Capítulo 11 - Ahora se sabe la verdad

Ya han pasado dos meses desde la "desaparición" de Yunho.

Los señores Kim se han preocupado tanto que varias veces han querido recurrir a la policía a informar sobre su desaparición. Pero al llegar a la comisaría, lo único que podían decir del moreno era su nombre y su físico.

No sabían su apellido, ni de dónde venía, ni en dónde vivía o si quiera si estudiaba en la universidad o si trabajaba en algún otro lugar aparte del restaurante.

Esa noche, al regresar a casa, se sentaron en la sala con el menor y sus 4 hermanas presentes.

-Joongie, dile a tu omma sobre Yunho. Hemos intentado ir varias veces a la comisaría a avisar de que está perdido, pero como no sabemos mucho de él. Nos gustaría que nos cuentes un poco más- habló tranquilamente el señor Kim, sentado en el sillón para una sola persona, con su esposa sentada en uno de los antebrazos

-Joongie, cariño, dímelo, ¿sí? Todos andamos preocupados por Yunho casi tanto como tú- insistió su madre al ver a su bebé cabizbajo, sentado en el gran sofá, en medio de Fei y Sooyoung, esta última, tenía un brazo alrededor del cuerpo de su hermanito, y Fei le tomaba de la mano mientras hacia círculos y garabatos imaginarios sobre esta. Amber y Ailee estaban a ambos lados del sofá, observando preocupadas también al menor

-¿Joongie ah?- habló Ailee

-Yo... no...- comenzó diciendo, pero fue interrumpido por un apretón en su hombro y volteó hacia Sooyoung

-Solo diles, Joongie, ellos entenderán- le susurró mirándole directamente a los ojos para transmitirle confianza

-Omma... Appa... Hermanas... yo... no, Yunho... Yunho no es real- dijo mirando a su madre a los ojos, viendo la sorpresa por lo dicho

-¿Qué? Cariño, eso es imposible. Todos hemos convivido un poco con él, lo suficiente como para decir que él es totalmente real. No me salgas ahora que es un extraterrestre o algo así- respondió sarcástica la señora Kim

-Joongie, por favor. No juegues con nosotros. Yunho es muy lindo y agradable, y como dijo omma, es imposible que no fuese real- argumentó Ailee

-Omma, ¿recuerdas hace tiempo cuando te dije sobre una sombra extraña que se apareció en casa?- le preguntó el menor de la sala mientras agarraba fuerte la mano de Sooyoung entre sus finas manos blancas -Yunho es esa sombra de hace tiempo. Aunque en ese entonces era una simple mentira...- vaciló un poco en esa parte para ver la cara molesta de su madre al saber su engaño, pero prosiguió antes de derrumbarse en llanto -Sé que te mentí, pero en ese entonces quise seguir con la mentira porque sabía que te ibas a molestar mucho conmigo, por eso seguí culpando a la sombra de las distintas cosas que no hacía por flojo. Al parecer... se fue convirtiendo en realidad... porque lo empecé a ver frecuentemente en mis sueños hasta que lo vi por primera vez en la escuela. Yo estaba muy asustado, creí que ya había perdido la cabeza y sólo se lo he dicho a Yoochun, él ha estado al tanto de todo, pero no le he contado todo. Ya varias veces esa sombra me acosaba en la escuela, hasta que cuando salí de vacaciones, el primer día que empecé a ayudar en el restaurante, él apareció completo. Tú lo conociste, omma. Tú lo quisiste para mis hermanas y luego para mí. También appa lo conoció y luego las noonas lo conocieron y lo interrogaron-

-Con razón se me hacía familiar- dijo la señora Kim, pensando en voz alta

-También a mí- comentó Amber a nadie en particular

-Pero, ¿cómo desapareció, hijo?- preguntó la mamá, dándose cuenta de que se distrajo un poco de la conversación

-Desde hace unos días que iba una chica al restaurante y siempre se sentaba en una de las mesas que se encargaba Yunho. Al parecer, ella se fijó en él y le coqueteó. Obviamente, Yunho la rechazó todas esas veces. Recién me estoy dando cuenta... Pero me molestaba mucho verla insinuarle tan fácil a Yunho que los interrumpí y le dije a Yunho que no era momento de ligues y que eso lo podía hacer después del trabajo. De ahí me fui a los camerinos para calmarme un poco, pero Yunho me siguió y me dijo que me lo iba a explicar, que era un malentendido. Pero no lo escuché y simplemente le grité. Le grité que se vaya cuando él me gritó varias veces que me amab-- no pudo soportarlo más y lloró fuerte, escondiendo su rostro entre sus manos, instantáneamente, sintiendo el cuerpo de Sooyoung abrazarlo, también el de Fei al otro lado. Cosa que lo hizo llorar más alto

Los señores Kim no supieron qué responderle a su hijo en ese momento.

