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viernes, 26 de diciembre de 2014

Capítulo 3

Jaejoong siguió a Yunho por las escaleras. Sus ojos se apartaron del cuerpo ensangrentado en el suelo. Él no podía creer que Yunho había matado a alguien justo delante de él. Eso le hacía preguntarse a Jaejoong qué tipo de hombre era Yunho.


Solo parecía estar justo en un lugar donde había violencia. Eso hizo temblar a Jaejoong. Había violencia cuando vivía con Hyunjoong, pero Jaejoong siempre estuvo seguro de que Hyunjoong no quería matarlo. Hyunjoong lo necesitaba para que trabajara en los vehículos. Pero aquí, Jaejoong no tenía un propósito. No había ninguna razón para mantenerlo vivo.

—¿Estás bien, Jaejoong?

Jaejoong miró hacia arriba a Yunho. No estaba muy seguro de cómo responder a eso. Técnicamente, si, él probablemente estaba bien. Se sentía asustado y sin saber qué iba a pasar. Yunho le había dicho que solo tenía que hacer lo que él le dijera y que estaría bien. Jaejoong esperaba que eso significara que Yunho no lo mataría.

La vida de Jaejoong no podía ser perfecta, pero no quería morir. Él sabía que lo mejor que podía hacer para asegurarse de su supervivencia era hacer exactamente lo que Yunho le dijera que hiciera y nada más. Tal vez eso es lo que significaba ser una mascota.

—Estoy bien.— Jaejoong respondió con cuidado. No quería hacer enojar a Yunho.

—¿Tienes hambre?— Yunho preguntó mientras se paraba frente a una puerta y la abría, entrando en ella. Jaejoong siguió a Yunho por la habitación, mirando a su alrededor con cautela.

—Yo podría comer— respondió. El tamaño de la habitación sorprendió a Jaejoong. Era mucho más grande que el pequeño armario donde vivía. La sala principal lucía un gran sofá y un par de sillones acomodados delante de una chimenea que iba a lo largo de la pared.

Justo enfrente de la puerta había un par de puertas dobles. Justo detrás de ellas, Jaejoong podía ver una barandilla de madera, por eso asumió que las puertas llevaban a un balcón. A la izquierda había solo una puerta de madera. Jaejoong se preguntó qué había más allá de esa puerta, pero tenía miedo de preguntar.

—Sigue y mira a tu alrededor si quieres, Jaejoong.— Yunho dijo mientras caminaba por la puerta y Jaejoong lo miraba. —Esta es tu casa ahora. Tú también puedes andar por donde quieras.

Jaejoong dudó por un momento, luego siguió a Yunho a través de la única puerta. Su boca se abrió casi en el momento en que vio la enorme cama centrada en la pared del fondo. Jaejoong no estaba seguro de que alguna vez en su vida hubiera visto una cama tan grande.

No tenía mucho sentido, aunque Yunho fuera enorme y necesitara una cama lo suficientemente grande como para acomodar su gran cuerpo. Sin embargo, Jaejoong estaba bastante seguro de que al menos cinco personas de su tamaño podrían caber en la cama y aun así tener espacio para moverse alrededor.

Aparte de la gran cama, Jaejoong podía ver dos aparadores contra la pared, dos mesitas de noche a ambos lados de la cama, un sillón doble mullido que podría ser una cama para Jaejoong solo, y una mesa sencilla con una silla. Unas estanterías se alineaban en toda la pared detrás del escritorio.

Jaejoong brevemente se preguntó si Yunho había leído alguno de los libros en las estanterías. El mismo Jaejoong nunca había terminado la escuela. Había tenido que trabajar mucho en el garaje de Hyunjoong que terminó por dejar la escuela. Apenas sabía leer.

Cuando Yunho salió por la puerta del lado izquierdo de la sala, Jaejoong lo miró. Esta vez, su boca se quedó abierta. Yunho se había quitado la camisa antes de que volviera a entrar en la habitación. Jaejoong fue intimidado por la masculinidad que exudaba Yunho. El vendaje que él aplicó en un lado, no lo distrajo de su belleza viril.

Yunho tenía un pecho apretado, esculpido, definido y los músculos de la parte superior de sus amplios hombros que bajaban hacia su plano abdomen. En una palabra, Yunho era caliente. Incluso sus gruesos muslos, que todavía estaban aprisionados en sus apretados jeans, eran calientes.

