Menor de Edad

Autora: shinhwavee
Género: AU, Escolar, Romántico
Advertencias: Lemon
Sumario:

Jaejoong fue engañado para comprar licor de Yunho, un ex bastender.

Traducción: JadeJung

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“Gracias,” Yunho sonrió. “Por favor vuelva pronto.”

Despidió a los clientes y los vio salir. Tomó un trapo y empezó a limpiar el mostrador. Se aseguró de que todas las botellas estuviesen y luego se volteó cuando escuchó la campana de la puerta sonar.

“Bienvenido,” Yunho hizo una venia con la cabeza. “Por favor, hágame saber si necesita ayuda.”

La mujer lo miró y sonrió.

“¿Tú no eres Jung Yunho?,” ella caminó hacia el mostrador. “¿El bartender de ese club en donde contrabandeaban drogas?”

“Ah,” Yunho sonrió nerviosamente. “Eso fue hace mucho tiempo, madame. Ya no soy más un bartender.”

“Demonios que no,” ella miró en su bolso y luego puso un pequeño vaso frente a Yunho. “Sírveme algo.”

Yunho miró hacia el pequeño vaso y luego de vuelta hacia la mujer.

“Lo siento,” inclinó la cabeza. “¿Le gustaría que la ayudase en otra cosa?”

Frustrada, la mujer se fue. Yunho suspiró y puso su mano sobre su pecho.

El club que ella mencionó era dirigido por su familia; el nombre era JungTime. Le gustaba trabajar ahí, pero después de malos negocios, JungTime fue vendido a usureros. Yunho y su familia aún podían trabajar ahí, pero ninguno de ellos sabía qué ocurría detrás de todo. Después de unos meses, la policía clausuró JungTime por posesión y uso de drogas importadas y de contrabando. Yunho y su familia fueron echados a la calle, y cada uno de ellos tuvo que salir a buscar diferentes trabajos.

Yunho suspiró ante los recuerdos que azotaron en su mente y continuó con su trabajo.

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“¡Aw vamos, Jae!” Changmin y Junsu se quejaron.

“¡No!” Jaejoong se cruzó de brazos.

“Yah;” Yoochun se paró frente a Jaejoong. “¡Si él no quiere, entonces no lo hace!”

“¡Cállate, Chun!” Junsu sacó la lengua. “¡Tú también lo quieres!”

“¡No podemos obligarlo!” Yoochun dijo a la vez que su amor platónico se acercaba.

“¡Jae!” Changmin hizo un puchero. “Tú quieres que pasemos unas buenas navidades, ¿cierto?”

“P-Pero…” Jaejoong balbuceó. “¡No podemos sólo comprar alcohol!”

“Nosotros no,” Junsu sonrió. “Tú.”

“¿Qué pasa si me atrapan?” Jaejoong preguntó nervioso.

“Amigo,” Changmin se burló. “Eres el rey del drama aquí. Si puedes convencer al director de que eres una mujer de 40 años por el teléfono, entonces puedes hacer lo que sea.”

Jaejoong jugueteó con sus dedos y suspiró.

“Está bien,” se rascó la cabeza. “Lo haré.”

“¡Yay!” los tres amigos gritaron al unísono.

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Yunho se apoyó contra el mostrador a la vez que esperaba a otro cliente. Suspiró cuando vio todas las caras felices pasar frente a él.

“Navidad,” dijo suavemente. “Necesito uno de esos.”

“¡Jung!” escuchó a su manager llamarlo.

“Sí, señor,” Yunho se enderezó.

“¡Feliz Navidad!” se rió jocosamente a la vez que le extendía a Yunho un pequeño y envuelto regalo. “¡Vamos, ábrelo!”

Yunho hizo lo que le pidió y vio un pequeño frasco de pastillas.

“¿Qué es esto?” preguntó.

“Son el nuevo tipo de Advil,” su jefe asintió. “Te lo conseguí porque sé que tienes horribles dolores de cabeza.”

“Gracias, señor,” Yunho sonrió e hizo una venia hacia la consideración de su manager. “Feliz Navidad.”

“No te pongas todo sensible,” su manager se rio y se puso su abrigo. “Y no te olvides de cerrar.”

“No lo haré,” Yunho asintió. “Adiós, señor.”

Con eso, el manager se fue, caminando fuera hacia las nevadas calles de Seúl.

Yunho miró hacia la hora; 8:27 pm.

Casi hora de cerrar, pensó para sí mismo.

Empezó a limpiar y tan pronto se encontró masajeando sus sienes.

“Aish,” gruñó. “¿Qué demonios?”

