Capítulo 8

Jaejoong se paseaba de arriba abajo ante la puerta del mundo de los humanos. Sus dedos se retorcían juntos nerviosamente esperando que Yunho la atravesara. Dos altos guardias estaban parados a ambos lados del Velo, mirándolo desapasionadamente. Sabía que nunca debería haberlo dejado atrás, no cuando estaba peleando. Su padre se lo había enseñado, a veces realmente apestaba ser el hijo más joven del Rey.

Otras veces su posición realmente valía la pena. Dam y él encontraron guardias armados en el momento que dieron un paso a través del Portal. Reconocieron instantáneamente a Jaejoong. En lugar de permitir que los llevaran al castillo, Jaejoong los ordenó que volvieran atrás a través del Portal y recuperaran a Yunho, Hayami y Max. No podía alejarse hasta que estuvieran aquí.

Eso era lo que había tratado de explicar a Yunho cuando este lo había enviado por delante con Dam. Nadie podía pasar el Velo a no ser que lo acompañara un Aes Síhde. Cuando los guardias no lo dejaron volver para traer a Yunho, los ordenó que fueran ellos mismos, y los dijo que tenían que hacerlo malditamente bien.

Jaejoong se giró cuando oyó un sonido detrás de él. Su corazón se encogió en su garganta cuando vio a dos guardias cargando a Yunho a través del Portal, Max y Hayami justo detrás de ellos. La cabeza de Yunho estaba hundida y sus ojos cerrados.

Jaejoong corrió por las escaleras y se arrodilló cuando los guardias dejaron a Yunho en el suelo. Sus manos se movieron rápidamente sobre el cuerpo de Yunho buscando algún corte o herida de bala, algo que le dijera por qué Yunho no se movía.

—Yunho, amor, por favor, abre tus ojos— susurraba mientras lo sacudía.

—Discúlpeme, Fayerye— dijo uno de los guardias dando un paso adelante —.Creo que solo está inconsciente por su paso a través del Portal, la batalla sobre la cual nos advirtió solo estaba empezando cuando nosotros lo agarramos.

Jaejoong se frotó los ojos con sus manos y miró alrededor. Hayami también estaba inconsciente, acostado en una plataforma unos metros más allá del Portal. Max lo estaba cuidando. —Bien, vamos con mi padre, él sabrá qué hacer.

—Sí, Fayerye— dijo el guardia. Algunos guardias se adelantaron y levantaron a Yunho, llevándolo cuidadosamente entre ellos. Algunos más levantaron a Hayami. Jaejoong comenzó a seguirlos cuando sintió un brazo caer sobre sus hombros.

—Estará bien, Jaejoong— dijo Dam.

—Eso espero— Jaejoong susurró —.No sé lo que podría hacer si algo le pasara.

Dam dio unas palmaditas gentilmente en su hombro. —Solo tienes que estar ahí para él cuando se despierte, y se pondrá más feliz que una almeja.

Jaejoong arrugó su nariz. —No me gustan mucho las almejas.

—¿Abejas en la alfombra?— Dam se echó a reír.

Jaejoong negó. —Las abejas me repugnan.

—¿Perro con un hueso?

—¡Dam!

—Solo lo decía.

Jaejoong rodó sus ojos. Sabía que Dam solo estaba tratando de hacerlo sentir mejor, pero eso no sería posible hasta que Yunho abriera sus ojos. Jaejoong apresuró unos pasos para situarse al lado de Yunho, agarrando y sosteniendo su mano inerte. No era una tarea fácil, ya que tenía que caminar entre los guardias que cargaban a Yunho. Tenían las piernas más largas, así que Jaejoong necesitaba correr para mantener su paso. La aguja alta y blanca de piedra del castillo de su padre apenas entró en su visión cuando el estómago de Jaejoong empezó a agitarse. Se separó del grupo rápidamente y corrió hacia los arbustos para vomitar.

