Capítulo 21

Hojun se encogió de hombros mirándome inocentemente mientras Yunho se acercó al grupo donde estábamos parados.

Le di la espalda no queriendo hablar con él. Yo sólo quería una noche sin pensar en él, sin tener que ponerme triste, pero él tenía que entrar tan fresco y arruinarlo.

—Hola— saludó cuando se detuvo a mi lado.

—Yunho, ¿cómo estás?— preguntó Minho, dándole un abrazo masculino. Susurraban algo, pero ni siquiera traté de escuchar, no estaba interesado en cualquier cosa que él tuviera que decir esta noche.

Se apartó y nos sonrió a Su y a mí, preocupado.

—¿No son ustedes, demasiado jóvenes para estar bebidos en una fiesta?— bromeó.

Su se rio y agarró mi brazo con más fuerza ya que prácticamente babeaba sobre él.

—No estamos borrachos— protestó, sacudiendo la cabeza y derramando un poco de su bebida en la camisa. Ah, sí vaya forma para probar un punto, Su. Derrama tu bebida. ¡Buen comienzo!

—No es que sea asunto tuyo de todos modos— añadí en voz baja. Bueno, pensé que fue baja, de todos modos, pero estuve bastante seguro de que él lo escuchó debido a que su linda mandíbula se tensó un poco y encorvó sus hombros ligeramente.

Me miró fijamente, sus hermosos ojos negros clavados en los míos y capturándome en su intensa contemplación. Me encontré tratando de recordar cómo respirar, literalmente, no podía apartar la mirada de él. ¡Mantén el control sobre ti mismo, Jaejoong, y deja de mirarlo de ese modo! Pero luce tan condenadamente caliente esta noche. Su camiseta ajustada y daba a entender precisamente a la perfección lo que yo sabía y había explorado debajo. Tenía ganas de correr mi lengua por sus abdominales y morder el borde de la mandíbula, así él tendría que gemir mi nombre. ¡Maldita sea, deja de mirar, Jaejoong! Aparté mis ojos de él y me giré hacia Su, que lo miraba como si quisiera comérselo justo ahora.

Su se acercó a mí, inclinándose cerca para poder susurrar cómplice —Se ve incluso más caliente fuera de la escuela— dijo entre dientes un poco demasiado ruidoso en mi oído.

—¿En serio? No me había dado cuenta.— Me encogí de hombros casualmente, ignorando su expresión incrédulo. ¡Sí, él no lo cree, más de lo que yo lo creo! ¡Wow, soy muy malo en mentir, necesito practicar un poco más!

—Oh, te has dado cuenta— bromeó, sonriéndome a sabiendas.

Hojun dio un paso adelante y sonrió.

—Entonces, ¿qué haces tú aquí?— preguntó a Yunho, ofreciéndole su trago.

Los ojos de Yunho se posaron en mí por un segundo y levanté la mirada con exasperación. ¿Él es con quien Minho hablaba? ¿Llamó a Yunho para decirle que estaba perdido y que necesitaba venir a cuidar de mí? Le di a Minho una mirada sucia, llena de odio y obtuve una sonrisa a cambio; quería golpearlo la cara por interferir.

—Acabo de terminar temprano eso es todo. Pensé en abandonar.— Yunho se encogió de hombros mirando a su hermano un poco molesto —.Pensé que ibas a conducir esta noche, Hojun.

Él asintió con la botella de cerveza en la mano.

Hojun se encogió de hombros con facilidad, obviamente, no captando el tono gélido y frío en la voz de Yunho.

—Sí, pero luego decidimos que podíamos compartir un taxi. No es gran cosa.

—Claro que es una gran cosa si se supone que debes estar al cuidado de dos chicos menores de edad, borrachos— respondió Yunho sonriendo, con una sonrisa falsa, aunque su voz era dura y sonaba molesto.

No pude escuchar más esto. Había arruinado mi noche, no necesitaba que viniera aquí y empezara algo con Hojun, estábamos bien sin él aquí. Minho no tenía derecho a llamarlo.

—Yunho, sólo déjalo en paz por amor de Dios. Ve a buscar una copa y relájate— ordené, tratando de no sonar severo, pero perdí algo de autoridad cuando me dio hipo en medio de la frase.

—No quiero un trago. Tal vez debería llevarlos a los dos a casa.— Asintió hacia Su, pero sus ojos nunca dejaron los míos.

Crucé los brazos sobre el pecho y lo miré. Ni siquiera se inmutó, sólo me miró claramente molesto. 

—No estoy listo para irme aún— dije con confianza.

