El corazón de Yunho se aceleró cuando entró a su oficina y vio a Jaejoong
frente a la gran ventana de suelo a techo de su oficina. Se veía abatido, sus hombros
hundidos y su piel más pálida de lo normal. Aun así seguía siendo lo más
hermoso que Yunho hubiera visto.
Jaejoong necesitaba tiempo—tiempo para acostumbrarse a la idea de que había
sido reclamado—pero la espera casi mata a Yunho. Afortunadamente, la espera
había terminado. Jaejoong había regresado y él nunca se iría de nuevo, si Yunho
tenía algo que decir al respecto.
—No entiendo esta necesidad que tengo de estar cerca de ti, Yunho.—
Jaejoong habló tan suavemente, incluso con su oído superior le había costado a
Yunho oírlo. —Estoy confundido y asustado y quiero saber por qué no puedo dejar
de pensar en ti.
Yunho llegó detrás de él, dudando envolvió sus brazos suavemente alrededor
de Jaejoong y suavemente lo acercó hasta que el hombre se apoyó en él. Se
inclinó e inhaló el masculino olor de Jaejoong, sintiéndose instantáneamente
mareado.
—Eres mi Rajaaka— Yunho murmuró contra el cuello de Jaejoong mientras
frotaba su cara contra él. —Estas enlazado a mí por siempre.
—¿S… soy un vampiro?
—No, Rajaaka. Tienes que nacer vampiro. No puedes convertirte en uno.
—Pero tú eres un vampiro, ¿no es así?
—Sí.— Yunho no podía mentirle a Jaejoong, aunque podía sentir el pequeño
estremecimiento de temor recorrer el cuerpo del hombre. —Soy un vampiro, pero
nunca te lastimaría. Eres mi Rajaaka. Soy incapaz de lastimarte.
—¿Qué significa… Rajaaka?— Jaejoong murmuró mientras apoyaba su cabeza en
el hombro de Yunho. —Sigues usando esa palabra.
—Ya te dije, significa mío.
—Sí, pero… ¡oh Dios!
Una mano de Yunho acariciaba el pecho de Jaejoong y bajó hacia sus
pantalones. Con un movimiento de su muñeca logró empujarse bajo la pretina de
los pantalones. No se sorprendió al encontrar un pene duro como una roca.
Siendo recientemente reclamado, Jaejoong sentiría la necesidad de acoplarse con
su pareja a menudo.
Yunho recorrió con su lengua la marca de la mordida en el cuello de
Jaejoong incluso mientras su mano envolvía el duro pene del hombre y lo
acariciaba suavemente. Él oyó a Jaejoong gemir, sintiendo su temblor y su aguda
respiración.
—Yunho, por favor.
—Petjya— Yunho corrigió, repitiendo las palabras que le dijo la primera vez
que estuvieron juntos. —Yo quiero oír que digas Petjya.
—Yo necesito… Necesito saber…
—Sé qué necesitas, Rajaaka.— Yunho acarició rápidamente el pene de
Jaejoong. —Yo cuidaré de ti.
Cuando Yunho lamió un lado del cuello de Jaejoong, raspó con sus dientes
suavemente la piel del hombre, Jaejoong parecía derretirse en él. Yunho sabía
que su brazo alrededor de la cintura de Jaejoong era lo único que evitaba que
cayera al suelo.
—¡Petjya!— Jaejoong gritó justo antes de que se corriera. Un caliente
chorro de esperma salió de su pene y cubrió la mano de Yunho.
Al mismo tiempo, Yunho hundía sus colmillos en la suave carne del cuello de
Jaejoong; el dulce néctar del hombre llenó su boca.
Yunho se sentía abrumado mientras retraía sus colmillos. Él necesitaba. Le
dolía. Su pene pulsaba. Él necesitaba tomarlo de nuevo, sentir su pene hundirse
dentro de la sedosa profundidad del hombre hasta que no sintiera nada excepto a
su Rajaaka.
—Manos en la venta, Rajaaka— Yunho dijo con sus dientes apretados. En el
momento que Jaejoong se inclinó y apoyó sus manos en el vidrio reforzado, Yunho
bajó los pantalones del hombre por sus piernas.
