Justo estábamos
llegando al Hotel Crossroads, donde seria la boda de Alejandro y Gabrielle.
Lucy vestía un hermoso vestido negro bastante coqueto. Sus pechos, aunque no
son muy grandes, se veía muy bien con ese escote. Y sus largas y delgadas
piernas resaltaban tanto. Se ganaba la mirada de muchos hombres. Hace dos
semanas me habría puesto muy celoso de esto, pero ahora realmente me es
indiferente.
Llegamos al vestíbulo donde gentilmente uno de los empleados se ofreció a llevemos al salón de fiesta del hotel.
--Es un hotel muy lujoso ¿Verdad? -me dijo Lucy. Sí, era un hotel muy lujoso. A decir verdad nunca había entrado, y sí, estoy algo sorprendido.
--Sí
--Mi amiga se casara con el hijo de uno de los accionista de este Hotel ¿Increíble no?
--No me has dicho como se llama tu amiga.
--Gabrielle y su ahora esposo, se llama Alejandro
--Nunca me habías hablado de ella
--¿No? Que raro
Finges increíble Lucy. Ahora sé como es que me estuviste engañando todo este tiempo. Una excelente actriz.
Debido a que Lucy se demoro demasiado con su peinado nos perdimos la ceremonia y a decir verdad, hemos llegado algo tarde. La fiesta ya estaba bastante prendida, o algo así. Las fiestas de la gente rica siempre me han resultado aburridas, puras apariencias.
A unos cuantos metros pudimos ver a la joven pareja de novios. Gabrielle vestía un muy, muy hermosos vestido blanco con decoración de pedrería. Como uno de esos vestidos que usan las princesas en los cuentos de hadas. Y Alejandro, oh, Alejandro, con su traje negro, tan elegante y apuesto. Pude ver en su mano el anillo de boda. Y aunque sé que esto es una farsa, no puedo evitar sentir un vació en el pecho ¿Celos? No, claro que no ¿O sí? ¡Estoy tan confundido!
No he dejado de pensar en la noche que pasamos juntos. No me siento preparado para hablar de eso, dudo que algún día pueda. Siento que ni siquiera puedo verlo a los ojos. Pero hoy es el gran día así que tendré que tragarme toda la vergüenza, miedo y nervios que siento en estos momentos.
Lucy me jala del brazo y me hace correr hacia donde están los novios.
--¡Gabrielle! -le grita alegre. Y puedo ver ese brillo en los ojos de la pelirroja al ver a Lucy.
--¡Lucy!
Al encontrarse se abrazan y casi por un instante me da la impresión de que van a besarse. Pero obviamente eso no pasa. No puedo evitar sentir un dolor en el estomago al verlas. No me mal entiendan, no es que ame a Lucy, ya no. A decir verdad, creo que la odio. Y no puedo evitar sentirme molesto del hecho de que me restriegue a su amante en la cara.
Gabrielle voltea a verme y no parece sorprendida. Supongo que Lucy ya debe haberle comentado que vendría.
--…l es mi novio Matías -le dice a Gabrielle
--Mucho gusto Matías -me extiende su mano y hago un esfuerzo enorme por no morirme del coraje en ese momento.
--Les presento a mi marido Alejandro -dice la pelirroja orgullosa
Oh no, Alejandro, aun no estoy preparado para verlo.
--Mucho gusto Lucy -la saluda- Es un placer Matías -me da una mirada cómplice, algo divertida.
Me extiende su mano para saludarme y cuando su mano toca la mía, Alejandro discretamente me acaricia la palma de la mano con sus dedos. Yo me ruborizo al instante y retiro mi mano. ¿Por qué hizo eso? Las escenas de aquella noche comienzan a llegar a mi cabeza. Alejandro desnudo sobre mi penetrándome. ¿Por qué su tacto hace que mi cuerpo vibre?
