Capítulo 20

La mañana siguiente, Su y yo estábamos chismeando en nuestros casilleros acerca del concierto de B1A4. Anoche le dije por teléfono que mis padres se las habían arreglado para conseguir boletos como sorpresa. Estaba tan feliz que en verdad lloraba de felicidad, lloraba tanto que no podía entender lo que estaba diciendo así que tuvo que llamarme después de que se calmó. De repente, alguien nos abrazó por los hombros a cada uno.

—Así que, ¿de quién hablamos hoy, chicos?— pregunto Hyunjoong mirando por el pasillo discretamente.

—B1A4— suspiró Su, soñadoramente.

—Oh, cantantes gays sobre valorados— respondió Hyunjoong, asintiendo como si quisiera unirse. Su hizo una exclamación sorprendido y le dio un codazo en las costillas haciéndolo reír, quitando su brazo de su hombro —Ow— gimió, sobándose.

—Aw… ¿El pobrecito bebé fue lastimado por un gran chico malo?— Su se burló.

Por el rabillo del ojo, vi a alguien acercarse a nosotros. Forcé una sonrisa cuando me di cuenta de que era Yuu. Nos habíamos mensajeado por casi una hora la noche anterior, afortunadamente mis padres me habían contratado un paquete con mensajes ilimitados porque de otra forma me hubiera costado una fortuna. Aunque él estaba en lo cierto, definitivamente era mucho mejor con los mensajes. Me sonrió de vuelta, pero su sonrisa no llegó hasta sus ojos. Su cuerpo parecía tenso mientras se detuvo frente a mí y tomó mi mano. Sonreí débilmente y entrelacé nuestros dedos. Cuando me jaló suavemente hacia él, el brazo de Hyunjoong se cayó de mi hombro. 

—Hola tú— saludo Yuu, pareciendo un poco más relajado ahora que estaba cerca de él. 

—Hola— apreté su mano un poco, mientras él acariciaba suavemente mi rostro con su otra mano.

—¿Quieres hacer algo después de clase?— me preguntó, mirándome esperanzadoramente.

Hice una mueca. Tenía que estudiar con Hyunjoong. Los mejores días para él eran los martes y los miércoles así que no podía pedirle que cambiara sus planes para otro día para que pudiera ayudarme con mi estúpida clase.

Miré a Hyunjoong para ver si aún estaba dispuesto a ser mi tutor, pero estaba hablando con Su otra vez.

—No puedo, Yuu. Se supone que debo estudiar con Hyunjoong hoy. Él me ayuda con Cálculo— le dije en tono de disculpa. Él frunció el ceño decepcionado, y de repente me sentí terrible por ello.

—Yo podría ayudarte a estudiar, no me importaría en lo absoluto. Además tiene más sentido que yo te ayude porque soy tu novio ahora, después de todo— dijo, sonriéndome engreídamente.

—Lo eres, pero Hyunjoong ya aceptó ayudarme y no puedo cambiar los planes como si nada. Lo ha estado haciendo durante las últimas semanas y parece estar dando resultado. Creo que es mejor no dejarlo ya que está funcionando— me encogí de hombros. Hyunjoong parecía ser capaz de explicármelo muy bien y además era muy paciente conmigo. No le importaba hacer una y otra vez hasta que lo entendiera —.Además sería embarazoso que mi novio se diera cuenta cuán malo soy en algo— agregué tímidamente. Él suspiró, pero asintió, estando de acuerdo.

—Está bien. ¿Se reúnen en la biblioteca o algo? Tal vez nos podríamos ver después.— Negué.

—No, estudiamos en su casa. Es parte del trato, él me ayuda y yo cocino la cena. Estaré en su casa hasta tarde, lo siento.

Su ceño fruncido se hizo más pronunciado.

—Así que estudias con tu ex-novio en su casa, solos, y luego le cocinas la cena y te quedas hasta tarde. ¿Eso es lo que estás diciendo?— me preguntó, su voz se hizo ligeramente más dura mientras me miraba como si estuviera loco.

Santo cielo, ¿está celoso de Hyunjoong? ¿Qué diablos está pensando?

