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viernes, 8 de enero de 2016

Capítulo 8

Jaejoong tomó un sorbo de sidra de manzana mientras se reclinaba en su silla. Estaba agradecido de que Yunho hubiera recordado que le proporcionaran algo sin alcohol. No quería olvidar un solo momento de su recepción de boda, aunque no conocía ni a una sola de las personas que se encontraban en el salón.
Eso no quería decir que no hubiera conocido a un montón de gente esa noche, porque lo había hecho, más de lo que jamás podría posiblemente recordar, incluso sobrio.


Yunho parecía conocer a todos, y Jaejoong adivinaba que eso estaba bien.
En realidad era una fiesta a lo grande. Yunho, obviamente, había contratado a la mejor ayuda en todo. Probablemente había ayudado que fuera el dueño del hotel. Los camareros mantenían los vasos llenos y caminaban alrededor ofreciendo canapés a todos los invitados. Una orquesta tocaba suavemente en el fondo.
La gente bailaba. La gente reía. La gente celebraba. Sí, era un infierno de fiesta, y Jaejoong estaba aburrido. Apenas podía dejar de bostezar. Recepciones de alto vuelo definitivamente no eran lo suyo.

—¿Cómo lo llevas, Liebling?— preguntó Yunho.

Jaejoong se encogió de hombros. —Estoy bien, pero me sentiría mucho más cómodo en el ‘Mirotic’ jugando al billar con Leeteuk y contigo.

—Yo también— dijo Yunho. Agitó la mano hacia la multitud —.Todo esto va a terminar pronto y podremos volver a casa. Sólo un poco más, ¿de acuerdo?

Jaejoong asintió. ¿Qué otra cosa podía hacer? Esta fiesta parecía ser importante para Yunho.

—Hey, Liebling. ¿Sabes por qué New York se llama ‘La Gran Manzana’?

La frente de Jaejoong se arrugó con confusión. No estaba seguro de por qué Yunho le había hecho esa pregunta en particular. —Uh, no.

—Bueno, de acuerdo con la New York Public Library, el nombre proviene de un libro llamado ‘El Caminante en New York’ escrito por Edward S. Martin en 1909. Ahora, todavía hay un cierto desacuerdo sobre esto, pero es una teoría del pensamiento.

—¿Estás de acuerdo con esa teoría?

Yunho se encogió de hombros. —No sé.

—Y me estás diciendo esto porque…

Yunho se encogió de hombros de nuevo, esta vez se añadió un poco de color rojo a su cara. —Sólo es algo que he escuchado en alguna parte.

Jaejoong resopló. Se inclinó y besó la mejilla de Yunho, luego acarició su nariz contra su marido. —Siéntete libre de compartir conmigo estas cositas inútiles de información cada vez que quieras, chico grande. Haré mi mejor esfuerzo para recordar todas y cada una de ellas.

—Ahora te estás riendo de mí.

—No, amor, me estoy riendo contigo. Hay una gran diferencia. 

—¿Eh?— preguntó Yunho, una ceja levantada —.No estoy seguro de ver la diferencia.

—Bueno— Jaejoong se rió entre dientes —,si me hubiera reído de ti, yo te hubiera dicho que te mantuvieras para ti esas cosas extrañas de mierda que nunca he oído. Sin embargo, desde que me estoy riendo contigo, no lo diré.

—De alguna manera, todavía no veo la diferencia— dijo Yunho.

Jaejoong se inclinó hacia Yunho, acariciando su lado. —No lo haces— se rió.

—Ahora, ¿qué entiendes tú por es…?— Yunho comenzó, sólo para ser interrumpido por una voz detrás de ellos.

—Sr. Jung, lo siento, nos hemos perdido la gran entrada. Me han dicho que fue espectacular. Fuimos detenidos por un accidente de tráfico y llegamos un poco tarde. ¿Dónde tiene a su hermosa novia?