—Bueno— Yunho dijo mientras traía de vuelta a Jaejoong de su babeo. —¿Qué te parece?

Jaejoong miró a Yunho confundido por un momento. Entonces se le ocurrió. —Oh, es muy agradable, mucho más grande que mi habitación.

—Jaejoong, esta es tu habitación ahora. Hay una cómoda donde tú puedes poner tus cosas.— Yunho, dijo mientras señalaba uno de los aparadores contra la pared. —Por aquí es el cuarto de baño.— Yunho le indicó la puerta detrás de él.

Jaejoong se limitó a asentir.

—Mira, por qué no pones tus cosas en el armario, mientras que me aseguro de que nuestra comida ya esté en camino. Ve a la ducha y límpiate. Te conseguiré algo limpio para que te pongas. La ropa sucia simplemente déjala en la funda y mañana la mandamos lavar.

—Uh, bueno— Jaejoong respondió se quedó allí y vio a Yunho salir de la habitación antes de ir a la cómoda. No estaba seguro de que algo estuviera limpio, por lo que no parecía tener ningún caso guardar cualquier cosa en el armario.

Sacó la foto de su madre, y la puso en la parte posterior del armario apoyada contra la pared, luego cuidadosamente arregló sus cosas. No era mucho, solo un par de artículos de higiene personal y un pequeño bolso negro. Sacando de su bolsillo el dinero que había tomado de Hyunjoong, Jaejoong lo metió dentro del bolso y finalmente lo cerró.  Él miro a su alrededor, preguntándose donde podría ocultar el bolso negro para que nadie lo encontrara.

Antes de que pudiera encontrar un lugar, Yunho volvió a la habitación. —Pensé que ibas a tomar una ducha

Jaejoong agarró el pequeño bolso con fuerza contra su pecho.

—Yo estaba… uh… encontrando un lugar para mis cosas.

—¿Qué tienes ahí?— Yunho le preguntó señalando el pequeño bolso que Jaejoong tenía entre sus manos.

Jaejoong miró el bolso por un momento, luego a Yunho. ¿Y si Yunho le quitaba su dinero como Hyunjoong? Jaejoong no quería decirle a Yunho lo que tenía. Él esperaba que Yunho hubiera olvidado su dinero. Pero también no quería hacer enojar a Yunho.

—Mi dinero.

—Oh, bueno, tú probablemente deberías guardarlo en la caja fuerte. Las personas no suelen ir revisando mis cosas, pero nunca se puede ser demasiado cuidadoso.

Jaejoong estuvo a punto de gritar cuando Yunho se acercó y cogió la pequeña bolsa de entre sus manos. Era todo lo que realmente tenía en el mundo. Había trabajado duro por cada centavo. Si Yunho se lo quitaba, no tendría nada. Jaejoong vio como Yunho se acercó a la estantería y quitó un par de libros. Se sorprendió al ver una pequeña caja de seguridad dentro de la estantería. Trató de ver lo que estaba haciendo Yunho, cuando Yunho miró hacia abajo le hizo un gesto para que se acercara.

—Ven acá y te mostraré cómo funciona esto.

Jaejoong se acercó para estar junto a Yunho, mirando cómo se movía el disco de un lado a otro hasta que hubo distintos tintineos y pudo girar la manivela. Abrió la puerta y puso el pequeño bolso negro en el interior, entonces cerró la puerta.

—¿Has visto cómo hice eso?— Yunho preguntó.

Jaejoong asintió. Si, lo había visto. Él no era tonto y se resintió porque Yunho tratara de tratarlo como tal. Jaejoong estaba a punto de abrir la boca y decirle algo, pero Yunho empezó a hablar de nuevo.

—No se le puede dar la combinación a cualquiera, Jaejoong. Solo tú y yo la sabemos. TOP ni siquiera se la sabe. ¿Está bien?

Jaejoong juntó sus cejas por la sorpresa, pero asintió con la cabeza de todos modos.

—Si se te olvida la combinación, solo pregúntamela. Es 33–5–64— Yunho continuó. —Además, sé que este dinero son todos tus ahorros y no quiero que lo uses si no tienes que hacerlo. Si tú necesitas dinero para algo, puedes preguntarme o sacar algo de la caja fuerte. Simplemente no te excedas.

—¿Puedo usar tu dinero?— Jaejoong preguntó atónito.

