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sábado, 4 de febrero de 2017

Capítulo 2 - SMB

Jaejoong entró al estacionamiento, aparcó en su lugar y apagó el encendido del coche. Vio que Yunho se estacionaba en el lugar de visitantes, bajó de su coche y caminó hacia él. «¡Mierda! ¿Qué quería?» «¿No podría haberlo seguido a casa e irse?»


Jaejoong salió del coche justo cuando Yunho llegó. Cerró rápidamente y aseguró la puerta; entonces miró a Yunho. Tragó duro. El hombre le quitaba el aliento.

—¿Quieres subir a tomar un trago?— Preguntó antes de que pudiera evitarlo. Deseó haber mantenido su gran boca cerrada cuando Yunho sacudió la cabeza. No, claro que no quería.

—Aunque puedo cambiarlo por una taza de café.

«¿En serio?» —Uh, está bien.— Jaejoong se giró y caminó hacia su apartamento, con Yunho a su derecha. «Café, café, ¿tendría al menos algo de café?» «Dios, ¿había incluso recordado arreglar el apartamento antes de salir esa noche?»

Jaejoong llevó su temblorosa mano a su revuelto estómago y luchó contra la oleada de nauseas. «Solo porque Yunho haya aceptado subir no significa que quiera algo contigo, Jaejoong», se recordó mientras abría la cerradura de su apartamento.

Entró y oyó a Yunho cerrar la puerta detrás de él.

—Siéntete en tu casa. Solo voy a hacer algo de café,— dijo sin girarse. Se dirigió a la cocina.

Buscando en los armarios encontró una lata de café, entonces, rápidamente, preparó una jarra. Ahora solo tenía que esperar a que se filtrara. Tamborileó sus dedos en el mostrador mientras veía el oscuro líquido caer en la jarra. Sacudió la cabeza. No podía quedarse ahí y dejar a Yunho solo durante los siguientes diez minutos. Tiempo de enfrentar sus miedos.

Tomando una profunda respiración, regresó a la sala. Encontró a Yunho viendo los libros de su estantería.

Yunho se giró y le dio otra de esas devastadoras sonrisa. —Tienes una buena colección aquí. ¿Lees por diversión o para aprender?

Jaejoong se encogió de hombros. —Un poco de ambas, supongo. Aunque siempre me ha gustado leer.

Yunho asintió. —Nada mejor que acurrucarse en un día de lluvia con un buen libro, ¿no es así?

Jaejoong miró a Yunho sorprendido. —¿Te gusta leer?

—Seguro. Me encanta. Deberías ver mi colección en casa. Apuesto que es tres veces más grande que esta,— dijo Yunho señalando el pequeño librero de Jaejoong.

—¿Algún género en particular?— ¿A Yunho le gustaba leer? «¡Qué bien!» Quizás ellos tenían más en común de lo que había pensado.

—Muy variado, lo que sea que atrape mi interés. Tienes que venir alguna vez y ver lo que tengo. Es una ecléctica selección. Eres bienvenido a tomar prestado lo que sea que te interese.

—Eso sería genial, gracias.— Jaejoong trató de mantener su voz incluso aunque quería saltar de alegría. Yunho lo estaba invitando a visitar su casa.

—Entonces, ¿dónde está tu compañero de cuarto esta noche? Heechul, ¿no es así?

La cara de Jaejoong se calentó. «¿Yunho conocía el nombre de su compañero de cuarto?» —Oh, está en una fiesta o algo como eso.

—¿Y tú no fuiste?

Jaejoong se encogió de hombros. —Uh, no. Fui invitado, pero no son mis cosas.

Yunho lo vio sorprendido. —¿Qué tipo de fiesta es?

Jaejoong podía sentir su cara incluso más caliente. —Es en la casa de un chico, una de esas largas fiestas de fin de semana. Es ¡uh! Creo que es una fiesta de BDSM o algo así. Nalgadas, collares, todo tipo de cosas de Amo/Esclavo. Parecido a lo que sucede en La Jaula de Jun, supongo.

