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lunes, 10 de agosto de 2015

Capítulo 5

Jaejoong inclinó la cabeza a un lado, confundido. —¿El qué...?

—El reclamo, Rajaaka, te hice mío para toda la eternidad.

El corazón de Jaejoong se aceleró. La repentina sensación de angustia era como un dolor físico en su pecho. Un loco acababa de sacudir totalmente su mundo. Triste, realmente. Jung Yunho era un hermoso hombre quien hacía el amor como un dios. Lástima que también estuviera más loco que una cabra.


—Necesito usar tu cuarto de baño— dijo Jaejoong, cualquier cosa para permitirse algunos minutos para ordenar sus pensamientos… y entonces huir. Él gimió suavemente cuando Yunho se salió de su cuerpo y se rodó a un lado, permitiendo a Jaejoong levantarse.

—El cuarto de baño está a la derecha— dijo Yunho, señalando la puerta del otro lado de la pared.

Jaejoong asintió y se bajó de la cama. Se inclinó para tomar su ropa.

Rápidamente cerró la puerta tras él, y se apoyó en ella, frotó sus manos por su cara mientras los eventos de la noche llenaban su mente. Él había venido a una entrevista de trabajo y terminó jodiendo con el hombre con el que quería trabajar. ¿Qué lio era ese? Incluso si Yunho no le hubiera dicho que él ya no podía tener ese trabajo,

Jaejoong no lo hubiera aceptado. No iba a conseguir trabajo durmiendo con el jefe.

Ahora Jaejoong solo tenía que decidir lo que iba a hacer. Él aún necesitaba un trabajo y un nuevo lugar donde vivir. Él no podía seguir quedándose en la casa de su hermana. Pero primero tenía que ver cómo salir del penthouse de Yunho sin hacer una escena.

Fue al lavabo y se lavó rápidamente. Tomó su ropa y se la puso y entonces apoyó sus manos en el lavabo y se vio al espejo. Entrecerró los ojos y vio el color dorado de sus ojos. Siempre habían sido chocolate oscuro. Ahora no lo eran.  ¿Qué infiernos? ¿Qué jodidos eran esos dos puntos rosas marcando su cuello, justo sobre la vena yugular? Frunció el ceño, recordando que Yunho lo había mordido. No se había dado cuenta hasta ahora que había roto la piel.

Jaejoong sonrió y se acercó. Realmente eran agujeros —o más bien eran dos heridas perfectamente redondas sanando. Pero ¿Cómo era eso posible? La mano de Jaejoong comenzó a temblar cuando frotó las dos marcas.

No había manera de que esos extraños pensamientos que flotaban en su cabeza pudieran ser ciertos, porque eso significaba que él era el loco, no Yunho. Jaejoong trató de ordenar todas las piezas para juntarlas pero cuando lo hizo un frio estremecimiento por miedo se disparó por su espalda.

La entrevista de trabajo, el brillo rojo en los ojos, la marca de los dientes… todo eso formaba una conclusión en el cerebro de Jaejoong que lo asustó más de lo que hubiera estado en toda su vida.

Jung Yunho era un vampiro.

El aire entraba y salía tan rápido que no podía respirar. Presionó una mano en su revuelto estómago y se dejó caer deslizándose por la pared. Con una sola idea en mente, había tenido sexo explosivo con un vampiro.

—¡Oh, mi dios!— Jaejoong murmuró cuando se dio cuenta que él había sido mordido, ¿podría convertirse en un vampiro? ¿Necesitaría chupar sangre por el resto de su vida y renunciar a los rayos del sol?

—¿Rajaaka?

Jaejoong giró la vista hacia la voz. Empujó la puerta con el pie para mantener a Yunho afuera, entonces se rio de sí mismo. Estaba tratando de mantener afuera a un vampiro deteniendo la puerta con el pie. ¿Qué estúpido era? Yunho probablemente podía destruir la maldita cosa con su meñique.