Jaejoong se congeló. Conocía esa voz. Lo perseguía en sus sueños y pesadillas. Se giró lentamente en su silla para mirar por encima de su hombro.
Rezó porque la persona que sabía estaba allí, no fuera realmente la que él pensaba. No hubo suerte.

—Hola, padre.

—¡Jaejoong!— exclamó el senador Kim. Su rostro palideció —.¿Qué estás haciendo aquí?

Antes de que Jaejoong pudiera decir nada, Yunho se puso de pie. Colocó su mano en la espalda de Jaejoong, tomando y tirando de él a su lado.

—Senador, ¿entiendo que usted está emparentado con mi marido, Jaejoong?  

—¿Su... su marido?— exclamó el senador Kim.

Jaejoong observó con una especie de curiosidad cómo toda la sangre se drenaba de la cara de su padre. Su madre estaba junto a él con la mirada perdida, como siempre estaba. Jaejoong ni siquiera estaba seguro de que ella viviera en el mismo planeta que todos los demás. Pero era un hermoso trofeo de esposa, aún a su edad.

—Sí, Jaejoong es mi marido.— Jaejoong se sintió cálido con el brazo de Yunho sobre sus hombros —.Creo que soy muy afortunado.

Jaejoong podía ver el horror en los ojos de su padre, poco a poco comenzando a ser sustituido por un destello calculador. Sabía qué veía. Su padre estaba tramando algo y Jaejoong sabía que lo más probable es que fuera algo peor de lo que pensaba.

—Bueno, entonces creo que tengo que felicitarlos. «¿Qué?»

Jaejoong no pudo evitar que su quijada cayera abierta en estado de shock. ¿Su padre, el gran senador Kim que presionaba con tanta fuerza contra los matrimonios del mismo sexo, les ofrecía sus felicitaciones? No era posible.

—Tú has perdido tu jodida cabeza— graznó Jaejoong.

—Jaejoong— advirtió el senador Kim —.Sé que tu madre y yo te hemos enseñado mejores modales que eso.

—¡Tú no me enseñaste una mierda!— Jaejoong dio un paso hacia su padre, de repente no estaba intimidado por él, como lo había estado la última vez que se habían visto. Fue el día en que el senador echó a Jaejoong de su casa sin nada más que la ropa que tenía puesta.

—Estamos en un lugar público, Jaejoong— gruñó el senador —.Eres un Kim. Recuerda quién eres y pórtate bien.

Jaejoong sonrió. —Soy un Jung. No he sido un Kim desde que me echaste a la calle porque era gay.— Cruzó los brazos sobre el pecho y miró a su padre, desafiándolo a seguir con sus palabras.

La nariz del senador Kim quemaba y su cara estaba enrojecida. Jaejoong sabía que estaba tratando de contener su ira. Al senador no le gustaba que lo contradijeran, en especial uno de sus hijos, y menos si era gay.

Cuando la mala cara del senador se suavizó y se desvaneció en una sonrisa, con dientes blancos perfectos como perlas y todo, Jaejoong se acercó a Yunho. Jaejoong no confiaba en su padre más de lo que confiaba en poder contenerse para no golpearlo, lo que por cierto, no estaba lejos de hacer.

—Fue puramente un malentendido, Jaejoong. Sin duda puedes ver eso. Tienes que darme un margen por mi reacción al ser sorprendido por tus... tus peculiaridades.

—¿Mis peculiaridades?— preguntó con asombro Jaejoong —.Odio tener que decirte esto, pero esto no es una curiosidad o una fase. No estoy tratando de rebelarme en contra de mi padre, o hacer una declaración de moda. Soy gay, padre. Voy a seguir siendo gay cuando me muera.

Jaejoong podría decir por el brillo que vio de repente en los ojos de su padre, que este deseaba la muerte para Jaejoong en ese preciso segundo. También sabía que tendría que tener una charla con Kangin sobre aumentar la seguridad.