—No. Estudio con un amigo y le cocino la cena en agradecimiento. Eso es lo que estoy diciendo— le corregí a la defensiva. Él suspiró y sacudió la cabeza, forzando una sonrisita.

—Sí, lo siento. Olvida lo que te dije. Podemos salir mañana en la noche, si puedes.— Le sonreí y asentí.

¿Estaba celoso? Eso era muy extraño, una conversación surrealista, y no una que quisiera tener con un chico celoso con el que llevaba saliendo menos de veinticuatro horas.

El resto de la semana pasó lentamente, las noticias de que Yuu y yo estábamos saliendo se esparcieron, lo que me hizo ganar unas cuantas miradas de las chicas que estaban enamoradas de él. Yuu continuó siendo realmente dulce, pagando por la comida y la película cuando salíamos, me llevaba a casa, me acompañaba hasta mis clases y me enviaba muchos mensajes de texto en las noches.

Lo único que no me gustaba era su idea de llevar lento. Lo cual era mucho más rápido que mi idea. Parecía seguir olvidándolo, y cuando nos besábamos sus manos estaban un poco fuera de lugar. Un par de veces llegaba al punto de empujarlo porque estaba tratando de sacar mi camiseta o desabotonar  mis pantalones. Tan pronto como decía algo, él se detenía inmediatamente y se disculpaba, pero podía notar cómo se estaba frustrando un poco conmigo.

Yo ni siquiera lo estaba considerando, solo habían pasado cinco días desde que me había invitado a salir y eso no era suficiente para que ese tipo de cosas sucedieran entre nosotros, bueno no para mí, de todas formas. Tenía la sensación de que «llevarlo lento» significaba que simplemente no tendríamos sexo por un tiempo y no se daba cuenta de que no lo iba a dejar siquiera llegar a primera base.

Yunho fue el mismo toda la semana. Me sentía un poco incómodo cuando estaba con él por la explosión que tuvo en su aula cuando me acusó de dejar que Yuu me «manoseara» como él le llamo. Las cosas estaban un poco tensas, un tipo de amistad forzada entre maestro y alumno. No me prestaba atención solo a mí, pero tampoco me dejaba sin hacer nada, solo como que ignoraba todo lo que no tenía que ver con sus clases. Un par de veces lo vi darse la vuelta cuando me veía con Yuu, con su postura muy rígida.

Todas esas veces, me preguntaba si estaba celoso como pensaba, pero honestamente no tenía idea así que me di por vencido tratando de entenderlo. 

El viernes después de la escuela, Yuu me llevó a los bancos de fuera para que pudiéramos estar un rato juntos antes de que me llevara a casa. Esa noche no podríamos vernos porque tenía una cena familiar en casa de su tío así que quería pasar un poco de tiempo conmigo. Parecía un poco miedoso a visitar mi casa luego de la incómoda escena con mi papá el lunes. Me senté en el banco, disfrutando del sol con mis ojos cerrados deseando el fin de semana, alejada de este lugar y todo el estrés que me provocaba. 

—¿Qué haremos el fin de semana?— pregunto Yuu, mientras trazaba mi pierna lentamente con una mano. Puse mi mano sobre la suya, manteniéndola quieta cuando estaba a punto de escabullirse hasta mi trasero.

—Puedo verte mañana durante el día, pero en la noche Su y yo iremos a una fiesta con un amigo mío— le respondí, encogiéndome de hombros. Tal vez pudiéramos salir a comer o algo parecido. Él se alejó viéndome curiosamente.

—¿Iras a una fiesta? ¿De quién?

—El amigo de un amigo. No conozco al chico, en realidad— admití. Ni siquiera quería ir, pero ahora no podía negarme porque Su estaba súper emocionado.

—¿Quién es ese amigo?— sus ojos eran un poco duros, acusadores y parecían molestos. Sonreí incómodo. ¿Por qué me estaba mirando así?

—Es el hermano de mi ex-novio.— Su cuerpo se tensó y me miró como si hubiera dicho algo estúpido.

