Capítulo 11

—Hola, colibrí.

Jaejoong se giró alejándose de Conall y sonriendo cuando vio a Yunho caminar hacia el balcón. —Hola, Leannan ¿Revisaste a Max y a Hayami? ¿Está todo bien?

—Eso depende de tu definición de bien— respondió Yunho caminando y parándose cerca de él. Envolvió sus brazos alrededor de su cintura y se inclinó besándole la frente —.Cuando los dejé, Max estaba durmiendo en los brazos de Hayami y este lo miraba cariñosamente.

—Oh.

—Max ha estado enamorado de Hayami durante años, pero nunca ha hecho nada sobre eso porque Hayami es hetero, o eso dice. Podría acercarse al lado oscuro si Max se lo propusiera.

Jaejoong chocó su cadera contra la de Yunho. —Eso pasaría si supiera por experiencia personal que el lado oscuro es mejor que el lado luminoso.

—Realmente piensas eso, ¿verdad?— Yunho preguntó acariciando un lado del cuello de Jaejoong.

—Tú también ¿verdad?— Jaejoong soltó una risita y se inclinó hacia Yunho.

—Puede— Yunho respondió —.Quizás deberías enseñármelo de nuevo en caso de que no lo haya aprendido bien.

La boca de Jaejoong cayó abierta en el mismo momento que su cuerpo se incendió. Tragó duro y la mirada de hambre de los ojos de Yunho lo convirtió en una masa llena de lujuria en cuestión de segundos. —De acuerdo— susurró con la voz gruesa. Estaba listo para cualquier cosa que Yunho quisiera.

—Mierda santa— Yunho rápidamente exclamó —.No había visto eso.

Jaejoong sonrió ante el asombro en la voz de Yunho, aunque se sintió decepcionado de que la atención de Yunho estuviera en otra cosa que no fuera él. Pero sabía que la vista era fabulosa, podría estar mirándola el resto de su vida.

Desde donde estaban, podían ver la ciudad de Falias, sobre la que gobernaba su familia. Edificios de piedra blanca situados entre jardines de todos los tonos del arco iris, caminos de adoquines, estatuas de mármol, y fuentes con cristalinas aguas azules, cubrían el paisaje.

—Te dije que era un sitio maravilloso para vivir.

—Y estas en lo cierto, razón por la cual he pensado que deberíamos quedarnos aquí.

El corazón de Jaejoong palpitó. Se giró en los brazos de Yunho y levantó la vista hacia él. —¿De verdad? ¿Vamos a quedarnos aquí en la Corte Luminosa?

—Bueno, si tu familia está aquí, eso significa que mi familia está aquí. Como dijiste, tus soldados necesitan entrenamiento para pelear contra la nueva amenaza del mundo de los humanos, y no tengo lazos fuertes allí. Así que tiene sentido que nos quedemos aquí.

—Creo que nosotros podremos beneficiarnos de tu experiencia en el mundo de los humanos, Yunho— dijo Conall recordándole a Jaejoong que todavía estaba allí —.Nunca hemos tenido mucho contacto con tu mundo, me temo que es hora de cambiar eso.

Yunho asintió. —Por lo que he podido entender de Jaejoong, los humanos lo secuestraron desde este lado del Velo. También sé que solo un Aes Sídhe puede pasar a través de él. Entonces, alguno de los Aes Sídhe están ayudando a los humanos, o descubrieron la manera de pasar sin uno de ustedes a través del Velo. De cualquier manera, tenemos un problema.

—Estoy de acuerdo, y creo que deberíamos hablar con mis padres acerca de esto.— La mirada de Conall era severa, sus labios apretados, sus cejas fruncidas —.Hay que hacer algo.

—También tenemos que encontrar a Monte— añadió Jaejoong —si lo tiene la misma gente que me tenía a mí, está en grave peligro. Quieren un hijo de un Aes Sídhe. Si obtienen uno…— La voz de Jaejoong se apagó. No podía poner su peor pesadilla en palabras.