En el momento que levantó su cabeza, el Capitán de la guardia se puso de cuclillas a su lado. —Fayerye, ¿está enfermo?

—No, estoy embarazado.

—¿Embarazado?— el guardia sonrió. Su mirada bajó hacia el distendido estómago de Jaejoong —.Su padre estará encantado. ¿Quién es el Fayer?

Jaejoong apuntó hacia donde los otros estaban parados sosteniendo a Yunho. —Mi pareja, Yunho, es el padre.

—¿El humano?

Jaejoong no estaba seguro de si fue asombro o disgusto lo que oyó en la voz del guardia, pero no le gustó el tono. —Cuidado con como hablas de mi pareja, Capitán. Sus amigos y él, no solo han salvado mi vida muchas veces en los últimos días, sino que estamos entrelazados.

El guardia enrojeció. —Mis disculpas, Fayerye, solo estoy asombrado por sus noticias. No ha habido humanos en la Corte Luminosa en muchos años. Ni siquiera creo haber visto ninguno en toda mi vida. Pero ahora no podrás tener la primera vez tres personas perfectas para elegir.— Jaejoong dio un paso atrás y empezó a caminar con el Capitán manteniendo un ojo sobre Yunho —.Dam es el líder— dijo Jaejoong apuntando al hombre que caminaba al otro lado de Yunho —.Sus otros dos amigos son Max y Hayami. Max es médico, y sería un gran instrumento para ayudar en el cuidado de los hombres, incluso podría estar dispuesto a enseñarnos algunas cosa.

—¿No crees que nuestra medicina es superior? He visto fotografías de lo que esos médicos humanos hacen. Es bárbaro.

—El mundo humano es una barbarie para nuestros estándares. Pero no, no necesariamente creo que nuestra medicina sea superior. Pienso que solamente es diferente. Max trabaja como médico en el campo de combate. Cuida de la gente que está bajo fuego. Nosotros no tenemos nada como eso.

—¿Cuida de sus compañeros mientras están en batalla?— El Capitán miró sobre su hombro hacia donde Max caminaba al lado de Hayami —.Eso es inusual.

—Pero no necesariamente es una mala idea— Jaejoong reflexionó —.Sé que aquí no tenemos muchas batallas, pero si contáramos con algunos soldados entrenados para cuidar a los hombres caídos mientras están en batalla, podríamos conseguir traer a muchos más a casa.

—Las cosas se están poniendo un poco tensas entre nosotros y la Corte Oscura— respondió el Capitán —.Ha habido algunas redadas en los límites de nuestro lado en los últimos meses. Tu padre cree que el asalto es inminente.

—Bueno quizás deberías discutir eso con mi padre— Jaejoong sugirió —.Toda la ayuda extra que tengamos solo puede beneficiarnos.

—¿Por qué no se lo preguntas tú mismo?— El Capitán apuntó hacia el final del camino —.Ahí viene.

Jaejoong levantó la vista, su corazón latía de alegría. Había extrañado a su familia casi tanto como había extrañado a Yunho cuando estuvieron separados. No podía creerse que estaba en casa de nuevo.

Jaejoong dejó salir un grito y se alejó corriendo de la lenta procesión. Su padre detuvo su caballo y desmontó. Jaejoong corrió dentro de los brazos del hombre mayor.

—Padre.

—Jaejoong, hijo mío— dijo su padre envolviendo sus brazos alrededor de Jaejoong y abrazándolo fuertemente. —Temía no verte de nuevo otra vez. Nadie sabía qué te había pasado. Solo desapareciste.

Jaejoong inclinó su cabeza para mirar de nuevo al fuerte rostro de su padre. —Es una larga historia, y estaré feliz de contártelo todo, pero necesito llevar a mi pareja al castillo. Ha estado inconsciente desde que atravesó el Portal.

—¿Tu pareja?

—Su nombre es Yunho Jung. Es un Marine en el mundo de los humanos.

—¿Del mundo de los humanos?