Alcanzó las nuevas pastillas que recibió de su manager y se tragó algunas, esperando que disiparan el dolor.

Rápidamente se volteó cuando escuchó la campana de la puerta.

“Bienvenido,” saludó. “Por favor, hágame saber si necesita ayuda.”

Jaejoong sonrió ante la hospitalidad y caminó nervioso alrededor de la tienda, mirando temeroso todas las botellas de licor. Miró los nombres y de dónde fueron importadas. Agarró una con manos temblorosas y lo devolvió rápidamente.

Cómo es que me metí en esto, sacudió su cabeza.

Yunho caminó detrás del mostrador y pronto sintió un dolor insoportable en el área de la entrepierna. Se sintió inexplicablemente caliente y miró hacia el cliente quien caminaba por entre los aparadores. Sus pantalones se sintieron angostos y miró hacia abajo hacia la tienda de campaña que estaba asomándose.

Qué demonios, pensó para sí mismo.

Miró de regreso al cliente y sintió su corazón acelerarse. Miró hacia el reloj; 8:32 pm.

Por qué la vida es cruel, pensó.

“Perdone,” Jaejoong sonrió nervioso.

“Ah,” Yunho le sonrió de vuelta, su sangre corriendo por sus venas. “¿Si?”

“Quiero Ciroc,” Jaejoong dijo fríamente. “Pero el estante está vacío.”

“Tenemos unos atrás,” Yunho dijo, el dolor en su entrepierna crecía por todo su cuerpo. “Por favor, sígame.”

Jaejoong asintió y dejó que Yunho lo guiara por el pasillo. Pronto se detuvo.

“Tengo que cerrar,” Yunho sonrió nervioso, evitando mostrarle a Jaejoong el bulto en sus pantalones.

“Entonces, ¿cómo saldré?” Jaejoong preguntó.

“Hay una salida en la parte de atrás,” Yunho podía sentir que estaba sudando.

“Oh,” Jaejoong asintió. “Okay.”

“Permiso,” Yunho pasó de largo de Jaejoong, controlando sus necesidades lo mucho que podía.

Jaejoong miró al hombre y sintió su corazón derretirse.

Él es muy guapo, sonrió.

Jaejoong rápidamente sacudió su cabeza y se abofeteó mentalmente.

Piensa en tus amigos, dijo en su cabeza. Buena Navidad, buena Navidad.

Yunho terminó de cerrar la puerta y trató de regularizar su respiración.

Tan lindo, pensó para sí mismo. Me pregunto cómo lucirá debajo de mí.

Sacudió su cabeza y se volteó, agarrando un portapapeles y sosteniéndolo, así su entrepierna no se notaba.

Me encargaré de esto cuando se vaya, asintió ante el pensamiento y dolorosamente enderezó la caminata por el pasillo.

“Por aquí,” sonrió y lideró a Jaejoong por el largo corredor.

Ambos caminaron en silencio, corazones latiendo rápido e incomodidad creciendo en el aire.

“Así que ¿cuál es tu nombre?” Yunho preguntó a la vez que los guiaba hacia un pequeño cuarto.

“J-Jaejoong,” Jaejoong respondió, sorprendido por la repentina pregunta. “¿Y el suyo?”

“Yunho,” Yunho respondió.

Pronto, ambos estuvieron caminando por en medio de las cajas de licores.

“Ciroc, ¿cierto?” Yunho preguntó a la vez que se acercaba a la parte trasera.

“S-Si,” Jaejoong balbuceó.

Yunho caminó hacia la parte trasera y alcanzó una caja que estaba arriba. La tomó y la abrió, agarrando una de las botellas con su mano.

Estaba a punto de darle la botella, hasta que recordó sus obligaciones.

“¿Puedo ver su identificación?” preguntó, el dolor creciendo inmesurablemente.

“Yo-Yo-Yo no lo tengo.” Los nervios de Jaejoong crecieron.

“Yo… no puedo vender esto… a ti.” Yunho se esforzó para decir eso, su pene pulsaba incontrolablemente.

“Por favor,” Jaejoong rogó. “De verdad lo necesito. Haré lo que sea.”

El pene de Yunho se agitó ante eso.

“¿Lo que sea?” jadeó.

Jaejoong asintió con su cabeza lentamente con un leve sonrojo en sus mejillas.

“Necesito ayuda,” Yunho jadeó.

Yunho apartó la botella y el portapapeles lejos y empujó a Jaejoong contra la pared, aprisionando sus labios en un rudo beso.

