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jueves, 28 de enero de 2016

Capitulo 11

Las manos de Jaejoong se sentían húmedas mientras esperaba en la sala de la brigada a que Yunho fuera procesado. El jefe le había explicado a Jaejoong que eso no debía tomar más de una hora. Ellos estaban siendo tan rápidos como podían, pero no eran lo suficientemente rápidos como Jaejoong quería.


En primer lugar, Yunho nunca debería haber sido puesto en esta posición. El Senador Kim Wooseok tenía mucho de que responder y él lo pasaría mal si Jaejoong tenía algo que decir al respecto.

No tenía derecho a interferir en la vida de nadie de la manera que lo hizo, ni siquiera en la de Jaejoong. Ni siquiera se le debería permitir al hombre estar en la política.

Él había hecho demasiado daño. Jaejoong sólo esperaba que fuera obligado a pagar por ello.

Una conmoción repentina a un lado de la sala captó el interés de Jaejoong y se llevó los pensamientos de su padre. La gente parecía estar corriendo alrededor como ratas en una jaula. Podía ver al jefe y al alcalde a través de una ventana de cristal gritándole a alguien.

Miró a Kangin para ver si sabía lo que estaba sucediendo, pero el hombre sólo se encogió de hombros. Jaejoong se giró cuando se abrió la puerta detrás de él, sorprendido cuando el jefe le hizo un gesto.

El corazón de Jaejoong latía en su pecho mientras se levantaba de su silla y se acercaba al jefe, Kangin justo detrás de él. La mirada ácida sobre el rostro del jefe envió ondas de pánico a través de Jaejoong.

—Ha habido un problema, Sr. Jung.

—¿Un problema?— repitió Jaejoong —.¿Dónde está Yunho?

—Si usted pudiera entrar…— dijo el jefe. Dio un paso atrás e hizo un gesto a Jaejoong para que entrara en la pequeña oficina. Jaejoong caminó dentro.

Cuando Kangin trató de seguirlo, el jefe levantó la mano. —Por favor, sólo el Sr. Jung.

—Yo soy el guardaespaldas del Sr. Jung— declaró Kangin simplemente —.Voy a donde él va.

—Usted puede mirar por la ventana por ahí— el jefe señaló la misma ventana por la que Jaejoong había estado observando.

—Yo voy donde va Jaejoong— declaró Kangin otra vez.

El jefe miró como si quisiera discutir y luego asintió con la cabeza y le indicó a Kangin que entrara a la oficina. Jaejoong observó mientras cerraba la puerta detrás de él y se acercaba al lado del alcalde.

—¿Qué está pasando? ¿Dónde está Yunho?— preguntó Jaejoong. Una sensación muy mala le llenaba. La expresión que veía en los hombres frente a él no presagiaba nada bueno. Jaejoong podía sentirlo en sus huesos.

—Por favor entienda, señor Jung, cuando llevaron a su marido a la celda por haber secuestrado y asaltado a un joven. Él…

—Ya hemos explicado eso— dijo Jaejoong. Podía sentir el mismo movimiento hacia el borde de la histeria —.Yo soy el mismo Kim Jaejoong por cuya agresión ha sido arrestado Yunho. Todo es un engaño elaborado por mi padre para desacreditar a Yunho.

—Sí, entiendo que todos los cargos en contra del señor Jung han sido retirados— dijo un hombre. Jaejoong supuso que era el alcalde. Se veía como un alcalde, vestido como estaba en un elegante traje azul oscuro.

Jaejoong podía imaginarlo besando bebés.

—Entonces, ¿dónde está mi marido?

—Al parecer, cuando el Sr. Jung fue colocado dentro de la celda, se filtró el motivo por el cual lo habían arrestado. Cuando el señor Jung fue colocado en una celda con otros hombres, parece que se encargaron de darle la justicia que sentían que se merecía por agredir a un niño.

Jaejoong sintió que el mundo dejaba de existir debajo de sus pies. Su vista se nubló. Jaejoong sintió unos fuertes brazos que lo atraparon justo cuando sus rodillas cedieron y comenzó a deslizarse hacia el suelo.

—Joder, hombre, ¿no crees que podrías haber sido un poco más delicado cuando se lo dijiste?— gritó una voz en el oído de Jaejoong.

Jaejoong habría respondido, pero su cuerpo no parecía querer trabajar.

—Los médicos están revisándolo ahora y me han asegurado que sus heridas no amenazan su vida. «¡Yunho está vivo!» El corazón de Jaejoong empezó a latir de nuevo en el momento en que esas palabras se filtraron a través de la angustia que se arremolinaba a su alrededor.