Jaejoong frunció el ceño. Su padre no sonaba muy satisfecho.

—Sí, es humano. También es el hombre más maravilloso que he conocido, además…— Jaejoong sonrió mientras chocaba con su padre —te va a gustar. Es el padre de mi bebé y nos ha salvado la vida a los dos.

La ceja de color rubio pálido del Rey Tuathal se levantó.

—¿Estás de encargo?— Su mano se movió hacia abajopara cubrir el estómago de Jaejoong. Una lenta sonrisa cruzó su rostro —.Tu Fayer estará muy feliz.

—Bueno, exceptuando la nauseas matinales, realmente no tengo molestias, y ya estoy al final de mi segundo trimestre. Pienso que desde ahora lo llevaré bien.

—Ah, hijo, no desesperes— el Rey Tuathal sonrió entre dientes —.Es un rasgo de familia tener nauseas matinales hasta que empieces tu tercer trimestre. Pero eso acabará pronto, y entonces solo crecerá como debe.

Jaejoong miró sobre su hombro cuando oyó que la procesión los alcanzaba. Agarró la mano de su padre y tiró de él hacia adelante hasta que se paró cerca de Dam.

—Padre este es Kim Sung Oh. Era el comandante de Yunho cuando estaba en los Marines.— Jaejoong apuntó hacia Max y Hayami —.Estos son Max y Hayami, también son soldados, como Yunho. Hayami también ha resultado herido.

—¿Herido?

—Ya te dije que es una larga historia, pero había algunos hombres detrás de nosotros. Querían llevarse a mi bebé y matar a mi pareja. Dam, Hayami y Max, nos han protegido mientras nosotros llegábamos hasta el Portal.— Frunció el ceño —.Ellos quemaron la casa de Dam, padre, y le dispararon a Hayami.

—Por todo eso, lleva a tus amigos al castillo, donde recibirán un cuidado apropiado, y luego tú, pequeño— el Rey le dijo apuntando su dedo hacia Jaejoong —podrás explicarme por qué alguien del mundo de los humanos está detrás de ti.

La procesión empezó a moverse lentamente de nuevo. Jaejoong caminaba entre su padre y Yunho. Podía ver a Dam caminando al otro lado de Yunho por la esquina de uno de sus ojos.

—Padre, ¿tío Sang Hyun está en la Corte?— Jaejoong escondió una sonrisa cuando Dam levantó su cabeza para mirarlo.

—Sí, ha estado aquí durante algunas semanas.

—¿Puedes enviar a un hombre por delante y preguntarle si puede encontrarse con nosotros cuando lleguemos allí?

El Rey parecía perplejo, frunció su frente confuso, pero asintió y llamó con la mano a un soldado, dándole instrucciones de decirle a Sang Hyun que los estuviera esperando. Luego se giró hacia Jaejoong. —Supongo que es otra de las cosas para las que tengo que esperar que me des una respuesta.

—Todo a su tiempo, padre. Te lo prometo.

Jaejoong era un manojo de nervios cuando se aproximaban al castillo, no solo porque podría volver a ver a su familia después de meses de haber desaparecido, sino porque quería ver si su tío, era el Sang Hyun de Dam.

Cuando lo vio esperándolos cerca de la puerta del castillo, apenas pudo contenerse para no salir corriendo y agarrar al hombre. Miró hacia Dam, quien parecía un poco más pálido de lo normal.

—Dam. Ese es mi tío Sang Hyun, el que está justo entre las dos puertas grandes.

Dam levantó su cabeza mientras su mirada buscaba la figura en la puerta. El instinto de Jaejoong le dijo que algo muy profundo estaba a punto de pasar, cuando vio lágrimas en los ojos de Dam.

Dam dio un pequeño grito y corrió. Se dejó caer en sus rodillas en el momento en el que llegó hasta Sang Hyun y envolvió sus brazos alrededor del hombre. Sang Hyun parecía asombrado, mirando hacia abajo a Dam con una mirada completamente aturdida en su rostro y luego sus manos se extendieron lentamente para acariciar el rostro de Dam.