Verlo completamente destrozado emocionalmente, era algo que no se esperaban y que deseaban no ver de nuevo en alguna de sus hijas.

La señora Kim se paró y se acercó a Sooyoung, palmeándole el hombro y cuando su hija puso la mirada en ella, asintió, entendiendo que entendían por ahora por lo que estaba pasando Jaejoong. Que otro día lo hablarían.

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Pasaron tres semanas sin nada relacionado a Yunho...

A pesar de haber llorado ya bastante, Jaejoong aún sentía un mar de lágrimas bajar por sus ojos sin descanso.

Ya eran casi las tres de la mañana y aún seguía despierto, rememorando los 'Te Amo's que le dijo el moreno antes de irse.

Sabe que si tuviera otra oportunidad, le gritaría a Yunho que lo ama con todo su corazón y que él también no podría vivir sin él.

Se acostó en su cama, abrazando su almohada e imaginando que Yunho lo abrazaba por detrás como la primera noche que durmieron juntos...

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-Yunho... por favor, Yunho. No me dejes y te vayas- gimoteó el pelinegro, abrazando con sus piernas y brazos al moreno, el cual estaba sentado bajo él, ya que el menor lo interceptó en el sofá, sentándose encima de él

-Joongie... mi bebé... ¿cómo podría dejarte? Tu solos debes decir que yo estoy ahí contigo y lo estaré- respondió el moreno mientras acariciaba suavemente su cadera y su cintura, alzando su holgado polo que usa para dormir

-Entonces... ¿por qué te fuiste?- preguntó temeroso, con sus ojos acuosos, mirando directamente a esos ojos almendrados y sin poder evitarlo, sus labios forman un adorable puchero, cosa que el otro no evita besar por unos largos segundos

-Yo nunca me fui... sigo a tu lado, amándote- dijo Yunho, empezando a oler el níveo y blanco cuello del pelinegro, causándole estremecimientos por toda su columna vertebral

-Te quiero a mi lado, Yunho. Te quiero de vuelta conmigo. Omma, appa y mis hermanas te extrañan mucho... yo también te he estado extrañando mucho... no sabes cuánto he llorado po--

-Todo este tiempo te he seguido vigilando- lo cortó el mayor, abrazándolo posesivamente de la cintura -No me has notado por haber estado extrañándome y llorando tanto. Tenías los ojos tan borrosos que no me vistes a tu lado- y antes de que Jaejoong pudiera decir algo, los labios de Yunho atraparon los suyos en un fiero beso

Mucha saliva y movimiento de lenguas se apreciaba por parte del inexperto beso que compartían. Jaejoong no sabía qué hacer, y trataba de seguir a Yunho de alguna manera, como pudiera.

Besar en la boca, no era lo mismo que besar la mejilla de las 10 mujeres en su vida y la mejilla de su appa. Ni tampoco, la lengua de Yunho se sentía igual que la lengua de Taepoong, cuando este le lameteaba toda la cara, ansioso cuando está a punto de sacarlo a pasear por el parque a que juegue con otros perros.

No, definitivamente el Beso de Yunho era el mejor que había recibido, y no se cansaría de seguir recibiendo esos besos por un muy largo tiempo...

El moreno fue bajando gradualmente sus manos, empezando a sentir la piel desnuda.

Jaejoong era tan descuidado que solo se había dormido con un polo holgado y su ropita interior de algodón extra suave con estampado de estrellitas rojas.

No ay nada más sexy que ver algo tan adorable en su niño.

Fue dejando besos de mariposa por debajo de su lóbulo y así, bajando hasta toparse con el cuello del polo. Desocupando su mano derecha fe ahuecar el redondo y esponjocito traserito del menor, la llevó hacia dentro de la camiseta, para acariciarlo e instar al otro a removerse esa prenda, primera por un brazo, dejando el otro lado aún enganchado con su brazo.

Siguió bajando con sus besos por los costados, dando sonoros besos en su hombro, gruñendo un poco cuando el pelinegro inconscientemente rebotó sobre su erección.

Yunho solo tenía puesto un pantalón de algodón negro

-Yun… no me dejes... prometo... ahh... prometo besarte todos los días... ngh- Jaejoong no podía hablar claramente cuando la mano izquierda del castaño se metió por detrás de su ropa interior y empezó a jugar con su entrada, sobándola y haciendo un poco de presión de vez en cuando, haciéndolo exasperarse por lo que está por venir -Regresa conmigo... para mí... oh dios... tu... tu eres real- terminó diciendo con un firme beso en la boca del otro

Ambos se enfrascaron en otro sensual beso que tanto necesitaban en ese momento.

