Jaejoong entró al
estacionamiento, aparcó en su lugar y apagó el encendido del coche. Vio que Yunho
se estacionaba en el lugar de visitantes, bajó de su coche y caminó hacia él. «¡Mierda! ¿Qué quería?» «¿No podría haberlo
seguido a casa e irse?»
Jaejoong salió del
coche justo cuando Yunho llegó. Cerró rápidamente y aseguró la puerta; entonces
miró a Yunho. Tragó duro. El hombre le quitaba el aliento.
—¿Quieres subir a
tomar un trago?— Preguntó antes de que pudiera evitarlo. Deseó haber mantenido
su gran boca cerrada cuando Yunho sacudió la cabeza. No, claro que no quería.
—Aunque puedo
cambiarlo por una taza de café.
«¿En serio?» —Uh, está bien.— Jaejoong se giró y caminó
hacia su apartamento, con Yunho a su derecha. «Café, café, ¿tendría al menos algo de café?» «Dios, ¿había incluso
recordado arreglar el apartamento antes de salir esa noche?»
Jaejoong llevó su
temblorosa mano a su revuelto estómago y luchó contra la oleada de nauseas. «Solo porque Yunho haya aceptado subir no
significa que quiera algo contigo, Jaejoong», se recordó mientras abría la
cerradura de su apartamento.
Entró y oyó a Yunho
cerrar la puerta detrás de él.
—Siéntete en tu
casa. Solo voy a hacer algo de café,— dijo sin girarse. Se dirigió a la cocina.
Buscando en los
armarios encontró una lata de café, entonces, rápidamente, preparó una jarra.
Ahora solo tenía que esperar a que se filtrara. Tamborileó sus dedos en el
mostrador mientras veía el oscuro líquido caer en la jarra. Sacudió la cabeza.
No podía quedarse ahí y dejar a Yunho solo durante los siguientes diez minutos.
Tiempo de enfrentar sus miedos.
Tomando una profunda
respiración, regresó a la sala. Encontró a Yunho viendo los libros de su
estantería.
Yunho se giró y le
dio otra de esas devastadoras sonrisa. —Tienes una buena colección aquí. ¿Lees
por diversión o para aprender?
Jaejoong se
encogió de hombros. —Un poco de ambas, supongo. Aunque siempre me ha gustado
leer.
Yunho asintió.
—Nada mejor que acurrucarse en un día de lluvia con un buen libro, ¿no es así?
Jaejoong miró a Yunho
sorprendido. —¿Te gusta leer?
—Seguro. Me
encanta. Deberías ver mi colección en casa. Apuesto que es tres veces más
grande que esta,— dijo Yunho señalando el pequeño librero de Jaejoong.
—¿Algún género en
particular?— ¿A Yunho le gustaba leer? «¡Qué
bien!» Quizás ellos tenían más en común de lo que había pensado.
—Muy variado, lo
que sea que atrape mi interés. Tienes que venir alguna vez y ver lo que tengo.
Es una ecléctica selección. Eres bienvenido a tomar prestado lo que sea que te
interese.
—Eso sería genial,
gracias.— Jaejoong trató de mantener su voz incluso aunque quería saltar de
alegría. Yunho lo estaba invitando a visitar su casa.
—Entonces, ¿dónde
está tu compañero de cuarto esta noche? Heechul, ¿no es así?
La cara de Jaejoong
se calentó. «¿Yunho conocía el nombre de
su compañero de cuarto?» —Oh, está en una fiesta o algo como eso.
—¿Y tú no fuiste?
Jaejoong se
encogió de hombros. —Uh, no. Fui invitado, pero no son mis cosas.
Yunho lo vio
sorprendido. —¿Qué tipo de fiesta es?
Jaejoong podía
sentir su cara incluso más caliente. —Es en la casa de un chico, una de esas
largas fiestas de fin de semana. Es ¡uh! Creo que es una fiesta de BDSM o algo
así. Nalgadas, collares, todo tipo de cosas de Amo/Esclavo. Parecido a lo que
sucede en La Jaula de Jun, supongo.