La fiesta continuó sin ningún incidente ni nada por el estilo. Toda la gente reía y se divertía. Me imagino la sorpresa que se llevaran todos cuando se enteren que el matrimonio es falso. No me había puesto a pensar pero la verdad es que esto es algo grande. No es cualquier travesurilla de niños. Cuando se sepa la verdad presiento que habrá toda una revolución.
Ya casi son las tres de la madrugada. La mayoría de los invitados ya se fueron pero aun así aun quedan bastantes. Alejandro me voltea a ver y me da la señal de que ya debemos echar andar el plan.
--Lucy -le susurro a la oreja- Te espero en la habitación 225 en veinte minutos, yo me adelantaré -Ella se estremece y tímidamente afirma con la cabeza
Me subo al elevador hasta el piso 20, que es donde esta la Suit Presidencial, que es la que Alejandro rentó. Cuando llego a la habitación él ya se encuentra esperándome en la puerta. Estoy tan nervioso, esto es tan incomodo. Aun no me recupero de lo que paso la otra noche.
--Pasa -me sonríe y entra a la habitación
La habitación es enorme. Al entrar hay una lujosa sala color marrón. Tiene un gran balcón que da una gran vista de la ciudad de noche, se ve increíble. Más al fondo se encuentra un pequeño pasillo y al final de este una puerta que da la entrada a la habitación. La cual esta hermosamente decorada. La cama y el suelo están llenos de pétalos de rosas; hay ramos de flores en el tocador y en los burós. Huelo un agradable olor a durazno, supongo que deben ser las velas aromáticas que hay por doquier.
--Que romántico -le digo
--Pedí que la decoraran para unos recién casados -levanta su mano y me enseña el anillo- Las chicas no deben tardar en llegar, debemos apresurarnos
Va al interruptor y apaga la luz. Yo me pongo algo nervioso, las velas son las únicas que nos proporcionan algo de luz, esto es demasiado romántico, o lo seria si no estuviera en esta situación.
Alejandro no ha mencionado nada de lo que pasó la otra noche. Lo cual agradezco demasiado. Creí que me taladraría con un montón de preguntas
--Vamos -me dice y se acerca a la cama, yo voy detrás de él
Siento que la respiración se me va cuando veo que se esta quitando la camisa
--¿Qué haces? -le pregunto asustado
--Se supone que ellas deben encontrarnos en la cama ¿No? -me responde completamente en calma ¿No esta nervioso?
--C-claro -respondo nervioso y comienzo a quitarme la camisa
--También el pantalón -me dice, y cuando lo volteo a ver me doy cuenta que él solo esta en bóxers
--Pero...
--Oye -me voltea a ver- No es como si fuera a ver algo que no haya visto ya
Mi cara se pone tan roja. Definitivamente eso no ayuda a que me sienta más tranquilo. Mis manos tiemblan cuando me quito en pantalón. Me esta observando, siento su mirada clavada en mi, esto es peor de lo que había imaginado.
--Acuestate en la cama -mi cuerpo tiembla cuando él dice eso
Vamos Matias cálmate.
Me acuesto en la cama, me siento tan nervioso. Alejandro se queda unos segundos observándome y después él también se sube a la cama y se pone encima de mí ¡¿Qué diablos pasa?!
--¿Qué haces? -intento empujarlo.
¡Alejandro esta encima de mí y ambos estamos casi desnudos!
--Solo estamos fingiendo, Matías, tranquilo
Se escucha el ruido de la puerta. Alguien entró a la Suit.
--Una de ellas ya entró -dice Alejandro
Va a mi cuello y comienza a besarlo ¡¿Qué esta haciendo?! Sé que dijimos que lo haríamos lo más realista posible, pero esto es demasiado.
--A-alejandro... Hmm... -intento alejarlo
Muerde uno de mis pezones y no puedo evitar jadear. Oh no, creo que estoy empezando a excitarme. Esto es malo, esto es muy malo.