Suspiró y asintió. —Está bien, voy a esperar hasta que lo estés. Tal vez deberías dejar de beber ahora-  sin embargo. En realidad se veía muy cansado, y me sentí un poco culpable. Probablemente sólo quería ir a casa a dormir o algo. Trabajó sábado por la tarde en la estación de esquí y había tenido que ir a trabajar en el club esta noche también. Mi corazón palpitaba al pensar en él trabajando en el club de nuevo para pagar para el concierto las entradas. Eso me recuerda… no le he preguntado a Hojun acerca de ello todavía. Tal vez podría preguntarle a Yunho al respecto. ¿Aunque me dirá la verdad? ¿Qué diablos de razones iba a llegar a explicar por qué hacía eso por mí? Renunciar a su tiempo así sólo para que Su y yo podamos ir a un concierto. Maldito chico dulce.

Pero ese maldito chico dulce fruncía el ceño ante el trago que yo tenía en la mano como si fuera veneno o algo. Claramente lo desaprobaba por la expresión de su cara. Él no parecía recordarme bebiendo cuando me trajo a una fiesta justo como ésta, cuando estábamos saliendo, pero era en el momento que pensaba que yo tenía la edad suficiente para beber.

Fruncí el ceño y levanté mi vaso brindando mientras bebía el contenido. Al instante, deseé no haberlo hecho. Sólo trataba de probar un punto y ganar una pequeña batalla, pero no era un gran bebedor y ya tenía más que suficiente para hacerme enfermar por la mañana. Yunho se echó a reír y sacudió la cabeza cuando hice una mueca y escrutó mi cara probablemente en busca de un idiota o algo así. Fruncí el ceño y tragué un par de veces mientras sólo me miró con una gran sonrisa en su rostro. De repente, me encontré a mí mismo sonriendo también porque era una de sus sonrisas cálidas y no una arrogante. 

—Buen intento ir a por él «en tú cara» o ese tipo de cosas, pero el alcohol como que arruinó el efecto que buscabas.– Yunho bromeó, sonriéndome.

Me reí y sacudí la cabeza, dándole una palmada en el hombro juguetonamente.

—Si bien valía la pena intentarlo— bromeé, sacándole mi lengua.

Su tomó mi mano y me volví en su dirección para verlo mirando de mí hacia Yunho y nuevamente volver a mirar. Tenía una expresión de desconcierto en su cara.

—¿Qué pasa?— le pregunté preocupado.

—¿Qué pasa contigo?— respondió mirándome como si estuviera loco. De repente me di cuenta de que sólo había tenido toda una conversación con Yunho de como yo lo conocía y se suponía que debía ser nada más que un maestro.

¡Oh no, incluso lo llamé Yunho justo en frente de él! 

—Er, nada… eh, ¿quieres bailar un poco más?— le pregunté nerviosamente.

Asintió con la cabeza sin dejar de mirar de mí a Yunho como si estuviera tratando de resolver uno de sus estúpidos problemas de matemáticas. Lo seguí hasta el centro de la habitación donde la gente bailaba.

Él frunció el ceño, tirando de mí más cerca, así que no tenía que gritar sobre la música.

—¿Qué diablos fue eso? ¿Estabas coqueteando? ¿Y cómo sabes su nombre? ¡Yo no sabía su primer nombre!—Frunció el ceño, mirándome cuestionablemente.

Me encogí de hombros y traté desesperadamente de mantener mi cara neutral.

—Minho lo llamó Yunho; yo no lo sabía hasta entonces. Y no, no coqueteaba— mentí, agitando mi mano con desdén y rezando que me creyera y lo dejara pasar. Quería a mi mejor amigo a muerte, pero no quería que él supiera acerca de Yunho. No quería que él corriera ningún riesgo de estar en problemas por lo que hicimos, nada de eso era su culpa, y aunque me dolía más ahora, en el momento en que ocurrió, valió la pena. El tiempo que yo había tenido con él en realidad bien vale la pena cualquier dolor o angustia que sentía ahora que no estábamos juntos. No cambiaría nada. En realidad eso era una mentira, tal vez protegería mi corazón de él un poco más, pero nunca me arrepentiría de haber pasado tiempo con él.

Su asintió, todavía mirando pensativo.

—O.M.G, ¡Me encanta esta canción!— exclamó de pronto, bailando con una canción que nunca había oído antes. Era una especie de la danza beat que le encantaba, pero no era realmente lo mío.

Por lo menos, nos salimos del tema de Yunho por un momento.

Después de un par de canciones, ya tenía suficiente.

Mis pies dolían demasiado en mis zapatos. Si no hubiera tenido tal cantidad de alcohol, probablemente estaría llorando por el dolor, pero la bebida adormecía un poco, gracias a Dios, de la nada un chico de sórdido aspecto y pelo grasiento se acercó a nosotros y sonrió.

—Bueno, hola, chicos, ¿puedo bailar también?— ronroneó, rastrillando sus ojos sobre nosotros lentamente.