Las cejas de Yunho
se elevaron. Jaejoong entendía su reacción. Heechul tenía su gran plan para
encontrar a un dulce papi dominante. Jaejoong pensaba que Heechul había perdido
la cabeza.
—¿No te gusta ese
tipo de cosas? Entonces, ¿por qué fuiste a La Jaula esta noche?— Preguntó Yunho, su voz suave, cautelosa.
Jaejoong metió sus
manos en los bolsillos para esconder su temblor. Esa conversación lo hacía
sentirse un poco incómodo. Le gustaban los hombres dominantes, pero no estaba
seguro del resto.
—No sé. Solo
pensaba en revisarlo, supongo,— contestó honestamente —.Nunca he tratado con
ninguna de esas cosas.
—No lo descartes
hasta que lo hayas probado, Jaejoong,— Yunho replicó.
La curiosidad
afloró en el interior de Jaejoong ante el tono de anhelo en la voz de Yunho. «¿Estaba Yunho dentro de ese tipo de cosas?»
Repentinamente la imagen de Yunho palmeando su trasero llenó su mente y aceleró
su corazón. «Quizás no debería
descartarla antes de probarla».
Jaejoong se
encogió de hombros para esconder su excitación y se sentó en el sofá. Tomó un
cojín y lo colocó sobre su regazo escondiendo su repentina erección mientras se
giraba a ver la cara de Yunho. Vio que se quitaba su chaqueta y la acomodaba en
el respaldo antes de sentarse en el lado opuesto del sofá.
Yunho parecía que
planeaba quedarse un tiempo. Jaejoong ciertamente lo esperaba. Incluso aunque
sabía que nada podría desarrollarse entre ellos, aun le agradaba hablar con Yunho,
escuchar esa profunda y rica voz.
—¿Cómo están las
cosas en el club?
Yunho se recargó y
cruzó las piernas. —Nada mal. El papeleo me está volviendo loco, pero por lo
demás está bien.
Jaejoong frunció
el ceño mientras consideraba esa declaración. —¿Papeleo? ¿Cuánto papeleo puede
estar involucrado en manejar un club?
Yunho se rió.
—Mucho más de lo que puedes creer. Facturas de equipo, de mercancía, costos de
operación. Realmente empiezo a odiar las facturas. Deberías ver la pila que
dejé en el escritorio. Eso puede asustar hasta que pierdes tus calcetines.
Jaejoong se rió,
levantando la bastilla de sus jeans y mostrando sus tobillos. —No uso
calcetines.
Yunho bajó la
vista y luego la subió a la cara, levantando una ceja. —Y no usas calcetines
porque…
Jaejoong se
encogió de hombros avergonzado. —Odio los calcetines. Hacen que mis pies se
sientan raros, me gusta que puedan respirar. Incluso en invierno uso mocasines
para no usar calcetines.
Yunho se rió y
levantó sus propios pantalones para mostrar sus tobillos desnudos. —También
odio los calcetines, aunque no por la misma razón. Solo que parece que nunca
puedo encontrar un par que combine.
Jaejoong no pudo
evitar sonreír. Si él estuviera con Yunho se aseguraría de que todos los
calcetines estuvieran cuidadosamente limpios y acomodados en par, apilados en
su cajón. Cuando ese pensamiento entró en la cabeza de Jaejoong su sonrisa se
perdió. «¿En qué diablos estaba
pensando?» Nunca estaría con Yunho. Necesitaba dejar de pensar en esas
cosas.
—Voy a ir a
revisar el café,— dijo poniéndose rápidamente de pie y dirigiéndose a la
cocina. Necesitaba poner algo de espacio entre Yunho y él antes de comportarse
como un completo idiota.
Jaejoong tomó un
par de tazas y las dejó en el mostrador, sacó el azúcar y la crema. Cucharas…
necesitaba unas cucharas. Abrió un cajón y sacó las cucharas dejándolas al lado
de las tazas, azúcar y crema. «¿Yunho
tomaría azúcar y crema en su café?»
Quizás debería
preguntarle en lugar de asumirlo. Se giró para ir a la sala y se topó con Yunho,
quien estaba apoyado contra el marco de la cocina. Jaejoong dejó salir un grito
de sorpresa.