--¿Tienes una erección? -me pregunta con una expresión divertida en su rostro
Estoy a punto de golpearle la entrepierna con mi rodilla cuando de pronto mi ojos se centran en la puerta de la habitación, donde esta Lucy observándonos con una expresión de dolor en su rostro.
--Matías... -sus lagrimas comienzan a salir- ¿Qué... Es esto?
¿Qué se siente Lucy? ¡¿Qué se siente?!
--Hola Lucy -la saludo con una enorme sonrisa en mi rostro.
--¡Matías! -se acerca unos pasos y me mira confundida como si no creyera lo que esta viendo- ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?!
Se escuchan otros pasos y vemos como Gabrielle entra a la habitación. Abre los ojos sorprendida al vernos, y su expresión es aun mayor cuando ve a Lucy llorando.
--¡Lucy! -se acerca a ella e intenta consolarla, pero Lucy no deja de llorar.
--¿Te gusta mi regalo de bodas, Gabrielle? -le dice Alejandro
--¿Esto es una broma Alejandro? ¡No es nada gracioso! -nos grita, pero pude notar un destello en sus ojos. Gabrielle no es tonta, sabe que descubrir una infidelidad de Alejandro significa una cosa: divorcio ¿Y qué significa el divorcio? Mucho dinero para ella.
--¿Una broma? -dice Alejandro con un ligero tono de burla en su voz- ¿Esto te parece una broma? -me toma del mentón y comienza a besarme. Yo no sé que hacer, simplemente me dejo llevar, porque sé que si detengo el beso ellas sabrán que fingimos.
Se quedan aun más sorprendidas. En especial Lucy, su llanto se hace más fuerte ¿En verdad le duele? Me gusta que le duela.
--¡Cómo te atreves! -dice Lucy indignada, dolida- y con alguien que conociste esta noche ¿Cómo pudiste hacerme esto Matías?
--¿Cómo pude hacerlo? -comienzo a reír- ¿Cómo pudiste hacerlo tú? ¿Cómo pudiste engañarme con una mujer?
Lucy se queda paralizada, y no solo ella, Gabrielle también se ha quedado sin habla.
--¿Desde cuando... lo saben? -pregunta Gabrielle sin poder sostener más su mentira
--Desde hace un tiempo -responde Alejandro- Matías estaba tan triste cuando se enteró, yo le ofrecí consuelo y el me abrió las puertas de su corazón y... -dio una leve risilla- también me abrió sus piernas.
--¿Qué mas da? -la pelirroja cambió su rostro "dolido" de un segundo a otro- sinceramente no me importa si están cogiendo o no -dijo con frialdad- vámonos Lucy
Fue hasta donde estaba Lucy y la ayudó a levantarse, pues se había tumbado al piso a llorar.
--Ah Gabrielle, casi olvidaba decírtelo -dijo Alejandro, aquí va la bomba- Sobre nuestra boda... Fue falsa
Gabrielle dio media vuelta y miró a Alejandro como si viera a un fantasma, totalmente pálida.
--¿Qué...?
--Ese señor no era un juez, era un actor. Dile adiós a mi dinero, esposa mía -dio una carcajada- Quiero mi coche de regreso, te recuerdo que esta a mi nombre
--¡Maldito! -quiso correr hasta donde estábamos, pero Lucy la detuvo
--Gabrielle, vámonos, te lo ruego
Gabrielle maldijo pero le hizo caso a su novia y salieron de la habitación echando rayos.
--¡Genial! -grité- ¡Salió perfecto!
--Salió mejor de lo que había imaginado
--Se sintió genial Alejandro, tanto que hasta me asusta.
--Sí, creo que a mi también me asusta un poco
Me levanté de la cama dando brincos de emoción.
--¡Soy malo! -dije juguetón
Una ráfaga de aire entró por la ventana y fue cuando recordé que estaba casi desnudo. Por un momento sentí algo de pudor así que comencé a recoger la ropa del piso para cambiarme.