—Salgo en un minuto.— Jaejoong esperaba que su voz se oyera algo más normal en lugar de histérica que era como él se sentía. Le tomó varias respiraciones profundas lograr ponerse de pie. Regresó al lavabo y se echó agua en la cara.

Viéndose al espejo de nuevo, negó con la cabeza. Se veía bastante normal, aunque quizás un poco pálido. Mientras se dirigía a la puerta se preguntaba si estaba pálido a causa de la locura o porque Yunho había bebido de su sangre.

Jaejoong abrió la puerta, se estremeció un poco cuando él encontró a Yunho directamente frente a la puerta. El hombre se veía preocupado, con las esquinas de sus labios hacia abajo y el ceño fruncido.

—Oh, hey, solo estaba lavándome un poco— Jaejoong dijo rápidamente.

Él se forzó a no apartarse cuando Yunho acarició un lado de su cara. No quería hacer nada que enojara al hombre. Estaba seguro de que Yunho podría arrancarle miembro por miembro. Si no, él podría definitivamente beber de él hasta secarlo, Jaejoong pensó histéricamente. Él podía ver la parte de abajo de los colmillos de Yunho rosando su labio inferior.

Pero en lugar del terror que esperaba sentir al verlo, Jaejoong sintió un repentino deseo de inclinarse hacia la mano que acariciaba un lado de su cara. Él quería más que nada envolverse en los brazos de Yunho, sentir el cuerpo del hombre presionarlo contra el colchón de nuevo.

—¿Estás bien? Rajaaka

—Sí, estoy bien— dijo Jaejoong. Él se alejó y vio alrededor del cuarto, hacia la puerta, él necesitaba salir de ahí lo más rápido posible antes de volver a caer ante el encanto del hermoso cuerpo de Yunho.

El maldito hombre estaba caminando desnudo... y excitado. Y estaría condenado si Jaejoong se detenía dejándose llevar por la hermosura de Jung Yunho. El hombre estaba para morirse, era hermoso, el sueño húmedo de sus fantasías. Tenía anchos hombros, musculosos brazos, un abdomen firme de lavadero y un sexy pene que era suficiente para que se le hiciera agua la boca a Jaejoong.

¡Maldición! Solo... ¡Maldición!

—Hey, esto fue muy divertido, pero necesito regresar a casa.— dijo Jaejoong mientras se acercaba a la que esperaba fuera la puerta de salida.

—¿Vas a dejarme? Rajaaka.

Jaejoong frunció el ceño ante la angustia que oía en la voz de Yunho. En serio. ¿Qué jodidos? No era como si se hubieran declarado amor eterno. ¿Lo habían hecho? Jaejoong exprimió su cerebro.

Él recordaba a Yunho diciendo algunas palabras, pero él no recordaba cuáles fueron… no exactamente. Él solo recordaba el profundo timbre de la voz de Yunho cuando habló, pero no las palabras reales.

—Mi hermana va a estar preocupada si no regreso. Se supone que venía a una entrevista de trabajo y…

—Tú me necesitas tanto como yo te necesito, Rajaaka.

El corazón de Jaejoong se hundió. Cerró los ojos contra la oleada de confusión. Yunho lo habría convertido en vampiro, él solo quería saber eso. Nunca sentiría los rayos del sol en su cara de nuevo, nunca sentiría la primera luz de la mañana de nuevo. Tendría que beber sangre para sobrevivir.

Jaejoong distraídamente se preguntaba si ahora tendría que matar por lo que necesitaba. ¿Podría lastimar a los que amaba? ¿Sería un irreflexivo monstruo? ¿Podría volver a comer pizzas de anchoas con ajo?

—Realmente necesito irme— murmuró, cerrando sus puños y dirigiéndose hacia la puerta.

—Estaré aquí cuando me necesites, Rajaaka.

Forzándose a ignorar la tristeza en la voz de Yunho y el deseo de lanzarse a los brazos de ese hombre y no dejarlo nunca de nuevo, Jaejoong siguió moviéndose. Pero cuando llegó a la puerta hizo una pausa y vio hacia atrás, requirió todo lo que tenía no olvidar su decisión y salir.