Yunho estaba vivo. Jaejoong necesitaba llegar hasta él para ver por sí mismo que su marido estaba vivo.

Jaejoong empujó las manos de Kangin y se levantó. Miró ferozmente a los tres hombres en la habitación. Parecía que ellos miraban a todas partes menos a Jaejoong. —¿Dónde está mi marido?— retumbó Jaejoong —.¡Quiero verlo ahora mismo!

—Sr. Jung…

—¡Ahora!— gritó Jaejoong —.O que Dios me ayude, voy a tener el trabajo de cada hombre en esta sala y si no creen que pueda hacerlo, ¡pónganme a prueba! Voy a mantener este departamento tan atado en un litigio que hasta sus nietos necesitarán un abogado. 

—Ahora, señor Jung— comenzó el alcalde —.Estoy seguro de que no hay necesidad de eso.

Las cejas de Jaejoong se juntaron en un ceño fruncido. —¿No hay necesidad? ¿No hay necesidad? En primer lugar, no investigaron las denuncias en contra de mi esposo, entonces lo detuvieron. Luego, sus oficiales lo golpearon cuando trató de evitar que me golpearan, y ahora me está diciendo que ha sido asaltado mientras estaba en custodia policial.— Jaejoong movió su mano hacia la puerta —.¿Quiere que vayamos a ver a los periodistas que esperan fuera y les pregunte si hay necesidad?

—Jaejoong.

—¿Qué?— gritó Jaejoong cuando se dio la vuelta para mirar a la persona detrás de él. Pensó que era Kangin, hasta que vio la forma de torre en la puerta. Se quedó mirando, sin poder creer lo que veía hasta que Yunho salió a la luz.

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—¿Has estado causando estragos, Liebling?

—Yunho— Jaejoong susurró mientras corría por la habitación y se arrojaba en brazos de Yunho, que gruñó por el impacto.

Jaejoong rápidamente dio un paso atrás, moviendo las manos sobre el cuerpo de Yunho en busca de daños.

—¿Estás bien?— preguntó Jaejoong —.Dijeron que habías sido herido.

—Estoy bien, Liebling, sólo necesito un largo baño en la bañera y una noche de descanso para curarme.— Yunho pasó su mano por la pequeña abrasión en la cara de Jaejoong, su mandíbula apretada —.¿Cómo estás?

—Estoy bien ahora.— Jaejoong dio un paso atrás en los brazos de Yunho, consciente de sus heridas en ese momento —.Dios, yo estaba tan preocupado, Yunho—  susurró Jaejoong —.Yo no sabía si volvería a verte alguna vez después de que te sacaron de tu oficina.

—Y sin embargo, luchaste con tanta fuerza por mí.— Yunho se rió entre dientes.

Yunho se sentía muy orgulloso de Jaejoong. Lo había oído gritar, incluso antes de llegar a la oficina. No podría haberlo amado más en ese momento.

Además de Kangin, nunca había tenido a nadie que luchara con tanta diligencia por él. Se sentía bien al saber que alguien se preocupaba lo suficiente por él para luchar tan ferozmente.

—Por supuesto que sí, eres mi marido.— Jaejoong le sonrió a Yunho. Tocó la corbata roja alrededor de su cuello —.Además, todavía quiero ver tu respuesta cuando aparezca vistiendo sólo tus bóxers y cancele todas tus citas de nuevo.

Yunho envolvió sus brazos alrededor de Jaejoong y apoyó la barbilla en su cabeza. —Oh, yo te extrañé, Liebling.— Después de que volvió en sí, había estado preocupado de que algo terrible le hubiera sucedido a Jaejoong. Para entonces, él había sido encerrado en la parte trasera de una patrulla de la policía y estaba en camino a la comisaría. No había nada que pudiera hacer.

—¿Podemos ir a casa ahora?

Yunho dio un pequeño beso en la parte superior de la cabeza de Jaejoong. —En un momento, Liebling, tenemos algunos asuntos que atender primero.

Yunho miró a los hombres a través del cuarto. Quería gritar y gritar sobre la injusticia de lo que les había pasado, pero sabía que iba a llegar más lejos si se mantenía en calma.

—Alcalde, Jefe— dijo Yunho, asintiendo con la cabeza hacia ellos —.Supongo que todos los cargos en mi contra han sido retirados, ¿no es así?