—¿Irás a la fiesta con el hermano de tu ex-novio? ¿El mismo ex-novio que aún no superas?— me preguntó, con voz seria y acusadora.

—Sí, somos amigos— ¿Por qué diablos estaba mirándome así? Tengo permitido tener amigos. 

—Oh, vamos, Jaejoong. ¿Cuántos amigos hombres necesita tener un chico? Me tienes a mí.

—¿Estás celoso?— le pregunté sorprendido.

—¡Tengo el derecho de estarlo! ¡Eres mi novio, pero aun así vas a ir a una fiesta con otro chico, y no con cualquier chico, sino con el hermano del estúpido que rompió contigo!— casi rugió, bastante molesto.

¿Qué diablos? No hay forma de que lo deje decirme con quién puedo y no puedo salir. No me importa si se siente celoso, ahí es cuando se necesita confianza en una relación. Si él no puede aceptar que yo tenga amigos entonces que mala suerte tiene. 

—Yuu, tranquilo. Él es mi amigo— rodé los ojos. También había estado dándole miradas asesinas a Hyunjoong toda la semana. Cada vez que Hyunjoong me tocaba o algo, Yuu me besaba o me alejaba de él o algo. Pensé que solo estaba siendo tierno, pero, ¿sería otra cosa? ¿Estaba siendo posesivo? 

—No puedes ir a la fiesta con él, Jaejoong, está fuera de discusión y lo sabes. ¿Cómo te sentirías si yo fuera a una fiesta con el hermano de mi ex?— me preguntó, aventando sus manos dramáticamente. Pensé al respecto. ¿Cómo me sentiría? No me importaría porque confiaba en él, y él también debía de confiar en mí.

—Yuu, no me molestaría. Es solo una fiesta con un amigo, no es un gran problema— me encogí de hombros, levantando mi mochila para poder caminar lejos de él. Él hizo un sonido de burla.

—Es un problema para mí. Toda la semana he tenido que morderme la lengua cuando Hyunjoong estuvo tocándote por todas partes y ahora, ¿esperas que te deje ir a una fiesta por tu cuenta con otro chico?— dijo molesto.

—¿Dejarme? No, no espero que me dejes. No necesito tu maldito permiso para ir. Diablos, hemos estado saliendo por menos de una semana. No necesito pedirte permiso para hacer cosas, eso es estúpido.— Me puse de pie y me coloqué la mochila sobre los hombros.

—¿Entonces piensas que soy estúpido?— me retó, acercándose a mí, ceñudo.

—Ahora mismo, estás siendo infantil. No voy a seguir hablando de esto, llámame el sábado si quieres— me alejé de él dirigiéndome hacia el edificio. Con suerte podría encontrar a Su o Hyunjoong y podrían llevarme a casa, sino tendría que caminar. Los dedos de Yuu me tomaron de la muñeca, deteniéndome.

—No te vayas. No podemos simplemente pelear y luego irte, así no es cómo funcionan las relaciones— su voz era mucho más suave que hacía rato. Lo miré.

—Tampoco se le dice a la otra persona lo que puede o no puede hacer— él suspiró.

—Ok. Lo entiendo. Te hice enojar. Lo siento. Pero me vuelve loco que esos chicos estén todo el tiempo a tu alrededor— me acercó hacia él y rodeó la cintura con su brazo. Yo sonreí un poco y lo abracé también.

—Está bien. Pero no hay razón para estar celoso. No te voy a engañar, lo prometo— susurré, presionando mi cara contra su hombro. Él acarició suavemente mi espalda.

—Sí, lo sé. Escucha, qué tal si salimos mañana en la noche en vez de que vayas a la fiesta. Podemos ir a donde tú quieras— me sugirió, pero yo negué con la cabeza y me separé de él.

—No puedo. Le prometí a Su que iríamos a la fiesta, desde hace más de una semana.— Resopló dramáticamente y quitó sus brazos de mi cintura.

—Qué bien, estás escogiendo una fiesta en vez de una cita con tu novio— dijo dramáticamente. Cerré los ojos. En verdad no quería estar teniendo esta conversación con él, no había nada de qué hablar.