Jaejoong ahogó un inexplicable sollozo. Dejar a Yunho había sido lo más difícil que había hecho. Él sintió su corazón quebrarse en pequeños pedazos con cada paso que daba alejándose del hombre. Para cuando llegó al piso inferior, él apenas podía respirar.

Lágrimas bajaban por su rostro.

Jaejoong llamó a un taxi y entró en él, le dio la dirección del departamento de su hermana antes de hundirse en el asiento trasero, se secó las lágrimas, pero más caían. Había un profundo y doloroso agujero en su corazón y Jaejoong temía que la única manera de arreglarlo era regresar con Yunho.

Cuando el taxi llegó frente al departamento de su hermana, Jaejoong gimió. Él pudo ver la luz en el interior de la pequeña casa y sabía que había alguien. Él esperaba tener unos momentos a solas para recuperarse antes de enfrentar a su hermana y a su cuñado.

Infiernos, antes de enfrentar a alguien más. Sus pensamientos estaban desordenados, haciendo que su cabeza doliera cuando trataba de organizarlos. Él solo quería acurrucarse bajo las mantas y dormir, quizás soñar con Yunho.

—¿Jaejoong?

Él oyó la voz de su hermana en el momento que abrió la puerta. Un momento después la cara de Tiffany aparecía por el marco de la puerta de la cocina.

—¿Bien? ¿Cómo te fue? ¿Conseguiste el trabajo?

Jaejoong se abrazó y negó con la cabeza. —No, creo que contrataron a alguien más.

—Oh, Jaejoong.— Los hombros de Tiffany se hundieron y su sonrisa desapareció. Ella vio sobre su hombro hacia su recamara. Jaejoong sabía que Hyunjoong estaba ahí. Cuando Tiffany lo volvió a mirar, Jaejoong sabía que a él no le iba a gustar lo que ella le iba a decir.

—Jaejoong, sabes que te amo y que haría todo por ti, pero…

Jaejoong levantó su mano para detenerla. Él realmente no quería que Tiffany dijera las palabras que iban a salir de su boca. —Lo sé. Tú y Hyunjoong no han hecho nada más que ayudarme y yo nunca se los he agradecido lo suficiente.

—Jaejoong…

—Solo dame hasta el fin de esta semana, ¿está bien?— le dijo. —Si yo no puedo encontrar algo para entonces me iré a la casa de un amigo.

—Sabes que yo no lo quiero de esta manera, Jaejoong, pero…

De nuevo él la interrumpió. —Tiffany, en serio, está bien.— Se acercó a ella y la abrazó. —Tú has hecho más por mí que cualquiera. Tienes tu propia familia por quien preocuparte. Además, soy un hombre adulto. Puedo cuidar de mí mismo.

—Es solo, bueno, él bebé viene y todo eso, yo…

—¿Bebé?— Jaejoong se quedó con la boca abierta. —¿Qué bebé?

Tiffany se ruborizó. Ambos vieron el plano abdomen. Tiffany lo tocaba amorosamente. —Nosotros nos enteramos hoy. Tengo solo tres meses.

—¡Voy a ser tío!— Jaejoong gritó. Tomó a Tiffany de la cintura y la giró.

—Bájame.— Tiffany se reía y palmeaba el hombro de él. —Voy a vomitar.

Suavemente la bajó. Le dio un beso en la frente. —Estoy emocionado por ti, hermana. Tú y Hyunjoong merecen esto.— Le sonrió —Seré el mejor tío del mundo.— Pellizcó la nariz de Tiffany. —No quiero que te preocupes por mí. Estaré bien.

—Yo desearía…

Jaejoong presionó un dedo en los labios de Tiffany. —Shh. Estoy bien. Tú y Hyunjoong son maravillosos, no podría tener mejor hermana y cuñado. Encontraré algo. No te preocupes.

Tiffany sonrió, pero Jaejoong podía ver la preocupación en su mirada. Como su hermana mayor, ella siempre se preocupaba por él, desde que él estaba en pañales. Jaejoong tenía serias dudas de que Tiffany nunca dejaría de preocuparse por él. Ella iba a ser una gran madre.