--No te cambies -me dijo Alejandro desde la cama
--¿Por qué? Ellas ya se fueron
--Bueno... -me miró seductor- tenemos la Suit Presidencial, deberíamos aprovecharla
--¿Aprovecharla?
--Ya sabes... Tengamos sexo
Abrí los ojos sorprendido y me ruboricé por completo
--Por supuesto que no -le dije como si me hubiera propuesto lo más descabellado del mundo
--¿Por qué no? Ya lo hemos hecho antes
--Eso... Fue un error
Me puse la camisa y me dirigí a la puerta dispuesto a salir de ahí corriendo, pero Alejandro llego a la puerta antes que yo y la cerró.
--¿Qué haces?
--Matías -bajó su mirada- No he dejado de pensar en ti desde aquella noche. Creo... que me gustas
¿Qué? Esto debe ser una jodida broma.
--Estas confundido Alejandro. Por favor déjame salir
--Hazte responsable de lo que hiciste
--¿De lo que hice?
--Es tu culpa que me sienta así -me miró a la cara y sostenerle la mirada fue tan difícil
--No es verdad
--¡Claro que sí! -frunció en ceño- tu fuiste el que me pidió que tuviéramos sexo ¿Ya lo olvidaste? Me sedujiste -se acercó más a mi y yo comencé a retroceder
--Ese día... Ese día yo no estaba bien -estoy tan nervioso
--¿Esa es tu excusa?
--Alejandro...
--Te gustó lo que hicimos ¿Verdad? ¿Por qué no lo admites? No dejabas de gritar "más" cuando te penetraba...
--¡Ya basta! -le grité enojado y lo empujé quitándolo del medio
Salí corriendo de la habitación, pude escuchar los gritos de Alejandro diciendo que regresara.
Llegamos al vestíbulo donde gentilmente uno de los empleados se ofreció a llevemos al salón de fiesta del hotel.
--Es un hotel muy lujoso ¿Verdad? -me dijo Lucy. Sí, era un hotel muy lujoso. A decir verdad nunca había entrado, y sí, estoy algo sorprendido.
--Sí
--Mi amiga se casara con el hijo de uno de los accionista de este Hotel ¿Increíble no?
--No me has dicho como se llama tu amiga.
--Gabrielle y su ahora esposo, se llama Alejandro
--Nunca me habías hablado de ella
--¿No? Que raro
Finges increíble Lucy. Ahora sé como es que me estuviste engañando todo este tiempo. Una excelente actriz.
Debido a que Lucy se demoro demasiado con su peinado nos perdimos la ceremonia y a decir verdad, hemos llegado algo tarde. La fiesta ya estaba bastante prendida, o algo así. Las fiestas de la gente rica siempre me han resultado aburridas, puras apariencias.
A unos cuantos metros pudimos ver a la joven pareja de novios. Gabrielle vestía un muy, muy hermosos vestido blanco con decoración de pedrería. Como uno de esos vestidos que usan las princesas en los cuentos de hadas. Y Alejandro, oh, Alejandro, con su traje negro, tan elegante y apuesto. Pude ver en su mano el anillo de boda. Y aunque sé que esto es una farsa, no puedo evitar sentir un vació en el pecho ¿Celos? No, claro que no ¿O sí? ¡Estoy tan confundido!
No he dejado de pensar en la noche que pasamos juntos. No me siento preparado para hablar de eso, dudo que algún día pueda. Siento que ni siquiera puedo verlo a los ojos. Pero hoy es el gran día así que tendré que tragarme toda la vergüenza, miedo y nervios que siento en estos momentos.
Lucy me jala del brazo y me hace correr hacia donde están los novios.
--¡Gabrielle! -le grita alegre. Y puedo ver ese brillo en los ojos de la pelirroja al ver a Lucy.
--¡Lucy!