Separó las piernas de Jaejoong y se arrodilló detrás de él. El cuerpo de
Jaejoong temblaba mientras Yunho separaba sus nalgas. Yunho se inclinó y pasó
su lengua por el arrugado agujero de Jaejoong.
—Oh, ¡jódeme!
—Eso intento.— Yunho contestó antes de aplicar una generosa dosis de saliva
alrededor del agujero de Jaejoong. Él tendría que recordar dejar tubos de
lubricante en su oficina en el futuro. Pero ahora tenía que cuidar de su
Rajaaka. Hasta entonces tendría que aflojar a su compañero de la manera
antigua.
Yunho lamió y acarició y se empujó contra el rosado agujero de Jaejoong. Él
podía sentir las piernas de Jaejoong temblando. Todo el cuerpo del hombre
parecía vibrar con cada caricia de la lengua de Yunho.
Los gritos de Jaejoong eran el cielo para los oídos de Yunho. Él lo
saboreaba, se envolvía en el dulce sonido sabiendo que le daría a su Rajaaka un
placer inimaginable. El saber eso casi lo hace venirse en sus pantalones.
De cualquier manera, Yunho no creía que fuera a durar mucho. Su pene dolía
tanto que realmente era doloroso. Se puso de pie y vio alrededor del cuarto
buscando algo que pudiera hacerlo más fácil. Se arrancaría un brazo antes de
causarle dolor a Jaejoong, incluso si era para reclamarlo de nuevo.
Yunho vio una pequeña botella de loción natural sin aroma en un estante
cerca del escritorio. Recorrió el cuarto con su velocidad sobrenatural y
regresó con Jaejoong en menos de un segundo o dos. No podía apartarse del lado
de ese hombre, ahora que había regresado.
Vertiendo una buena cantidad de loción en su pene, se lubricó y entonces
esparció lo restante en el apretado agujero de Jaejoong, empujando sus dedos en
el interior para asegurarse de que estuviera lo suficientemente estirado.
Yunho gruñó, una fuerte sensación lo llenó cuando el cuerpo de Jaejoong lo
chupaba como si necesitara ser llenado. Yunho rápidamente sacó sus dedos y guio
su pene dentro del culo de Jaejoong.
Un largo grito salió de los labios de Jaejoong cuando Yunho se hundió hasta
sus bolas, y Yunho repitió el sonido de deseo con uno de los suyos.
—Joder, se siente tan bien, Rajaaka.— Yunho gruñó mientras se empezaba a
mover lentamente, entonces más y más rápido.
Él se aferró a las caderas de Jaejoong mientras se empujaba dentro del
apretado agujero del hombre. Los pequeños gritos de Jaejoong se habían
convertido en un largo sollozo. Yunho luchaba por respirar. Todo el aire del
cuarto parecía haber sido chupado.
—¡Petjya!— el cuerpo e Jaejoong se tensó.
Yunho gritó cuando los músculos internos de Jaejoong aferraron su pene. El
hombre llegó a su clímax esparciendo crema blanca perlada sobre el piso y la
ventana.
Yunho disfrutó oír el antiguo término cariñoso salir de los labios de su
Rajaaka. Sabía que Jaejoong no entendía el significado de esa palabra, el
profundo significado detrás de eso, pero Yunho si lo sabía.
Y el saberlo lo envió sobre el borde después que Jaejoong. Trató de
mantener sus garras retraídas mientras él se venía, pero sintió la necesidad de
hundirlas en las caderas de Jaejoong, mientras llenaba al hombre con su
semilla. La intensidad de su orgasmo hizo imposible que Yunho se detuviera.
Yunho se arqueó sobre Jaejoong y sostuvo el cuerpo del hombre cerca del
suyo. Su corazón latía rápidamente dentro de su pecho. Él podía sentir también
el latido del corazón de Jaejoong, el pulso en su cuello palpitaba mientras la
sangre corría rápidamente por sus venas.