Las cejas de Yunho se elevaron. Jaejoong entendía su reacción. Heechul tenía su gran plan para encontrar a un dulce papi dominante. Jaejoong pensaba que Heechul había perdido la cabeza.

—¿No te gusta ese tipo de cosas? Entonces, ¿por qué fuiste a La Jaula esta noche?Preguntó Yunho, su voz suave, cautelosa.

Jaejoong metió sus manos en los bolsillos para esconder su temblor. Esa conversación lo hacía sentirse un poco incómodo. Le gustaban los hombres dominantes, pero no estaba seguro del resto.

—No sé. Solo pensaba en revisarlo, supongo,— contestó honestamente —.Nunca he tratado con ninguna de esas cosas.

—No lo descartes hasta que lo hayas probado, Jaejoong,— Yunho replicó.

La curiosidad afloró en el interior de Jaejoong ante el tono de anhelo en la voz de Yunho. «¿Estaba Yunho dentro de ese tipo de cosas?» Repentinamente la imagen de Yunho palmeando su trasero llenó su mente y aceleró su corazón. «Quizás no debería descartarla antes de probarla».

Jaejoong se encogió de hombros para esconder su excitación y se sentó en el sofá. Tomó un cojín y lo colocó sobre su regazo escondiendo su repentina erección mientras se giraba a ver la cara de Yunho. Vio que se quitaba su chaqueta y la acomodaba en el respaldo antes de sentarse en el lado opuesto del sofá.

Yunho parecía que planeaba quedarse un tiempo. Jaejoong ciertamente lo esperaba. Incluso aunque sabía que nada podría desarrollarse entre ellos, aun le agradaba hablar con Yunho, escuchar esa profunda y rica voz.

—¿Cómo están las cosas en el club?

Yunho se recargó y cruzó las piernas. —Nada mal. El papeleo me está volviendo loco, pero por lo demás está bien.

Jaejoong frunció el ceño mientras consideraba esa declaración. —¿Papeleo? ¿Cuánto papeleo puede estar involucrado en manejar un club?

Yunho se rió. —Mucho más de lo que puedes creer. Facturas de equipo, de mercancía, costos de operación. Realmente empiezo a odiar las facturas. Deberías ver la pila que dejé en el escritorio. Eso puede asustar hasta que pierdes tus calcetines.

Jaejoong se rió, levantando la bastilla de sus jeans y mostrando sus tobillos. —No uso calcetines.

Yunho bajó la vista y luego la subió a la cara, levantando una ceja. —Y no usas calcetines porque…

Jaejoong se encogió de hombros avergonzado. —Odio los calcetines. Hacen que mis pies se sientan raros, me gusta que puedan respirar. Incluso en invierno uso mocasines para no usar calcetines.

Yunho se rió y levantó sus propios pantalones para mostrar sus tobillos desnudos. —También odio los calcetines, aunque no por la misma razón. Solo que parece que nunca puedo encontrar un par que combine.

Jaejoong no pudo evitar sonreír. Si él estuviera con Yunho se aseguraría de que todos los calcetines estuvieran cuidadosamente limpios y acomodados en par, apilados en su cajón. Cuando ese pensamiento entró en la cabeza de Jaejoong su sonrisa se perdió. «¿En qué diablos estaba pensando?» Nunca estaría con Yunho. Necesitaba dejar de pensar en esas cosas.

—Voy a ir a revisar el café,— dijo poniéndose rápidamente de pie y dirigiéndose a la cocina. Necesitaba poner algo de espacio entre Yunho y él antes de comportarse como un completo idiota.

Jaejoong tomó un par de tazas y las dejó en el mostrador, sacó el azúcar y la crema. Cucharas… necesitaba unas cucharas. Abrió un cajón y sacó las cucharas dejándolas al lado de las tazas, azúcar y crema. «¿Yunho tomaría azúcar y crema en su café?»

Quizás debería preguntarle en lugar de asumirlo. Se giró para ir a la sala y se topó con Yunho, quien estaba apoyado contra el marco de la cocina. Jaejoong dejó salir un grito de sorpresa.