—En realidad necesito ir al baño— dijo Su disculpándose. Me miró y asintió hacia la parte de atrás de la casa donde estaba el baño. Abrí la boca para ponerme de acuerdo para ir con él y decirle al tipo que no podía bailar con él, pero Yunho se presentó a mi lado.

—Ellos están conmigo— dijo, mirando al tipo en advertencia.

Whoa, ¿de qué se trata ese tono? Se veía muy molesto cuando se acercó a mí, bueno en realidad, medio se puso delante de mí para ser exactos. El hombre levantó las manos inocentemente.

—Tranquilo, amigo. No me di cuenta. No ha pasado nada.— Se giró y alejó y yo estuve un poco más que enojado al respecto. ¿Cuál diablos es el problema de Yunho siendo posesivo de esa manera? Yo no estaba con él, así que podría hacer lo que demonios quisiera y él no iba a decirme qué hacer.

Me volví para mirar Yunho.

—¿Cuál demonios es tu problema?— le pregunté con enojo. Alzó los ojos y me miró un poco aburrido.

—Él es demasiado viejo para ti y no deberías bailar con los chicos que no conoces.— Cruzó sus brazos sobre su pecho defensivamente.

¡Oh dios, es tan malditamente molesto a veces! 

—Yunho, en serio, ¿has olvidado la conversación que tuvimos anoche en el coche en la que dijiste que estaba mal para la gente decirle a otros qué hacer? ¿O es que sólo funciona cuando te conviene?— le pregunté sarcásticamente. Se rio sin humor.

—Esta situación es un poco diferente, Jaejoong, estoy haciendo esto por tu seguridad. No conoces a ese tipo, no conozco a ese tipo, él podría ser cualquiera. Así que vuelvo a decir, es demasiado viejo para ti. Además, ¿has visto la forma en que te miraba?– Dijo frunciendo el ceño.

—Por amor de Dios, Yunho, solo déjame en paz. Voy a bailar con cualquiera, con quien diablos yo quiera, ¿Entendiste?— refunfuñé mientras me abría paso entre la multitud en la dirección de donde ese hombre se fue, haciendo caso omiso de Su que miraba con la boca abierta en shock.

Decidí bailar con ese tipo sólo para fastidiar a Yunho y mostrar que no podía darme órdenes. ¡Podría definitivamente echar eso en su cara mejor que tirarle ese trago antes! 

Vi el chico apoyado contra la pared explorando la habitación. Sonreí y él sonrió.

—¿Te libraste de tu guardián?— preguntó cuándo me detuve a su lado. 

—No es mi guardián, es mi maldito maestro— murmuré. La ira ardía todavía en mi sistema, diciéndome qué hacer. El tipo se rio y me miró como si estuviera bromeando, pero no estaba de humor para jugar.

No quería bailar con este tipo, pero sabía que Yunho estaría viendo, así que tenía algo que demostrar.

—¿Vamos a bailar o qué?— le pregunté.

Asintió con la cabeza y me sonrió. Tirándome un poco más cerca de él, al instante me arrepentí de estar haciendo esto. Realmente, no quería estar en cualquier lugar cerca de este tipo. Probablemente estaba en sus veintitantos años y Yunho tenía razón, me miraba como si yo fuera un pedazo de carne o algo así.

Bueno, ya es demasiado tarde, un baile debe mostrar voluntad de no darme órdenes otra vez. Permanecí a propósito a una distancia segura y no me dejé llevar realmente y bailar bien; lo que fue sólo para beneficio de Yunho después de todo. La canción casi había terminado.

Le sonreí agradecido. Tenía que ir a sentarme,  sacarme los zapatos y frotar mis pies. Cuando la canción finalmente terminó, sonreí; una pequeña sonrisa satisfecha sabiendo que había ganado por una vez.

¡Toma eso, Yunho! 

El hombre se alejó un poco, sonriendo.

—¿Quieres un trago?— preguntó, tomando una copa y pasándomela a mí.

Me encogí de hombros y bebí la copa de lo que pensaba era jugo, pero tenía alcohol quemándome también, así que tal vez hubo un poco de vodka también.

—Gracias— mascullé.

—Así que, tu chico sigue mirando. ¿Quieres bailar otra vez?— preguntó, pasando la mano por mi brazo. Con un estremecimiento, alejé mi brazo de él, en realidad no me gustaba que me tocara. Hmm, puedo bailar otra vez, supongo, me pregunto ¿cuánto tiempo tendría que bailar con este tipo antes de que Yunho se acercara y me dijera que nos íbamos? Probablemente tenía aproximadamente otros dos bailes antes, supuse que lo haría venir y poner un alto y exigir que vayamos a casa.