—Bueno, yo no puedo pensar en ninguna cosa que tu necesites comprar que no vaya a ofrecerte, pero, si, si tú necesitas dinero para algo, está aquí para que lo uses.

Jaejoong no sabía qué decir. Nadie le había ofrecido compartir nada con él. Bueno, hubo una vez que un amigo de Hyunjoong, Youngsaeng, le había ofrecido compartir su cama. Jaejoong lo había rechazado tan rápido como pudo y cerró la puerta. Youngsaeng era tan grande como el cerdo de Hyunjoong.

—Hora de bañarse, bebé— Yunho dijo mientras abría el collar alrededor del cuello de Jaejoong y se lo quitó. Él apuntó hacia el cuarto de baño. —Yo no quiero ser grosero, pero apestas.

Por primera vez en mucho tiempo Jaejoong tuvo ganas de reírse. Era un sentimiento muy raro en él y no lo había experimentado mucho. Sin decir una palabra, solo una pequeña sonrisa, Jaejoong se dirigió al cuarto de baño. Rápidamente se quitó su ropa y se metió en el agua.

Estar debajo del rocío del agua caliente, era una sensación maravillosa. Jaejoong no podía recordar la última vez que se había bañado con agua caliente. Hyunjoong no se lo permitía. Le decía que costaba mucho dinero, especialmente desde que Jaejoong solo trabajaba en los coches del garaje y se ensuciaba mucho.

Jaejoong se quedó allí dejando que el agua caliente drenara la tensión de sus hombros. Finalmente, levantó la cabeza y alcanzó el champú de una pequeña estantería en la esquina. Vertiendo una buena cantidad en su mano, Jaejoong lavó su cabello.

Varios minutos después de pasar un paño y una pastilla de jabón, Jaejoong finalmente se veía limpio. Se enjuagó y luego a regañadientes cerró el agua y salió de la ducha. Sobre el mostrador había una toalla doblada junto a una camisa de algodón grande.

Jaejoong rápidamente se secó el cuerpo y luego el cabello, antes de colgar la toalla en la barra de la toalla. Agarró la camisa y se la puso metiéndola por su cabeza, riéndose cuando la camisa cayó a todo lo largo de su cuerpo hasta sus rodillas. Debía ser una camisa de Yunho.

Cuando terminó de hacer todo, Jaejoong buscó su ropa sucia, pero no estaba. Estaba bastante seguro de que Yunho había sido el que la había tomado, pero él quería hacerlo de todos modos. Como él había dicho antes, nunca nadie había cuidado de él.

Era triste vivir en un mundo donde era de esa manera ahora. Jaejoong todavía recordaba lo que había sido su vida antes de que la plaga golpeara. Vivía en una bonita casa con su madre en un barrio tranquilo. Iba a la escuela todos los días, y volvía a casa con su madre y una comida casera. La vida era simple. Las personas eran simples. Después de que la plaga golpeara. La madre de Jaejoong trató de hacer todo para mantenerlos a los dos a salvo de los males que deambulaban por las calles.

No había sido fácil. En su desesperación, se había casado con Hyunjoong, con la esperanza de que podría mantenerlos seguros. Ella trabajaba en eso, hasta que había sido asesinada por los habitantes de la noche seis meses después. Entonces el infierno de Jaejoong realmente comenzó. Se dio cuenta de cómo era la vida en el mundo real.

Todo el mundo estaba fuera viendo lo que podría tomar, robar o estafar. Las personas morían por un simple trozo de pan. Jaejoong suponía que vivía con relativa seguridad dentro del garaje. Mientras estuvo allí tuvo comida todas las noches.

Tenía un techo sobre su cabeza cuando muchas personas no lo tenían. Y luego estaban los monstruos que deambulaban por las calles, los habitantes de la noche. Jaejoong en realidad nunca había visto uno, pero había oído historias. El virus que había atacado a la mayor parte de la población mundial, no había matado a todo el mundo. No todos aquellos que contraían el virus morían. Esos eran los peores.

Mataban por el placer de matar. No podían infectar a otras personas con el virus, pero eran monstruos sanguinarios que salían por la noche a matar a todos y cada uno que pudieran encontrar. También destruían todo lo que podían tener en sus manos.

Jaejoong vivió la mayor parte de los últimos años con temor de que los habitantes de la noche atacaran el garaje y lo mataran. Curiosamente, parecían no estar interesados en el pequeño taller de reparación, en su lugar atacaban a los alrededores.