—Lo siento,— balbuceó —.No te vi.

Cerró los ojos, medio avergonzado de chocar con Yunho, medio complacido de haberlo hecho. Jaejoong podría morir feliz presionado contra esos duros y esculpidos músculos.
Levantó la vista hacia la cara de Yunho. —Lo siento iba a preguntarte si tú...

—¿Preguntarme qué, Jaejoong?— Yunho preguntó después de un momento, cuando Jaejoong no siguió su declaración.

Los ojos de Jaejoong casi se cerraban ante el bajo y grueso tono de voz de Yunho. Si él no lo conociera bien, pensaría que Yunho estaba excitado. Pero eso era ridículo. Yunho no lo deseaba… «¿verdad?»

—Yunho,— murmuró, su mirada bajó a los labios de Yunho. «Esa era realmente, realmente una mala idea» Pero incluso cuando se decía que estaba cometiendo un error, Jaejoong se puso de puntas y depositó un beso en los labios de Yunho.

Pasó su lengua sobre los labios de Yunho, rogándole entrar. Sus manos aferradas a la camisa del hombre mientras presionaba su cuerpo contra el de él. Sabía que Yunho podía sentir su erección, pero no le importó. No podía evitarlo. Yunho lo encendía más de lo que lo hacía cualquier hombre que hubiera conocido.

—Jaejoong.

—¿Sí?— Jaejoong murmuró contra los labios de Yunho. «Sí, sí, sí. Todo lo que quieras».

—Jaejoong.— Esta vez la agitada voz de Yunho, entró profundamente en el cerebro de Jaejoong. —Jaejoong,— Yunho repitió de nuevo.

Jaejoong levantó la cabeza y miró a Yunho a los ojos. Lo que vio ahí, hizo que deseara que se abriera el suelo y se lo tragara completo. Los ojos de Yunho estaban medio cerrados, sus cejas juntas. Pero tenía los dientes fuertemente apretados, el tic en su mejilla lo decía todo. Él no quería besarlo.

Jaejoong rápidamente bajó la mirada y liberó la camisa de Yunho. Dio un inestable paso hacia atrás y apoyó sus manos juntas contra su pecho para esconder su temblor.

—Lo siento,— murmuró. No podía creerse que hubiera atacado a Yunho de esa manera. No tenía derecho. No podría sorprenderse si no quería tener nada que ver con él después de esto.

Jaejoong giró la cara hacia el mostrador, su espalda hacia Yunho. No podía darle la cara. No podía ver el desprecio y malestar en la cara de Yunho. Haciendo que perdiera la única cosa que le había quedado; sus fantasías de estar con Yunho, sin importar lo imposible que eso pudiera ser.

—Jaejoong...

—Cometí un error. Por favor solo vete,— le rogó, sus ojos llenos de lágrimas ante la suave voz de Yunho. Él podría aceptar cualquier cosa de Yunho excepto su piedad.

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Yunho miraba a Jaejoong en shock. Cuando Jaejoong empezó a besarlo, Yunho casi pierde la cabeza. Jaejoong sabía tan bien. Quería besarlo hasta que ambos se desmayaran. Pero si él sucumbía a su deseo, Yunho sabía que no podría ser capaz de detenerse con un beso.

Iba a quererlo todo, cada centímetro del cuerpo de Jaejoong. Y eso no iba a desaparecer en ese momento. La decisión sobre darle tiempo a Jaejoong para que se conocieran se le estaba saliendo de las manos. Jaejoong sería suyo. Pero verlo alejarse, sabiendo que creía que había sido rechazado, era más de lo que Yunho podía manejar. «Él está sufriendo». Pensó. Y todo era por su culpa.

Yunho llegó detrás de Jaejoong y presionó su cuerpo apretadamente contra el de él. Lo tomó por su cabello y le giró la cabeza, pegando los labios con los suyos. Envolvió su otra mano alrededor de la cintura de Jaejoong y empujó su cuerpo contra el de él.