—Lo siento,— balbuceó
—.No te vi.
Cerró los ojos,
medio avergonzado de chocar con Yunho, medio complacido de haberlo hecho. Jaejoong
podría morir feliz presionado contra esos duros y esculpidos músculos.
Levantó la vista
hacia la cara de Yunho. —Lo siento iba a preguntarte si tú...
—¿Preguntarme qué,
Jaejoong?— Yunho preguntó después de un momento, cuando Jaejoong no siguió su
declaración.
Los ojos de Jaejoong
casi se cerraban ante el bajo y grueso tono de voz de Yunho. Si él no lo
conociera bien, pensaría que Yunho estaba excitado. Pero eso era ridículo. Yunho
no lo deseaba… «¿verdad?»
—Yunho,— murmuró,
su mirada bajó a los labios de Yunho. «Esa
era realmente, realmente una mala idea» Pero incluso cuando se decía que
estaba cometiendo un error, Jaejoong se puso de puntas y depositó un beso en
los labios de Yunho.
Pasó su lengua
sobre los labios de Yunho, rogándole entrar. Sus manos aferradas a la camisa
del hombre mientras presionaba su cuerpo contra el de él. Sabía que Yunho podía
sentir su erección, pero no le importó. No podía evitarlo. Yunho lo encendía
más de lo que lo hacía cualquier hombre que hubiera conocido.
—Jaejoong.
—¿Sí?— Jaejoong
murmuró contra los labios de Yunho. «Sí,
sí, sí. Todo lo que quieras».
—Jaejoong.— Esta
vez la agitada voz de Yunho, entró profundamente en el cerebro de Jaejoong. —Jaejoong,—
Yunho repitió de nuevo.
Jaejoong levantó
la cabeza y miró a Yunho a los ojos. Lo que vio ahí, hizo que deseara que se
abriera el suelo y se lo tragara completo. Los ojos de Yunho estaban medio
cerrados, sus cejas juntas. Pero tenía los dientes fuertemente apretados, el
tic en su mejilla lo decía todo. Él no quería besarlo.
Jaejoong
rápidamente bajó la mirada y liberó la camisa de Yunho. Dio un inestable paso
hacia atrás y apoyó sus manos juntas contra su pecho para esconder su temblor.
—Lo siento,— murmuró.
No podía creerse que hubiera atacado a Yunho de esa manera. No tenía derecho.
No podría sorprenderse si no quería tener nada que ver con él después de esto.
Jaejoong giró la
cara hacia el mostrador, su espalda hacia Yunho. No podía darle la cara. No
podía ver el desprecio y malestar en la cara de Yunho. Haciendo que perdiera la
única cosa que le había quedado; sus fantasías de estar con Yunho, sin importar
lo imposible que eso pudiera ser.
—Jaejoong...
—Cometí un error.
Por favor solo vete,— le rogó, sus ojos llenos de lágrimas ante la suave voz de
Yunho. Él podría aceptar cualquier cosa de Yunho excepto su piedad.
ᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙ
Yunho miraba a Jaejoong
en shock. Cuando Jaejoong empezó a besarlo, Yunho casi pierde la cabeza. Jaejoong
sabía tan bien. Quería besarlo hasta que ambos se desmayaran. Pero si él
sucumbía a su deseo, Yunho sabía que no podría ser capaz de detenerse con un
beso.
Iba a quererlo
todo, cada centímetro del cuerpo de Jaejoong. Y eso no iba a desaparecer en ese
momento. La decisión sobre darle tiempo a Jaejoong para que se conocieran se le
estaba saliendo de las manos. Jaejoong sería suyo. Pero verlo alejarse,
sabiendo que creía que había sido rechazado, era más de lo que Yunho podía manejar.
«Él está sufriendo». Pensó. Y todo
era por su culpa.
Yunho llegó detrás
de Jaejoong y presionó su cuerpo apretadamente contra el de él. Lo tomó por su
cabello y le giró la cabeza, pegando los labios con los suyos. Envolvió su otra
mano alrededor de la cintura de Jaejoong y empujó su cuerpo contra el de él.
No solo besó a Jaejoong.