—Sí, por supuesto— dijo el alcalde rápidamente —.Yunho, acerca de este lamentable incidente, yo…

—¿Desafortunado incidente?— Se burló Yunho —.¿Es así como lo vamos a llamar?

—Ahora, Yunho, ya sabes…

—Lo que sé, es que uno de sus oficiales asaltaron a mi marido. Lo que sé es que me arrestaron por cargos falsos. Lo que sé es que uno de sus detectives les dijo a todos en la celda que yo había asaltado a un niño antes de que él me lanzara dentro.

—¿Qué?— gritó Jaejoong, levantando la cabeza del pecho de Yunho para mirar hacia él en estado de shock. Yunho le dio unas palmaditas en la espalda para tranquilizarlo.

Volvió a mirar el alcalde, advirtiendo su expresión de sorpresa también.

—¿Uno de los detectives les dijo a todos en la celda que habías asaltado a un niño? ¿Estás seguro de que no sólo se le escapó de alguna manera?— preguntó el alcalde.

—Oh sí, estoy seguro.— Yunho hizo una mueca —.Creo que sus palabras estaban en la línea de: “Hey chicos, despierten, les he traído un tipejo que tiene que aprender una lección acerca de mantener sus manos fuera de los inocentes niños pequeños”, o algo así.

—El Detective Baek— Jaejoong aseguró.

—¿El Detective Baek?— preguntó Yunho, mirando hacia abajo a Jaejoong de nuevo —.¿Cómo sabes eso?

—Debido a que utilizó el mismo tipo de lenguaje en la oficina del jefe— dijo Jaejoong —.Él es el que me golpeó.

—Hmmm.— Yunho miró más allá del alcalde —.¿Y dónde está el detective ahora?
—Será mejor que esté limpiando su escritorio y entregando su placa— Jaejoong elevó la voz —.Nadie como él debe estar en una posición como la suya. Ni siquiera investigó las denuncias antes de hacer la detención. Él simplemente tomó la palabra de mi padre como segura y se apresuró a detener a Yunho. El Sr. Shim dijo que quería hacerse un nombre con este caso al arrestar a un personaje alto y poderoso como Jung Yunho.

—¿Tu padre?— Yunho preguntó con confusión —.¿Qué tiene que ver él con esto?
—¿No lo sabes?— preguntó Jaejoong, el asombro escrito en su cara —.Mi padre es el que hizo las acusaciones en tu contra, Yunho. Él es el que comenzó todo esto.

—¿Por qué? Nunca le he hecho nada.

—Sí, lo hiciste— rió Jaejoong —.Te casaste conmigo, entonces lanzaste la recepción de boda más grande en la historia de los banquetes de boda, invitaste a la prensa, a todas las personas influyentes, y a mis padres. Y entonces, regalaste al mundo su pequeño y sucio secreto.

—¿Su pequeño y sucio secreto?

—Yo.

Yunho podía ver el dolor y la tristeza en los ojos de Jaejoong. Después de lidiar con su propia horrible infancia y una puta adicta de madre, Yunho podía imaginar cómo se sentía. Sin embargo, todavía sentía dolor al descubrir que sus padres podían ser tan crueles e indiferentes, que lo odiaran por el solo hecho de respirar.

—Tal vez deberíamos lanzar otra fiesta entonces.— Yunho se rió entre dientes mientras envolvía con sus brazos a Jaejoong, apretándolo —.Decirle a todo el mundo el maravilloso pequeño secreto sucio que eres.

—¿Podemos no invitar a mis padres esta vez?

—Es una promesa, Liebling, tus padres estarán fuera de la lista de invitados.

—Ahora, ¿podemos ir a casa?

—Sólo un momento más, Liebling.— Yunho tenía sólo una cosa más que hacer antes de salir —.¿Qué va a pasar con el Senador Kim?

—¿Qué quieres de él?— preguntó el alcalde.

Yunho sonrió. Sabía que tenía básicamente al departamento de policía agarrado de las pelotas. Había sido detenido bajo acusaciones falsas, y sin una investigación adecuada, y tanto él como Jaejoong fueron golpeados. Había una demanda que esperaba latente a materializarse.

—Lo que yo quiero no es algo legal. Pero me voy a conformar con que acusen al Senador Kim de presentar un informe policial falso sobre asalto y agresión, y cualquier otro cargo que puedas imaginar. Y quiero que el detective Baek sea acusado de asalto a Jaejoong y a mí.

Yunho señaló a los hombres.