No solo besó a Jaejoong. Él lo devoró. Su lengua recorrió los labios de Jaejoong antes de empujarse al interior, demandando entrar, explorando cada centímetro de la caliente boca de dulce sabor. Sintió que Jaejoong empezó a romperse, lentamente al principio, después fue como si se quebrara un dique.

Jaejoong se abrió, empujándose a ese beso con absoluto abandono. El pene de Yunho se endureció contra la cadera de Jaejoong mientras se empujaba. «Celestial», pensó. Jaejoong gemía y gruñía mientras se empujaba contra Yunho.

Yunho sabía que Jaejoong no podía evitar sentir su erección presionando contra él. Mientras movía su mano de la cintura a la ingle de Jaejoong, se preguntaba si encontraría la misma dureza en el eje en sus jeans.

¡Maldición! Jaejoong estaba tan duro que su cierre casi explota. Yunho lo acunó en su mano y presionó suavemente al principio y después con mayor presión. Cuanto más duro lo presionaba más pegado parecía estar Jaejoong. Era tan malditamente receptivo. —Yunho, déjame correrme,— Jaejoong murmuró contra los labios de Yunho mientras empujaba su pene contra la mano de Yunho.

Yunho no estaba seguro de que Jaejoong se hubiera dado cuenta que había hablado en voz alta.

Separó sus labios de los de Jaejoong y los llevó a su oreja. —¿Cómo tienes que pedir lo que quieres?— demandó.

—Por favor,— Jaejoong murmuró.

—¿Por favor, qué?

—Por favor, amo, por favor déjame correrme.— Pidió Jaejoong.

Yunho mostró una gran sonrisa y bajó el cierre de los pantalones de Jaejoong, sacó su pene y envolvió su mano alrededor del eje. Su pequeño hombre merecía una recompensa por pedirlo tan encantadoramente.

—Buen bebé,— dijo Yunho contra el lateral del cuello de Jaejoong —.Ahora córrete para mí, Jaejoong.

Como si fuera su pista, Jaejoong lanzó la cabeza hacia atrás mientras se empujaba en el fuerte agarre de Yunho. Gritó mientras se corría, cubriendo la mano de Yunho con su liberación. Yunho siguió acariciándolo hasta que Jaejoong colapsó contra él.

Levantó a Jaejoong en sus brazos y lo llevó a la habitación. Lo dejó en la cama y rápidamente le quitó sus zapatos, jeans y finalmente su camisa. Entonces hizo una pausa para estudiar su premio.

«Impactante», pensó. Hombros bien formados, pecho fuerte, abdomen plano. No era enormemente musculoso, pero estaba bien definido. Y sus piernas eran tan largas que parecían seguir para siempre. Yunho no podía esperar a sentir que envolvían su cintura mientras jodía el apretado culito de Jaejoong. Había babeado sobre eso el tiempo suficiente para saber que era perfecto.

Rápidamente se quitó su ropa y subió a la cama entre los pies de Jaejoong. Tomó sus tobillos mirándolo a la cara. Jaejoong simplemente lo veía fijamente, con esos hermosos ojos negros profundo muy abiertos, sorprendido.

—Manos sobre tu cabeza, bebé.

Jaejoong obedeció tan rápidamente que hizo que la cama se estremeciera. Yunho se rió ante su ansiedad. Aparentemente a Jaejoong le gustaba que le dijeran qué hacer. Yunho no podía estar más complacido.

Tomando los tobillos de Jaejoong, se empujó entre ellos, separando sus piernas y abriéndolo con una hambrienta mirada. Malditamente caliente. «¡Estaba rasurado!»

Yunho se arrodilló entre los muslos de Jaejoong y acarició la suave y tersa piel alrededor de su prominente pene. —Te rasuraste. ¿Por qué?

Jaejoong gimió, bajando la mirada mientras su cara se ponía tan roja como un betabel.

—Espero una respuesta cuando hago una pregunta, Jaejoong,— Yunho agregó firmemente.

Jaejoong gimió algo que Yunho no alcanzo a oír.