—Conocí a alguien esta noche— él dijo cuando ella regresaba a la cocina. Tiffany rápidamente se dio media vuelta. Él necesitaba darle algo más de qué preocuparse. Su vida amorosa siempre parecía estar en la cima de la lista de ella.

—¿En serio?— Tiffany preguntó. Su voz se oía emocionada, justo como Jaejoong sabía que sería. —Bueno, háblame de él. ¿Cómo se llama? ¿Qué le gusta? ¿Es lindo? ¿Qué hace?

Jaejoong se rio. —Créelo o no, su nombre es Yunho.

—¿Yunho?— Tiffany frunció el ceño. —¿Dónde he oído ese nombre antes?

Jaejoong se apoyó contra el mostrador y cruzó sus brazos sobre su pecho. —Jung Yunho, el hombre que iba a entrevistarme— le dijo entonces esperó la lluvia radiactiva. Esa no tardó en llegar.

—Oh mi dios, Jaejoong— Tiffany murmuró. —¿Por eso no te dieron el trabajo? ¿Coqueteaste durante la entrevista de trabajo? Y ¿con Jung Yunho?

Jaejoong se rio. —No, no coquetee durante la entrevista. Realmente nunca tuve la entrevista. Fui al baño para cuando regresé todo el mundo se había ido inclusive la secretaria. Asumí que alguien había conseguido el puesto.

—Entonces, ¿cómo conociste al señor Jung?

Jaejoong se encogió de hombros. —Oí un ruido en la oficina y fui a investigar. Debí haberme tropezado y golpeado la cabeza o algo así, cuando desperté estaba acostado en una cama y Jung Yunho estaba sentado a mi lado.

Tiffany se rio y se cubrió la boca. —¿Es lindo?

—Hermoso.

—¿Te besó?

Jaejoong sintió su cara arder. Antes incluso de poderle contestar a Tiffany, ella saltaba y gritaba.

—¡Lo hiciste! ¡Lo hiciste!

—Sí, nos besamos.— Y un infierno más.

—¿Lo vas a ver de nuevo?

—No sé.— Jaejoong estaba muy seguro que lo haría. Solo en pensar en el hombre lo hacía sufrir.

—¿Por qué no?

—Apenas conozco al hombre, Tiffany.

—¿Entonces?

Jaejoong rodó los ojos. Su hermana pensaba que él era el mejor prospecto gay de la ciudad. Ella pensaba que todos estarían encantados de recibir las atenciones de Jaejoong. Jaejoong no estaba tan seguro. Él era muy quisquilloso acerca de tener una cita con un hombre, por lo que no tenía muchas citas.

—Él me invitó para que volviera a visitarlo.— Jaejoong al menos podría darle esa información a Tiffany, incluso si él no estaba seguro de regresar, sin importar lo mucho que lo quería hacer.

—Eso es algo, ¿no es así?— Tiffany preguntó. —Él quiere verte de nuevo.

O beber mi sangre, Jaejoong pensó para sí mismo mientras asentía hacia su hermana. —Sí.

—Bueno, ¿Irás a verlo de nuevo?

Jaejoong se encogió de hombros y se alejó del mostrador. —No sé. Él parece un buen tipo, pero nos conocimos hoy. Además, estamos hablando de Jung Yunho. Él es mega rico. No estoy seguro de que seamos del mismo planeta, mucho menos de la misma clase.

—¡Tonterías!— Tiffany bufó. —Si él dice que está interesado, entonces está interesado. Deja de buscar excusas para no verlo de nuevo.

Jaejoong levantó sus manos en señal de rendición. Se rio ante la ira de su hermana. —Está bien, está bien, creo que lo veré, lo prometo. Aunque, justo ahora, realmente me gustaría dormir un poco.

—Oh, lo siento, Jaejoong— Tiffany dijo. —No me di cuenta lo tarde que era. Solo quería oír cómo te había ido en la entrevista y entonces, bueno…

—Y en su lugar oíste de mi vida amorosa.