Jaejoong estaba sorprendido; nunca había besado a nadie antes, ni siquiera en un juego.

Pero no le importó un beso de Yunho.

De alguna manera, Yunho era diferente; se sentía correcto.

Yunho serpenteó su lengua alrededor del labio inferior de Jaejoong y Jaejoong abrió la boca, un débil gemido escapó de sus labios entreabiertos.

Yunho introdujo su lengua dentro de la boca de Jaejoong, saliva cayendo por las esquinas de sus bocas.

Jaejoong empezó a desabotonar el uniforme de Yunho y removió la parte superior lo más rápido que pudo. Yunho, rápidamente, removió la bufanda y abrigo de Jaejoong, recorriendo con sus manos por todo lo que podía del pequeño hombre.

Jaejoong gimió una vez más y pronto rompieron el beso, jadeando por aire. Yunho jaló del dobladillo de la camisa de Jaejoong y atacó el cuello del chico, dejando marcas visibles que todo el mundo podrá ver.

Yunho atacó agresivamente el pecho desnudo de Jaejoong y dejó que sus manos viajaran por todo su cuerpo. Jaejoong frotó su mano contra la espalda de Yunho y amó la manera en que se sentían los fuertes músculos contra sus dedos.

Yunho mordió y chupó los duros y erectos pezones de Jaejoong y pronto, este, sintió lo que Yunho necesitaba. Tragó saliva a la vez que imaginaba ser penetrado por el enorme bulto de abajo.

“Duele,” Yunho susurró en la oreja de Jaejoong. “Ayúdame.”

Sin pensarlo un segundo más, Jaejoong se arrodilló rápidamente y desabrochó los jeans de Yunho, bajándolos hasta sus tobillos. Miró hacia la manera en que el pene se levantaba alto a pesar del bóxer y lo acunó en su mano. Yunho se sostuvo de la pared para apoyarse y vio desesperadamente a Jaejoong.

Jaejoong lo bombeó a través de la ropa y lo besó un par de veces. Yunho sintió que estaba a punto de venirse y eso lo hizo temblar. Jaejoong le bajó los boxers y vio el pene de Yunho en toda su gloria. Se lamió los labios y miró hacia arriba a Yunho.

“Nunca he hecho esto antes,” Jaejoong susurró. “Por favor, perdóname si no te gusta.”

Yunho no pudo decir algo, estaba tan perdido en el placer como para pensar. En ese momento, Jaejoong abrió grande su boca y puso el pedazo de carne dentro.

Yunho gimió audiblemente y agarró el cabello de Jaejoong, haciendo que lo tomara más. Jaejoong empezó a atragantarse, pero se acostumbró y lo tomó todo.

Yunho sintió un calambre en el estómago y antes de que pudiera evitarlo, se corrió en la boca de Jaejoong. Pensó que había acabado, pero aún necesitaba correrse más.

Jaejoong levantó la mirada hacia Yunho con sus grandes ojos y eso excitó más a Yunho.

“Levántate.” Yunho dijo a la vez que le ofrecía su mano.

Jaejoong obedeció y tomó su mano. Yunho, rápidamente, maniobró a Jaejoong alrededor y lo arrinconó contra la pared.

Yunho se quedó mirando la visión ante él y sonrió.

Jaejoong tenía sus manos sobre la pared y el resto de su cuerpo apuntando hacia el moreno, listo para ser penetrado.

Yunho tomó la cintura de Jaejoong y sus manos viajaron hasta la cremallera de los ahora estrechos jeans de Jaejoong. Los desabrochó rápido y dejó que el denim se cayera. Agarró la erección de Jaejoong a través de la tela y sintió el pre semen gotear. Sonrió y bombeó el pene de Jaejoong lentamente, causando que el chico más pequeño temblara.

“Y-Y-Yunho… n-n-n-no j-juegues… ahh…” Jaejoong gimió a la vez que apoyaba su cabeza contra el hombro de Yunho.

Yunho bajó los boxers de Jaejoong y recogió con su mano el pre semen. Se deslizó hasta la entrada de Jaejoong y metió su dedo.

Jaejoong gimió y no le gustó al principio, pero pronto empezó a relajarse y eso le dio una oportunidad a Yunho de meter un segundo dedo. Jaejoong gimió de nuevo, un poco más alto y se sintió a sí mismo siendo estrechado.

“Eres tan caliente,” Yunho susurró al oído de Jaejoong, ganándose un gemido desesperado del más pequeño.

“Tú eres tan sexy,” Jaejoong le susurró.

Yunho tomó los labios de Jaejoong y lo besó de manera ruda, mordiendo el abultado labio inferior de este.