Jaejoong no podía oír lo que se decían los dos hombres, pero la imagen de ellos juntos decía más que ninguna palabra. Su tío Sang Hyun, era el Sang Hyun de Dam. Podía ver la expresión de alegría en el rostro de ambos hombres.

—Jaejoong, ¿qué está ocurriendo aquí?

Jaejoong se echó a reír, la felicidad de Sang Hyun y Dam fluía a través de él. —Dam y Sang Hyun se conocieron hace veinte años, en Corea del Norte. Ellos están entrelazados. Cuando tío Sang Hyun fue secuestrado por la Corte Oscura, se separaron. Dam ha estado buscándolo desde entonces— sonrió hacia los dos hombres cuando Dam se puso de pie y se abrazaron —.Todavía no sabe nada acerca de Monte.

El Rey se detuvo rápidamente agarrando a Jaejoong por el brazo. —¿Sabes dónde está Monte?

Jaejoong frunció el ceño. —Pensé que estaba aquí.

—No, después de que los dos fuerais a esa misión diplomática, nunca volvió. Solo desapareció, como tú.

—No, me capturaron y nunca lo volví a ver de nuevo.— Jaejoong inhaló fuerte, cubriendo su boca con una mano —.No pensarás que también tienen a Monte ¿verdad?

—No lo sé— el Rey Tuathal contestó — Creo que todo es posible. Pensábamos que estabas retenido en la Corte Oscura todo este tiempo. Llevamos semanas negociando tu liberación.

—No, fui capturado por los humanos a través del Velo.

—¿Fuiste capturado por humanos a través del Velo, o fuiste entregado a los seres humanos? Sé más específico,

Jaejoong. Es muy importante.

—Eran definitivamente humanos los que me secuestraron.

—¿Humanos aquí? ¿En este lado del Velo?— El Rey frunció el ceño —.Debo hablar con el Consejo de Seguridad ahora mismo. Lo siento, Jaejoong, esto no puede esperar. Enviaré a tu Fayer a verte tan pronto como pueda.

El Rey empezó alejarse, pero se detuvo. Caminó de vuelta para darle a Jaejoong un pequeño beso en la frente. —Me alegra que estés en casa, hijo, le hace bien a mi corazón verte y saber que estás seguro. Tu pareja y amigos son bienvenidos aquí.

—Gracias, Mayer— dijo Jaejoong retornando el abrazo a su padre y observando cómo se apresuraba a entrar al castillo

—¿Jaejoong?— Max lo llamó —.¿Qué significa Mayer y Fayer? Sigo oyéndote decir esas palabras

Jaejoong sonrió. —Mayer significa padre de nacimiento. Fayer es el hombre que provee la semilla para nuestra creación, nuestro otro padre. Eso literalmente significa el padre de creación.

—¿Tienes dos padres?

—Sí, todos los de la línea de sangre real los tenemos. Solo los hombres de mi familia dan a luz. Es como con las mujeres humanas, necesitamos esperma para crear un niño— se encogió de hombros —.Es así de sencillo, tenemos dos padres.

—¿No tienes una madre?

—No, solo dos padres.

Max se rio. —Esto hará volar la mente de Yunho cuando se despierte.

Eso devolvió los pensamientos de Jaejoong hacia su pareja inconsciente. Empezó a girarse de vuelta hacia Yunho cuando Sang Hyun y Dam fueron hasta él. Ambos hombres lucían como si hubieran estado llorando, pero ahora tenían sonrisas en sus rostros.

—Gracias, Jaejoong— dijo Sang Hyun, su mirada estaba llena de ternura cuando miraba a Dam —.Has traído a mi corazón de vuelta ¿cómo puedo compensarte?

—No lo necesito, tío, me alegra que se hayan encontrado uno al otro de nuevo. Solo lamento que haya sido bajo estas circunstancias. Mayer me dijo que Monte está desaparecido.

