Capítulo 2 - Alimentando mi obra

-Alumno Kim Jaejoong, dígame ¿por qué no completó los ejercicios de álgebra que mandé a realizar ayer? Solo era resolver 10 ejercicios- preguntó la maestra Yeon Mi al alumno que tenía parado frente a su escritorio en el aula de 4-A

-Es que... verá, maestra... esto será algo difícil de creerme, pero es la verdad. Ayer cuando llegué a mi casa, me dirigí a mi cocina por un poco de agua cuando escuché un estruendoso ruido viniendo del segundo piso. Le juro que me asusté mucho- comentó con los ojos un poco vidriosos, gracias a las lágrimas falsas que sacó del tocador de su hermana Taeyeon -subí las escaleras y vi una sombra grande entrar a mi habitación, no sé por qué, pero me acerqué y abrí la puerta. Obviamente mi cuarto estaba a oscuras, pero a lo lejos, vi la sombra de un chico alto, no muy fornido y con una cicatriz en la mejilla. Sé que esto no tiene nada que ver con la tarea que nos dejó, pero luego de ver a esa cosa, salí despavorido de mi casa y me quedé en el patio delantero, observando hacia la ventana de mi habitación. Luego vi que esa misma sombra se acercó a mi ventana y se me quedó observando, me helé en donde estaba, y eso que estamos en verano...-

-Ya ya, Jaejoong. Si no hiciste la tarea por flojo, no es para que inventes algo así. Casi te creí por tus ojitos, pero escuchar el resto de la historia... Yo me esperaba a que me dijeras que encontraste a un ladrón o algo así y que por eso no pudiste, o qué se yo-

-¡Pero maestra, es la verdad!-

-Ya basta, mira, para que veas que soy generosa, te doy hasta mañana para que los hagas, pero 5 ejercicios más- y con eso, la maestra salió del aula, dejando a su alumno con las palabras en la boca.

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-Aún no puedo creer que les hayas mentido a tu familia y a la profesora con lo mismo- dijo Yoochun, el mejor amigo de Jaejoong

-Ya sabes lo que dicen, para decir una mentira, debes creértela tú mismo- recitó comiendo unas frituras

Ambos estaban en el patio de la escuela, era el segundo recreo y solo faltaban tres horas de clase para que acabara el día escolar.

-Yoochun ah~ ¿me prestas tus ejercicios de álgebra?- pidió con voz melosa Jaejoong mientras le extendía una papita a su amigo para que la comiera

Yoochun lo miró raro, pero aun así se comió la papa -¿Por qué no se lo pides a otro? No sé si los míos estén bien resueltos y recuerda que la miss Yeon Mi te encargó los 5 ejercicios siguientes como adicional a entregar mañana-

-Rayos... creo que se lo pediré a Yihan, él siempre está dispuesto a ayudarme- comentó con una sonrisa de superioridad

-Solo porque el pobre está ilusionado contigo, no deberías usarlo así, si luego ni le haces caso al pobrecillo-

-Pfff... no es mi problema que él se haya quedado hechizado de mí, eso es algo que no está en mis restricciones-

-Eres un caso... Bueno, iré a hablar con el entrenador antes de que termine el receso. Nos vemos en clase- y así Yoochun salió disparado hacia el patio deportivo de la escuela

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Jaejoong corría por los pasillos hasta llegar al aula de 4-C y abrí estrepitosamente la puerta.

-¡Yihan hyung!- gritó sorprendiendo al aludido que leía “Teoría de la química orgánica” para la siguiente clase

-¿Qué sucede, Jaejoong shi?- preguntó un poco asustado y nervioso por la conmoción del otro

-Que bien que te encuentro, hyung- dijo Jaejoong acercándosele e inclinándose un poco hacia él mientras le ponía una mano sobre su hombre derecho -Te he estado buscando por todas partes, hyung- lo miro directo a los ojos, mostrándole que los suyos estaban húmedos, de nuevo, gracias a las lágrimas falsas

-Pe... pero... Jaejoong shi, ¿por qué llora?- preguntó asustado de ver la expresión afligida del otro

-Es algo largo de contar...- comentó fingiendo vergüenza, ladeando su cara hacia un lado y cubriendo su boca en una pose adorable para los ojos de cualquiera

-Por favor, cuéntame. Quiero ayudarte y serte útil. Puedes contármelo, yo lo entenderé y si está en mis manos, te ayudaré- finalizó con firmeza mientras lo miraba