Hyunjoong siempre decía que era porque los habitantes de la noche sabían que era una persona importante y que si lo atacaban él podría degollarlos. Jaejoong no estaba tan seguro. Él no sabía por qué los moradores de la noche no atacaban, pero él estaba agradecido de que no lo hicieran. Las historias que había oído podrían hacer que se le rizaran los dedos de los pies.

Jaejoong realmente esperaba no enfrentarse a uno nunca. Sabía que no era tan fuerte como Yunho lo era. No sabía ni siquiera si sabría cómo defenderse a sí mismo si tuviera que hacerlo. Jaejoong sabía cómo arreglar vehículos. Solo eso. Por supuesto, tal vez podría serle de alguna utilidad a Yunho en ese departamento. No parecía haber un motor que no ronroneara para él. Hyunjoong solía decir que tenía el toque mágico cuando los vehículos estaban descompuestos. Tal vez eso era algo que podía hacer.

—¿Jaejoong? ¿Has terminado?

Jaejoong se apresuró a salir del baño cuando Yunho lo llamó, solo para detenerse cuando vio descansando a Yunho en la cama, con una bandeja de comida junto a él. —Estoy limpio.— Jaejoong dijo rápidamente cuando Yunho alzó la vista sobre él, con una de sus cejas oscuras levantada en pregunta.

Yunho asintió con la cabeza. —Ven a comer antes de que se enfríe.

Jaejoong se sintió cohibido cuando él se subió a la cama para sentarse junto a Yunho. De pie, la camisa que llevaba caía hasta las rodillas. Sentado, le quedaba un poco más corta. Jaejoong se sentía como si estuviera expuesto. La extraña mirada en los ojos de Yunho mientras miraba hacia abajo por las piernas desnudas de Jaejoong no ayudó.

Cuando Jaejoong tiró del borde de la camisa y trató de bajarla más entre sus piernas, Yunho levantó los ojos para mirarlo. Jaejoong sabía que su cara quemaba por el color rojo. Podía sentirlo. Jaejoong hizo girar sus ojos cuando Yunho solamente se rio.

—Come.— Yunho le ordenó de nuevo, sosteniendo un pedazo de pollo. Jaejoong tomó el pollo y lo mordió. Se sorprendió de lo bien que sabía. No estaba demasiado seco, ni jugoso también, y el sabor vino completamente a través de él. Jaejoong rápidamente dio otro mordisco y lo masticó.

—¿Quién cocinó esto?— le preguntó antes de tomar otro bocado, y luego otro.

—Hodong es nuestro cocinero residente. ¿Por qué? ¿No te gustó?

Jaejoong negó con la cabeza. —No, está muy bueno, solo me lo preguntaba. ¿Hodong cocina todo?

Yunho asintió con la cabeza. —Sip, Hodong era cocinero antes de que la plaga golpeara. Creo que le gusta cocinar solo por el hecho de cocinar. Él siempre trae algo nuevo para que nosotros comamos. Si tú tienes algo que no comerías, o algo que preferirías comer, solo dímelo y yo se lo haré saber.

—No puedo pensar en algo que no comería. La comida es comida y si tú fueras yo, comerías lo que te pusieran delante de ti.— Jaejoong tomó el último bocado de pollo y puso el hueso sobre el plato.

Él miró a Yunho para ver su reacción mientras tomaba la otra pieza. Cuando Yunho no protestó, Jaejoong rápidamente empezó a comerlo.En su tercera pieza de pollo, Jaejoong escuchó a Yunho reírse.

Él se volvió para ver a Yunho sonreír y encontrar un brillo en sus ojos. —¿Qué?— Jaejoong preguntó.

—Es bueno saber que tienes buen apetito. Voy a tener que decirle a Hodong que te gustó su pollo.

Jaejoong sintió el calor de nuevo en su cara. Él realmente deseaba que su piel no fuera tan pálida. Cada vez que se avergonzaba su rostro se ponía rojo como una remolacha. Un síntoma de tener una madre irlandesa, por lo que él sabía. —Es bueno el pollo.

—¿Hay algo más que desees? ¿Carne? ¿Patatas? ¿Hamburguesas?— Yunho preguntó.

Jaejoong se encogió de hombros. —Voy a comer lo que me des.

—Eso no es lo que te pregunté, Jaejoong. ¿Hay algo que te gustaría comer?— la voz de Yunho sonó más grave en ese momento.