—¿No estaba contigo?— Sang Hyun preguntó.

—No lo he visto desde que fui capturado hace meses.

—¿Quién es Monte?— Dam preguntó.

Sang Hyun disparó una mirada preocupada hacia Dam, luego miró otra vez a Jaejoong. —¿No se lo has dicho?

Jaejoong negó. —No queríamos decirle nada hasta que supiéramos si tú eras el Sang Hyun del que Dam nos había hablado.

—¿Quién es Monte?— Dam preguntó de nuevo—. ¿Me tengo que preocupar por él?

Sang Hyun se rio tensamente. —No de la forma que tú piensas, amor. Monte es… Monte es nuestro hijo.

—¿Nuestro hijo?— Dam rugió —.¿Y no pensabas decírmelo?

—No lo supe hasta que ya estaba retenido en la Corte Oscura— Sang Hyun agarró la camisa de Dam —.Te lo juro, amor. Nunca te lo hubiera escondido. Solo, no tuve la oportunidad de decírtelo. Por favor créeme.

—¿Tengo un hijo?— preguntó Dam finalmente. Estaba asombrado, aparentemente, las palabras de Sang Hyun lo habían golpeado —.¿Tenemos un hijo?

—Sí, Montgomery— Sang Hyun susurró —.Tenemos un hijo, lo llamé Monte, como tú y se parece a ti, mi amor. Excepto por los ojos, esos son míos. Le he hablado mucho de ti, y trata intensamente de estar a la altura de tu imagen. Es un buen hombre.

—Lo es— dijo Jaejoong añadiendo su granito de arena —.Mi primo siempre ha sido unos de los mejores hombres que conozco, luchó muy duro cuando me secuestraron, solo lamento que lo hayan secuestrado también. Todo este tiempo pensé que había logrado escapar.

—¿Las mismas personas que te retenían, tienen a Monte?— Dam preguntó mirando a Jaejoong

Jaejoong hizo una mueca. —Eso parece. Mi Mayer tuvo que ir a hablar con el Consejo de Seguridad, todo este tiempo han creído que Monte y yo estábamos retenidos en la Corte Oscura y estaban negociando nuestra liberación. La Corte Oscura ha estado jugando todo este tiempo.

—Tenemos que ir por él— Dam insistió.

—Primero tenemos que averiguar quién lo tiene. Después de todo podría ser la Corte Oscura. Alguien nos está vendiendo a la gente que me tenía. Los humanos nos capturaron desde este lado del Velo. No sabemos quién tiene a Monte.

—Vamos, amor, vamos a hablar con el Rey Tuathal y su Consejo de Seguridad— dijo Sang Hyun —.Idearemos un plan para traer a nuestro hijo de vuelta. Además, tú tienes conocimientos del mundo de los humanos que nosotros no tenemos. Podrás ayudarnos.

Dam asintió, casi como si no se atreviera a hablar.

Sang Hyun envolvió sus brazos alrededor de Dam. —Lo traeremos de vuelta, te lo prometo.

—Maldita sea estás en lo cierto, lo traeremos— dijo Dam —aunque tenga que registrar cada maldita pulgada de ambos lados del Velo.

El corazón de Jaejoong dolía por los dos hombres mientras los observaba marcharse. Dam tenía que tener sentimientos mezclados, de alegría por haber encontrado a Sang Hyun, y de pena por la perdida por su hijo. Jaejoong estaba agradecido de que tuviera a Sang Hyun para que lo ayudara a soportar los días que vendrían.

—¿Fayerye?— uno de los guardias preguntó —.¿Qué hacemos con su pareja y sus amigos?

—Oh, llévenlos dentro. Pueden poner a mi pareja en mis aposentos. Hayami y Max en la habitación que está al cruzar el pasillo. Son invitados de honor y debemos tratarlos como tales.

—Sí, Fayerye.