Al encontrarse se abrazan y casi por un instante me da la impresión de que van a besarse. Pero obviamente eso no pasa. No puedo evitar sentir un dolor en el estomago al verlas. No me mal entiendan, no es que ame a Lucy, ya no. A decir verdad, creo que la odio. Y no puedo evitar sentirme molesto del hecho de que me restriegue a su amante en la cara.
Gabrielle voltea a verme y no parece sorprendida. Supongo que Lucy ya debe haberle comentado que vendría.
--…l es mi novio Matías -le dice a Gabrielle
--Mucho gusto Matías -me extiende su mano y hago un esfuerzo enorme por no morirme del coraje en ese momento.
--Les presento a mi marido Alejandro -dice la pelirroja orgullosa
Oh no, Alejandro, aun no estoy preparado para verlo.
--Mucho gusto Lucy -la saluda- Es un placer Matías -me da una mirada cómplice, algo divertida.
Me extiende su mano para saludarme y cuando su mano toca la mía, Alejandro discretamente me acaricia la palma de la mano con sus dedos. Yo me ruborizo al instante y retiro mi mano. ¿Por qué hizo eso? Las escenas de aquella noche comienzan a llegar a mi cabeza. Alejandro desnudo sobre mi penetrándome. ¿Por qué su tacto hace que mi cuerpo vibre?
La fiesta continuó sin ningún incidente ni nada por el estilo. Toda la gente reía y se divertía. Me imagino la sorpresa que se llevaran todos cuando se enteren que el matrimonio es falso. No me había puesto a pensar pero la verdad es que esto es algo grande. No es cualquier travesurilla de niños. Cuando se sepa la verdad presiento que habrá toda una revolución.
Ya casi son las tres de la madrugada. La mayoría de los invitados ya se fueron pero aun así aun quedan bastantes. Alejandro me voltea a ver y me da la señal de que ya debemos echar andar el plan.
--Lucy -le susurro a la oreja- Te espero en la habitación 225 en veinte minutos, yo me adelantaré -Ella se estremece y tímidamente afirma con la cabeza
Me subo al elevador hasta el piso 20, que es donde esta la Suit Presidencial, que es la que Alejandro rentó. Cuando llego a la habitación él ya se encuentra esperándome en la puerta. Estoy tan nervioso, esto es tan incomodo. Aun no me recupero de lo que paso la otra noche.
--Pasa -me sonríe y entra a la habitación
La habitación es enorme. Al entrar hay una lujosa sala color marrón. Tiene un gran balcón que da una gran vista de la ciudad de noche, se ve increíble. Más al fondo se encuentra un pequeño pasillo y al final de este una puerta que da la entrada a la habitación. La cual esta hermosamente decorada. La cama y el suelo están llenos de pétalos de rosas; hay ramos de flores en el tocador y en los burós. Huelo un agradable olor a durazno, supongo que deben ser las velas aromáticas que hay por doquier.
--Que romántico -le digo
--Pedí que la decoraran para unos recién casados -levanta su mano y me enseña el anillo- Las chicas no deben tardar en llegar, debemos apresurarnos
Va al interruptor y apaga la luz. Yo me pongo algo nervioso, las velas son las únicas que nos proporcionan algo de luz, esto es demasiado romántico, o lo seria si no estuviera en esta situación.
Alejandro no ha mencionado nada de lo que pasó la otra noche. Lo cual agradezco demasiado. Creí que me taladraría con un montón de preguntas
--Vamos -me dice y se acerca a la cama, yo voy detrás de él
Siento que la respiración se me va cuando veo que se esta quitando la camisa
--¿Qué haces? -le pregunto asustado
--Se supone que ellas deben encontrarnos en la cama ¿No? -me responde completamente en calma ¿No esta nervioso?
--C-claro -respondo nervioso y comienzo a quitarme la camisa
--También el pantalón -me dice, y cuando lo volteo a ver me doy cuenta que él solo esta en bóxers
--Pero...