Yunho gruñó cuando su pene se suavizó y salió del culo de Jaejoong. El olor
de la sangre de Jaejoong, estaría impregnado en él por siempre, Yunho cayó de
rodillas y lamió las pequeñas marcas de sus garras en las caderas de Jaejoong,
su saliva cerró los pequeños cortes.
Su corazón dolía. Él había perdido el control y lastimado a su Rajaaka.
Solo un momento antes le había prometido a Jaejoong que él nunca lo lastimaría
y sin embargo había hecho justo eso. Yunho podía solo orar porque Jaejoong lo
perdonara y no lo dejara.
Giró a Jaejoong, envolviendo sus brazos alrededor de su cintura y enterró
su cara en el abdomen de Jaejoong. —Por favor, perdóname, Rajaaka. No tengo
excusa por haberte lastimado. Perdí el control yo…
—¿Perdiste el control?— Jaejoong se rio y enterró sus manos en el cabello
de Yunho. —Tendremos que tratar de hacer eso más a menudo.
¿Qué? Seguramente él no había oído bien al hombre. Él había enterrado sus
garras en la piel de Jaejoong. Él lo había lastimado. Jaejoong debía estar
enojado con él. Quizás incluso decepcionado.
Yunho abrió los ojos y vio a Jaejoong. Él estaba impactado al ver la
sonrisa de satisfacción en los labios de Jaejoong. El hombre se veía mucho más
feliz que cuando acababa de llegar. Su piel brillaba; las líneas de
preocupación alrededor de los ojos se habían borrado.
—¿No estás enojado?
—¿Estás bromeando? Puedes joderme contra la ventana cuando quieras.
Yunho sonrió y se puso de pie, envolviendo en sus brazos a Jaejoong y
abrazándolo fuerte, sin importarle que sus pantalones estaban a la altura de
sus tobillos y que Jaejoong no usaba nada.
—Te prometo que cuidaré de ti en el futuro, Rajaaka— Yunho murmuró. —No
dejaré que mi pérdida de control me gobierne de nuevo.
—¿Eso significa que no me joderás contra la ventana de nuevo?
—Te joderé contra la ventana, contra el escritorio, contra la pared, contra
lo que quieras— Yunho murmuró, su corazón pulsaba de alegría. —Te joderé por
todas partes y en cualquier lugar que quieras.
Jaejoong levantó la cabeza para mirar a Yunho, con el rostro repentinamente
serio. —Primero necesitamos hablar.
Yunho asintió. Ellos deberían. Jaejoong merecía saber cómo iba a cambiar su
vida ahora que ellos se habían enlazado. Yunho había querido explicarle eso a
Jaejoong antes de que se fuera, pero él sabía que Jaejoong necesitaba entender
por qué ellos se pertenecían.
Ahora que ellos estaban enlazados, separarse por lardos periodos les
causaba dolor físico a ambos. Yunho necesitaba la sangre de Jaejoong como
Jaejoong necesitaba del semen de Yunho. Esto era un intercambio de la esencia
que da vida.
—Subamos al penthouse, estaremos más cómodos— dijo Yunho mientras se subía
los pantalones y los abotonaba. —Podremos hablar ahí.
Jaejoong asintió y se acomodó su propia ropa. Yunho vio cómo pasaba su
temblorosa mano por su cabello y miraba distraídamente alrededor del cuarto.
Jaejoong parecía desconectado, casi desorientado.
Pero se recuperó en un momento y envolvió su brazo alrededor de él mientras
era guiado hacia el elevador que los llevaría a la suite en el penthouse.
Ninguno de los dos habló mientras subían, el silencio entre ellos era como una
gruesa niebla.
En el momento en que las puertas se abrieron, Jaejoong salió rápidamente
como si no pudiera permanecer más tiempo en un espacio cerrado. Él se frotó sus
brazos rudamente con sus manos. Yunho llegó detrás de él, y acarició los brazos
de Jaejoong.
Jaejoong suspiró profundamente y se apoyó contra él. —¿Por qué me siento de
esta manera?— murmuró. Su voz temblaba con angustia. —¿Qué está mal conmigo?