-Bueno, pues...- comenzó mientras arrastraba una silla para sentarse muy cerca de Yihan y que sus rodillas se tocaran -Ayer cuando llegué a mi casa, ni bien pasé de la puerta, escuché el ruido de varias cosas caerse en el segundo piso. Sé que es tonto de mi parte, pero me dirigí hacia el segundo piso, inclusive cuando temblaba mucho, subí las escaleras. Y... y vi...- actuó unos temblores solo para percibir que el otro le sobaba el brazo izquierdo, para alentarlo a que siguiera contando -Vi a un chico alto, un poco musculoso entrar a mi habitación. Mi casa estaba con las luces apagadas, así que no lo vi mucho, pero sí ciertas cosas. Como él se metió a mi habitación, yo lo seguí, cuando abrí la puerta, lo vi parado al lado de mi cama, mirándome con sus feroces ojos. Ahí si me entró el pánico y salí despavorido de mi casa. Desde mi patio delantero, vi hacia mi ventana y ahí estaba el tipo mirándome fijamente, con su mano apoyada sobre el cristal, como si estuviera esperando a que yo subiera...- fingió romper en llanto para inclinarse sobre el pecho del otro y apoyar su cabeza -Me quedé afuera toda la noche esperando por mis padres- hipó más fuerte, simulando un pequeño llanto

-Dios Jaejoong, eso debió ser horrible. ¿Se lo dijiste a tus padres?- preguntó mientras le frotaba suavemente la espalda temblorosa

-Sí se los dije, pero no me creyeron y aun así me mandaron a la cama- lloró un poquito más -Aparte de que mis padres no me creyeron anoche, hoy la miss Yeon Mi me reprendió por no terminar mis ejercicios de álgebra- tembló un poco más fuerte para susto del otro y levantó la mirada, viendo directamente a los ojos detrás de las gafas de Yihan -Hyung~~~ ¿por qué la vida no me quiere?- puso sus ojitos de cachorro mientras hacía un puchero, tratando de verse lo más afligido posible

-Jaejoong hyung, la vida sí te quiere- le dijo posando sus manos sobre los hombros del pelinegro -Eres alguien alegre, muy apuesto, si me dejas decirlo, tienes varias habilidades y eres muy sociable. Y con respecto a los ejercicios de álgebra- se agachó y rebuscó entre su mochila sacando un cuaderno -Ten, para que los resuelvas, ahí están desarrollados todos. La miss Yeon Mi aquí está más adelantada que en tu aula. Me los devuelves mañana, ¿sí?-finalizó regalándole una dulce sonrisa, percatándose que lo había estado viendo directamente a los ojos y hablándole de manera informal -Yo... lo la....-

-¡¡¡¡¡Muchísimas gracias, Yihan ah~~~!!!!! ¡Eres el mejor de todos!- gritó feliz Jaejoong a la vez que se lanzaba al otro para abrazarlo -Te debo una muy grande, hyung- dijo mirándole a los ojos y dándole un beso en la mejilla antes de salir corriendo del aula feliz. Sin notar que el otro se llevaba una mano a la mejilla en donde lo besaron por primera vez, sin contar a sus familiares.

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Acaba de tocar el tiempo del término de la jornada estudiantil por ese día y los alumnos preparaban sus cosas para irse a sus respectivas casas.

-Aún no puedo creer que hasta Yihan se haya tragado tu acto del fantasma que no te robó ni te agredió- lo acusó Yoochun, metiendo su lapicero con imágenes de delfines de Disney World

-Yihan es un chico muy servicial, gracias a él, ya no me quemaré la cabeza por hacer los ejercicios de álgebra, y hasta puedo adelantar algunos ejercicios- comentó alegre metiendo el libro de la última clase que acababan de tener -El profesor Kyuhyun sí que es bien estricto, dejarnos hacer un informe sobre los sistemas biomoleculares- dijo con pesadez -Aún falta mucho para que hagamos ese tipo de trabajos que se hacen en la universidad, y eso, sí es que en nuestra carrera se requiere-

-Ahí le ves tú cómo lo haces, no creo que Yihan lo haga todo por ti. Recuerda que es el alumno favorito de Kyuhyun, así que debe reconocer cómo trabaja Yihan-

-Tienes razón, ya veré si encuentro algo en internet y lo copio o le hago un resumen. Nos vemos, Yoochun. Suerte en tu práctica- se despidió de su amigo y fue hacia el paradero de buses

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Al llegar a casa y abrir el portón, una bola de pelos blanco salió a saltar a su alrededor.