Jaejoong de repente no tuvo más hambre. ¿Y si le decía algo mal? ¿Yunho lo castigaría? ¿Lo mataría? Jaejoong empujó la pieza de pollo a medio comer de nuevo en el plato. Cogió una servilleta. Con el pretexto de limpiar su cara, se limpió las lágrimas que amenazaba con derramarse fuera de sus ojos.

—¿Jaejoong? Te hice una pregunta y quiero una respuesta.

—Me…me gusta el pan hecho en casa.— Jaejoong rápidamente contestó. —Mi madre solía hacerlo tres veces por semana cuando era niño. Recuerdo que cuando llegaba a casa, todo olía a pan casero.

Yunho asintió con la cabeza. —¿Algo más?

Jaejoong se encogió de hombros. —Yo no sé, Hyunjoong me daba arroz.— Jaejoong miró sus manos mientras nerviosamente las torcía junto a su regazo. —No me gusta mucho el arroz.

—Bien, así que arroz no. ¿Qué te gusta entonces?

—Voy a comer lo que sea…— Jaejoong comenzó solo para ser interrumpido por Yunho.

—Que ponga delante de ti— Yunho terminó por Jaejoong. —Si, Jaejoong ya dijiste eso. Lo que quiero saber es lo que te gustaría comer. ¿Qué has estado soñando comer? ¿Lo que sea?

—No sé. Hyunjoong…

—¡Jaejoong!— Yunho dijo en voz alta haciendo saltar a Jaejoong. — Hyunjoong no está aquí. Hyunjoong nunca va a estar aquí. Tú necesitas olvidarte de Hyunjoong.— Yunho se deslizó más allá sobre la cama, hasta que su espalda se apoyó en la almohada. —Ahora, responde a mi pregunta, Jaejoong.

Los ojos de Jaejoong recorrieron frenéticamente la habitación mientras trataba de pensar en algo de comida que él pudiera decirle a Yunho que quería. Él sabía que Yunho estaba enojado con él. No le estaba dando a Yunho las respuestas que quería, pero Jaejoong no podía pensar en los alimentos que quería. Él simplemente estaba feliz de tener comida.

Cuando llegó a mirar a Yunho, Jaejoong se encogió. —¡Yo no sé!— Gritó mientras caía de costado sobre la cama y cerraba los ojos. Se acurrucó en posición fetal y se cubrió la cabeza con los brazos. —Por favor no me mates.

Cuando el silencio reinó en la habitación por unos momentos, Jaejoong abrió los ojos y miró a través de sus brazos a Yunho. Jaejoong se sorprendió por la expresión de horror en el rostro pálido de Yunho. Parecía verdaderamente preocupado por las palabras de Jaejoong.

—¿Jaejoong, qué te hace pensar que te mataría?— Yunho preguntó en voz baja.

—Mataste a ese otro hombre cuando él te hizo enojar.— Jaejoong dijo. Levantó los brazos de su cabeza levantándose mientras se aseguraba de que había mucho espacio entre él y Yunho. Mientras Yunho parecía horrorizado por lo que Jaejoong dijo, Jaejoong no quería correr ningún riesgo.

—Bebé, él trató de alejarte de mí. Él desafío mi liderazgo. Yo no quería matarlo, pero él no me dejó elección. Tuve que hacerlo.

Cuando Yunho se acomodó hacia arriba, Jaejoong se deslizó lejos de él, consiguiendo una dura mirada de Yunho. Jaejoong no sabía qué hacer, ni qué esperar. Yunho admitió que él era un asesino. Jaejoong sabía que estaba en todo su derecho de sentirse aterrorizado por Yunho.

Sin embargo, la mirada triste y resignada en el rostro de Yunho hizo que Jaejoong se preguntara si Yunho era un asesino porque tenía que serlo o porque quería serlo. Hyunjoong no habría tenido ningún sentimiento de culpa por matar a alguien. Tal vez eso era lo que hacía diferente a Yunho de Hyunjoong.

—No sé lo que me gusta comer. Hyunjoong me daba arroz todos los días. Una vez por semana, le ponía crema encima. Hubiera sido realmente bueno, que le hubiera añadido un poco de carne. Ha pasado mucho tiempo desde que comí algo más.— Jaejoong dijo rápidamente, casi tropezando sus palabras. Él nerviosamente dibujaba círculos con un dedo en la manta debajo de él mientras esperaba la reacción de Yunho.