El senador Kim era un hombre peligroso. Jaejoong lo sabía por experiencia personal. También era muy controlador de todo y todos a su alrededor. Es lo que le había llevado a donde él estaba hoy en día. Jaejoong no tenía ninguna duda de que su padre haría lo que él considerara necesario para mantener el control. Él había dejado de creer en la fachada de niño bueno de su padre hacía varios años.

El senador Kim apretó la mano que tenía alrededor del brazo de su esposa. —Bueno, sea como fuere, todos somos adultos aquí. Estoy seguro de que podemos actuar como tales.— Jaejoong se dio cuenta de que su padre lo miraba fijamente.

—Puedes irte a la mierda por lo que a mí respecta— espetó Jaejoong amargamente —.Espero no volver a verte.

Tan lleno de ira contra su padre, Jaejoong casi se olvidó de que Yunho estaba junto a él hasta que sintió un cuerpo grande moverse a su lado. Jaejoong lo miró rápidamente, tratando de medir su reacción.

Yunho sólo apretó el hombro de Jaejoong, dándole una pequeña mueca.

Jaejoong se sorprendió, sobre todo teniendo en cuenta su comportamiento y el hecho de que su padre era un hombre importante en la política. Él también se sintió aliviado, su corazón latía fuerte ante el apoyo silencioso de su marido.

Yunho se dirigió al senador. —Senador Kim, señora Kim, quiero darles las gracias por unirse a Jaejoong y a mí en la recepción de nuestra boda. Me agrada mucho que tengamos su apoyo y la bendición de nuestro matrimonio.— dijo Yunho —.A pesar de lo mucho que han hablado en contra de los matrimonios del mismo sexo en el pasado, tenerlos aquí en este día especial ha significado el mundo para Jaejoong y para mí.

Jaejoong frunció el ceño, un poco confundido en cuanto a por qué Yunho hablaba tan fuerte hasta que se dio cuenta del repentino silencio que había caído sobre la multitud. Luego, todo el infierno pareció salir cuando los periodistas corrieron. Los ojos de Jaejoong se abrieron cuando los periodistas lanzaron una pregunta tras otra a su padre y a Yunho.

—¿Es verdad, senador? ¿Es su hijo gay?

—Senador, Senador, ¿esto significa que cambiará su postura sobre los matrimonios del mismo sexo?

—Sr. Jung, ¿sabía que el senador Kim sería su suegro antes de casarse?

—¿Señora Kim? ¿Cómo se siente acerca de tener un hijo gay?

—¿Es verdad, senador? ¿Ha dado su bendición en el matrimonio de su hijo con otro hombre?

Las preguntas siguieron y siguieron. Jaejoong rodó los ojos. Infiernos, el gato estaba fuera de la bolsa ahora. Trató de pasar a través de la multitud de periodistas hambrientos. Realmente necesitaba un trago.

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Yunho sintió a Jaejoong rozarlo al pasar junto a él mientras trataba de alejarse de la muchedumbre cada vez mayor. Rápidamente se giró para mirar hacia abajo a su hermoso amante, preocupado por cómo todo el caos podría haberlo afectado, hasta que vio la sonrisa en el rostro de Jaejoong.

Él sonrió. Jaejoong parecía estar manejándolo bastante bien. Yunho estaba un poco preocupado acerca de lo que Jaejoong le dijera una vez que descubriera que Yunho había invitado al senador a su recepción de boda.

No fue para molestar a Jaejoong, más bien lo contrario. Quería que Jaejoong supiera que ya no tenía nada que temer de su padre. Yunho era mucho más poderoso que el senador Kim Wooseok, y haría todo lo posible para mantener seguro a Jaejoong.

—Liebling, ¿estás bien?— el aliento de Yunho quedó atrapado en su garganta ante la sonrisa que Jaejoong le otorgó.

—Estoy bien, cariño. Sólo deseo tener algo de beber.

Yunho no sabía si Jaejoong se dio cuenta de que su simple oración dijo todo lo que Yunho necesitaba saber. Si Jaejoong quería algo de beber, no estaba bien. Él estaba lo suficientemente molesto para querer olvidar toda la noche.