Él lo devoró. Su lengua recorrió los labios de Jaejoong antes de empujarse al
interior, demandando entrar, explorando cada centímetro de la caliente boca de
dulce sabor. Sintió que Jaejoong empezó a romperse, lentamente al principio,
después fue como si se quebrara un dique.
Jaejoong se abrió,
empujándose a ese beso con absoluto abandono. El pene de Yunho se endureció
contra la cadera de Jaejoong mientras se empujaba. «Celestial», pensó. Jaejoong gemía y gruñía mientras se empujaba
contra Yunho.
Yunho sabía que Jaejoong
no podía evitar sentir su erección presionando contra él. Mientras movía su
mano de la cintura a la ingle de Jaejoong, se preguntaba si encontraría la misma
dureza en el eje en sus jeans.
¡Maldición! Jaejoong
estaba tan duro que su cierre casi explota. Yunho lo acunó en su mano y
presionó suavemente al principio y después con mayor presión. Cuanto más duro
lo presionaba más pegado parecía estar Jaejoong. Era tan malditamente
receptivo. —Yunho, déjame
correrme,— Jaejoong murmuró contra los labios de Yunho mientras empujaba su
pene contra la mano de Yunho.
Yunho no estaba
seguro de que Jaejoong se hubiera dado cuenta que había hablado en voz alta.
Separó sus labios
de los de Jaejoong y los llevó a su oreja. —¿Cómo tienes que pedir lo que
quieres?— demandó.
—Por favor,—
Jaejoong murmuró.
—¿Por favor, qué?
—Por favor, amo,
por favor déjame correrme.— Pidió Jaejoong.
Yunho mostró una
gran sonrisa y bajó el cierre de los pantalones de Jaejoong, sacó su pene y
envolvió su mano alrededor del eje. Su pequeño hombre merecía una recompensa
por pedirlo tan encantadoramente.
—Buen bebé,— dijo Yunho
contra el lateral del cuello de Jaejoong —.Ahora córrete para mí, Jaejoong.
Como si fuera su
pista, Jaejoong lanzó la cabeza hacia atrás mientras se empujaba en el fuerte
agarre de Yunho. Gritó mientras se corría, cubriendo la mano de Yunho con su
liberación. Yunho siguió acariciándolo hasta que Jaejoong colapsó contra él.
Levantó a Jaejoong
en sus brazos y lo llevó a la habitación. Lo dejó en la cama y rápidamente le
quitó sus zapatos, jeans y finalmente su camisa. Entonces hizo una pausa para
estudiar su premio.
«Impactante», pensó. Hombros bien formados, pecho fuerte,
abdomen plano. No era enormemente musculoso, pero estaba bien definido. Y sus
piernas eran tan largas que parecían seguir para siempre. Yunho no podía
esperar a sentir que envolvían su cintura mientras jodía el apretado culito de Jaejoong.
Había babeado sobre eso el tiempo suficiente para saber que era perfecto.
Rápidamente se
quitó su ropa y subió a la cama entre los pies de Jaejoong. Tomó sus tobillos
mirándolo a la cara. Jaejoong simplemente lo veía fijamente, con esos hermosos
ojos negros profundo muy abiertos, sorprendido.
—Manos sobre tu
cabeza, bebé.
Jaejoong obedeció
tan rápidamente que hizo que la cama se estremeciera. Yunho se rió ante su
ansiedad. Aparentemente a Jaejoong le gustaba que le dijeran qué hacer. Yunho
no podía estar más complacido.
Tomando los
tobillos de Jaejoong, se empujó entre ellos, separando sus piernas y abriéndolo
con una hambrienta mirada. Malditamente caliente. «¡Estaba rasurado!»
Yunho se arrodilló
entre los muslos de Jaejoong y acarició la suave y tersa piel alrededor de su
prominente pene. —Te rasuraste. ¿Por qué?
Jaejoong gimió,
bajando la mirada mientras su cara se ponía tan roja como un betabel.
—Espero una
respuesta cuando hago una pregunta, Jaejoong,— Yunho agregó firmemente.
Jaejoong gimió
algo que Yunho no alcanzo a oír.
—No pude oírte.
