 

¡Maldita sea!

¿No puede sólo penetrarme y ya?

Es un maldito cursi que me ha robado el corazón.

Siempre tan dulce, incluso en estos momentos. 

Asentí rápidamente con la cabeza y sentí como la punta de su miembro iba ingresando. 

Yunho tenía mis manos agarradas en el momento que se introducía dentro de mí. 

Me retuerzo en la cama y sé que sabe que me duele. Su miembro es mucho más grande que tres simples dedos, mucho más. 

Aprieto su mano fuerte y una vez que está dentro de mí completamente, se detiene.

No sé cuánto habrá pasado, un minuto o simples segundos, pero el dolor ya se había ido.

Moví mis caderas en señal de que ya estaba listo.

Las embestidas fueron tortuosamente lentas y placenteras.

-Mierda Jae, eres tan estrecho– dice mientras cierra los ojos. 

Mi cuerpo arde, la manera en la que me penetra Yunho es algo totalmente nuevo

Es desenfrenado, pero cariñoso.

Es rápido, pero a la vez lento.

Algo que nunca había sentido.

Una embestida toca mi punto G, de mi boca sale un suculento –Ahhh, ahí… me, me gusta– dije mientras me retorcía del placer.

Yunho sonrió levemente y sus embestidas son más potentes y certeras. 

Entra y sale. Entra y sale.

Constantemente.

Muevo mis caderas intentando profundizar la penetración y lo logro. Cada maldita embestida es alucinante. Nada comparado a lo que soñaba, Si en los sueños pensaba que era impresionante, ahora era miles de veces mejor.

Yunho gime en mi oído y la fiera que hay en mi interior se enciende aún más. Mientras me penetra nos besamos apasionadamente, en un juego de lenguas donde ninguno de los dos quiere perder.

Agarra mi miembro y suelto un nuevo gemido – Mierda… Sí... hmmm, lo necesitaba. 

Mientras me penetra, me masturba y estoy casi tocando el cielo.

No sé si puedo resistir más.

-Mierda… Jae… Jaejoong, me voy a correr– Dice entrecortadamente, su cabeza está ligeramente hacia atrás. 

-Yo… aahh… yo, hm, también, hazlo– dije gimiendo entre medio.

Ya estaba llegando al clímax, sentía un calor llegando desde mi cabeza hasta la punta de los pies. 

No sé en qué momento pasó porque estaba tan cegado de placer, pero todo mi semen estaba en nuestros abdómenes. Él se quedó inmóvil mientras ambos respirábamos con dificultades, su frente estaba junto a la mía, ambos con los ojos cerrados, ambos intentando grabar el momento. 

Después de limpiarnos, estábamos enredados, nuestros cuerpos enganchados el uno con el otro. Cerré mis ojos satisfecho, envuelto en sus brazos y apoyé la cabeza en su pecho. Esa experiencia había sido hermosa. Él fue increíble, paciente, apasionado, cariñoso y aún me sentía demasiado abrumado incluso ahora. Después de un par de minutos seguía intentando recuperar el aliento. No había sido mi primera vez. Había tenido relaciones con mi ex novio, Hyunjoong. Pero las emociones y los sentimientos que se incluyeron hacían que se sintiese como si hubiese sido mi primera vez. Había sido una experiencia de las que cambian la vida, y sabía que si por alguna extraña razón esto no funcionara entre nosotros, él siempre sería el único con que compararía a los demás. Él siempre sería el que sacudió mi mundo totalmente desde el principio. 

La idea de que esto no funcionara hacía doler mi estómago. Mientras escuchaba a su corazón volviendo lentamente a la normalidad, recé en silencio, ser lo suficientemente interesante como para que él no quisiera marcharse de mi lado algún día. Él dejó escapar un gran suspiro y lo miré. Nuestras miradas se encontraron nuevamente, no sabía cómo me veía exactamente, pero apuesto que me veía casi igual que él; cautivado, satisfecho y contenido. 

-Así que así es como se siente…- Dijo en voz baja, agarrando mi cintura y levantándome para que estuviera a su altura.

Lo miré curioso, levantó su cabeza y dejó pequeños besos por mi rostro donde sus dedos habían estado segundos antes. Cerré mis ojos, sonriendo felizmente mientras él me sujetaba.

-¿Cómo se siente el qué?– pregunté sin aliento. No podía entender que había tratado de decir.

-Hacerle el amor a tu novio– respondió, guiando mi boca a la de él, sacándome el aliento. 

Honestamente Yunho era siempre el mejor novio. Era increíblemente dulce y atento, me compraba detalles y me llamaba y mandaba mensajes todo el tiempo. Estaba enamorándome en serio de él. Habían pasado casi dos semanas desde que me había pedido que fuéramos exclusivos y cada día parecía ser mejor. Había pasado algunas noches en su casa, que incluso ahora estaba limpia para mí, una verdadera limpieza, no solamente el tipo de limpieza de tirar las cosas al vacío. Ni siquiera le pagó al hijo de sus vecinos, lo hizo él mismo.

Siguió llevándome a citas ingeniosas, cada una superaba a la anterior en una apuesta divertida. La pasión que había entre nosotros obviamente hacía todo mucho más divertido, era como la guinda del pastel.

Hoy estaba realmente triste, era mi primer día como alumno de último año. No quería ir sin embargo, este verano había sido increíble y no quería volver a una vida normal de sentarme en clase todo el día y hacer los deberes por la noche. Quería estar con Yunho.