—No pude oírte.

—Se siente bien cuando yo... cuando...— tartamudeó.

—¿Cuándo te masturbas?

—Sí,— replicó.

—¿Te tocas a menudo?

—Sí.— Jaejoong asintió y giró la cabeza como si le avergonzara admitir que disfrutaba masturbarse.

Yunho movió su mano y acarició el duro pene de Jaejoong de la base a la punta y otra vez de nuevo.

—¿En qué piensas cuando te estás tocando?— preguntó tranquilamente.

Cuando Jaejoong no contestó, él se movió más rápido, utilizando la otra mano para masajear su saco.

—Me detendré si no me contestas, Jaejoong.

—No, por favor no te detengas,— Jaejoong rogó.

—Entonces dime en qué piensas cuando te estás tocando.

—En ti. Pienso en ti,— gritó Jaejoong.

La mirada de Yunho permaneció fija en la cara de Jaejoong. «¿Jaejoong pensaba en él cuando se tocaba?» Sabía que Jaejoong lo encontraba atractivo, pero aun así… De toda la gente en el planeta eligió a Yunho como su fantasía personal. No pudo evitar sonreír.

—Buen bebé. Honestamente creo que mereces una recompensa,— le dijo mientras bajaba su boca para envolver la cabeza del pene de Jaejoong. Con un alto grito, Jaejoong levantó las caderas de la cama y empujó su pene profundamente en la boca de Yunho, que casi se ahoga.

Yunho movió sus manos para detener a Jaejoong en la cama y comenzó a lamer su pene como si fuera una paleta, hacia arriba por un lado y abajo por el otro. Los gemidos y gruñidos de Jaejoong causaron estragos en el control de Yunho, haciendo que su pene se pusiera increíblemente duro. Necesitaba reclamarlo. Ahora.

Nunca dudó que Jaejoong pudiera ser una perfecta pareja en la cama, la tranquilidad de su agresiva naturaleza estaba ahí, con él, se sentía tan correcto.

Con una mano acarició suavemente el arrugado agujero debajo del saco de Jaejoong. Podía sentirle estremecerse cada vez que su dedo lo rozaba. Rápidamente, lamió su dedo y suavemente presionó el agujero de Jaejoong, un poco cada vez, hasta que estuvo dentro hasta su nudillo.

Jaejoong se agitaba, su cuerpo temblaba. En cualquier momento se correría de nuevo, que era exactamente lo que Yunho quería.

Yunho levantó su boca del pene de Jaejoong tan pronto como sintió que comenzaba a pulsar, anunciando el inminente clímax. Con una mano acariciándolo rápidamente, y con el dedo de la otra entrando en su culo, Yunho veía cómo Jaejoong encontraba su liberación.

Tan pronto como Jaejoong terminó de disparar, Yunho tomó el sedoso líquido blanco y lo esparció por el anhelante agujero de Jaejoong, empujándose al interior.

Arrodillado entre los muslos de Jaejoong, levantó su culo, acomodando su pene en la apretada y pequeña entrada frente a él. Listo para reclamar a Jaejoong, lo miró fijamente y ahogó una risa. Las manos de Jaejoong se aferraban a las sábanas a cada lado de su cabeza. Sus ojos fuertemente cerrados, su boca abierta y seguían escapándose una serie de gemidos de sus labios.

—Abre tus ojos, bebé. Quiero verte cuando te tome.

Jaejoong abrió los ojos y su mirada se encontró con la de Yunho.

—¿Quieres que te tome, Jaejoong?

—Sí,— Jaejoong murmuró. La punta rosada de su lengua lamía sus labios.

—¿Sí, qué?

—Sí, amo, por favor.

—Buen bebé.— Contestó Yunho y lentamente se empujó al interior, saboreando la sensación —.Dios mío, estás tan apretado.

Entrando profundamente hasta las bolas, Yunho luchó por sostenerse mientras el cuerpo de Jaejoong se ajustaba a él.