—Por lo tanto, creo que el arroz deberíamos dejarlo fuera, ¿eh?.— Yunho se rio entre dientes.

—Es muy asqueroso.— Jaejoong rio con nerviosismo. Sus ojos de repente se ampliaron y miró a Yunho. —Pero me lo voy a comer. Voy a comer lo que…

Yunho alzó la mano para detener a Jaejoong. —Bien, lo entiendo. Vas a comer todo lo que ponga delante de ti y tú no te quejarás. Pero creo que tenemos que intentar algunas cosas diferentes y ver lo que te gusta. Tal vez Hodong pueda hacer una gran variedad de platillos para nosotros para empezar.

Jaejoong no podía dejar de sonreír incluso cuando su cara se calentó de nuevo. —Me gustaría eso.

Yunho se quedó en silencio después de eso. La mirada en el rostro de Yunho mientras lo observaba hacía que Jaejoong se sintiera inquieto. Jaejoong no era bueno leyendo las expresiones en las caras de las personas. Con Yunho no era diferente. Jaejoong no tenía ni idea de lo que Yunho estaba pensando. Pero por la forma en que la boca de Yunho se abría y se cerraba, Jaejoong sospechaba que estaba a punto de descubrirlo.

—Jaejoong, yo nunca te haría daño. Yo espero que tú recuerdes eso.— Yunho dijo. Sus ojos fueron hacia donde Jaejoong jugaba con la manta, y luego vagaron por la habitación. —Estoy seguro de que todo esto te da miedo.

Jaejoong asintió con la cabeza. Infiernos si, él tenía miedo. Su situación no era muy diferente a la que había vivido antes. Un techo diferente sobre su cabeza, un conjunto de reglas diferentes, pero aún estaba bajo el dominio de una persona.

—Prometo hacer todo lo posible para asegurarme de que estés seguro, Jaejoong.

—Hyunjoong siempre prometía cosas cuando quería algo también.— Jaejoong contraatacó. Quería creer en Yunho, realmente casi lo hacía. Jaejoong simplemente no tenía mucha fe en las promesas. Las personas solo las hacían cuando querían algo. Jaejoong se preguntó qué quería Yunho de él.

—Me parece bien.— Yunho respondió. —Creo que la confianza solo puede venir con el tiempo.

Bueno eso, tenía sentido para Jaejoong. Él estuvo más que sorprendido de que Yunho lo entendiera. Jaejoong también se sorprendió de que Yunho estuviera de acuerdo con él. Jaejoong habría pensado que el líder de los Death Dealers no hacía concesiones. Suponía que no.

—Así que, ¿qué tal si tú y yo hacemos un trato, hmmm?— Yunho preguntó. —Voy a tratar de demostrarte que puedes confiar en mí, y tú me das la oportunidad de demostrártelo.

—¿Por qué?

—¿Por qué, que?— Yunho preguntó.

—¿Por qué te importa si yo confió en ti? Tú eres el líder de los Death Dealers.— Jaejoong gritó. —Tú puedes tener a quien quieras, y que haga lo que tú quieras. ¿Por qué yo?

—Tú eres lindo.

Las cejas de Jaejoong subieron hasta su frente por el asombro

—¿Yo soy lindo?

Yunho asintió con la cabeza.

—Tú me compraste a Hyunjoong, y luego mataste a un hombre, ¿Porque crees que soy lindo?

Yunho asintió de nuevo, y una pequeña sonrisa empezó a cruzar sus labios.

—Tú estás jodidamente loco.— Jaejoong rio. Él no podía hacer otra cosa. Yunho estaba mal. Jaejoong se echó a reír hasta que las lágrimas corrían por su rostro. Cuando la risa, finalmente comenzó a desaparecer, miró a Yunho. —¿Y ahora qué?

—Tú vas a venir aquí, y te lo voy a explicar— Yunho dijo, haciendo un gesto hacia el lugar entre sus piernas.

Jaejoong miró a Yunho por un momento, luego se pasó por encima de la bandeja del desayuno y se instaló entre las piernas de Yunho. Poco a poco, se apoyó en el pecho de Yunho hasta que su peso se presionó contra Yunho. Incluso aunque sabía que estaba casi sentado en el regazo de Yunho, Jaejoong saltó cuando los fuertes brazos de Yunho lo rodearon.