--Oye -me voltea a ver- No es como si fuera a ver algo que no haya visto ya
Mi cara se pone tan roja. Definitivamente eso no ayuda a que me sienta más tranquilo. Mis manos tiemblan cuando me quito en pantalón. Me esta observando, siento su mirada clavada en mi, esto es peor de lo que había imaginado.
--Acuestate en la cama -mi cuerpo tiembla cuando él dice eso
Vamos Matias cálmate.
Me acuesto en la cama, me siento tan nervioso. Alejandro se queda unos segundos observándome y después él también se sube a la cama y se pone encima de mí ¡¿Qué diablos pasa?!
--¿Qué haces? -intento empujarlo.
¡Alejandro esta encima de mí y ambos estamos casi desnudos!
--Solo estamos fingiendo, Matías, tranquilo
Se escucha el ruido de la puerta. Alguien entró a la Suit.
--Una de ellas ya entró -dice Alejandro
Va a mi cuello y comienza a besarlo ¡¿Qué esta haciendo?! Sé que dijimos que lo haríamos lo más realista posible, pero esto es demasiado.
--A-alejandro... Hmm... -intento alejarlo
Muerde uno de mis pezones y no puedo evitar jadear. Oh no, creo que estoy empezando a excitarme. Esto es malo, esto es muy malo.
--¿Tienes una erección? -me pregunta con una expresión divertida en su rostro
Estoy a punto de golpearle la entrepierna con mi rodilla cuando de pronto mi ojos se centran en la puerta de la habitación, donde esta Lucy observándonos con una expresión de dolor en su rostro.
--Matías... -sus lagrimas comienzan a salir- ¿Qué... Es esto?
¿Qué se siente Lucy? ¡¿Qué se siente?!
--Hola Lucy -la saludo con una enorme sonrisa en mi rostro.
--¡Matías! -se acerca unos pasos y me mira confundida como si no creyera lo que esta viendo- ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?!
Se escuchan otros pasos y vemos como Gabrielle entra a la habitación. Abre los ojos sorprendida al vernos, y su expresión es aun mayor cuando ve a Lucy llorando.
--¡Lucy! -se acerca a ella e intenta consolarla, pero Lucy no deja de llorar.
--¿Te gusta mi regalo de bodas, Gabrielle? -le dice Alejandro
--¿Esto es una broma Alejandro? ¡No es nada gracioso! -nos grita, pero pude notar un destello en sus ojos. Gabrielle no es tonta, sabe que descubrir una infidelidad de Alejandro significa una cosa: divorcio ¿Y qué significa el divorcio? Mucho dinero para ella.
--¿Una broma? -dice Alejandro con un ligero tono de burla en su voz- ¿Esto te parece una broma? -me toma del mentón y comienza a besarme. Yo no sé que hacer, simplemente me dejo llevar, porque sé que si detengo el beso ellas sabrán que fingimos.
Se quedan aun más sorprendidas. En especial Lucy, su llanto se hace más fuerte ¿En verdad le duele? Me gusta que le duela.
--¡Cómo te atreves! -dice Lucy indignada, dolida- y con alguien que conociste esta noche ¿Cómo pudiste hacerme esto Matías?
--¿Cómo pude hacerlo? -comienzo a reír- ¿Cómo pudiste hacerlo tú? ¿Cómo pudiste engañarme con una mujer?
Lucy se queda paralizada, y no solo ella, Gabrielle también se ha quedado sin habla.
--¿Desde cuando... lo saben? -pregunta Gabrielle sin poder sostener más su mentira
--Desde hace un tiempo -responde Alejandro- Matías estaba tan triste cuando se enteró, yo le ofrecí consuelo y el me abrió las puertas de su corazón y... -dio una leve risilla- también me abrió sus piernas.