Finalmente, oyó a Jaejoong suspirar. Inclinándose llevó su cara frente a él, hasta que sus narices estaban casi tocándose. Tan cerca que Jaejoong no podía esconderse de él. Todas las cosas que sentía se mostraban en sus ojos.

Yunho comenzó a mover sus caderas lentamente, empujándose dentro del apretado culo de Jaejoong, sosteniendo su mirada. —Me perteneces ahora, Jaejoong, ¿lo sabes?

—Sí, amo.

«Maldición, aprende rápido».

—Nadie sentirá ese dulce culo, ni tocará ese hermoso cuerpo, solo yo, ¿correcto?

—Sí, amo.

Moviéndose lentamente, Yunho podía sentir formándose su orgasmo. Sabía que no iba a durar mucho. Y aunque sabía que Jaejoong ya se había corrido dos veces, quería que se corriera de nuevo, que se corriera con él.

—Quiero que te corras conmigo, Jaejoong. ¿Puedes correrte de nuevo por mí?

—Sí, amo,— Jaejoong contestó, su voz temblorosa.

—Entonces córrete para mí, bebé,— Yunho gruñó mientras aumentaba el ritmo de sus empujes, sintiendo los músculos del interior de Jaejoong apretándose alrededor de él.

Cerró los ojos y gritó mientras se corría, cubriendo el abdomen con grueso y caliente semen.

—Eres jodidamente perfecto, bebé,— Yunho gruñó mientras se empujaba de nuevo, liberándose dentro del hermoso hombre debajo de él. Con su pecho jadeante, y su cabeza nublada, Yunho colapsó, momentáneamente saciado.

«Increíble», pensó. Incluso mejor de lo que había soñado. Jaejoong era perfecto, mucho más de lo que incluso había esperado. Yunho sabía, incluso mientras se salía del cómodo cuerpo de Jaejoong, que los días de vagabundear se habían terminado. Había encontrado lo que buscaba.

Yunho se levantó y se dirigió al cuarto de baño, rápidamente se lavó y regresó con una toalla caliente y húmeda para limpiar a Jaejoong. Cuando se sentó al lado de la cama se rió. Jaejoong estaba roncando suavemente.

Se inclinó y besó a Jaejoong en la cabeza antes de estirar los cobertores y cubrirlo. Lanzó la toalla en la canasta de la ropa sucia antes de ponerse su ropa.

Quería quedarse y acurrucarse, dormir con sus brazos alrededor de él. Pero desafortunadamente, tenía un club que dirigir, y ya había estado fuera mucho tiempo. Necesitaba regresar.

Jaejoong sabía dónde encontrarlo. Esperaba que cuando despertara fuera al club a unírsele. Yunho no podía dejar de sonreír mientras imaginaba la recepción que Jaejoong podría tener cuando los otros supieran que ahora le pertenecía a Yunho. Eso seguro iba a ser interesante. No podía esperar.

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Jaejoong abrió los ojos, inseguro de qué era lo que podía esperar. Recordaba a Yunho acompañándolo a su apartamento e incluso lo que había sucedido después. ¿Se habría quedado?

«No». Cuando Jaejoong se giró, supo que Yunho se había ido. El otro lado de la cama ni siquiera se había movido. Obviamente Yunho se había ido tan pronto ellos terminaron.
No podía creer que él hubiera tenido sexo con Yunho. ¿En qué infiernos estaba pensando? ¿O no pensando? Jaejoong realmente le había rogado a Yunho que lo jodiera. Claramente había perdido la cabeza.

No le extrañaba que Yunho se hubiera ido. «Probablemente cree que soy un completo fracasado». Jaejoong se giró de espaldas, sus ojos cerrados con molestia. Era un fracasado. Después de ver el hombre con el que Yunho había estado antes, Jaejoong no podía imaginar por qué Yunho había dormido con él.

«¿Aparte de lástima?» «¿Soy tan patético?» Lágrimas se derramaron de los ojos de Jaejoong mientras se daba cuenta de que nunca vería la cara de Yunho de nuevo. Su vida era más miserable de lo que había sido antes de esa noche. Nunca regresaría al Club Rotten.