—Mira, entiendo que te sientas celoso. Lo entiendo, en verdad. Pero eso no significa que te tengas que enojar conmigo por algo que ya estaba arreglado desde antes de que estuviéramos juntos— le grité. 

—¿Sabes qué? Haz lo que quieras. Te veré el lunes— tomó su mochila de la mesa y se dio la vuelta, empezando a caminar hacia el estacionamiento.

Observé su espalda mientras se alejaba. Eso era demasiado para alguien que decía «No podemos pelearnos e irte, así no es cómo funcionan las relaciones». Pero está bien, al diablo con él. No soy yo el equivocado aquí, no he hecho nada malo. Podía ver por qué estaba un poco molesto, pero tenía que superarlo y aprender a confiar si quería que esto funcionara. Yunho nunca me hubiera dicho algo así como «Esperas que te deje ir». ¡No necesito su maldito permiso para salir! 

Emprendí el camino enojado hacia el edificio, resistiendo las ganas de patear cosas mientras pasaba. Miré en los pasillos desiertos por alguien que pudiera darme un aventón a mi casa, pero parecía que Yuu y yo habíamos estado hablando por demasiado tiempo y ya todos se habían ido. Suspiré y me di la vuelta, decidiendo hacer los cuarenta y cinco minutos de camino hacia mi casa a pie. Saqué mi iPod y me puse los audífonos mientras lo prendía, dejando salir toda mi frustración. Después de un par de minutos la bocina de un coche sonó junto a mí haciéndome brincar del susto. Me volteé para ver el Jeep plateado de Yunho avanzando en la carretera a un lado de mí. Me hizo señas para que me acercara a la ventana abierta.

—¿Qué te está molestando?— me preguntó, mirándome con curiosidad. ¿Cómo sabía que estaba enojado? 

—¿Qué significa eso?— le pregunté, moviendo mis ojos al asiento del copiloto de su auto para ver que la señorita Jessica no venía con él hoy. 

—Estás caminando, así que estás molesto obviamente. Por primera vez parece que no soy yo el que te molesta— se encogió de hombros, sonriendo culpablemente.

—No, no es… nada. No es nada.— Negué con la cabeza, frunciendo el ceño, tratando de no pensar en Yuu otra vez. Estúpido, inmaduro, Infantil.

—¿Quieres que te lleve a casa?— preguntó Yunho, moviendo su cabeza para quitar el cabello de sus ojos.

En realidad, me hubiera encantado no tener que caminar a casa, pero ¿en verdad quería estar atrapado en un auto con él? Pensé mis opciones. Justo cuando estaba a punto de declinar su oferta, una gota cayó sobre mi cabeza. Asentí rápidamente.

—Sí, por favor.

Él sonrió y se estiró hasta el asiento del copiloto, para abrir la puerta para mí. Corrí alrededor del auto y salté en él mientras las gotas empezaban a caer más fuerte.

—Gracias, Yunho.

—No hay problema.— Empezó a manejar, avanzando lentamente por el camino mientras la lluvia seguía cayendo —.Entonces, ¿qué sacudió en tu jaula?— me preguntó, mirándome por un segundo. Suspiré y descansé mi cabeza contra el asiento.

—Yuu. Tuvo el descaro de decirme que no podía ir mañana a la fiesta con Hojun. Dijo que ya tenía demasiados amigos y que estaba escogiendo una fiesta en vez de salir con él. Estúpido, Imbécil.— respondí molesto. El sonido de la risa de Yunho me hizo abrir los ojos y mirar en su dirección. Estaba sonriendo felizmente, pero se detuvo cuando me vio mirándolo. —¿Qué es tan gracioso?— le pregunté, ceñudo. No había nada remotamente chistoso acerca de eso. Él se encogió de hombros. 

—Nada. ¿Entonces terminaron o algo?— pregunto, mirándome por el rabillo del ojo. Me encogí de hombros, no sabiendo responder a esa pregunta.