Por mucho que Yunho quería que Jaejoong no estuviera molesto, no quería que él bebiera. Malas cosas sucedían cuando Jaejoong bebía. Yunho lo sabía por experiencia personal. No era algo que alguna vez pudiera olvidar.

Por otro lado, esta era su recepción de boda. Nada decía que no podían irse cuando quisieran. Además, Yunho había planeado una maravillosa luna de miel para llevar a su nuevo marido. Yunho levantó la cabeza y miró a su alrededor buscando a Kangin, asintiendo con la cabeza hacia él para obtener su atención. En el momento en que vio asentir de nuevo a Kangin, Yunho agarró por el brazo a Jaejoong. Ya era hora de irse.

—Señoras y señores, a Jaejoong y a mí nos gustaría agradecerles a todos que hayan asistido a nuestra pequeña celebración. Por favor, coman, bailen y disfruten entre ustedes. Jaejoong y yo tenemos reservas que nos esperan para irnos a La Ponte en París. Buenas noches.

Yunho dio una pequeña reverencia con su cabeza y se giró para guiar a Jaejoong fuera de la gran sala de baile. Se lo llevó por el pasillo caminando hacia el ascensor, y allí pulsó el botón para el ático.

—Pensé que íbamos a París.

Yunho sonrió a Jaejoong. —Si París es donde quieres ir, París es a donde iremos. Podemos ir a cualquier lugar que desees.

Yunho envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Jaejoong y lo acercó a su lado.

—Pero, ¿no tenemos reservas a alguna parte?— preguntó Jaejoong.

Yunho hizo una mueca. —Técnicamente, sí, y la habitación ya se pagó para varios días. Sin embargo, no le diré a la prensa mundial en qué hotel nos hospedamos, antes de eso me cortaría el brazo. Nunca podríamos tener un momento de paz.

Jaejoong se echó a reír. —¿Mentiste?

—Jaejoong, hice mi primer millón en el momento que tenía veinte años, cinco millones por el tiempo en que tenía veintidós. He estado en esto durante mucho tiempo. Yo sé cómo jugar. Nunca debes decirle algo a la prensa a menos que realmente quieras que ellos lo sepan.

—¿Algo así como cuando les dijiste que te casaste?

—Exactamente.— Yunho se echó a reír —.A pesar del circo que acabamos de ver, hay uno o dos periodistas a los que respeto. Si necesito que alguna noticia se filtre, yo los llamo y ellos la dejan correr. De lo contrario, simplemente ignoran la mayor parte de ellas.

—Así que, ¿a dónde vamos entonces?

—En este momento, vamos a volver al ático para desnudarnos. Vamos a jugar un poco, tal vez obtener algo de comer y dormir un poco. Después de eso, dondequiera que desees ir. Es nuestra luna de miel.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron, Jaejoong siguió a Yunho al interior.
Esperó pacientemente a que Yunho usara su clave del ático para poder llegar a la parte superior del edificio. No podía esperar para subir las escaleras.

—Eres un hombre malo, malo— dijo Jaejoong.

—No tienes idea de lo malo que puedo ser en realidad, Liebling.— La risa de Yunho sonaba baja y profunda, y Jaejoong se puso duro como una roca. En el momento en que las puertas del ascensor se abrieron, Jaejoong agarró la mano de Yunho y tiró de él hacia el ático.

—Siempre podemos quedarnos aquí— dijo Jaejoong. Sus dedos se fueron al nudo de la corbata en el cuello de Yunho. Poco a poco, lo logró, sus ojos devorándolo —.Contamos con servicio de habitación y todo. Ni siquiera tendríamos que salir de la habitación.

Sonrió a la mirada de sorpresa en el rostro de Yunho. Rápidamente le siguió una mirada muy caliente. Los ojos de Yunho se oscurecieron un poco, el marrón oscuro en ellos los hacía parecer casi negros.

