Capítulo 5 - El poder de la fe

Conteniendo la respiración, observó cómo lenta y tortuosa, era abierta la puerta...

Hasta que vio como la sombra volteaba el rostro, mostrándole un fuerte perfil.

Probablemente viendo hacia el pasillo y con eso último, se fue hacia la dirección contraria a la que segundos después apareció su amigo conversando amenamente con la enfermera.

-Jae, debiste dormir- le dijo su amigo acercándosele y sentándose al borde de la camilla -Estás pálido y con una cara de miedo... no... no me digas que lo viste...- eso último, lo susurró para que sólo entre ellos se escuchara

La enfermera estaba ocupada buscando unas toallas, un recipiente y otros utensilios más para examinar al alumno en la camilla.

Jaejoong asintió lentamente sin quitar sus ojos de la puerta, ahora, semi abierta. Yoochun, por inercia, volteó a observar también la puerta, esperando a que algo extraño pasara... pero nada sucedió.

-Ya tranquilo, Jae- dijo volteando y lanzando un suspiro

Eso de que su mejor amigo haya visto la sombra de un sujeto que supuestamente es imaginario, lo anda preocupando. Difícilmente lo puede creer, pero al ver las expresiones tan genuinas de su amigo, no tiene de otra que intentar comprenderlo.

-A ver... alumno Kim, por favor recuéstese en la camilla- ordenó la enfermera, haciendo que Yoochun se parara y se fuera a un punto en donde no pueda molestar a la enfermera -Alumno Park, usted puede libremente regresar a clase de gimnasia- recitó serenamente -A menos que también este convaleciente...- le lanzó una mirada escéptica, revisándolo de arriba abajo

-No... no... yo estoy bien... Con su permiso. Jae, nos vemos al rato-

-Por favor, alumno Kim. Abra la boca, le pondré un termómetro bajo la lengua. Su compañero me estuvo comentando que le afectó el sol, pero de lo pálido que lo vi cuando llegué me parece otra cosa. ¿Está comiendo todas sus comidas?- preguntó viendo su reloj de muñeca

Jaejoong solo asintió, con el termómetro dentro de su boca, no podía hablar. Además de que debía tranquilizarse un poco.

-Bueno, sea lo que sea que tenga usted. Reposar unos minutos, le hará sentir mejor. Iré a dirección para mandar u reporte a sus padres de que vino hoy a la enfermería con un poco de calentura. Lo más probable es que se deba por la exposición al sol. Vaya comprándose un protector solar, por favor~- mientras le decía, le quitó el termómetro, verificó su temperatura, fue a su escritorio y escribió el reporte, para luego dirigirse hacia la puerta -Vendré de inmediato, solo cierre los ojos. Si se queda dormido, yo lo despierto unos minutos antes de la hora de salida-

El pelinegro solo asintió temeroso de volverse a quedar solo.

Todo lo que había relatado, de haber estado sumamente aterrado de esa sombra, se estaba volviendo realidad... poco a poco...

Sin esperar más, cerró sus ojos y se durmió.

Después de todo, sí le dolía un poco la cabeza.

**************************************************

-Aahh... due... duele... por fa... por favor... para...- lloriqueó el pelinegro

-Joongie, te has portado mal- comentó una voz a sus espaldas -Te has portado terriblemente mal... ¿Sabes lo que se les hace a los niños traviesos?- preguntó lamiéndole la oreja -Se les castiga... duro...- sopló aire dentro de su oído -Y yo... a mí me encanta castigarte duro...-

Estaba amarrado de las manos, su cuerpo se sentía muy pesado, no podía mover ninguna extremidad. Y ahora... ese sujeto ultrajaba su cuerpo... tenía dos dedos insertados en su cuerpo, abriéndolos y cerrándolos como tijeras...

-Nunca... nunca intentes huir de nuevo de mí. No sabes lo cerca que puedo estar...-

***************************************

-¿Alumno Kim? Despierte, en 10 minutos tocará el timbre de salida- despertó de su sueño con el suave movimiento de su hombro por la enfermera -Por favor despierte y vaya por sus cosas, en dirección me informaron que sus hermanas lo esperan en la puerta principal para llevárselo a casa- le informó antes de dirigirse a su limpio escritorio y terminar el reporte del día

-Gracias, miss Seohyun- con eso, se despidió y salió hacia el campo por sus cosas, no quería hacer esperar a sus hermanas

**************************************

-¡¡Joongie ah~~!! ¡¡Por aquí, cariño~~!!- a lo lejos, pudo ver la figura de su hermana Victoria y de su hermana Amber

Victoria es quien se graduó en educación superior y ahora es maestra en la universidad. Tiene su usual pelo color chocolate, con un espeso cerquillo. Sus ojos brillan mucho y son expresivos.

Amber, por otro lado, será una futura ingeniera en sonido, en aproximadamente 3 años. Tiene cabello corto, casi como un varón, pero aun así es bien femenina. Hace unos meses, ella era rubia, ahora optó por ser castaña como varias de mis hermanas.

-Joongie~~ Ven con noona~~~- de todas las hermanas, justamente viene Victoria... no es que no le agrade que venga por él... Sino que, ella aún le hace sentir de 3 años...

-Noona... por favor- le pidió disimuladamente, viendo para todas partes, observando las miradas burlonas de sus compañeros

-¿Qué? ¿Acaso noona no puede recibir un abrazo del nene al cual yo cambiaba pañales cada 3 días a la semana?-

Sí, Victoria noona es quien más cambiaba los pañales al bebé Jae. Es la más maternal, por eso ejerce una carrera de enseñanza, algo que la hace sentir bien.

-Perdón, noona- rindiéndose ante los reclamos de su noona, se dejó abrazar

*******************************

-Iré a prepararte sopa de pepino con jengibre, descansa, yo te lo subo. Cualquier cosa, llamas a Amber que está en su cuarto ¿de acuerdo, cariño?-

-Sí, noona. Muchas gracias por venir a cuidarme- agradeció el pelinegro, todo arropado en su cama

Victoria salió de la habitación, entrecerrando la puerta.

Su cuarto estaba iluminado, las grandes ventanas estaban abiertos, pero las cortinas cerradas, dándoles una manera de danzar frente a sus ojos.

Con esa suave brisa, fue cerrando sus ojos lentamente...

*******************************

Ya había pasado un mes de esos rarísimos sueños.

Obvio que también siguió usando la misma excusa con su madre, cada vez que se le olvidaba hacer los deberes, y eso, era la gran parte de tiempos.

Poniéndolo así...

Los señores Kim estuvieron escuchando tanto tiempo y tantas nuevas cosas del "fantasma" que contrataron un sacerdote para bendecir la casa.

Cuando pasaron el ritual, el sacerdote les dijo que ha no había nada que temer, su casa estaba protegida en manos del señor.

Y rociando de sorpresa, un poco de agua bendita sobre la cabeza Jaejoong.

"-Es para alejar al mal espíritu que lo atormenta al pobre muchacho-"

Y con ese mismo caminar pausado, se retiró del hogar de los Kim. Dejando a la familia un poco perturbada.

-Bueno, jovencito. Ya que ahora estás de vacaciones. Irás al restaurante a ayudar. No queremos que vuelva a aparecer el "muchacho de los ojos fuertes"- declaró su madre en la cena de esa noche -Ustedes se encargarán de los quehaceres de la casa. Si alguna desea ayudar en el restaurante, es bienvenida- se dirigió a sus 4 hijas

-Sí, omma- respondieron al unísono los 5 hijos