—No se ve bien. ¡No debe hacer eso! No tiene derecho a estar molesto conmigo por eso, ¿sabes que me dijo?— dije molesto —.Él dijo: ¿Esperas que te deje ir a la fiesta tú solo con un chico? ¿Dejarme ir? ¿Qué es mío, mi cuidador?— Levanté mis manos, exasperado y Yunho empezó a reír otra vez. Lo miré y dejó de reírse, pero parecía que le estaba costando trabajo contenerse.

—Lo siento, no es gracioso. Es solo que no me lo imagino diciéndote que hacer. Yo traté de detenerte de salir con Hojun una vez y no resultó bien tampoco.

—Pero, ¿él está fuera de sí, no? Yo no soy el que está mal, ¿o sí?— le pregunté curioso. ¿Lo estaba viendo solo como una excusa para terminar con él? ¿Estaría siendo demasiado terco porque sería mucho más fácil estar sin él? No creía que lo fuera. Ningún hombre debería decirle a  su pareja qué puede o no puede hacer. Él negó con la cabeza.

—No estás equivocado, Jaejoong. Él no debería haberte dicho que no puedes ir a la fiesta. Yo estaba equivocado cuando lo hice, y él también lo está— se detuvo fuera de mi casa y me volteé a verlo, sonriendo agradecido.

—Gracias por el aventón y por escucharme.

Él sonrió, esa sonrisa tan linda, aquella que juraba era solo para mí.

—Cuando quieras. Diviértete mañana con Hojun. Ten cuidado, ¿sí?

—Lo tendré, gracias. Que tengas un lindo fin de semana.— Empujé la puerta para abrirla y puse la mochila sobre mi cabeza para cubrirme de la lluvia, corrí hacia adentro con una sonrisa en mi rostro.

Entré directamente a la cocina para comer algo pensando en la fiesta de mañana. Ni siquiera había tenido ganas de ir, pero ahora que Yuu había hecho tanto para que no fuera, en verdad quería ir. Hojun era divertido, y Su también estaba muy emocionado así que me las arreglaría para pasarla muy bien.

*

Un coche se detuvo frente a mi casa, y un segundo más tarde, una bocina sonó. Eché u vistazo rápido hacia fuera desde la ventana para ver el coche de Hojun estacionado allí. Ya habíamos acordado que no debía tocar para mí, porque yo le había dicho a él como era mi papá. Después de un rápido grito diciendo adiós a mis padres, me fui por la puerta de frente con mi bolso de viaje.

Me quedaría en la casa de Su después de la fiesta de esta noche porque sus padres eran mucho más indulgentes con los toques de queda que los míos.

Salté al coche con entusiasmo. Yo no había estado en una fiesta en años, la última fue en realidad a una de los amigos de Yunho a la cual el me llevó. Hojun me sonrió mientras me metía en el coche, mirándome de pies a cabeza de manera muy obvia. 

—¿He pasado la inspección o debería cambiarme?— le pregunté sarcásticamente. No me había arreglado demasiado esta noche, pero estaba satisfecho con el resultado. Tenía pantalones apretados negros, un suéter color oro brillante de cuello en V, dejando ver mis pronunciadas clavículas. Su me había ayudado a elegirlo hoy mientras estábamos de compras.

—Definitivamente pasas. ¿Qué hay acerca de mí? Supongo que también paso, demonios, yo siempre paso.- Suspiré y levanté los ojos.

—No necesitas mis comentarios para construir tú ya elevado ego así que voy a estar tranquilo.— Le saqué la lengua. Se rio, dirigiéndose en dirección a la casa de Su, como le había dicho. —Yunho definitivamente no va, ¿cierto?— le pregunté preocupadamente, mientras nos estacionábamos en la calle de Su.

—Definitivamente, te lo prometo.— Asintió con la cabeza, mirándome seriamente, él sabía que iba a estar enojado con él si estaba mintiendo, así que no creo que me hiciera eso.

Sonreí agradecido y él estacionó fuera de la casa de Su tocando la bocina.

Él salió de la casa con sus jeans de la suerte, Su tenía un trasero para morirse, y esos jeans lo hacía definitivamente un provocar de paros cardiacos andante, con un suéter negro muy lindo y su cabello algo desordenado, pero le daba un toque sexy.