-Jae... Joongie... necesito hacerte mío...- gimió el moreno, ya que Jaejoong se mantuvo rebotando sobre el miembro atrapado en el pantalón de algodón del moreno

-Tuyo... Yunnie,..- gimió el menor, enroscando sus brazos alrededor del cuello del otro y apoyando su cara, al lado de la cabeza del otro

Sintió cómo Yunho lo incitaba a levantar las caderas con sus manos, y empezó a tantear con la punta de su endurecido miembro, en busca de la entrada del pelinegro. Cuando la halló, hizo una serie de continuas presiones, cada vez más presión para al fin meter el glande del miembro.

-Yun... duele... arde...- gimoteo el menor, escondiendo aún más su cabeza y apegándose más al cuerpo del otro

-Es solo la cabeza, pequeño... ufh... aguanta- jadeo Yunho por la increíble presión de la virginal entrada de su pequeño novio

Si, Jaejoong es el menor y es virgen, pero no pensaba que fuera tan estrecho como lo sentía.

Es la mejor sensación abrasadora que ha sentido hasta ahora...

-Bebé... voy a avanzar de a poco, ¿sí?- le pregunto el moreno, y asintió un ligero movimiento positivo por parte del otro

Inmovilizando las caderas de Jaejoong, para que estén suspendidas en el aire sin moverse, apoyo bien las plantas de sus pies en el piso, y lentamente, fue entrando y deslizando su miembro a través del anillo de músculos que lo estrujaban con fuerza.

Avanzo lentamente hasta que sus pieles se juntaron, y ambos cuerpos se amoldaron a la perfección. Yunho lentamente fue bajando su cuerpo unido junto al de Jaejoong hasta que estuvieron completamente sentados en el sofá.

-Pequeño... ¿estás bien?-  preguntó Yunho inhalando el olor que desprendía el menor

-Si...- contestó con un fuerte jadeo

-¿Puedo moverme?-

-Si... solo sigue... por favor...-

Ya teniendo la aprobación de su niño, Yunho comenzó a rebotar de a poquito sobre el sofá, no necesariamente saliendo y entrando del menor, solo dejando que la cabeza de su miembro tocara más del interior del otro.

Jaejoong apoyó sus manos sobre el fuerte pecho del otro y movió circularmente sus caderas, sintiendo más de la forma del miembro del otro, aprisionado dentro de él.

Yunho, enloquecido por el movimiento pélvico circular, agarró del redondo trasero a su novio y lo alzó un poco para bajarlo y embestirlo, lo que le valió un grito.

-¡Yunho!- gritó en éxtasis el pelinegro, encorvando su espalda y tirando su cabeza hacia atrás

-Lo... encontré...- musitó entrecortado, volviendo a repetir la acción

Poco a poco, empezaron a aumentar la velocidad de sus actos, y Jaejoong como un acto reflejo, comenzó a rebotar sobre el miembro del otro, causando que la acción fuera más dura de lo que debería ser para una primera vez.

-Yu… Yunho...- gimió más fuerte

-Lo... lo sé...- entendiendo los deseos de su pequeño, hizo que ambos cuerpos se recostaran, tal y como están, sobre el sofá. Alzando la pierna, que no era aplastada por su cuerpo, de Jaejoong. Hizo más profundo sus embestidas

Jaejoong era un desastre de fluidos corporales, y ni qué decir de su pobre garganta que alcanzaba nuevas escalas. Yunho también era otro desastre de fluidos, pero él era el que ejercía todo el trabajo en el acto. Moviéndose para el placer de ambos.

Siguieron así, hasta que volvieron a cambiar de posición. Permanecieron acostados, sino que ahora Jaejoong le daba la espalda a Yunho y este le alzaba una pierna para poder internarse más profundo en su interior, sacándole más y más gritos al menor.

Sin poder aguantar más, Jaejoong gimió alto y eyaculó todo lo que podía, esparciéndolo todo por el piso frete al sofá. Yunho también eyaculó, pero en su interior, y ambos se quedaron recostados, regularizando sus respiraciones. Hasta que, ya más calmado, Jaejoong se volteó entre los brazos del otro, para encararlo.

-Yunho...- murmuró observando el rostro del otro -¿Cuándo vas a volver?- le preguntó temeroso por la respuesta

-Mi amado Joongie, volveré cuando tu corazón me lo permita-