Jaejoong ni siquiera detectó la respiración irregular de Yunho.

—¿No quieres ir a París o a algún otro lugar para nuestra luna de miel? Tenemos toda una semana para estar juntos. Podemos ir a cualquier parte. Sólo decide el lugar.

Jaejoong se encogió de hombros. —Imagino que sería bueno ver algunos de esos lugares, Yunho, pero yo no lo necesito para ser feliz. Yo sólo te necesito a ti. A decir verdad, no me importa si nos pasamos toda la semana en mi antiguo apartamento, siempre y cuando nos quedemos juntos.

Jaejoong se sacó su chaqueta y la colgó sobre una silla cercana. Se quitó la faja y la puso junto a la chaqueta y entonces comenzó con los botones de su camisa. La mandíbula de Yunho se apretó.

—Por supuesto— Jaejoong arrastró las palabras cuando giró y caminó hacia el dormitorio —,si de verdad quieres pasar horas en un avión hacinado mientras llegamos a nuestro destino en lugar de quedarte aquí, donde puedes llamar al servicio de habitación desde la cama, supongo que podría hacer eso.

Jaejoong se echó a reír de alegría cuando fue detenido de repente por los brazos fuertes de Yunho y llevado rápidamente a la habitación. Oyó gruñir a Yunho cuando el hombre lo arrojó sobre la cama. Jaejoong rodó sobre su espalda y miró a su amante, observando la ropa que rápidamente fue despojada del poderoso cuerpo delante de él.

—¿Supongo que nos vamos a quedar aquí?

—Sácate la ropa, Jaejoong— gruñó Yunho —.Iremos de luna de miel cuando pueda mantener mis manos alejadas de ti lo suficiente como para llegar al maldito aeropuerto. Mi jet privado tiene una habitación.

«Por supuesto que sí», Jaejoong pensó mientras se sacaba la camisa y la tiraba a un lado de la cama. Su esposo estaba lleno de sorpresas.

A Yunho ciertamente le gustaban las comodidades, pero también había trabajado duro para poder tenerlas.

Jaejoong tenía los botones de su pantalón negro desabrochados, cuando de repente Yunho lo agarró de las botamangas y tiró de ellos por sus piernas. Jaejoong gritó cuando pudo volver a estar sobre el colchón. Antes de que pudiera levantar la cabeza, Yunho colocó su cuerpo grande sobre el suyo.

—¡Yunho!

—¿Sí, Liebling?— preguntó Yunho.

Sus manos enmarcaban la cara de Jaejoong, quien pudo sentir la ternura de Yunho. Siempre era tan suave, no usaba su fuerza para lastimarlo o forzarlo a hacer algo que él no quisiera. Jaejoong sonrió cuando Yunho se movió y sintió que presionaba el duro pene contra su ingle. En lo que a él concernía, se trataba de una excelente manera de comenzar una luna de miel. —¿Qué tan grande es la cama de tu avión?

Yunho dijo: —Nuestro jet, y es lo suficientemente grande.

Jaejoong trazó el contorno de la mandíbula cuadrada de Yunho. —Entonces, ¿qué estás esperando, Sr. Jung? ¿Acaso no tenemos que consumar el matrimonio en la noche de bodas? 

—¿La gente realmente hace eso?

Jaejoong se encogió de hombros. —No tengo ni idea, pero yo creo que sí. Tienes la boda, seguida de la recepción, después ir de luna de miel y consumar el matrimonio. 

—No hemos tenido nuestra luna de miel aún, Jaejoong— Yunho le recordó.

—¿Quién lo dice?— Jaejoong sonrió y rodeó con sus brazos el cuello de Yunho —.Ahora estamos casados y acabamos de dejar la recepción de la boda, ¿no?

—Me gusta tu forma de pensar.— Yunho se rió entre dientes.

—Pensé que podrías hacerlo— susurró Jaejoong justo antes de que Yunho reclamara sus labios en un beso intenso, la pasión y el deseo de amor y reverencia. Jaejoong lo sintió en todo el camino hasta sus pies.