Sonreí. Estaba realmente guapo y tendría los chicos peleando por él esta noche. Yo siempre había secretamente deseado parecerme a él. Su pelo estaba siempre liso, incluso cuando se despertaba por la mañana, y el color del mismo era hermoso —a diferencia de mi pelo sucio, pajoso y del color que parecía tener una mente propia.

Hojun silbó apreciativamente mientras él se dirigía al coche. Le di una palmada en el estómago, Mirándole. —Si haces un movimiento hacia mi mejor amigo esta noche, Jung Hojun, te juro que nunca te hablaré otra vez, y no estoy siendo melodramático— prometí.

Él hizo un mohín. —Es mayorcito, puede cuidar de sí mismo— se quejó.

—Lo digo en serio. Hazlo si quieres, pero no esperes volver a verme de nuevo. Tomaré el lado de mi amigo, y como su mejor amigo, voy a tener que tomar parte en la tortura del muñeco Hojun de vudú— le advertí, tratando de no sonreír cuando se echó a reír.

—Bien, supongo que tienes razón. No voy a hacer ningún intento de anotar esta noche— confirmó un tanto a regañadientes mientras observaba cada movimiento mientras Su se deslizó en el asiento trasero del coche.

Le sonreí agradecido antes de volver a Su. Estaba prácticamente saltando en su asiento con entusiasmo y en realidad me hizo estar más entusiasmado también.

Miré nerviosamente a Hojun mientras entramos en la casa llena. La fiesta estaba ya loca, incluso a pesar de que sólo eran las nueve. La gente estaba borracha, tambaleándose, hablando animadamente. Sinceramente, no sabía dónde mirar, porque parecía que cada pared tenía a alguien follando contra ella.

Su chilló y me apretó la mano con fuerza. 

—¡Esto va a ser impresionante!— gritó.

Hojun sonrió y tiró su brazo alrededor de su hombro.

—Te voy a mostrar cómo los niños pasan un buen momento.

Le guiñó un ojo y lo guió hacia la cocina mientras yo los seguía detrás, rogando que él mantuviera su promesa y no golpearía a mi segundo mejor amigo esta noche. Su no necesitaba un jugador como él tirándosele encima —por no mencionar el hecho de que era el hermano de Yunho.

Cuando entré en la cocina, vi a una pareja de chicos que yo había conocido antes, un par de amigos de Yunho.

Minho me sonrió con curiosidad mientras caminábamos. Sus ojos se posaron en Hojun discutiblemente antes de volver a mí.

—Hola, Jaejoong, ¿qué estás haciendo aquí?— preguntó.

—Él está conmigo— dijo Hojun, tomando tres Smirnoff Ices y pasando uno para mí y Su.

Minho levantó una ceja.

—¿En serio?

—No conmigo, conmigo, me acompaña esta noche. Es el chico de Yunho— aclaró Hojun, haciendo comillas en el aire en la parte de «conmigo». Asintió a Su —.Éste es el amigo de Jaejoong, Su.

¿El chico de Yunho? ¿Qué diablos significa eso?

Le fruncí el ceño a Hojun mientras bebía la mitad de mi bebida.

Estaba planeando emborracharme esta noche, ojalá pudiera incluso vomitar en el coche de camino a casa por esa pequeña frase sobre Yunho. 

—¿Dónde está Yunho esta noche?— preguntó Su.

¡¡Whoa!! ¿Por qué demonios pregunta por eso? Tal vez espera encontrarse con él o algo, así puede patear su culo por hacerme daño. Lo miré confundido, tomé un poco más de mi bebida. Esperaba que esta conversación sobre Yunho terminara pronto y eso fuera el final de ello. Lo mejor es sacar todo de una sola vez y luego podríamos disfrutar de la noche.

Minho se encogió de hombros. 

—Está trabajando en el club.

Volví mis ojos hacia él, confundido.

—Pensé que ya no trabajaba allí— ¿Por qué estaría aun trabajando allí si era un maestro ahora? Yo sabía que todavía trabajaba en la pista de esquí, seguramente no estaba soportando tres trabajos.