—Se siente bien
cuando yo... cuando...— tartamudeó.
—¿Cuándo te
masturbas?
—Sí,— replicó.
—¿Te tocas a
menudo?
—Sí.— Jaejoong
asintió y giró la cabeza como si le avergonzara admitir que disfrutaba
masturbarse.
Yunho movió su
mano y acarició el duro pene de Jaejoong de la base a la punta y otra vez de
nuevo.
—¿En qué piensas
cuando te estás tocando?— preguntó tranquilamente.
Cuando Jaejoong no
contestó, él se movió más rápido, utilizando la otra mano para masajear su saco.
—Me detendré si no
me contestas, Jaejoong.
—No, por favor no
te detengas,— Jaejoong rogó.
—Entonces dime en
qué piensas cuando te estás tocando.
—En ti. Pienso en
ti,— gritó Jaejoong.
La mirada de Yunho
permaneció fija en la cara de Jaejoong. «¿Jaejoong
pensaba en él cuando se tocaba?» Sabía que Jaejoong lo encontraba
atractivo, pero aun así… De toda la gente en el planeta eligió a Yunho como su
fantasía personal. No pudo evitar sonreír.
—Buen bebé.
Honestamente creo que mereces una recompensa,— le dijo mientras bajaba su boca
para envolver la cabeza del pene de Jaejoong. Con un alto grito, Jaejoong
levantó las caderas de la cama y empujó su pene profundamente en la boca de Yunho,
que casi se ahoga.
Yunho movió sus
manos para detener a Jaejoong en la cama y comenzó a lamer su pene como si
fuera una paleta, hacia arriba por un lado y abajo por el otro. Los gemidos y
gruñidos de Jaejoong causaron estragos en el control de Yunho, haciendo que su
pene se pusiera increíblemente duro. Necesitaba reclamarlo. Ahora.
Nunca dudó que Jaejoong
pudiera ser una perfecta pareja en la cama, la tranquilidad de su agresiva
naturaleza estaba ahí, con él, se sentía tan correcto.
Con una mano
acarició suavemente el arrugado agujero debajo del saco de Jaejoong. Podía sentirle
estremecerse cada vez que su dedo lo rozaba. Rápidamente, lamió su dedo y
suavemente presionó el agujero de Jaejoong, un poco cada vez, hasta que estuvo
dentro hasta su nudillo.
Jaejoong se
agitaba, su cuerpo temblaba. En cualquier momento se correría de nuevo, que era
exactamente lo que Yunho quería.
Yunho levantó su
boca del pene de Jaejoong tan pronto como sintió que comenzaba a pulsar,
anunciando el inminente clímax. Con una mano acariciándolo rápidamente, y con
el dedo de la otra entrando en su culo, Yunho veía cómo Jaejoong encontraba su
liberación.
Tan pronto como Jaejoong
terminó de disparar, Yunho tomó el sedoso líquido blanco y lo esparció por el
anhelante agujero de Jaejoong, empujándose al interior.
Arrodillado entre
los muslos de Jaejoong, levantó su culo, acomodando su pene en la apretada y
pequeña entrada frente a él. Listo para reclamar a Jaejoong, lo miró fijamente
y ahogó una risa. Las manos de Jaejoong se aferraban a las sábanas a cada lado
de su cabeza. Sus ojos fuertemente cerrados, su boca abierta y seguían
escapándose una serie de gemidos de sus labios.
—Abre tus ojos,
bebé. Quiero verte cuando te tome.
Jaejoong abrió los
ojos y su mirada se encontró con la de Yunho.
—¿Quieres que te
tome, Jaejoong?
—Sí,— Jaejoong
murmuró. La punta rosada de su lengua lamía sus labios.
—¿Sí, qué?
—Sí, amo, por
favor.
—Buen bebé.— Contestó
Yunho y lentamente se empujó al interior, saboreando la sensación —.Dios mío,
estás tan apretado.
Entrando
profundamente hasta las bolas, Yunho luchó por sostenerse mientras el cuerpo de
Jaejoong se ajustaba a él.