—Además, señor alcalde, y usted, jefe, nos acompañarán a Jaejoong y a mí fuera para hablar con los periodistas. Les explicarán que he sido falsamente acusado por el Senador Kim y que ahora él está bajo investigación por utilizar su posición para que me arrestaran. Dejarán claro a la prensa que Jaejoong no tuvo nada que ver con nada de esto.

—¿Y entonces?— preguntó el alcalde.

—Y entonces yo podría decidir jugar limpio y no demandar a esta ciudad hasta el último centavo.

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Jaejoong suspiró y se recostó sobre el pecho desnudo de Yunho. El agua caliente en la bañera golpeaba suavemente contra él. Esta era su idea del cielo, acurrucado en una bañera hecha a medida para dos con su marido, una botella de sidra y una caja de chocolates en el borde.

—¿Cómodo, Liebling?— Yunho susurró en el oído de Jaejoong.

—Sí, esto es maravilloso— dijo Jaejoong mientras frotaba sus brazos alrededor de él —.Tenemos que hacerlo más a menudo.

—Estoy de acuerdo. Ahora que te tengo, creo que tendré menos trabajo y más tiempo de juego.

—¿Qué es lo que tienes en mente?— preguntó Jaejoong.

—Bueno, después de lo que ha sucedido hoy, me he dado cuenta de que he pasado la mayor parte de los últimos veinte años haciendo dinero. Ahora, quiero disfrutarlo un poco. No quiero morir antes de que sea viejo y que me entierren en una tumba antes de tiempo. Quiero morir cuando esté viejo y decrépito, contigo en mis brazos.

Jaejoong se estremeció. —¿No podemos hablar sobre la muerte en otro momento?

—Lo siento, Liebling— dijo Yunho, dando a Jaejoong un pequeño abrazo —.Yo sólo quería decir que quiero disfrutar de la vida contigo. Quiero experimentar cosas, ver el mundo a través de tus ojos. Quiero darte cada maldita cosa que siempre hayas querido.

—Yunho, tú sabes que yo no puedo hacer eso por ti— dijo Jaejoong, reconociendo su mayor temor. Yunho le había dado mucho. Él no tenía nada que dar. ¿Qué pasaría si Yunho se cansaba de dar y recibir poco a cambio?

—Jaejoong, me das mucho más de lo que cualquier cantidad de dinero pueda comprar.— Yunho tomó la barbilla de Jaejoong y giró la cara hacia él —.¿No lo sabías? Aunque fuera tan pobre como un ratón de iglesia, siempre y cuando te tenga a ti, seré de todas maneras el hombre más rico del mundo.

Yunho agitó su mano a todo el cuarto de baño.

—Todo esto. Mi dinero. Mi poder y la posición social. Mis casas y otras posesiones. No significan nada para mí sin ti. Tú di la palabra, y dejaría gustoso todo esto en un segundo plano.

Los ojos de Jaejoong se abrieron como platos en estado de shock. —Yunho, trabajaste toda tu vida por todo esto. ¿Cómo podrías renunciar a ello?

—Jaejoong, es sólo eso. Esto no significa nada para mí más allá de lo que puede hacer por nosotros. No por mí, sino por nosotros. Por otra parte— dijo Yunho mientras levantaba la corbata y la frotaba a lo largo de la mejilla de Jaejoong —,nadie en mi círculo social ha recibido nunca una corbata como la que tú me diste.

Jaejoong se rió entre dientes. —Sigo pensando que es gracioso que uses la maldita corbata en la bañera.— Jaejoong casi se cayó de culo cuando entró en el cuarto de baño para unirse a Yunho sólo para encontrarlo sentado en una bañera de burbujas usando la corbata roja que le había regalado.

—Tú me diste esta corbata y un recuerdo maravilloso que la acompañaba. Ahora es uno de mis objetos favoritos.— Yunho se rió entre dientes mientras jugueteaba con la corbata —.Infiernos, he hecho que Songpo asegurara la maldita cosa.

La boca de Jaejoong se abrió. —¿Puedes hacer eso?

—Jaejoong, no hay muchas cosas que no pueda hacer, siempre y cuando sea legal.— Yunho acarició la cara de Jaejoong. Este cerró los ojos y se apoyó en la mano de Yunho —.Eso es lo que he estado tratando de decirte, Liebling.

—Es sólo una corbata, Yunho— susurró Jaejoong, sintiéndose un poco incómodo. Siempre lo hacía cuando se hablaba del dinero de Yunho.

Jaejoong se imaginó que sería siempre.

—Tú podrías comprar cientos, infiernos, incluso millones de corbatas iguales a esta o mejores.