--¿Qué mas da? -la pelirroja cambió su rostro "dolido" de un segundo a otro- sinceramente no me importa si están cogiendo o no -dijo con frialdad- vámonos Lucy
Fue hasta donde estaba Lucy y la ayudó a levantarse, pues se había tumbado al piso a llorar.
--Ah Gabrielle, casi olvidaba decírtelo -dijo Alejandro, aquí va la bomba- Sobre nuestra boda... Fue falsa
Gabrielle dio media vuelta y miró a Alejandro como si viera a un fantasma, totalmente pálida.
--¿Qué...?
--Ese señor no era un juez, era un actor. Dile adiós a mi dinero, esposa mía -dio una carcajada- Quiero mi coche de regreso, te recuerdo que esta a mi nombre
--¡Maldito! -quiso correr hasta donde estábamos, pero Lucy la detuvo
--Gabrielle, vámonos, te lo ruego
Gabrielle maldijo pero le hizo caso a su novia y salieron de la habitación echando rayos.
--¡Genial! -grité- ¡Salió perfecto!
--Salió mejor de lo que había imaginado
--Se sintió genial Alejandro, tanto que hasta me asusta.
--Sí, creo que a mi también me asusta un poco
Me levanté de la cama dando brincos de emoción.
--¡Soy malo! -dije juguetón
Una ráfaga de aire entró por la ventana y fue cuando recordé que estaba casi desnudo. Por un momento sentí algo de pudor así que comencé a recoger la ropa del piso para cambiarme.
--No te cambies -me dijo Alejandro desde la cama
--¿Por qué? Ellas ya se fueron
--Bueno... -me miró seductor- tenemos la Suit Presidencial, deberíamos aprovecharla
--¿Aprovecharla?
--Ya sabes... Tengamos sexo
Abrí los ojos sorprendido y me ruboricé por completo
--Por supuesto que no -le dije como si me hubiera propuesto lo más descabellado del mundo
--¿Por qué no? Ya lo hemos hecho antes
--Eso... Fue un error
Me puse la camisa y me dirigí a la puerta dispuesto a salir de ahí corriendo, pero Alejandro llego a la puerta antes que yo y la cerró.
--¿Qué haces?
--Matías -bajó su mirada- No he dejado de pensar en ti desde aquella noche. Creo... que me gustas
¿Qué? Esto debe ser una jodida broma.
--Estas confundido Alejandro. Por favor déjame salir
--Hazte responsable de lo que hiciste
--¿De lo que hice?
--Es tu culpa que me sienta así -me miró a la cara y sostenerle la mirada fue tan difícil
--No es verdad
--¡Claro que sí! -frunció en ceño- tu fuiste el que me pidió que tuviéramos sexo ¿Ya lo olvidaste? Me sedujiste -se acercó más a mi y yo comencé a retroceder
--Ese día... Ese día yo no estaba bien -estoy tan nervioso
--¿Esa es tu excusa?
--Alejandro...
--Te gustó lo que hicimos ¿Verdad? ¿Por qué no lo admites? No dejabas de gritar "más" cuando te penetraba...
--¡Ya basta! -le grité enojado y lo empujé quitándolo del medio
Salí corriendo de la habitación, pude escuchar los gritos de Alejandro diciendo que regresara.
bien por ellos que hicieron sufrir a esas locas que les arruinaron la vida
ResponderBorrarbueno un poco pues creo que después de su venganza ellos estarán mas unidos
aunque a Matías le cueste un poco admitir que se a enamorado de Alejandro por que Alejandro si que ya callo en el amor por Matías
Con la dichosa venganza ellos terminaron gustando se, aunque Matías no lo quiera reconocer, pero se podría decir que ya están enamorados....
ResponderBorrarLas traidoras en verdad se sorprendieron y más Lucy que esta enamorada de Matías.
Gracias
ya se descubrió el pastel. ahí tienen una cucharada de su propia medicina chicas. les gustó??
ResponderBorrary Alejandro quiere repetir revolcón y se ve que a Matías le gustó porque se excita junto a él.