Finalmente, oyó a Jaejoong
suspirar. Inclinándose llevó su cara frente a él, hasta que sus narices estaban
casi tocándose. Tan cerca que Jaejoong no podía esconderse de él. Todas las
cosas que sentía se mostraban en sus ojos.
Yunho comenzó a
mover sus caderas lentamente, empujándose dentro del apretado culo de Jaejoong,
sosteniendo su mirada. —Me perteneces ahora, Jaejoong, ¿lo sabes?
—Sí, amo.
«Maldición, aprende rápido».
—Nadie sentirá ese
dulce culo, ni tocará ese hermoso cuerpo, solo yo, ¿correcto?
—Sí, amo.
Moviéndose
lentamente, Yunho podía sentir formándose su orgasmo. Sabía que no iba a durar
mucho. Y aunque sabía que Jaejoong ya se había corrido dos veces, quería que se
corriera de nuevo, que se corriera con él.
—Quiero que te
corras conmigo, Jaejoong. ¿Puedes correrte de nuevo por mí?
—Sí, amo,— Jaejoong
contestó, su voz temblorosa.
—Entonces córrete
para mí, bebé,— Yunho gruñó mientras aumentaba el ritmo de sus empujes, sintiendo
los músculos del interior de Jaejoong apretándose alrededor de él.
Cerró los ojos y
gritó mientras se corría, cubriendo el abdomen con grueso y caliente semen.
—Eres jodidamente
perfecto, bebé,— Yunho gruñó mientras se empujaba de nuevo, liberándose dentro
del hermoso hombre debajo de él. Con su pecho jadeante, y su cabeza nublada, Yunho
colapsó, momentáneamente saciado.
«Increíble», pensó. Incluso mejor de lo que había
soñado. Jaejoong era perfecto, mucho más de lo que incluso había esperado. Yunho
sabía, incluso mientras se salía del cómodo cuerpo de Jaejoong, que los días de
vagabundear se habían terminado. Había encontrado lo que buscaba.
Yunho se levantó y
se dirigió al cuarto de baño, rápidamente se lavó y regresó con una toalla
caliente y húmeda para limpiar a Jaejoong. Cuando se sentó al lado de la cama
se rió. Jaejoong estaba roncando suavemente.
Se inclinó y besó
a Jaejoong en la cabeza antes de estirar los cobertores y cubrirlo. Lanzó la
toalla en la canasta de la ropa sucia antes de ponerse su ropa.
Quería quedarse y
acurrucarse, dormir con sus brazos alrededor de él. Pero desafortunadamente,
tenía un club que dirigir, y ya había estado fuera mucho tiempo. Necesitaba
regresar.
Jaejoong sabía
dónde encontrarlo. Esperaba que cuando despertara fuera al club a unírsele. Yunho
no podía dejar de sonreír mientras imaginaba la recepción que Jaejoong podría
tener cuando los otros supieran que ahora le pertenecía a Yunho. Eso seguro iba
a ser interesante. No podía esperar.
ᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙᕗᕙ
Jaejoong abrió los
ojos, inseguro de qué era lo que podía esperar. Recordaba a Yunho acompañándolo
a su apartamento e incluso lo que había sucedido después. ¿Se habría quedado?
«No». Cuando Jaejoong se giró, supo que Yunho se había ido. El otro
lado de la cama ni siquiera se había movido. Obviamente Yunho se había ido tan
pronto ellos terminaron.
No podía creer que
él hubiera tenido sexo con Yunho. ¿En qué infiernos estaba pensando? ¿O no
pensando? Jaejoong realmente le había rogado a Yunho que lo jodiera. Claramente
había perdido la cabeza.
No le extrañaba
que Yunho se hubiera ido. «Probablemente
cree que soy un completo fracasado». Jaejoong se giró de espaldas, sus ojos
cerrados con molestia. Era un fracasado. Después de ver el hombre con el que Yunho
había estado antes, Jaejoong no podía imaginar por qué Yunho había dormido con
él.
«¿Aparte de lástima?» «¿Soy tan patético?» Lágrimas se derramaron de los ojos de Jaejoong
mientras se daba cuenta de que nunca vería la cara de Yunho de nuevo. Su vida
era más miserable de lo que había sido antes de esa noche. Nunca regresaría al
Club Rotten.