También sintió la mano que se movía suavemente sobre su cuerpo, acariciándolo, encendiéndolo. Yunho parecía tener una obsesión con los pequeños pezones de Jaejoong. Los besó, tiró de ellos, jugueteó con los dedos. Jaejoong pensó que quizás debería hacerse unos piercings.

—Yunho— Jaejoong se quejó cuando los labios de Yunho pasaron de sus pezones a su abdomen. Él sintió la lengua de Yunho rodear su ombligo. Jaejoong se rió ante la suave lamida de los labios de Yunho sobre su piel. —Eso hace cosquillas.

Jaejoong sentía la sonrisa de Yunho en su piel. Luego, la boca de Yunho se movió más adelante. El aliento de Jaejoong quedó atrapado en su garganta mientras esperaba a que la boca de Yunho tocara su duro pene. Esperó y esperó, entonces rogó.

—Yunho, por favor— declaró Jaejoong mientras movía sus caderas hacia Yunho. Apretó los dientes cuando Yunho sólo se rió de él. Un momento después sintió de vuelta la lengua húmeda de Yunho contra su hueso pélvico.

Yunho quería torturarlo. Jaejoong lo sabía. Él quería conducir a Jaejoong a un estado de locura, pero siempre de una manera amorosa, hasta que ya no soportara más.

Yunho era bueno en hacer precisamente eso. Jaejoong casi podía sentir el aire a su alrededor moviéndose sobre su piel sensible.

Se sentía enrojecido, caliente, y necesitado. Jaejoong se quejó. Sus manos crispadas en el pelo de Yunho. Trató de dirigir a Yunho hacia su dolorido pene, pero este sólo lamió el saco debajo de su erección, sin tocar el pene de Jaejoong.

—Yunho— Jaejoong gimió de frustración.

—Paciencia, Liebling— dijo Yunho.

—¡No!

—Voy a hacer que valga la pena— desafió Yunho. Jaejoong lo consideró. Él realmente quería sentir los labios de Yunho envueltos alrededor de su pene. 

Por otro lado, Yunho tenía una imaginación salvaje en el dormitorio.

Jaejoong sabía que lo que Yunho hubiera planeado para él soplaría su mente. Simplemente no estaba seguro de poder esperar tanto tiempo. Ya se sentía más allá de la necesidad.

—Yo... Yunho, yo...— Jaejoong tartamudeó.

—Espera, Liebling— dijo Yunho mientras acariciaba los muslos de Jaejoong —.Te prometo que lo disfrutarás.

—No me toques durante un momento— pidió Jaejoong. Sintió a Yunho levantar las manos. Jaejoong cerró los ojos. Él respiró hondo varias veces para contener el orgasmo que podía sentir tratando de liberarse. Su cuerpo se estremeció por un momento y luego dejó que el aire en sus pulmones se liberara lentamente.

—Está bien— susurró.

Las manos de Yunho regresaron a sus muslos. Cálido aliento sopló sobre sus bolas hasta que se colocó cerca de su cuerpo. Jaejoong comenzó a jadear. No sabía lo que Yunho haría a continuación y eso lo volvía loco.

—Aaahhh— exclamó Jaejoong cuando Yunho dio a Jaejoong su deseo. Él envolvió sus labios alrededor del pene de Jaejoong. El cuerpo de Jaejoong se sacudió y onduló en contra del cuerpo más grande de Yunho. Calor al rojo vivo se precipitó a través de su cuerpo y se acumuló en su pene.

El cuerpo de Jaejoong se endureció cuando Yunho dejó caer su pene. A continuación se lo tragó hasta que Jaejoong sintió su nariz cepillando contra su corto vello rizado. Jaejoong no podía creer lo caliente que se sentía, el exquisito placer. Se había sentido en el cielo y ahora podía morir. «Oh no», pensó cuando Yunho comenzó a mover su boca a lo largo de la longitud de su pene. Cuando los dedos de Yunho penetraron su culo, Jaejoong empezó a gemir. No sabía si empujar hacia arriba en la boca de Yunho o hacia abajo en sus dedos.