—Sí, algo como eso.— Tiffany se rio mientras ella salía de la cocina. Ella se detuvo en el pasillo y le besó la mejilla. —Te amo, hermanito, sabes eso, ¿verdad?

Jaejoong sonrió. —Lo sé. Y también te amo.— Jaejoong le dio un juguetón jalón a uno de sus largos mechones. —Ahora, ve a jugar con tu marido y dile que lo felicito por su bebé. Ustedes dos serán unos maravillosos padres.

ΛΗΛΗΛΗΛΗΛΗΛΗΛΗΛΗΛΗΛ

Jaejoong se estremeció y jaló las mantas hasta su cuello, se giró sobre su espalda tratando de sentirse cómodo en el sofá de la sala. Esta era la tercera noche en la cual tenía problemas para dormir.

Y cuando dormía. Buen dios, ¡qué sueños! Cada uno de ellos giraban alrededor de Yunho. Yunho haciéndole el amor. Yunho bebiendo de él. Jaejoong nunca había sentido ese inusual anhelo—no se imaginaba aferrándose al cuello de nadie más, a pesar de sus temores iniciales. Él solo ansiaba que Yunho bebiera de él. Lo anhelaba más que la siguiente respiración.

Yunho dominaba los pensamientos de Jaejoong así estuviera dormido o despierto. No podía dejar de pensar en ese hombre, no podía evitar recordar lo que Yunho podía hacer con sus manos y labios y…

Jaejoong gruñó. Él estaba casi en un constante estado de excitación desde su encuentro con Yunho, y su duro pene pulsaba. Se sentía como un lujurioso adolescente que acaba de descubrir el porno gay.

Masturbarse no parecía ayudar. Jaejoong lo había hecho muchas veces en los últimos días, creía que su pene podría caerse. Un pequeño pensamiento sobre Yunho y su maldito pene saltaba en busca de atención, listo para correrse. Él podría haber clavado puntillas con su cosa… ¡en el cemento!

Él solo tenía unos momentos de alivio cuando se corría y volvía a estar duro en unos instantes. Apenas si tenía tiempo para limpiar el semen de su abdomen antes de que el pensamiento sobre Yunho lo enviara justo de regreso a donde estaba antes de correrse.

Jaejoong se enderezó y se frotó los brazos. Su piel ardía, le dolía. Sentía un gran nudo en la boca de su estómago. Así había estado por días. Él no sabía lo que era, pero lo asustaba hasta sacarle la mierda.

Se acomodó de nuevo en el sofá y cerró los ojos. Su mente inmediatamente se llenó con la presencia de Yunho. Jaejoong casi podía sentir los fuertes brazos rodeándolo como si realmente estuviera ahí.

¿Por qué me haces esto? ¿Por qué no puedo dejar de pensar en ti?

Eres mi Rajaaka. La voz de Yunho llenaba la cabeza de Jaejoong. Jaejoong no estaba sorprendido. Él había estado oyendo la voz de Yunho en su cabeza desde la noche que pasaron juntos. Jaejoong estaba muy seguro de que se estaba volviendo loco.

Ven a mí, Rajaaka. Puedo cuidar de ti.

Jaejoong suspiró. ¿Qué decisión tomaría? El tiempo que le había pedido a Tiffany se terminaba. Él tenía que irse, a donde fuera le gustara o no. El penthouse de Yunho podría ser tan bueno como cualquier otro lugar.

Jaejoong se puso de pie y entró en la cocina. Escribió una nota para Tiffany, avisándole que iría a quedarse con un amigo y que le llamaría dentro de algunos días. Él a propósito escribió la nota vaga para no avisarle a su hermana exactamente a dónde se dirigía. Después de dejar la nota bajo una taza de café en el mostrador de la cocina, agarró su maleta, en silencio salió de la casa y se dirigió a la parada más cercana de autobús.