Al menos antes de que Yunho lo jodiera, podía fantasear que algún día podría estar con él. Oh infiernos, había estado con él. Y mientras que el encuentro había sido todo lo que Jaejoong siempre había esperado que podía ser, él sabía que su sumisión había molestado a Yunho. Nadie quiere un esclavo en la cama. Jaejoong no había hecho nada, solo quedarse acostado y permitir que él lo tomara. No participó de ninguna manera.

Se levantó de la cama y fue a la ducha. Abrió el grifo y se metió bajo el chorro. Mientras el agua caliente caía en su sensible carne, dejó que su cuerpo se deslizara por la pared y quedara acurrucado en el suelo, sus brazos envolvieron sus piernas.

Bajo el chorro, dejó que las lágrimas cayeran, lloró por todos los anhelos y sueños que había tenido antes de llegar a la ciudad y todas las fantasías que aún no se habían realizado y que nunca se realizarían.


Finalmente, lloró por Yunho, el hombre perfecto a sus ojos que nunca podría ser suyo. Era demasiado sumiso, demasiado patético y ahora sabía que amaba tanto a Yunho, que no podría tener cualquier tipo de relación con nadie más.

11 comentarios:

  1. Yunho menso al menos debiste dejar una nota Jae no es adivino, pobre bebé no llores T-T jejeje, gracias por actualizar me gusto mucho, super hot XD

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  2. Dejar una nota no te hubiera matado Yunho! Pobre Jae me da mucha penita toda su inseguridad es culpa de Yunho e.e tienes que arreglarlo Yunho y ser un poco mas directo y cariñoso con tu bebé ��

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  3. Yunho tenias que haberte quedado o por lo menos hablar antes con él sobre su ahora relación, diste todo por hecho, pero Jae tiene la autoestima tan baja que ahora piensa esas cosas y esta oeor.

    Gracias!!!

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  4. Creo que Yunho tiene un serio problema con entender o predecir el comportamiento de Jaejoong ... Él no es adivino y se nota su falta de autoestima que le hace pensar siempre lo peor. Yunho tiene que trabajar en brindarle seguridad a Jaejoong.

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  5. Hay Yunho ... Eres todo un caso ... Jaejoong tiene baja autoestima que piensa lo peor... U.u y no se acuerda cuando Yunho le dijo "ahora eres mio" :Q__
    El capitulo estaba bueno súper hot !

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  6. pobre de jae es tan inseguro y yunho por lo menos de vio dejar le una nota explicandole que estobo todo bien ¡¡ muchas gracias por el capitulo ¡

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  7. OHHHHHHHH n pede ser tan bien q hiban no es justo ojala puedan resolver esto juntos mas actu me encanta esta historia siiiiiiiiii gracias x compartir

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  8. Yunho ya no aguanto mas y reclamo a jae como suyo :3 tan intensos estuvieron *_* ahh deos sera difícil que yunho ayude a jae a superar esos sentimientos que tiene de inferioridad pero se que lo lograra y serán felices bueno eso espero hahaha gracias por el cap me encanto *_* espero el siglo con ansias

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  9. awch pobre Jae tiene su auto estima muy abajo por todo lo que a pasado que cree no merecer a un Yunho dominante a su lado y como el muy tonto de Yunho no le dejo bien claro cuanto le ama ni una nota de que todo estará bien y que le pertenece de ahora en adelanto o algo que le de a entender a Jae que esta interesado Yunho en el ahora espero que si se aleja Yunho sufra un poco de lo que Jae sufre por su silencio y no declarar su amor abiertamente por Jae
    Gracias

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  10. Ohhhh santa cachucha ... No jae el te esta esperando. Pero como el descuidado y caliente de yunho no le dijo ninguna palabra de nada este se cree la peor cosa.... Ahhhh q se solucione ... Yunho al menos hablarle...

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  11. Oh no Jae sube tu autoestima mi rey Yunho te espera, que las cosas no se compliquen,tonto Yunho porque no hablastes ......gracias

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