—Está bien, claro.— Asentí. A medida que la canción avanzaba, sentía mi cabeza un poco mareada.

Definitivamente había bebido demasiado y mis ojos estaban un poco pesados. El hombre sonrió y se acercó más a mí, poniendo su mano en la parte baja de mi espalda. Después de unos cinco minutos, me sentí muy mal. Era la bebida que había tomado, de repente, o algo así. Todo mi cuerpo se sentía pesado, y yo estaba tan malditamente cansado que lo único que quería hacer era sentarme. Mi cabeza cayó hacia delante sobre el pecho del chico mientras yo luchaba para seguir bailando. Mi energía se acababa rápido. Necesito un poco de aire fresco o algo para limpiar mi cabeza.

Me empujé de vuelta lejos de él tambaleándome.

—Necesito sentarme, ir fuera o algo así. No me siento bien— murmuré, pero mi voz apenas funcionaba y ni siquiera estaba seguro de sí lo había dicho en voz alta.

—Está bien, ven conmigo, conozco un camino de regreso. Podemos sentarnos fuera por un rato hasta que te sientas mejor.— Tomó mi mano y de inmediato comenzó a tirar de mí a través de la multitud, en dirección a la parte trasera de la casa. Seguí débilmente detrás de él, y abrió una puerta, dándome paso.

Me detuve y fruncí el ceño.

¡Esto no es afuera! Es un dormitorio.

¿Eh?

—¿Qué?— Mi cabeza daba vueltas, haciéndome sentir un poco enferma.

El hombre sonrió y tiró de mi mano, haciéndome pasar a la cama. 

—¿Por qué no te recuestas por un momento? Te sentirás mejor pronto— arrulló. Me senté en la cama y tomé mi cabeza que sentía dando vueltas, en mis manos, obligándome a no vomitar.

Hacía presión sobre mi hombro mientras me guiaba a recostarme de nuevo.

Todo mi cuerpo se sentía débil por lo que no habría sido capaz de pelear con él, incluso si quisiera. Me tumbé sobre mi espalda. Espero que mi cabeza dejé de girar en un minuto y entonces yo podría ir a buscar a Yunho y pedirle que me llevara a casa o algo. Wow, espero no estar enfermo en su coche.

Fui sacado de mis pensamientos de Yunho cuando sentí algo en mi cuello. ¿Qué es eso? Forcé mis pesados párpados abiertos a ver al chico flotando por encima de mí. El tipo besaba mi cuello mientras sus manos levantaban mi suéter y tocaba mis pezones. Gemí aturdido y traté de empujarlo, pero yo apenas podía levantar los brazos.

Se sentían como si fueran tonelada, pesados o algo así. 

Oh Dios, ¿por qué no están funcionando correctamente mis manos? ¿Qué está haciendo?

—Basta, no quiero hacerlo— dije arrastrando las palabras, pero mi voz era apenas un susurro. Se apartó y me sonrió con malicia.

—Oh, vamos, lo vas disfrutar, vas a estar rogándome luego para que siga— Sus ojos se pasearon por mi cuerpo lentamente poniéndoseme la piel de gallina, nadie nunca me había mirado de esa manera, ni si quiera en el momento que estuve con Yunho, su mirada era distinta, era totalmente distinta.

Sacudí la cabeza y traté de empujarlo hacia arriba usando los codos, pero me sentía tan malditamente pesado que nada realmente sucedió. Mientras movía mi cabeza de repente me sentí mareado y aturdido. Era totalmente inútil, nada de lo que hiciera iba a funcionar.

El hombre se echó a reír y me empujó hacia abajo sobre la cama, con la mano relajada sobre mi pierna y la otra cubriendo mi trasero mientras apretaba sus labios contra los míos.

Oh mi Dios, ¿estoy a punto de ser violado?

¿Por qué demonios está él encima de mí, y por qué no me siento bien?

Mi cuerpo entero se sentía pesado, pero liviano al mismo tiempo.

Mi corazón latía tan rápido en mi pecho que golpeaba en mis oídos. Estaba literalmente tieso.

Gemí y traté de mover mi cabeza pero me sentía tan cansado que mis movimientos eran apenas aún reconocibles. Cada vez que parpadeaba, mis párpados se volvían más pesados y más difíciles de abrir. Yo intentaba con todas mis fuerzas una batalla que ya la tenía perdida. La oscuridad lo tomaba todo y sabía que tenía que dormir, no había nada que podría hacer. Ni siquiera tenía fuerzas para gritar ni llorar. Nada de esto hubiera pasado si no hubiera sido tan necio, si no hubiera querido probarle a Yunho que me podía cuidar solo, que él no era nadie para decirme que hacer, pero él sabía que algo iba a pasar. Y ahora estoy aquí, apunto de ser violado y no puedo hacer absolutamente nada.