-¡Prince! ¿Qué haces en casa? ¿Eso quiere decir que Tiffany está?- le preguntó al pequeño animal que solo lo lamía con impaciencia por todo el rostro -¡Fany~~! ¿Estás en casa?- preguntó mientras dejaba su mochila sobre el sillón de la sala

-¡Aquí arriba, Joongie~~!- gritó una suave voz desde el segundo piso

Siguiendo la voz de su hermana, se dirigió a la segunda planta e intuyendo que la mayor estaría en donde fue su cuarto, se dirigió ahí.

-Noona, ¿qué haces en casa?- preguntó viendo a la pelirroja buscar algo en el no tan pequeño armario de pared completo de su hermana Fei

-Oh, nada Joongie ah~ Sino que Fei noona me llamó y me dijo que le llevara unas cuantas cosas a la universidad- le respondió mostrándole su singular sonrisa de ojos

-Noona, pero ¿abandonaste a Hyunjoong y a Lami por llevarle ropa a noona? Gracias al cielo que no te olvidaste del pobre Prince-

-Joongie, mi esposo es lo suficientemente responsable para cuidar de nuestra hija, y Prince, es mi bebé consentido, no podía dejarlo bajo el cuidado de Hyunnie-

-Eres rara, noona-

-Ah ah... a mí no me acuses de rarezas, niñito que vio fantasmas en su cuarto- lo fulminó con la mirada

-¿Ya te lo contaron?- preguntó sorprendido

-Pues sí, Sooyoung se lo contó a Taeyeon y ella a mí, aunque omma le contó a Yubin esta mañana, appa se lo dijo a Boom cuando ella fue al restaurante con su familia- dijo recordando la pequeña he improvisada reunión familiar que hubo en la tarde en el restaurante sin el consentido de la casa -¿De verdad viste un fantasma?-

-No sé exactamente si fue un fantasma, noona. Lo que yo vi fue una sombra alta y media musculosa mirarme fijamente, por eso salí de casa hasta que omma y appa regresaran- relató recordando los detalles que fue añadiendo a su mentira... y todo por no hacer deberes y evitar un regaño

-Omo~~ que miedo, Joongie- lo abrazó sobándole la cabeza -Pobre de ti, debiste tener mucho miedo- le alzó delicadamente el rostro para besarle la frente y dejarle una marca de labial rojo

-Noona~~- gimoteó el menor

-¡Oh sí! ¡Que Fei noona se queda sin sus cosas! Ya me tengo que ir Joongie~ Nos vemos pronto, pequeño- le regaló un último beso antes de cargar también al perrito y bajar corriendo las escaleras

El pelinegro solo resopló y se dirigió a su habitación para darse una ducha.

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Al salir del baño, tenía solo una toalla alrededor de su cabeza, para evitar que las gotas de agua mojaran el piso. Ya dentro del baño se había secado el cuerpo.

Solo quería copiar los ejercicios de álgebra y echarse a dormir.

Mañana al fin sería viernes e iría a la escuela con el uniforme deportivo.

Se vio en el espejo de cuerpo completo, disfrutando de su propio físico.

-Definitivamente, yo puedo tener a cualquier hombre bajo mi encanto. Inclusive ese fantasmita que me creé- soltó una pequeña risita mientras se sentaba en su cama y se secaba en cabello

En su mente, Jaejoong se plasmaba que la sombra que supuestamente vio sería un chico alto, con maso menos de masa muscular, una cicatriz no muy notoria en la mejilla, porque una cicatriz de verdad sería poco atrayente. Los feroces ojos tendrían forma de almendras, una fuerte mandíbula acompañaría bien al pequeño rostro que detalló a la hora de seguir creando a su personaje de terror. Un par de redondeados labios en forma de corazón, con un pequeño lunar sobre el lado izquierdo del labio superior. El cabello... su cabello sería castaño, castaño como el de su hermana Sooyoung, pero el de él, tendría un aire rebelde. Unas manos grandes en conjunto a sus largos brazos, los dedos de sus manos serían largos y estilizados. Las piernas, contorneadas y muy tonificadas.

Al darse cuenta que literalmente empezó a imaginarse al tipo, sacudió violentamente la cabeza. No estaba para esas cosas, debía terminar de vestirse y resolver sus ejercicios, para poder dormir.