Minho me miró con complicidad.

—Está trabajando allí cada fin de semana para el próximo mes; para pagar las entradas de un concierto que quería.

Me atraganté con mi bebida y casi lo escupí por todas partes, Su corrió y me dio unas palmaditas en la espalda mientras yo trataba de recuperar el aliento. ¿Yunho está trabajando allí para pagar las entradas para mí? ¡Dijo que él no tenía que pagar por ellos! ¿Por qué demonios iba a renunciar a cuatro fines de semana sólo para comprarme unas entradas al concierto? Eso es una estupidez. Increíblemente dulce, pero estúpido. 

Hojun me sonrió y me miró curiosamente, tratando de arrastrar la verdad de sus ojos.

Debían de ser entradas para algún otro concierto que Yunho tenía.

Él no renunciaría a todo un mes sin fin de semanas por mí, ¿verdad? Hojun se encogió de hombros y bebió un poco de su bebida, obviamente, no va a decir nada acerca de eso ahora, sólo tenía que atraparlo más tarde, cuando estuviese borracho o algo así.

—Bailemos entonces, chicos.— Hojun sonrió, agarrando la mano de Su y tirando de él en el salón donde ya había un montón de gente bailando.

Suspiré y tragué el resto de mi bebida, y tomé otra, antes de seguirlos. 

Dos horas más tarde, estaba ya perdido. Me incliné pesadamente contra la pared mientras me reía incontrolablemente de algo que Su había dicho. Su sonrió y soltó una risita también. Su brazo estaba envuelto alrededor de Hojun mientras cantaban la canción en voz alta. Yo ya había tenido demasiado con la bebida, pero eso no me impidió agarrar otro trago de vodka y ahogarme en él. Se suponía que Hojun iba a conducir esta noche, pero él había decidido que quería beber, así que aparentemente ahora íbamos a tomar un taxi a casa de Su.

Minho sacó su móvil del bolsillo y rodeó con su brazo mi cintura, sosteniéndome mientras yo tambaleaba.

Me aleje de él, bailando con Su. Podía oír a Minho hablando en el teléfono, pero no tenía ni idea de con quién hablaba.

—Hola, soy yo. Sí, tu chico está un poco perdido. No. No Hojun está demasiado destrozado y él va a necesitar un aventón a casa antes de que vomite todo mi suelo. Sí, lo voy vigilar. ¿Vienes ahora? Bueno, sí, ya veo.

Me miró con curiosidad mientras hablaba.

Fruncí el ceño, moviendo los ojos alrededor de la habitación, en busca de un chico borracho por la que él estuviera preocupado de que vomitara en su suelo. Pero para ser honesto, chicos borrachos hay en todas partes, por lo que podrían haber sido cualquiera de ellos.

Su me agarró la mano tirando de mí un poco, para bailar un poco más. Yo tenía una noche impresionante y estaba contentísimo de haberme escapado de Yuu esta noche.

Después de otro par de copas, Su se apoderó de mi brazo con fuerza. Sus uñas se clavaron en mi carne haciéndome reír del dolor punzante que probablemente sentiría estando sobrio.

—¿Qué?— Me reí ante sus ojos tan abiertos.

—¡Nunca adivinaras quien está entrando!— exclamó con entusiasmo.

—Er, ¿Brad Pitt?— ofrecí, riendo, sacudió con la cabeza alegremente —.¿Baro?— adiviné de nuevo. Oh Dios, ¡me moriría si Baro entrara aquí! Moví los ojos hacia la puerta con entusiasmo pensando que debía de ser alguien guapísimo… y así era.

En la puerta, se encontraba Yunho luciendo increíble en pantalones negros y su camiseta negra del club con el logotipo rojo en su pecho. 

Mi corazón se hundió. Se suponía que no estaría aquí esta noche. Hojun me había prometido que no iba a venir, es la única razón por la que acepté venir. 

—¡Pero qué mierda! ¿Me estás haciendo una maldita broma? ¿Qué diablos está haciendo aquí?— exclamé con enojo. Miré a Hojun —.¡Me lo prometiste!— acusé, frunciendo el ceño.