Jaejoong se arrastró detrás de los guardias que cargaban a Yunho, preocupado porque el hombre todavía no se había despertado. Si no estaba herido, ¿por qué no se despertaba?

Jaejoong se giró hacia uno de los guardias que no cargaban a Yunho.

—Que mi Fayer y el curandero se unan a mí en mis aposentos.

—Sí, Fayerye— el guardia se giró a toda prisa.

Jaejoong se fijó en sus alrededores mientras entraban. No deseaba vivir en ningún otro sitio. Esa era su casa. ¿Podría Yunho pedirle que la abandonara? ¿Podría vivir con él en el mundo de los humanos? Tenía la esperanza de no tener que hacerlo.

—Jaejoong.

Jaejoong miró hacia arriba al sonido de alguien gritando su nombre. Pudo ver a su Fayer, su padre de creación, en el balcón que estaba encima de la gran entrada. Hizo un gesto y se apresuró por las escaleras hacia él.

—¡Fayer!— gritó Jaejoong mientras se lanzaba a los brazos de su otro padre. Era bueno estar en casa. El castillo de blanca piedra, con hermosas torres en espiral, era opulento, pero esto… estar en los brazos de su familia… era realmente estar en casa.

—Oh, hijo, tu padre ha estado muy preocupado por ti.

Jaejoong sonrió y enterró su rostro en la túnica de su padre, sabía que esa era la manera de su Fayer de decirle lo mucho que lo había extrañado. A él, un hombre severo, y con un alto cargo como Comandante del ejército de la Corte Luminosa, no le gustaba admitir sus emociones, pero Jaejoong era su punto débil.

—También te he extrañado, padre.

—Vamos— dijo Yihan palmeando la espalda de Jaejoong —dime dónde has estado todo este tiempo.

—Oh, ¿puede eso esperar, Fayer?— Jaejoong gesticuló hacia los guardias que cargaban a Yunho y Hayami por una escalera larga y sinuosa —.Mi pareja y uno de sus amigos están heridos. Me gustaría acomodarlos y traer a nuestro curandero para que los revise.

Las cejas de Yihan se alzaron juntas y las frunció. —Por supuesto, hijo.

Jaejoong envolvió sus brazos alrededor de la cintura de su padre. —Tengo más noticias— dijo caminando con él hacia sus aposentos privados —.Yunho y yo estamos entrelazados, y estoy esperando.

La boca de Yihan cayó abierta. Jaejoong no estaba seguro de si había visto alguna vez a su padre tan sorprendido. —¿Y eso son buenas noticias, hijo?

Jaejoong sonrió. —Son muy buenas noticias. Yunho es un hombre maravilloso. Sus amigos y él han hecho hasta lo imposible para mantenerme seguro mientras viajábamos hasta aquí. A Dam, uno de ellos, incluso le quemaron su casa, y a otro le dispararon los hombres que estaban detrás de nosotros.

—¿Dam?

—Es una larga historia padre— dijo Jaejoong —.Ya le prometí a Mayer que se lo contaría todo tan pronto me asegure que Yunho está bien. Prefiero decíroslo a ambos al mismo tiempo, si no te importa.

—¿Dónde está tu Mayer? ¿Por qué no está aquí contigo?

—Fue a hablar con el Consejo de Seguridad. No fui secuestrado por la Corte Oscura, sino por humanos en este lado del Velo, y me llevaron al mundo de los humanos.

La cara de Yihan palideció. —¿Humanos? ¿En este lado del Velo?

Jaejoong se echó a reír. —Es lo mismo que Mayer me dijo antes de echar a correr.

—Sí, puedo ver porqué se ha preocupado.— Yihan palmeó la espalda de Jaejoong cuidadosamente, pues era un hombre fuerte —.Acomoda a tu pareja y sus amigos. Yo voy hablar con tu Mayer. Discutiremos lo demás después de que hayas descansado— Yihan arrugó su nariz —y te hayas dado un baño.