—Soy yo, lo siento, Rajaaka— dijo Yunho. —No sabía que el reclamarte sería
tan difícil para ti. Desearía poder evitarte esto, pero no puedo renunciar a
ti.
—Mi nombre es Jaejoong— bufó —¡mi jodido nombre es Jaejoong!
Yunho podía oír el molestar en la voz del hombre y sabía que estaba a punto
de quebrarse.
—Tu nombre es Kim Jaejoong. Tienes veintiséis años. El nombre de tu madre
es Kim Hyemi. El nombre de tu padre era Kim Jungsoo. Él murió cuando eras un
niño y tu madre se volvió a casar con Kim Eungsoo.— Jaejoong se giró y vio a
Yunho, su boca estaba abierta. Yunho siguió. —El nombre de tu hermana es
Tiffany. Ella está casada con Kim Hyunjoong. Ellos están esperando a su primer
hijo.
—¿Cómo…?
—¿Creías que no te investigaría?
—Pero… ¿por qué?
—Eres mi Rajaaka. Quiero saber todo de ti.
Jaejoong empujó a Yunho y dio varios pasos hacia atrás, manteniendo casi el
cuarto entero entre ellos. Empezó a frotarse los brazos y vio fijamente a
Yunho.
—Sigue llamándome de esa forma— dijo Jaejoong. —Quiero saber qué significa,
y no me vengas con alguna medio preparada tonta explicación esta vez. Quiero la
verdad.
—Rajaaka significa amante, pareja, um… consorte. Te reclamé mientras
teníamos sexo y somos una pareja enlazada.
—¿Pareja enlazada? ¿Reclamar?— Jaejoong preguntó. Él se veía aturdido.
—¿Qué quiere decir eso? Nosotros solo tuvimos sexo ¿Cómo puedes reclamarme solo
con sexo? Eres un vampiro. Estoy seguro que has tenido sexo con cientos de
personas. ¿Los tipos como tú no viven por siempre o algo así?
Yunho sonrió, divertido por las suposiciones de Jaejoong, que eran como la
de la mayoría de la gente. —He tenido sexo con mucha gente, eso es cierto. Y he
vivido mucho tiempo, de hecho, cientos de años.
—¿Qué edad tienes?
—Nací en 1367.
Jaejoong abrió más los ojos. —Amigo, hablando de asaltar cunas.
—He visto muchas cosas en mi vida y he tenido muchos amantes, pero nunca he
tenido un Rajaaka antes. Solo se tiene uno y he esperado toda mi vida por ti.—
Yunho tomó una profunda respiración, el olor de Jaejoong le llegó incluso desde
el otro lado del cuarto. —Ahora que te he encontrado. Nunca estaré solo de
nuevo.
Jaejoong abrió la boca como si fuera a decir algo y entonces la cerró de
nuevo. Yunho podía sentir la fuerza de su mirada. Los dorados ojos de Jaejoong
tenían una sombra de curiosidad y de confusión y quizás un tinte de tristeza.
—¿Estabas solo? ¿Por qué? No puedo ni pensar en que el gran Jung Yunho no
tenga gente lanzándosele a sus pies.
—Eso es cierto, pero ninguno de ellos eres tú.— Yunho abrió la boca para
decirle a Jaejoong que había un inconveniente de todo esto, pero cambió de
opinión. El hombre tenía suficiente a qué acostumbrarse por ahora. Él
lentamente se acercó a Jaejoong, un paso a la vez, hasta que él estuvo a la
distancia de sus brazos.
—¿Quieres decir, que ninguno de ellos era tu Rajaaka?
—Exactamente.— Yunho acarició la mejilla de Jaejoong, la alegría lo llenó
cuando Jaejoong se apoyó hacia la suave caricia. —Ninguno de ellos eran tú.
—¿Por qué yo?— Jaejoong preguntó. —¿Qué hay tan especial en mí?
—Tú me llamaste desde la primera vez que olí tu sangre; Esa es la manera en
que es para los de mi tipo.
Jaejoong tragó con fuerza. —¿Quieres decir que tu beberás mi sangre?