Yunho resolvió ese problema por él pulsando con los dedos en el culo de Jaejoong, al mismo tiempo que tragaba su pene. Jaejoong trató de concentrarse en el increíble placer que corría por su cuerpo.

—Yunho, voy...— Jaejoong gritó cuando una fuerte presión se construyó en sus bolas. Se trasladó hasta la base de su pene y después estalló por la parte superior cuando encontró su liberación. Gritó una y otra vez mientras Yunho succionaba hasta la última gota, hasta que Jaejoong se fundió en el colchón.

—¿Estás bien, Liebling?

Jaejoong abrió los ojos para ver a Yunho inclinado sobre la parte superior de él.

Jaejoong ofreció a su marido una sonrisa tonta. —Estoy muy bien.

—Vamos a ver si puedes superar esto.— Sólo cuando se movieron, Jaejoong se dio cuenta de que los dedos de Yunho estaban todavía dentro de su culo. Su respiración cambió al instante, de tranquila y saciada, a rápidos jadeos de deseo.

El brillo feroz en los ojos de Yunho hizo aumentar la excitación de Jaejoong.

Podía ver el deseo y el amor brillando en sus ojos. El duro pene de Yunho, goteando, empujaba contra el muslo de Jaejoong.

Jaejoong se acercó a Yunho. Sus manos se deslizaron sobre los hombros y se movió hacia abajo para cubrir su pecho. Acarició con los dedos los pectorales musculosos de Yunho y luego se trasladó a jalar sus pezones.

Yunho dejó escapar un gruñido profundo de su garganta. Eso emocionó a Jaejoong hasta sus pies. Él necesitaba saber que podía encender a Yunho tanto como este lo encendía a él. Jaejoong se inclinó y tiró de los pezones de Yunho con sus labios.

Los mordisqueó con sus dientes.

Con su boca ocupada, las manos de Jaejoong estaban libres para vagar. Volvió a acariciar el pecho de Yunho, su cuello. Acarició la carne fuerte y sedosa de sus brazos y sobre sus hombros.

Sintió temblar el cuerpo de Yunho. Los músculos bajo sus manos se pusieron rígidos. Jaejoong quedó sin aliento cuando Yunho subió repentinamente las rodillas a sus piernas y sacó los dedos de su culo. Jaejoong pudo ver el rígido control que Yunho trataba de mantener.

Los ojos cerrados de Jaejoong revolotearon cuando Yunho se alineó y se hundió en él lentamente. El momento se congeló en el tiempo. Jaejoong abrió los ojos para ver a Yunho por encima de él, su cuerpo inmóvil. Se quedó mirando asombrado a Jaejoong lo que pareció una eternidad, y entonces movió las caderas hacia atrás.

—¡Yunho!— Jaejoong exclamó cuando éste lo empaló con su pene con fuerza, usando todo el poder de su cuerpo detrás de él. Jaejoong extendió sus manos sobre su cabeza y las mantuvo en la cabecera para mantenerse en el lugar y no ser empujado hacia arriba de la cama.

Él miró a Yunho con asombro. Había sido siempre tan amable con él. No es que lo estuviera lastimando, porque él no lo haría. Solo se sorprendió de que Yunho utilizara esa fuerza. Nunca lo había hecho antes.

Jaejoong pudo ver una pequeña cruz en la mandíbula apretada de Yunho. El férreo control de Yunho estaba en las caderas de Jaejoong, junto con la intensa mirada en su rostro, lo que le dijo a Jaejoong que finalmente había perdido su rígido control. Eso le emocionó. Él sabía que Yunho no le haría daño, pero era bueno ver que lo pudiera llevar a lo que él quisiera por una vez.