En el clímax del beso, Yunho metió su último dedo en el apretado agujero de Jaejoong y cuando frotó la próstata, se ganó un fuerte gemido.

“¡Ahí mismo, Yunho!” Jaejoong gritó.

Yunho apartó su mano y separó las nalgas de Jaejoong lentamente, metiendo su olvidado pene dentro de la estrecha caverna.

Jaejoong arqueó su espalda ante la penetración y sintió que lo partían cuando sintió el cuerpo de Yunho tocar el suyo.

“Shh,” Yunho besó la espalda de Jaejoong. “No llores.”

Jaejoong no se dio cuenta de que estaba llorando hasta que Yunho lo dijo.

“D-d-duele,” Jaejoong mordió sus labios.

“Relájate,” Yunho besó el hombro de Jaejoong.

Yunho frotó su mano sobre el cuerpo de Jaejoong y cuando sintió que se relajó, lentamente, empezó a moverse. Jaejoong gimió y mordió sus adoloridos labios a la vez que Yunho pinchaba sus pezones.

Yunho continuó su lento ritmo, enterrándose cada vez más lejos dentro de Jaejoong, hasta que gentilmente tocó la próstata de este.

“Más fuerte,” Jaejoong gimió. “¡Ahí!”

Yunho aumentó la velocidad y embistió fuerte dentro del dulce punto de Jaejoong, ganándose fuertes gemidos y oraciones sin terminar.

“¡Yunho!... Ahh… ahh… ¡ahí!” Jaejoong gritó.

Yunho fue más rápido y martilleó dentro de Jaejoong, satisfaciendo al tembloroso muchacho.

Las manos de Yunho estaban en las nalgas de Jaejoong y los apretaba, dejando su huella en la pálida y jugosa piel. Azotó el trasero de Jaejoong y tiró del cabello de este, ganándose maldiciones. Entonces, Yunho puso su mano sobre la cadera de Jaejoong, cambiando el ángulo, así él tenía mayor acceso.

Jaejoong podía sentir su olvidada erección  palpitar de dolor, pero antes de que pudiera hacerse cargo, Yunho ya tenía su mano puesta, bombeando a la misma increíble velocidad en la que lo embestía.

“Jae… ahh… tan estrecho… ahh… ¡me corro!” Yunho gimió a la vez que embestía más rápido.

“Ahh… ahh… ahh… Yun… ahh… ahh… muy grande… ahh… ¡también me corro!” Jaejoong difícilmente podía respirar.

Jaejoong sintió un inexplicable calor crecer a la vez que el sudor corría por su cara. Sintió la boca de su estómago tensarse y arqueó su espalda.

“¡¡YUNHO!!” gritó a la vez que se venía sobre toda la pared, su estómago y la mano de Yunho.

Yunho sintió el agujero de Jaejoong apretarlo más fuerte que antes y eso le incentivó para esparcir su semilla.

“¡¡JAEJOONG!!” Yunho gritó a la vez que los restos de su corrida se esparcían dentro de la caliente entrada.

Envolvió con sus brazos alrededor del chico joven y gentilmente los agachó a ambos.

Ambos sudaban mucho y Yunho apoyó al cabeza de Jaejoong sobre su pecho.

Jaejoong oía los latidos de Yunho normalizarse hacia un ritmo más calmado y sonrió. Besó el bronceado pecho y miró hacia arriba hacia el hombre que tomó su inocencia.

“¿Aún necesitas una identificación?” Jaejoong preguntó a la vez que paseaba sus dedos sobre el estómago de Yunho.

“Lo siento,” Yunho dijo a la vez que le mostraba a Jaejoong una identificación escolar. “No se supone que le venga a menores de edad.”

Jaejoong jadeó y rápidamente tomó su identificación de la mano de Yunho, sonrojándose notablemente.

Yunho rió y besó la corona de la cabeza de Jaejoong.

“Pero por ti,” sonrió. “Haré una excepción.”

“Feliz navidad, Yunho.” Jaejoong sonrió a la vez que sus pesados ojos le demandaban cerrarse.

“Feliz navidad, Jaejoong.” Yunho le sonrió de vuelta a la vez que besaba gentilmente sus labios de nuevo.

Yunho escuchó la respiración de Jaejoong ralentizarse y vio que se quedó dormido. Besó su frente y envolvió sus brazos alrededor del pequeño chico.

Navidad, pensó para sí mismo. Necesito uno de esos.

Apoyó su cabeza contra la pared y sonrió antes de internarse en el mundo de Morfeo.

-Fin.