—Ya bebí tu sangre— dijo Yunho mientras sus dedos bajaban por el cuello de
Jaejoong y tocaba los pequeños puntos marcados en su cuello. —Y voy a beber de
ti de nuevo. Ahora que estamos enlazados, unas cuantas gotas de tu sangre
pueden mantenerme más que cualquier otra sangre que pueda beber.
—¿Pu-puedes lastimarme?— Jaejoong murmuró.
—¿Te he lastimado antes?
—No recuerdo que tomaras mi sangre antes. Solo sé que lo has hecho. Vi las
marcas en mi cuello.— Repentinamente Jaejoong vio fijamente a Yunho. —Tomas mi
sangre durante el sexo, ¿no es así?
—Así es. Es muy erótico para mi tipo beber sangre durante el sexo.
Incrementa las sensaciones en ambos, en mí y en mi pareja, aumenta nuestra
sensibilidad y el placer que nos damos el uno al otro.
—¿Continuarás tomando mi sangre cuando tengamos sexo?
—Si tú me lo permites.— Yunho frotó su pulgar sobre el pulso en el cuello
de Jaejoong. —Puedo tomar tu sangre sin sexo, si lo prefieres.— Yunho haría
cualquier cosa que hiciera a Jaejoong sentirse cómodo, pero él esperaba que el
sexo fuera parte de eso.
—¿Me dolerá si tomas mi sangre cuando no estemos teniendo sexo?
—No.
—¿Por qué no?
—Tú eres mi Rajaaka— dijo Yunho. —Tú solo sentirás placer ante mi toque. Es
por eso que tus brazos hormiguean y tu cuerpo duele. Me necesitas tanto como yo
te necesito.
—No entiendo.
—Yo me comprometí a amarte y serte fiel. Te ofrecí mi vida y mi sangre. Yo
seré tu noche como tú serás mi día. Me quedaré por siempre contigo, mi amor, mi
Rajaaka. Me comprometí con los votos por toda la eternidad. Para el mundo, seremos
una sola alma.— Yunho tomó el mentón de Jaejoong y lo inclinó hacia arriba para
mirar fijamente al hombre. —Esas son más que solo palabras antiguas para mi
tipo. Esas palabras nos unen. Tú necesitas entregarte a mí, tanto como yo
necesito tomarte. Compartí mi esencia contigo, como tú lo hiciste conmigo. Al
darme tu sangre, tú me das vida. Y yo te doy vida a cambio cada vez que te hago
el amor y tu cuerpo acepta mi semen. Eso prolonga tu vida y la iguala con la
mía.
Los ojos de Jaejoong se abrieron más y entonces soltó una carcajada.
—Entonces, si digo ‘no esta noche, querido, tengo dolor de cabeza’ ¿podría
matarme?
—No, tú no puedes morir si no aceptas mi esencia, pero tu ciclo de vida
lentamente regresará a la de ser un humano normal hasta tu muerte.— Yunho gimió
ante ese pensamiento. Él no quería pasas los siguientes cientos de años sin su
Rajaaka.
—Háblame del resto de esto.
Yunho se aclaró la garganta y continuó. —No puedo salir a la luz del día.
Eso podría matarme. Tú eres mi luz del día y yo seré tu noche. Eso significa
que tú me brindarás calma y paz mientras que yo te daré fuerza y poder.
Jaejoong frunció el ceño. —¿Seré tan fuerte como tú?
—Y rápido— dijo Yunho. —No tendrás todas mis características, pero si
muchas de ellas. Serás más fuerte y rápido y será capaz de resistir mucho más
que antes.
—¿Y a cambio?
—Tú me darás paz, como te dije.— Yunho retiró el cabello rubio de la cara
de Jaejoong.
—Como vampiro, puedo perder el control si me enojo o me lastimo.
Tú me darás la calma que me ayudará a mantener el control. Tú evitarás que
lastime a alguien.
—¿Eso fue lo que sucedió la noche en que nos conocimos?
—No.— Yunho negó con la cabeza. —Cuando tú te cortaste con la hoja de tu
currículum, la hoja se embebió de tu sangre y tu olor. Tu olor me causó una
oleada de lujuria que solo se calmó cuando bebí tu sangre y se inició el lazo
entre nosotros.