—Técnicamente, podría. Incluso podría comprar la fábrica de corbatas si quisiera, pero no significan lo mismo para mí, Jaejoong. No me gusta la corbata porque quede bien con mis trajes, Jaejoong. Me gusta porque tú me la diste.— Yunho se rió otra vez —.Además, no creo que nadie más pueda darme una de la misma manera que tú lo hiciste.

Jaejoong se rió. —Te gustó, ¿verdad?

—¡Diablos, sí! Estabas caliente, Jaejoong.

—Debes ver lo que se me ocurra cuando te de tu bóxer.

—Estoy deseando que llegue el momento— dijo Yunho.

Jaejoong sintió las manos de Yunho empezar a acariciar su vientre de nuevo. Se sentía bien, cómodo. No había una urgencia enorme de tener sexo y eso se sentía bien. Jaejoong no lo esperaba. Él siempre creyó que estar involucrado significaba tener sexo cuando ambas personas estaban desnudas.

Las cosas eran diferentes con Yunho. Jaejoong se sentía contento con los brazos de su hombre alrededor de su cuerpo. Sí, Yunho era, con diferencia, el hombre más sexy que Jaejoong hubiera conocido, y se le hacía difícil no pensar en él. Pero no siempre tenían que tener sexo. A veces simplemente podían estar juntos, como ahora.

—¿Yunho?— dijo Jaejoong después de un momento.

—¿Sí, Liebling?

—Sabes que te amo, ¿verdad?

Las manos que acariciaban el abdomen de Jaejoong se detuvieron un momento y luego reanudaron las caricias. —Sí, Jaejoong, yo sé que me amas, pero siempre es bueno escucharlo.

—¿No es demasiado femenino?— preguntó vacilante Jaejoong.

Yunho le dio un beso al lado de la cabeza. —No, Liebling, no es demasiado femenino.

Jaejoong se rió entre dientes. —Sólo lo comprobaba.

—¿Jaejoong?

—¿Sí?


—Te amo, también.

9 comentarios:

  1. Espero que sea haga justicia y le quiten el cargo al "senador Kim" pero que persona para más desagradable para hacer todo esto a su hijo tsk pero olvidemos eso felizmente todo quedo aclarado....muero de la ternura god son tan románticos se aman a mas no poder ..no importa todo el dinero del mundo con tal de estar justos kyyaa >o<
    Gracias

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  2. que hermosa forma de amarse a pesar de tanto dinero que hay, ellos son sencillos, humildes, llenos de amor y ternura, que a pesar de tantas injusticias ellos están juntos. Ojala que al padre de Jae si le apliquen la ley por falsos cargos y que lo pongan en evidencia de ser homofóbico, quien es y lo que le hizo a Jaejoong. Aunque creo que no lo harán pues ellos son personas sin tanta maldad.

    Gracias!!!

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  3. awch y yo los amo a los dos XD
    me encanto la forma en
    que Jae defendió a su Yunho hasta que logro sacarlo de ahí
    que bueno que al fin salieron de ese martirio que los llevo el maldito del padre de Jae
    pero el también tendrá lo suyo bueno eso espero y le hagan pasar por lo mismo que paso Yunho pues se lo merece por ser la basura de padre que es

    Gracias por compartirlo

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  4. Abusaron de yunho tambien? O solo lo golpearon? >:( eso quedo confuso. Espero que no. Quiero q esos tipos paguen :/ jae y yunho dicen cosas tan románticas *.* los adoro. Gracias por el cap ^^

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  5. El papa de jae es una rata! Y ese detective también! Ojalá lo despidan! Pero ya están juntos :3 románticos y melosos como siempre :) gracias por compartir :) bonito cap

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  6. :333 fue un lindo final de capitulo, es muy buena historia, espero con ansias la actualización, estoy impaciente.

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  7. Tan hermosos me gusto, mucho, que bueno que solucionaron todo, espero que el papá de Jae la pase muy mal je je
    gracias por actualizar

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  8. Ahhhh cosos se aman demasiado, me alegro que todo se haya solucionado y que el senador Kim tenga su merecido, espero que jae ya no tenga dudas y miedos respecto al amor de yunho

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  9. que bueno que soltaran a yunho y como lo defendio jaejoong y que el papa de jae le den su merecido castigo por tan desgraciodo con su propio hijo y yunho con corbata en la bañera jaja y como le gusta su corbata es porque jae se la regalo eso la hace muy especial para el gracias por el capitulo besos

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