Al menos antes de
que Yunho lo jodiera, podía fantasear que algún día podría estar con él. Oh
infiernos, había estado con él. Y mientras que el encuentro había sido todo lo
que Jaejoong siempre había esperado que podía ser, él sabía que su sumisión
había molestado a Yunho. Nadie quiere un esclavo en la cama. Jaejoong no había
hecho nada, solo quedarse acostado y permitir que él lo tomara. No participó de
ninguna manera.
Se levantó de la
cama y fue a la ducha. Abrió el grifo y se metió bajo el chorro. Mientras el
agua caliente caía en su sensible carne, dejó que su cuerpo se deslizara por la
pared y quedara acurrucado en el suelo, sus brazos envolvieron sus piernas.
Bajo el chorro,
dejó que las lágrimas cayeran, lloró por todos los anhelos y sueños que había
tenido antes de llegar a la ciudad y todas las fantasías que aún no se habían
realizado y que nunca se realizarían.
Finalmente, lloró
por Yunho, el hombre perfecto a sus ojos que nunca podría ser suyo. Era
demasiado sumiso, demasiado patético y ahora sabía que amaba tanto a Yunho, que
no podría tener cualquier tipo de relación con nadie más.
Yunho menso al menos debiste dejar una nota Jae no es adivino, pobre bebé no llores T-T jejeje, gracias por actualizar me gusto mucho, super hot XD
ResponderBorrarDejar una nota no te hubiera matado Yunho! Pobre Jae me da mucha penita toda su inseguridad es culpa de Yunho e.e tienes que arreglarlo Yunho y ser un poco mas directo y cariñoso con tu bebé ��
ResponderBorrarYunho tenias que haberte quedado o por lo menos hablar antes con él sobre su ahora relación, diste todo por hecho, pero Jae tiene la autoestima tan baja que ahora piensa esas cosas y esta oeor.
ResponderBorrarGracias!!!
Creo que Yunho tiene un serio problema con entender o predecir el comportamiento de Jaejoong ... Él no es adivino y se nota su falta de autoestima que le hace pensar siempre lo peor. Yunho tiene que trabajar en brindarle seguridad a Jaejoong.
ResponderBorrarHay Yunho ... Eres todo un caso ... Jaejoong tiene baja autoestima que piensa lo peor... U.u y no se acuerda cuando Yunho le dijo "ahora eres mio" :Q__
ResponderBorrarEl capitulo estaba bueno súper hot !
pobre de jae es tan inseguro y yunho por lo menos de vio dejar le una nota explicandole que estobo todo bien ¡¡ muchas gracias por el capitulo ¡
ResponderBorrarOHHHHHHHH n pede ser tan bien q hiban no es justo ojala puedan resolver esto juntos mas actu me encanta esta historia siiiiiiiiii gracias x compartir
ResponderBorrarYunho ya no aguanto mas y reclamo a jae como suyo :3 tan intensos estuvieron *_* ahh deos sera difícil que yunho ayude a jae a superar esos sentimientos que tiene de inferioridad pero se que lo lograra y serán felices bueno eso espero hahaha gracias por el cap me encanto *_* espero el siglo con ansias
ResponderBorrarawch pobre Jae tiene su auto estima muy abajo por todo lo que a pasado que cree no merecer a un Yunho dominante a su lado y como el muy tonto de Yunho no le dejo bien claro cuanto le ama ni una nota de que todo estará bien y que le pertenece de ahora en adelanto o algo que le de a entender a Jae que esta interesado Yunho en el ahora espero que si se aleja Yunho sufra un poco de lo que Jae sufre por su silencio y no declarar su amor abiertamente por Jae
ResponderBorrarGracias
Ohhhh santa cachucha ... No jae el te esta esperando. Pero como el descuidado y caliente de yunho no le dijo ninguna palabra de nada este se cree la peor cosa.... Ahhhh q se solucione ... Yunho al menos hablarle...
ResponderBorrarOh no Jae sube tu autoestima mi rey Yunho te espera, que las cosas no se compliquen,tonto Yunho porque no hablastes ......gracias
ResponderBorrar