—Shhh, no pasa nada. No voy a hacerte daño.— Yunho le susurró a Jaejoong en el oído. —Vas a tener que acostumbrarte a mi toque, Jaejoong. Mi plan es hacer mucho más que esto. Cuando haya terminado contigo, no sabrás dónde comienzas tú y donde terminó yo.

—¿Qué…qué quieres decir?— Jaejoong tartamudeó.

—¿Recuerdas el beso que nos dimos afuera?

—Sí.— Si lo recordaba. Había hecho que los pies de Jaejoong se curvaran. Tenía la esperanza de tener unos cuantos más como ese en el futuro. Nunca nadie lo había besado como Yunho lo había hecho. Infiernos, después de su madre, nadie lo había besado, por un largo tiempo.

—Eso solo es el comienzo de las cosas que voy a hacerte, Jaejoong. Tú eres mi mascota ahora. Mi deber es protegerte y proveerte a ti. Y tu deber es proveerme a mí.

—¿Proveerte de qué? No sé hacer nada, excepto reparar motores— Jaejoong dijo, levantando la cara hasta mirar a Yunho con confusión. —Tú dijiste que ese ya no iba a ser mi trabajo.

—Ese ya no. Pero te voy a enseñar todo lo que necesitas saber. Por ahora, lo único que tú necesitas saber es que tú me perteneces y que tienes que hacer exactamente lo que yo te diga. Lo otro vendrá con el tiempo.

—¿Qué otra cosa? ¿Hodong me va a enseñar a cocinar o algo así?— Jaejoong estaba totalmente confundido.

—No, bebé.— Yunho se rio entre dientes. Lo que erizó el pelo de la nunca de Jaejoong. —Aunque, si tú quieres aprender a cocinar, puedo arreglar eso.

—Yunho, tú realmente me confundes. Realmente no estoy tratando de hacerte enojar ni nada, pero podrías por favor, simplemente explicarme ¿Qué es lo que quieres de mí? Si tú estás dispuesto a protegerme y a proveerme, debe haber algo que quieras a cambio. Las personas simplemente no hacen ese tipo de cosas de forma gratuita.

Jaejoong sintió a Yunho tomar una respiración profunda y dejar escapar el aire lentamente. Él sabía que Yunho probablemente no estuviera contento ahora mismo con él, pero Jaejoong necesitaba saber lo que esperaba de él.

—¿Por favor, Yunho?

—No quiero asustarte, Jaejoong.— Yunho admitió.

—Me asustas más si no me dices las cosas.

—Yo te protegeré y te mantendré a salvo. Te proveeré de lo que sea que tu necesites, como comida y refugio.

—¿A cambio de…?— Jaejoong preguntó.

—Tú me proporcionarás alivio— Yunho respondió en voz baja.

Por el tono de voz, a Jaejoong casi le daba la impresión de que Yunho estaba avergonzado, pero no estaba seguro. Yunho era el líder de los Death Dealers. No podría avergonzarse… ¿podría?

—¿Alivio?— Jaejoong preguntó.

—Eso es lo que significa ser una mascota, Jaejoong. Tú ves por mis necesidades, mientras yo veo por las tuyas. Ya que no eres lo suficientemente grande o lo suficientemente fuerte como para protegerte, lo haré yo por ti. A cambio, tú me provees de lo que yo no puedo proporcionarme por mí mismo.

—¿Qué podría ofrecerte que no puedas proveerte tú?


—¡Sexo, de acuerdo!— Yunho  gritó. —Tú  me proporcionarás sexo.

17 comentarios:

  1. waaaaaa ps yunho frente a todos podra verse muy malote xD pero con jae es un amor *^*
    me encanta como lo trata y lo defiende talvez aun no hay amor pero seguro con el tiempo
    vendra asdadasda gracias x compartir!! me encanta espero el sig con ansias ^^

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  2. Muero de amor con yunho y jae, me encantan, yunho porque tremendo hombre que es, ese porte y todo, y como líder uno realmente pensaría como jae, que es despiadado y toda la cosa pero vaya sorpresa el ver que es diferente, es normal que jae tenga miedo, tal como relata su vida, nada ha sido fácil y le cuesta confiar en la gente, a pesar de que ahora ambos anden inseguros con todo esto y en su forma de ser con el otro, seguro más adelante lograran mejorar en ese sentido, xD yunho siendo ta sútil tratando de explicar las cosas y jaejoong no entiende las indirectas hasta que yunho tuvo que decirle que era lo que necesitaba de él jaja
    se quedo en la parte más emocionante ya quiero ver la reacción de jae, la de ambos con todo esto, gracias por actualizar, espero con ansías el sig capítulo y feliz navidad atrasada je! <3