—¿Qué acerca del resto de esto?— Jaejoong preguntó. —¿Algo acerca de la
eternidad y del mundo?
—Me comprometí contigo por toda la eternidad. Tu eres el único en mi vida,
Rajaaka, para toda la eternidad.
—¿En serio?— las cejas de Jaejoong subieron casi hasta la línea del
cabello.
—Sí, me comprometí contigo. Nunca tendré a otro, nunca amaré a otro. Tú
serás mi Rajaaka hasta mi último aliento. Me quedaré contigo por siempre.
Jaejoong sonrió. —Cool
Yunho se rio. —Para el mundo seremos una sola alma. Esas son las últimas
palabras del reclamo. Eso significa que nuestras almas se fusionaron. Yo estoy
dentro de ti y tú estás dentro de mí, aquí…
Yunho tocó con sus dedos el corazón de Jaejoong y luego la sien de
Jaejoong. Y aquí, terminó
telepáticamente.
—Yu-Yunho.— Jaejoong palideció. —Tu… tu…
Puedo leer tu mente
como tú puedes leer la mía, Yunho contestó en silencio. Esto hace parte de la fusión de nuestras almas.
¿Puedes leer mi mente?
Yunho estaba feliz de oír a Jaejoong en su cabeza. Sus ojos ardían a causa
de las lágrimas—algo que él no había experimentado en cien años. Inhaló
profundamente, tomando el aroma de Jaejoong. Calmándose inmediatamente, como
Yunho sabía que ocurriría.
—Puedo oír cuando me hablas, pero tus pensamientos son tuyos. Tienes
realmente que proyectarlos hacia mí para que yo pueda oírlos.
Jaejoong parecía aliviado. A pesar de que Yunho deseaba que Jaejoong no
quisiera esconderle nada de él, lo comprendía. Nadie quiere que otros lean sus
pensamientos, ni siquiera tu pareja enlazada.
—Hablar de esa manera es muy íntimo, Rajaaka— Yunho siguió. —Puedes oírme y
yo puedo oírte, pero solo a ti. Esto es algo reservado para las parejas
enlazadas.
—¿Podrás oírme siempre que lo proyecte hacia ti?
—Sí.
Que emoción aunque un poco asustado ya acepto a Yunho como pareja, le emociona a Jae saber todo lo que podrá hacer. Yunho muy varonil y sexi y Jae muy dulce, tierno e inocente además de hermoso
ResponderBorrarGtacias!!!
que bueno que Jae ya acepto a Yunho y estarán juntos para todo la vida y bien que le explico Yunho que se comunican por medio de pensamientos así Jae no seguirá pensando que esta loco por escuchar a Yunho que le habla en su cabeza
ResponderBorrarGracias
Que tal reencuentro! van a estar juntos por siempre Yunho a estado muy solo se nota lo mucho que necesitaba a su Jae ...ahora que Jae ya lo acepto ahora solo queda disfrutar de su amor .... lindo capitulo Gracias!
ResponderBorrarUhmmm esa declaracion (?)de yunho~~~Yo me comprometí a amarte y serte fiel. Te ofrecí mi vida y mi sangre. Yo seré tu noche como tú serás mi diario ~~... tan adssdsffs me encanto ahora si jae va conociendo mejor lo que es estar enlazado con yunho...alguien dijo YUNJAE ETERNO~~~
ResponderBorrarQue buebo que Jaejoong lo a aceptado por todo la eternidad kyyaa que tales palabras a uno lo deja todo hechizado wooo ..
ResponderBorrarGracias
Hasta que por fin hablaron y ya pusieron las cartas sobre la mesa como se dice, ya aclararon las cosas a detalle, así que ya sabes JJ de que va la cuestión.
ResponderBorrarLa forma de yunho de explicar todo, tan sutil, es tan lindo y apasionante a la vez, sus encuentros son a un nivel más allá, se complementan muy bien y es tan genial. Omg ;; gracias por el cap.
Ahh x fin las explicaciones...asi calma a Jae y todos felices
ResponderBorrar