Su humor se aligeró cuando sintió las manos de Yunho cubriendo el montículo de su estómago. —No voy a dejarlos que tengan a nuestro hijo, Jaejoong. Es otra de las razones por las que vamos a permanecer aquí. Hay mucha gente para ayudarme a mantenerte seguro. No voy a poner tu vida en peligro

—Pero Monte…

—Tengo que hablar con tus padres y Conall, pero pienso enviar a Max y Hayami de vuelta al mundo de los humanos para encontrar a Monte. Son nuestra mejor apuesta. Son militares, y saben cómo piensa el gobierno, además tienen muchos contactos en el mundo de los humanos. Si alguien puede encontrarlo, son ellos.— Yunho colocó el pelo de Jaejoong detrás de su oreja —.Además, yo tengo que permanecer aquí, nunca consideraría dejarte en un momento como este. Lo siento por tu primo, pero tú eres más importante para mí.

—¿Que hay acerca de Dam? Monte es su hijo. ¿No va a ir?

—No, debe permanecer aquí con Sang Hyun y ayudarme a preparar a tu mundo para la llegada de los humanos. Todos sabemos que van a venir. Además, cualquiera que esté detrás de nosotros, sabe que le pedimos ayuda a Dam— Yunho espetó —.Demonios, quemaron su casa hasta los cimientos. Sin embargo no saben nada de Max y Hayami, al menos, tenemos la esperanza de que no lo sepan.

—Estoy de acuerdo, Jaejoong, los mejores hombres para el trabajo son tus dos amigos. Conocen el mundo de los humanos mucho mejor que nosotros, por lo que tendrán más oportunidades de encontrarlo.

—Supongo— Jaejoong contestó —.Solo odio saber que Max y Hayami se van a ir muy pronto. Pienso que les gustaría quedarse aquí.

—Volverán, colibrí, también creo que les gustaría quedarse aquí.

—También está el pequeño detalle de la negociación con la Corte Oscura— continuó Conall —.Hemos estado negociando con ellos durante meses por tu liberación, Jaejoong. Sabían que no te tenían y han estado negociando con nosotros de todas maneras. Tienen un montón de preguntas que responder.

—Personalmente— dijo Yunho —pienso que la Corte Oscura está metida hasta las cejas en el secuestro de Jaejoong y Monte. ¿Quién más pudo dejar que esos humanos traspasaran el Portal?

—Es una posibilidad y seguramente será cierto, pero no podemos acusar a la Corte Oscura de nada hasta que no tengamos pruebas. Y como militar, sabes que muchas guerras han empezado por menos.

Cuando Yunho asintió, un escalofrío recorrió la espalda de Jaejoong. Se movió más cerca de él. Repentinamente necesitaba el calor del hombre para tranquilizarse. Yunho debió leer su mente porque lo envolvió en sus fuertes y grandes brazos y tiró de su cuerpo lo más cerca posible. Jaejoong se sintió mejor inmediatamente.

—¿Entonces a qué estamos esperando?— Jaejoong preguntó, luego agarró la mano de Yunho y se dirigió hacia la puerta —.Vamos a hablar con nuestros padres y el Consejo de Seguridad. Tenemos que planear que Max y Hayami vuelvan al mundo de los humanos, y luego quiero enseñarte nuestro mundo.

Yunho se echó a reír. Jaejoong gritó cuando sintió un pequeño pellizco en su trasero. —Y entonces quizás puedas enseñarme algunas otras cosas, colibrí.

Jaejoong miró por encima de su hombro, su cuerpo una vez más hormigueó cuando vio el fuego en los ojos de Yunho. —Puedo hacer eso, Leannan.

─Fin

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Notas: Muchas gracias por todos los comentarios a lo largo de la historia

Lastimosamente no adaptaré los demás libros porque no habría mucha relación entre las historias, ya que tendría que cambiar protagonismo en cada libro y sé que la gran mayoría de ustedes solo leen YunJae en específico.