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  3. yunho sera muy macho y rudo pero con jae es un pan me encanta como trata a jae

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  4. Yunho aparenta ser duro pero por dentro es tan lindo ** me conmovio como jae comia gustoso y seria feliz comiendo lo q sea. Pobeshito mi boo asustadito por donde guardar su dinerito pero yunnie lo soluciono. Woooo mi osito se avergonzo pero finalmente le dijo lo q queria q jae le de XD muchas gracias por el cap amiga querida. Espero pasaras una feliz navidad. Ya sabes q te debo tu regalito. ^^

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  5. Yunho quería ser suave .. pero Jaejoong es demasiado inocente!! jjajaja me dio risa la ultima parte :D hacen una bonita pareja ... gracias por la actualización :3

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  6. Oh dios... de imaginarme ese yunho asi todo sdklghadlfghdlfgadl me lleva... *¬* q hombre~~~ vgdfklghlsdfghsdflgshkl Dios no se xq no se desmayo Jae cuando lo vio ... ok ok me controlare xD Yunho aparte de estar buenos dias.. se ve q es amoroso cuando se entrega~~ *---* me encanta cuando es maloso con los demas y tan sensible con Boo~~ ajajajajajja me mato el final.. el no sabe como decirlo de la mejor manera y el otro lentoooooooo ajjajajajajajajaj espero con ansias el prox cap^^

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  7. Me alegrastes el dia ... amo este fic, se està poniendo cada vez màs bueno ;)
    Gracias x la actu
    Me encanto lo que le dijo Yunho al final :D ese es mi yunhoooooo XD
    JJ tan inocenton xDDDDD

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  8. que bonito jae inosenton pero me pregunto cual sera la reaccion d jae alo que yunho le grito q nesesitaba d el ja ja ja wuahhhh cada ves esta mas interesante *w*

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  9. yunho es un grandote tierno.
    por fin le dijo a Jae lo que quiere de él
    pero es que este Yunho es un oso de peluche. no da miedo,más bien dan ganas de darse un buen revolcón con el buenazo éste.
    más vale que Jae no se haga el remilgoso y se ponga manos a la obra que Yunho está para darle duro y parejo y ya que está Jae recibirá sus buenos orgasmos también... uy perdón me entusiasmé y me pasé cuatro pueblos con mi comentario. jajaj
    gracias

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  10. jajajajaja YH tan directoo XD JJ espero que no este tan austado owwwww continualo prontoooooo

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  11. jajaja Yunho perdió la paciencia al final y mas directo no pudo ser.. X'DD!
    Sexo :Q______ como sera la reacción de Jaejoong (? X3
    Gracias por el capitulo.

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  12. Jae es toda inocencia que inspira ternura. Como quiere Yunho que le diga de comida si el sólo fue alimentado con arroz, pero bien Yunho le va a dar de comer como platillo principal a el... Por más que se lo insinuó Jae no captaba hasta que se lo dijo con todas sus palabras, bueno espero también la entienda.
    Gracias

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    1. Espero que hayas pasado una Feliz Navidad y te deseo de todo corazón un Prospero Año Nuevo.

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  13. Jejeje Yunho todo chico rudo se avergüenza delante y solamente de Jaejoong kyaa y el tan inocente ALIVIO jajaj moría ahi Yunho se lo dejó bien en claro que era lo que el tenía que dar a cambio ...muero con la inocencia y ternura de Jaejoong tan lindo y Yunho tambien chico rudo si claro jajaja

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  14. Y me quede de a cuatro jajaja vaya que lo soltó tan rápido al verse presionado..wooo Yunho avergonzado mas Jae avergonzado la pareja ideal....me gusta como va la historia, no había leído un tipo de historia así y me gusta...Gracias.

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  15. Jajajja la maldad y se lo grito! Así cualquiera entiende, sexo! Sexo! Pobre Jae creo que ahora quedo mas traumado.... Pero Jae es muy cuchi es bien inocente me encanta! Y Yunho lo va a cuidar muy bien :) linda historia :) gracias

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