Treinta minutos después, Jaejoong llegó al centro de la ciudad. El vello en la parte de atrás de su cuello se erizó durante todo el viaje en autobús. Se sentía como si lo estuvieran siguiendo, pero cuando se fijaba, no veía a nadie viéndolo.

Tratando de sacudirse la extraña sensación, Jaejoong caminó algunas cuadras hacia el edificio de Yunho y entró. Ignoró a los sonrientes guardias de seguridad que lo vieron dirigirse hacia el elevador y a la gente que inclinaba la cabeza mientras él pasaba por el pasillo. No se detuvo a hablar con nadie hasta que llegó al escritorio de la secretaria.

—Hola, mi nombre es…

—Kim Jaejoong— la secretaria terminó por él, dándole una gran sonrisa.

—Uh, sí. Me gustaría ver al señor Jung.

—Seguro, señor Kim— dijo la secretaria mientras se ponía de pie y caminaba hacia la oficina de Yunho. Ella abrió la puerta y se hizo a un lado. —Por favor entre y póngase cómodo. Le avisaré al señor Jung que usted está aquí.

—Gracias— dijo Jaejoong mientras entraba a la oficina de Yunho. Dejó su maleta junto a la puerta, confundido cuando la cerraron detrás de él. ¿Qué infiernos estaba sucediendo? La secretaria Bulldog había sido muy amable, demasiado amistosa. ¿Todo el mundo sabía que él había dormido con Yunho?

Deprimido y anhelando algo que él no podía definir, Jaejoong se dirigió hacia la ventana y vio hacia afuera. Él no entendía el abrumador deseo por Yunho. En ese momento, él ni siquiera estaba seguro si necesitaba entenderlo. Él solo sabía que anhelaba al hombre.


Sufría por Yunho.

9 comentarios:

  1. No tiene mas remedio que salir de la casa de su hermana y mas ahora que tendrá un bebé. Ni modo Jae te verás en la "necesidad" de irte a vivit con Yunho, jajaja, si ya tú y tu cuerpo puede estar son él.

    Gracias!!!

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  2. pues que bien que Jae se a decidido a regresar a los brazos de Yunho si solamente ahí se sentirá seguro pues es donde debe de estar para poder descansar tranquilo por que su Yunho lo cuidara muy bien
    Gracias

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  3. jaejoong se asusto ... bueno cualquiera lo haría ... pero ya muy tarde Jaejoong Yunho te tiene en sus manos ... >w< !! era inevitable Jaejoong tenia que volver con Yunho ... pero igual necesitaba su tiempo a solas para darse cuenta.

    Gracias seguiré leyendo

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  4. Ay si tu jae ,que fea tu vida tener que regresar a los brazos de ese adonis que te quiere hacer de todo -nótese mi sarcasmo- ahora estarán bajo el mismo techo ?? ...y todavía que no se pueden resistir 7u7

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  5. hay Jae Jae después de todo regresastes con tu vampiro ardiente es que ya no puedes vivir sin el lo necesitas tanto claro tienen un lazo inquebrantable y que mas de otra tenías que irte de la casa de tu hermana buena su familia esta amentando que pena ...sisu claro que pena XD jajaja....una muy buena excuza ..bueno es que Yunho jo le a contando todo espero que ahora si le diga ..
    Gracias

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  6. Este jae me desespera en ocasiones, se niega a sí mismo que igual esta rendido por yunho, se hace al difícil, pero al fin y al cabo no resiste más y regresa a el, claro, luego de todas esas noches sin poder dormir a causa de sus pensamientos subidos de tono con yunho xD espero ya vaya aceptando las cosas y se de cuenta que igual le gusta mucho yunho, gracias por el capítulo ^^

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  7. Después de que fortaleció el vínculo entre los dos, no pueden estar separados

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  8. Y Jaejoong regreso con su hombre X3 ya sabia que regresaria con el , ese par no pueden estar separados por mucho tiempo se desean demaciado.. <3 <3

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  9. Lo dije....Jae iba a estar muy confundido xq Yunho no le explicó nada....pobre Jae

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