Jaejoong extendió sus piernas y las envolvió alrededor de la espalda de Yunho. Le sintió deslizarse un poco más la siguiente vez que empujó hacia adelante, sacudiendo el punto dulce de Jaejoong, quien de pronto encontró su pene empezando a interesarse de nuevo, ya que empezó a llenarse.

Jaejoong envolvió una mano en el pelo de Yunho y jaló su cabeza por un beso. Con la otra mano recorrió la espalda de Yunho. Le oyó gemir cuando le clavó las uñas en la espalda.

Los empujes de Yunho se hicieron más urgentes. Jaejoong no podía creer lo encendido que estaba cuando el cuerpo de Yunho comenzó a temblar. El envite más fuerte de Yunho, lo excitó hasta que sintió que su propio orgasmo se acercaba junto al de él.

Jaejoong se sintió empezando al borde de la cresta. Él quería que Yunho fuera allí con él esta vez. Enrolló en un puño el pelo de Yunho y lo jaló más cerca para darle un beso más, un beso dominante, devastando los labios de Yunho. Podía sentir su respuesta en cada movimiento de su cuerpo.

En el momento en que no creía que él pudiera contenerse más, Yunho se arqueó, tirando la cabeza hacia atrás cuando se escapó de su garganta un fuerte rugido. Sintió el repentino engrosamiento del pene de Yunho cuando se corrió y disparó su carga dentro de él, provocando la propia liberación de Jaejoong.

Jaejoong gritó mientras llenaba el espacio entre sus cuerpos antes de que Yunho se desplomara sobre él. Jaejoong suspiró. Acarició con sus dedos los bordes fuertes de la espalda de Yunho mientras esperaba a que su respiración volviera a la normalidad.


Tras unos momentos, Yunho levantó la cabeza para mirar hacia abajo a Jaejoong, su mirada llena de reverencia. Acarició el costado de su cara. Jaejoong sonrió y se inclinó hacia el tacto suave. Su gentil gigante estaba de vuelta.

7 comentarios:

  1. Una bofetada para el senador Kim que tanto aborrece la homosexualidad, su propio hijo se caso con alguien mas poderoso que él, Jung Yunho, jajaja...
    Me encanto Jae que no se amilano ante su padre y le dijo sus verdades y el apoyo incondicional de su marido.

    Esa fascinante luna de miel que están teniendo en su ático es muy hot, algo hecho para el YunJae.

    Gracias!!!

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  2. que bueno que le dejo bien claro Yunho a el padre de Jae que el ya no esta solo ahora espero y ese hombre no les haga nada pues después de que Yunho lo dejo en ridículo con los periodistas y el mundo entero les tendrá mas coraje
    Gracias por compartirlo

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  3. MuaJajajajaja lo mejor de la fiesta poner en ridículo al homófobo del padre de Jaejoongie bien hecho YunJae y que buen lemon muchas gracias por la actualización espero el siguiente

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  4. Que estara tramando el padre de Jae por lo menos Jae ya tiene a alguien que lo pueda defender y ese alguien tiene mucho dinero y poder y sobre todo lo ama ... gracias por la actualizacion!! ^^

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  5. Bien hecho ahora el hipócrita sr.kim q tanto odiaba las relaciones gay aunque haya sido de mentira dijo q estaba bien q aceptaba la relacion d jae con yunho y la prensa lo escucho jajjaja muy bien yunho XD yunho. La noche de pasion del yunjae *.* unica como siempre. jae tan humilde ** prefiere quedarse en cualquier lugar con su yunho sin importar no ir a otro pais. Me encanta <3 gracias por el cap amiga querida ^^

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  6. No me imagine que el padre de Jae fuera tan influyente, claro no tanto como Yunho, pero que horrible que no apoye a su hijo y ahora que esta con Yunho me pregunto cual es su malévolo plan, muchas gracias por el capitulo, me gusto mucho.

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  7. ay quedo el papa de jae jajaja ¡¡ por ser homofobico y con su propio hijo por yunho es mas poderoso que el muchas gracias por el capitulo <3

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